Imaginad que por alguna extraña razón, metemos en un acelerador de partículas átomos de todos los elementos de la tabla periódica y los hiciéramos impactar simultáneamente entre si. ¿Qué sucedería? ¿Formarían un elemento Frankenstein? En Popular Science, Bjorn Carey se encarga de dar una respuesta al asunto.
Hacer chocar entre si todos los átomos a una velocidad del 99.999% de la velocidad de la luz (la máxima velocidad que alcanzan las partículas en el LHC) podría hacer que algunos núcleos se fusionasen pero no formarían ningún elemento “monstruoso”. Más probablemente se unirían en un plasma de quark-gluones, la materia teórica que existió justo antes de que se formase el universo. Suponiendo que contásemos con 118 LHCs para accelerar cada uno de los elementos, el plasma resultante solo duraría una fracción de segundo, tras lo cual se degradaría.
Y ahora hagamos la prueba desde otro enfoque. Imaginad que tomamos un trozo pulverizado de cada elemento (incluyendo unas “nubecitas” de los gaseosos) y los introducimos en un contenedor sellado para ver que sucede. La respuesta la da John Stanton, director del Instituto de Química Teórica de la Universidad de Texas.
“El oxígeno reaccionaría con el litio o con el sodio y ardería, elevando la temperatura del contenedor desencadenando un infierno. El grafito de carbono en polvo también ardería, Existen aproximadamente 25 elementos radioactivos, los cuales harían del “guiso” al fuego algo un poquito peligroso. Que el plutonio arda es una cosa muy mala. Inhalar material radioactivo puede provocar la muerte de forma rápida”.
Cuando las cosas se calmasen, añade Stanton, el resultado sería bastante aburrido. El carbono y el oxígeno se mezclarían formando monóxido y dióxido de carbono. El nitrógeno es muy estable y permanecerá inalterado. Los gases nobles no reaccionarían, y eso mismo sucedería con unos cuantos metales como el oro y el platino, que se encuentran principalmente en sus formas puras. Los elementos que reaccionasen formarían sales y óxidos. “La termodinámica ganaría de nuevo ya que las cosas siempre terminan alcanzando el equilibrio, y en este caso eso sería una mezcla de elementos comunes y estables”.
A lo mejor nunca os habíais planteado una cosa tan rara, pero siempre hay alguien ahí afuera con cuestiones curiosas en las que nadie más parece pensar
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