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27 de agosto de 2008

Cremas Antiarrugas: ¡No sirven!

Cremas Antiarrugas: ¡No sirven!

Una investigación comprueba que sólo funcionan la aplicación de retinol, el láser facial con dióxido de carbono y las inyecciones de ácido hialurónico.

La ciencia ofrece su veredicto sobre las cremas antiarrugas: muy pocas sirven

Nicholas Bakalar/NYT

Madrid. Las panaceas que prometen borrar arrugas abundan, pero ahora ya existe una evidencia sólida acerca de cuáles son los tratamientos efectivos contra el envejecimiento de la piel. La clave es el mayor conocimiento sobre el tejido conectivo de la piel (colágeno dérmico) y la confirmación de que es la alteración de las propiedades mecánicas del colágeno externo de las células cutáneas la que produce las arrugas.

Una revisión publicada recientemente en The Archives of Dermatology concluye que sólo tres tratamientosantienvejecimiento demostraron ser clínicamente efectivos: la aplicación tópica de retinol, el rejuvenecimiento facial con láser de dióxido de carbono (CO2) y las inyecciones de ácido hialurónico. Todos dependen del mismo mecanismo, que es la interacción de las células de la piel (fibroblastos) con el colágeno que producen.

Según sus autores, teoría y práctica respaldan estos tratamientos. Los fibroblastos segregan un grupo complejo de polisacáridos y proteínas que forman el colágeno, que le da forma y elasticidad a la piel, y soporte a los vasos sanguíneos que la atraviesan. La red de tejido de colágeno depende de su tensión mecánica con esas células cutáneas.

La piel se deteriora a medida que envejece y su exposición a la luz solar inhibe la capacidad de los fibroblastos de producir colágeno. Las manos, la cara, el cuello y la parte superior del tórax sufren más que el resto de la piel, y las pieles más claras se arrugan más rápido que otras. El daño, escriben los autores, es una versión acelerada del envejecimiento cronológico. La radiación ultravioleta induce la producción del mismo tipo de enzimas que degradan el colágeno a medida que pasan los años.

Las fibras de colágeno duran unos 30 años. Pero con el envejecimiento y la exposición ultravioleta se deterioran y se fragmentan, y el colágeno fragmentado impide la función de los fibroblastos que lo crearon. A medida que el colágeno fragmentado se acumula, se reduce su producción, se debilita la conexión entre los fibroblastos y el colágeno, y la piel comienza a arrugarse. Existen tratamientos que combaten ese proceso. Las aplicaciones tópicas de retinol (vitamina A) fueron las primeras en demostrar utilidad. Aunque sus efectos moleculares no se comprenden del todo, el retinol hace que se forme nuevo colágeno en la piel cronológicamente envejecida y en la dañada por la luz ultravioleta.


Fuente:

La Gaceta - España
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