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30 de abril de 2016

La ciencia del placer: por qué nos gusta lo que nos gusta

3,4-dihidroxifenilalanina. Eso es lo que está en el fondo del placer. Una sustancia química producida por las células nerviosas en el cerebro para darle señales a las demás. Sin embargo, no es tan simple... ni tan complicado.

Nuestro circuito de placer puede ser desencadenado por algunas cosas obvias y otras no tan obvias.

"Hay algunas de las cosas que nos gustan porque estamos programados para que nos gusten, como consumir alimentos, tomar agua y tener relaciones sexuales", le explica a la BBC David Linden, profesor de Neurociencia en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore y autor de un libro llamado "El compás del placer".

"Hay otras cosas que aprendemos a disfrutar. Por ejemplo, mientras que estamos programados para que nos guste el dulce, las preferencias personales están determinadas más que todo por la experiencia individual, el aprendizaje, la familia, la cultura: todas las cosas que nos hacen individuos", dice Linden.

"A la gente le gustan las cosas con las que crecieron -agrega el experto-. Por ejemplo, yo vivo en Baltimore y aquí hay gente a la que le gustan los chiles y a otras no. Si yo viviera en México, es muy probable que a casi todas las personas que conociera les gustarían".
Y, ¿pasa lo mismo con los animales? ¿Aprenden las mascotas a disfrutar las cosas que comen sus dueños, a pesar de sus instintos?

"¿Desarrollan los gatos mexicanos el gusto por el chile? No, nunca. Esto es algo que los humanos pueden hacer pero otros mamíferos no, y no sabemos bien por qué".

El artículo completo en:

BBC Ciencia



12 de marzo de 2016

El origen biológico del pene

¿De dónde viene el pene? ¿Cómo se originó? Un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard (EEUU) ha resuelto este enigma donde en la naturaleza goza de mucha variedad. El trabajo ha sido publicado en la revista Nature.

Esta parte del aparato reproductor es o, mejor dicho era, la gran desconocida respecto a cómo los genitales externos permitieron a los animales vertebrados reproducirse. Lo cierto es que hay diferencias tangibles: el ser humano y las aves cuentan con un órgano genital, sin embargo, las serpientes o los lagartos cuentan con dos hemipenes. Sin embargo, sus estructuras funcionan de forma muy similar. Sean genitales de pollo, lagarto, ratón o serpiente, todos ellos tienen una estructura equivalente de tejidos. “La diferencia entre los genitales parece ser un segundo tejido que envía señales que ordenan a las células vecinas la creación de los genitales externos”, aclara Clifford Tabin, líder del estudio.

Según los científicos en los embriones de pollo, la cloaca (un órgano al final del tracto digestivo en el que se unen los conductos del aparato urinario y el reproductor) emite señales moleculares para que las células vecinas formen los genitales externos. Es por tanto la ubicación de la cloaca la que determina qué tejidos reciben la primera señal. En los mamíferos el tejido creador del pene está más cerca de la cola y en las serpientes y los lagartos, más cerca del mesodermo lateral.

Los investigadores confirmaron este hallazgo con dos grupos de embriones de pollos. Al primer grupo les fue injertado tejido de cloaca al lado de las extremidades, y al segundo grupo al lado de los brotes de la cola. Los resultados revelaron que las células más cercanas a la cloaca injertada respondieron a las señales y parcialmente se convirtieron en genitales, tal y como esperaban confirmar.

“En un sentido más amplio, la importancia radica en el concepto de la evolución por ‘homología’. Una estructura que se encuentra en dos organismos diferentes es homóloga si la estructura fue heredada de un ancestro común que tenía una versión de esa estructura. Así, el ala de un murciélago, la aleta de una ballena y la mano son homólogos, todos derivan de la misma extremidad anterior de un antepasado común”, explica Tabin.

Tomado de:

Muy Interesante

28 de febrero de 2016

"La muerte y el sexo surgieron a la vez en nuestro planeta"

La historia de la vida contiene los elementos del mejor de los relatos. El bioquímico Carlos Briones es coautor del libro “Orígenes”, un resumen de lo que la ciencia nos puede contar desde el Big bang hasta nuestros días, incluida la aparición de los seres vivos.





Resumir la historia desde el origen del universo hasta hoy es una tarea ambiciosa. En el libro “Orígenes. El universo, la vida, los humanos”, tres científicos de prestigio como Alberto Fernández Soto, Carlos Briones y José María Bermúdez de Castro se han repartido la tarea de elaborar un relato riguroso desde campos tan diferentes como la astrofísica, la biología y la paleoantropología. Como investigador del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), Carlos Briones lleva años trabajando en un campo tan fascinante como la forma en que algunas moléculas se organizaron para dar lugar a los primeros seres vivos. Charlamos con él sobre las diferentes maneras en que esto pudo suceder en nuestro planeta.


Sopa primigenia, pizza, lasaña... Le han puesto nombres muy alimenticios a las distintas hipótesis, pero ¿cuál fue el primer plato del origen de la vida?
Es difícil decidirse, pero me imagino que sería una sopa, pero una sopa espesa en la que también es importante lo que pasaba en el fondo del plato.

O sea que la vida pudo surgir en el fondo de un charco seco.
Sí, el "pequeño charco de agua templada" que decía Darwin sigue siendo una metáfora muy bonita para el posible origen de la vida, lo que pasa que es importante el fondo del charco también. La diferencia es que antes se pensaba que todo sucedía solo en el líquido y ahora se sabe que las superficies minerales catalizan reacciones.

Cuando habláis del origen de la vida, la replicación es importante, pero es solo una de las tres patas, ¿no?
Eso es. Son la replicación, el metabolismo (intercambio de materia y energía entre el ser vivo y el exterior) y un compartimento (algún sistema que te permita distinguir lo que es el ser vivo y lo que es el entorno). En el pasado ha habido posiciones muy integristas, los que decían que lo primero había sido esto o lo otro. Ahora sabemos que es imposible que haya metabolismo sin replicación y al revés.

¿Cuál es la hipótesis más aceptada?
Ahora se le da cada vez más importancia a que hubiera compartimentos, vesículas como pompas de jabón muy pequeñitas, y que ahí dentro pasaran cosas. Las cosas podían ser un metabolismo primitivo y que se fuera formando alguna molécula con información, lo más probable es que fuera una molécula tipo ARN, pero también tiene complicaciones ese modelo.
"Si ha surgido otra forma de vida en la Tierra nos la hemos comido"
Necesitáis la replicación para explicar a vida, pero no todo lo que se autorreplica es vida.
Claro. Si coges cada una de estas características de la vida de forma individual puedes tener sistemas no vivos. ¿Metabolismo? Pues en cierta medida el intercambio de materia y energía lo hace una vela encendida, ¿no? O lo que hace un cristal. Compartimento podría ser una pompa de jabón y el ejemplo de 'replicación sola' son los virus. Pero solo funcionan cuando están asociadas a algo vivo. Algo que se autorreplica pero no tiene metabolismo no puede llegar a evolucionar, no se mantiene en el tiempo.  

Una cosa que contáis en el libro es que la muerte apareció muchísimo después de la vida.
Cuando se dividen dos células no existe una madre y una hija, las dos  tienen la misma edad, son igual de recién nacidas. En principio, si no hay ninguna limitación en los nutrientes, eso no tiene fin, como pasa con las bacterias. Y esto viene ocurriendo la Tierra desde hace unos 3.500 millones de años hasta hace unos 1.000 millones de años, cuando surge la multicelularidad. En una de las ramas del árbol de la vida, se fueron creando organismos cada vez más complejos y a partir de eso surge un nuevo tipo de reproducción que es la reproducción sexual. En esos seres pluricelulares se van diferenciando células germinales, que van a dar la siguiente generación, y células somáticas, que son el resto del cuerpo. Nosotros, por ejemplo, tenemos óvulos y espermatozoides, y el resto de células. Los que cuentan evolutivamente son los primeros, el resto es solo un vehículo.

O sea, que somos la envoltura de nuestros óvulos y espermatozoides...
Eso es. Y cuando se produce la información sexual, esa ultraestructura que necesitan, que es nuestro cuerpo, es totalmente prescindible. ¿Y entonces qué haces? Morirte. Es metabólicamente muy costoso mantener todo ese sistema. Unos 2.500 millones de años después de la invención de la vida aparece la muerte.

De modo que el sexo y la muerte nacieron a la vez en nuestro planeta.
Muerte, pluricelularidad y sexo, sí. No se puede decir que la muerte es consustancial a la vida. En absoluto. Es consustancial a la pluricelularidad y la reproducción sexual. Durante 2.500 millones de años en este planeta se ha vivido y no se ha muerto.

¿Y la vida surgió una vez o muchas veces?

El artículo completo en:

Vox Populi

28 de enero de 2016

Tendencias: La generación YouPorn

Son impacientes, primanla inmediatez y apuestan por la variedad sexual, pero siguen arrastrando los estereotipos de la generación anterior.

Esto es lo que excita a los nativos digitales.



Cristina no tuvo enfrente un hombre desnudo hasta que cumplió los 18 años. Llevaba 10 descubriéndolos en las películas porno que primero veía en canales autonómicos y luego en páginas web.

El día que perdió su virginidad ya tenía una imagen creada del sexo e, incluso, de los hombres. Cuando descubrió la realidad se le vino el mundo abajo a la misma velocidad que el de su compañero se venía arriba: ni 20 centímetros, ni aguante, ni siquiera placer.

"Me llevé una decepción. Me di cuenta de lo importante que son otras cosas como que él esté en forma. En los vídeos de internet todo parecía superfácil”. Cristina tiene ahora 24 años y forma parte de la generación de nativos digitales que llegaron antes a ‘la representación del sexo’ que a su propia madurez sexual.

Y todos los profesionales consultados coinciden en el diagnóstico: "No hay una educación sexual desarrollada en la escuela, por eso cada uno aprende como buenamente puede. Antes aprendías de las pelis en el videoclub. Ahora tienes internet y Google”, asegura Martina González, directora del Centro Con Mucho Gusto y vocal de la Sociedad Gallega de Sexología. “Yo fui a un colegio del Opus Dei donde te decían que masturbarse era pecado y en casa nunca hablamos de esas cosas”.

Cristina es víctima, como muchos jóvenes de su generación, de una paradoja: reciben continuamente estímulos pornográficos, pero poca información útil de fuentes oficiales y fiables. Una experiencia parecida tuvo Daniel, un adicto a Pornhub y a Forocoches de 26 años: “El porno genera más expectativas de lo que es la vida real”. Aún así, la película Don Jon en la que un joven Joseph Gordon-Levitt prefiere las películas X al sexo real sigue siendo mera ficción: "A los jóvenes el sexo real les resulta tan excitante que lo compensa” afirma Héctor Galván, director Clínico, del Instituto Madrid de Sexología.

“Con una educación sexual nula, los adolescentes se pueden hacer ideas equivocadas y desarrollar algunos complejos, como el tamaño del pene, el tiempo que duran, creer que no son capaces de estar a la altura...”, matiza el experto, que recomienda el porno como una actividad saludable.

Consumidores impacientes

Las nuevas tecnologías, la inmediatez y una predominancia del estímulo audiovisual son las claves de la conocida como la generación YouPorn, en referencia al famoso portal de internet que tiene 20 millones de visitas al día, la mitad en móviles y tabletas. Son consumidores impacientes.“Yo puedo ver porno cinco veces al día si estoy solo y abro varias pestañas a la vez para que vayan cargando”, matiza Daniel.Tendencias nuevas como el hentai (porno manga) o extremas como el fisting (introducir la mano completa en la vagina o el ano) encuentran su target en los consumidores más arriesgados.

"El porno tradicional no recrea una historia ni hay seducción, solo se basa en lo inmediato: coito, felación, masturbación rápida y orgasmo”, recuerda González. Ninguno de los jóvenes interrogados para este reportaje ha visto una película X hasta el final y casi todos confiesan que se han masturbado tan solo con una conversación de Whatsapp como estímulo.

Las tecnologías se afianzan también en las experiencias sexuales: uno de cada tres jóvenes han utilizado apps para buscar sexo y el 38% ha mantenido cibersexo, según el estudio Los jóvenes españoles y el sexo que realiza cada año la empresa Control. Prácticas como el sexting ya no son nuevas para nadie.

Grandes mentiras

Aunque ha habido una revolución sin precedentes en la forma, la experta recuerda que el fondo es el mismo: "Seguimos repitiendo estereotipos. La mayoría de los directores son varones heterosexuales, ruedan en planos clínicos y explícitos, las mujeres son bisexuales, pero los hombres no”. De esos patrones sabe mucho la directora de cine Erika Lust, cuyas películas de enfoque feminista le han dado fama internacional: “Creo que la gente es capaz de contextualizar el porno tradicional. Dicho esto, es ingenuo pensar que todos los chicos jóvenes que ven mil imágenes de hombres haciendo lo que le da la gana con una chica operada y obediente sabrán que no va a ser así en la vida real”.

“¿Has escupido en mi vagina?”, le pregunta Gretchen a Jimmy en la serie ‘Eres lo peor’, una comedia romántica producida por Comedy Central, que cuenta la historia de amor entre dos jóvenes. Es una de las prácticas habituales que vemos en las pelis porno y que casi nadie lleva a su vida privada. “A mí me parece excesivo el sexo anal. Puedo hacerlo en mi intimidad, pero no constantemente como hacen en las escenas X”, explica Daniel. La explicación es simple: el cine siempre es ficción. “Es igual que cuando a un tío le pegan cinco tiros en una peli de Hollywood y sigue andando. Sabes que no es real, pero solo vas al cine a disfrutar. El porno es lo mismo. Para mi ver una peli X es como ver Transformers”.

El porno variado y la inteligencia sexual

“A veces vamos a la cama a rendir y a cumplir una serie de cosas que se supone que tenemos que hacer en lugar de lo que nos apetece”, explica González. La bajada de costes de distribución y una sociedad más abierta han dado como resultado un cine X más alternativo: porno indie, feminista, queer o posporno, que proponen versiones diferentes del sexo, en la que la mujer no siempre es la dominada. Para saciar el deseo de ese creciente número de espectadoras del porno, se fundó Erika Lust Films.

Desde entonces su directora no ha parado de recibir buenas críticas: “Mis pelis quieren retratar lo bonito y erótico que puede ser el sexo entre dos seres humanos. Y pongo especial cuidado con el intelecto, porque la inteligencia también abre puertas para una experiencia sexual distinta y compleja”. El viaje hacia un porno diferente se da de bruces contra la hegemonía del tradicional. “Google es el buscador más popular de Internet, sin embargo, los algoritmos que utiliza la compañía para informar de sus búsquedas categorizan muchos sitios web de sexo muy diferentes bajo la única categoría de ‘adultos’.

Suele dar más importancia a los sitios con un tráfico alto, incluso si son poco éticos con contenido pirata. Hay visiones muy diferentes de la pornografía y el cine de adultos en la red, pero el visitante medio no lo sabe porque están enterradas bajo muchas páginas de resultados del mismo tipo de contenido”, comenta Jiz Lee, una estrella del porno ‘queer’, que aboga por el placer sin géneros y que acaba de estrenar Coming Out Like a Porn Star (Saliendo del armario como una estrella del porno), donde narra los estigmas a los que se enfrentan los profesionales del porno. “Espero que en cinco años se quede obsoleto”.

Los juguetes sexuales

Al igual que el del porno, el futuro del sexo pasa por la tecnología. Mientras la empresa RealDoll trabaja para conseguir robots con los que poder mantener relaciones, el productor francés Marc Dorcel ya ha creado la primera película porno en realidad virtual. Hasta que esta técnica se popularice, los usuarios tienen unos cuantos juguetes para distraerse. 

Desde sencillas aplicaciones que permiten medir la intensidad de los orgasmos como el ‘Orgasmómetro’, de Control, hasta el vibrador ‘We vibe 4 Plus’ que se controla con una ‘app’ desde cualquier lugar del mundo, muchos de estos juguetes ya permiten que el placer pueda llevarse en el bolsillo. 

Otro ejemplo es el sujetador ‘True Love Tester’, de la firma japonesa Ravijour, que solo se abre si su dueña ha alcanzado el nivel óptimo de excitación sexual. Y si eres de los clásicos y prefieres los vibradores tradicionales, al menos procura que tus juguetes sean estéticos y de calidad, como los dildos que fabrican da mano en BS Atelier. Artesanales, ecológicos y además, muy placenteros. 

Tomado de:

20 minutos

13 de enero de 2016

Risas, carcajadas, esquizofrenia y orgasmo: Muy relacionados entre sí


Ha probado alguna vez a hacerse cosquillas a sí mismo? Tal vez lo haya intentado y, como le ocurre a la inmensa mayoría de las personas, habrá comprobado que le resulta completamente imposible. En el fondo, puede consolarse y pensar que incluso está de enhorabuena. Si lo hubiera logrado, quizá no tendría demasiados motivos para reírse: sería un síntoma inequívoco de que sufre esquizofrenia. Porque solo un reducido grupo de seres humanos posee la inquietante habilidad de hacerse cosquillas a sí mismos y reírse por ello. Son los esquizofrénicos con delirios de pasividad; o sea, creen que su propio pensamiento no les pertenece, sino que les ha sido insertado en su propia mente por otra persona.

Se trata de un extraño fenómeno sobre el que desde hace años trabaja un grupo de investigación del departamento de Psicología Experimental y Fisiología del Comportamiento de la Universidad de Granada denominado SetShift, el único de toda España que ha analizado las cosquillas (y los mecanismos mentales que las provocan) desde un punto de vista científico.

Su responsable, el profesor Emilio Gómez Milán, considera que este inocente gesto es una de las manifestaciones de humor más primitivas de cuantas se dan en el ser humano, y su funcionamiento es tan básico que las hace comparables al acto reflejo que provoca un golpe en la rodilla. Aun así, las cosquillas no son exclusivas del hombre, «sino que se dan en todos los mamíferos, sobre todo en los primates y las ratas». También disfrutan de ellas los perros. En todos estos animales, el mecanismo que las genera es similar.

Al igual que ocurre con la risa, para que se produzcan las cosquillas «tiene que haber, necesariamente, una falsa alarma», aclara Gómez Milán. Nos reímos cuando alguien se tropieza y se cae solo si después comprobamos que no se ha hecho daño: es una respuesta fisiológica para liberar la tensión que provoca el peligro, y restablecer el equilibrio en nuestra mente. Lo mismo sucede con las cosquillas. A una fase inicial de miedo le sigue un 'efecto rebote' positivo, que se produce cuando el cerebro comprueba que no existe peligro, y que se traduciría en la risa. Esto explica, por ejemplo, que un extraño no pueda hacernos cosquillas. «Los desconocidos provocan en nosotros una alarma verdadera, en lugar de falsa, y por eso no sentimos sus cosquillas, ni se produce la risa», apunta el investigador. Es precisamente el mecanismo que hace que esta alarma se interprete como verdadera o falsa el que falla en las personas esquizofrénicas. Tampoco son frecuentes las cosquillas entre hombres heterosexuales, «ya que perciben al otro como una alarma real, como una amenaza». Algo que no ocurre entre mujeres, que sí pueden hacérselas entre sí. En cualquier caso, las cosquillas tienen un valor sexual: son siete veces más probables con alguien del sexo contrario.

El fetichismo de los pie
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Las cosquillas, como la testosterona, disminuyen a partir de los 40 años, y conllevan, amén de familiaridad, jerarquía: el sujeto que las hace actúa como dominante, y el que las recibe, como sumiso. De ahí que, por ejemplo, un abuelo pueda hacerle cosquillas a su nieto (que lo percibe como un ser superior), pero al revés será mucho menos probable (el anciano las fingirá, o las sentirá con mucha menos intensidad que el niño).

Volviendo al sexo, los investigadores las emparentan directamente con el orgasmo. «Ambos procesos suponen un placer mental, un final feliz que sucede a un estado de alerta inicial que después se apaga». También entienden de género. Dicho de otra forma: el mapa de cosquillas de hombres y mujeres presenta algunas diferencias. Así, ellas las sienten con más intensidad y frecuencia en la planta del pie (algo que tiene un componente sexual, «porque están íntimamente asociadas al fetichismo de esta parte del cuerpo»), mientras que ellos las notan más en las zonas erógenas directas, como son los genitales o el pecho. Los costados, la planta del pie, las axilas, el cuello y el vientre son las zonas donde más se dan en ambos sexos. Todas ellas tienen algo en común: son zonas muy vulnerables. Buscarnos las cosquillas resulta más o menos fácil según el rol de la persona que nos las haga, y la indefensión que sintamos en ese momento. Por eso, cuanta más gente haya delante más cosquillas tendremos.

El componente sexual que tienen las cosquillas puede llegar a convertir esta práctica en una parafilia o desviación denominada knismolagnia. Se da en aquellas personas que solo obtienen una excitación sexual cuando hacen o reciben cosquillas y también, en un grado extremo, en aquellas que se excitan con ver cómo otros sujetos las disfrutan. El fetichismo por las cosquillas está tan extendido que existe un foro en internet, Tickling Media, que funciona en seis idiomas diferentes. Más de 80.000 personas están inscritas en esta web, donde se intercambian opiniones, consejos y vídeos eróticos con las cosquillas como absolutas protagonistas.

Fuente:

La Voz Digital

4 de septiembre de 2015

Los primeros seres complejos de la Tierra se reproducían como las fresas




Recreación de una colonia de 'Fractofusus', seres complejos que vivieron en los lechos marinos hace más 500 millones de años. / C. G. Kenchington


A los primeros seres complejos que habitaron la Tierra no les interesaba el sexo. Un análisis de fósiles de hace más de 500 millones de años sugiere que los organismos pluricelulares más antiguos del registro fósil se reproducían como muchas de las actuales plantas: para las grandes distancias usaban propágulos, como las patatas o los lirios. Para las distancias cortas, proliferaban mediante estolones, como las fresas.

Hasta hace unos 635 millones de años, las bacterias y otros organismos unicelulares reinaban en el planeta. Pero, en un misterio aún por resolver, desde entonces el registro fósil recoge la presencia de una gran cantidad de seres vivos complejos. Los científicos aún discuten si eran animales o algún otro clado del árbol de la vida. No tenían huesos o alguna estructura ósea exterior, pero sí tienen claro que eran organismos multicelulares. Fue el principio de la vida compleja sobre la Tierra. Ahora, un grupo de investigadores británicos cree haber descubierto cómo se reproducían uno de aquellos extraños seres.

Los investigadores han estudiado una serie de fósiles encontrados en tres zonas sedimentarias de lo que hoy es Terranova (Canadá), pero entonces estaba cubierta por el mar. Los registros están datados en torno a 580-541 millones de años atrás, en la parte final de lo que es el periodo Ediacárico. Son los organismos complejos más antiguos descubiertos hasta la fecha. Se trata de poblaciones de dos especies de Fractofusus, pertenecientes al grupo de los rangeomorfos. Por su apariencia fosilizada, recuerdan a algunas plantas y por sus reconstrucciones asemejan a las lapas marinas, pero eran otra cosa. Muchos científicos sostienen que fueron los primeros animales, aunque otros se conforman con llamarles protoanimales y los más prudentes reconocen que no lo saben.

Estos macroorganismos eran lo que los biólogos llaman sésiles, es decir, que no se movían, se quedaban fijados en el lecho marino. Entonces, ¿cómo se reproducían y colonizaban nuevos territorios? Usando un enfoque original, apoyado en mediciones milimétricas por GPS de la posición en que las poblaciones de Fractofusus quedaron grabadas para la historia, los científicos han descubierto dos patrones que no pueden deberse a la casualidad.

Los 'Fractofusus' no eran ni animales ni plantas, pertenecían a un reino extinguido

Por un lado, los ejemplares más grandes, supuestamente los adultos, presentan una distribución aleatoria pero marcada por la orientación de las corrientes marinas. Sin embargo, a su alrededor, hay Fractofusus de tamaño medio y otros aún pequeños, que podrían ser una especie de crías. Aquí, la distribución espacial sigue un patrón propio de muchas plantas modernas. Tal y como explican en la revista Nature, los científicos creen que estos organismos usaban una estrategia doble de reproducción: algún mecanismo de propágulos (ya fueran esporas, bulbos, tubérculos...)  para las distancias mayores y, como hacen las fresas, estolones para las pequeñas.

"La reproducción por estolones o propágulos tienen patrones espaciales diferentes", dice la investigadoras del departamento de Geología de la Universidad de Cambridge y coautora del estudio, Emily Mitchell. "Hemos comprobado que la gran mayoría de los Fractofusus surgieron de estolones, estaban agrupados en radios muy pequeños y estas agrupaciones no presentaban un patrón de dirección. En cambio, los especímenes más grandes muestran un patrón muy diferente. No forman grupos, están distribuidos aleatoriamente en el lecho marino, pero sujetos a la direccionalidad de la corriente", añade.

Esta combinación, explica Mitchell, "solo puede encajar con que los Fractofusus grandes se formaron de propágulos fuera de la columna de agua mientras que los medianos y más pequeños crearon agrupaciones por una reproducción de tipo estolón". El hecho de que este doble patrón lo hayan comprobado en los tres yacimientos alejados entre sí por decenas de kilómetros, da más fuerza a sus conclusiones.



Usando un receptor propio de GPS, los investigadores pudieron establecer la distribución espacial de las colonias de 'Fractofusus'. / EG Mitchell

El uso de propágulos o estolones son dos de las estrategias más usadas en el reino vegetal, junto a la de las semillas, para la reproducción. Pero en otros reinos, los ejemplos escasean. Sin embargo, usar dos estrategias de reproducción combinadas no es tan excepcional entre los seres vivos actuales. Las esponjas y los corales, por ejemplo, combinan la reproducción asexual por medio de fragmentos o brotes con la sexual por medio de esporas.

Sin embargo, a pesar de esta aparente ventaja adaptativa, los Fractofusus, como todos los rangeomorfos y el resto de la vida del Ediacárico se extinguieron hace unos 540 millones de años. No se sabe el porqué, pero Mitchell da algunas posibles pistas: "Debido a que la gran mayoría de los Fractofusus eran clones de sus padres, el resultado de una reproducción asexual por estolones, su capacidad para adaptarse con agilidad pudo ser menor que la de los animales cámbricos".

Tomado de:

El País Ciencia

19 de junio de 2015

¿Por qué ha sido exitosa la legalización de la prostitución en Suecia?

AL ANALIZAR POCO A POCO EL ÉXITO DE ESTA LEY, TERMINAMOS COMPRENDIENDO QUE NO SE TRATA SÓLO DE UN PAPEL IMPLEMENTADO POR EL GOBIERNO
Quizá no existe un métier más antiguo que el de la prostitución o el sexoservicio. Sus usos y costumbres han superado las barreras espaciotemporales de las civilizaciones, a pesar del rencor y temor que este oficio ha llegado a levantar en ciertas poblaciones. Inclusive, podría decirse que su supervivencia se deriva de una rebeldía en contra de la simplicidad patriarcal, la cual alcanzó desgraciadamente sacrificios relacionados con abusos, maltratos violentos y distorsiones en la autopercepción.
Se trata de un circuito unilateral donde las sexoservidoras (y los sexoservidores) existen en función del placer de ese otro, aun si se sacrifica el propio bienestar tanto físico como emocional. Esto, en consecuencia, retroalimenta este paradigma donde el hombre ocupa toda la esfera de la vida pública y las mujeres “rebeldes”, las que se encuentran fuera del hogar, existen sólo para su placer y goce, sin merecer un mínimo de cuidado y atención humanitaria. 
Ante esta problemática en relación con la salud sexual de este grupo social, Suecia tomó en sus manos la opción de legalizar la prostitución en 1999. Se trató de una ley que invirtió la responsabilidad tradicional de las sexoservidoras como las responsables del crimen: mientras que se podía recibir dinero por sexo, el simple pago se convertiría en el crimen mismo; además, en caso de que la mujer o el hombre quisiera retirarse, tendría un seguro y apoyo para reintegrar su vida a otro trabajo. Al principio, algunos países se mofaron de dicho modelo político; no obstante, con el paso del tiempo, este país comenzó a expresar cambios humanitarios (y hasta financieros). 
A 16 años de la legalización de la prostitución, la Swedish Sex Purchase Act demostró tener efectos positivos en la población: los niveles tanto de prostitución como de tráfico de personas disminuyeron significativamente. De hecho, de acuerdo con el Ministerio de Justicia de Suecia, la práctica del sexoservicio se redujo prácticamente a la mitad. Inclusive se temía que con la ley se incrementara una ola de violencia en contra de las trabajadoras sexuales, sin embargo no hubo rastros evidentes de dicho fenómeno. 
Al analizar poco a poco el éxito de esta ley, terminamos comprendiendo que no se trata sólo de un papel implementado por el gobierno. Es verdad que empezó como una propuesta política, sin embargo continuó como un proyecto educativo para sensibilizar tanto a la población como a la misma autoridad en temas de sexualidad y derechos sexuales. Esta ley se convirtió en un modelo de vida en función de la igualdad de genero en términos del deseo y la práctica sexual, donde tanto hombres como mujeres son seres sexuados con necesidades integrales (físicas, fisiológicas, emocionales, psicológicas…); con una necesidad intrínseca de respuesta, de vulnerabilidad y de comprensión; con la necesidad de intimar con otro a través de las relaciones consensuadas, reales, igualitarias. 
En países como México, cuyo paradigma sexual tiene la base culpígena judeocristiana, este modelo parece casi imposible de ejercer. En caso de formalizar una ley encargada de legalizar la prostitución, los niveles del tráfico de personas, el abuso y la negligencia de la fuerza legal continuarían. Debido al enfoque de la educación sexual en el país, donde los principales focos de información sólo son en función de la reproducción y las ITS (Infecciones de Transmisión Sexual), se desconoce realmente el derecho a una vida sexual plena y segura, libre de coerción y maltrato. En consecuencia, la hipotética ley en este país se convertiría sólo en una personalidad aparentemente normal, sin efectuar un ápice de cambios en la igualdad de derechos para las trabajadoras sexuales ni su clientela, donde las primeras se enfocan en la inflamación del narcisismo de los segundos como una demanda latente.
Fuente:

18 de mayo de 2015

Siete alternativas para hacer crecer nuevas células en el cerebro (y volvernos más inteligentes)

Hace algunos años se creía que el cerebro era un sistema relativamente estático —nuestras conexiones neurales podían desligarse y nuestras neuronas destruirse pero no transformarse, regenerarse o formar nuevas conexiones sinápticas. Esta creencia hizo que muchos creciéramos bajo un extraño paradigma en el que se nos decía que debíamos de atesorar nuestras neuronas —porque jamás podríamos recobrarlas— y en este sentido ingerir drogas era un acto severo, contranatural, digno de la más abyecta estupidez. Bajo esta impronta uno incluso podía experimentar una nostalgia por neuronas perdidas, una especie de efecto de miembro fantasma entre los tallos neurales de flores decapitadas.
Evidentemente el daño cerebral es una realidad —pero es una realidad dinámica y reversible. Por suerte para aquellos que exploraron quizás un poco demasiado las dimensiones psiconáuticas, también es una realidad la neuroplasticidad —la capacidad de transformarse estructuralmente que tiene el cerebro adulto—, y la neurogénesis —la capacidad que tiene el cerebro adulto de regenerar células o generar nuevas neuronas. El cerebro se comporta como un sistema abierto (por no decir holístico) que puede ser cincelado lo mismo por estímulos químicos que por estímulos emocionales o meméticos  y nuestras neuronas, particularmente las del hipocampo y la zona subventricular, son como salamandras que transmutan en el fuego electroquímico de la sinapsis.
Investigación científica reciente muestra que la neurogenésis y la neuroplasticidad podrían tener un papel importante en el aprendizaje y la memoria en el cerebro adulto, así como ser un factor vital en la reducción del estrés y en el tratamiento de la depresión. Un estudio incluso sugiere que nuestro estado de ánimo podría ser regulado por la plasticidad  —por el movimiento dinámico de nuestras neuroconexiones—– más que por la química.
Emerge un nuevo paradigma, un nuevo mapa —y el mapa no es el territorio porque el territorio se está moviendo siempre. La neuroplasticidad sugiere que las conexiones individuales en el cerebro están siempre recreándose, según cómo se usan. En inglés se dice “neurons that fire together, wire together”/”neurons that fire apart, wire apart” (las neuronas que disparan al mismo tiempo se conectan entre sí, las que disparan o se encienden por separado conectan aparte). Esto significa que constantemente están emergiendo nuevas relaciones sinápticas, nuevos mapas corticales —colectivos que desempeñan funciones específicas pero que pueden estar separados. La sinfonía cerebral actúa de manera global, continentes aparentemente inconexos llegan a sincronizarse para ejecutar operaciones complejas al unísono.
La capacidad neuroplástica del cerebro puede ejemplificarse en el desarrollo de la capacidad de ecolocación que algunas personas ciegas logran recableando su cerebro. Resonancias magnéticas muestran que estas personas adaptan áreas de procesamiento visual para esta nueva habilidad de ecolocación, en la que intervienen áreas de procesamiento auditivo.
De la neuroplasticidad y de la neurogénesis surge la posibilidad de tomar control de los procesos neurales y, como si nuestro cerebro fuera una etérea plastilina, esculpir estados mentales de diseño. Según Michael Merzenich, uno de los pioneros en el campo de la neuroplasticidad, los ejercicios mentales pueden ser tan útiles como las drogas para tratar padecimientos tan severos como la esquizofrenia (pero, ¿quizás la gimnasia mental podría curar no sólo enfermedades del cerebro sino de todo el organismo?). De este nuevo acercamiento se atisba toda una gama de posibilidades: la dirección de orquestas neurales, el self-hacking, la reingeniería de neuronas y la manipulación de mapas corticiales para el aumento de funciones específicas o, por supuesto, para la sanación de daño cerebral —así que nunca es demasiado tarde para hacer de tus neuronas, especialmente de los astrocitos, vitales en la neurogénesis, nuevas y brillantes constelaciones en tu propio firmamento.
1. Ejercicio físico
Un estudio realizado por el Dr. Kwok Fai So de la Universidad de Hong Kong mostró un correlación entre personas que solían correr frecuentemente y la neurogenésis. “Investigación ha demostrado que el ejercicio puede mejorar el estado de ánimo y la cognición y también se ha demostrado que un déficit en la neurogénesis adulta puede resultar en una depresión”. El estrés, especialmente la depresión, llegan a encoger el hipocampo —una de las zonas en la que ocurre la neurogénesis. Científicos creen que existe una relación entre el ejercicio, y en general aquello que reduce el estrés, con la neurogénesis.
 2. Meditación
Uno de los líderes en el campo de la investigación neurocientífica de la meditación, el Dr. Herbert Benson, de la Universidad de Harvard, ha estudiado lo que llama “la respuesta de relajación”, la cual induce una serie de cambio bioquímicos en el cerebro. Benson sugiere que la meditación renera células cerebrales, reduciendo de esta manera el estrés.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oregon indica que la técnica de meditación conocida com IBMT (entrenamiento integral de mente cuerpo) puede facilitar la neurogenésis.
3. Comida /Antocianinas
Consumir antocianinas, pigmentos hidrosolubles que pueden encontrarse en las zarzamoras, arándanos, frambuesas y hasta en el vino, parece tener propiedades neuroregenerativas. Comer este tipo de moras silvestres es recomendado para prevenir el Alzheimer y podría tener un efecto positivo en la función del hipocampo.
Otros alimentos que se cree podrían fomentar la nuerogénesis son los alimentos ricos en Omega-3 o fitonutrientes como la oroxilina.
4. Reducción de calorías /ayuno
Un estudio publicado en el Journal of Molecular Science muestra que la restricción de calorías produce estados favorables para la neurogénesis: ratas a dieta desarrollaron nuevas neuronas en el hipocampo.
Diferentes tradiciones, particularmente en Oriente, hablan sobre la importancia de celebrar ayunos con cierta regularidad para restaurar las funciones corporales y cognitivas. Es posible que una ciencia del ayuno pueda llevar a la neurogénesis.
5. Tener (mucho) sexo
Como hemos visto la neurogénesis —y en general la salud— está ligada a la reducción del estrés y a promoción de la relajación —la salud es tranquilidad en movimiento. Evidentemente uno de los actos que mayor reduce el estrés —en diversas capas— es el sexo.
Un estudio científico realizado por la doctora Benedetta Leunemuestra que mientras el estrés reduce la neurogénesis adulta y restringe la arquitectura dendrítica en el hipocampo, la copulación tiene el efecto opuesto, promoviendo la generación de nuevas células cerebrales. Explica Leuner:
Ratas adultas fueron expuestas a una hembra sexualmente receptiva una vez (aguda) o una vez diariamente por 14 días (crónica) y se midieron sus niveles de circulación glucorticoide [...]. Los resultados mostraron que experiencias sexuales agudas incrementaron los niveles de circulación corticoide y el número de neuronas en el hipocampo. La experiencia sexual crónica dejó de producir un incremento en los niveles corticoides pero continuó promoviendo la neurogénesis y estimuló el crecimiento de la espinas dendríticas y la arquitectura dendrítica. La experiencia sexual crónica también redujo el comportamiento relacionado con la ansiedad.
6.  Fotoestimulación /casco de luz infrarroja
Uno de los campos de investigación más interesantes pero menos probados es el de la estimulación de ciertas zonas cerebrales a través de la luz o el magnetismo.  Las populares máquinas de luz y sonido —LEDs programados a cierta frecuencia para emular ondas cerebrales y sonidos binaurales— llegan a generar estados similares a la meditación, por lo cual podrían también inducir estados de neurogénesis. El incipiente campo de la medicina biomagnética, basada en los pares magnéticos descubiertos por el Dr. Isaac Goiz, es un novedoso tratamiento para diferentes enfermedades, incluyendo la depresión, y quizás podría estimular las células del cerebro a regenerarse.
Un casco desarrollado por  el Dr. Gordon Dougal, de la empresa Virulite, asegura revertir la demencia senil, regenerando neuronas  a través de la estimulación de luz infrraroja.

7. Ayahuasca/antidepresivos
Se sabe que algunos antidepresivos,  inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina,facilitan la neurogénesis. Sin embargo, producen numerosos efectos secundarios, entre ellos la falta de libido (lo cual resulta un tanto contradictorio). Una alternativa a esto parece ser la ayahuasca, el cada vez más popular brebaje medicinal psicoactivo del Amazonas, utilizado con particular efectividad en el tratamiento de adicciones pero que podría tener aplicaciones incluso en la cura de enfermedades como el cáncer.
A diferencia de los antidepresivos, la ayahuasca, una medicina que algunos llaman un psicointegrador, ofrece una experiencia integral en la que los beneficios químicos son complementados por beneficios emocionales y hasta espirituales que redondean el tratamiento y permiten una asimilación más profunda.
Estudios con personas que han tomado ayahuasca por un periodo sostenido de tiempo muestran una mayor recaptación de serotonina. Según la investigadora Jace Callaway, esto se podría deber a la tetrahidroharmina que contiene la ayahuasca. Luego de dosificarse con esta molécula por seis semanas y  realizarse una tomografía computarizada por emisión de fotones individuales, Callaway descubrió un incremento en su recapatación de serotonina, algo que disminuyó cuando la dejó de utilizar.
Otro estudio, realizado por  Stuckey y Echenhofer en el California institute of Integral Studies, mostró que la ayahusca incrementa la coherencia en la banda de ondas gamma. Según el Dr. Luis Eduardo Luna: “La coherencia es una medida de la similitud del electroencefalograma en dos sitios distintos y puede considerarse una medida de comunicación entre dos regiones del cerebro. Una hipercoherencia distribuida ampliamente parece razonable dado los intensos y sinestéticos fenómenos que suelen ocurrir durante una experiencia de toma de ayahuasca”. Esta misma alta actividad de coherencia gamma ha sido observada en monjes zen en estados profundos de meditación.
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4 de mayo de 2015

Varones: ¿Les gustan los culos grandes de las mujeres?, eso tiene una explicación científica

En los últimos tiempos, no pasa una semana sin que la enésima imagen del voluptuoso trasero de Kim Kardasian se convierta en un fenómeno viral en las webs de todo el mundo. ¿Por qué fascina tanto? ¿Cuáles son las raíces de semejante obsesión planetaria?
Con los culos y las tetas, nos pasa un poco como cuando preguntas quién ve La 2. La gente dice lo que cree que debería ser y no lo que realmente es. Unos estudios antropológicos con culturas de todo el mundo, realizados hace más de una década, revelaron que a la mayoría de los hombres nos gustan las mujeres gorditas, con muchas curvas y senos grandes. Todo lo contrario del ideal televisivo o de Hollywood.
Existen universales compartidos por personas del mundo que son contradictorios con los que nos presentan las grandes casas de moda en las pasarelas: mujeres con poco pecho y muy delgadas. Un físico que, en principio, es menos eficaz para procrear. Así que, aunque sea sólo por una vez, vamos a a ser sinceros y arrojemos un poco de luz científica en este tema: ¿por qué a los hombres nos gustan que estas partes del cuerpo sean grandes? 
La hipótesis tradicional, desde la biología evolutiva, siempre especuló sobre la idea de que una mujer con caderas anchas es más fértil y además tendrá partos más sencillos. De esta manera se incrementan las posibilidades de supervivencia de la progenie. La misma lógica siguen el tamaño de los senos y la consecuente capacidad de producir alimento para el bebé. Desde la primatología se añade un elemento mas: los culos grandes recuerdan al hinchazón del trasero que experimentan algunas hembras de primate cuando están celo. Del mismo modo, los labios carnososo pintados de rojo recuerdan ese estado.
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8 de abril de 2015

El secreto de los juguetes: por qué son tan necesarios para los niños

La campaña navideña es una época de estrés para los padres, ilusión para los niños y fundadas esperanzas para el sector juguetero español, que concentra en las tres últimas semanas del año viejo y la primera del nuevo más del 40 % de sus ventas anuales. Y pese a la feroz competencia del ocio electrónico –videojuegos, aplicaciones para dispositivos móviles, gadgets adaptados al mercado infantil…–, el objeto tridimensional y manoseable de toda la vida sigue acaparando gran parte del espacio debajo del abeto. ¿De dónde surge la necesidad por acunar una muñeca, dar patadas a una pelota o vivir aventuras intergalácticas moviendo figuritas articuladas de plástico?

El filósofo holandés Johan Huizinga (1872-1945) definió al ser humano como Homo ludens por su capacidad única para jugar, pero en realidad no es un comportamiento exclusivo de nuestra especie, ni mucho menos. Numerosos animales lo practican: desde las arañas juveniles, que simulan la copulación para mejorar sus habilidades sexuales en la fase adulta, a las crías de delfines, que se divierten haciendo burbujas. Un caso especial entre los mamíferos es el de los perros, que siguen comportándose como cachorros cuando ya están en edad de procrear. Algunas personas hechas y derechas que todos conocemos comparten ese talante juguetón tardío.

Desde el punto de vista de la neurociencia, las actividades lúdicas fortalecen dos áreas de la masa gris: el cerebelo, que coordina los movimientos, y el lóbulo frontal, asociado a la toma de decisiones y el control de los impulsos. Y como se ha comprobado experimentalmente, el juguete cumple un papel clave en esos procesos de maduración, pues sirve para que los niños más pequeños aprendan la relación causa-efecto –“si empujo el cochecito, se mueve”– y ejerciten el cálculo de probabilidades mediante el ensayo-error.


Atención, abstracción, memoria y representación

Petra María Pérez Alonso-Geta, catedrática de Teoría de la Educación de la Universidad de Valencia y miembro del Observatorio del Juego Infantil, abre aún más el abanico de los beneficios de los juguetes:  “Son un vehículo para desarrollar habilidades como la atención, la abstracción, la memoria, la representación, la simbolización o la resolución de problemas. Por eso, en todas las culturas y en todos los tiempos, los niños juegan con ellos”.

En el ámbito de la psicopedagogía, todavía se sigue a pies juntillas la clasificación  elaborada hace décadas por Jean Piaget (1896-1980). Para este influyente teórico suizo, existen tres modalidades de juguetes, acorde con la evolución mental de los infantes: hasta los dos años, sonajeros, espejos y muñecos musicales estimulan los sentidos y la motricidad; de dos a seis años, aparecen los disfraces, las cocinitas o los juegos de construcción, que promueven la memoria, el autocontrol y la imaginación; y a partir de los seis, los niños se someten a los reglamentos complejos de los deportes, juegos de mesa o actividades como la comba y la rayuela. Así se inician en el despiadado mundo de la competitividad humana.

Dada la importancia que, como ya quedó sobradamente apuntado, tienen los juguetes en el desarrollo intelectual de los cerebros más tiernos, algunos padres llegan a obsesionarse con la etiqueta educativo. Según la socióloga francesa Sandrine Vincent, es sobre todo en las familias más acomodadas y las parejas con profesiones liberales donde se aprecia la preocupación por que los más pequeños aprendan jugando, mientras delegan en los abuelos los regalos más divertidos.

Sin embargo, muchos creen que semejante dicotomía carece de sentido.“Yo suelo decir que cualquier cosa que sirva al desarrollo de las capacidades cognitivas educa”, nos explica Pérez Alonso-Geta. Catherine Tamis-LeMonda, profesora de Psicología Aplicada en la Universidad de Nueva York y autora de varios estudios sobre el aprendizaje en la infancia, también lo ha expresado con rotundidad: “Son oportunidades para jugar, explorar y socializar. Si el juguete educativo lo consigue, perfecto, pero si un objeto corriente lo hace, producirá el mismo efecto”.

Porque a menudo triunfa lo más simple, como ponía humorísticamente de manifiesto aquel famoso anuncio televisivo en el que un chaval abría un paquete y gritaba alborozado: “¡¡¡Un palo...!!!”. Otra reconocida especialista en la materia, la psicóloga Kathy Hirsh-Pasek, autora del libro Einstein nunca memorizó, aprendió jugando, aboga por ese tipo de objetos sin estructura definida, que favorecen la libertad de acción, como la clásica caja de cartón.

Un experimento muchas veces citado en la literatura académica llamaba la atención sobre el potencial de los objetos más cotidianos. Los científicos dejaron a varios niños de entre tres y cuatro años trasteando con servilletas, destornilladores –¡eran los años setenta!–, palos y clips de oficina. En otro grupo, los pequeños se limitaban a ver cómo los manejaban los adultos. Luego, al preguntarles los posibles usos de esos útiles, los primeros se mostraron mucho más ingeniosos: el contacto físico, la experimentación con sus propias manos, había despertado su tierna imaginación.


¿Juguetes sexistas?

De todos modos, si hay un fenómeno que ha intrigado a padres, educadores e investigadores en los últimos años es el de losestereotipos sexuales. Porque da la impresión de que el encasillamiento no ha hecho más que acentuarse, a diferencia de lo que ocurre en la sociedad. Por ejemplo, la socióloga Elizabeth Sweet, de la Universidad de California en Davis, lo ha denunciado en el New York Times: “Hemos hecho grandes avances hacia la equidad de género en el último medio siglo, pero el mundo de los juguetes se parece mucho más a la década de los cincuenta”. Pero ¿hay razones innatas para que las niñas asuman papeles maternales, domésticos o sociales y los niños se decanten por el movimiento, la lucha y el deporte?  

Varios estudios parecen darles la razón a quienes creen que sí existe cierta predisposición biológica. Los primatólogos han comprobado que los machos de cercopitecos verdes y macacos rhesus prefieren jugar con camiones, mientras que las hembras de estos monos se decantan por las muñecas. En 2010, una investigación publicada en la revista Current Biology señalaba que las crías de chimpancé en el Parque Nacional Kibale (Uganda) adoptaban palos espontáneamente y los trataban como si fueran bebés.  

Según parece, hasta los tres o cuatro años, niños y niñas comparten a menudo los juguetes, pero a partir de esa edad empiezan a separarse. El fenómeno es más acusado con los chicos, que se enfrentan a la estigmatización cuando sus compañeros los pillan con algún objeto supuestamente femenino.

Pero la cultura está precisamente para emanciparnos del rígido reparto de papeles que fijó la evolución en los genes de nuestros antepasados. Por eso, en varios países están surgiendo iniciativas ciudadanas contra el sesgo sexista en los juguetes. Una de las más activas es la asociación británica Let Toys Be Toys, que convenció a doce grandes distribuidores –entre ellos, Toys ‘R’ Us y Marks & Spencer– para que ordenaran sus artículos por intereses o temas, no en las categorías niños/niñas.  

Antes, en 2011, la neurocientífica Laura Nelson consiguió que la célebre juguetería Hamleys, en Londres, aboliera la misma distinción por géneros en sus plantas. En España también hay ejemplos de movilizaciones en esta línea, como la Campaña del Juego y el Juguete No Sexista y No Violento, promovida anualmente por el Instituto Andaluz de la Mujer.

El caso es que, objetivamente, los estereotipos no han perdido vigencia en lo que llevamos de siglo XXI. Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos, en Madrid, analizaron 595 anuncios televisivos entre las campañas navideñas de 2009 y 2011 y llegaron a la conclusión de que, predominantemente,inducían “al aprendizaje de valores como diversión y competición, riesgo y agresividad para el caso de los chicos, y de belleza y apariencia, el cuidado de los otros o la atención del hogar en el caso de las niñas”. 

Y es que, aparte de inculcar los valores igualitarios, el intercambio de roles acarrea indudables beneficios psicológicos: mientras que los juegos de construcción aumentan el interés de las chicas por la tecnología y la ingeniería, cocinar favorece la vena creativa de los chavales, por ejemplo.

Otro motivo de preocupación contemporánea es la eclosión de las pantallas táctiles. Dejando al margen la censurable práctica de algunos padres comodones, que dejan los smartphones a sus hijos como una especie de sonajero virtual para que los dejen tranquilos, los especialistas están divididos sobre sus ventajas o inconvenientes con respecto al juguete convencional.

Algunos, como el psicólogo uruguayo Roberto Balaguer, creen que los dispositivos móviles están “más cerca de la simulación” y que sus videojuegos ayudan a “manejar grandes flujos de información, a lidiar con el error y la equivocación de una manera más sana, a perder”. Otros, aunque reconocen que todavía es un campo incipiente de investigación, sospechan que no favorecen precisamente la dimensión social del individuo y pueden producir problemas de comportamiento, sobre todo en los menores de tres años. Rahil Briggs, psicóloga infantil en el Montefiore Medical Center de Nueva York, incluso ha llegado a plantear que retrasan la adquisición del lenguaje.

Es verdad que hay aplicaciones muy interactivas y gratificantes, pero a menudo tabletas y móviles se convierten en una suerte de teles portátiles para ver dibujos. De los padres depende fomentar un buen uso, porque no se puede –ni conviene– poner puertas a la tecnología.

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27 de marzo de 2015

Por qué la discriminación es económicamente dañina (además de estúpida)

La Unión Civil ahora se discute en todos lados. Pero, como suele pasar, no siempre con los argumentos más informados ni tampoco de manera alturada. Pensando en tu sobremesa, en tus momentos de esparcimiento y tus viajes en el micro (cualquier momento en el que estés dispuesto a entablar debate público) es que ponemos estos argumentos para que puedas discutir con un poco más de razón.

Para la ciencia, la orientación sexual es genética

Foto: RPP
Foto: RPP
Por lo tanto no necesita una cura, no se trata de una enfermedad:
En primer lugar, es importante definir lo que significa orientación sexual. Orientación sexual es la cualidad personal que hace que un ser humano sea sexual y emocionalmente atraído a una persona del mismo sexo, del sexo opuesto, de los dos sexos o a ninguno de los dos sexos. Esas orientaciones son llamadas homosexualismo, heterosexualismo, bisexualismo y asexualismo, respectivamente.
Recientes y múltiples investigaciones han revelado que esa orientación sexual no es una opción que la persona escoge en el transcurso de su vida, sino que nace con ella y es producto de complejas interacciones en el desarrollo gonadal, hormonal y cerebral del ser humano. En otras palabras, no existe ser humano que a los 15, 20 o 60 años escoja de un día para otro tener una orientación sexual diferente a la asignada a su sexo biológico (varón o mujer). Del mismo modo, es mito prehistórico creer que porque la niña juega con soldaditos, el niño juega con muñecas o porque un hombre fue violado en la cárcel va a tener un cambio de orientación sexual por el resto de su vida.
Nótese la parte referente al “mito prehistórico”porque justamente ese retraso es el que permite que alguien pueda comparar la homosexualidad con la pedofilia.

Y no, no es lo mismo

Foto: RPP
Foto: RPP
Como he leído esto demasiadas veces, no tengo más remedio que comentarlo: “Si se legaliza el matrimonio homosexual, luego se pedirá que se legalice la zoofilia, la pedofilia o la necrofilia. Es decir, puro libertinaje”.
No pues, amigo homófobo que a pesar de todo quiero tanto. Las relaciones homosexuales se diferencian de todas las otras que mencionas por una simple razón: en ellas existe un consentimiento de dos personas con libre albedrío. Algo que, como sabemos, ni los niños pequeños abusados por pederastas, ni los animales sometidos por zoofílicos ni los muertos extraídos de sus tumbas por necrófilos poseen. Así que esas comparaciones además de ofensivas son irrelevantes.
Si digo esto es por tu bien. Porque si piensas de esa forma y encima lo manifiestas quedas como un Carlos Tubino cualquiera, y créeme que ya nos basta con escuchar a un tipo emitiendo estupideces de este calibre todo el día como para que tú encima le hagas coro.
Pero como en este mundo de dinero dinero dinero  todo tiene que impactarte en el bolsillo para que te atrevas a ser socialmente responsable, también podemos afirmarte que la discriminación es económicamente dañino.

¿Cómo así?

Foto: Lima Gris
Foto: Lima Gris
Principalmente porque las decisiones que se toman socialmente están siendo excluyentes de una parte de sí: por ejemplo, una mujer que no es contratada por serlo, un afrodescendiente cuyas oportunidades son limitadas. Esto genera que la toma de decisiones sea asumida por personas que quizás no son las más preparadas para hacerlo.
Es como limitarte, ponerte una barrera, y esperar cumplir con todas tus metas a cabalidad. Así lo describe Verónica Zavala Lombardi con mayor precisión:
¿Y qué pasa con la discriminación LGBT? Todos sabemos que hay esos mismos costos (sub-utilización e ineficiente combinación de talentos, costos directos en salud, etc.) pero hay un gran reto en cuanto a los datos: la información sobre sexo y raza es abundante en tanto que la de orientación sexual es casi inexistente (tanto a nivel censal como a nivel de empresas). Por eso hoy, tanto agencias bilaterales de desarrollo como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), estamos comenzando a invertir en generar el conocimiento que permita estimarcuánto deja de crecer el PBI de un país por discriminar a la población LGBT. Estudios preliminares, como el liderado por Lee Badgett para la Asociación Internacional para el Desarrollo (AID), señalan una relación estrecha entre desarrollo económico y homofobia -a menor desarrollo económico, mayor homofobia- y que ello se debe a menor productividad, mayores costos en salud pública y en programas sociales además de incentivos inadecuados para la eficiente inversión en capital humano. Otro conjunto de estudios de corte econométrico estima la relación entre mayores derechos a la población LGBT (desde la descriminalización de las relaciones hasta el matrimonio o la adopción) y bienestar económico. La relación es positiva e impactante: cada derecho adicional corresponde a un mayor PBI per cápita de 320 dólares. Esto no quiere decir que el PBI crece 320 dólares por aprobar cada derecho, pues en ese mayor per cápita se mezclan, por decirlo, el huevo y la gallina: (i) mayor productividad y menores costos vinculados a la homofobia, (ii) mayor acumulación de capital humano al reducir la discriminación en las escuelas, (iii) el hecho que países con mayores ingresos tienden a tener valores post-materialistas y (iv) que hay también una modernización estratégica que es resultado de otorgar derechos para conseguir los beneficios que estos generan (por ejemplo turismo, comercio, o gasto en bodas). Saber cuánto es atribuible a cada factor y qué políticas son las adecuadas para corregir la discriminación es una nueva tarea de las instituciones de desarrollo y de los gestores del desarrollo en cada país.
Y con todo esto, ¿te sigue pareciendo viable optar por la discriminación? Piénsalo.
Tomado de:
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