Los arqueólogos supusieron que el hueso no estaba solo, así que clavaron en pico para tratar de desenterrar a la 'bestia'. Fue así como, poco a poco, fueron juntando en su mesa un montón de restos óseos que permitían montar el rompecabezas. Bautizada como Eva, los investigadores no sabrían decir el género por los fósiles hallados, aunque hubo un detalle que despejó sus dudas: estaba embarazada en el momento de su muerte.
Eva fue encontrada en 2014 en una de las capas más antiguas de la Tierra. Al final del Jurásico, los mares comenzaron a secarse y dejaron gruesos depósitos de caliza que formaron algunas de las más ricas acumulaciones de petróleo y gas, pero también almacenaron fósiles muy valiosos que nos podría aportar una gran información sobre los seres que habitaron nuestro planeta hace unos 150 millones de años.
Fuente:
QUO