Aunque pueda sonar a ciencia ficción es una propuesta real que podría ofrecer “viajes” fuera de la atmósfera a cuatro millones de personas al año en 20 años. Startman sería un sistema de lanzamiento a través de trenes de levitación magnética, una tecnología que los desarrolladores aseguran que tendría un coste menor que la construcción de un cohete espacial.
Hablaríamos de un túnel de 1.000 kilómetros y un cable superconductor suspendido en el aire para alcanzar la órbita terrestre baja. Un futuro sorprendente que partiría de la idea de los inventores de los transportes de levitación magnética en China.
Según cuentan los desarrolladores, los trenes se dispararían a la órbita en cuestión de segundos en un tubo sellado. Una construcción revolucionaria con un coste de 60 mil millones de dólares que permitiría viajar al espacio de forma muy barata, tanta, que tendría un coste menor al de la construcción de un cohete.
Para que nos hagamos una idea, Startram podría pasar por ser un sistema capaz de lanzar 300.000 toneladas de carga útil en órbita por menos de 40 dólares el kilogramo. Sería capaz de “disparar” cápsulas selladas de carga en órbita a una velocidad de 8 Km/h a 30G mediante electroimanes de alta potencia. Según cuenta el investigador jefe detrás del proyecto, el profesor James Powell:
Los recursos de nuestro propio sistema solar son enormes. La energía del sol que golpea nuestro pequeño planeta todos los días es aproximadamente unas 10.000 veces nuestras necesidades energéticas actuales. Las materias primas encerrados en asteroides y los cometas podrían apoyar el crecimiento económico durante milenios que están por venir.
Una sola versión de carga costaría del orden de 20 mil millones de dólares para su construcción y podría ser completado dentro de 10 años. Una versión con capacidad para personas podría ser construido por 60 mil millones de dólares y se completaría dentro de 20 años.
Un proyecto no exento de polémica. Muchos físicos hablan de una idea que debe ser global, un programa internacional que no debe dejar a nadie de lado:
Startram será necesariamente un programa internacional, de lo contrario la posibilidad de una carrera de armamentos costosos y peligrosos entre las naciones es demasiado grande. Es simplemente demasiado importante como para dejarlo en manos de las naciones individuales y de los militares
La propia NASA ha estado estudiando la tecnología y ha declarado viable al proyecto. Un futuro marcado por esta nueva tecnología que podría ser el próximo gran paso de la civilazión, y como los mismos investigadores comentan, “una nueva red de seguridad si la vida en la Tierra se ve amenazada por guerras o desastres”. Quizá en el 2032 lo veamos.
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