(y otras curiosidades de la "politonía")
La serie 2100 de Nokia fue la primera en incorporar la famosa canción de la compañía.
17 de diciembre de 2007. 9:10 h.- Hace unas semanas me invitaron al programa Asuntos Propios que Toni Garrido tiene en Radio Nacional -no se pierdan el blog del programa- y, a modo de broma, Toni quiso probar mi gadgetoído. Puso tres melodías de móvil y PC en antena que me tocó identificar. Una de ellas, cómo no, era la famosa Nokia Tune. Es la melodía que viene por defecto en todos los móviles Nokia, el famoso “tiruriru, tiruriru, tiruriuriiiiiiiiiiiii” que está hasta en la sopa.
Creo que a estas alturas deben ser las 13 notas más repetidas de la historia y provienen de una canción española del siglo XIX, el Gran Vals del compositor Francisco Tárrega. Nokia, de hecho, la llamó así en un principio, "Gran Vals", pero en 1998 la gente empezó a identificar las notas con los teléfonos de la compañía finlandesa y pronto apareció en los menús de configuración de tonos como "Nokia Tune". Aquí hay una versión MIDI del Gran Vals. En el segundo 15 comienza la secuencia. La canción la propuso Anssi Vanjoki, hoy vicepresidente del área multimedia de la compañía, y la razón fue muy sencilla: Gran Vals era la música que se utilizaba en los anuncios de Nokia de la época.
El primer móvil en utilizarla, en el año 1994, fue el Nokia 2110 que como novedad frente a otros modelos de la marca traía casi 30 tonos de llamada diferentes. Y triunfó. La compañía esperaba vender 400.000 unidades del teléfono y acabó vendiendo más de 20 millones. Por suerte o por desgracia, el mundo descubrió que los móviles podían hacer otros sonidos aparte del "ring, ring" y comenzó la fiebre de los tonos.
Los primeros intentos de convertir el sonido del teléfono en música, en realidad, se remontan a mediados de siglo XX cuando los laboratorios de la compañía Bell empezaron a investigar con formas de variar el sonido de los teléfonos fijos. La idea nunca llegó a cuajar. En los 90, sin embargo, el móvil empezó a venir de regalo con las cajas de cereales -bueno, casi- y había que distinguir unos de otros en los sitios públicos así que los tonos se hicieron tan inevitables y molestos como la familia política.
En 1997 nació el primer servicio de descarga de melodías en Japón y en Europa copiamos la idea en 1998. Nokia tiene también el honor de haber sido la primera compañía en incluir politonos en los teléfonos. El primer modelo compatible salió al mercado en el año 2002 y podía reproducir cuatro instrumentos de forma simultánea. El primer teléfono móvil con vibración, sin embargo, viene de su compatidor, Motorola. Lo inventaron en el año 1983, cuando los primeros DynaTAC empezaban a llegar al mercado.
Hoy la industria de los politonos y tonos reales mueve en Europa -agárrese a la silla- más de 750 millones de euros al año, aunque hay signos de que el mercado empieza a enfriarse. Cada vez es más sencillo componer tonos de llamada en el PC y subirlos al teléfono e imagino que en parte también tiene que ver con el hecho de que comprar un tono deje la misma sensación que ser atracado a punta de navaja.
Pero incluso con estos precios desorbitados los hay que no quitan el politono del puñetero teléfono ni muertos. El pasado año, por ejemplo, un británico pidió como último deseo que en su funeral sonara el politono de la rana loca, el Crazy Frog que estuvo de moda durante 2005 y 2006. Una forma como otra cualquiera de vengarse de los que le sobrevivieron.
Los politonos son también una de las causas más comunes de disputas en el trabajo. Uno de cada tres trabajadores, según el periódico Seattle Times, cita el móvil de los compañeros como la molestia más común en la oficina. ¿No le dan ganas a veces de tirar el teléfono de su colega por la ventana -y a él/ella detrás-?
Fuente:
El Mundo - Tecnología