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24 de enero de 2015

Maya Penn: activista y empresaria de 14 años

Maya es, activista, diseñadora, animadora, programadora, conferencista, filántropa, escritora, ilustradora, entre otros talentos.


La diferencia entre la gente buena y la que cambia el mundo para bien es lo que la última se atreve a hacer. No hay una edad límite para empezar a hacer algo que modifique nuestro entorno.
Maya Penn es una chica de sólo 14 años que lleva la mitad de su corta vida emprendiendo. Ahora es diseñadora de moda ecológica, autora de libros para niños, ambientalista, animadora, programadora, filántropa, entre otros talentos.
La nota completa en:

19 de enero de 2015

El sueño: la clave para que los bebés aprendan más...



Bebés
Las averiguaciones ayudan a explicar por qué los bebés pasan la mayor parte de su tiempo durmiendo.

La clave para el aprendizaje en los primeros años de vida es una larga siesta, dicen los científicos.
Los ensayos con 216 bebés de hasta 12 meses de edad indicaron que eran incapaces de recordar informaciones nuevas si no duermen largo rato después de recibirlas.
El equipo de la Universidad de Sheffield, Inglaterra, sugirió que el mejor momento para aprender puede ser justo antes de dormir, y destacó la importancia de la lectura a la hora de acostarse.
Los expertos dijeron que el sueño puede ser mucho más importante en los primeros años que en otras edades.
Los bebés pasan más tiempo durmiendo que en cualquier otro momento de la vida adulta.
Sin embargo, los investigadores dijeron que "sorprendentemente, poco se sabe" sobre el papel del sueño en el primer año de vida.

Aprende, duerme, repite

Los científicos enseñaron a los bebés de seis a 12 meses de edad tres nuevas tareas que implicaban jugar con títeres.
La mitad de los bebés durmió en las cuatro horas despues del aprendizaje, mientras que el resto o bien no tenía sueño o dormía la siesta por menos de 30 minutos.
Al día siguiente, se alentaba a los bebés a repetir lo que les habían enseñado.
El artículo completo en:

1 de septiembre de 2014

Esto es lo que sabemos del cerebro y la mente del adolescente


cerebro 

Desde siempre hemos considerado que la adolescencia representa una etapa muy problemática de nuestra vida. Y es correcto, aunque solo en parte. La adolescencia representa aproximadamente un tercio de nuestro desarrollo antes de alcanzar el estado adulto. El hecho de que la especie humana dedique tanto tiempo a la adolescencia ha de tener una explicación en términos adaptativos. Los expertos de los años noventa del siglo XX especulaban con la posibilidad de que esta etapa tan larga representara una especie de preparación para llegar a ser adultos con la experiencia suficiente para lograr reproducirnos de manera responsable. En otras palabras, en esa larga etapa aprenderíamos a ser mejores padres, lo que conllevaría una ventaja selectiva para la especie. Al fin y al cabo, el éxito de las especies se mide por su capacidad para dejar descendientes en la siguiente generación.

La adolescencia es un período de cambios muy evidentes en nuestro organismo y en nuestro comportamiento. Durante la adolescencia se producen cambios hormonales significativos de consecuencias muy obvias, la estatura se dispara (sobre todo en los chicos) mediante el llamado estirón puberal y nos alejamos cada vez más de nuestros progenitores con el deseo de independizarnos lo antes posible. Es ley de vida. Los especialistas en el cerebro se han preocupado por saber que sucede en el cerebro de los adolescentes. Está muy claro que la mente de los chicos y chicas de estas edades está experimentando cambios muy importantes. Los pensamientos y el comportamiento de los adolescentes revelan esos cambios.

Hace unos días escribía sobre la ralentización del desarrollo del cerebro, como una adaptación fundamental del género Homo. Los expertos en neurociencias están demostrando que esta ralentización se prolonga hasta bien entrada la veintena. Nuestra larga adolescencia es una buena estrategia para completar el proceso, aunque es necesario entender algunos matices no menos importantes e inquietantes.

Durante la adolescencia el cerebro experimenta una reorganización muy importante de las conexiones neuronales. Perderemos aquellas que fueron necesarias en los primeros años de vida a cambio de conseguir otras muchas imprescindibles para vivir la vida como adultos. Este cambio nos produce cierta desorientación, porque nuestros valores, necesidades, inquietudes, gustos, etc. están cambiando en poco tiempo. Despertamos a una nueva realidad, mucho más compleja que la añorada inocencia infantil, pero a la vez sumamente interesante. Nos comemos el mundo, porque estamos llenos de vitalidad. En no pocas ocasiones, esa pasión resulta en un desenlace fatal. Además, esos cambios pueden degenerar en determinadas enfermedades mentales, como la esquizofrenia. Es el precio que pagamos como especie, aunque suene muy duro. Pero lo más natural es salir triunfantes de la adolescencia, con un mente mucho mejor preparada.

Por otro lado, las prolongaciones nerviosas de todo el cuerpo, incluyendo por supuesto las cerebrales, se irán protegiendo progresivamente con la vaina de mielina que producen ciertas células del sistema nervioso. La consecuencia final será una velocidad de transmisión de los impulsos nerviosos hasta cien veces más rápida. Un cambio nada desdeñable, que suele terminar hacia los 24 ó 25 años Como resultado, habremos conseguido un cerebro mucho más eficaz para enfrentarnos al medio. En definitiva, nuestra especie completa el desarrollo del cerebro ¡casi veinte años más tarde que en los chimpancés! Y lo más interesante es que nuestro cerebro tendrá todavía suficiente plasticidad para seguir aprendiendo durante muchos años, al menos hasta que algún proceso degenerativo termine con esa capacidad. Es por ello que nunca tendríamos que arrojar la toalla en lo que se refiere al aprendizaje. Durante muchos años tendremos posibilidades para crear, innovar, aprender, estudiar, analizar, criticar, opinar o juzgar. Nuestro cerebro nos lo permite, a menos que otros decidan por nosotros.

Tomado de:

Reflexiones de un primate

18 de mayo de 2014

Los secretos de longevidad para vivir hasta los 115 años

Nacida en el año 1890, Hendrikje van Andel-Schipper falleció en 2005 a la avanzada edad de 115 años. Hendrikje donó su cuerpo a la ciencia. Hasta cerca de su fallecimiento, se mantuvo en un aceptable estado de salud física y mental, y era capaz de mantener una conversación. ¿Cuál fue se secreto para conseguir vivir hasta los 115 años?


Los científicos han examinado su sangre y otros tejidos encontrando cosas interesantes. Por un lado encontraron que cerca de dos tercios de los glóbulos blandos de la sangre habían sido producidos por solo dos células madre, según viene reflejado en un artículo de la publicación New Scientist, las células madre crean glóbulos blancos en la sangre, que son responsables entre otras funciones de la lucha contra las infecciones. Por lo general, alrededor de 1000 células madre son las encargadas de formar los glóbulos blancos. Las células madre mueren a lo largo de los años y ésto es el fundamento del límite de la vida. Pero puede ser posible salvar a las células madre en su nacimiento o juventud, conservarlas fuera del cuerpo y volver a inyectarlas más tarde, para alargar la vida.

En otro estudio publicado esta semana en la revista Genome Research, se presenta una serie de mutaciones en los góbulos blancos de la sangre de Hendrikje, pero se encontró que todas ellas eran inofensivas. Probablemente se trata de un sistema inmunológico capaz de eliminar células con mutaciones peligrosas, aunque no queda muy claro. Cuando se produce una mutación existe una puerta al proceso de selección natural aunque algunas mutaciones pueden llevar al cáncer.

Otro de los grandes descubrimientos que espera lograr la comunidad científica es como ésta mujer pudo evitar el alzheimer comparando su genoma con el de las personas con esta enfermedad.

Fuente:

Xakata Ciencvia

30 de abril de 2014

Según 'Starcraft 2', la velocidad de rendimiento cognitivo entra en declive a los 24 años

Según un estudio de la Universidad Simon Fraser (Canadá), publicado en la revista Plos One, a los 24 años se alcanza el punto máximo en términos de desarrollo motor y cognitivo. A partir de esas edad empieza ya el declive.

Para realizar el estudio, se llevó a cabo un análisis de los registros de rendimiento online de 3.305 jugadores, con edades comprendidas entre los 16 y los 44 años de edad, con el videojuego Starcraft 2 (de Blizzard, los responsables de World of Warcraft). ¿Por qué Starcraft? Porque a juicio de los investigadores es una suerte de ajedrez de alta velocidad.


En consecuencia, se analizó de qué forma respondieron los jugadores a sus oponentes y qué tiempo emplearon para reaccionar en base a miles de horas de las estrategias cognitivas en tiempo real. Los resultados los resume Joe Thompson, autor principal del estudio:
después de los 24 años, los jugadores muestran una desaceleración en sus reacciones; esta disminución del rendimiento cognitivo estaba presente incluso en los jugadores con más habilidad.
La buena noticia es que la experiencia adquirida con los años también provoca que nos desenvolvamos con más eficiencia, lo cual hace compensar la pérdida de velocidad originada por la edad.
Si tienes 39 años, y compites contra un persona de 24 años, y los dos están en el mismo nivel de habilidad, se espera que el efecto de la edad compense una gran parte de tu desempeño.
Con todo aún hay lagunas, como un sesgo sexual: sólo 20 de los 3.000 participantes eran mujeres.

Fuente:

Xakata Ciencia

14 de abril de 2014

Somos más felices cuando cumplimos los ochenta años...

  • La felicidad llega a los ochenta, a pesar de los achaques de salud y la pérdida de calidad de vida

  • Así lo asegura un estudio realizado entre 10.000 adultos en Gran Bretaña

  • Muestra que los octogenarios están más satisfechos que los que tienen 50 o 60 años


Cuanto más viejos, más felices. A pesar de los achaques de salud y de la pérdida de la calidad de vida, los mayores de ochenta años son por lo general más felices que los que se encuentran entre la franja de los cincuenta y los setenta, de acuerdo con un estudio realizado entre 10.000 adultos en Gran Bretaña y publicado esta semana en Journals of Gerontology.

"Nuestro estudio tira por tierra el mito de que la vejez es un momento inevitable de infelicidad", sostiene el doctor Stephen Jivral, de la Universidad de Londres y autor del estudio realizado con hombres y mujeres mayores de cincuenta años.

"Las dificultades en la vida diaria y la disminución del bienestar a partir de cierta edad no influyen aparentemente en el grado de felicidad que se tiene en el estado avanzado de la vida", asegura Jivral. "Lo que más parece pesar a esa altura es la sensación de logro en la vida".

Balance de la vida

"Al cumplir los ochenta años, uno suele mirar hacia atrás y pasar revista a todo lo vivido", añade el doctor Jivral. "Cuando a alguien se le pregunta a esa edad por el nivel de satisfacción, lo normal es que responda que es bastante alto. También puede estar probablemente relacionado con la percepción de la fragilidad y de la propia mortalidad".

El estudio confirma de alguna manera y da incluso más relevancia a las conclusiones de la psicología positiva. Según Martin Seligman, autor de La auténtica felicidad, el "sentido de la vida" (vinculado a la sensación de logro personal) es un factor más decisivo que la salud y el dinero para contribuir a la sensación de bienestar subjetivo.

"Nuestra investigación demuestra que el significado de felicidad, entendida como la manera en que juzgamos nuestro grado de satisfacción con la vida, va cambiando con la edad", concluye el doctor Stephen Jivral. "Las prioridades de la gente varían con los años. Todos aprendemos de alguna manera a apreciar o valorar más lo que hemos conseguido".

Fuente:

El Mundo Ciencia

26 de febrero de 2014

Atención mujeres: A los 70 tendrán el "mejor sexo de toda su vida"...

Pareja madura

Las mayores de 70 años son más aventuradas y confiadas en su sexualidad, dice Krasnow.

Según la creencia popular, el deseo y la actividad sexual menguan con la edad, especialmente en las mujeres. 

Pero una académica de la Universidad Americana de Washington, en Estados Unidos, encontró que las mujeres mayores de 70, 80 e inclusive hasta los 90 años disfrutan de la mejor actividad sexual de sus vidas.
Iris Krasnow, autora y profesora de Periodismo y Estudios de la Mujer, entrevistó a 150 mujeres entre los 20 y 90 años sobre sus secretos más íntimos y tuvo conversaciones sorprendentes y reveladoras que acaba de publicar en el libro "Sex After...: Women Share How Intimacy Changes as Life Changes" ("El sexo después de...: mujeres comparten cómo cambia la intimidad a medida que la vida cambia").
Krasnow abordó el tema desde varios ángulos, indagando sobre la actividad sexual en diferentes etapas de la vida, después de la universidad, después de la maternidad, después de la menopausia, después de la viudez.

Encontró que las mujeres mayores eran más aventuradas y más confiadas en su sexualidad que las jóvenes que están en la etapa del "enganche" o el cortejo.

El artículo completo en:

BBC Ciencia

23 de octubre de 2013

Colombia: Joven logra reemplazar combustible por agua para operar un vehículo

La colombiana Vanessa Restrepo Schild, con solo 20 años, logró generar energía a partir de agua tratada por medio de procesos biológicos.


Indudablemente uno de los mayores retos que enfrentamos a nivel generacional radica en romper más de un siglo de nociva dependencia de los hidrocarburos. Por fortuna en la última década se han concentrado grandes recursos en desarrollar alternativas energéticas, sin embargo aún no se ha consolidado una opción accesible de energía limpia.

Utilizando un prototipo de automóvil, la adolescente colombiana Vanessa Restrepo logró utilizar agua como fuente de energía, en este caso como sustituto de combustible en el pequeño vehículo. Partiendo de la premisa de que el cuerpo humano esta constituido, en buena medida, por agua, y que a su vez requiere tanta energía, la joven replico bioquímicamente el procesos celular que aprovecha el agua como fuente de energía. Y funcionó.

Vane Profile final

En entrevista para un diario de su país, Vanessa es tajante al compartir cual es su principal fuente de inspiración (‘casualmente’ la misma que la de todos los grandes inventores):

Para mí, la naturaleza es la máxima expresión de la tecnología. La evolución de los seres vivos lleva muchísimo más tiempo que los seres humanos. Nosotros somos nuevos. Entonces, nosotros hacemos un teléfono, luego un celular, luego un Blackberry, luego un iPhone y cada vez se tienen más respuestas. Pues resulta que la evolución de los seres vivos tiene tantas incontables preguntas como innumerables respuestas.

La alquímica proeza de esta científica de 20 años le ha valido convertirse en la investigadora más joven de la prestigiada Universidad de Oxford. Y si bien su descubrimiento apenas ha sido aplicado en un vehículo de pequeña escala, diversos especialistas afirman que esta línea de investigación tiene altas probabilidades de revolucionar el futuro energético.

Tomado de:

Ecoesfera

13 de octubre de 2013

Los mejores (y los peores) países para ser viejo

Mujer yucateca, México (Foto Rafael Estefanía)

México fue claisificado en el lugar 56 del Índice Global de Vigilancia del Envejecimiento.

El ser humano está viviendo más años que nunca y la muestra es la lista cada vez más larga de centenarios en el mundo. Pero un nuevo informe deja algo en claro: pocos países tienen motivos para celebrar la longevidad.

No es lo mismo ser viejo en el norte de Europa, que ser viejo en el sur de Asia.
Y el ingreso de un país no tiene nada que ver el bienestar de los ancianos, afirma el primer informe global sobre el estado de los adultos mayores en el mundo.

El Índice Global de Vigilancia del Envejecimiento, que publica la organización de ayuda HelpAge International, es el primer estudio que clasifica a los países de acuerdo al bienestar social y económico de los adultos mayores.

Fue realizado en 91 naciones y analizó los beneficios que cada uno otorga en términos de pensiones, transporte confiable, empleo, espíritu comunitario y servicios de salud para las poblaciones de mayores de 60 años, unos 900 millones de personas.

Calidad de vida

La mejor calidad de vida para este grupo está en Suecia. La peor, en Afganistán, según el informe.

"Gracias a las mejores dietas, mejor sanidad, los avances médicos y la mayor prosperidad, la población mundial es más longeva" afirma Silvia Stefanoni, presidenta interina de HelpAge International.

"Se está avanzando tanto que para 2050 la generación de mayores de 60 años superará en números a la generación de menores de 15".

Pero agrega que, tal como lo demuestra el Índice, "hay una realidad muy presente de que millones de adultos mayores, siguen enfrentando condiciones de vida muy difíciles y una falta de acceso a los servicios escenciales".

Para el informe los investigadores tomaron datos de varias organizaciones internacionales, incluido el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud, la Organización Internacional del Trabajo y la UNiCEF.

Encontraron que después de Suecia, los países donde mejor calidad de vida tienen los ancianos son Noruega y Japón.

Fuente:

BBC Mundo

9 de octubre de 2013

¿Y si la adolescencia se prolonga hasta los 25 años?

Joven adolescente

Algunos expertos creen que la sociedad está "infantilizando" a los jóvenes.
Según las nuevas indicaciones que reciben los psicólogos en el Reino Unido, la adolescencia ahora dura hasta los 25 años de edad, para efectos de determinar la manera de administrar tratamientos a los jóvenes.
"La idea de que de repente a los 18 años eres un adulto simplemente no acaba de cuadrar", dice la psicóloga infantil Laverne Antrobus, que trabaja en la Clínica Tavistock de Londres.

"Mi experiencia con los jóvenes es que todavía necesitan una cantidad bastante considerable de apoyo y de ayuda más allá de esa edad", argumenta.

Antrobus cree que a menudo queremos que los jóvenes logren hitos muy rápidamente, pero que ahora "nos estamos volviendo mucho más conscientes y apreciamos el desarrollo más allá [de los 18 años] y creo que es una muy buena iniciativa".

Las nuevas directrices buscan evitar que los jóvenes no queden desamparados por el sistema de salud y educación cuando cumplen 18 años. El cambio llega con la evolución de nuestra comprensión de la madurez emocional, el desarrollo hormonal y particularmente la actividad cerebral.

Tres etapas

Las tres etapas de la adolescencia son:
  • adolescencia temprana - de 12 a 14 años,
  • adolescencia media - de 15 a 17 años,
  • adolescencia tardía - a partir de los 18 años.
La neurociencia ha demostrado que el desarrollo cognitivo de los jóvenes continúa más allá de los 18 años en esta etapa posterior y que su madurez emocional, imagen personal y el propio juicio se verán afectados hasta que la corteza prefrontal del cerebro se desarrolle completamente.

Entonces, ¿son los 25 los nuevos 18?

"Junto con el desarrollo del cerebro, la actividad hormonal también continúa hasta bien entrados los 20 años", asegura Antrobus.

Y añade: "Encuentro jóvenes de 16 a 18 años, en los cuales la actividad hormonal es tan grande que imaginar que se calmará al cumplir 18 es, realmente, un error", sentencia Antrobus.

Para Laverne Antrobus, algunos adolescentes pueden querer quedarse más tiempo con sus familias, ya que necesitan más apoyo durante estos años de formación, y que es importante que los padres se den cuenta de que no todos los jóvenes se desarrollan al mismo ritmo.

Pero, ¿existe algún peligro de que pudiéramos estar criando a jóvenes que se resisten a dejar la adolescencia?

Infantilización

Solíamos pensar que el cerebro estaba totalmente desarrollado en la adolescencia temprana y ahora nos damos cuenta de que el cerebro no detiene su desarrollo hasta mediados de los 20 años o incluso los 30. Hay mucha más información y pruebas de que en realidad el desarrollo del cerebro en varias formas continúa durante toda la vida.

A lo largo de la adolescencia, la forma en que se procesa la información está cambiando drásticamente, y lo que han mostrado nuevas técnicas de exploración nos ha permitido demostrar lo que son los cambios neurológicos.

Esto es particularmente importante en términos de razonamiento social, planificación, y comprensión de la solución de un problema. Así que el cerebro se reorganiza a sí mismo, lo que a su vez significa que las diferentes estrategias de pensamiento se utilizan según el cerebro se asemeja más a un cerebro adulto.

La corteza prefrontal es el área clave que experimenta los cambios más interesantes en la adolescencia, así que si haces estudios de resonancia magnética funcional con niños, adolescentes y adultos, se aprecian diferencias en la forma en que procesan la información. 
Frank Furedi, profesor de sociología de la Universidad de Kent en Inglaterra, dice que hemos infantilizado a los jóvenes y esto ha dado lugar a un número creciente de hombres y mujeres jóvenes que se acercan a los 30 años y aún viven en el hogar familiar.

"A menudo se ha reivindicado que es por razones económicas, pero en realidad ese no es el motivo", dice Furedi. "Hay una pérdida de la aspiración a la independencia y salir adelante por propia cuenta. Cuando yo estaba en la universidad, habría sido una 'muerte social' que se le viera a uno con sus padres, mientras que ahora es lo normal", cuenta.

"Este tipo de cambio cultural significa básicamente que la adolescencia se extiende hasta más allá de los 20 años y creo que la psicología, de forma inadvertida, refuerza ese tipo de pasividad, impotencia y falta de madurez y lo normaliza".

Furedi añade que esta cultura infantilizada ha intensificado la sensación de "dependencia pasiva", que puede dar lugar a dificultades en las relaciones entre adultos maduros.

"Hay un número creciente de adultos que ven películas infantiles en el cine", dice Furedi. "Si nos fijamos en los canales de televisión dirigidos a menores en Estados Unidos, el 25% de los espectadores son adultos en lugar de niños".

Dejar el nido

Furedi no cree que el mundo moderno sea mucho más difícil para los jóvenes.

"Creo que, no es que el mundo se haya vuelto más cruel, sino que retenemos a nuestros hijos desde una edad muy temprana. Cuando tienen 11 ó 12 años no los dejamos salir solos y cuando tienen 14 ó 15 años los aislamos de las experiencias de la vida real. Además, tratamos a los estudiantes universitarios como solíamos tratar a los escolares, por lo que creo que es ese tipo de efecto acumulativo de infantilización el responsable de esto".

Pero, ¿deben los padres alentar a los adolescentes a contruir su propio camino en el mundo?

La serie de televisión "Girls" (chicas) cuyo personaje principal, Hannah Horvath, lucha cada día con las contradicciones de la edad adulta, ha capturado el espíritu del momento.

Los padres de Hannah cortaron su financiación y de repente debe vivir por su cuenta y lidiar con sus "20 años", cometiendo sus propios errores.

Las protagonistas de la serie Girls

¿Deben los adolescentes buscarse la vida por su cuenta como ocurre en la serie Girls?
Uno de los tradicionales ritos de paso a la edad adulta siempre fue salir de casa, pero la experta en propiedad raíz Sarah Beeny dice que los adolescentes no tienen que salir de la casa de los padres con el fin de aprender a ser independientes y hay enormes ventajas de que varias generaciones convivan juntas.

"La solución para no tener inútiles de 25 (e incluso) 30 años viviendo en casa no está en echarlos, sino en que ellos laven su propia ropa, ayuden a pagar la renta, las facturas, asuman la responsabilidad de la limpieza de su habitación...", dice Beeny.

Pero, ¿existen los adultos?

Con la adolescencia tomando mucho más tiempo del que pensábamos, ¿cómo vamos a saber cuándo realmente llegamos a la edad adulta?

Para Antrobus ocurre cuando la independencia "se siente como algo que se quiere y se puede adquirir".

Pero para los adolescentes eternos, tal vez la definición de Beeny es la apropiada.

"Para mí", dice, "la edad adulta' se está dando cuenta de que no existen los adultos como tal y que todos los demás estamos improvisando", dice Beeny.
Fuente:
BBC Cencia

26 de septiembre de 2013

¿Y si la adolescencia se prolonga hasta los 25 años?

Joven adolescente

Algunos expertos creen que la sociedad está "infantilizando" a los jóvenes.

Según las nuevas indicaciones que reciben los psicólogos en el Reino Unido, la adolescencia ahora dura hasta los 25 años de edad, para efectos de determinar la manera de administrar tratamientos a los jóvenes.

"La idea de que de repente a los 18 años eres un adulto simplemente no acaba de cuadrar", dice la psicóloga infantil Laverne Antrobus, que trabaja en la Clínica Tavistock de Londres.

"Mi experiencia con los jóvenes es que todavía necesitan una cantidad bastante considerable de apoyo y de ayuda más allá de esa edad", argumenta.

Antrobus cree que a menudo queremos que los jóvenes logren hitos muy rápidamente, pero que ahora "nos estamos volviendo mucho más conscientes y apreciamos el desarrollo más allá [de los 18 años] y creo que es una muy buena iniciativa".

Las nuevas directrices buscan evitar que los jóvenes no queden desamparados por el sistema de salud y educación cuando cumplen 18 años. El cambio llega con la evolución de nuestra comprensión de la madurez emocional, el desarrollo hormonal y particularmente la actividad cerebral.

Tres etapas

Las tres etapas de la adolescencia son:
  • adolescencia temprana - de 12 a 14 años,
  • adolescencia media - de 15 a 17 años,
  • adolescencia tardía - a partir de los 18 años.
La neurociencia ha demostrado que el desarrollo cognitivo de los jóvenes continúa más allá de los 18 años en esta etapa posterior y que su madurez emocional, imagen personal y el propio juicio se verán afectados hasta que la corteza prefrontal del cerebro se desarrolle completamente.
Entonces, ¿son los 25 los nuevos 18?

"Junto con el desarrollo del cerebro, la actividad hormonal también continúa hasta bien entrados los 20 años", asegura Antrobus.

Y añade: "Encuentro jóvenes de 16 a 18 años, en los cuales la actividad hormonal es tan grande que imaginar que se calmará al cumplir 18 es, realmente, un error", sentencia Antrobus.

Para Laverne Antrobus, algunos adolescentes pueden querer quedarse más tiempo con sus familias, ya que necesitan más apoyo durante estos años de formación, y que es importante que los padres se den cuenta de que no todos los jóvenes se desarrollan al mismo ritmo.

Pero, ¿existe algún peligro de que pudiéramos estar criando a jóvenes que se resisten a dejar la adolescencia?

Infantilización

Solíamos pensar que el cerebro estaba totalmente desarrollado en la adolescencia temprana y ahora nos damos cuenta de que el cerebro no detiene su desarrollo hasta mediados de los 20 años o incluso los 30. Hay mucha más información y pruebas de que en realidad el desarrollo del cerebro en varias formas continúa durante toda la vida.

A lo largo de la adolescencia, la forma en que se procesa la información está cambiando drásticamente, y lo que han mostrado nuevas técnicas de exploración nos ha permitido demostrar lo que son los cambios neurológicos.

Esto es particularmente importante en términos de razonamiento social, planificación, y comprensión de la solución de un problema. Así que el cerebro se reorganiza a sí mismo, lo que a su vez significa que las diferentes estrategias de pensamiento se utilizan según el cerebro se asemeja más a un cerebro adulto.

La corteza prefrontal es el área clave que experimenta los cambios más interesantes en la adolescencia, así que si haces estudios de resonancia magnética funcional con niños, adolescentes y adultos, se aprecian diferencias en la forma en que procesan la información. 


Frank Furedi, profesor de sociología de la Universidad de Kent en Inglaterra, dice que hemos infantilizado a los jóvenes y esto ha dado lugar a un número creciente de hombres y mujeres jóvenes que se acercan a los 30 años y aún viven en el hogar familiar.

"A menudo se ha reivindicado que es por razones económicas, pero en realidad ese no es el motivo", dice Furedi. "Hay una pérdida de la aspiración a la independencia y salir adelante por propia cuenta. Cuando yo estaba en la universidad, habría sido una 'muerte social' que se le viera a uno con sus padres, mientras que ahora es lo normal", cuenta.

"Este tipo de cambio cultural significa básicamente que la adolescencia se extiende hasta más allá de los 20 años y creo que la psicología, de forma inadvertida, refuerza ese tipo de pasividad, impotencia y falta de madurez y lo normaliza".

Furedi añade que esta cultura infantilizada ha intensificado la sensación de "dependencia pasiva", que puede dar lugar a dificultades en las relaciones entre adultos maduros.

"Hay un número creciente de adultos que ven películas infantiles en el cine", dice Furedi. "Si nos fijamos en los canales de televisión dirigidos a menores en Estados Unidos, el 25% de los espectadores son adultos en lugar de niños".

Dejar el nido

Furedi no cree que el mundo moderno sea mucho más difícil para los jóvenes.

"Creo que, no es que el mundo se haya vuelto más cruel, sino que retenemos a nuestros hijos desde una edad muy temprana. Cuando tienen 11 ó 12 años no los dejamos salir solos y cuando tienen 14 ó 15 años los aislamos de las experiencias de la vida real. Además, tratamos a los estudiantes universitarios como solíamos tratar a los escolares, por lo que creo que es ese tipo de efecto acumulativo de infantilización el responsable de esto".

Pero, ¿deben los padres alentar a los adolescentes a contruir su propio camino en el mundo?
La serie de televisión "Girls" (chicas) cuyo personaje principal, Hannah Horvath, lucha cada día con las contradicciones de la edad adulta, ha capturado el espíritu del momento.

Los padres de Hannah cortaron su financiación y de repente debe vivir por su cuenta y lidiar con sus "20 años", cometiendo sus propios errores.

Las protagonistas de la serie Girls

¿Deben los adolescentes buscarse la vida por su cuenta como ocurre en la serie Girls?

Uno de los tradicionales ritos de paso a la edad adulta siempre fue salir de casa, pero la experta en propiedad raíz Sarah Beeny dice que los adolescentes no tienen que salir de la casa de los padres con el fin de aprender a ser independientes y hay enormes ventajas de que varias generaciones convivan juntas.

"La solución para no tener inútiles de 25 (e incluso) 30 años viviendo en casa no está en echarlos, sino en que ellos laven su propia ropa, ayuden a pagar la renta, las facturas, asuman la responsabilidad de la limpieza de su habitación...", dice Beeny.

Pero, ¿existen los adultos?

Con la adolescencia tomando mucho más tiempo del que pensábamos, ¿cómo vamos a saber cuándo realmente llegamos a la edad adulta?

Para Antrobus ocurre cuando la independencia "se siente como algo que se quiere y se puede adquirir".

Pero para los adolescentes eternos, tal vez la definición de Beeny es la apropiada.
"Para mí", dice, "la edad adulta' se está dando cuenta de que no existen los adultos como tal y que todos los demás estamos improvisando", dice Beeny.
 
Fuente:
 
BBC Cencia

13 de septiembre de 2013

¿Sabías que la felicidad evoluciona de acuerdo a la edad?


Cuando se trata de la felicidad, parece que los jóvenes y viejos poseen el secreto. Y que lo que vale para los humanos también se cumple en los primates.
¿Cómo cambia la felicidad según la edad?

La mayoría de la gente asume que de niños disfrutamos una existencia despreocupada, pasamos a la miserable confusión de la adolescencia y recuperamos la felicidad cuando entendemos todo y nos asentamos, sólo para hacernos más gruñones y solitarios con cada arruga y cana adicional.
Totalmente incorrecto.

Resulta que la felicidad es mucha en la juventud, pero decae sostenidamente para llegar a su punto más bajo cuando llegamos a la cuarta década: la llamada crisis de la mediana edad. Entonces, milagrosamente, nuestro sentido de la felicidad mejora y va aumentando conforme envejecemos.

La crisis de la mediana edad

¿Será la mediana edad aquella en la que los seres humanos son más infelices?

Este patrón en forma de U de la felicidad a lo largo de la vida ha sido observado en todo el mundo, desde Suiza hasta Ecuador, Rumanía y China. Se ha documentado en más de 70 países, encuestando a más de 500.000 personas, en países desarrollados y en desarrollo.

¿Cómo se explican estos hallazgos contrarios a la intuición?

¿Tiene que ver con balancear a los hijos con la carrera cuando llegamos a los 30 y 40 años? Aparentemente no. Incluso contando la presencia de los niños en la casa, permanece el patrón de la felicidad.

¿Quizás se debe a diferencias generacionales? Pero los estudios no seguían a los mismos individuos a lo largo de la vida, sino a varios de distintas edades.

¿Será que los adolescentes y ancianos son más felices que los de mediana edad porque nacieron en tiempos mejores? No, esto no parece afectar el patrón. También persiste al contar otros factores demográficos, incluidos estado civil, educación, empleo e ingresos.

La felicidad, una monada

Hace apenas un mes, un grupo encabezado por el profesor Andrew Oswald, de la Universidad de Warwick, reportó que la felicidad de nuestros primos en la evolución -los grandes simios- también sigue el patrón en U durante su vida.

Por supuesto, los simios no pueden evaluar su satisfacción en una escala de 1 a 10. Pero el bienestar de 508 monos fue calculado a través de sus cuidadores humanos. Los simios, como los humanos, eran menos felices durante la mediana edad.

Gorila

Los gorilas y otros simios también sufren de la crisis de mediana edad.

La existencia de una crisis en esa etapa de la vida del simio fortalece la noción de que el patrón de la felicidad en la vida no se debe a factores socioeconómicos. Esto deja dos probables explicaciones.

Primero, "la supervivencia de los más felices": se sabe que la felicidad se relaciona con la longevidad. Es decir, los más felices viven más, mientras que los pesimistas mueren prematuramente, posiblemente porque se estresan más.

Por tanto, los ancianos que quedan para las pruebas de los científicos deberían ser más felices que los de 30 o 40 años. Pero esto sólo explica la segunda parte de la U.

Segundo, la U podría plantearse tanto en humanos como en simios, debido a similares cambios en la estructura cerebral relacionada con la edad que influyen en la felicidad. Una parte de nuestro cerebro que cambia considerablemente en las primeras dos décadas de vida, conforme avanzamos hacia la vejez, es el lóbulo fronta

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

12 de septiembre de 2013

Un videojuego contra el deterioro cognitivo de la edad

La capacidad para hacer varias cosas a la vez empieza a declinar a los 30 años, pero puede recuperarse con un juego como NeuroRacer.


 
Las reservas de pedagogos y padres frente a la universalizada adicción a los videojuegos que han exhibido ya varias generaciones de chavales no pueden estar más injustificadas. Incluso el pionero del sector, el Tetris, tiene notables virtudes contra el estrés postraumático que son bien conocidas desde hace unos años. Y un grupo de neurólogos demuestra ahora que un videojuego expresamente diseñado como un modelo de la fiebre moderna de la multitarea —la necesidad de atender a varias cosas y artefactos a la vez— es capaz de revertir los inevitables efectos de la edad sobre ese exigente control cognitivo. Señoras y señores de cierta edad, hagan juego.

El nuevo videojuego se llama NeuroRacer y ha sido desarrollado y probado por Adam Gazzaley, Joaquín Anguera y sus colegas de los departamentos de neurología, fisiología, neurociencia integrativa y psiquiatría de la Universidad de California en San Francisco. Está diseñado para plantear al usuario un desafío de multitarea: hacer dos cosas completamente distintas a la vez, como conducir un coche virtual por una carretera sinuosa (1) y pulsar un botón cuando surja un signo + en combinación con un círculo verde (2). Y lo que mide no es tu capacidad para conducir o pulsar botones, sino el grado en que la simultaneidad de ambas cosas perjudica tu rendimiento en cualquiera de las dos, sea esta cual sea. Los resultados que presentan en Nature son espectaculares.

Los científicos han ensayado primero su videojuego en voluntarios de 20 a 80 años y han demostrado de forma muy convincente que la capacidad cognitiva de atender a dos cosas a la vez declina con la edad de forma progresiva y constante: no se trata de un padecimiento de la ancianidad, sino de un deterioro lineal que empieza a notarse –y a base de bien— cuando uno pasa de los veinte a los treinta, y sigue inexorable a lo largo de los cuarenta, los cincuenta, los sesenta y todo lo demás. Moraleja: desconfíe cuando un tipo de 30 años se las da de jovenzuelo; es solo un anciano en forma larvaria.

Tras tomar esos datos, los investigadores se han centrado en un grupo de voluntarios más maduro (de 60 a 85 años) y han demostrado que jugar al NeuroRacer revierte casi por completo su pérdida de capacidad para enfrentarse a la multitarea, que es una metáfora de la vida moderna. Les han hecho jugar un mes —tres veces por semana, una hora al día— y han visto que los viejos entrenados así superan incluso a los jóvenes de 20 años que no habían tenido contacto con el videojuego.

Lo más importante es que esa ventaja se extiende incluso en tareas ajenas al entrenamiento inicial, como la habilidad general para mantener la atención y la capacidad de la memoria operativa. El juego, sostienen los autores, servirá no solo para diagnosticar deficiencias, sino también para potenciar las capacidades cognitivas en las personas mayores. Es decir, en las de más de 20 años.

Fuente:

El País Ciencia

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26 de agosto de 2013

Actividad cerebral tras la muerte, posible explicación de la «luz al final del túnel»

Investigadores de Estados Unidos hallan una alta actividad cerebral tras la muerte de ratas en un experimento. ¿Tiene una explicación molecular, o se trata de la razón que hay detrás de las conocidas como «experiencias cercanas a la muerte»?

El cerebro es, sin lugar a dudas, el órgano más complejo que poseemos. Su estructura y funcionalidad aún no han sido comprendidas del todo, a pesar de los grandes esfuerzos internacionales por lograrlo, como con el conocido Human Brain Project. Uno de los grandes misterios se basa en conocer qué ocurre en los momentos cercanos al fallecimiento de una persona. ¿Existe actividad cerebral tras la muerte?

Un estudio publicado en la revista PNAS trata de indagar en estos aspectos. ¿Qué ocurre en las conocidas como near-death experiences (NDE)? ¿Es cierto que tras un paro cardíaco, nuestro cerebro sigue funcionando? ¿Sería esta la explicación racional a los momentos en los que personas experimentan la conocida como 'luz al final del túnel'?

La consciencia, ese gran misterio

Encajar el gran puzzle del cerebro no es una tarea sencilla. Esto es debido a que aún nos quedan muchos interrogantes por resolver. Como explicamos en este post, la ciencia ha tratado el estado de consciencia desde tres perspectivas diferentes:
  1. La capacidad de 'despertar': Se entiende fácilmente, ya que una persona en coma no tiene capacidad para percibir la realidad.
  2. La consciencia subiría un segundo peldaño al comenzar a detectar funcionalidades cerebrales básicas. Es decir, no solo despertamos, sino que podemos percibir y sentir parte de lo que nos rodea, gracias a lo que se denomina integración cognitiva.
  3. El estado consciente más 'pleno' se alcanzaría cuando somos conscientes del medio que nos rodea, de nosotros mismos, y además, podemos orientar nuestro cuerpo respecto a la realidad. En otras palabras, podemos definir nuestra actividad motora y la conducta que presentamos.
Antonio Orbe, en este artículo, también analizó la investigación que existía en torno a la consciencia, en particular los estudios que analizaban cómo despertábamos tras haber sido anestesiados.

Y creo que es muy importante, para entender la complejidad del cerebro, rescatar una frase de ese post: "Empezamos a darnos cuenta de de que las partes del cerebro no se apagan a la vez. Hay una jerarquía, una secuencia."

La consciencia no es un estado "blanco" o "negro". Existe una amplia gama de matices grises que debemos tener en cuenta. Lo mismo podría ocurrir con la muerte, al contrario de lo que se creía hasta ahora. La investigación realizada por el equipo de Jimo Borjigin, de la Johns Hopkins University, parece apuntar en ese sentido.

¿Hay vida después de la muerte?

El trabajo de los científicos norteamericanos trata de indagar un poco más en lo que se conoce como muerte clínica. En la práctica médica, existen una serie de signos que sirven para determinar que una persona ha fallecido, entre los que se encuentra la ausencia de pulsos periféricos y de latido cardíaco.

Pero, ¿es la muerte clínica el final de todo? La investigación realizada en Baltimore en ratas parece apuntar a que existe una alta actividad cerebral tras la muerte, instantes después de que ya no haya pulso cardíaco. ¿A qué se debe este registro de señales eléctricas? ¿Podría ser una explicación lógica a la famosa 'luz al final del túnel'?

Desde una perspectiva evolutiva, tendría cierto sentido que nuestro cerebro presentara una alta actividad cerebral tras la muerte, o al menos en instantes en torno al fallecimiento. Y es que en cierto modo, podría ser un hipotético mecanismo a la defensiva, que generaría un cierto sentido de 'alerta'. Naturalmente, esta idea no es más que una mera especulación, pero, ¿qué dice la ciencia?

El trabajo de Borjigin, como cuenta Ed Yong en su blog de National Geographic, se inició en realidad en 2007, cuando estudiaba la actividad cerebral de ratas que habían sufrido un derrame cerebral.

Durante su experimento, tres de los animales murieron de forma inesperada durante la noche, y el científico comprobó a la mañana siguiente cómo habrían registrado altos picos de actividad cerebral tras la muerte. ¿Era un fallo del encefalograma, el aparato encargado de medir las ondas del cerebro, o qué estaba ocurriendo?

Para comprobar si estos resultados obtenidos por serendipia eran ciertos, los investigadores introdujeron electrodos en el cerebro de nueve ratas, de forma que quedaran registradas las ondas cerebrales. Tras ser anestesiadas, los científicos aplicaron una inyección letal o administraron una dosis elevada de dióxido de carbono a los animales, para saber si su cerebro 'seguía vivo' tras su muerte. Lo sorprendente entonces no fue encontrar cierta actividad cerebral, sino más bien lo alta que era.

La alta actividad cerebral tras la muerte de los roedores podría explicar, en palabras de Borjigin, las conocidas como experiencias cercanas a la muerte, de las que hablábamos antes. El fallecimiento de una persona (o en este caso, de una de las ratas), comprendería más bien un proceso secuencial, en el que al menos durante los 30 segundos posteriores a la parada del corazón, el cerebro podría seguir funcionando.

Otros científicos que han trabajado en este tema, como la Dra. Sam Parnia, no comparten esta explicación. El registro de una alta actividad cerebral tras la muerte podría ser explicado por la entrada de grandes concentraciones de calcio en las células neuronales, una vez que el flujo sanguíneo al cerebro termina. Este calcio provoca normalmente un daño celular importante, pero quizás en los momentos iniciales, podría ser el responsable de las señales eléctricas encontradas.
Si bien es cierto que los misterios del cerebro y la muerte siguen aún por ser esclarecidos por completo, es importante reseñar que el trabajo de investigación se ha realizado en roedores, y que por lo tanto, resulta muy osado trasladar estas conclusiones al cerebro humano. Como diría el Premio Nobel James Watson, "el cerebro es lo más complejo que se ha descubierto hasta la fecha en el universo". Las investigaciones sobre este órgano no hacen más que asombrarnos, y hacen que queramos bucear cada vez más en su conocimiento. ¿Lo conseguiremos?

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30 de julio de 2013

¿Por qué los velorios no siempre son ocasiones de duelo?

Aunque los deudos o parientes del fallecido sientan una gran pena, la ceremonia del velorio no siempre es una experiencia dolorosa. En muchas provincias de la República Mexicana se acostumbra que los dolientes preparen tamales, mole y atole para convidar a los asistentes. Entre rezos y lágrimas se toman sorbitos de café con "piquete" o licor, que entonan el ánimo. Muchas veces se juega a las cartas o se cuentan chistes "verdes".

Estas peculiares costumbres parecieran contradecir el ánimo luctuoso que necesariamente reina en un velorio, pero en México no sucede así. Hay un viejo dicho que reza: "El muerto al hoyo y el vivo al pollo". No es que carezca de importancia el deceso de un ser querido, más bien se trata de una extraña mezcla del instinto de supervivencia y la tradición folklórica. La antigua creencia de que existe otra vida "más allá" deja esperanzados a los deudos con la idea de que pronto volverán a encontrarse.

Los velorios pueden ser ceremonias muy tristes y dolorosas, en especial si el muerto es un niño, pero aun cuando se está rezando por su alma, puede oírse la gritería de los compañeritos del fallecido que juegan en el patio.

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Selecciones

20 de marzo de 2013

¿Puede la mente humana quedarse sin memoria?

En cierto sentido, sí. La memoria depende de la formación de nuevas conexiones neuronales, y el cerebro tiene un número finito de neuronas y un espacio limitado donde añadir nuevas conexiones entre ellas. Sin embargo, en otro sentido, un cerebro sano puede no dejar nunca de aprender.

En realidad "la memoria" como tal no existe. Cuando recordamos un hecho o un acontecimiento que nos pasó, participan muchas redes de células interconectadas. A veces, si no podemos recordar un hecho por una sola vía, podemos traerlo a la mente de otra forma por medio de conexiones diferentes.

A medida que envejecemos, y cada vez tenemos más cosas para recordar, las conexiones se vuelven más complejas. Cuando nuestro cerebro está sobrecargado las mismas neuronas se utilizan para varios recuerdos de maneras muy flexibles.

Así que podemos llegar a ser más propensos a confundir los acontecimientos, o tener otras dificultades para recordar, pero en realidad no podemos decir que nos quedemos "sin memoria".

Fuente:

BBC Ciencia

19 de febrero de 2013

La inesperada conexión entre el estrés y la longevidad

Personas mayores

Envejecer es inherente en el ser humano. La cuestión está en cómo envejecer y cuánto vivir. Científicos han buscado durante miles de años la clave de una vida larga y saludable con experimentos que han arrojado increíbles resultados.

Una vida sin estrés es de los principales ingredientes que aparecen cuando se habla de una receta para una larga vida. Sin embargo, ya en 1921, un estudio de Lewis Terman, de la Universidad de Stanford, rechaza esta creencia de muchos.
Entonces hizo un seguimiento a la vida de 1.500 personas, desde su niñez hasta su muerte, y estableció una coincidencia entre los rasgos de comportamiento y los acontecimientos de la vida con la forma en que los individuos prosperaron años más tarde.

Durante las últimas dos décadas, este trabajo ha sido actualizado por Howard Friedman, un profesor de psicología de la Universidad de California.

"Estudiamos a aquellas personas que eran más persistentes, más trabajadoras, más involucradas y lograron más éxitos -con frecuencia las más estresadas- y nos dimos cuenta que fueron quienes se mantuvieron más sanos y vivieron más", le explica Friedman al corresponsal de la BBC en Los Angeles, Peter Bowes.

"Quienes dijeron 'no me estreso, me lo tomo con calma, me jubilo temprano', registraron más tendencia a morir a una edad joven. Esto fue realmente una sorpresa, pues va en contra de muchos de los consejos que escuchamos".

Una pizca de preocupación

Según el estudio, un poco de preocupación es algo bueno. También se resaltaron los beneficios de la gente que ha decidido vivir una vida más concienzuda.

Hombre estresado

Estudios sugieren que las personas con estrés viven más.

"Ellos tienden a tener hábitos más saludables", agrega el experto. "Ellos son menos propensos a fumar, a beber en exceso. Pero también descubrimos que aquellos concienzudos tendían a tener más éxito en sus carreras, lo que es un buen vaticinador de una vida larga y sana".

El proyecto también sugiere que la gente que vivió una vida socialmente más responsable, más involucrados con otra gente y sus comunidades, vivieron más.

Hasta aquí algunas pistas de cómo extender nuestra vida en este planeta. Sin embargo, la cuestión de la eterna juventud sigue siendo un misterio.

El proceso físico del envejecimiento es un reto para los científicos. Todos estamos familiarizados con la forma en que cambia nuestro cuerpo, pero los cambios que ocurren a un nivel celular son mucho más complejos.

Un proceso "despiadado"

"El envejecimiento no es realmente comprendido", comenta Stephen Coles, del departamento de química y bioquímica de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y co fundador del Grupo de Investigación de Gerontología.

"Existe una clara relación entre los procesos que ocurren cuando el ser humano se desarrolla, basado en nuestro perfil de ADN, y (aquellos) cuando el ADN no tiene nuevas cosas que hacer, porque hemos alcanzado la premisa básica de crecer y multiplicar".

Coles, quien estudia a supercentenarios -gente con más de 110 años- explica que el declive empieza después de los 30 años.

"El proceso de envejecimiento toma el control de una forma despiadada que ataca a todos los organismos biológicos".

El papel de los telómeros

Mujer mayor haciendo ejercicio

No es sólo envejecer, sino cómo envejecer.

Un área de investigación de la vejez, a un nivel celular, se centra en el papel de los telómeros. Estos son las puntas de protección que se encuentran en los extremos de los cromosomas, algunas veces comparadas con las puntas de los cordones de los zapatos. Su papel es proteger el final del cromosoma y evitar la pérdida de información genética durante la división celular.

Los telómeros se van encogiendo o se van deteriorando cada vez que hay una división celular. La reproducción de célula se detiene cuando los telómeros se quedan muy pequeños.

Se ha asociado los telómeros pequeños con enfermedades de alto riesgo como las cardiovasculares o la demencia.

"El encogimiento de telómeros es claramente algo malo", explica Coles. "Cualquier cosa que uno pueda hacer para alargarlos sería beneficiosos".

Cuándo y cómo

Existe una buena cantidad de productos en el mercado que aseguran alargar los telómeros. Puesto de otra forma, podrían detener el envejecimiento de las células, a pesar de que no se ha determinado si esto podría extrapolarse a los efectos antiedad en todo el cuerpo.

Pero a pesar de todos los esfuerzos de los científicos y psicólogos para descubrir el secreto de una vida eterna, el máximo de edad al que la mayoría de nosotros podemos esperar a llegar es finales de los 70 o principios de los 80.

Entonces la cuestión sería: ¿cuál es la mejor forma de morir?

"Muchos geriatras y gerontólogos bromean sobre este asunto", señala Gary Small, director del Centro de Longevidad de la UCLA.

"Ellos dicen que quieren vivir hasta los 95 años y morir de un disparo de una amante celosa. La idea es permanecer comprometido, involucrado, disfrutar tu vida, pero cuando llegue la hora, aceptarlo y no temer a ello".
 
Fuente:
 
BBC Ciencia

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