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1 de septiembre de 2018

Los trucos para que los niños aprendan matemáticas, según la profesora que lleva 50 años enseñándolas

La veterana maestra Maria Antònia Canals, profesora emérita de la Universidad de Girona, propone una didáctica de las matemáticas basada en la manipulación y el juego.


“He olvidado nombres de personas y lugares, como las montañas que escalaba de joven, pero me acuerdo de todo lo que hay dentro de esta habitación”, comenta la veterana maestra Maria Antònia Canals desde su Gabinete de Materiales y de Investigación de la Matemática en la Escuela (GAMAR), situado en la biblioteca de la Universidad de Girona, donde es profesora emérita. Las muletas que usa y su salud delicada no pueden competir contra su carácter.

Las estanterías del pequeño despacho están repletas del material didáctico que ha desarrollado a lo largo de su vida: coloridos bloques de madera, regletas numéricas, botes con caramelos de mentira, un pequeño tendedero, tapones, bobinas de hilo, cintas de medir, piezas de cartulina… Sus métodos se derivan de los movimientos de renovación pedagógica del siglo XX y proponen una didáctica de las matemáticas basada en la manipulación y el juego, sin olvidar las particularidades de cada alumno.

El gabinete se creó en 2001 con la dotación del premio Jaume Vicens Vives a la docencia universitaria que la Generalitat de Cataluña otorgó a Canals. Es el entorno perfecto para repasar la vida de esta profesora emérita de la Universidad de Girona y conocer sus consejos para otros maestros.

P. ¿Cuándo decide dedicarse a la enseñanza infantil?
R. A principios de los años 50 estudié Magisterio por libre en la Escuela Normal de Tarragona, y Ciencias Exactas en la Universidad de Barcelona. Lo suyo es que me hubiera puesto a dar clases a los de bachillerato, pero nunca me han interesado. Los pequeños, sin embargo, me parecen formidables y decidí trabajar con ellos. Para mí son los que piensan más y mejor. También influyó que mi abuela y mi tía eran maestras. Esa tía había ganado un concurso para formarse varios meses en Italia con Maria Montessori, la precursora del método educativo que lleva su nombre y que puso en marcha en un barrio desfavorecido de Roma. Tengo una foto sentada sobre su falda durante su estancia en Barcelona.

P. ¿Puso en práctica este método cuando comenzó a trabajar?
R. Sí. Lo seguí en mi primer trabajo como maestra en la Escuela Thalita de Sarrià, donde estuve hasta 1962. Aquel año, ante la llegada de miles de migrantes a Barcelona, decidí que algo había que hacer con tantos niños sin escolarizar. En un humilde barracón del barrio de Verdum abrí la Escuela Ton i Guida. Empecé con 40 niños un poco gamberros pero poco a poco, yendo a su terreno, razonando con ellos y jugando, logramos que dejaran de escupir o gritar en clase. En esta escuela, que llegó a tener más de 400 alumnos, tuve una crisis con Montessori porque algunos de sus materiales numéricos no funcionaban, por ejemplo sumar con bolitas olvidando el valor del espacio que ocupan en un alambre, como me hicieron ver los propios niños.

P. ¿Entonces ya no es partidaria de esta metodología?
R. El respeto profundo de Montessori por los niños nadie lo ha superado. Su esencia es el respeto por cada niño o niña, pero esto no es enseñar matemáticas exactamente. De hecho, ella estudió Medicina, no sabía muchas matemáticas. No estoy de acuerdo en algunos aspectos como el planteamiento de la numeración, por ejemplo. Además, después de su muerte, sus seguidores convirtieron el método pedagógico en una forma de ganar dinero. Sus escuelas son carísimas y elitistas.

P. ¿Cómo hay que trabajar entonces con los niños? ¿Cuál es su consejo para los maestros?
R. Lo primero, hay que ser francos con ellos, porque lo notan. Quizá este es mi último mensaje pedagógico: si nosotros no les decimos ninguna mentira, ellos responden, aunque lo hagan cada uno a su manera. También es muy importante saber escuchar y tener confianza en los alumnos, sin perder la autoridad. Ellos se dan cuenta de si el maestro les escucha o no, y creo que la mayoría de los profesores no lo hacen. Además hay que recordar que no es lo mismo enseñar que conseguir que se aprenda de verdad.

Puede adquirir los cuadernos de matemáticas AQUÍ y los libros (dossiers) de matemática AQUÍ.

Lea el artículo completo: El País (España)

31 de agosto de 2018

Jo Boaler: "Nos han estado enseñando mal las matemáticas durante todo este tiempo"

¿Eres una de las muchas personas en el mundo cuyos recuerdos relacionados con las matemáticas son estresantes exámenes y angustiantes e interminables tareas?
De ser así, no tienes por qué sentirte culpable al respecto.

Investigaciones recientes realizadas en la Universidad de Stanford, en California, Estados Unidos, señalan que no todo es nuestra culpa.

De hecho, es todo lo contrario. 

Estudios de comportamiento efectuados en miles de niños y adolescentes estadounidenses, pero también británicos, indican que fueron precisamente esas extenuantes tareas y pruebas de varias horas las que condicionaron nuestras capacidades de desarrollar nuestras habilidades matemáticas.

Es posible que nuestras dificultades relacionadas con álgebra y trigonometría tuvieron su origen mucho tiempo atrás, cuando recién dábamos nuestros primeros pasos en la aritmética.

¿Qué tienen de malo los exámenes?

Jo Boaler, profesora de matemática de la Universidad de Stanford, sostiene que la actual enseñanza de esta rama tiene mucho de procedimientos y cálculos, pero muy poco de entendimiento.

Por ello, la investigadora tiene en la mira a dos de los grandes culpables de nuestros problemas actuales (y de nuestros tormentos pasados): los exámenes y las tareas.

Lea el artículo completo en:

BBC Mundo

22 de agosto de 2018

Nobel de Física en Perú: el desarrollo de un país está amarrado con la ciencia

En Conocer Ciencia tenemos una propuesta curricular para la enseñanza de nociones de física y química, mediante experimentos sencillos, a niños de educación primaria. Puede acceder a dicha propuesta desde este enlace de Scribd. Puedes acceder a los experimentos desde AQUÍ.


El Premio Nobel de Física 2015, Takaaki Kajita, participó este 17 de agosto en el XVII Encuentro de Física de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Foto: ANDINA/Melina Mejía.

El desarrollo de un país siempre está relacionado con el crecimiento de las industrias y el aprendizaje de las ciencias, afirmó durante su visita a Lima Takaaki Kajita, Premio Nobel de Física 2015, por contribuir a esclarecer el problema de los neutrinos solares y atmosféricos.

Antes de una disertación en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), el científico indicó que en el Perú las familias todavía no estimulan a sus niños y niñas a estudiar una profesión como la física, porque desconocen el impacto que tiene en la economía del país.

UNI

En diálogo con la Agencia Andina, contó que en Japón la situación es diferente dado que los padres recomiendan a sus hijos elegir una carrera de ciencias, pues saben que aportarán al mejoramiento de las industrias y, por ende, al de su nación. 

“Tienen clara esa relación, el Estado se encarga de promoverla. Tal vez aquí falta que el Estado le haga entender a la población que existe una relación importante entre desarrollo, industria y país.”

Ampliar conocimiento
Para Takaaki Kajita el enseñar ciencias tiene como objetivo ampliar el conocimiento, aunque ayuda a las personas a razonar y pensar. Sin embargo, actualmente los jóvenes se muestran indiferentes en aprenderlas. 

Al parecer las nuevas generaciones se encuentran influenciadas por la tecnología del internet o el celular, pero no van más allá. “No están interesadas en profundizar de dónde viene el desarrollo y cómo se pueden afrontar los problemas de la ciencia. Son superficiales”.

Para revertir esta tendencia, el físico consideró que los padres pueden seguir algunas rutas para inculcar en sus hijos el interés por la física. 

Por ejemplo, dijo, pueden enseñarles a hacer cosas relevantes para el futuro, es muy importante que se proyecten. Y para lograrlo, darles libertad es otra tarea que deben emprender los progenitores a fin de que sean ellos mismos quienes busquen ese futuro. Tampoco deben impedirles a sus hijas interesarse por la ciencia

“La enseñanza debe ser por igual, los incentivos para la ciencia deben ser los mismos para niños y niñas, desde los juegos se les motiva. La física puede enseñarse hoy porque aún hay misterios por descubrir y ser explicados.” 

UNI

Takaaki Kajita participará del XVII Encuentro de Física de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), que se realizará hasta el 17 de agosto. 
Desde hace 19 años la Facultad de Ciencias lo organiza para estimular la cooperación entre investigadores locales, estudiantes y científicos invitados nacionales e internacionales. 

El profesor Takaaki Kajita nació en 1959 en Higashimatsuyama (Japón) y se doctoró en 1986 en la niversidad de Tokio, de la que es catedrático y donde dirige el Instituto de Investigación de Rayos Cósmicos.

Recibió el Nobel de Física 2015 con Arthur B. McDonald por el descubrimiento de la oscilación de los neutrinos, un fenómeno que prueba que estas partículas tienen su propia masa. 

4 de agosto de 2018

¿Cómo le está yendo a Finlandia con el "phenomenon learning", el nuevo modelo de enseñanza del "mejor sistema educativo del mundo"?

Hace mucho que Finlandia es reconocida por la calidad de su educación y siempre está entre los primeros lugares en los rankings internacionales.
Ahora el país está reformulando la forma en que enseña en la era digital. En vez de centrarse en materias, está poniendo el énfasis en habilidades.
Pero no todo el mundo está feliz con los cambios y existen temores de que pueda bajar la calidad de la enseñanza.

Es una mañana helada en un remoto pueblo en el sur de Finlandia, pero esta aula de alumnos de 12 años está pensando en un lugar mucho más lejano: la antigua Roma.

Su maestro les está mostrando una reconstrucción en video -proyectada sobre la pizarra inteligente interactiva del aula- del día en que el monte Vesubio hizo erupción y destruyó la ciudad de Pompeya.
Los estudiantes forman grupos y sacan sus mini laptops.

Su tarea es comparar a la antigua Roma con la Finlandia moderna.

Un grupo analiza los baños romanos y los spa de lujo de hoy; otro compara el Coliseo con los estadios deportivos actuales.

Usan impresoras 3D para crear una versión en miniatura de sus edificios romanos, que luego formarán parte de un juego de mesa para toda la clase.

Esta es una clase de historia diferente, dice el profesor Aleksis Stenholm, que trabaja en la Escuela Secundaria Hauho.

Estos alumnos también están aprendiendo habilidades tecnológicas, de investigación, de comunicación y de comprensión cultural.

"Cada grupo se está convirtiendo en experto en su tema, que luego presentará al resto de la sala", explica.

El jugo de mesa marca la culminación del proyecto, que se lleva a cabo a la par de las clases de enseñanza normales.

Lea el artículo completo en:

BBC Mundo

14 de febrero de 2018

Cómo es el "Método Singapur" con el que Jeff Bezos les ha enseñado matemáticas a sus hijos (y por qué lo usan los mejores estudiantes del mundo)


Los mejores estudiantes de matemáticas del mundo están en Singapur, o eso dice la prueba PISA.

No es raro entonces que el llamado "Método Singapur" (también conocido como "Mastery Approach", "Enfoque de Maestría") para la enseñanza de las matemáticas se haya expandido alrededor del mundo.

Tanto es así que Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo y dueño de Amazon, decidió junto a su esposa que sus hijos aprendieran el modelo utilizado por los niños singapurenses.

"Hemos intentado todo tipo de cosas, como lecciones de mandarín o el programa de Singapur", le dijo MacKenzie Bezos a la revista Vogue.

El método ha sido destacado y al mismo tiempo duramente criticado por expertos en educación. 

Algunos maestros han optado por usar algunos elementos del enfoque singapurense y mezclarlos con las tendencias occidentales que incluyen una visión más "libre y creativa".

En Estados Unidos, el Método Singapur ha sido una tendencia creciente y quienes lo promueven aseguran obtener excelentes resultados.

"Los planes de estudio para la enseñanza de matemáticas a nivel primario en varios países alrededor del mundo lo usan como modelo", le dijo a BBC Mundo Kevin Mahoney, profesor estadounidense que utiliza este enfoque en sus clases y trabaja en la formación de otros docentes.

¿Y por qué nos niños de Singapur tienen tan buenos resultados en la pruebas sobre habilidades matemáticas?

"Es una combinación entre el currículum, la pedagogía y la cultura", agrega Mahoney.

Las claves del método

Desarrollado en la década de los 80, los profesores trabajan en equipos utilizando objetos y materiales concretos para en enseñar matemáticas. 

La idea es centrarse en la resolución de problemas, entender el razonamiento lógico que hay detrás, más que la memorización del procedimiento para llegar a un resultado.

Los alumnos aprenden a través del enfoque CPA: concreto, pictórico y abstracto.
Se habla de "maestría" en el sentido de buscar la resolución de problemas sin enfocarse en la idea de "aprender para un examen".
            
Las clases usan objetos, fotografías y símbolos para modelar problemas utilizando bloques de colores para representar todo tipo de ideas, como fracciones, por ejemplo.

Es común la incorporación de dibujos y diagramas y por eso se dice que es un enfoque muy visual y en algunas ocasiones también auditivo.

Yeap Ban Har, matemático considerado uno de los referentes mundiales de este modelo, ha dicho que los objetos le permiten a los niños explorar diferentes ideas cuando están aprendiendo un concepto.

"Más que aprender operaciones, el modelo apunta a 'pensar como un matemático'", escribió Andreas Schleicher, director de educación de la OCDE y coordinador de la prueba PISA.

Se trata de enseñar menos temas con mayor profundidad. En teoría, todos los estudiantes avanzan a un ritmo similar, porque los profesores esperan a que todos los niños aprendan un concepto particular, antes de avanzar al próximo.

Estudios realizados por el Instituto de Educación UCL y la Universidad de Cambridge encontraron que con este enfoque mejora la velocidad de aprendizaje de las habilidades matemáticas.

Pero tampoco se trata de una panacea.

"No hay evidencia de que sea el mejor enfoque. Hay alguna evidencia limitada de que sería un poco más efectivo que el status quo en algunos países occidentales como Inglaterra. Pero los efectos parecen ser relativamente pequeños. Y todavía no sabemos sobre su impacto en el largo plazo", le dijo a BBC Mundo John Jerrim, investigador del Instituto de Educación de University College London (UCL).

Singapur en tu propia casa

En el mundo occidental, algunos elementos de este enfoque han sido incorporados en otras metodologías de enseñanza en la escuela y también en la casa.

Por ejemplo, se le recomienda a los padres que estimulen a sus hijos a conversar sobre cómo llegaron a un resultado, a comentar el proceso, los errores, los aciertos y las ideas que al niño se le ocurrieron en el camino.

La idea es que lo verbalicen usando frases completas, haciendo dibujos o construyendo modelos con cualquier material doméstico. Y el papel de los padres es que reconozcan el esfuerzo que los niños pusieron en tratar de llegar a la solución, más que en decir la respuesta correcta. 

Otra forma sencilla de aplicar el Modelo Singapur es transformar las cosas de la vida diaria en conversaciones matemáticas. Por ejemplo, ¿cuántos autos estacionados quedarán en la calle si los vecinos se van o si guardamos estos juguetes en una caja? 

Entre las sugerencias del enfoque, también está la práctica de mirar un mismo objeto desde distintos puntos de vista o llegar al mismo destino usando diferentes caminos.

"La clase igualitaria"

En Asia, particularmente en China, se utiliza el método Maestría de Shangái, que tiene algunos puntos en común con el Método Singapur.

Las clases giran en torno a un concepto matemático específico antes de avanzar hacia ideas más complejas siguiendo una progresión lineal. 

Los niños no son agrupados según sus habilidades intelectuales. Todos los chicos estudian al mismo tiempo el principio básico que deben aprender en la clase y ninguno da el siguiente paso hasta que todos sus compañeros lo hayan aprendido.

En cambio, en otros países las clases son consideradas buenas cuando incluyen una gran cantidad de contenidos o cuando los alumnos aventajados avanzan a un ritmo mucho más rápido que el resto para aprovechar su potencial.

Los críticos dicen que esta idea asiática de una clase más igualitaria desincentiva a los alumnos más capaces. 

Pero la reiteración en voz alta de las respuestas, los asientos en líneas mirando hacia adelante y la falta de interacción entre los niños han hecho que muchos pedagogos critiquen el método por tradicionalista, despersonalizado y con el foco en conseguir resultados en los test de medición internacional.

La discusión es intensa, considerando que la educación actualmente está girando hacia desarrollar habilidades como el pensamiento crítico y creativo, el trabajo en equipo para resolver desafíos cotidianos y el desarrollo de habilidades sociales en ambientes más libres e interactivos.

Y el otro punto debatido es que en varios países asiáticos los padres pagan clases particulares después del colegio para que los niños tengan mejores calificaciones en los exámenes, en contraste con las prácticas en Finlandia, por ejemplo, donde hay más énfasis en el juego que en el trabajo de clase en la primera infancia.

Eso no ocurre en Singapur, pero efectivamente los padres -que tienen los recursos económicos para hacerlo- les pagan a tutores privados.

Más allá de las diferencias culturales y las políticas públicas de los distintos países, efectivamente algunos elementos del Método Singapur han traspasado las fronteras y se han ido incorporando en otros sistemas educativos, aunque no sean similares.

Fuente:

BBC Mundo

"¿Si un barco transporta 26 ovejas y 10 cabras, cuántos años tiene el capitán?"

No lo podían creer. Cuando los estudiantes de una escuela primaria en China recibieron la siguiente pregunta en un examen de matemáticas, quedaron completamente perplejos:

"¿Si un barco transporta 26 ovejas y 10 cabras, cuántos años tiene el capitán?"

Esta pregunta que parece imposible de solucionar no solo impactó a los alumnos de la escuela sino que se volvió viral en las redes sociales.

Fue presentada como parte de un examen para niños de quinto grado que tienen alrededor de 11 años.



La fotografía que muestra la pregunta y los distintos intentos de los alumnos para contestarla generaron un amplio debate que finalmente hizo que las autoridades educacionales explicaran por qué habían planteado esta interrogante.

Básicamente los expertos explicaron que no era un error, que había sido formulada para motivar el "pensamiento crítico".

Las insólitas respuestas

"El capitán tiene que tener al menos 18 años porque para conducir un barco debe ser un adulto", contestó un niño.



"El capitán tiene 36 porque 26+10 es 36 y el capitán quería que el número de animales fuera igual a su edad", se aventuró a responder otro alumno.

Otro estudiante simplemente se rindió.

"La edad del capitán es... no sé. No puedo resolver esto".

En las redes sociales, sin embargo, la gente no se ahorró las críticas a la pregunta.

"Esta pregunta no tiene sentido lógico. ¿Acaso el profesor sabe la respuesta?", decía un comentario en la red social china Weibo.

"Si la escuela tiene 26 profesores, 10 de los cuales no están pensando, qué edad tiene el director?, preguntó otro cibernauta.

Otros defendieron al colegio -que no ha sido identificado- diciendo que la pregunta efectivamente promueve el pensamiento crítico en los niños.

"El punto es que los estudiantes piensen. Y lo ha logrado", comentó un usuario.

"Esta pregunta hace que los niños tengan que explicar su forma de pensar y les deja espacio para ser creativos. Deberíamos tener más preguntas como esta", dijo otro.

Respuestas creativas

El Departamento de Educación de Shunging explicó que el examen tenía la intención de "evaluar... la conciencia crítica y la habilidad para pensar con independencia".

"Algunas encuestas muestran que los estudiantes de primaria en nuestro país carecen de pensamiento crítico en el área matemática", argumenta la declaración.

El método tradicional chino de educación pone énfasis en que los alumnos tomen nota y repitan, conocido como "aprendizaje de memoria", un método criticado por entorpecer el pensamiento creativo

Las autoridades educacionales argumentaron que preguntas como la del barco "le permiten a los estudiantes desafiar los límites y pensar más allá".

Y por supuesto siempre existe esa persona que se sabe todas las respuestas.

"El peso total de las 26 ovejas y las 10 cabras es 7.700 kilos, considerando el peso promedio de cada animal", dice uno de los usuarios en la red.

"En China, si manejas un barco que tiene más de 5.000 kilos de carga, tienes que tener una licencia para conducir que dura cinco años. La edad mínima para tener esa licencia es 23, por lo tanto, el capitán tiene al menos 28".

Fuente:

BBC Mundo

8 de enero de 2018

Innovación educativa: ¿Preparar trabajadores eficientes o ciudadanos libres?

La transformación de la enseñanza debe caminar hacia la inclusión de la tecnología en y el uso de metodologías activas sin olvidar el desarrollo del pensamiento crítico.



Derrochar energía o no reciclar son acciones que tienen consecuencias para todo el planeta. Esta es la lección que aprendieron los alumnos de infantil del CEIP San Agustín (Casas Ibáñez, Albacete) a través de un itinerario interactivo creado con Google Earth. La visita virtual al globo con esta herramienta les permitió conocer el deshielo de los polos o la desertificación en Marruecos. Con este trabajo, Cambio climáTICo, la maestra Cati Navarro buscó dar a sus alumnos una formación “acorde con la sociedad tecnológica en la que viven”. El aprendizaje por proyectos que emplea la docente combinado con tecnología impulsa, según cuenta, la digitalización, la creatividad y forma a los niños en competencias como el liderazgo o el trabajo en equipo, características cada vez más demandadas en el mercado laboral de la economía del conocimiento.
Es necesario dotar a los estudiantes de recursos que les ayuden a hacer su mundo pensativo
Laura Morillas, Intef
Pero la calidad educativa no queda ahí. El aterrizaje de las tabletas electrónicas en el aula acompañadas de nuevas metodologías debe poner el foco, en cuanto al contenido, sobre los cambios sociales, culturales o ecológicos que atraviesan el mundo del siglo XXI, según coinciden los expertos. En este punto, nace una corriente dentro del mundo educativo crítica con esta inclinación de la enseñanza hacia las demandas del mercado. “Hay que educar para vivir no para trabajar. Aunque las empresas son una parte importante de la vida, hay muchas más cosas a las que tendrá que enfrentarse un niño cuando crezca”, opina Andrés Dancausa, CEO de SofíaSquare, una startup que conecta profesores particulares y estudiantes.

Un punto de vista que comparte Laura Morillas, directora del Intef (Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado dependiente del Ministerio de Educación). La experta destaca que la tecnología no debe entenderse como la protagonista de la educación, sino un medio para mejorarla. “La clave de la enseñanza sigue siendo el desarrollo del pensamiento crítico y esa es la labor esencial del profesor. El conocimiento es ahora accesible a todos en la red, pero el trabajo del docente es fomentar que el alumno piense por sí mismo y se haga preguntas”, reflexiona en un evento organizado por Xataka Live Citizen.

Aunque Remedios Zafra, escritora y teórica sobre la Cultura Digital, valora las mejoras innegables que aportan las nuevas herramientas tecnológicas a la educación, introduce una lanza a favor del pensamiento crítico ante las ansias de digitalización de todas las esferas de la vida. “Es necesario dotar a los estudiantes de recursos que les ayuden a hacer su mundo pensativo, a desarrollarse como ciudadanos libres capaces de elegir por sí mismos sus trabajos, sin que les predestinemos en función del género, la clase social o los empleos disponibles o visibilizados por el mercado”, reflexiona. Zafra considera que la libertad es el escalón que debería facilitar la educación para permitir a los jóvenes “cuestionar mundos y trabajos”. “Desde aquí se podría mejorarlos e imaginar otros, no cambiando unas verdades por otras, sino haciendo reflexivas las formas en que hoy se diseñan las verdades”, cuenta.

Lea el artículo completo en:

El País (Retina)

"La evaluación no debe reducirse a un número o una expresión"

Calificamos porque así lo exigen las administraciones, la tradición académica y muchas familias, pero creemos que se equivocan.



En la educación obligatoria, la calificación es un recurso poco o nada eficaz, sobre todo si se acaba reduciendo a un número o a una expresión. Esta forma de categorizar los aprendizajes, comparando, enjuiciando… contribuye a deformar la imagen que cada estudiante se construye de sí mismo; al tiempo que es poco útil para en la mejora del trabajo de docentes y estudiantes.

Ésta es la posición de partida que, en referencia a la evaluación, mantienen Carmen Cañabate, Mª del Carmen Díaz y Francisca Espinosa, maestras del Colegio Público de Educación Infantil y Primaria (CEIP) ‘Clara Campoamor de Huércal de Almería (España).




Cambiar las prácticas habituales de evaluación no es tarea fácil. Exige, más allá de buenos propósitos, la formación necesaria para la construcción de escenarios de aprendizaje con sentido y el dominio estratégico de herramientas de análisis de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Y, necesita, también, algo más. Precisa contar con el apoyo profesional de los colegas como, por otra parte, requiere todo proceso de innovación educativa. En el caso de Carmen, Mª Carmen y Francisca esto ha sido un hecho: desde hace años, forman parte de un colectivo de docentes (“Aprender Hablando”), que se acompañan en el desarrollo de su profesión y que evolucionan juntos tanto conceptual como actitudinalmente.

Para ilustrar este planteamiento de la evaluación, vamos describir una experiencia de trabajo de aula, desplegada en el CEIP ‘Clara Campoamor’, a lo largo de varios cursos y en distintos niveles de educación primaria.

De las distintas actuaciones de evaluación posibles, nuestras profesoras han decidido centrarse en la evaluación inicial; al fin y al cabo, una práctica de trabajo de aula bastante habitual.

La evaluación inicial suele ser la tarea escolar principal de los primeros días de septiembre, después de que niñas y niños hayan vivido a otro ritmo y disfrutado de dar ‘rienda suelta’ a otros intereses propios del periodo vacacional. Pues bien, en la mayoría de los casos y sin solución de continuidad, sin preparar la más mínima transición, sin valorar el distanciamiento que se produce en los escolares de las tareas académicas… los sometemos a una secuencia de pruebas de examen sin sentido.

Estas pruebas estándar de examen y registro, habitualmente en soporte de lápiz y papel, más allá de la lógica tensión y rechazo que generan entre los escolares, realmente, como comentan nuestras profesoras, ‘no suelen servir para nada’. En la mayoría de los casos, una vez cumplida la rutina de los exámenes, el profesorado, de nuevo, comienza el curso con el “tema 1” del libro de texto, más allá de los resultados de las pruebas.

Carmen Cañabate nos traslada su insatisfacción en el siguiente comentario:

“… evaluamos para que el alumando mejore sus aprendizajes y el resultado de toda evaluación, en la educación obligatoria, debe servir para cambiar cosas en la planificación del docente, para ayudar a que niñas y niños aprendan mejor…” (Carmen Cañabate, Evaluar qué, ésa es la cuestión)

En el Colegio Público ‘Clara Campoamor’, están de acuerdo con este propósito y, por esta razón, organizan la evaluación inicial de manera diferente. Construyen escenarios de confianza en los que la energía desplegada y las actividades planteadas sirven, son útiles… para el profesorado, como profesionales de la enseñanza, y los propios estudiantes, tomando conciencia de los diversos modos personales de aprender.

Planifican secuencias didácticas abiertas y significativas, en las que, de manera inclusiva y dentro de un mismo plan de trabajo, niñas y niños van avanzando conscientemente y a su ritmo.

“…cada cual va a su ritmo, de manera que lo que en unas criaturas cala de manera muy profunda, en otras apenas roza; y que en ocasiones de lo que esperabas que aprendieran no aprendieron nada y te sorprenden con aprendizajes que jamás hubieses esperado. Unas vuelan, otras corren, otras caminan y algunas parecen observar, pensando si lanzarse no las llevará al vacío.”
(Carmen Cañabate, Evaluar qué, ésa es la cuestión)





El artículo completo en El País (España)

Cómo aprender más rápido, según Elon Musk, Einstein y Feynman

Cómo aprender rápido y crear reglas generales realmente útiles son francamente cuestiones difíciles de responder. Sin embargo, quizá podamos aprender algo de algunos genios.

Figuras como Albert Einstein, su colega Premio Nobel de Física Richard Feynman, y el súper empresario Elon Musk han ofrecido consejos prácticos que cualquiera puede usar para acelerar su aprendizaje en cualquier tema de su elección.



Einstein

Según Einstein, los grandes saltos mentales y la diversión van de la mano, y cuanto más puedas disfrutar aprendiendo, más rápido acumularás información en tu cerebro y lograrás avances.

En 1915, escribió el siguiente consejo para su hijo de 11 años, que intentaba dominar el piano:

Estoy muy contento de que encuentres satisfactorio tocar el piano... así que toca el piano, incluso si el maestro no te lo pide. Esa es la forma de aprender más: cuando estás haciendo algo con tanto placer que no te das cuenta de que el tiempo pasa. A veces estoy tan envuelto en mi trabajo que me olvido de la comida del mediodía.

Feynman

El legendario físico Richard Feynman ganó el Premio Nobel por su trabajo en uno de los temas que resulta más difícil para la mente humana, la mecánica cuántica. Pero su principal consejo para acelerar el aprendizaje es hacer que todo lo que estés estudiando se pueda reducir hasta que sea simple. Tan simple, de hecho, que podría explicarse a un niño de ocho años.

Cuando escribe una idea de principio a fin en un lenguaje sencillo (consejo: usar solo las palabras comunes), se obliga a comprender el concepto a un nivel más profundo y simplifica las relaciones y conexiones entre las ideas.

Musk

Elon Musk ha demostrado dominar diversas áreas de conocimientos y, sobre todo, descubrir cuáles de ellas podrían tener una oportunidad de desarrollo y de negocio. ¿Cómo aprendió tanto sobre tantos campos diferentes? Cuando alguien en Reddit AMA (Ask Me Anything) planteaba esa pregunta, Musk respondió:

La mayoría de las personas puede aprender mucho más de lo que cree (...) Es importante ver el conocimiento como una especie de árbol semántico: asegúrese de comprender los principios fundamentales, es decir, el tronco y las ramas grandes, antes de entrar en las hojas / detalles.

Lea el artículo completo en:

Xakata Ciencia

30 de diciembre de 2017

Star Wars en las aulas, cómo crear aprendizajes significtivos con esos films

Saludos, desde Ocros (Ancash, Perú)



Desde que Disney adquirió los derechos del Star Wars no pierde la oportunidad de ganar dinero explotando la saga al máximo. Una prueba de ello es que la última producción de la saga lidera, hasta la fecha, la taquilla mundial.



Sin duda alguna, estos films son ya parte de la cultura popular global, por ello no debemos perder la oportunidad de explotar estas películas de ciencia ficción como recurso educativo, siguiendo las tendencias globales como la de Beloso, uno de los mejores docentes de España. Es con ese fin que preparamos, con nuestro equipo de especialistas en educación, la siguiente presentación:



Esperamos sus comentarios para seguir enriqueciendo esta propuesta.

Lic. Leonardo Sánchez Coello
leonardo.sanchez.coello@gmail.com
Director de la Ugel de Ocros (Ancash, Perú)

24 de diciembre de 2017

Conrad Wolfram: “El 80% de lo que se aprende en la asignatura de matemáticas no sirve para nada”

Conrad Wolfram, físico que está cambiando la forma de enseñar matemáticas en Estonia, apuesta por eliminar el cálculo a mano.

Conrad Wolfram (Oxford, 1970) piensa que tenemos un problema con las matemáticas. Nadie está contento: los estudiantes creen que es una asignatura difícil y sin interés, los maestros están frustrados con los resultados de sus alumnos y los gobiernos se dan cuenta de que son determinantes para la economía pero no saben cómo actualizar los programas académicos. "Cada vez vivimos en un mundo más matemático y sin embargo la educación está estancada", opina Wolfram, físico y matemático por la Universidad de Cambridge y fundador de Computer Based Math, una compañía centrada en rediseñar la asignatura de matemáticas que hace dos años lanzó su programa piloto en colaboración con el Gobierno de Estonia.

En 2010 Wolfram atrajo la atención de educadores y expertos en educación de diferentes partes del mundo con su charla TED Cómo enseñar a los niños matemáticas del mundo real, con más de 1,5 millones de reproducciones, en la que analiza los motivos por los que los estudiantes han perdido el interés en la asignatura que está detrás de las "creaciones más emocionantes de la humanidad", desde los cohetes hasta los mercados de valores.

Demasiadas horas de clase invertidas en aprender a calcular grandes divisiones y ecuaciones a mano. Ese es el gran fallo, según Wolfram, que apuesta por introducir la computación en las clases y dejar que sean las máquinas las que se encarguen del cálculo.

Pregunta. Si los niños no aprenden a calcular a mano y hacen las operaciones con el ordenador, ¿cómo van a entender lo que están haciendo?

Respuesta. Los matemáticos me odiarán por decir esto, pero antes de los ordenadores las matemáticas no eran muy útiles para el día a día, para la vida en general. Para cualquier campo en el que se usen muchos datos, como la física, la biología o la salud, la computación ha elevado las matemáticas a un estadio nuevo. Los problemas reales del siglo XXI solo se pueden resolver usando los ordenadores y por eso deben entrar en el sistema educativo como parte fundamental de la asignatura de matemáticas. Tener a los niños en las aulas calculando a mano ecuaciones de segundo grado ya no tiene sentido; hay que enseñarles a interpretar los datos y a sacar utilidad de las matemáticas. Enseñarles el funcionamiento básico está bien, pero complicarlo hasta la extenuación es una estrategia errónea que les aleja para toda la vida. Suelo poner el ejemplo de la conducción; no hace falta entender el funcionamiento de los motores para manejar un vehículo.

P. Algunos expertos sostienen que el cálculo ayuda a aprender el sentido de los números y es una buena herramienta para entrenarse en la toma de decisiones.

R. ¿Cuándo fue la última vez que multiplicaste 3/17 por 2/15? Probablemente lo aprendieras en la escuela pero nunca lo has vuelto a ejecutar. Muchos expertos dirán que multiplicando fracciones estás aprendiendo, pero solo estás recordando un proceso. Realmente no estás entendiendo para qué lo haces ni para qué sirve. Un ejemplo muy simple: en la ecuación x+2=4 te enseñaron que si pasas el dos a la derecha cambia de signo y se convierte en menos 2. Ahí tampoco entiendes qué estás haciendo. Las matemáticas tradicionales ya no tienen sentido y probablemente el 80% del contenido de la asignatura no es útil y nunca lo usarás fuera del aula.

P. Podrían decirle que dejarle el cálculo al ordenador en edad de aprender es de vagos.

R. Intentar saber cómo usar la computación no supone menos trabajo para el cerebro. Todo lo contrario. Los problemas a resolver son mucho más complejos y ahí es donde hay que entrenar a los niños. La programación es lo que equivaldría hoy al cálculo a mano, saber decirle al ordenador con códigos y números lo que tiene que hacer de forma muy precisa. Matemáticas, programación y pensamiento computacional deben ser la misma asignatura.

P. ¿Podría poner un ejemplo de esas situaciones de la vida real de las que habla?

R. Si te muestro los datos de dos webs y te pregunto cuál está funcionando mejor la primera pregunta que debes hacerte es qué significa mejor. Puede ser el tiempo que los usuarios pasan en cada una de ellas o las veces que hacen clic en alguna de las pestañas... En el mundo real puedes usar el machine learning o el análisis estadístico para medir y analizar resultados. Elegir qué opción funciona mejor en cada caso es complicado y ese tipo de conocimientos no se enseñan en la escuela. Las matemáticas son mucho más que el cálculo, aunque es comprensible que durante cientos de años se le haya dado tanta importancia, pues solo había una forma de hacerlo; a mano. Las matemáticas se han liberado del cálculo, pero esa liberación todavía no ha llegado a la educación.

P. Su empresa ha reinventado la asignatura de matemáticas para introducir la computación y ha introducido nuevas habilidades a evaluar como la comunicación matemática. ¿Cómo consiguió convencer al Gobierno de Estonia para implantarla en los colegios públicos?

R. Con 1,3 millones de habitantes, Estonia se considera el país más digital de Europa. Sus ciudadanos pueden votar, pagar impuestos, comprobar archivos médicos o registrar una empresa desde su ordenador de casa en pocos minutos. En el último informe PISA superó a los finlandeses en ciencias y matemáticas y es el nuevo referente en Europa en innovación educativa. Hace tres años conocí en unas jornadas a su Ministro de Educación, que es físico, y dos años después lanzamos el primer proyecto piloto, que se está usando en el 10% de los colegios públicos del país. Hemos centrado la asignatura, para estudiantes de Secundaria, en probabilidad y estadística y hemos cambiado el sistema de evaluación. Los alumnos aprenden a resolver cuestiones reales como por ejemplo ¿son las chicas mejores en matemáticas? o ¿mi estatura está en la media?. Ahora estamos en conversaciones con Irlanda y Australia. 

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El País (España)

6 de noviembre de 2017

Expulsemos el powerpoint de la universidad: empeora las clases, a los alumnos y a los profesores

No hay profesor universitario que no tenga un mal recuerdo de alguna clase. Yo, por ejemplo, hubo una vez en la que sabía desde el principio que había perdido a mis alumnos con el powerpoint porque los que no habían caído en un coma profundo me miraban con furia o ansiedad. Años después todavía resuena mi voz en mi cabeza enumerando los puntos principales e intentando venderles la moto a los estudiantes.

Por suerte, no recuerdo qué pensarían los estudiantes sobre mi presentación, pero el recuerdo más doloroso es la experiencia de aburrirme a mí mismo. Cuando te pasa algo así te tienes que replantear cómo haces las cosas y por eso he liderado una iniciativa para prohibir el powerpoint a la hora de dar clase.

Una clase te puede salir mal por varias razones: mala planificación del curso, falta de preparación, un día poco inspirado, los estudiantes no se comprometen, demasiados alumnos, un aula mal diseñada… pero el powerpoint se suele llevar la palma.

Una clase en vivo cara a cara es una interacción abierta entre los estudiantes y el profesor para tratar contenidos y lo que hace un powerpoint es convertir la clase en un monólogo que ignora cualquier otro tipo de aportación que no sea lo que el profesor ha planificado el día anterior, quitando toda posibilidad de improvisar o de considerar otras opiniones. Hay pocas opciones para adaptarse a las reacciones de los estudiantes sin salirse del tema.

Este tipo de presentaciones suelen ser tan sumamente aburridas porque, aunque los oyentes ya sepan por dónde van los tiros, el orador tiene que exponer todos los puntos, mientras el público cruza los dedos para que la siguiente diapositiva sea más interesante.

Los ppt no fueron diseñados para los profesores

Sin embargo, para mantener el interés y la relevancia durante una clase, los profesores tienen que hacer preguntas y experimentar, no simplemente dar soluciones y datos. Por desgracia, esa es la idea de PowerPoint. Este programa fue originalmente diseñado para Macintosh, pero Microsoft se hizo con la compañía que lo programó y, tras su lanzamiento, el programa estaba dirigido a los profesionales de negocios, especialmente a consultores y comerciales.

Durante los 90 muchas empresas lo empezaron a usar de forma más general porque venía con el paquete de Microsoft Office, lo que explica que incluya resúmenes para ejecutivos, todas las opciones para gráficas y tablas o los planes de acción. El powerpoint llegó a las universidades porque cada vez había más demanda para ofrecer una formación más concreta y masticada a los estudiantes que les ayudara a moverse entre la amplia cantidad de conocimientos.

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Xakata Ciencia

5 de septiembre de 2017

Por qué los grupos de WhatsApp del ‘cole’ son una pésima idea

Si no ha podido asistir a una reunión, alguien le pasará un resumen. Ahí acaban los beneficios de estos ‘chats’ que incrementan nuestra dependencia del móvil y nos impiden desconectar del colegio.





Si tiene hijos en edad escolar, sabrá de lo que hablamos: ese activísimo grupo de WhatsApp creado por algún progenitor diligente al que se ha unido pensando que es la forma idónea de estar al día de lo que ocurre en la clase de sus pequeños. ¿Lo es? De entrada, y como tantos otros grupos de mensajería del móvil, nace con el lastre de carecer de un propósito concreto. “Surgen por la pertenencia a un entorno, y no por un objetivo en particular”, explica la psicóloga clínica Vanessa Abrines, parte del equipo de Psicoterapeutas.com. “Así, cada miembro, al no ser explícito el objetivo, lleva a cabo su participación en función de lo que cree que es válido para el grupo”. Esto explica que, además de información práctica relativa al cole (el resumen de una reunión, la información sobre una excursión) se cuelen mensajes del tipo “¿Alguien ha visto un jersey rojo?” que dan pie a insólitos debates a la una de la madrugada, acompañados del característico silbidito.


Sin embargo, la falta de dirección inicial es propia de todos los grupos, que poco a poco se van autorregulando. En su constitución, y como explica Luis López-Yarto Erizalde, profesor de Psicología Social y de Dinámica de Grupos en la Universidad Pontificia Comillas (Madrid) y autor de Dinámica de grupos 50 años después, los miembros de los nuevos grupos son como “una pandilla de niños que salen por primera vez de casa” y necesitan un padre o líder que les dirija. Al principio todo es ansiedad y tensión, además de preguntas como “¿qué hago aquí?”, “¿me aceptarán?”, o “¿qué es lo correcto en este grupo?”. Poco a poco el grupo se va conformando y van surgiendo roles y temáticas en función de lo que permite el grupo. Cualquier temática será posible en estos microchats instantáneos en los que, según Abrines, “se proporciona un medio fácil y accesible donde relacionarse con otros” (y que, como te despistes dos horas, te puedes encontrar con doscientos mensajes pendientes).

Una percepción errónea de los demás

El primer “pero” a estos grupos radica en que en el fondo nos estamos relacionando con desconocidos, que se van a llevar una imagen de nosotros basada únicamente en los mensajes que difundamos en el chat. “Cuando el mensaje es escrito, al no verse la expresión facial de quien lo escribe, las conclusiones de cada uno son mucho más arbitrarias. Es decir: alguien puede tener una intención conciliadora, pero desde fuera se puede interpretar como agresivo o invasivo al faltar la componente de la comunicación no verbal”, dice Abrines. Esto puede llevar a que unos padres etiqueten a otros como “el borde” o “el que no se entera” de forma errónea e injusta.

“Cuanto más nos manifestamos en un grupo, más opiniones sobre nosotros generamos en él, en ambas direcciones”, advierte Abrines. En el otro extremo, una escasa participación puede ser interpretada como indiferencia. “No posicionarse o no intervenir en realidad es posicionarse en la no intervención. Eso puede vivirse como una falta de interés por parte de los demás, aunque muchas veces sea solo timidez o prudencia”.

Impiden desconectar

El eterno soniquete del móvil, por otro lado, impide la desconexión, siquiera el fin de semana, respecto a las obligaciones adquiridas con los hijos, sus deberes e incluso su vida social, a menudo mucho más activa que la de sus padres. Porque si el hecho de desconectar del trabajo lo consideramos saludable, ¿por qué no habríamos de cortar con el colegio, y dedicar el tiempo libre a disfrutar de nuestros hijos en el ámbito de la familia? Vanessa Abrines avisa de que cada padre y madre deben “autorregularse y ser conscientes de su nivel de estrés y de lo que lo origina”. Y recomienda que, “si lo vivimos negativamente y como una obligación, lo mejor es que lo silenciemos”.

Incrementan nuestra dependencia del móvil

Independientemente de su mejor o peor funcionamiento, el grupo del cole termina siendo otro más en nuestro smartphone, como si el del trabajo, los primos del pueblo o la pandilla del gimnasio no fueran suficientes. Esto nos genera un enganche cada vez mayor a los dispositivos, algo poco recomendable, sobre todo por la noche: “El visionado del móvil o de cualquier otro dispositivo genera insomnio nocturno como consecuencia del impacto de la proyección de la luz y de la activación que produce en nuestro sistema nervioso”, explica Dan Siegel, profesor de psiquiatría de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

El corrillo de la puerta del cole

Desde el sindicato independiente de la enseñanza pública ANPE cuestionan seriamente el papel de estos grupos de padres. Julio Díaz Escolante, presidente de ANPE Galicia, reporta un sinfín de quejas a su organización multiplicadas por lo que denomina “el efecto WhatsApp”de los padres. “Hemos pasado del corrillo a la puerta del cole o de la cafetería de la esquina, a estos grupitos de padres, con todo lo que supone el mal uso del mismo”, lamenta. Aunque considera que pueden ser una buena herramienta, señala haber presenciado usos poco convenientes e incluso destructivos, como la “difusión de rumores, las críticas a otros padres o situaciones de verdadero acoso a profesores”.

Tomado de: Buena Vida (El País, España)
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