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25 de abril de 2008

Cerebro y toma de decisiones

Cerebro y toma de desiciones

Un grupo de científicos ha explorado recientemente un circuito cerebral relacionado con la toma de decisiones. Este hallazgo ayudará, por ejemplo, en las investigaciones para el desarrollo de prótesis.






¿Qué nos diferencia de los demás animales? Muchas de las características que juzgamos humanas están presentes, en menor grado, en ellos. Pero hay una que juzgamos exclusivamente nuestra: el libre albedrío. Los filósofos han vertido ríos de tinta sobre este concepto durante siglos, manteniendo posturas diversas. El hombre cree o sueña que es libre y en consecuencia planifica su futuro tomando decisiones.

Pero, ¿cómo tomamos nuestras decisiones? Asumiendo que todo lo que somos: nuestra personalidad, recuerdos, sentimientos están en nuestro cerebro, también lo debe de estar el mecanismo de toma de decisiones. Independientemente de que seamos o no una máquina determinista, es interesante la exploración científica del cerebro que las modernas neurociencias nos permiten. Los neurólogos pueden demostrar que incluso en este aspecto también tenemos cosas en común con algunos animales.

Unos científicos han explorado recientemente un circuito cerebral relacionado con la toma de decisiones. Este circuito activa la habilidad de ejecutar decisiones. Según ellos el cerebro funciona mejor cuando se le cambia la rutina habitual. Este hallazgo ayudará en las investigaciones para el desarrollo de prótesis y para saber cómo se toman las decisiones “insanas”.

Richard Andersen, investigador del Caltech y líder de la investigación, dice que es fascinante cómo decidimos hacer cosas y añade que el proceso de toma de decisiones no se comprende todavía bien.

Este investigador y sus colaboradores estudiaron cómo interactúan las diferentes regiones del cerebro durante el proceso de decidir un movimiento planificado.

Estos investigadores se centraron en el córtex cerebral, la parte “más humana” del cerebro donde, por ejemplo, procesamos el lenguaje o la conciencia del mundo exterior. Encontraron que cuando las opciones están disponibles el córtex frontal y parietal se transmiten claras señales de intercambio entre ellos una y otra vez. Por el contrario, cuando un decisión y el camino a su ejecución son estrictamente dictadas, la correlación entre estas regiones es significativamente más débil.

Este descubrimiento muestra que las diferentes partes del cerebro están trabajando juntas. La región premotora del córtex primero crea un plan, entonces una vez que la señal viaja al córtex parietal, esta segunda región devuelve un “apretón de manos” como si quisiera decir, “de acuerdo, lo tengo”.

Para examinar el circuido relacionado con la toma de decisiones, se empleó a unos monos macho entrenados especialmente para obtener un premio al apretar secuencialmente una serie de iconos de diversas formas en la pantalla táctil de un ordenador. Entonces se les presentó una disposición con sólo círculos en la que sólo una secuencia arbitraria proporcionaba la recompensa. Los monos tocaban los círculos en diverso orden en cada intento, cosa que sugería que estaban tomando sus propias decisiones, conscientes de que al aparecer sólo un tipo de figura eran libres de elegir y que eventualmente conseguirían una recompensa.

Durante el experimento los monos llevaban implantados unos electrodos en puntos específicos de sus cerebros que permitían registrar la actividad neuronal en tiempo real que se grababa para su ulterior análisis.

Cuando los monos tomaban sus propias decisiones, los investigadores pudieron ver que la banda de frecuencias para los potenciales de acción de unas neuronas del área cortical encajaban con la banda frecuencia en otra región. Esa coherencia era muchos más débil cuando los monos simplemente seguían las instrucciones.

Según Anderse puede que sea más difícil tomar tus propias decisiones y puede que esté relacionado con el aumento de coherencia mencionada. Las células que exhiben coherencia son además las primeras en mostrar la dirección que el mono decidió tomar.

Las implicaciones de este descubrimiento son muchas. Por ejemplo, ¿cómo alguien crea las preferencias y planea los movimientos de una prótesis? Otros objetos de estudio que se pueden ver beneficiados son las adicciones, fatiga, vejez y otros condicionantes que pueden conducir a la toma de decisiones equivocadas.

Una vez que la región del cerebro responsable de la libre elección sea descifrada, puede que las malas decisiones se entiendan mejor.

Fuente:

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