A pesar de ser consumidas primero por lagartos y luego por aves, muchas semillas de plantas en las Islas Canarias logran sobrevivir.
El extraordinario fenómeno fue investigado por el científico español David Padilla, autor principal de un estudio publicado en la revista Journal of Ecology.
Padilla, oriundo de las Islas Canarias y actualmente investigador de la Universidad de East Anglia, en Inglaterra, comenzó su trabajo en Lanzarote y lo amplió luego a todo el archipiélago, donde los lagartos, a diferencia de los del continente, se alimentan de frutos.
"Como se trata de islas oceánicas que surgen del fondo marino, tienen que ser colonizadas por especies y no todas las que están en el continente se encuentran en las islas", dijo el Dr. Padilla a BBC Mundo.
Las especies que sí logran colonizar las islas acceden a recursos que en el continente son ocupados por otros organismos. Los lagartos del continente son insectívoros, pero en las Islas Canarias y otros archipiélagos aumentan su dieta comiendo también frutos, explicó el científico español. Los frutos les aportan azúcares y agua en hábitats secos.
"El lagarto (del género Gallotia) sería entonces el dispersor primario de la semilla. Pero luego estudiamos un proceso muy curioso: cuando las aves depredan sobre esos lagartos, dispersan secundariamente las semillas que se encuentran en el interior de los mismos".
"O sea que las semillas pasan por el tracto digestivo del lagarto y cuando éstos son depredados por las aves, las semillas sufren un doble tratamiento digestivo".
Dispersión secundaria
¿Cómo es posible que las semillas logren germinar luego de ser ingeridas dos veces?
Padilla explicó que el proceso difiere según la especie de ave depredadora. "Por un lado estudiamos una especie de pájaro pequeño, un ave paseriforme, el Alcaudón Real (Lanius meridionalis), que tiene jugos gástricos débiles y las semillas son capaces de resistir con mucha facilidad, tanto las pequeñas como las grandes".
"Pero por otro lado tenemos el Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus), un ave rapaz diurna y las rapaces en general tienen unos jugos gástricos muy fuertes para poder disgregar y digerir a sus presas".
"Las semillas pequeñas y de mediano tamaño en general cuando pasan por el tracto digestivo del cernícalo son dañadas, pero descubrimos a través de un estudio del comportamiento de esta rapaz que solo el 10% de las semillas que están en el tracto digestivo del lagarto son ingeridas por el ave".
"Eso se debe a que tiene un comportamiento muy característico, transporta al lagarto a los posaderos y ahí hay dos pasos que normalmente sigue, lo primero es decapitar al lagarto y en segundo lugar expulsar o eliminar los tubos digestivos del lagarto que contienen la mayoría de las semillas".
En otras palabras, el 90% de las semillas permanecen en el tubo digestivo que el ave descarta y logran mantener una alta viabilidad o capacidad para germinar.
Conexiones
Padilla señala que la dispersión secundaria es importante para las semillas, porque les permite alcanzar grandes distancias. El trecho que puede recorrer un lagarto es relativamente corto, pero el radio de dispersión aumenta mucho al intervenir las aves depredadoras.
"Lo importante de este proceso que hemos detectado es que es generalizado y ocurre con una cantidad de especies muy importantes. Encontramos que más de 70 especies de plantas en las Islas Canarias son dispersadas por este sistema". Entre ellas se encuentran el Espino de mar (Lycium intricatum) y el Tasaigo (Rubia fruticosa).
"Desde el punto de vista de la planta es una buenísima estrategia porque le permite colonizar nuevos sitios, sin estos dispersores secundarios eso le sería muy difícil".
El científico español cree que la dispersión secundaria no es exclusiva de las Islas Canarias. "No se ha estudiado en otros sitios, pero creemos que es más generalizado de lo que se piensa, porque hay lagartos frugívoros y aves depredadoras en otros archipiélagos".
Padilla asegura que el estudio tiene implicaciones importantes desde el punto de vista de la conservación.
"Normalmente se tiende a conservar especies exclusivas del lugar o endémicas, que se llaman autóctonas, pero no se suelen tener en cuenta todas estas interacciones que ocurren".
La pérdida de algunas especies como el lagarto puede acarrear la desaparición o disminución de muchas otras especies. Tanto lagartos como aves depredadoras están jugando un papel clave para las plantas en el archipiélago canario, "donde es altísimo el nivel de endemicidad, es decir, de plantas exclusivas de las Islas Canarias, que a su vez es el punto con mayor diversidad a nivel de especies vegetales en Europa".
"Estas interacciones llevan a un conocimiento sobre cómo todo está conectado entre sí, como todo es una red de conexiones y esto es importantísimo para la conservación".
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