Miércoles, 05 de mayo de 2010
¿A quién sentarías en el sillón 41?
La Academia Francesa, desde 1639, tiene 40 sillones ocupados por lo mejor del panorama cultural del momento. Pero, ¿y si hay más de 40 personas brillantes? ¿Y si lo ocupan mediocres personajes en lugar de lumbreras que pasan inadvertidas sin pena ni gloria? Para ellos no hay un sillón reservado, quedan excluidos de la historia, relegados al olvido.
Robert k. Merton comienza el artículo The Matthew Effect in Science hablando de los ocupantes del sillón 41. Una curiosa ocurrencia de Arsène Houssaye en 1855 hablar de un hipotético sillón 41 para personajes ilustres que quedaron apartados. Personas como Descartes o Pascal serían algunos de esos ocupantes.
Es interesante que leas el artículo que enlazo arriba, sobre el Efecto Mateo. Se trata de un fenómeno muy comentado en sociología, cuyo nombre proviene de una cita evangélica: «Porque al que tiene se le dará más y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene». En ocasiones, los procedimientos en ciencias se dejan llevar demasiado por la importancia y fama que tiene el científico o grupo de científicos. En ciencias lo importante debe ser el modo y la relevancia de la investigación, no la persona que lo realiza. A esto se le denomina principio de no autoridad. Pero es cierto que tampoco nos podemos declinar a un extremo exagerado. En el equilibrio está el secreto.
Silla-tetris. Fuente: coroflot.
Muchos son los científicos, intelectuales y fenómenos que no ocuparon ninguno de esos 40 asientos y cuyo nombre deberían estar en la lista. Para ellos el sillón 41. ¿A quién sentarías ahí?
Fuente:
Ciencia en el XXI