La forma de ver el futuro afecta directamente el funcionamiento del cerebro. El optimismo, es decir la convicción de que se tendrá éxito en una tarea y que se obtendrá la recompensa correspondiente, afecta directamente el nivel de actividad neuronal de áreas claves del cerebro, concluyó una nueva investigación.
Los científicos del Instituto de Tecnología de California (Estados Unidos) detallaron que el optimismo modifica el trabajo de las neuronas relacionadas a los circuitos de planeamiento, ubicadas en la corteza del cerebro.
Este estudio demuestra que el proceso de planeamiento y acción está influenciado por la idea subjetiva de cuan bien se está realizando la actividad y cual será la pérdida o ganancia, aún si esta autoevaluación es incorrecta, dijo Richard Andersen, el autor principal.
Optimistas con actitud
Esta investigación fue publicada en la revista PLoS Biology. El autor principal, Richard Andersen, utilizó un equipo de resonancia magnética funcional para analizar la actividad de la corteza parietal posterior y de otras regiones cerebrales mientras los voluntarios realizaban una tarea. La actividad fue a propósito muy difícil.
Los participantes debían mover el cursor de la computadora a través de una serie definida de lugares en el monitor. Contaron con un segundo para memorizar la secuencia, 15 segundos para planear sus movimientos y 10 segundos para completar la tarea. Los voluntarios recibieron dinero al comenzar el experimento, y podían ganar más o perder el que ya tenían según el éxito o fracaso conseguidos.
Al finalizar los ejercicios (antes de recibir el dinero) los voluntarios comentaron cuan bien o mal habían desempeñado su tarea. En muchos casos su autoevaluación no se correspondió con la realidad. Y de hecho, la actividad observada en la corteza parietal posterior se relacionó con su autoevaluación y con la expectativa de ganar o perder dinero pero no con los resultados objetivos en la tarea.
Además, la convicción de que les iba a ir bien o mal hizo que los voluntarios encararan la tarea de una manera diferente. "Los sujetos que son optimistas y creen que lo están haciendo bien son los que más se esfuerzan y muestran un aumento en la actividad de su corteza parietal posterior cuando esperan recibir una gran recompensa por su éxito", dijo Andersen. Por el contrario, los pesimistas exhibieron una mayor actividad cuando hay un mayor costo por perder. "Están intentando evitar pérdidas por lo cual parecen pensar menos en las ganancias potenciales", explicó el especialista.
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