Un
equipo internacional de científicos ha demostrado que los planetas
pueden formarse alrededor de tipos muy diferentes de estrellas,
incluidas también aquellas que son relativamente pobres en elementos
pesados. Hasta ahora, los astrónomos pensaban que los planetas eran más
propensos a formarse alrededor de una estrella si ésta tiene un alto
contenido de elementos más pesados.
Los científicos indican que este descubrimiento, publicado en la
revista 'Nature', aumenta significativamente la probabilidad de que
planetas como la Tierra sean comunes en el universo y, por tanto,
también aumenta la probabilidad de encontrarlos.
Actualmente se han descubierto un toral de 3.000 planetas externos
a la Vía Láctea (exoplanetas) y unos 2.300 están siendo observados con
el telescopio espacial Kepler de la NASA, midiendo el brillo de las
estrellas que acogen su propio sistema planetario. Si un planeta se
mueve delante de su estrella, hay una pequeña disminución en el brillo y
si esto sucede repetidamente, podría ser un planeta orbitando la
estrella y se puede estudiar también la regulación de su luz.
Del mismo modo, este sistema de estudio permite conocer el tamaño
de los planetas, distinguiendo entre los gigantes gaseosos como Saturno y
Júpiter, o si son más pequeños, planetas rocosos como la Tierra y
Marte.
Hasta ahora, el trabajo de Kepler se había centrado en el estudio
de planetas. Sin embargo, esta nueva investigación ha decidido ahondar
en las estrellas que, a su juicio, son las que "tienen las propiedades
necesarias para una posible formación de planetas".
"Yo quería investigar si los planetas se forman sólo alrededor de
ciertos tipos de estrellas y si existe una correlación entre el tamaño
de los planetas y el tipo de estrella madre que está en órbita", ha
señalado uno de los autores del trabajo, Lars A. Buchhave
Para ello, el equipo ha desarrollado un método para 'exprimir' más
información de los espectros estelares.
"Hasta ahora, se ha visto que
la mayoría de los gigantes gaseosos se asociaron con las estrellas con
un alto contenido de elementos pesados", ha explicado para añadir que
una estrella de estas características tiene que haber pasado "por una
serie de renacimientos".
Así, ha indicado que una estrella es una gran bola de gas
incandescente que produce energía mediante la fusión del hidrógeno y el
helio en elementos más pesados. Sus grandes nubes de gas y polvo se
condensan y se reciclan en nuevas estrellas y planetas en un ciclo
cósmico gigante, de manera que las nuevas estrellas que se forman
tendrán un mayor contenido de elementos más pesados que el anterior y
para cada generación de formación de estrellas, de nuevo, aumenta la
cantidad de elementos pesados y metales.
Por su parte, los expertos indican que los planetas se forman a
partir de los restos de las nubes de gas y polvo que giran en el disco
alrededor de la estrella recién formada. En este disco protoplanetario,
los elementos comienzan a acumularse y se agrupan, formando los cuerpos
planetarios.
En las generaciones posteriores de estrellas con un alto contenido
de elementos pesados, el disco giratorio de partículas de polvo y gas
tiene una composición elemental que es más probable que promuevan la
formación de gigantes gaseosos como Saturno y Júpiter.
No exigen características peciales en su estrella
Pero esta nueva investigación muestra una imagen diferente de los
planetas más pequeños. "Se ha analizado la composición elemental de las
estrellas de 226 exoplanetas. La mayoría de los planetas son pequeños,
es decir, planetas que corresponden a los planetas sólidos en e Sistema
Solar o hasta cuatro veces el radio de la Tierra y lo que se ha
descubierto es que, a diferencia de los gigantes de gas, la formación de
planetas más pequeños no es dependiente de las estrellas con un alto
contenido de elementos pesados", ha apuntado Buchhave.
En este sentido ha explicado que, los planetas que son hasta
cuatro veces el tamaño de la Tierra, "pueden formarse alrededor de
estrellas muy diferentes al Sol".
Así, a su juicio, "estas observaciones significan que planetas
como la Tierra podría ser cuerpos generalizados en toda la galaxia, ya
que no tienen requisitos especiales, en cuanto a las características de
una estrella, para formarse".
Fuente:
Europa Press Ciencia