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Para llevar a cabo sus experimentos, el neurocirujano Itzhak Fried y sus colegas trabajaron con siete pacientes epilépticos que ya tenían electrodos implantados en el cerebro para tratar los ataques propios de su enfermedad. Y los usuaron para, simultáneamente, registrar la actividad neuronal al formarse los recuerdos. A continuación comprobaron si la estimulación cerebral profunda con una descarga eléctrica mejoraba la capacidad de recordar. Y observaron que el método funcionaba si se estimulaba la corteza entorrinal mientras los sujetos trataban de aprender información importante. En un artículo que publica la revista The New England Journal of Medicine, los investigadores sugieren que esta técnica podría ayudar a tratar a personas que sufren demencia o alzhéimer. “Perder la capacidad de recordar algo que acaba de ocurrir y de formar nuevos recuerdos es uno de los mayores males que puede sufrir un ser humano”, afirma Fried. Fuente: Muy Interesante |