Un equipo de científicos ha presentado un ensayo clínico durante el
Encuentro Nacional de la Sociedad Americana de Química (ACS por sus
siglas en inglés) que demuestra que beber dos tazas de agua antes de comer ayuda a perder peso y combatir la obesidad.
Durante 12 semanas, en ensayos con 48 individuos adultos, comprobaron que las personas sometidas a una dieta
que beben agua antes de las comidas, 3 veces al día, pierden 2,25 kilos
más que quienes no lo hacen. "La gente debería beber más agua y menos
bebidas azucaradas; es una forma sencilla de controlar el peso", afirma
Brenda Davy, investigadora de la universidad Virginia Tech (EE UU) y
coautora del estudio.
Según Davy, hasta ahora la cultura
popular defendía la importancia del agua para soltar los kilos que nos
sobran. Pero había poca información científica que lo corroborara.
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