Una de las noticias que más me suelen sorprender son las que anuncian el descubrimiento de alguna nueva especie animal y no me refiero al hallazgo de los restos de un dinosaurio sino al hallazgo de nuevas especies de seres vivos
que, hasta el momento, no habían sido catalogadas. Y aunque pueda
parecer que, en pleno siglo XXI, se hayan descubierto prácticamente
todas las especies que habitan en nuestro planeta, según la Comisión
Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO nuestros mares y océanos
aún esconden muchos misterios por descubrir ya que, alrededor de dos tercios de las especies marinas que existen aún no habrían sido catalogadas.
Según los resultados expuestos por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO, entre 700.000 y un millón de especies habitan en nuestros mares y océanos
y, de esta cantidad, el ser humano solamente ha catalogado a un tercio
de éstas (por lo que dos tercios están aún por descubrir y, por tanto,
describir). Aunque la cifra pueda darnos algo de vértigo, sobre todo por
lo que no sabemos, este nuevo cálculo viene a corregir la hipótesis
vigente que estimaba en 10 millones las especies marinas existentes (y
que reducía aún más el espectro de especies conocidas).
Está claro que no vamos a salvar el mundo con este resultado pero, al menos, nos permitirá comenzar a conocerlo mejor
¿Y qué utilidad pueden tener este tipo de estimaciones?
¿En qué pueden cambiar las cosas? Para los biólogos marinos esta cifra
es importante porque supone acotar “el reto al que se enfrentan”, es
decir, convierten el trabajo de catalogación en algo realizable puesto
que, anualmente, se están catalogando una media de 2.000 nuevas especies
marinas:
Puede que no sea una misión imposible catalogar todas las especies marinas. Caracterizamos unas 2.000 especies al año y si somos capaces de mantener este ritmo, podríamos empezar a conocer exactamente qué seres viven en nuestro planeta
Tradicionalmente, estas estimaciones se han basado en extrapolaciones
del número de especies descubiertas y su proporción según el número de
especies que aparecían en una muestra concreta, un método que arrojaba
números tan dispares como 300.000 especies como 10 millones. Con la idea
de buscar un criterio común, un equipo de 120 expertos internacionales
se reunió para desarrollar un nuevo modelo estadístico basándose en el
número de especies catalogadas por año, las especies conocidas y
eliminando, por ejemplo, las especies que se han catalogado como nuevas
de manera incorrecta puesto que ya habían sido catalogadas con
anterioridad.
A la vista de estos datos, el 66% del trabajo de identificación de las especies que viven en nuestros mares está aún por realizar
y, según parece, hay un buen número de especies de moluscos, crustáceos
e, incluso, especies de ballenas y delfines que aún no han sido
caracterizados por los biólogos.
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