Entrevista:
El doctor Clotet al frente del laboratorio de IrsiCaixa.
La noticia ha dado la vuelta al mundo: un simple gel es capaz de proteger a las mujeres contra el sida. Este avance y otros similares han desatado la esperanza de que la vacuna definitiva contra la enfermedad esté muy cerca. ¿Qué hay de realidad en ello? Hablamos con uno de los mayores especialistas españoles en el tema para que nos aclare las cosas.
El virus del sida se expande continuamente. Cada día, 7.400 personas resultan infectadas en todo el mundo y la epidemia afecta ya a 33 millones. Se dice pronto. Frente al virus, miles de científicos se afanan por detener su avance. Objetivos: garantizar el acceso a un tratamiento universal que, hoy, sigue siendo demasiado caro; encontrar maneras de evitar el contagio y, especialmente, una palabra se repite en la mente de todos. Vacuna.
En la decimoctava conferencia internacional del sida, celebrada recientemente en Viena, hubo un optimismo sin precedentes a la hora de contemplar la posibilidad de conseguir una vacuna en una fecha más o menos cercana. Y algunos métodos para evitar el contagio, como un gel que se aplican las mujeres, todavía en fase de investigación, están dando resultados prometedores. En la otra cara de la moneda: la criminalización y estigmatización de los enfermos sigue condenándolos al olvido, y en tiempos de crisis, gobiernos e instituciones privadas reducen los fondos dedicados a la investigación. Con todo, ésta vive un momento fundamental. Hablamos con una de las máximas figuras españolas en relación con la investigación sobre el VIH, el doctor Bonaventura Clotet, director del centro IrsiCaixa en Badalona.
XLSemanal. ¿La vacuna puede ser una realidad?
Bonaventura Clotet. Un estudio ha conseguido un éxito muy importante a la hora de considerar la vacuna como algo posible. Se basa en una investigación realizada en Tailandia, que ha logrado que un 31 por ciento de los participantes se protegiera.
XL. Pero eso no significa que este ''milagro" esté a la vuelta de la esquina...
B.C. El estudio es sólo un primer paso. Ha obtenido buenos resultados, especialmente durante el primer año, pero habrá que averiguar aún muchas cosas. Probablemente, haya que suministrar dosis de refuerzo para que el efecto se mantenga al cabo del tiempo. Hay que conseguir una vacuna más eficaz, pero se están trabajando en muchos modelos que nos permiten tener esperanzas.
XL. ¿Cómo funcionaría la vacuna?
B.C. Hay que identificar las partes del virus que son más eficaces para despertar la respuesta inmunitaria. Una vez identificadas, las ‘pegas’ en un vehículo transformador, que es el que lo introducirá en el cuerpo humano. Tu organismo reaccionará contra ese inmunógeno, produciéndose la respuesta inmune adecuada.
XL. ¿Actúa entonces como una vacuna tradicional?
B.C. No, las vacunas más eficaces son las que utilizan virus atenuados. Pero en el caso del virus del sida no se puede emplear porque se recombinaría y se empezaría a replicar. No vacunarías, sino que infectarías a esas personas.
XL. La prevención, con todo, sigue siendo uno de los factores fundamentales...
B.C. Sin duda. Es muy importante el avance anunciado en Viena de que un gel con Tenofovir al uno por ciento protegía al 39 por ciento de las mujeres y, además, evitaba contraer herpes simplex en un 50 por ciento. Es el primer estudio que demuestra que es posible que un gel prevenga la infección.
XL. ¿Y con pastillas?
B.C. Dentro de poco se publicarán otros estudios que han demostrado que con la administración oral de fármacos se puede proteger a los chimpancés de la adquisición del virus. Un fármaco muy prometedor es el Maraviroc, que supondrá un gran avance en la prevención.
Fuente:
XL Semanal