Miércoles, 23 de junio de 2010
Experimentos:
Jugando con gas
El hexafluoruro de azufre es un gas peculiar: inodoro, incoloro, no tóxico ni inflamable, que pesa 5 veces más que el aire. Se utiliza como taponamiento temporal en las operaciones de desprendimiento de retina y en la industria como gas dieléctrico –que no conduce la corriente- para prevenir descargas peligrosas.
En nuestro caso hemos aprovechado su peso para hacer flotar un barquito de papel. Del mismo modo, si lo inhalamos el efecto es diferente al del helio: hace que la voz sea más grave. Con el helio sucede lo contrario, la voz se agudiza, debido a que es un gas menos pesado que el aire.
El segundo ejemplo demuestra el peso que tiene la atmósfera que está sobre nuestras cabezas y del que no somos conscientes. Que un objeto se “chafe” por acción de la presión exterior es algo que vemos en las películas de submarinos, cuando se sumergen a demasiada profundidad. En este caso, lo observamos calentando una lata con algo de agua en su interior. Al enfriarse, el vapor de agua se condensa, desciende la presión sobre las paredes interiores del recipiente y la atmósfera gana la partida.
Fuente:
Muy Interesante