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7 de mayo de 2007

ESTUDIO DE ACCIDENTES CEREBROVASCULARES EN EL REINO UNIDO.
Derrames: la aspirina eleva el riesgo.

Alok Jha THE GUARDIAN. ESPECIAL

Según un nuevo estudio, las personas que toman regularmente aspirina para prevenir posibles accidentes cerebrovasculares cuando sean mayores en realidad pueden estar ocasionándose más perjuicios que beneficios. Los investigadores descubrieron que, en el Reino Unido, la proporción de personas mayores de 75 años que han sufrido derrames creció diez veces en los últimos 25 años, lo cual refleja el mayor consumo de medicamentos antitrombóticos como la aspirina y la warfarina.

Existen dos tipos de accidente cerebrovascular: uno se produce cuando el flujo sanguíneo al cerebro se bloquea por un coágulo; el otro, cuando un vaso sanguíneo estalla y sangra en el cerebro. En aquellas personas que a todas luces corren riesgos de sufrir un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco los medicamentos antitrombóticos pueden llegar a disminuir dicho riesgo porque licúan la sangre y reducen la posibilidad de que se formen coágulos. Pero la sangre más licuada también incrementa el peligro de hemorragias.

No existen, en cambio, pruebas claras que indiquen un beneficio general para las personas sanas con un bajo riesgo de enfermedades cardíacas o accidente cerebrovascular, pero muchos toman aspirina regularmente como una póliza de seguro para su futuro.

En este estudio, Peter Rothwell, de la Universidad de Oxford, descubrió que muchas personas mayores sufrieron hemorragia cerebral en momentos que tomaban antitrombóticos. "Es indudable que la aspirina y la warfarina —dijo Rothwell— producen beneficios independientemente de la edad. Pero ahora hay una tendencia a que las personas tomen aspirina por si acaso. No tienen antecedentes de enfermedades vasculares, pero les gusta tomarla para prevenir un accidente cerebrovascular. Lo que han demostrado nuestros ensayos es que hay muy pocas pruebas de que si una persona no tiene una enfermedad vascular la aspirina sirva para algo, los riesgos son mayores que los beneficios".

Rothwell examinó en su investigación las causas de casi 1.000 accidentes cerebrovasculares registrados como parte del Estudio Vascular de Oxford, que abarcó cuatro años a partir de 2002. Comparó los resultados con las causas de un número similar de accidentes cerebrovasculares registrados en el Proyecto de Accidentes Vasculares de la Comunidad de Oxford, realizado entre 1981 y 1986. Los resultados aparecen en Lancet Neurology.

"En el estudio anterior, la mayoría de las hemorragias se produjeron en personas con evidencia de una presión arterial alta bastante severa antes del hecho", dijo Rothwell. "En los últimos años, si bien en algunas personas más jóvenes la causa de las hemorragias fue la hipertensión, la gran mayoría de individuos con más de 75 años no tenían hipertensión o se habían tratado".

Una diferencia clave es que en los registros más recientes aparecían números elevados de personas que tomaban medicamentos antitrombóticos en forma regular. Establecer cómo afectan exactamente los medicamentos antitrombóticos a los pacientes requiere una investigación más amplia. Rothwell señaló que "es probable que se deba a los cambios que se producen con el envejecimiento en los vasos muy pequeños del cerebro, que tienden a volverse más propensos a sangrar. La aspirina hace que sangremos con más facilidad".

Fuente.

Diario El Clarín (Argentina)
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