El origen de la vida en la Tierra y su búsqueda fuera del sistema solar centran la segunda jornada del festival Starmus. El premio Nobel de Medicina Jack Szostak y el eminente biólogo británico Richard Dawkins apuntan algunas de las claves en esta búsqueda.
Si encontramos vida en otros planetas, ¿se parecerá a lo que conocemos en la Tierra? ¿Estará basada en el ADN? ¿Habrá evolucionado? ¿Es la vida un hecho común o improbable en el Universo? Son algunas de las respuestas que la exobiología trata de determinar desde hace años y en la que han profundizado este martes el biólogo Richard Dawkins y el premio Nobel de Medicina Jack Szostak durante la segunda jornada del festival Starmus.
"Hay dos tentaciones en esta materia", asegura Richard Dawkins en la rueda de prensa matinal, "una es hacer lo que hace la ciencia ficción, que habla de humanoides que se parecen a nosotros, y la otra es construir el otro extremo y que la vida debería ser tan diferente que no podemos imaginarla". Para Dawkins, tenemos la oportunidad de mirar a la vida de nuestro planeta y preguntarnos cuántas características de los seres vivos que conocemos tienen que ser iguales necesariamente en cualquier forma de vida y cuántas pueden ser diferentes. "Podemos plantearnos", explica, "si toda forma de vida es completamente darwiniana o es algo diferente, si está basada en el carbono, si tiene una genética, o incluso si deben tener orejas, alas u ojos, como conocemos en la Tierra".
"Una cuestión muy interesante", explica el biólogo molecular Jack Szostak, "es saber si puede haber vida sin agua, por ejemplo. En las lunas de Saturno se ha encontrado una química muy compleja y hay muchas cuestiones interesantes que estudiar, hay muchos experimentos que hacer todavía en este terreno".
Aunque el premio Nobel se lo dieron por sus trabajos con la telomerasa, las contribuciones de Szostak en la búsqueda sobre el origen de la vida han sido fundamentales. Su intención es construir en el laboratorio una protocélula a partir de elementos químicos básicos, aunque está abierto a la posibilidad de que la vida se base en moléculas diferentes de las del ADN. "Desde luego hay otras cosas que puedan funcionar", admite. "Sabemos por muchos experimentos de otros investigadores que hay muchas otras moléculas que también construyen una doble hélice y en principio podrían actuar como material genético. Pero es una de las cosas que nos gustaría averiguar".
Para resolver estas cuestiones, los científicos no necesitan irse muy lejos. Aunque parecen muy diferentes, todos los organismos vivos que conocemos tienen un elemento común que apunta al mismo origen, pero tal vez haya habido otros orígenes de la vida en nuestro planeta. El físico Paul Davies, recuerda Dawkins, lleva años trabajando en busca de estas formas de vidas no basadas en el ADN. "No ha tenido éxito de momento", recuerda Dawkins, "pero es un trabajo mucho más barato que ir a otros planetas a buscar vida".
Algunas aproximaciones en este sentido, como el polémico anuncio realizado por la NASA hace unos meses respecto a "la vida en el arsénico", se han mostrado completamente erróneas. "El estudio del arsénico era terrible", sentencia Szostak. "Los experimentos no apoyaban las conclusiones y no hay nada sorprendente".
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