IMPARABLES INSECTOS SOCIALES
Con excepción de los polos y las cumbres nevadas, las hormigas ocupan un sitio clave en todos los sistemas ecológicos
A pesar de estar en invierno y limpiar la cocina a diario, siempre me encuentro con alguna hormiguita. También las encuentro ocasionalmente en el baño; son las más pequeñas, aparentemente perdidas sobre un hostil lavatorio de loza, donde acecha su peor enemigo: el agua. A pesar de las campañas por eliminarlas, que incluyen una permanente guerra química, las hormigas siempre están ahí. Las solitarias que deambulan por sitios inesperados son exploradoras lanzadas al sacrificio por la colonia. Si encuentran algo útil, marcarán el camino y otras vendrán a reclamarlo.
LARGO ENTRENAMIENTOLos más recientes descubrimientos le dan a la hormiga un antiguo ancestro.
Al parecer son descendientes de una especie de avispas del Cretáceo, de las cuales se separaron entre 120 y 170 millones de años atrás. Tras unos 60 millones de años de entrenamiento adquirieron características semejantes a las que tienen hoy y pasaron a ocupar un lugar dominante en los sistemas ecológicos. Un espécimen fósil del Cretáceo, encontrado hace 40 años, muestra todavía rasgos de avispa en lo que ya es una hormiga.
Aunque eran escasas hace 100 millones de años, comenzaron a expandirse a medida que se fueron adaptando. A inicios del Terciario, hace 70 millones de años, comenzaron a dominar los sistemas ecológicos en los que estaban presentes. Se adaptaron tan bien que solo un 10% de las especies de hormigas existentes en el Cretáceo se ha extinguido. De las especies encontradas en fósiles de ámbar en el Báltico, 56% todavía están con nosotros, así como el 96% de las que se han encontrado en el ámbar dominicano.
Al cabo de 140 millones de años de existencia, las hormigas han aprendido a dominar todos los sistemas ecológicos a los cuales se han adaptado. Hoy hay 12.800 especies conocidas y su número total desafía la imaginación. Se calcula que hay 10.000 millones de millones de hormigas; esta es una cifra con 16 ceros y corresponde a dos millones de hormigas por cada ser humano.
Aunque pesan una fracción de gramo, el total de hormigas en el mundo pesa igual que toda la humanidad.
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS
Tal vez la característica que distingue más a las hormigas de otros insectos son sus antenas. A diferencia de otros himenópteros, que también tienen cabeza, tórax y abdomen segmentado con seis patas, las hormigas tienen antenas con un 'codo' que forma un ángulo de 90º. A pesar de que su estructura es similar, hay una gran variedad de hormigas en cuanto a tamaño: van desde menos de dos milímetros hasta 2,5 cm. La más pequeña de las hormigas puede pararse en la antena de la más grande.
Las hormigas que vemos no tienen alas, pues son las obreras dedicadas exclusivamente a buscar comida, llevarla a casa, alimentar y cuidar a la reina y a su prole. Pero hay hormigas con alas, las tiene la reina y los machos que la inseminan. Dependiendo de la especie, esto puede ser en un vuelo nupcial, o de modo continuado a medida que la reina va poniendo huevos. En algunas especies la reina conserva el semen y puede regular la fertilización de sus huevos.
La reina puede producir machos, otra reina u obreras. Esta producción se regula de acuerdo con las circunstancias de la colonia, pero la enorme mayoría de los huevos producirán obreras. Otra manera de determinar la función de la futura hormiga es la alimentación.
Existen variantes dentro de la casta de las obreras y, dependiendo de la especie, pueden variar grandemente en tamaño y conducta.
SIN CORAZÓN
A pesar de las variedades de tamaño, prácticamente la totalidad de las hormigas son obreras y tienen la misma estructura, carente de órganos sexuales: una cabeza con antenas, mandíbulas y pequeños ojos compuestos, como los de la mosca, que le permiten detectar movimiento. Del tórax salen seis patas que terminan en ganchos. Tras el tórax está el abdomen segmentado que remata en un aguijón. Las hormigas carecen de corazón y el fluido que circula en su interior, la hemolinfa, es el equivalente de la sangre. Su respiración, como la de los demás insectos, es a través de los poros de su exoesqueleto (cáscara dura que rodea su cuerpo en lugar de la piel) cuya función, como la del esqueleto, es la de dar rigidez al cuerpo.
El aire que respiran atraviesa los poros y por el mismo camino sale el anhidrido carbónico que expiran. El sistema nervioso de la hormiga es una cuerda central, similar a la médula espinal de los vertebrados, que corre desde la cabeza y se divide hacia las extremidades. El principal sentido de la hormiga, por el cual se comunica, es el olfato. Órganos especiales en las antenas y en los sensores de la cabeza captan las feromonas (compuestos químicos con diversos olores), con las cuales se comunican las hormigas.
LA ESPECIALIZACIÓN
Las hormigas siempre han fascinado al hombre; solo enumerar los libros que se han escrito sobre ellas ocuparía toda la página. Uno de los aspectos más fascinantes de este asombroso insecto es su estructura social y la colaboración entre individuos, lo que da a la colonia las características de un solo organismo. De acuerdo con el medio que habitan, las hormigas han adquirido diversas habilidades para la supervivencia. Algunas cortan hojas, que transportan a su vivienda subterránea, para cultivar en ellas hongos con los cuales se alimentan. Otras capturan insectos (áfidos), que alimentan con plantas, para luego ordeñarles la miel que producen.
Hay hormigas tejedoras, que cosen hojas y cargan grandes pesos a las copas de los árboles donde mantienen su vivienda. Hay hormigas que han encontrado un sistema de colaboración con ciertos árboles, a los cuales protegen a cambio de alimento. Las hormigas guerreras son nómades y mudan su campamento cuando han agotado la comida a su alrededor. Un caso especial son las amazonas rojas de grandes mandíbulas que, incapaces de comer, invaden nidos ajenos y capturan los huevos. De estos huevos saldrán las esclavas que las alimentarán. Cada cierto tiempo reponen esclavas invadiendo otras colonias.
HERMANAS E HIJAS
A pesar de las grandes variedades de especies y estructuras sociales, la forma esencial de la sociedad de hormigas es siempre la misma. Una sociedad femenina de madres, hijas y hermanas. Generalmente el macho, después de haber fertilizado a una reina, vive solo pocas horas. Capaz de producir miles de huevos al día, la reina recibe la atención de toda la colonia.
Inhibida la fertilidad de sus hijas, estas se dedican a las labores necesarias para la supervivencia de la colonia y sus acciones están gobernadas por señales químicas. Los huevos idénticos, de acuerdo con las órdenes químicas de la reina, producirán el tipo de hermanas necesario para la colonia: obreras, guardianas, mensajeras y soldados, dependiendo de la especie y las necesidades.
Alguien dijo que, a medida que nos especializamos, la sociedad humana se parece cada vez más a la de las hormigas. Lo que no debemos olvidar es que la eficiencia y el éxito de la supervivencia de la sociedad de las hormigas se logra sin raciocinio ni sentimientos, en base a un excelente sistema de comunicaciones y al absoluto sacrificio del individuo por la comunidad. Un sistema que los humanos ya intentaron sin éxito.
TOMADO DEL DIARIO "EL COMERCIO"
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