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11 de febrero de 2010

1784: cuando el método científico derrotó a la pseudociencia

Jueves, 11 de febrero de 2010

1784: cuando el método científico derrotó a la pseudociencia

La historia de la ciencia esta llena de historias fascinantes. Esta es una de ellas, pero antes conteste, sabe usted:


¿Quién fue F. A. Mesmer?

Franz Anton Mesmer, nacido Friedrich Anton Mesmer (1734, Alemania – 1815, Alemania) fue un médico alemán. Descubrió lo que él llamó magnetismo animal y otros después llamaron mesmerismo. La evolución de las ideas y prácticas de Mesmer hicieron que James Braid (19795 - 18670)desarrollara la hipnosis en 1842.

Después de estudiar en las universidades jesuitas de Dilinga e Ingolstadt, estudió medicina en la Universidad de Viena en 1759. En 1766 publicó una tesis cuyo título en latin fue De planetarum influxu in corpus humanum, el cual estudiaba la influencia de la Luna y los planetas sobre el cuerpo humano y las enfermedades (astrología médica). Evidencia recolectada por Frank A. Pattie sugiere que Mesmer plagoó su tesis de un trabajo de Richard Mead (1673 - 1754).




Franz Anton Mesmer

Las extrañas teorías del doctor Mesmer se habían extendido por el París prerevolucionario ante la alarma de ciertos colectivos médicos. En 1784 el rey Luis XVI permitió que una comisión científica examinara la terapia conocida como mesmerismo. Este es el relato de cómo el método científico se impuso sobre conceptos basados en creencias.

Franz Anton Mesmer fue un médico alemán que fundó lo que posteriormente se conoció como mesmerismo. En el año 1774 este médico empezó a usar imanes para curar enfermedades. Para ello Mesmer obligaba a los pacientes a beber sustancias con hierro, para posteriormente colocar imanes alrededor del cuerpo del paciente. Los paciente aseguraban sentir hormigueo en todo el cuerpo y los síntomas de la enfermedad desaparecían. Mesme nunca creyó que los imanes eran responsables de la curación, sino algo que él denominó “magnetismo animal” que estaba acumulado en el cuerpo. Para Mesmer la salud era un proceso en el que intervenían cientos de canales eléctricos que recorren el cuerpo humano.

El doctor D’Eslon, discípulo de Mesmer, y su principal ayudante en París entendió la enfermedad como consecuencia de los obstáculos al flujo a través de esos canales. Superando aquellos obstáculos y restaurando el flujo se producían crisis que restauraban la salud. Cuando la naturaleza fallaba en hacer esto simultáneamente, el contacto con un conductor de “magnetismo animal” era necesario y un remedio suficiente. Mesmer se propuso ayudar o provocar los actos de la Naturaleza.

El mesmerismo se extendió por el París revolucionario y se puso de moda entre la aristocracia e incluso la casa real. Parece ser que María Antonieta estaba muy interesada en la terapia del doctor Mesmer. Sin embargo algunos doctores en medicina consideraban estas prácticas ajenas a la ciencia, por lo que solicitaron al rey Luis XVI una comisión que evaluara científicamente esta práctica.

El doctor Mesmer no quiso colaborar con los comisarios, pero su discípulo el doctor D’Eslon sí lo hizo. El año 1784 se constituyó con el beneplácito real una comisión compuesta por Majault, Benjamin Franklin, Jean Sylvain Bailly, J. B. Le Roy, Sallin, Jean Darcet, de Borey, Joseph-Ignace Guillotin, Antoine Lavoisier, Poissonnier, Caille, Mauduyt de la Varenne, Andry, y de Jussieu. Los comisionados decidieron aplicar el método científico con todo el rigor que éste supone, y viendo que B. Franklin y A. Lavoisier formaban parte de ella pocas dudas puede haber de que iba a ser rigurosa. Muchos salen corriendo cuando oyen hablar de método científico porque ven tambalearse de golpe sus afirmaciones, y no es para menos como ahora veremos.

Dado que en esa época no se conocía el origen del magnetismo, ni sus propiedades, los comisarios decidieron evaluar los efectos del mesmerismo, si éstos podían ser notados por los pacientes. Para ello diseñaron 5 pruebas...

Lea el artículo completo en:

La Ciencia y sus Demonios

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