Montaje de las líneas de luz captadas por un telescopio, en el observatorio de La Silla.| 'Nature'
La búsqueda de planetas similares a la Tierra dará un gran salto
hacia adelante gracias a una nueva tecnología en cuyo desarrollo han
participado investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (CSIC). Llamado 'el peine de frecuencias láser', la nueva metodología permite conocer los movimientos de las estrellas con una precisión de 10 centímetros por segundo.
La nueva metodología del 'peine' mide las longitudes de onda que radian los objetos celestes con una exactitud sin precedentes. "Se trata de utilizar la precisión de un reloj atómico para controlar el conjunto de colores en el que se desintegra la luz, que nosotros recibimos como frecuencias, y que proyectan en un instrumento llamado espectómetro una red de colores que nos permiten llegar a detectar movimientos muy pequeños", explica el astrónomo Rafael Rebolo, cofirmante del artículo que esta semana publica el hallazgo en 'Nature'.
Los espectrógrafos son instrumentos que descomponen la luz captada por los telescopios. Como ocurre con los arco iris, extraen todos los colores o longitudes de onda del brillo que emiten los objetos celestes.
De este modo se determina la velocidad de las galaxias, cuántos planetas orbitan en torno a una determinada estrella o cómo se expande el universo.
Hasta ahora, estas mediciones de velocidad radial son las que han servido para confirmar las detecciones de exoplanetas realizadas por telescopios espaciales, como el 'Kepler'. Asegura Rebolo, que "el objetivo es buscar planetas similares al que habitamos, pero también son tecnologías útiles para aplicaciones meteorológicas o relacionadas con la salud".
Los astrónomos probaron la nueva tecnología en el espectrómetro HARPS del telescopio de 3,6 metros del Observatorio de la Silla (Chile). Eligieron para ello la órbita de un exoplaneta ya descubierto que gira en torno a la estrella HD75289, cuyo trazado confirmaron con gran exactitud.
La técnica supondrá un salto en la precisión de los espectrógrafos, lo que abre nuevas opciones en la investigación astronómica pero, según Rebolo, también en otros ámbitos de la ciencia.
En el ámbito de la Astronomía, aplicado al futuro telescopio terrestre de grandes dimensiones, el E-ELT, podría llegar a medir la expansión del Universo. También se contará con este 'peine' en el futuro espectógrafo ESPRESSO, un proyecto europeo en el que Rebolo es codirector.
La participación española en el ESPRESSO fue aprobada el año pasado y supone una financiación de un millón de euros en tres años. La parte del año pasado fue aportada, pero la de este año todavía no ha llegado al Instituto de Astrofísica de Canarias. "Es un compromiso adquirido, así que esperamos que no haya problemas y en breve contenos con ese dinero", confia Rebolo.
Fuente:
El Mundo Ciencia
La nueva metodología del 'peine' mide las longitudes de onda que radian los objetos celestes con una exactitud sin precedentes. "Se trata de utilizar la precisión de un reloj atómico para controlar el conjunto de colores en el que se desintegra la luz, que nosotros recibimos como frecuencias, y que proyectan en un instrumento llamado espectómetro una red de colores que nos permiten llegar a detectar movimientos muy pequeños", explica el astrónomo Rafael Rebolo, cofirmante del artículo que esta semana publica el hallazgo en 'Nature'.
Los espectrógrafos son instrumentos que descomponen la luz captada por los telescopios. Como ocurre con los arco iris, extraen todos los colores o longitudes de onda del brillo que emiten los objetos celestes.
De este modo se determina la velocidad de las galaxias, cuántos planetas orbitan en torno a una determinada estrella o cómo se expande el universo.
Un censo de 'Tierras'
Estos resultados abren la puerta a la elaboración del que sería el primer censo de planetas similares a la Tierra, en torno a estrellas que no están a grandes distancias del Sol. "Al medir velocidades tan precisas de las estrellas podemos detectar variaciones muy pequeñas, que son las que provocan los planetas cuando orbitan estrellas y que son más débiles cuanto más alejado éstan de ellas", señala el astrofísico.Hasta ahora, estas mediciones de velocidad radial son las que han servido para confirmar las detecciones de exoplanetas realizadas por telescopios espaciales, como el 'Kepler'. Asegura Rebolo, que "el objetivo es buscar planetas similares al que habitamos, pero también son tecnologías útiles para aplicaciones meteorológicas o relacionadas con la salud".
Los astrónomos probaron la nueva tecnología en el espectrómetro HARPS del telescopio de 3,6 metros del Observatorio de la Silla (Chile). Eligieron para ello la órbita de un exoplaneta ya descubierto que gira en torno a la estrella HD75289, cuyo trazado confirmaron con gran exactitud.
Sistemas inmutable
La técnica, que le valió a los físicos Theodor Hänsch y John Hall el Nobel de Física en 2005, multiplica por cuatro la precisión de los espectómetros actuales porque este sistema láser que logra separar colores de frecuencias muy cercanas. Además, es un sistema muy estable que no cambia con el tiempo.La técnica supondrá un salto en la precisión de los espectrógrafos, lo que abre nuevas opciones en la investigación astronómica pero, según Rebolo, también en otros ámbitos de la ciencia.
En el ámbito de la Astronomía, aplicado al futuro telescopio terrestre de grandes dimensiones, el E-ELT, podría llegar a medir la expansión del Universo. También se contará con este 'peine' en el futuro espectógrafo ESPRESSO, un proyecto europeo en el que Rebolo es codirector.
La participación española en el ESPRESSO fue aprobada el año pasado y supone una financiación de un millón de euros en tres años. La parte del año pasado fue aportada, pero la de este año todavía no ha llegado al Instituto de Astrofísica de Canarias. "Es un compromiso adquirido, así que esperamos que no haya problemas y en breve contenos con ese dinero", confia Rebolo.
Fuente:
El Mundo Ciencia