Joseph Pujol, alias le Pétomane (el pedómano), fue un humorista francés que utilizó el culo como herramienta de trabajo.
Desde muy pequeño ya se veía que su futuro estaría vinculado al mundo del espectáculo,
era el encargado de amenizar las fiestas cantando y bailando pero un
accidente cambió su registro… durante un baño en el mar, cogió aire para
sumergirse y sintió cómo las gélidas aguas se introducían por su ano.
Asustado, salió rápidamente a la orilla y mientras corría hacia donde se
encontraba su madre, se percató de que, ahora, el agua salía. Su madre
lo llevó al médico pero éste no le diagnosticó ninguna enfermedad o
malformación y le dijo que no debía preocuparse.
Aquel incidente marcaría su vida… comprobó que, gracias al control
abdominal, podía aspirar el agua a través del culo y, posteriormente,
expulsarla proyectando un chorro de 4 o 5 metros. Cuando llegó a tener
un control absoluto, probó con el aire y consiguió expulsarlo
produciendo diferentes notas e incluso reproducir sencillas melodías.
Tras el éxito cosechado durante cinco años (1887-1892) en Marsella con
su espectáculo “Le Petomane“, dio el salto a París… al Moulin Rouge.
Allí actuó durante 3 años, convirtiéndose en el artista mejor pagado de
Francia (20.000 francos), con un espectáculo en el que interpretaba
melodías, apagaba velas, imitaba sonidos, fumaba cigarrillos y como
broche final se metía un tubo que conectaba con una ocarina y reproducía
canciones populares. Cuando abandonó el Moulin Rouge, por problemas
contractuales, abrió su propio teatro y estuvo actuando hasta la Primera
Guerra Mundial.
Después de su muerte, en 1945, la Escuela de Medicina de París
ofreció 25.000 francos para poder inspeccionar el cuerpo de Pujol, pero
la familia se negó:
hay algunas cosas en la vida que deben ser tratadas con respeto.
Fuentes e imágenes: Le Pétomane, Joseph Pujol, the Fartiste
Fiuente:
Historias de la Historia