El tamaño de las partículas es ínfimo y de plásticos muy comunes, como polietileno y acrílico. Se detectaron trazas de micropartículas de plástico en 6 de cada 10 muestras de semen de
hombres sanos ...
Un informe cuantifica los límites climáticos, naturales
y de contaminantes que aseguran el mantenimiento seguro y justo de la
civilización.Un amplio grupo de científicos identificó en 2009 nueve lí...
Aquí van las razones
geográficas y socioeconómicas por las que el río más largo y caudaloso
del mundo nunca tendrá una estructura que sirva para cruzar de orilla a
orilla.Cuando vemos en algún doc...
El 43,7% de loretanos no tiene acceso al servicio de agua potable o
tratada. Es el mayor déficit en todo el país, según el INEI, y afecta
principalmente a la niñez de las zonas rurales de la región...
Perú se ubica en la
escala de desigualdad por encima de México. El informe señala que el 1%
de la población más rica del mundo concentra entre el 25% y 30% de los
ingresos totales de su país...
15 Oct 2022 undefined comments comments comments comments comments comments
Al principio de su historia, el planeta rojo habría
sido probablemente habitable para los metanógenos, microbios que viven
en hábitats extremos de la Tierra.El Marte noáquino habría sido un hábitat...
La astrofísica del Centro de Astrofísica Harvard &
Smithsonian en Cambridge, detalló que se trata de un fenómeno
completamente nuevo ya que “estamos observando la evolución estelar en
tiempo r...
El dispositivo podría suministrar energía
constante a una amplia variedad de aparatos electrónicos alimentándose
de la transpiración humana.Investigadores de la Universidad de Massachusetts Amherst...
El análisis químico de objetos encontrados en un yacimiento boliviano encuentra cocaína, benzoilecgonina, el alucinógeno bufotenina y los dos principales ingredientes de la ayahuasca
Hace alrededor de mil años, en lo que hoy es la provincia de Sur Lípez, en una región que raya los 4.000 metros de altitud en el suroeste de Bolivia, se enterró a un miembro de una cultura que tenía un gran conocimiento sobre botánica y sobre los usos psicotrópicos de algunas plantas especiales. La tumba fue profanada tiempo después y al excavarse no se encontró el cadáver al que se rindieron honores. Sin embargo, en aquel abrigo bautizado como cueva del Chileno, que había sido ocupado durante los últimos 4.000 años y tiene unas condiciones excelentes para la conservación del material orgánico, quedó preservada una bolsa de cuero llena de objetos que se pueden relacionar con el consumo de estupefacientes: dos tabletas talladas en madera para inhalar sustancias, un tubo para aspirar, dos espátulas de hueso de llama, una cinta textil para la cabeza, trozos de plantas secas y una bolsita fabricada con tres hocicos de zorro.
El análisis químico de estos artefactos, que hoy se publica en la revista PNAS, sugiere que ya entonces existía el conocimiento necesario para elaborar la ayahuasca, una bebida psicotrópica tradicional de los pueblos amazónicos de Sudamérica. Entre las sustancias detectadas en el yacimiento se encuentran sus dos principales ingredientes, la harmina, que se suele obtener de la enredadera Banesteriopsis caapi, y el arbusto Psychotria viridis, que contiene el alucinógeno DMT. En la bolsa también se encontraron restos de cocaína y benzoilecgonina, lo que sugiere que habría habido hojas de coca, y trazas de bufotenina, otro alucinógeno que se puede elaborar a partir de las semillas del árbol Anadenanthera colubrina, que se inhalarían después de machacarlas en las tabletas.
La celebración del Día de la bicicleta cada 19 de abril no es lo que parece.
Aunque
el nombre de esta festividad hace referencia a ese omnipresente y
ecológico modo de transporte, la fecha conmemora en realidad el
aniversario de un particular "viaje" histórico en dos ruedas: el primero
que realizó el químico suizo Albert Hofmann bajo los efectos del LSD,
en 1943.
Tres días antes, mientras experimentaba en la búsqueda de nuevos medicamentos, Hoffman descubrió accidentalmente la dietilamida de ácido lisérgico, más conocida como LSD.
74
años después esta droga psicodélica semisintética se conoce más
popularmente como ácido, es ilegal y se utiliza principalmente con fines
recreativos.
Pero todo empezó con un incierto viaje en bicicleta por Basilea, en Suiza.
"Imágenes fantásticas, formas extraordinarias "
Mientras trabajaba para la compañía farmacéutica Sandoz, Hofmann estaba tratando de estabilizar el ácido lisérgico,
un derivado de la ergotamina, un componente químico que se obtiene a
partir de un hongo que crece en el centeno y que se utilizaba en una
medicina para tratar la migraña.
Desde 1938 el químico empezó a
mezclar el ácido lisérgico con otras moléculas orgánicas y ese mismo año
acabó sintetizando por primera vez el componente dietilamida de ácido lisérgico -25 (LSD).
Pero no fue hasta cinco años después, cuando accidentalmente Hofmann se expuso a él en el laboratorio.
Se
sintió mareado y tuvo alucinaciones. En sus propias palabras, sintió
"una remarcable inquietud combinada con un ligero mareo", según un video
explicativo producido por la American Chemical Society.
Vio "imágenes fantásticas, formas extraordinarias con intensos juegos de color caleidoscópico", describió el químico.
Así que tres días después, el 19 de abril de 1943, decidió probar intencionadamente los efectos de la sustancia.
Según las notas del químico, a las 16:20 tomó una dosis de LSD y 40 minutos después registró que empezaba a experimentar "un mareo incipiente, ansiedad, distorsiones visuales, síntomas de parálisis y deseo de reír".
Esa fue su última entrada del día.
Como
se empezó a sentir raro Hofmann decidió volver antes a casa, pero
debido a las restricciones de la segunda guerra mundial para la
movilidad en coche Hofmann tuvo que hacerlo en bicicleta, no sin antes
pedirle a su asistente de laboratorio que lo acompañara, probablemente
ante la incertidumbre de lo que podría pasar.
Ese memorable viaje de regreso, literal y figurado, es el que se recuerda cada 19 de abril con el Día de la bicicleta.
Un buen pedazo de chocolate para levantar el ánimo. Nada especial.
Ahora, molido en polvo y para ser aspirado en vez de saboreado, cambia un poco el panorama.
El
polvo de cacao se ha vuelto una alternativa argumentada como "sana"
para aquellos que buscan irse de fiesta sin utilizar drogas duras.
Y se ha vuelto la última moda de los eventos alternativos en Europa.
El origen de la moda
La
moda nació de uno de los principales chocolateros del mundo, el belga
Dominique Persoone quien en 2007 diseñó un aparato para aspirar
chocolate como comúnmente se aspiran drogas duras como la cocaína.
Desde entonces ha vendido más de 25.000 unidades de la máquina, según datos de su empresa The Chocolate Line.
Esta viene con una mezcla para aspirar a la que el chocolatero llegó después de varios intentos. Comenzó
a probar aspirar cacao puro, pero no era suficientemente fuerte.
Entonces lo mezcló con ají, pero era muy doloroso aspirarlo. Finalmente llegó a una mezcla en polvo de
cacao con menta y jengibre, la que se pone en el aparato, con dos
cucharas que se sostienen cerca de la nariz y al apretar un botón lanzan
el polvo por el orificio nasal.
"La menta y el jengibre
activan tu nariz. De ahí el sabor de ellos baja, y el chocolate se queda
en el cerebro", ha explicado Persoone en diversas entrevistas.
Efecto euforia
El cacao provoca una inyección de endorfinas al sistema circulatorio, que puede derivar en euforia. También
contiene altas cantidades de magnesio, lo que relaja los músculos y
flavonoides, que mejoran la circulación y la función cognitiva, según un
estudio publicado por la Revista Estadounidense de Nutrición Clínica.
Otro
estudio publicado en abril asegura que el chocolate amargo mejora el
rendimiento durante el ejercicio al volver a sus consumidores más
rápidos y efectivos en una tarea física.
¿Quieres saber qué es el amor? No serías el único.
Y obviamente no son sólo los tontos los que se enamoran: parece que la flecha de Cupido ataca indiscriminadamente y sin avisar. El amor puede ser embriagador, devastador y cualquier cosa en medio. Ha fascinado a artistas, poetas y, obviamente, a románticos durante siglos. Pero, ¿qué es lo que provoca que nos enamoremos y cómo ha cambiado nuestra percepción sobre el amor a lo largo de la historia?
Pongámonos científicos
Las causas y efectos del amor han fascinado durante mucho tiempo a los científicos y a los románticos. De
hecho, en 2015 la pregunta "¿qué es el amor?", en inglés, fue el
segundo término más buscado en Google con el comienzo "qué es". La
ciencia ha demostrado que las personas bajo la influencia del amor
experimentan los mismos subidones y bajones que la gente con adicciones a las drogas duras.
Y los neurocientíficos han descubierto que los cerebros de la gente enamorada cambian. Einstein dijo: "No puedes culpar a la gravedad del enamoramiento".
Pero, ¿qué dice la ciencia?
Primero, en las etapas dirigidas sobre todo por el deseo, las hormonas sexuales testosterona y estrógeno se ponen a trabajar. La testosterona se reduce en los hombres, pero aumenta en las mujeres. Una vez que se asientan los niveles de deseo… empieza a funcionar la atracción. Esta etapa es alimentada por unos neurotransmisores llamados "monoaminas”. En la mezcla hay una combinación de dopamina, activada también por
drogas como la cocaína y la cocaína, la adrenalina, que causa esos
corazones acelerados y esas descargas de calor y, finalmente, la serotonina, un ingrediente que es tan fuerte que es el culpable de las cosas más locas que hacemos cuando estamos enamorados. Esta fase de atracción puede causar una serie de efectos extraños en quienes la están atravesando. Es una suerte que la mayor parte de la gente pase rápido a la última fase: el apego. Esto es lo que hace que las relaciones se mantengan fuertes y duraderas y se basa sobre todo en las hormonas oxitocina, llamada a veces la hormona del amor, y la argipresina, sobre la cual se ha descubierto recientemente que tiene un papel importante en el amor a largo plazo. Así
que parece que la sabiduría antigua y la ciencia moderna están ambas en
lo cierto: encontrar el amor y mantenerlo depende, sobre todo, de acertar con la química.
Una industria con tácticas terroristas que puede eliminar hasta 1.000 millones de personas este siglo. Así fue calificada la actividad empresarial de las tabacaleras en un foro de expertos sobre el cáncer el pasado fin de semana.
“Lo que vemos es una industria global que produce una mercancía letal, al menos para la mitad de la gente que la compra. Va a matar a 1.000 millones de personas este siglo si esta tendencia se mantiene", dijo John Seffrin, director de la asociación estadounidense American Cancer Society.
El experto resaltó en una entrevista al diario británico 'The Independent' que es posible evitar tal resultado “si obstaculizamos las tácticas terroristas de la industria tabacalera en la comercialización de sus mercancías a los niños”.
Los 100 expertos en el cáncer convocados en el balneario suizo de Lugano para el Foro Mundial de Oncología llamaron a los gobiernos a que hagan más esfuerzos para controlar a la industria tabacalera: mediante aumentar los precios de los cigarrillos, prohibir la publicidad del tabaco o imponer impuestos adicionales sobre las ganancias de las empresas tabacaleras transnacionales.
La adicción al tabaco representa cerca del 22% de las muertes de cáncer cada año, constándole la vida a 1,7 millones de personas. Casi un millón muere por cáncer de pulmón. Sin embargo, la cantidad de nuevos fumadores entre los jóvenes crece más rápido que el número de los que dejan de fumar.
Según los cálculos de expertos, cada año el número de nuevos fumadores se incrementa en unos 30 millones.
Dejar de fumar no es una tarea fácil debido al nivel tan alto de adicción
que provoca pero, los fumadores son cada vez más conscientes de los
peligros que entraña este hábito y buscan soluciones o formas de
dejarlo. Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por un equipo de
investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias (Israel) presenta una forma sencilla y cercana de dejar el hábito de fumar: mientras dormimos.
La investigación se basa en el papel de la memoria en nuestro sueño. Muchos estudios han demostrado que los distintos tipos de memoria se fortalecen durante determinadas etapas del sueño, así que ¿por qué no aprovechar esta función clave para dejar de fumar? Se trata de un procedimiento de aprendizaje en el que se administra, mientras los pacientes están dormidos, un nuevo olor que queda almacenado en la memoria y que ayuda a que se reduzca el consumo de tabaco incluso varios días después.
El experimento contó con 66 participantes, todos ellos fumadores
deseando soltar el lastre del tabaco de sus vidas. Los expertos pidieron
a los voluntarios que registraran por escrito el número de cigarrillos
que fumaban cada día. De la misma forma, fueron sometidos a un
procedimiento de aprendizaje sencillo para asociar el olor del humo del
cigarrillo a varios olores desagradables. Dentro de un laboratorio de sueño, las ondas cerebrales de los participantes fueron controladas a través de electrodos en el cuero cabelludo.
A lo largo del ciclo de sueño, fueron expuestos a varios olores como
huevos podridos o pescado de varios días justo después del olor a humo
de tabaco. Este proceso se repitió en todas las fases del sueño. A la semana siguiente, cuando tuvieron que volver a apuntar los
cigarrillos que habían consumido esa nueva semana, los investigadores
descubrieron que se había producido una reducción significativa del consumo de cigarrillos en los voluntarios que habían sido sometidos al condicionamiento de aversión durante la etapa 2 del sueño y la fase REM. Los resultados, que han sido publicados en la revista Journal of Neuroscience, sugieren que un
método de aprendizaje sencillo administrado durante el sueño nocturno
puede llegar a modificar el comportamiento sobre el hábito de fumar
durante los días posteriores, por lo que es posible que seguirlo
durante un período más largo de tiempo pueda llevar a detener por
completo su consumo. Tomado de: Muy Interesante
En las últimas cinco décadas la industria tabacalera ha
diseñado cigarros para que estos sean más adictivos y mucho más dañinos.
¿Puedes nombrar todos
los químicos y aditivos en tus cigarros? Y lo que es más importante:
¿Sabes lo que pueden hacerte? En los últimos cincuenta años los cigarros
han pasado de ser tabaco para fumar a un coctel de químicos
impronunciables cuyos efectos nocivos son negados e ignorados por muchos
fumadores.
El infográfico de The Campaign for Tobacco-Free Kids (Campaña para niños libres del tabaco) nos explica, en pocas palabras, lo que contiene un cigarro comercial:
Broncodilatadores: Químicos agregados que expanden los conductos pulmonares para permitir que el humo del tabaco entre a los pulmones.
Nicotina adicional: Las
compañías que fabrican cigarros pueden controlar las cantidades de
nicotina en los mismos, por lo tanto su nivel de adicción.
Mentol: El mentol refresca y duerme la garganta para que se irrite menos, así el humo se siente mucho más suave.
Filtros ventilados: Estos hacen
que el fumador inhale más vigorosamente, de de manera que los
cancerígenos alcanzan las zonas más profundas de los pulmones.
Azúcares y Acetaldehído:
Azúcares añadidas hacen que el tabaco sea más fácil de inhalar y así
forma acetaldehído, el cual incrementa los efectos adictivos de la
nicotina.
Saborizantes: Algunos
saborizantes como el chocolate y regaliz ocultan el fuerte sabor del
humo y hacen que los productos sean más atractivos para usuarios nuevos,
especialmente niños.
Nitrosaminas del tabaco:
Cigarros estilo americano tienen tabaco combinado que tiene niveles de
nitrosaminas cancerígenas mucho más altas que otros productos con
tabaco.
Compuestos de Amoniaco: estos compuestos hacen incrementan la velocidad del impacto de la nicotina en el cerebro.
Ácido levulínico: Sales orgánicas añadidas reducen la aspereza de la nicotina, de manera que el humo es más suave y menos irritante.
La única tabaquera más grande que RJ Reynolds (dueña de Camel) en EE.UU. es Philip Morris.
Un tribunal de Florida, Estados
Unidos, ordenó a la segunda empresa de tabaco del país el pago de
US$23.600 millones a la viuda de un fumador que murió de cáncer de
pulmón.
Cynthia Robinson, de Pensacola (Florida),
demandó a la empresa en 2008, en busca de una indemnización por la
muerte de su esposo, Michael Johnson, en 1996, a los 36 años de edad. Se
trata de una indemnización récord por daños y perjuicios, que además se
suma a los US$16,9 millones que la empresa debe pagar como
resarcimiento -US$7,3 millones a la viuda y al hijo de la pareja, y
US$9,6 millones a un hijo de Johnson producto de una relación anterior. El dictamen es el más grande en la historia de
Florida en un caso de demanda por muerte indebida presentada por una
sola persona, según declaró Ryan Julison, portavoz de Chris Chestnut,
abogado de la demandante. Un representante de la compañía tabsquera consideró que el veredicto del tribunal "excede el campo de lo razonable y lo justo". Durante el juicio, que se prolongó cuatro
semanas, los abogados de Robinson alegaron que RJ Reynolds fue
negligente a la hora de informar a los consumidores de los peligros de
fumar tabaco. Dicha negligencia, según los abogados, condujo a
que el marido de la demandante contrajera cáncer de pulmón tras
convertirse en "adicto" al tabaco y fracasar en varios intentos de dejar
el hábito. Johnson fumó entre uno y tres paquetes de cigarillos al día durante más de 20 años. “No podía dejarlo. Estuvo fumando el mismo día que murió”, le dijo el abogado de la mujer a la agencia de noticias Reuters. RJ Reynolds, una sección de Reynolds American
Inc. cuyas marcas de cigarrillos incluyen Camel, Kool, Winston y Pall
Mall, apelará el fallo, según dijo el vicepresidente de la compañía,
Jeffery Raborn, en un comunicado.
La demandante alegó que la compañía conspiró para ocultar los perjuicios de sus productos para la salud.
Parte de una demanda colectiva
La demanda de Robinson formó parte en un
principio de un litigio colectivo conocido como “el caso Engle”, que se
presentó en 1994 contra compañías tabaqueras. El jurado de aquel proceso falló en 2000 a favor
de los demandantes y otorgó una indemnización de US$145.000 millones
por daños y perjuicios, que en aquella época fue la multa más grande de
la historia de EE.UU. Sin embargo, esa cantidad fue denegada en 2006
por el Tribunal Supremo de Florida, que desconoció al colectivo y estuvo
de acuerdo con un tribunal menor que señaló que el grupo era demasiado
disparatado y que cada consumidor fumaba por razones diferentes. Pero el tribunal precisó que los demandantes podían presentar pleitos individuales. Cynthia Robinson fue una de ellas. El mes pasado, el Tribunal Supremo de EE.UU.
rechazó atender una serie de apelaciones de compañías tabaqueras, la
mayoría de RJ Reynolds, que pretendían revocar fallos judiciales de
Florida por un total de más de US$70 millones.
Un estudio muestra cómo los posibles usos científicos y terapéuticos de varios psicoactivos han sido abortados por el marco legal. Los investigadores piden que sea la ciencia y no la política la que determine su eficacia
Antes
de que el MDMA acabar como droga recreativa, era usado como coadyuvante
en terapias contra el estrés postraumático. Sus efectos dañinos sobre
el cerebro y su carácter adictivo son cuestionados por algunso
científicos. / DEA
A los científicos les resulta mucho más dificil investigar sobre el
cannabis, el LSD o el éxtasis que con la heroína. Las prohibiciones
sobre algunas drogas psicoactivas con el argumento de proteger la salud
pública está impidiendo la investigación sobre sus posbiles efectos
beneficiosos y terapéuticos. Según expertos en neurofarmacología,
algunos campos, como el estudio de la consciencia han retrocedido 50
años.
Dos expertos británicos y uno estadounidense han analizado la
historia reciente de la investigación con cuatro grandes tipos de drogas
psicoactivas, el cannabis, el MDMA (éxtasis) y sus asimilados,
la dietilamida de ácido lisérgico (LSD) y la psilocibina (presente en
determinados hongos). Aunque todas presentan grandes posibilidades en el
campo de la neurociencia o para el desarrollo de nuevas medicinas, el
control legal sobre ellas ha abortado la investigación.
“Sostenemos que los enfoques que han colocado la penalización de la
posesión ilegal de drogas en un primer plano en los marcos regulatorios
ha limitado severamente, y sigue haciéndolo, la investigación en neurociencia y el descubrimiento de nuevos tratamientos para los desórdenes neuronales”, mantiene los autores del estudio, publicado en Nature Reviews Neuroscience. Para ellos, las limitaciones impuestas al estudio de estas drogas tienen una base más política que científica.
El padrino del éxtasis y creador de otras 200 drogas psicodélicas, Alexander Shulgin, muere a los 88 años dejando un legado científico en forma de potenciales tratamientos contra la ansiedad en enfermos de cáncer o con trastorno de estrés postraumático
'Sasha' y Ann Shulgin durante una firma de libros en Oakland (EEUU) en 2011 / JonRHanna
“Todos tenemos que morir de algo”, decía habitualmente el químico y farmacólogo estadounidense Alexander Shulgin, Sasha
para los amigos. A lo largo de su vida, según sus propias cuentas,
sintetizó más de 200 nuevas drogas psicodélicas, que experimentó consigo
mismo para pegarse unos 4.000 viajes interiores llenos de amor,
felicidad y placer artificiales. Apenas tuvo un puñado de malas
experiencias y, finalmente, murió el 2 de junio a la edad de 88 años,
por un cáncer de hígado.
Para muchos, Shulgin merece pasar a la historia de la ciencia.
Falleció en su casa laboratorio, situada en una colina cercana a la
Bahía de San Francisco y rodeada de cactus alucinógenos. Allí, durante
casi medio siglo, sintetizó dos centenares de nuevas drogas de diseño
para estimular la mente, las sensaciones amorosas y el sexo. Su legado
científico permanece en dos obras monumentales, escritas a medias con su
mujer, Ann: Feniletilaminas que he probado y amado: una historia de amor química y Triptaminas que he probado y amado: la continuación.
En ambos libros, de un millar de páginas cada uno, los Shulgin narran
su peculiar amor químico con un tono metafísico y, además, dan
instrucciones para producir las diferentes drogas. Son libros de
recetas. “Es ciencia de la buena”, en palabras de Bradley Lenz,
historiador de la farmacología de la Universidad de Wisconsin (EEUU).
Sin embargo, Shulgin no ha pasado a la historia por ninguna de las
sustancias creadas en su laboratorio, sino por redescubrir un fármaco
originalmente sintetizado como potencial coagulante de la sangre y
patentado en 1912 por la farmacéutica Merck: la
3,4-metilenodioximetanfetamina, hoy conocida en las discotecas de todo
el mundo como MDMA o éxtasis.
El MDMA nunca se llegó a utilizar como coagulante. Su patente se
perdió en el olvido hasta que en 1976 Shulgin puso sus ojos en la
molécula. Por entonces, el químico se dedicaba prácticamente a tiempo
completo a buscar drogas de diseño. En 1961, la multinacional para la
que trabajaba, Dow Chemical, le había premiado por desarrollar el primer
pesticida biodegradable, el Zectran, que fue una máquina de ganar
dinero. Su recompensa fue la libertad para investigar lo que quisiera.
Así empezó a intentar fabricar llaves que abrieran las puertas de la
mente, publicando sus resultados incluso en revistas científicas de
primer nivel, como Nature.
Sin embargo, a mediados de la década de 1960, la prensa se llenó de
noticias sobre el abuso de drogas en las calles. Y Dow Chemical empezó a
temer que trascendieran las investigaciones de Shulgin en sus
laboratorios, así que el químico fue empujado a abandonar la compañía.
Pero continuó buscando drogas del amor en su casa de San Francisco,
ganándose la vida como asesor y profesor en las universidades locales.
Así, en 1976, leyendo un trabajo de una estudiante de química medicinal
de la Universidad Estatal de San Francisco, observó el potencial del
MDMA. Hoy, la sustancia es consumida por entre 10 y 28 millones de
personas cada año, según el último Informe Mundial sobre Drogas de Naciones Unidas
Soros: "Tenemos que experimentar y Uruguay es uno de los países experimentando".
Hay varios puntos que separan a
quienes están a favor y en contra de legalizar la marihuana en las
Américas, pero existe uno en el que todos parecen coincidir: el magnate
George Soros y su Open Society Foundations se han vuelto actores claves
en el tema.
El nombre del húngaro-estadounidense de 83 años
resonó en el debate sobre el cannabis en Uruguay, tras conocerse que
Open Society financió una campaña a favor de la ley que la semana pasada
convirtió a ese país en el primero en legalizar el comercio de la
droga.
Soros, un controvertido
inversionista, especulador y filántropo que en 1992 contribuyó a
provocar una devaluación de la libra esterlina, también se reunió en
septiembre con el presidente uruguayo, José Mujica, para discutir su
iniciativa respecto a la marihuana.
"Como él tiene influencia en algunas ONG
importantes, estuvo colaborando y va a seguir colaborando en eso",
declaró Mujica al finalizar ese encuentro en Nueva York.
Fundada y presidida por Soros, Open Society
financia también grupos que impulsan cambios en la estrategia sobre
cannabis en la región y Estados Unidos, incluida la Comisión Global
sobre Política de Drogas que integran los expresidentes Fernando
Henrique Cardoso (Brasil), Ernesto Zedillo (México) y César Gaviria
(Colombia), entre otras personalidades.
"Open Society ha sido un actor muy clave dando
apoyo a grupos de la sociedad civil que buscan promover una apertura" en
la política de drogas, le dijo a BBC Mundo John Walsh, un experto de la
Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), que también
recibe donaciones de la fundación de Soros.
Pero, ¿por qué un octogenario considerado entre
los hombres más ricos del mundo tiene tanto interés en la política
regional de drogas?
El azúcar es una droga, al igual que el alcohol y el tabaco, por eso debe de ser controlada y etiquetada, insiste el responsable de Salud de Ámsterdam, Paul van der Velpen.
"Al igual que el alcohol y el tabaco, realmente el azúcar es una droga. Aquí se necesita un papel importante por parte del gobierno. El uso del azúcar debe ser desalentado y los usuarios deben ser conscientes de los peligros", dice el artículo de Paul van der Velpen, publicado en el sitio web oficial del área de Salud Pública de Ámsterdam. "Esto puede parecer exagerado y descabellado, pero el azúcar es la droga más peligrosa de todos los tiempos y puede ser adquirida fácilmente en todas partes", indica el experto.
En realidad, el azúcar es una forma de adicción. Cita una investigación, alegando que el azúcar, a diferencia de la grasa y otros alimentos, interfiere con el apetito del cuerpo creando un insaciable deseo de seguir comiendo, un efecto que la industria alimentaria utiliza para aumentar el consumo de sus productos. "El azúcar altera este mecanismo. Quien utiliza azúcar quiere más y más, incluso cuando ya no tienen hambre. Por ejemplo, se puede ofrecer huevos a alguien y esta persona va a dejar de comer en un momento. Pero tras recibir las galletas va a seguir comiendo a pesar de los dolores de estómago", argumentó Van der Velpen. "En realidad, el azúcar es una forma de adicción. Es tan difícil deshacerse de la tentación de comer alimentos dulces como el dejar de consumir tabaco. De esta manera las dietas solo funcionan temporalmente. La terapia de adicción es mejor en este caso", aseguró el funcionario. Van der Velpen quiere ver impuestos sobre el azúcar y límites legales establecidos para la cantidad que se añade a los alimentos procesados. También hay que poner advertencias de peligro, al estilo de los cigarrillos, en los dulces y los refrescos para que informen a los consumidores que "el azúcar es adictivo y perjudicial para la salud". "Las escuelas no deben vender dulces y refrescos. Los productores de bebidas deportivas que están llenas de azúcar deben ser demandados por publicidad engañosa", propone el experto holandés. El azúcar, al igual que las drogas, fue creada artificialmente por los humanos. Sus efectos en el organismo de los mamíferos todavía se desconocen, pero en las últimas décadas han aparecido estudios que vinculan el consumo de azúcar con el aumento brusco de la diabetes y el cáncer, así como con las enfermedades cardiovasculares, del sistema nervioso y digestivo. Es más, provoca desórdenes en la función de las células, aumenta el nivel de las plaquetas y provoca el síndrome de déficit de atención con hiperactividad entre los niños. Tomado de: RT Actualidad
¿Se puede ser adicto al sexo como al alcohol y a la cocaína?
En los últimos años, famosos como el actor Michael
Douglas o el golfista Tiger Woods han atribuido sus infidelidades
matrimoniales a una supuesta adicción sexual y han asegurado haber
participado en terapias diseñadas para superar esa condición. Pero,
¿realmente se puede ser adicto al sexo como al alcohol o la cocaína?
Para responder a esta pregunta investigadores de
la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA, por sus siglas en
ingles) llevaron a cabo un estudio con el que buscaban determinar si el
cerebro de las personas que padecen de hipersexualidad actúa de la misma
manera que el de los adictos a las drogas.
No se trata de un asunto superfluo,
si se tiene en cuenta que la pérdida del control sobre los impulsos
sexuales puede conllevar a la larga importantes problemas personales y
económicos. Además, entre la comunidad científica no existe
consenso sobre si la hipersexualidad se puede atribuir a una adicción o
si se trata más bien de un problema de comportamiento y de falta de
autocontrol. Para añadir más leña al fuego, en la última
edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales
(DSM 5), considerado la Biblia de la psiquiatría, las adicciones al sexo
no han sido incluidas.
Ahora, analizando las respuestas cerebrales de
personas que tienen problemas para controlarse ante el visionado de
imágenes sexuales, los investigadores de la UCLA han concluido que el
comportamiento de esos individuos tiene más que ver con una líbido
elevada que con una adicción. Respuesta cerebral
La pérdida del control sobre los impulsos sexuales puede conllevar problemas personales y económicos.
"Queríamos averiguar si el cerebro de las
personas que presentan problemas de hipersexualidad responde igual que
el de los adictos a las drogas", le explicó a BBC Mundo Nicole Prause,
una de las autoras del estudio. "Es increíble lo que se ha extendido el uso del
término 'adicción sexual', sobre todo en EE.UU., sin que tenga una base
científica". "En nuestro estudio esperábamos encontrar una
relación entre la hipersexualidad y la respuesta del cerebro a las
imágenes de sexo, pero no la hallamos". En la investigación diseñada por Prause y su
equipo participaron 52 voluntarios (39 hombres y 13 mujeres) con edades
comprendidas entre 18 y 39 años, que dijeron tener problemas para
controlarse ante la visión de imágenes sexuales. En primer lugar, los participantes rellenaron
varios cuestionarios sobre diversos temas relacionados con la
sexualidad. Los resultados de los voluntarios eran muy similares a los
de aquellos que buscan ayuda médica por una supuesta adicción al sexo. Después midieron la respuesta cerebral de los
participantes mientras se les mostraban una serie de fotografías
elegidas para evocar tanto sensaciones agradables como desagradables, y
que incluían imágenes de cuerpos desmembrados, personas cocinando o
esquiando y, por supuesto, escenas de sexo explícito. Respuesta P300
Entre la comunidad científica no existe consenso sobre si la hipersexualidad se puede atribuir a una adicción.
Los investigadores estaban interesados en lo que
se conoce como la respuesta P300, que es la respuesta del cerebro unos
300 milisegundos después de que aparezca una imagen. Esta medida, que ha sido utilizada en muchos
estudios internacionales sobre la adicción y la impulsividad, debe ser
mayor cuando una persona ve algo nuevo o de especial interés para ella,
como cuando un adicto a la cocaína ve imágenes de la droga. Los investigadores esperaban que, tras el
visionado de imágenes sexuales, los participantes que padecían de
hipersexualidad tendrían unas respuestas P300 más elevadas, pero no fue
así. El estudio constató que la respuesta del cerebro
de dichas personas ante esas imágenes no estaba relacionada con la
gravedad de su hipersexualidad, sino con su nivel de deseo sexual. Los investigadores de la UCLA creen que si los
resultados que han obtenido pueden ser replicados, supondrá un gran
desafío para las teorías existentes sobre la adicción al sexo. "Claramente hay gente que tiene problemas para
controlar ciertos tipos de comportamientos sexuales y consumen
pornografía más de lo habitual", señala Nicole Prause. "Pero podría deberse a que son personas
compulsivas. Acumulan ansiedad hasta que practican sexo, por lo que no
es tanto una búsqueda del placer como una liberación de la tensión
acumulada", concluye la experta. Fuente: BBC Ciencia
El uso de diversos compuestos activos de la
marihuana como terapia antitumoral ha dado resultados positivos en
modelos animales. También en seres humanos estos principios se utilizan
en tratamientos paliativos de los efectos secundarios asociados a los
antitumorales.
Existe una creencia popular desde hace tiempo, basada en la
difusión de resultados científicos, que habla de que la marihuana sirve
para curar el cáncer. Hoy repasamos qué se sabe realmente del empleo de Cannabis sativa en tratamientos antitumorales. Como hemos comentado varias veces, abordar el cáncer
no es una tarea sencilla, ya que se trata en realidad de un conjunto
múltiple de enfermedades diferentes, que no afectan de la misma manera a
cada paciente. Por ello, cada vez se tiende más a la extensión de la medicina personalizada,
en la que los tratamientos, lejos de ser generalistas, tienden a ser
mucho más individualizados. Ante este panorama, ¿la marihuana sirve para
curar el cáncer?
La culpa está en los cannabinoides
Cuando nos preguntamos sobre el uso de esta planta como tratamiento
antitumoral, debemos ir más allá de la cuestión generalista sobre si la
marihuana sirve para curar el cáncer. En otras palabras, lo que se
investiga en profundidad es la capacidad que tienen diversos compuestos activos de esta planta como terapia contra el cáncer. En concreto, se ha trabajado en el uso de cannabinoides
en los diversos tratamientos de pacientes que sufren esta terrible
enfermedad. Desde hace tiempo, está bastante documentado el resultado
positivo que tiene usar este tipo de compuestos en lo que se conoce como
tratamientos paliativos, para tratar de reducir los efectos secundarios
asociados a las terapias antitumorales habituales. De forma específica
se sabe que disminuyen la sensación de dolor en muchos pacientes, y
evitan en bastantes casos las náuseas y vómitos típicos que suelen
provocar los tratamientos contra el cáncer. Pero si hablamos de manera específica de si la marihuana sirve para
curar el cáncer, tenemos que referirnos principalmente a uno de estos
compuestos activos, conocido como Δ9-tetrahidrocannabinol (THC), que es el principio activo más importante de esta planta. Los resultados
obtenidos por varios grupos de investigación confirman que la unión de
este THC o de otros compuestos similares a los receptores de
cannabinoides puede reducir el crecimiento de tumores en varios tipos
específicos de cáncer, como son el glioma (en otras palabras, el tumor
cerebral más frecuente), el cáncer de mama, próstata, páncreas y
hepático. Hasta ahora se sabe que los compuestos cannabinoides son capaces, al menos en experimentos in vitro, de hacer que las células malignas se suiciden por un proceso conocido como apoptosis, y además, reducen la capacidad de los tumores de generar metástasis. Por los estudios realizados en roedores, sí que sabemos que el
compuesto THC totalmente purificado no tiene ningún riesgo asociado de
ser cancerígeno, lo que no significa que fumar cannabis
no aumente las probabilidades (de forma parecida al tabaco) de
desarrollar cáncer de pulmón o de que aparezcan tumores en otras zonas
del tracto respiratorio. En otras palabras, ante la pregunta de si la marihuana sirve para
curar el cáncer, debemos ir más allá, y entender que lo que se usaría
como tratamiento antitumoral serían diversos compuestos
activos purificados a partir de esta planta. No solo eso, sino que
además puede servir como potenciador del efecto beneficioso de otras
terapias contra el cáncer. Como se demostró en una investigación
de la Universidad Complutense de Madrid, la administración del THC
junto con un fármaco conocido como temozolomida, reducía drásticamente
los tumores cerebrales en ratones. De hecho, ya existe un fármaco autorizado en el mercado que contiene estos compuestos cannabinoides, y que conocemos como Sativex, aunque en este caso se utiliza para el tratamiento de pacientes con esclerosis múltiple. Otros medicamentos
similares, como Marinol o Cesamet, también se basan en los compuestos
activos de la marihuana. En el primer caso se utiliza para reducir los
molestos efectos secundarios (como náuseas o vómitos) de los
antitumorales, mientras que el segundo, además de como tratamiento
paliativo, también puede usarse para evitar el dolor crónico que padecen
algunos pacientes con cáncer. En resumen, si queremos saber si la marihuana sirve para curar el
cáncer, siendo totalmente fidedignos a la literatura científica, debemos
responder que no. Lo que sí que es posible es utilizar compuestos específicos aislados del cannabis,
ya que hemos sido capaces de identificar en los últimos años diversas
dianas moleculares que forman parte de sistemas de comunicación celular
importantes, y que han ayudado al desarrollo de tratamientos
antitumorales demostrados hasta ahora en modelos animales. En el futuro, saber si estos posibles fármacos pueden ayudar en la
terapia directa contra el cáncer en seres humanos, es un reto todavía
para la medicina, aunque las investigaciones realizadas hasta ahora
parecen encaminarnos a que sí sería posible. Fuente: ALT1040
La mayoría de nosotros consume más del doble de sodio recomendable para nuestra salud, lo que ocasionó en 2010 2,3 millones de muertes en el mundo debidas a ataques al corazón y otras cardiopatías, un 40% de ellas prematuras. El apetito por la sal es un instinto ancestral muy importante para
la supervivencia: la capacidad de compensar rápidamente las necesidades
de sodio del organismo lamiendo una solución con alto contenido en sal
puede resultar crucial en muchas circunstancias. Sin embargo, en muchos países del mundo se está consumiendo mucha más sal de la recomendable (la dosis óptima es de menos 2.000 mg de sodio al día, según la OMS, o menos de 1.500 mg según la Asociación Americana del Corazón). La media de consumo actualmente ya alcanza los 4.000 mg de media. Según un estudio internacional, este superávit de consumo de sal, sobre todo a través de los alimentos preparados, la sal de mesa y condimentos como la salsa de soja que se añaden al cocinar,
estuvo implicado en la muerte de 2,3 millones de personas en todo el
mundo. Aunque hay países donde el riesgo es mucho mayor: el top3 de
muertes por esta causa lo lidera Ucrania (2.109), Rusia (1.803) y Egipto
(836). El estudio fue llevado a cabo por 488 científicos en 50 países de todo el mundo, dándose a conocer en un encuentro de epidemiología de la Asociación Americana del Corazón. Otro estudio sugería que reducir media cucharadita de sal al día reduce la cantidad de infartos cardíacos y cerebrales. Esta reducción es similar a dejar el cigarrillo, bajar de peso o volver a los niveles normales de colesterol.
¿Dónde hay más sal?
La intuición no es un buena forma de averiguar en qué alimentos hay
más contenido de sal. Por ejemplo, según la Asociación Americana del
Corazón, los 6 alimentos que cuyo consumo debería moderarse para evitar las consecuencias aparejadas a la ingesta de sal son:
el pan y la bollería salada, las carnes curadas y la chacina, las
pizzas, los bocadillos y hamburguesas, la sopa enlatada, y el pollo
asado y sus derivados. No obstante, hay otros alimentos que nunca diríamos que contienen
grandes cantidades de sal… sencillamente porque son dulces al paladar. Y
es que muchos alimentos preparados llevan sal, incluso los que parece
que solo llevan azúcar, como los cereales para el desayuno, las sopas
preparadas o los helados. Sí, aunque suene raro, los cereales para el desayuno contienen más sal que los cacahuetes salados.
La sal es una droga
Abstenernos de consumir sal en exceso resulta difícil porque la sal
es muy adictiva. Un equipo de investigadores del Centro Médico de la
Universidad de Duke y de la Universidad de Melbourne, según publicaron
en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), constataron que las drogas adictivas como la cocaína o la heroína activan las mismas células nerviosas y conexiones cerebrales. Podéis leer más sobre la sal (en esta ocasión lo que ocurre cuando se restringe su consumo) en ¿Por qué Gandhi odiaba el yodo? Una historia de la sal, los impuestos, los cretinos y los defectos de nacimiento Tomado de: Xakata Ciencia
Un ejemplar de la perca utilizada para el estudio. | Science
Los fármacos que acaban en las cañerías, ya sea a través de la orina o porque se desechan por la taza del water, podrían convertirse en un grave e inesperado problema ecológico.
De acuerdo con una nueva investigación realizada por científicos de la
Universidad de Umea (Suecia), a pesar de ser tratadas en plantas de
depuración estas aguas fecales cargadas con todo tipo de fármacos
alteran gravemente el comportamiento de la fauna fluvial que habita los
cauces europeos.
En concreto, su estudio, recién publicado en la revista 'Science', se
centra en los efectos de un conocido ansiolítico llamado Oxazepam sobre
una especie de perca europea ('Perca fluviatilis'). Y según los
resultados obtenidos por el equipo dirigido por el científico Tomas
Brodin, la exposición a los niveles reales de este ansiolítico detectados en los ríos de Suecia
-aguas abajo de las plantas de tratamiento de aguas- hace que los peces
coman más rápido, se vuelvan más intrépidos y tengan un comportamiento
menos social.
Esta droga psiquiátrica se usa ampliamente para tratar la ansiedad en
humanos. Pero los residuos de Oxazepam casi siempre terminan en los
sistemas acuáticos naturales, incluso después de pasar por las
depuradoras, donde se desconocen los efectos de esta sustancia sobre los
ecosistemas.
Se vuelven más valientes y atrevidos
Ahora, los investigadores de la Universidad de Umea acaban de
demostrar que la exposición de estos peces a niveles incluso menores a
los encontrados en los ríos suecos altera de forma notable el
comportamiento y la alimentación de estos animales.
"Cuando están en soledad, los peces que fueron expuestos al Ozxazepam se atrevían a abandonar refugios seguros
y a entrar en áreas nuevas potencialmente peligrosas", explica Brodin.
"Por el contrario, los peces que no fueron expuestos permanecían en su
refugio".
Las percas que entraron en contacto con el ansiolítico también
devoraban su comida mucho más deprisa que los animales libres de este
fármaco. Este hecho, según los investigadores, podría desencadenar problemas ecológicos, como provocar un incremento descontrolado de algas, debido al desequilibrio creado en la cadena alimenticia de los ríos.
"Además, las percas expuestas a la droga perdían el interés por
permanecer con el grupo, y algunas incluso se alejaban quedándose a gran
distancia de sus congéneres", asegura Brodin.
El profesor David Nutt es el director de la unidad de neuropsicofarmacología de la División de Ciencias del Cerebro del Colegio Imperial de Londres, y asegura que está al borde de crear un nuevo tipo de bebida capaz de entregarte todo lo que buscas cuando tomas alcohol (como ser capaz de realizar cosas que no harías sobrio), pero sin ninguna de sus contraindicaciones (como la resaca-guayabo-cruda-caña-ch’aqui-goma-Chuchaqui-suape o como la quieras llamar). Nutt identificó una sustancia que es libre de alcohol pero que puede actuar como su sustituto.
Tiene una estructura química similar a la benzodiazepina –una droga
psicoactiva que sirve para tratar la ansiedad y el insomnio– y es capaz
de producir los efectos buscados con el alcohol como aumentar la
sociabilidad y la relajación, pero sin los efectos negativos como las
náuseas. “Podemos deshacernos de gran parte de la toxicidad. Tenemos un compuesto quizá 100 veces más seguro que el alcohol“,
afirmó el profesor Nutt (quien hace unos años se desempeñó como uno de
los principales consejeros del gobierno británico acerca de las drogas).
Esto significaría menos daños al corazón y el hígado, pero que además
te permitiría despertar fresco y lozano en las mañanas. “Ésto es porque el compuesto apunta directamente a un receptor
específico del cerebro, al que podemos revertir sus efectos si la
persona quiere conducir su auto para volver a casa“, aseguró Nutt. El agente antagónico (el químico que te volvería a dejar sobrio instantáneamente) podría venir en forma de pastilla, o de una lámina para ponerse bajo la lengua. Nutt asegura que el compuesto ya se está testeando en humanos, y que
podría salir a la venta en un par de años más, costando alrededor de lo
mismo que un cóctel actual en base a alcohol. El científico lleva años
advirtiendo acerca de los peligros del alcohol: “Es
la única droga en la actualidad que promocionamos activamente y que
vendemos agresivamente, para luego intentar reparar los daños causados“, aseguró en el documental de la BBC del 2008 “¿Es el alcohol peor que el éxtasis?”.
La adicción a las drogas podría ser el resultado de un funcionamiento anormal de las neuronas de la corteza frontal, la parte del cerebro que controla la toma de decisiones, según se desprende de un estudio realizado por científicos japoneses y cientoficos canadienses y publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Para el estudio, los investigadores analizaron la actividad cerebral de
un grupo de diez fumadores tras la exposición a las señales de
cigarrillos tanto cuando estaban disponibles de inmediato como cuando no
estaban a su alcance. Combinando una técnica llamada estimulación
magnética transcraneal (TMS) con imágenes de resonancia magnética
funcional (fMRI), los neurocientíficos comprobaron que la
corteza orbitofrontal (OFC) rastrea el nivel de deseo en los fumadores,
mientras que la corteza prefrontal dorsolateral (CPFD) es
responsable de integrar la información disponible acerca de las drogas y
su disponibilidad. Lo que es más, la CPFD puede suprimir la actividad
de la OFC si no hay droga disponible.
"Lo que es sorprendente es
que este es un circuito neural involucrado en el autocontrol que
normalmente guía a las personas a adoptar comportamientos óptimos en la
vida diaria", explica Takuya Hayashi, coautor del trabajo. Y el estudio
parece confirmar, por lo tanto, que la drogadicción es una patología de los circuitos que controlan la toma de decisiones y la capacidad de autocontrol.