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5 de septiembre de 2007

Personajes: Rolando Liendo
"Es caro no tener tecnología"


El especialista en temas informáticos sostiene que la aplicación de las tecnologías de la información permitirá al Estado brindar un mayor y mejor servicio al ciudadano.

Por Karín Acevedo Damián

Cuando uno habla de computadoras, software y comunicaciones está hablando de los componentes de las tecnologías de la información. A decir de Rolando Liendo, especialista en temas de informática y presidente del Techno Economy Research Institute (Instituto de Investigación en Tecnoeconomía), toda esta tecnología puede simplificar y hacer más eficiente la labor del Estado.

Lamentablemente, dice, el uso de estas herramientas no está muy difundido en el aparato público, lo cual trae como consecuencia un servicio de menor calidad y más costoso para el ciudadano.

¿De qué manera se puede reformar el Estado utilizando tecnologías de la información ?
Se habla de lo que es tecnología por un lado y economía por otro lado, pero existe la tecnoeconomía, que pretende transformar los negocios usando como base las tecnologías de la información. Los países necesitan un Estado ágil, eficiente, racional y eso solamente se puede lograr con el uso de la tecnología. En el Perú los procesos de servicio al ciudadano tienen que ser más eficientes y las tecnologías de la información logran esta eficiencia. Por ejemplo, debemos tener a los 28 millones de peruanos ingresados en una base de datos. Hoy, no sabemos a quién estamos apoyando, llega mucha ayuda pero hay personas que están recibiendo dos o tres veces esa ayuda y otras que no están recibiendo nada, porque no hay información que permita canalizar mejor esa ayuda. La reforma del Estado consiste en llevar la tecnología para que cada uno de los beneficiarios tenga una especie de cuenta corriente y pueda hacer uso adecuado de programas como el Vaso de Leche o tener acceso al hospital.

¿Qué países de Latinoamérica tienen la tecnología de la información más desarrollada?
Chile, ellos han avanzado bastante. Más del 90% de las empresas y ciudadanos presentan sus impuestos a través de Internet, en el Perú tenemos ese sistema pero los ratios alcanzan el 27%. Por ejemplo, el Estado no debería exigir ningún documento que está en poder de otra institución del mismo Estado, no tiene sentido que para un trámite en Sunat te exijan una copia del DNI. Asimismo, los grados y títulos son documentos que deben estar en las bases de datos y . a disposición de las entidades del Estado. Tenemos que olvidarnos de los papeleos, porque el costo de transacción lo sigue asumiendo el ciudadano.

¿Por qué cree que no se ha implementado más la tecnología en el Estado?
Creo que es porque no hemos tenido una generación de profesionales que hayan sido formados en el uso de las tecnologías. La segunda razón es porque los tecnólogos hemos hablado mucho tiempo de bytes. Decimos: "Tienes que interconectar los colegios con banda ancha con Internet", pero no hemos hablado en el lenguaje de negocios, no hemos dicho "usando tecnología de la información ustedes van a incrementar el nivel de lectura o van a reducir el índice de mortalidad infantil en las zonas de pobreza".

¿Los indicadores de educación y salud pueden mejorar con el uso de la tecnología ?
En el tema de educación, hemos visto con pena que ocupamos uno de los últimos puestos en comprensión de lectura y en razonamiento matemático. Con el uso de la tecnología los planes de desarrollo deben ser para los próximos tres o cuatro años. En el Ministerio de Educación se toman ya algunas medidas, se están probando las computadoras de US$100; sin embargo, están entrando también a un tema más tecnológico, ellos quieren decidir qué tecnología se debe usar, pero creo que ninguna entidad o ministerio en el Perú está en condiciones de decidir cuál será la tecnología estándar para los próximos 10 o 15 años, porque no tenemos centro de investigación para saber eso. Lo que tenemos que hacer es usar el mismo criterio con el cual uno compra una PC, es decir, sabemos que en tres años serán descartables, pero en esos tres años esa PC tendría que ayudarnos a elevar el nivel de comprensión de lectura, por ejemplo.

¿Y en el caso de salud ?
En el Ministerio de Salud se tiene un problema de calidad. Eso significa que si se duplica el presupuesto al Ministerio de Salud se verán algunas mejoras salariales, pero eso no redundará en una mejora del servicio, porque lo que se tiene que reformar son los procedimientos. Tiene que haber una base de datos de las historias clínicas. Las personas usualmente van al hospital cuando están enfermas y el costo de tratamiento es tres o cuatro veces lo que cuesta prevenir. El paradigma de salud que debe ser apoyado con las tecnologías de la información es mantener sanos a los ciudadanos y eso significa mantener información sobre si los hijos tienen todas las vacunas. El Sistema Integrado de Salud (SIS) cubre a 11 millones de personas y no tiene tecnología, llegan cientos de papeles y procesan información, y lo que se espera es que este sistema funcione como con una tarjeta de crédito, donde el afiliado pueda hacer uso de esa cobertura...

¿La inversión que se debe hacer en tecnología es muy grande?
Ese es otro mito. Hoy es más barato comprar computadoras que comprar un televisor. Debemos ser conscientes de que no es caro tener tecnología; lo caro es no tenerla. Hoy uno puede estar interconectado con facilidad porque los costos de la tecnología se han abaratado, pero lo que falta es un poco de decisión política. No es un tema técnico, la tecnología ya existe, pero es importante que los gobernantes entiendan el concepto de la tecnoeconomía.

¿Cuánto usa el Estado las tecnologías de la información?
Ha mejorado. Hace tres años el uso era de solo un 15% y después pasó al 23%, pero ese porcentaje es de tecnología artesanal, porque han comprado las computadoras, los servidores, pero el impacto de la tecnología, es decir, si esta sirve o no, se mide por el impacto en la cantidad de servicios que se presta al ciudadano. Es decir, si el ciudadano ya no tiene que seguir presentando la copia de un DNI para hacer un trámite. De modo que, si sinceramos la cifra en base a la utilidad al ciudadano, estaríamos en un 10%, mientras que en el sector privado el uso llega al 60%.

¿No hace falta también desarrollar una cultura para el uso de esta tecnología?
Somos uno de los países con mayor número de internautas por las cabinas de Internet. Pero todavía la gente de cabina en un 70% solo va para usar el chat y el 20% envía correos, solo una pequeña cantidad realiza transacciones a través de Internet. Asimismo, hay intenciones para que a través de Internet se pueda sacar duplicado del DNI o brevetes, pero parecen estudios de dos o tres funcionarios más que un proyecto integral.

¿Usted sugiere concesionar los servicios tecnológicos?
La visión de un Estado moderno es la visión de un Estado que organiza, no que ejecuta. El Estado debe generar todo el ambiente para que los privados ejecuten las obras. Hay algunas actividades que el Estado está asumiendo, pero que no le competen, como el desarrollo de software. Cuando un hospital necesita un tomógrafo, tiene dos opciones: o lo compra o lo produce. Usualmente lo compra, pero cuando necesita software el Estado está optando por desarrollarlo. Tenemos en algunos hospitales más gente desarrollando software que médicos atendiendo y eso debería cambiar. El Estado debe comprar la tecnología hecha. En el Perú hay más de 300 empresas de software que tienen más de 900 productos hechos, listos para ser usados, Por ejemplo, el Ministerio de Economía tiene el Sistema Integrado de Administración Financiera (SIAF), que le cuesta US$10 millones anuales en promedio: el mismo proyecto dado en concesión a un privado costaría no más de US$3 millones.

LA FICHA
Nombre: Rolando Liendo.
Profesión: Doctor en Administración de Negocios por la Escuela de Negocios de Maastricht (Holanda).
Situación familiar: Casado, con dos hijas.
Cargos: Presidente del Techno Economy Research Institute (San Borja, Lima). Presidente ejecutivo de Lolimsa. Ex presidente de la Asociación Peruana de Productores de Software.

Fuente:

El Comercio

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