El 23 de junio de 1911, la edición del diario Miami Metropolis publicaba las predicciones que Thomas Alva Edison hizo sobre el estilo de vida americano un siglo después. Aquí os dejo con algunas de sus profecías: El viajero del futuro dejará de arrastrarse por la tierra. Volará por el aire, más ligero que una golondrina, a una velocidad de 320 kilómetros por hora, en máquinas colosales que permitirán desayunar en Londres, cerrar un negocio en París y regresar para el almuerzo a Cheapside (una conocida calle londinense).
La casa del siglo que viene estará amueblada con acero desde sus cimientos al ático, y este material costará un sexto de su precio actual. Además el acero será tan ligero que será tan facil mover un aparador, como ahora levantar una silla. Los bebés del siglo XXI serán acunados en cunas de acero. Sus padres se sentarán en mesas de acero y cenarán sobre mesas de acero. Y el tocador de sus madres vendrá equipado suntuosamente con mobiliario de acero cubierto de ingeniosos barnices para que recuerden al palo de rosa, caoba, o cualquier otra madera que agrade a las señoras.
Imagino libros impresos en hojas de nickel. Uno de 5 centímetros de grosor podría albergar 40.000 páginas, el equivalente a cien volúmenes. En uno solo se podría imprimir todos los contenidos de le enciclopedia británica, y tendría un peso de menos de medio kilo.
Pronto podremos transmutar los metales. Llegará un día en que el oro muera como patrón refugio. Le quedan unos años de vida. Se acerca el día en que los lingotes de oro sean tan comunes y baratos como los de hierro o acero.
Como vemos, salvo la predicción del viaje en avión (recordemos que el vuelo de los hermanos Wright ya había tenido lugar en 1903) en el resto no ha dado ni una. Solo pensar en una casa amueblada enteramente de acero me da frío. Y no, el libro de hojas de níquel no tiene nada que ver con el iPad. En cuanto a la transmutación de los metales, directamente suena a alquimia, para alegría de los compradores de joyas actuales, que están haciendo su agosto.
Me enteré leyendo Neatorama
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