Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta agricultura. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta agricultura. Mostrar todas las entradas

2 de marzo de 2015

La selva del Amazonas necesita del desierto Sahara para sobrevivir



Tiene nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas. Se midió además la cantidad de polvo procedente de África.



Un antiguo proverbio chino dice que el aleteo de una mariposa puede provocar un tsunami en otra parte del mundo. Y aunque pudiera sonar desproporcionado o exagerado, a medida que la ciencia amplía el conocimiento sobre fenómenos climáticos y atmosféricos, se comprueba que los ecosistemas de las distintas partes del mundo están más interconectados de lo que imaginamos.
Así, una de las regiones más áridas del planeta, el desierto del Sahara contribuye con la exuberante forma de  crecer de la selva amazónica. Los científicos han conocido por mucho tiempo que el polvo desértico africano viaja atravesando países y que incluso una parte se deposita en el Océano Atlántico antes de depositarse en la Amazonía en Sudamérica, Norteamérica, y otras regiones.
El artículo completo en:

8 de enero de 2015

Los cereales más antiguos

¿Le gustaría probar un saludable grano del tipo encontrado en la tumba del Rey Tutankamón? ¿O quizás darse banquete con semillas que, se dice, fueron almacenadas en el arca de Noé?
¿Y que tal un sorbo de vodka hecho a base de quinoa, el tradicional cereal boliviano?
Si esto le abre el apetito, no está solo.
En los últimos cinco años se ha registrado una explosión en la popularidad de los llamados "granos antiguos" en el mercado estadounidense.

Siembra de quinoa en Bolivia
En los campos de Bolivia se cultiva el grano de quinoa, que es una proteína completa, ya que tiene todos los nueve aminoácidos esenciales. De los antiguos es el más conocido.

Muchos de ellos, como la quinoa de Bolivia y el teff de Etiopía, se han cultivado de la misma manera desde hace miles años.
"En un sentido positivo, ha sido como una tormenta perfecta para estos granos", explica Cynthia Harriman, directora de alimentos y estrategias nutricionales de Whole Grain Council, una organización no gubernamental estadounidense dedicada a la promoción de la alimentación saludable y el consumo de cereales.
"Encajan con nuestro deseo de encontrar una súper comida, una bala mágica que deberíamos comer", le dice Harriman a la BBC.
Los granos antiguos son percibidos como lo opuesto al trigo, aún cuando hay tres que son cepas antiguas de él - espelta, escanda y farro - y a menudo son más refinados.

Amaranto
El amaranto fue consumido por los aztecas y es un grano libre de gluten. Se le puede apreciar en los puntos morados que se ven en algunas tortillas.

Son apreciados como más saludables, naturales y beneficiosos para el consumo, dado que poseen más vitaminas, minerales, fibras y proteínas que el trigo moderno, y rara vez son consumidos en su forma procesada.

El artículo completo en:

1 de diciembre de 2014

Las plantas reconocen a sus vecinas: Si son parientes, trabajan en equipo. Si no lo son, compiten




Si las plantas parientes colaboran entre sí cuando están juntas, se podrían cultivar más cerca la una de la otra para aprovechar mejor el espacio. 

 
Si son parientes, trabajan en equipo, colaboran entre sí. Si no lo son, compiten la una con la otra.

Esto es lo que descubrió un equipo de investigadores argentinos que analizó cómo se comportan las plantas ubicadas en una hilera.

No sólo hallaron que eran capaces de reconocer a sus parientes por la forma de su tallo y sus hojas, sino también descrubrieron que la relación de parentesco las hacía actuar en consecuencia.

"Notamos que cuando acomodamos las plantas en hileras, muy cerca la una de la otra, simulando la situación típica de un cultivo, las plantas que estaban genéticamente relacionadas entre sí, posicionaban sus hojas hacia los espacios libres, fuera de la hilera", le explica a BBC Mundo Jorge Casal, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet) y líder el estudio.

"En cambio, cuando mezclábamos plantas de la misma especie de distintos grupos genéticos, las plantas disponían sus hojas al azar, en cualquier dirección", añade.

Es decir, cuando la planta reconoce que su vecina es pariente, amontona sus hojas para minimizar la interferencia y permitirle aprovechar mejor la luz del sol.

Si no es pariente, distribuye sus hojas en cualquier dirección para aprovechar al máximo la luz disponible.

El estudio, publicado recientemente en la revista especializada New Phytologist, puede traer beneficios para la agricultura, ya que abre nuevas posibilidades en cuanto a cómo maximizar el rendimiento de las cosechas en función del espacio libre para cultivar.

Lea también: Plantas que no ven, plantas que no crecen

El artículo completo en:

BBC Ciencia

21 de septiembre de 2014

Calentamiento del mar ajeno a El Niño sí genera impactos negativos

Fenómeno se registró entre mayo y junio de este año, afirma Senamhi





Especialistas en el estudio del clima afirmaron que si bien se ha descartado la presencia de un Fenómeno de El Niño extraordinario, sucesos como el calentamiento del mar, como el que se registró entre mayo y junio pasado sí genera un impacto negativo en la población.


Al respecto, en declaraciones a la Agencia Andina la directora de Climatología del Senamhi, Grinia Ávalos Roldán, citó como ejemplo que de cierta manera dicho calentamiento, que duro entre 8 y 9 semanas, limitó la afloración del mango en el norte del país.

Además, afirmó, el recurso hidrobiológico se profundizó y se trasladó a otros lugares afectando a los pescadores. "Han sido muy elocuentes las imágenes difundidas por varios medios de comunicación sobre el hallazgo de aves muertas a lo largo del litoral porque no encontraban alimento", puntualizó.

La especialista remarcó la importancia del tema de la gestión de  riegos no tiene que centrarse solamente en  eventos ya conocidos como el Fenómeno El Niño, pues el  clima en su mayor variabilidad puede generar escenarios cálidos que produzcan impactos desfavorables en la gente.

"Ante esta situación nuestra necesidad de informar y monitorear se acrecienta y, sin ser alarmistas, debemos decir lo que está pasando", enfatizó.

Por este motivo, la funcionaria anunció que el 30 de octubre próximo en el Cusco, el Senamhi desarrollará el Primer Foro Climático Regional. Agregó que con las autoridades cusqueñas han coordinado mucho y  los pobladores están bien sensibilizados al respecto. "Tenemos muchos proyectos ejecutados en esta parte del territorio nacional", comentó.

El artículo completo en:

17 de septiembre de 2014

El consumo colaborativo: Gracias a Internet, se puede cultivar el huerto de un extraño o intercambiar semillas

Un día, la francesa Catherine decidió compartir parte de su comida. Empezó colocando un enorme macetero de la verja de su jardín. En él crecían, ufanas, varias plantas de fresones. Del macetero colgaba, a su vez, un cartel: Nourriture à partager. Servez-vous librement, c'est gratuit! (Comida para compartir. Tomad lo que queráis libremente. ¡Es gratis!). Con este gesto, Catherine se estaba sumando al movimiento de origen británico Incredible Edible, que invita a quienes poseen pequeños cultivos caseros a compartir los alimentos que producen sus tierras, ya sean hortalizas, frutas, hierbas aromáticas o medicinales.



Francia es terreno abonado para este tipo de iniciativas porque es frecuente poseer un terruño, un macetero o, en su defecto, agenciarse el del vecino para hacer crecer algo que llevarse a la boca. Así, cuando un grupo de amigos visita una casa como la de Catherine, suelen aparecer con una bolsa de ciruelas porque son incapaces de consumir todo lo que produce su ciruelo. Si, por el contrario, invitan ellos a comer, la ensalada que servirán como entrante llevará rábanos de su huerto, que además habrán sido recolectados pocas horas antes del festín.

La eclosión del consumo colaborativo y las posibilidades que Internet ofrece para llevarlo a cabo han permitido un crecimiento exponencial de ese deseo ancestral de invitar a alguien a sentarse a la mesa. ¿Qué es un compañero, a fin de cuentas, sino alguien con quien compartimos el pan?

En Francia, en Reino Unido y también en España proliferan, de un tiempo a esta parte, las plataformas en la Red que permiten realizar un consumo compartido de toda la cadena alimentaria. ¿Quieres cultivar pero no tienes tierra? Huertos compartidos, Tu huerto ecológico, Huertas Lúdicas y Huertos de ocio, entre otros, ponen en contacto a los interesados con propietarios de tierras que no tienen tiempo o ganas de cultivarla y están dispuestos a cederlas o alquilarlas.





Material informativo sobre una iniciativa para compartir semillas. / A. A.

Terreno más desconocido es el de las semillas. En Francia nació en 2012 Graines de Troc, una iniciativa que promueve el intercambio de simientes. Hasta la fecha, más de 2.000 personas de 30 países han participado a través de una plataforma en Internet. Pero no todo se queda en lo virtual. Graines de Troc ha impulsado además la creación de grainothèques o granotecas, es decir, espacios físicos donde se pueden dejar o recoger semillas libremente. La mediateca de la localidad de Lagord (en el departamento francés de Charente-Maritime) acogió en enero de 2013 la primera del país y hoy ya existen unas 60 repartidas por toda Francia. La última iniciativa de Graines de Troc busca sensibilizar a los niños sobre la importancia de la biodiversidad. Así, Drôles de graines (semillas raras o divertidas, en español) tiene por objetivo que los menores de la región de La Rochelle planten hasta 1.000 tomateras de 200 variedades diferentes que también ellos recolectarán llegada la hora. Recuperarán, además, las semillas plantadas para compartirlas con otros.

Un consumo colaborativo clásico es el que proponen desde hace años los grupos de consumo de proximidad: comprar entre varias personas a un mismo productor local para conseguir un mejor precio, favorecer la economía del entorno y consumir alimentos de mayor calidad y de temporada. Internet y las plataformas que se han creado para ello han logrado modernizar y aumentar su potencial. En España acaba de aterrizar La colmena que dice sí, una iniciativa creada en Francia que ahora busca expandirse también en Gran Bretaña con el nombre de The food assembly. Los promotores utilizan Internet para poner en contacto a productores locales y consumidores organizados en grupos de consumo. Yo compro sano, por otra parte, ayuda a crear grupos de consumo de proximidad y Ecoagricultor, otro ejemplo, reúne a agricultores, productores ecológicos, grupos de consumo y particulares.

En Francia también se han propuesto compartir los electrodomésticos que mantienen los alimentos en buenas condiciones con el objetivo de reducir el desperdicio alimentario. Partage ton frigo (Comparte tu frigorífico) anima los usuarios a intercambiar los productos de la nevera y así aprovecharlos al máximo. Incluso incita a dar un paso más allá: que instalen un frigorífico compartido en el edificio o la comunidad donde viven, o en su espacio de trabajo. La empresa que hay detrás de este nombre se encarga de la instalación del aparato, de su mantenimiento y limpieza, así como de la formación de los usuarios del servicio compartido.





Cartel de la iniciativa de compartir nevera.

¿Qué alternativa hay para quien no quiere semillas, ni tierra ni frutas, ni alimentos, sino a alguien cocine en su lugar? Compartoplato.es permite sacar partido del buen hacer gastronómico de los vecinos a un precio módico. ¿Por qué no comprar una porción de puchero cuando no hay ganas de trastear en la cocina? Super-marmite.com es la misma idea, que ha calado muy bien en la sociedad francesa.

Y si el puchero no es suficiente, ya que el consumidor aspira a sentarse a la mesa de alguien y que le sirvan, existen iniciativas como Eatwith, SocialEaters o Cookflat. Todas parten de la idea de ir a comer a casa de alguien, aunque con diferentes matices: se puede ir a hacer amigos, a encontrarse con extranjeros o a que esos extranjeros conozcan a autóctonos. En resumidas cuentas, quien quiera encontrar compañeros, oportunidades no te faltan.

Fuente:

El País Ciencia

18 de agosto de 2014

Por qué Panasonic ahora cultiva lechugas


Granja techada de vegetales de Panasonic

Granja de Panasonic en Singapur. Los vegetales son producidos en condiciones controladas de temperatura y humedad, bajo el brillo rosa y púrpura de luces LED.

De televisores a rábanos y lechugas.

El gigante de electrónica Panasonic Corp de Japón comenzó a vender vegetales cultivados en su primera granja techada en Singapur.
"Anticipamos que la agricultura será una potencial cartera de crecimiento, dada la escasez de tierra cultivable, el cambio climático y la creciente demanda por comida de calidad"
Hideki Baba, Panasonic Factory Solutions Asia Pacific
La empresa afirmó recientemente que Singapur es el lugar ideal para su nueva iniciativa. La granja une la incursión de la compañía en la producción de alimentos con las necesidades estratégicas de Singapur, uno de los países más densamente poblados del mundo, con escasez de tierras y gran dependencia de importaciones, ya que compra del exterior el 90% de sus alimentos.

Panasonic prevé que la producción de vegetales con alta tecnología será un sector en rápida expansión en el futuro.

"Anticipamos que la agricultura será una potencial cartera de crecimiento, dada la escasez de tierra cultivable, el cambio climático y la creciente demanda por comida de calidad y un suministro estable de alimentos", afirmó a medios de prensa Hideki Baba, director gerente de Panasonic Factory Solutions Asia Pacific, una división de la compañía.

Fábrica de Panasonic en Singapur

La granja se encuentra en una fábrica de Panasonic en la isla Jurong.

Espinacas y rábanos

La granja de 248 metros cuadrados de Panasonic está dentro de una fábrica de la empresa en la isla Jurong y provee a restaurantes de la cadena japonesa Ootoya.

Por ahora, el establecimiento produce 10 tipos diferentes de vegetales, incluyendo, lechugas, espinacas mini, mizuna o mostaza japonesa y rábanos.

Las plantas son cultivadas sin pesticidas y no son genéticamente modificadas. Los vegetales son producidos en condiciones controladas de temperatura y humedad, bajo el brillo rosa y púrpura de luces LED, diodo semiconductor que emite luz al ser atravesado por una corriente eléctrica. El número de visitantes es restringido para mantener la temperatura y los niveles de dióxido de carbono.

Panasonic planea cultivar 30 variedades diferentes de vegetales para marzo de 2017, que representarán un 5% de la producción local. La compañía asegura que el costo de sus verduras de alta tecnología podría ser muy competitivo.

Ootoya compra actualmente cerca de 300 kg de vegetales por los que paga cerca de la mitad de lo que abonaría por productos similares importados de Japón, según informes.

Fresas en Dubái

Panasonic describió recientemente en Twitter una vision estratégica de impulsar la autosuficiencia en la producción de alimentos a través de métodos sustentables.

La empresa anticipa que para 2030 la población de Singapur aumentará a 6,5 millones, con lo que la demanda anual podría ser de unos 104 millones de verduras de hoja y más de 500 millones de kg de otros vegetales.

Local de venta de productos electrónicos en Japón

Panasonic, Sharp y otras empresas electrónicas están incursionando en la producción de alimentos.

Como parte de su incursión en la tecnología de alimentos, Panasonic también aportó fondos a la empresa Sky Greens, que produce vegetales en invernaderos con torres verticales. Sky Greens cuenta actualmente con 600 de esas torres o granjas verticales que producen hasta una tonelada de vegetales al día y espera expandir su negocio a 2.000 torres el año entrante.

El experto en tecnología agrícola Lee Sing Kong dijo a la agencia EFE que Singapur puede mejorar su seguridad alimenticia usando nuevas técnicas de cultivo para incrementar la productividad.

"Tenemos que cultivar algo por nuestra cuenta para tener un respaldo para los períodos en que haya interrupciones de la oferta", aseguró Lee, profesor de ciencias biológicas de la Universidad Tecnológica Nanyang en Singapur.

La agricultura bajo techo también ha llamado la atención de otras empresas japonesas de tecnología.

Fujitsu Ltd anunció el año pasado planes para comenzar ensayos en una planta de producción de lechuga con bajos niveles de potasio para pacientes con problemas renales crónicos.

Y Sharp Corp está probando el cultivo de fresas en los desiertos de Dubai para satisfacer la demanda a nivel regional. La fruta es muy popular en países como Arabia Saudita y Bahrein pero puede verse afectada fácilmente durante el transporte.

Granja techada de vegetales de Panasonic en Singapur

Panasonic planea cultivar 30 variedades diferentes de vegetales para marzo de 2017.
Tomado de:

10 de agosto de 2014

Permacultura y la utopía práctica



Lucho Iglesias en Permacultura Caña Dulce. Foto: C.F.

Los lugares te reclaman. Lucho Iglesias, nacido en el barrio de La Concepción y criado en Moratalaz, llevaba tiempo dándole vueltas al mapa buscando un nombre que le invocara. A él y a su "compañera de vida", Matricia Lana, a quien había conocido en Brunete, en un curso permacultura y agricultura sinérgica de Emilia Hazelip. Allí vivieron en comunidad y fueron forjando poco a poco su sueño de vivir en plena naturaleza en algún rincón de nuestra geografía.

     Lucho y Matri se dejaron tentar por nombres como Arroyo de Luz, en Extremadura, pero al final encontraron su lugar en el mundo en Coín y a orillas del Río Grande, en una finca que había estado abandonada durante 14 años y en la que crecían sin embargo los naranjos y brotaban por doquier las cañas.
  

 Así nació Caña Dulce, un vergel incomprable en el Valle del Guadalhorce, a treinta kilómetros escasos de Marbella y a tiro de piedra del paraíso, que lo tenemos a la vuelta de la esquina y no queremos darnos cuenta.

    "Tenemos todas las herramientas para hacer posible el paraíso", asegura Lucho Iglesias, 44 años, tres cuartas de partes de su vida dedicadas a esta hectára y media de terreno donde crece ahora una fronda comestible de almendros, pacanos, manzanos , perales, olivos, granados, higueras y nísperos. Lucho tuvo muy claro lo que quería ser en esta vida desde que vio un documental sobre el australiano Bill Mollison, el "padre" de la permacultura...

    "Descubrí de pronto que había una manera de diseñar asentamientos humanos sostenibles y en armonía con la naturaleza. Y que podemos hacer crecer maravillosos bosques comestibles, y cultivar nuestros propios alimentos con el máximo respeto a la tierra, y encontrar todo tipo de soluciones sobre la marcha. Porque la permacultura es ante todo muy práctica, ideal para constuir poco a poco nuestra utopía".

   
 "Utopía" es una de esas palabras que crean división sin remedio. Para unos, es poco menos que lo imposible o lo inalcanzable. Para otros, es simplemente un lugar al que aún no hemos llegado, pero no tardaremos. Lucho se encuentra sin duda entre estos últimos, y ahí está cabo de 14 años, dando forma todos los días a su utopía práctica.

      "Utopía" dio también título al documental de Lucho Iglesias y Alex Ruiz, ahí queríamos llegar. "Utopía" se estrenó hace apenas seis años, antes de que atizara la crisis, cuando hablar de la agricultura ecológica, de la banca ética o de los tejados verdes era como remar contra la corriente del cercano Río Grande.

   Y sin embargo la película -premiada en el Festival Internacional de Cine de Medio Ambiente- tuvo una acogida entusiasta, duró cuatro meses en la cartelera del Pequeño Cine Estudio y supo sembrar a tiempo las semillas del gran cambio que ya despuntaba en el horizonte.

  
Lucho Iglesias ha vuelto a sentir ahora la llamada del comunicador que lleva dentro y está ya avanzando por la senda de una segunda película, que aspira a salir adelante por financiación colectiva y será sin duda mucho más que una simple secuela...

El artículo completo en:

Los blogs de El Mundo (España)

31 de julio de 2014

¿Quién tiene miedo de la agricultura ecológica? (II)

La primera parte AQUÍ


La agricultura ecológica ha despertado en los últimos tiempos las más variadas "iras", siendo objeto de todo tipo de calumnias. Su éxito y múltiples apoyos han sido proporcionales a las críticas recibidas. Sin embargo, ¿quién tiene miedo de la agricultura ecológica? ¿Por qué tanto esfuerzo en desautorizarla? 

Todas estas preguntas fueron formuladas en un artículo anterior, donde analizábamos las mentiras detrás de afirmaciones como "la agricultura ecológica no es más sana ni mejor para el medio ambiente que la agricultura industrial y transgénica”. Hoy, abordaremos otras en relación a su eficiencia, el precio y la falsa alternativa que significa una "agricultura ecológica" al servicio de las grandes empresas. Como decíamos entonces: ante la calumnia, datos e información. 

De la eficiencia y el precio 

"La agricultura ecológica es poco eficiente y cara", dicen sus detractores. Quienes realizan esta afirmación olvidan que es precisamente el actual modelo de agricultura industrial el que desperdicia anualmente un tercio de los alimentos que se producen para consumo humano a escala mundial, unos 1.300 millones de toneladas de comida, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Se trata de una agricultura de "usar y tirar". En consecuencia, ¿quién es aquí el ineficiente? Aunque, más allá de estas cifras, es obvio que el actual modelo de agricultura industrial, intensiva y transgénica no satisface las necesidades alimentarias básicas de las personas. El hambre, en un mundo donde se produce más comida que nunca, es el mejor ejemplo, tanto en los países del Sur como aquí. 

Por su parte, la agricultura ecológica y de proximidad se ha demostrado que garantiza mejor la seguridad alimentaria de las personas que la agricultura industrial y permite una mayor producción de comida especialmente en entornos desfavorables, en palabras del relator especial de las Naciones Unidas para el derecho a la alimentación Olivier de Schutter, apoyándose en su informe La agroecología y el derecho a la alimentación. A partir de los datos expuestos en este trabajo, la reconversión de tierras en países del Sur a cultivo ecológico aumentaba su productividad hasta un 79%, en África, en particular, la reconversión permitía un aumento del 116% de las cosechas. Las cifras hablan por sí solas. 

Si hablamos del precio, y sobre todo lo comparamos con la calidad, una vez más la agricultura ecológica sale en mejor posición. Tal vez no lo parezca a primera vista, porqué hay un discurso único, que se repite y se repite y se repite, que nos dice que lo ecológico es siempre más caro. Sin embargo, no es así. A menudo depende de dónde y qué compremos. No es lo mismo comprar en un supermercado ecológico o en una tienda 'gourmet' que comprar directamente al campesino, en el mercado o a través de un grupo o cooperativa de consumo agroecológico, en los primeros los precios acostumbran a ser mucho más caros que en los segundos, donde su coste puede ser igual o incluso inferior que en el comercio tradicional por un producto de la misma calidad. 

A parte, nos tendríamos que preguntar cómo puede ser que determinados productos o alimentos en el supermercado sean tan baratos. ¿Estamos pagando su precio real? ¿Cuál es su calidad? ¿En qué condiciones han sido elaborados? ¿Cuántos kilómetros han recorrido del campo a la mesa? A menudo, un precio muy bajo esconde una serie de costes invisibles: condiciones laborales precarias en origen y destino, mala calidad del producto, impacto medioambiental, etc. Se trata de una serie de gastos ocultos que acabamos socializando entre todos, porqué si la comida recorre largas distancias y agudiza el cambio climático, con la emisión de gases de efecto invernadero, ¿esto quién lo paga? Si comemos alimentos de baja calidad que tienen un impacto negativo en nuestra salud, ¿quién lo costea? En definitiva, como dice el refrán: Pan para hoy y hambre para mañana. 

Y no solo eso, ¿cuándo entramos en el 'súper', qué compramos? Se calcula que entre un 25% y un 55% de la compra en el supermercado es compulsiva, fruto de estímulos externos que nos instan a comprar al margen de cualquier raciocinio. ¿Cuantas veces hemos ido al supermercado a comprar cuatro cosas y hemos salido con el carrito a reventar? El supermercado es una máquina de vender, no nos quepa la menor duda, uno de los espacios más estudiados de nuestra vida cotidiana, para que nuestra compra nunca quede al azar. 

Otra afirmación mil veces repetida es la que dice que "la agricultura ecológica es solo para ricos", o si quien habla busca el insulto, algo frecuente entre el sector "antiecológico", nos dirá que "la agricultura ecológica es solo para pijos". Ya sea en un caso como en otro, quienes afirman dichas palabras, les bien aseguro, que nunca han puesto un pie en un grupo o cooperativa de consumo agroecológico porque sus miembros, en general, pueden ser calificados con mucho adjetivos, pero de "ricos" y "pijos" tienen más bien poco. Se trata de personas que apuestan por otro modelo de agricultura y alimentación, a partir de informarse, tomar conciencia, buscar datos contrastados sobre los impactos de aquello que comemos en nuestra salud, en el medio ambiente, entre el campesinado. En esta vida nos "instruyen" para pensar que "gastamos" dinero en comida, pero ¿se trata de "gastar" o "invertir"? La educación es clave. De aquí, que sea fundamental hacer llegar los principios, y las verdades, de la agricultura ecológica al conjunto de la población. Comer bien, y tener derecho a comer bien, es cosa de todos. 

Una "agricultura ecológica" al servicio del capital 

"La agricultura ecológica no tiene fines sociales y agudiza la huella de carbono", dicen sus detractores. Aquí la pregunta clave es, ¿de qué agricultura ecológica estamos hablando? Como decíamos en el artículo anterior, una de las amenazas a la agricultura ecológica es precisamente su cooptación, la asimilación de su práctica por parte de la industria agroalimentaria. Y es que cada vez son más las grandes empresas del agribusiness y los supermercados que apuestan por este modelo de agricultura libre de pesticidas y aditivos químicos de síntesis, pero vaciándola de cualquier atisbo de cambio social. Su objetivo es claro: neutralizar la propuesta. Se trata de una "agricultura ecológica" al servicio del capital, con alimentos kilométricos, escasos derechos laborales en la producción y la comercialización. Ésta no es la alternativa de quienes apostamos por un cambio en el modelo agroalimentario. La agricultura ecológica, a mi entender, solo tiene sentido desde una perspectiva social, local y campesina, como han defendido siempre la mayoría de sus impulsores. 

Por otro lado, me sorprende que los detractores de la agricultura ecológica se preocupen tanto por la huella de carbono y el impacto de los gases de efecto invernadero en el medio ambiente, cuando su apuesta por una agricultura industrial es precisamente una de las principales responsables de los mismos. Según el informe Alimentos y cambio climático: el eslabón olvidado de GRAIN, entre el 44% y el 55% de los gases de efecto invernadero son provocados justamente por el conjunto del sistema agroalimentario global, como consecuencia de sumar las emisiones provocadas por el cambio en el uso del suelo y la deforestación; la producción agrícola; el procesamiento, el transporte y el empaquetado de los alimentos; y los desperdicios generados. Si a los críticos de la agroecología tanto les inquieta el cambio climático, les sugeriría que apostaran por una agricultura ecológica, local y campesina. 

¿Quién impone qué? 

"Nos imponen la agricultura ecológica. Yo quiero comer transgénicos, y no me dejan", dicen algunos, aunque parezca una broma. Sin embargo, ¿quién impone qué? La agricultura industrial sí fue resultado de una imposición, la de la Revolución Verde, promovida desde los años 40, y en décadas posteriores, por gobiernos como el de Estados Unidos y fundaciones como la fundación Ford y Rockefeller, y que implicó la progresiva sustitución de un modelo de agricultura tradicional, donde los campesinos tenían la capacidad de decidir sobre qué y cómo conreaban, a una agricultura industrial "adicta" al petroleo y a los fitosanitarios, que llevó a la privatización de los bienes comunes, y en particular de las semillas. Muchos campesinos no tuvieron elección. Hoy, vemos las consecuencias de este modelo agrario: hambre, descampesinización, patentes sobre las semillas, acaparamiento de tierras, etc. 

Aunque la principal imposición agraria ha sido sin lugar a dudas la del cultivo transgénico, y la imposible coexistencia entre agricultura trasgénica y agricultura convencional y ecológica es el mejor ejemplo. Los cultivos transgénicos a través del aire y la polinización contaminan a otros, así funciona lo que podríamos llamar "la dictadura transgénica". En Aragón y Catalunya, las zonas donde más se cultiva transgénico, en concreto la variedad de maíz MON 810 de Monsanto, la producción de maíz ecológico prácticamente ha desaparecido debido a los múltiples casos de contaminaciones sufridas. Las evidencias son irrefutables, y quien diga la contrario miente. 

La enumeración de frases con el único propósito de desautorizar la agricultura ecológica podría continuar. Son tantas las falsedades vertidas que este artículo podría tener tres, cuatro y hasta cinco partes, pero lo dejo aquí. Espero que las informaciones y los datos aportados puedan ser de utilidad a aquellos que frente a verdades únicas se preguntan y cuestionan la realidad que nos imponen. 

Fuente:

Rebelión

La primera parte AQUÍ.

¿Quién tiene miedo de la agricultura ecológica? (I)

La agricultura ecológica pone muy nerviosos a algunos. Así lo constatan, en los últimos tiempos, la multiplicación de artículos, entrevistas, libros que tiene por único objetivo desprestigiar su trabajo, desinformar acerca de su práctica y desacreditar sus principios. Se trata de discursos plagados de falsedades que, vestidos de una supuesta independencia científica para legitimarse, nos cuentan las "maldades" de un modelo de agricultura y alimentación que suma progresivamente más apoyos. Sin embargo, ¿por qué tanto esfuerzo en desautorizar dicha práctica? ¿Quién tiene miedo de la agricultura ecológica?
Cuando una alternativa cuaja socialmente dos son las estrategias para neutralizarla: la cooptación y la estigmatización. La agricultura ecológica es torpedeada por ambas. Por un lado, cada vez son más las grandes empresas y los supermercados que producen y comercializan estos productos para dar cobertura a un floreciente nicho de mercado y "limpiarse" la imagen, a pesar de que sus prácticas no tienen nada que ver con lo que defiende este modelo. Su objetivo: cooptar, comprar, subsumir e integrar esta alternativa en el modelo agroindustrial dominante, vaciándola de contenido real. Por otro lado, la estrategia del "miedo": estigmatizar, mentir y desinformar acerca de la misma, confundir a la opinión pública, para así desautorizar este modelo alternativo.

Y, ¿si alzas la voz en su defensa? Insultos y descalificaciones. Si un científico se posiciona en contra de la agricultura industrial y transgénica, es tachado de "ideológico". Como si defender este tipo de agricultura no respondiera a una determinada ideología, la de aquellos que se sitúan en la órbita de las multinacionales agroalimentarias y biotecnológicas, y que a menudo cobran de las mismas. Si un "no científico" la crítica, entonces, su problema es que no sabe, que es un ignorante. Según estos parece que solo los científicos, y en particular aquellos que defienden sus mismos postulados, pueden tener una posición válida al respeto. Una actitud muy respetuosa con la diferencia. Otra práctica habitual es calificar a quien crítica de "magufo", sinónimo despectivo, según la jerga de esta "elite científica", de anticientífico. Se ve que defender una ciencia al servicio de lo público y lo colectivo implica estar en contra de la misma. Una argumentación de locos.

Veamos, a continuación, alguna de las afirmaciones más repetidos para descalificar y desinformar sobre la agricultura ecológica, y que ampliaremos en siguientes artículos. Porque hay quienes creen que repetir mentiras sirve para construir una "verdad". Ante la calumnia, datos e información.

El peligro de los agrotóxicos

"La agricultura ecológica no es más sana ni mejor para el medio ambiente", dicen. Nos quieren hacer creer que una agricultura industrial, intensiva, que usa sistemáticamente productos químicos de síntesis en su producción, es igual a una agricultura ecológica que prescinde de los mismos. Increíble. Si las prácticas agroecológicas emergen es precisamente como respuesta a un modelo de agricultura que contamina la tierra y nuestros cuerpos.

Desde hace años, la retirada y prohibición de fitosanitarios, agrotóxicos, utilizados en la agricultura convencional ha sido una constante, después de demostrarse su impacto negativo en la salud del campesinado y los consumidores y en el medio ambiente. Quizá el caso más conocido sea el del DDT, un insecticida utilizado para el control de plagas desde los años 40 y que debido a su alta toxicidad ambiental y humana y escasa o nula biodegradabilidad fue prohibido en muchos países. En el año 1972, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos vetó su uso al considerarlo un "cancerígeno potencial para las personas". Otras agencias internacionales como el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer, entre otras, han denunciado también dichos efectos. Aún así, quienes mantienen la afirmación inicial -aquí rebatida- se muestran todavía, y aunque pueda sorprender, partidarios del DDT, y lo siguen defendiendo, a pesar de todas las evidencias.

Sin embargo, el DDT no es un caso aislado. Cada año, productos químicos de síntesis utilizados en la agricultura industrial son retirados del mercado por la Comisión Europea. Sin ir más lejos, en el 2012 el Tribunal de Gran Instancia de Lyon concluyó que la intoxicación del campesino Paul François y las consiguientes secuelas en su salud fueron debidas al uso y manipulación del herbicida Lasso de Monsanto, que no informaba ni de la correcta utilización del producto ni de sus riesgos sanitarios. La misma Organización de las Naciones Unides sobre Agricultura y Alimentación (FAO) sentenciaba en el artículo Control of water pollution from agriculture, en el año 1996, que el uso de pesticidas en la agricultura tenía efectos negativos en varios niveles: 1) En los sistemas acuáticos, ya que su alta toxicidad y la persistencia de químicos degradaba las aguas. 2) En la salud humana, pues la inhalación, la ingestión y el contacto con la piel de dichos productos químicos incidía en el número de casos de cáncer, deformidades congénitas, deficiencias en el sistema inmunitario, mortalidad pulmonar. 3) En el medio ambiente, con la muerte de organismos, generación de cánceres, tumores y lesiones en animales, a través de la inhibición reproductiva, y la disrupción endocrina, entre otros. ¿Qué fitosanitarios serán prohibidos mañana? Imposible saberlo. ¿Hasta cuando permitiremos seguir siendo cobayas?

El artículo completo en REBELIÓN

La segunda parte AQUÍ.

17 de junio de 2014

Alberto Salas, el "padrino" peruano que quiere salvar al mundo con la papa


Manos de un agricultor cultivando papa

La domesticación de la papa por los agricultores andinos comenzó hace 10.000 años.

El ingeniero Alberto Salas no puede girar la cabeza hacia ningún lado. Su lesión en las cervicales, fruto de una caída, es sólo una de las tantas padecidas a lo largo de una vida dedicada a la búsqueda de especies silvestres de papa.

Ingeniero agrónomo Alberto Salas

Salas lleva más de medio siglo dedicado a la recolección de especies silvestres de papa.

El agrónomo peruano de 71 años, conocido en el Centro Internacional de la Papa en Lima como "el padrino de la papa", lleva más de medio siglo consagrado al estudio del cultivo que, asegura, ayudará a la humanidad a sobrevivir el cambio climático.
Las especies silvestres contienen genes que pueden ser incorporados a los cultivos de papa para hacerlos resistentes a sequías, heladas o mayores temperaturas.

Estas papas se distribuyen en América a lo largo de unos 4.000km. "Es una inmensidad de diversidad genética, y además estas papas ya han soportado muchos cambios en el clima", le dice Salas a BBC Mundo.

"La papa va a ser el primer cultivo del mundo. Tiene una gran plasticidad, y acuérdense que otros cultivos como el arroz y el maíz necesitan una enorme cantidad de agua".

Montañas y ríos

Agricultor andino

El término quechua "Pakkarik" o aparición es usado para describir el hallazgo de nuevas variedades.

Rastreando y recolectando papas silvestres, Salas recorrió desde Arizona hasta el norte de Chile y Argentina.

"He recorrido el suroeste de EE.UU., México, todos los países centroamericanos, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela", dice a BBC Mundo el agrónomo del CIP.

En sus travesías vadeó ríos en troncos y a caballo y subió múltiples laderas de la cordillera de los Andes.

En una ocasión el río tumbó su caballo. "Tenía mi mochila con mi herbario que me sirvió de flotador y me salvó la vida".

En Puno, sufrió una fractura en un brazo y perdió el conocimiento.

"Vi una plantita cerca de un abismo, salté dos metros para llegar a ella y el lugar donde caí se desmoronó".

Pero tal vez los peligros más graves los enfrentó durante los 80 y 90, cuando fue detenido cinco veces por Sendero Luminoso, episodios de los que hoy no quiere hablar demasiado.

"Prefiero ya ni recordar. Estábamos en lugares muy alejados. Ha sido una época muy terrible, fue cuando la periodista ecológica Bárbara D’Achille fue asesinada en los Andes", cuenta.

Variedades de papa de diversas formas y colores

Hay más de 150 especies de papa silvestre y más de 4.000 variedades de papa cultivada.

Niñez a 3.300 mts

El trabajo de recolección de Salas es parte de una tradición que incluye a investigadores legendarios como el ruso Nikolai Vavilov, asesinado por el régimen de Stalin, el italiano Antonio Raimondi, el estadounidense David Spooner, con quien Salas ha recolectado en muchas ocasiones, y otro científico peruano conocido a nivel internacional como el "Indiana Jones de la papa", el botánico y explorador Carlos Ochoa, quien falleció en 2008.

Charles Darwin

Darwin se maravilló con la adaptabilidad de las papas que recolectó en territorio chileno.

Charles Darwin también recogió papas silvestres en Chile y en su libro "Viajes del Beagle", describe como "notable" que la planta se encuentre desde montañas donde "no cae una gota de lluvia por más de seis meses, hasta los bosques húmedos de las islas del sur".

En el caso de Salas, su pasión por la papa nació en la niñez, cuando ayudaba a sus padres agricultores.

"Yo nací en Coracora, Ayacucho, 3.300 mts sobre el nivel del mar", relata Salas.

"Las papas crecen en los cerros donde íbamos a jugar, nos repartíamos una ladera de un cerro a ver quién recogía más tubérculos de papas silvestres".

Ancestros de la papa

Muchas de las papas silvestres "son los ancestros, o sea, los padres de las actuales papas cultivadas", explica Salas.

Los pobladores de los Andes comenzaron a domesticar el cultivo hace más de 10.000 años a partir de esas papas silvestres.

Consumidores en un mercado en Pekín comprando papas

China es hoy el primer productor mundial de papa.

"Eran nómades que recolectaban frutos, lo que está en la parte aérea de la planta. Pero de mayo a diciembre no hay frutos, y comenzaron a buscar raíces y tubérculos para su alimentación, entre ellos la papa".

Se estima que existen actualmente más de 150 especies de papas silvestres y más de 4.000 variedades de papa cultivada.

Salas ha descubierto y redescubierto muchas especies silvestres, y recuerda especialmente una que se consideraba desaparecida en Panamá, Solanum woodsonii

"En la selva de Panamá, cerca del volcán Barúa, buscábamos una aguja en un pajar entre tantas plantas. Después de 15 días, subiendo un sitio muy escarpado, redescubrimos después de casi 60 años a la Solanum woodsonii. Bailamos y cantamos, la alegría inmensa de descubrir una especie es indescriptible". 

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

30 de marzo de 2014

Sprout el lápiz que quiere ser una planta

sprout

Sprout es un lápiz que quiere ser una planta, justo cuando no sea útil para la escritura. Cuando es demasiado corto para escribir, Sprout se planta para hacer crecer hierbas, flores y mucho más.

sprout con semilla

Sprout es un lápiz con una semilla en su interior. Cuando es demasiado corto para usarse, se puede plantar en casa, en la oficina o en las aulas. Sprout puede adquirirse con una gran variedad de semillas:

  • Caléndula.
  • Cilantro.
  • Tomate Cherry.
  • Eneldo.
  • Berenjena.
  • Jalapeño.
  • Menta.
  • Perejil.
  • Rábano.
  • Romero.
  • Salvia.
  • Tomillo.
  • Tomate.
Diseño sprout

Nos gusta escribir con lápices de madera. Tienen una sensación táctil que incluso los mejores lápices mecánicos no pueden igualar.  No tiene goma de borrar porque no quieren cometer errores. Hubieran tenido que sacrificar la calidad general, sumado al coste y la complejidad, era un error por completo. Tampoco han querido añadir pinturas y colores innecesarios.

nacimiento semilla sprout

La cápsula de la semilla es activada por el agua, una vez que el agua disuelve la cápsula protectora comienza la germinación de la semilla. Han plantado decenas de brotes y han encontrado que suelen brotar en torno a una semana.


Quieren que siempre sea un éxito por lo que han incluido por lo menos 3 semillas en cada cápsula para maximizar las posibilidades de éxito de la germinación.

Se puede comprar en: kickstarter.com/projects,  socialdesign.bigcartel.com o en la tienda oficial O bien en la tienda oficial Sprout: swish.com/details/sprout



Fuente:

EcoInventos

26 de marzo de 2014

La mejor técnica de riego, incluso con agua de mar

Con esta técnica reduces el consumo de agua que utilizas en el riego hasta 10 veces. El agua del interior se condensa y luego se desliza por las paredes interiores del bidón.

¿Sabias que puedes cultivar tu huerto con agua destilada y radiación solar, solo con materiales artesanales y de manera muy sencilla? Se trata de KondensKompressor un sistema que atrapa el agua evaporada y la reutiliza como riego.



Para obtener este útil sistema de riego solo necesitas botellas plásticas (PET), una grande en forma de bidón y otra de las clásicas. Cortas la parte inferior del bidón y en su interior pones una botella PET con agua de la llave o del mar, cortada en la parte superior. Tienes que tener varios de estos dispositivos para hidratar a tus plantas. No te preocupes por la sal del agua de mar, ya que este sistema desaliniza el agua, por lo que es ideal para esas regiones donde escasea el agua dulce o potable.

Con esta técnica reduces el consumo de agua que utilizas en el riego hasta 10 veces. El agua del interior se condensa y luego se desliza por las paredes interiores del bidón, cayendo a la tierra. De noche, incluso recoge el rocío y agua es de una calidad increíble, ya que además de eliminar la sal, no tiene nitrato, ni otros componentes que dañan la planta.


El mantenimiento es muy fácil solo tienes que rellenar el agua dentro de los bidones, esto con suerte tendrás que hacerlo una vez por semana. Así que en verano hasta puedes salir de vacaciones unos días sin preocuparte de conseguir a alguien que riegue tus plantas.

¡Que esperas para tener la mejor de las huertas! Ahorrarás agua, tiempo, dinero, reciclaras botellas PET y tendrás verduras con un excelente sabor y muy sanas. Cuéntale del KondensKompressor a tus amigos, tu familia y cuidemos el agua.

Fuente:

Veo Verde

22 de marzo de 2014

Como plantar una piña


piña

Muchos no saben que de una piña podemos obtener una planta que con suerte volverá a darnos más piñas. El objetivo de este artículo es explicaros el proceso.

Lo ideal es hacerlo con las piñas que están menos maduras, aunque con estas también podemos intentarlo.

Pasos para plantar una piña.


Se rebana con un cuchillo la parte superior, tal y como se ve en la foto, incluyendo un par de centímetros de la parte superior de la fruta.

plantar una piña

Limpiamos la base y le limpiamos las hojas secas.

germinar piña 2

La metemos en un vaso de agua, quedando la base de la piña dentro del agua. Cambia el agua si la ves fea o añádele mas si le falta.

germinar piña 3

La colocaremos en un sitio donde le de la luz.

Un mes después, aproximadamente, ya habrá empezado a echar raíces.

germinar piña 4


Se planta en un substrato con humedad media, 4 partes de turba y una de humus, y se deja a la sombra. Si es invierno y hace frío habrá que pensar en colocarla en un lugar resguardado o incluso en un interior con mucha luz. Cuando llega el buen tiempo se deja de nuevo en el exterior, de momento sin sol pero con mucha luz. Cuando empieza a crecer podrá colocarse paulatinamente al sol.
La regaremos abundantemente. Mantén el agua húmeda, no mojada.
germinar piña 6

Os dejamos un vídeo ilustrativo:


aa

Fuente:

EcoInvenhttp://ecoinventos.com/plantar-una-pina/tos

14 de noviembre de 2013

Ya está cerca una gran crisis en la agricultura: La crisis de los fosfatos


Claves del fósforo 
  • Es un elemento no metálico.
  • Es sólido a temperatura ambiental.
  • Su uso más común es en agricultura y siderurgia.
  • Se encuentra principalmente en los fosfatos.
  • En 2011 se produjeron 198 millones de toneladas.
  • Las reservas mundiales se estiman en 67.000 millones de toneladas.
  • Símbolo químico: P.
  • Número atómico: 15.
  • Peso atómico: 30,97.


¿Es el insaciable hambre mundial por los fosfatos la mayor crisis planetaria que se avecina de la que usted probablemente nunca haya oído hablar?

Desde 1945 la población mundial se ha triplicado hasta alcanzar los 7.000 millones de personas y la alimentación de esta población ha pasado a depender cada vez más de los abonos artificiales.
Entre los abonos más importantes se cuentan los fosfatos, que provienen de un mineral que se encuentra en cantidades limitadas. Se extrae, procesa y disemina sobre los campos y finalmente se filtra hasta los océanos.

Entonces, ¿qué pasaría si un día se nos acaba el suministro?

"Las cosechas se reducirían de forma muy, muy notoria", le dice a la BBC Andrea Sella, químico del University College de Londres (UCL).

"Estaríamos en serios problemas. Tenemos que recordar que la población mundial está creciendo de manera constante, por lo que la demanda de fósforo está creciendo cada año".

Como explica Sella, el fósforo es esencial para la vida. Este elemento, tan reactivo que combustiona espontáneamente en su forma pura, es utilizado por células vegetales y animales para almacenar energía.

También constituye la columna vertebral del ADN y es un ingrediente esencial de nuestros huesos y dientes.

La agricultura sin ella no es una opción viable.

Subvaluado y subestimado

Si bien esto puede sonar bastante alarmante, hay dos salvedades importantes.
 
En primer lugar, se prevé que el suministro de fosfatos va a durar muchas décadas, por no decir siglos.

Así que la humanidad no se encuentra en ningún peligro inmediato de quedarse sin los medios para alimentarse, incluso si continua engullendo fosfatos como ahora.

En segundo lugar, uno de los mayores problemas con los fosfatos en los últimos 60 años ha sido sin duda que son demasiado baratos y abundantes, lo que no constituye un incentivo para usarlos con moderación.

Sólo una pequeña parte es absorbida por las plantas, el resto es lavado por la lluvia.

Y este exceso de fertilizantes vertidos en los sistemas fluviales, tanto fosfatos como nitratos, ha creado un problema ambiental desagradable: la eutrofización o el enriquecimiento en nutrientes de un ecosistema
Los abundantes nutrientes alimentan algas en ríos y lagunas haciendo que florezcan y vuelvan el agua verde.
Cuando el alga muere, proporciona un festín para los microbios que a su vez se multiplican y chupan el oxígeno del agua, matando los peces y la flora y fauna en general.

Es un problema común en los tramos inferiores de los ríos más importantes, como el Támesis y el Rin, en Europa, y el Yangtze en China.

Floraciones de algas similares ocurren en los océanos, donde grandes áreas -en particular en el Mar Báltico y el Golfo de México- se han convertido en "zonas muertas" .


Los fertilizantes que terminan en los océanos y ríos hacen florecer las algas.

"Un mal sistema"

Desde una perspectiva medioambiental, el precio de los fosfatos ha sido muy bajo.

Sin embargo, esto parece estar cambiando.

El costo en el mercado de los minerales de fosfato se ha quintuplicado en la última década, a medida que la demanda -en particular, la del mundo en desarrollo- ha crecido de manera constante.

Mientras tanto, el costo de la producción de fertilizantes también se ha incrementado a medida que se han extraído los filones más ricos y baratos de fosfato.

Mujer echando fertilizante

El fósforo se utiliza principalmente en el abono de los cultivos.

"El precio de las materias primas depende del costo de la extracción de la próxima tonelada que se necesita", dice Jeremy Grantham, de la compañía gestora de fondos Grantham Mayo Van Otterloo. "Es irremediablemente un mal sistema".

"Mientras podamos extraer un recurso vital a bajo precio, le pondremos un precio bajo, y continuaremos extrayendo las reservas hasta que el proceso se vuelva muy caro. Luego empezaremos a conservar la materia prima", indica el experto.

Hay varias opciones para contrarrestar el problema:

1. La agricultura moderna podría empezar a utilizar los fosfatos con moderación y reciclar lo que se desperdicia.
2. Se pueden generar cultivos o manipularlos genéticamente para que sean más eficientes a la hora de absorber fósforo, de manera que se necesiten menos fertilizantes.
3. Se podría regular el uso de los fosfatos. La Unión Europea, por ejemplo, prohibió recientemente su utilización en productos de limpieza, donde se utiliza como un suavizante de agua.

Donde hay suciedad hay latón

Y luego está la opción de las aguas residuales.

¿Por qué no capturar el fósforo de nuestros propios residuos y reciclarlo? Suecia y Alemania han estado liderando el camino en este aspecto.

También hay una pequeña industria entre los medioambientalistas en los países occidentales de "retretes de compostaje".

Ahora la compañía Thames Water en el Reino Unido está lanzando un nuevo "reactor" que convierte el lodo de las aguas residuales en gránulos de fertilizante. 


Thames Water está extrayendo fósforo de las aguas residuales.

Pero, qué parte de la oferta futura de fósforo será proporcionada a través del reciclaje es una cuestión abierta al debate. Thames Water dice que podría ser 20%, con el uso de la tecnología actualmente disponible. 

Pero tal vez el punto que más dudas genera es que, como empresa del sector privado, la compañía británica no está actuando sólo por buena voluntad.

Thames Water y sus socios canadienses Ostara, que desarrollaron la tecnología, esperan obtener un beneficio de la venta de los gránulos, así como del ahorro de los costes de limpieza y sustitución de tuberías bloqueadas por un sedimento a base de fósforo llamado estruvita. 

Desde el punto de vista del medioambiente o el uso sostenible a largo plazo de un recurso limitado, todos los beneficios son bienvenidos.

El punto importante es que el aumento del precio de los fosfatos ha hecho que valga la pena empezar a reciclar esta materia.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia
google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0