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12 de junio de 2018

Este perro fue el héroe del Mundial de fútbol del 66

Cuando pensamos en el protagonista de un evento futbolístico como una Copa del Mundo, seguramente nos venga a la mente un delantero capaz de anotar un gol de un remate imposible. O quizás un portero que en el último minuto detiene un penalti. O algunos pensarán que el papel corresponde a un entrenador que con una novedosa técnica logró un resultado inesperado. Pero el principal protagonista del mundial que se disputó en Inglaterra en 1966 no pisó jamás un terreno de juego. De hecho, seguramente no tenía mucho interés en el fútbol. Y para más inri, ni siquiera era humano. Con esta descripción, uno puede empezar a pensar que se trata de una confusión, pero si el capitán Bobby Moore pudo levantar la copa de lo que hasta la fecha es el único triunfo de Inglaterra a nivel mundial fue gracias a una mezcla de border collie que de la noche a la mañana se convirtió en héroe nacional.





Era principios de 1966, y con intención de implicar a la población en la Copa del Mundo que se iba a celebrar en Inglaterra, la UEFA decidió realizar una exhibición del trofeo Jules Rimet, la copa que se entrega al vencedor de dicha competición. En marzo fue expuesta en el Salón de Westminster, junto a otros objetos de valor. Todavía se desconoce que sucedió exactamente, pero la tarde del día 20, y a pocos meses de que tuviera lugar dicho evento, se produjo el robo de la misma en un descuido de los guardias de seguridad encargados de su custodia. Las alarmas saltaron y Scotland Yard se puso a trabajar. Poco después de hacerse pública la noticia, se recibió una petición de rescate de una persona que resultó ser un farsante, que aprovechándose de la situación quería sacar un beneficio económico. Tras varios días de búsqueda con infructuosos resultados, la organización temió lo peor, e incluso ordenó crear una réplica en caso de que la original no pudiera ser localizada.


Paralelamente a todo este tumulto, un ciudadano anónimo, llamado David Corbett, paseaba con su perro en un parque del sur de Londres. El can, que respondía al nombre de Pickles, se desvió hacia unos setos fuera del camino, donde comenzó a escarbar en la tierra. Sorprendido por la inusual conducta del perro, su dueño se acercó a ver lo que éste buscaba, y para su sorpresa dio con el trofeo extraviado, que se encontraba semienterrado y envuelto en papel de periódico. David Corbett se dirigió inmediatamente a la policía. En un primer momento se le consideró el autor del robo, y fue puesto bajo arresto, pero tras indagar en ciertos detalles se le declaró inocente.

De la noche a la mañana Pickles y su dueño se habían convertido en celebridades. Su dueño fue remunerado con 6.000 libras, una compañía de pienso para perros premió al autor del hallazgo con comida gratis durante un año e incluso ambos fueron invitados al banquete inaugural de la competición. Pickles llegó incluso a protagonizar una película basada en la historia, titulada “El espía con la nariz fría”.

Desgraciadamente, la anécdota no termina con un final feliz. El año siguiente, Pickles murió ahogado con su propia correa mientras perseguía a un gato, siendo por tanto incapaz de acudir al mundial del 70 donde había sido invitado. Y para rizar el rizo, y en lo que parecía ser su destino, la copa fue de nuevo robada, esa vez de forma definitiva. Nadie pudo saber jamás que fue del trofeo, aunque se sospecha que fue fundida para aprovechar el oro y la plata con la que estaba fabricada.

Tomado de:

Historias de la Historia

Pánico en Hillsborough: el día que un estadio de fútbol se convirtió en una trampa mortal

Probablemente, en ningún estadio de fútbol se vivirán escenas tan terribles como la imagen con la que abrimos. Lo que ocurrió unos segundos después de aquella situación límite cambió para siempre la seguridad de los recintos. El 15 de abril de 1989 murieron 96 personas aplastadas en un estadio.

La tragedia de Hillsborough, Sheffield, Inglaterra, se produjo el día de la semifinal de la F.A. Cup entre el Liverpool y el Nottingham Forest. Días antes, las entradas para el evento se habían agotado, 53 mil seguidores de ambos equipos llenarían las gradas del estadio para un partido que debía comenzar a las 15:00.


Curiosamente, y a pesar de ser un club mucho más grande, a los seguidores del Liverpool se les asignó el extremo más pequeño del estadio, Leppings Lane, para que su ruta no los pusiera en contacto con los fans del Forest que llegaban del sur. Tenía mucho sentido. Las grandes multitudes de fútbol en aquellas fechas eran sinónimo de guerra campal, tenían una reputación de vandalismo, por lo que se aplicaba una estricta separación.

Para completar lo que se iba a convertir en el día más negro de la historia del fútbol, el jefe de la policía para el partido fue David Duckenfield, un tipo nuevo en su puesto que tenía una experiencia limitada en el control de partidos de este calibre.

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Gizmodo

El 'niño genio' despedido de Facebook ahora quiere construir el muro de Trump

Palmer Luckey desarrolla junto a antiguos empleados de Palantir un sistema de detección de inmigrantes ilegales para la frontera de EEUU y México.

Palmer Luckey es una figura polémica de Facebook pese a no ser tan conocida como su CEO, Mark Zuckerberg, y pese a que ya no trabaja en la empresa. Fue despedido (pero sin usar esa palabra) por apoyar de una forma bastante extraña la campaña de Donald Trump: dio fondos a foros y webs de trolls que hacían memes sobre el político. 

Sea como fuere, tras un año fuera de Facebook, ahora tiene una empresa llamada Anduril (como la espada del Rey Aragorn en El Señor de Los Anillos) y está desarrollando, junto con antiguos empleados de Palantir, un sistema de videovigilancia y de reconocimiento que pretende proponer a la administración Trump como sustituto del muro que este prometió construir en una parte dla frontera entre EEUU y México.

Como revela Wired en un reportaje, no se trataría de un muro físico, sino de uno virtual que nacería de la particular fusión entre la realidad virtual y el reconocimiento facial. Dado que Luckey entró en Facebook tras la adquisición de Oculus, su empresa de realidad virtual de la que no forma ya parte, no suena descabellado que este proyecto llegue lejos. 

Su funcionamiento es fácil: hay una línea invisible en la frontera, o en el caso de la prueba que está presentando Anduril, en la linde de una granja en Texas. Quien pase esa línea, será identificado. Si es un ser humano, se le identifica como tal. Si es un animal, también se le puede reconocer. 

La idea sería adaptar este concepto al reconocimiento de inmigrantes legales e ilegales, sobre todo en zonas donde cubrir el terreno es más difícil y en la que construir un largo muro físico sería demasiado costoso. Con la tecnología de Anduril, se podría detectar la entrada de un inmigrante ilegal por una parte de la frontera y enviar entonces a una patrulla para que lo intercepte. 

De momento, nada es oficial, pero los ensayos realizados durante 10 semanas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los EEUU se han saldado con 55 detecciones de accesos no autorizados por la frontera en Texas.

Los objetivos de esta tecnología, apodada inicialmente como Lattice, son ambiciosos y van más allá del control fronterizo modernizado: Luckey considera que puede funcionar como un 'ojo' omnisciente a nivel estatal con miles de sensores y bases de datos en el país y a cuyo funcionamiento y mantenimiento ayudaría la inteligencia artificial.

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El Mumdo Tecnología

Perú: Jóvenes crean impresora 3D con material reciclable

Egresados de la Universidad de Ciencias y Humanidades (UCH) diseñaron equipo que ayudaría a las personas con discapacidad física a contar con una prótesis a bajo precio.


Tres investigadores universitarios han diseñado una propuesta de impresora 3D con el uso de material reciclable a fin de reducir costos y lograr que más peruanos accedan a sus beneficios.

El equipo es útil en tres campos: médico (creación de prótesis de manos, piernas y pies), educativo (crear herramientas para estudiantes de educación básica) y de investigación.

Witman Alvarado, egresado de la carrera de Ingeniería Electrónica con mención en Telecomunicaciones de la Universidad de Ciencias y Humanidades (UCH), explicó que en el Perú las impresoras 3D son requeridas en el campo médico, así como en el ámbito comercial para tareas específicas. Con esta iniciativa, una prótesis que supera los S/3000, podría llegar a costar S/800.

En la investigación, que demandó más de siete meses, se evaluó el uso de plásticos flexibles, duros, semiduros, así como MDF (una especie de cartón prensado). Con ellos se diseñó y fabricó parte de la estructura de la impresora 3D. Otros componentes fueron comprados, como los motores, piezas de mecánica y tornillos.

Desde su profesión, Víctor Romero, Brian Meneses y Witman Alvarado, equipo del Laboratorio de Investigación en Tratamiento de Imágenes (INTI-Lab) de la UCH, están seguros de que pueden sumar al crecimiento del país.

“Los ingenieros podemos aportar a nuestra comunidad. Sí es posible usar la ingeniería y las ciencias en beneficio de quienes más nos necesitan”, señala Romero. Los tres investigadores esperan que su experiencia también se comparta en otras instituciones educativas para promover la innovacióN.

Fuente:

La República (Perú)
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