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29 de octubre de 2018

El 89% de peruanos no consume suficientes frutas y verduras, revelan

Nutricionista del INS explicó que la baja ingesta de frutas y verduras contribuye al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes u obesidad.


El Ministerio de Salud recordó que el 89% de peruanos no consume las cinco porciones de frutas y/o verduras que recomienda la Organización Mundial de Salud ( OMS) para garantizar la ingesta suficiente de vitaminas, antioxidantes y fibra.

Esto en base a la información del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) que revela que, en el año 2017, solo el 10.9% de los habitantes consumía la cantidad de frutas y verduras recomendadas por la OMS.

Ante ello, la nutricionista Rosa Salvatierra, del Instituto Nacional de Salud ( INS), informó que entre los beneficios del consumo diario de frutas y verduras destaca el aporte de la vitamina A (bajo la forma de betacaroteno) y vitamina C, las cuales intervienen en la formación y reparación de los tejidos corporales.

Explicó que estos alimentos son fuente de fibra que ayudan a regular la función intestinal, contribuyen a evitar el estreñimiento, poseen pocas calorías y contienen agua que nos mantiene hidratados y favorecen la eliminación de toxinas de nuestro organismo. “La baja ingesta de frutas y verduras contribuye con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes u obesidad”, señaló.

En esa línea, la especialista recomendó consumir diariamente frutas y verduras ricas en vitamina C, como la naranja, camu camu, mandarina, limón, toronja, maracuyá, tomate, pimiento y pepino; del mismo modo verduras y frutas ricas en betacarotenos, como la zanahoria, zapallo, hortalizas de hoja verde oscuro (espinaca, acelga) y frutas como el aguaje, la papaya, mango y plátano de la isla.

Fuente: Peru21

11 de octubre de 2018

Alerta: parásitos en la fresa y hortalizas no mueren ni con lejía

Expertos del INS te explican cómo eliminarlos.

Una vida sana está relacionada al consumo de frutas, verduras y hortalizas en la dieta diaria. Sin embargo, infectólogos del Instituto Nacional de Salud (INS) alertaron sobre la presencia de parásitos que son muy difíciles de eliminar de estos alimentos, incluso con el uso de lejía.

Manuel Espinoza Silva, médico infectólogo del INS, informó que los parásitos que dejan sus huevos o se enquistan en frutas como la fresa o la frambuesa, así como en hortalizas como la col o la lechuga, son conocidos como Giardia lamblia. También se presentan diversos tipos de tenias o cestodos.

En declaraciones a la Agencia Andina, el especialista explicó que estas frutas y hortalizas son fácilmente infectadas por este tipo de parásitos porque se cultivan al ras del suelo y son regadas generalmente con aguas servidas que contienen materia fecal del ser humano.

Por lo general, dijo Espinoza, las personas consumen estos alimentos luego de lavarlos con agua del caño o sumergirlos en un depósito de agua con lejía, sin tener en cuenta que estos parásitos no morirán con estos procedimientos.
“Hay gente que los lava rápidamente, en una bandeja echa sus gotas de lejía, pone sus frutas o verduras durante 20 minutos y piensa que ya mató todo. Posiblemente mató bacterias, pero no mata el parásito ni huevos ni quistes, y la gente ingiere ese parásito”, alertó.

Modo correcto de lavar las fresas

La forma apropiada de lavar las fresas es quitarle las hojas y ponerlas bajo un chorro de agua; luego con una solución de agua con unas gotas de jabón liquido y una escobilla pequeña - similar al cepillo dental -  hay que frotar las fresas, una por una para asegurarse que se elimine cualquier larva que pudiera estar en la fruta.

Una vez cepilladas las fresas, deben enjuagarse prolijamente bajo un chorro de agua y luego, en un recipiente con agua, colocar varias gotas de lejía e introducir la fruta y dejarla reposar por 20 minutos. Nuevamente enjuagarlas muy bien. Solo así estarán listas para su consumo.

Este procedimiento debe seguirse con todos los vegetales de tallo corto como la lechuga, las frambuesas, el nabo y otros que muchas veces son regados con aguas servidas.

“De lo contrario, voy a comer mi fresa con leche condensada o mi jugo de fresa con leche, que es riquísimo, pero ingiriendo cientos de formas infectantes de diversos parásitos”, manifestó.

8 de agosto de 2018

¿Qué alimentos nos provocan gases y flatulencias?

Los gases son realmente molestos y dolorosos, por ello, las personas propensas a generarlos suelen tomar medidas como la reducción en la ingesta de ciertos alimentos. Según la Clínica Mayo, algunas verduras como las cebollas, las zanahorias, el brócoli, el apio, la coliflor, el repollo y las coles de bruselas, además de las legumbres, suelen producir gases. 

Las frutas con mucha azúcar, como las manzanas, los albaricoques y los plátanos, así como los zumos de uva o manzana, también favorecen las flatulencias. Lo mismo sucede con edulcorantes como el sorbitol y el manitol, presentes en muchos caramelos y chicles sin azúcar.

La comisa grasa y la comida frita, junto a las bebidas con gas, completan la lista. Un motivo más para decirle no a la comida chatarra, ¿no cees?

Fuente:

Muy Interesante

9 de mayo de 2018

Un arca de Noé para las papas peruanas

Los agricultores peruanos enviarán semillas de 1.500 variedades de papas a la "Bóveda del fin del mundo" para salvaguardar el futuro del tubérculo.


Las papas, el cultivo no cereal más importante del mundo, han sido parte de la dieta humana desde hace unos 8.000 años. Pero las especies originarias del altiplano sudamericano están ahora en riesgo.

Las muestras serán guardadas en la "cápsula del tiempo" construida en el interior de una montaña en el ártico noruego que busca servir de búnker para los cultivos y protegerlos de desastres naturales y de la acción del hombre.

"La cultura peruana de la papa está bajo amenaza. El trabajo que empieza ahora garantizará la disposición de una increíble variedad de papas para el futuro", dijo Alejandro Argumedo, un científico que trabaja en el proyecto.

Parque de la Papa de Cusco

Las muestras peruanas que están siendo enviadas a la Bóveda Global de Semillas de Svalbard en Noruega provienen del Parque de la Papa de Cusco.

La región andina es el lugar de procedencia de más de 4.000 variedades de papas. La colección del parque peruano ha atraído a agricultores de todo el mundo en búsqueda de características como resistencia a las plagas, sabores o propiedades nutricionales.
Sin embargo, el parque de Cusco se enfrenta a un futuro incierto pues los cambios en el clima del área podrían llevar a afectar a un sistema de cultivo tan dependiente de las condiciones atmosféricas.

"El cambio climático hará que no puedan garantizarse los métodos tradicionales de mantenimiento de la colección", explicó Lino Mamani, dirigente del colectivo de los "guardianes de la papa".

"Enviar las semillas nos ayudará a tener un respaldo para nuestra valiosa colección. La bóveda fue hecha para la comunidad global y nosotros vamos a usarla".

El artículo completo en:

BBC Mundo

1 de noviembre de 2016

Los daños ocultos que provoca la palta, el "oro verde" de México

En México al aguacate (palta) le llaman "el oro verde". Pero Michoacán, el mayor productor del mundo, ha pagado un costo muy alto por su cultivo.

Desde hace varios años, las siembras furtivas de la fruta han provocado la deforestación de miles de hectáreas de bosques de pino y encino, según datos oficiales.

En muchos casos los productores provocan incendios forestales para luego plantar árboles de aguacate en el terreno devastado.

Otros esconden las plantas entre los pinos, a los que cortan uno a uno para evadir a las autoridades.
Y algunos más secan los grandes árboles para luego justificar su derribo.
En todo caso, el resultado es el mismo.

Cada año se pierden entre 600 y 1.000 hectáreas de bosque por este motivo, según datos del gubernamental Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).
La secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente de Michoacán estima que los cultivos ilegales de aguacate son de unas 20.000 hectáreas. 

Muchas de ellas se encuentran zonas que antes eran bosques o selvas.

Demanda

El cultivo de aguacate es el principal ingreso a la economía de Michoacán.

De acuerdo con el secretario de Urbanismo y Medio Ambiente, Ricardo Luna García, el ingreso por esta actividad es de 17.000 millones de pesos anuales, unos US$872 millones.

Según la Asociación de Productores y Empacadores de Aguacate de México (APEAM), cada año se exportan un millón de toneladas de la fruta.

Un fenómeno vinculado a la demanda creciente en Estados Unidos, a donde se envía el 85% de la producción mexicana.

El consumo promedio de los estadunidenses pasó de 500 gramos en los años 90 a 2,5 kilos actualmente.

El artículo completo en:

BBC

15 de octubre de 2013

¿Por qué te gusta el sabor picante?

Que te guste o no la comida picante depende en gran medida de tu personalidad, según se deduce de un trabajo de la Universidad de Pensylvania dado a conocer en la última reunión anual del Instituto de Tecnólogos de los Alimentos (IFT por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

En concreto, los investigadores detectaron que los individuos cuya personalidad mostraba un claro gusto por la novedad y las emociones fuertes, así como cierta predisposición a correr riesgos, eran también los más aficionados al sabor picante de la capsaicina, el componente picante del chile (o del ají), sobre todo en grandes dosis. Sin embargo, los individuos con una personalidad más tranquila rechazaban la comida cuando aumentaba el contenido de este tipo de picante, soportando solo pequeñas dosis antes de sentir una intensa y desagradable sensación de ardor en la boca.

Fuente:

Muy Interesante

13 de octubre de 2013

¿Es cierto que las zanahorias ayudan a ver en la oscuridad?

Zanahoria rara

Sí y no. Las zanahorias contienen vitamina A, o retinol, y eso es lo que el cuerpo requiere para sintetizar rodopsina, que es el pigmento de los ojos que opera en condiciones de baja luz.

Si uno tiene una deficiencia de vitamina A, desarrolla nictalopía o ceguera nocturna.

Comer zanahorias corregiría eso y mejoraría la visión nocturna, pero sólo hasta el mismo punto que el de una persona sana: no es que permitiría ver en la oscuridad completa.

La idea de que podría hacerlo se debe a un mito que empezó en el Ministerio del Aire de Reino Unido en la Segunda Guerra Mundial.

Para evitar que los alemanes supieran que Reino Unido estaba usando radares para interceptar bombarderos durante los ataques nocturnos, se distribuyeron informes de prensa que aseguraban que los pilotos británicos estaban comiendo muchas zanahorias para tener una visión nocturna excepcional.

Tanto el público como los altos comandos alemanes se lo creyeron y nació una leyenda urbana.

Fuente:

BBC Ciencia

10 de octubre de 2013

Comprobado: Comer frutas y verduras alarga la vida

A partir de datos de casi medio millón de individuos, un estudio europeo ha examinado la relación entre el consumo de frutas y verduras y el riesgo de mortalidad y ha llegado a la conclusión de que comer desciende el número de muertes, sobre todo las causadas por enfermedades cardiovasculares. El análisis, publicado hace poco en la revista American Journal of Epidemiology, ha sido dirigido por investigadores de diez países, entre ellos España, en el marco del Estudio Prospectivo Europeo sobre Nutrición y Cáncer (EPIC).

Según los resultados, de los que se hace eco la agencia SINC, el consumo combinado de frutas y verduras de más de 569 gramos al día reduce el riesgo de mortalidad en un 10% y retrasa el fallecimiento en 1,12 años con respecto a un consumo inferior a 249 gramos diarios. Además, por cada 200 gramos diarios de incremento en el consumo de frutas y verduras, este riesgo disminuye un 6% más. Y si toda la población que suele comer pocas frutas y verduras  aumentara su consumo entre 100 a 200 gramos al día –alcanzándose así las recomendaciones de 400 a 500 gramos al día–, la mortalidad se reduciría en un 2,9%.

Si hay que elegir, los mejores resultados se obtienen son las verduras crudas. Según los investigadores, mientras que al considerar el consumo de frutas por separado no se observó una reducción significativa del riesgo, el consumo de verduras sí se asoció por sí solo con un menor riesgo de mortalidad, sobre todo si se tomaban crudas. Según María José Sánchez Pérez, coautora del estudio, un consumo elevado de verduras crudas implica un 16% de reducción del riesgo de mortalidad.

La reducción del riesgo de mortalidad por el consumo de frutas y verduras fue mayor en los participantes que consumían alcohol (en torno a un 30-40% de reducción del riesgo) y en los obesos (20%).

Tal y como explican los autores, este efecto positivo probablemente sea debido a su alto contenido en antioxidantes, que actúan paliando el estrés oxidativo inducido por el alcohol, el tabaco y la obesidad.

Fuente:

Muy Interesante

14 de noviembre de 2012

El extraño caso del bebé azul

Hoy queridos lectores tengo ganas de divertime un poco y si ustedes se prestan, voy a retarles con una pregunta:

- ¿Sería posible que teniendo un bebé en sus brazos perfectamente sano, de repente se transforme por arte de “birlibirloque” en un pitufo de sangre achocolatada?


En este momento algunos pensarán: “pobrecita se le ha ido la olla”.

Como son buenos chicos y chicas me siguen el juego y me dirán que esa posibilidad puede darse si al bebé le pica un bicho, si sufre una infección, padece alguna intolerancia alimentaria o si lo abducieron los extraterrestres.

Gracias por ser tan condescendientes pero sólo puedo decirles: Frío, frío.
No hubo picaduras de ningún insecto ni de otro animal, no presenta infecciones ni intolerancias alimentarias ni hay signos de invasión alienígena.

Les voy a dar más pistas. El bebé acaba de comer hace 1 hora una papilla de verduras en buen estado, procesada y manipulada higiénicamente a base de productos 100% naturales. Lo único que come este retoño es leche y papillas de frutas y verduras.

¿No les vale de mucho, verdad? ¡Oh cuánto lo siento! Es que a veces soy un poco tacaña con las pistas.

Voy a ponerlos en antecedentes. Si leyeron mi entrada La bestia de hierro (si no la leyeron, se la recomiendo), se darían cuenta que nuestro cuerpo se toma muchas precauciones para mantener el hierro a buen recaudo. Pero a pesar de todas estas medidas protectoras y precauciones que se toma nuestro organismo, algo puede salir mal.

Algunas sustancias que ingerimos con los alimentos pueden oxidar el hierro y pasarlo de hierro ferroso (Fe+2) a hierro férrico (Fe+3). De esta forma el hierro queda inutilizado, es decir, no vale para realizar la función que le teníamos encomendado: transportar el oxígeno y el dióxido de carbono por todo nuestro torrente circulatorio.

Una de las sustancias que pueden oxidar al hierro son los nitratos. Los nitratos son necesarios para el crecimiento y desarrollo de los vegetales y forman parte de la composición de los abonos tanto inorgánicos como orgánicos, es decir, el estiércol.

El problema de los nitratos es que puedan contaminar los acuíferos, sobre todo tras temporadas de lluvias torrenciales, pasando a poder ser ingeridos con el agua que bebemos. Pero en nuestras ciudades es dificil ingerir nitratos con el agua, ya que el agua de la traída y/o el agua embotellada no supera los 50 mg/litro de nitratos, límite que marca la OMS (Organización Mundial de la Salud).

El problema está en beber agua de fuentes o manantiales sin controlar. Por eso, hoy en día el agua no es la fuente principal de nitratos.

Una de las principales fuentes de nitratos en nuestra dieta son los vegetales sobre todo, si se da el caso de que llevan días envasados en bolsas de plástico o cultivados en condiciones de baja intensidad lumínica como es el caso de los cultivos de invierno o los de invernadero.

Las verduras que tienen más capacidad de acumular nitratos son las espinacas, acelgas y la lechuga.

Por tanto, volviendo a nuestro caso, si preparamos un potito a base de espinacas y acelgas (con alto contenido en nitratos) aprovechando su agua de cocción transformamos nuestro tierno bebé de piel clara en un pitufo llorón con la piel azul.

¿Cuál es la explicación? Los nitratos se transforman a nitritos en nuestro cuerpo y estos son los verdaderos culpables del cuadro. Los nitritos oxidan el hierro ferroso a hierro férrico inutilizando de esta forma la hemoglobina que se transforma en metahemoglobina. Esta patología es más frecuente en los bebés por tres razones:

- El sistema de reparación de la hemoglobina, la NADH-citocromo b5 reductasa presenta concentraciones 50% inferiores a las de un adulto.

- La hemoglobina fetal o Hb F de los bebés difiere de la adulta en 2 cadenas de hemoglobina, siendo estas “cadenas γ” a diferencia de las “cadenas β” de los adultos, las más sensibles a la oxidación.
Composición de la hemoglobina en un adulto y en un bebé:
Hb A (adulto) = 2 cadenas α + 2 cadenas β
Hb F (fetal) = 2 cadenas α + 2 cadenas γ

- El pH de su estómago no es lo suficientemente ácido, facilitando el crecimiento de algunas bacterias que transforman los nitratos en nitritos, que como ya debéis saber a estas alturas son los agentes causantes de esta patología.

La metahemoglobinemia produce falta de oxigenación en todos los órganos dando lugar a cianosis (sangre de color azul por falta de oxígeno), disnea (el cuerpo intenta compensar la falta de oxígeno aumentando la frecuencia respiratoria) y en algunos casos convulsiones por hipoxia cerebral.

Al hacer una analítica de sangre, ésta presenta un color achocolatado que no se va con la exposición a la luz solar.

El cuadro revierte fácilmente con la administración por via intravenosa de un colorante “el azul de metileno” que retorna el hierro a su estado ferroso, estado óptimo para realizar su función. También se puede utilizar el ácido ascórbico o vitamina C, pero su efecto es un poco más lento.

Ya os dais cuenta que a veces la realidad supera la ficción. Espero que aparte de aprender un poco os hayáis divertido, porque como decía el rey Salomón: “La mejor medicina es un ánimo gozoso”.

Fuente:

22 de octubre de 2012

¿Cuántas frutas y verduras hay que comer para ser feliz?

frutasyverdurasLas personas que consumen 7 porciones de frutas y verdura al día son más felices y gozan de mayor salud mental que el resto de la población, según un estudio británico que acaban de dar a conocer científicos de la Universidad de Warwick.

Así, aunque la mayor parte de los expertos recomienda incorporar cinco frutas o verduras frescas en la dieta diaria para garantizar la salud cardiovascular y protegernos del cáncer, el bienestar mental requiere una dosis un poco más elevada de estos alimentos, tal y como concluyen los investigadores en la revista Social Indicators Research.


Y además…
 Fuente:

2 de febrero de 2011

Popeye tenía razón: las espinacas aumentan la eficiencia muscular

“Es como si pusiéramos combustible en los músculos”, comentó el autor del estudio científico

Un estudio científico ha demostrado que Popeye tenía razón al jactarse de que su fuerza le venía de las espinacas. Y es que los investigadores han descubierto que comer un plato diario aumenta realmente la eficiencia muscular.

El consumo de 300 gramos de espinacas reduce en un 5% la cantidad de oxígeno necesaria para el funcionamiento de los músculos cuando se hace ejercicio, según un estudio publicado en “Cell Metabolism”.

El secreto no está en el hierro sino en los nitratos, muy abundantes en esa hortaliza y que vuelven más eficientes las mitocondrias, que son las que dan energía a las células. “Es como si pusiéramos combustible en los músculos. Hace que funcionen con mucha mayor suavidad y eficacia”, afirma el autor del estudio, el doctor Eddie Weitzberg, del Instituto Karolinska, de Estocolmo.

El científico dio a un grupo de voluntarios durante tres días suplementos puros de nitratos, equivalentes a un plato de espinacas.

Al comienzo y al final del experimento les hizo pedalear en una bicicleta estática mientras se medía su consumo de oxígeno, que fue entre un 3 y un 5 por ciento menor al final del mismo. “Es un efecto profundo y significativo. Demuestra que Popeye tenía razón”, comenta el experto.

Fuente:

El Comercio

23 de noviembre de 2010

Las zanahorias y las espinacas alargan la vida

Los niveles en sangre elevados del antioxidante alfa-caroteno, presente en alimentos como las zanahorias, el brócoli o las espinacas, se relacionan con un menor riesgo de muerte prematura, según un nuevo estudio publicado en la revista Archives of Internal Medicine.“Los daños que produce el oxígeno en el ADN, las proteínas y los lípidos pueden estar implicados en el desarrollo de enfermedades crónicas como cardiopatías y cáncer”, explican los autores de este estudio, liderado por Chaoyang Li, investigador del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta (EE UU).

Para llegar a esta conclusión, os investigadores evaluaron la relación entre el alfa-caroteno y el riesgo de muerte entre 15.318 adultos mayores de 20 años que participaban en el Estudio de Seguimiento de la Tercera Encuesta Nacional de Salud y Nutrición. Los participantes se sometieron a un examen médico, proporcionaron muestras de sangre entre 1988 y 1994 y se les realizó un seguimiento hasta 2006 para determinar si habían fallecido y la causa. En el transcurso del estudio fallecieron 3.810 participantes. El riesgo de muerte fue menor entre los que presentaban niveles más altos de alfa-caroteno en la sangre. En concreto, en comparación con los sujetos que tenían niveles de alfa-caroteno en sangre de entre 0 y 1 microgramo por decilitro, el riesgo de muerte durante el período del estudio fue un 23% más bajo para los que tenían concentraciones de entre 2 y 3 microgramos por decilitro. Además, dicho riesgo fue un 27% más bajo para los que tenían concentraciones de entre 4 y 5 microgramos por decilitro, un 34% más bajo para los que tenían concentraciones de entre 6 y 8 microgramos por decilitro y un 39% más bajo para los que tenían concentraciones de 9 microgramos por decilitro o más.Los carotenoides, entre los que se incluyen el beta-caroteno, el alfa-caroteno y el licopeno, los producen plantas y microorganismos y actúan como antioxidantes.


Los investigadores añaden que aunque el alfa-caroteno es similar desde el punto de vista químico al beta-caroteno, el primero podría ser más eficaz a la hora de inhibir el crecimiento de las células cancerígenas en el cerebro, el hígado y la piel. “Los resultados de un estudio sobre la relación entre el consumo de frutas y verduras y el riesgo de cáncer de pulmón sugieren que el consumo de verduras amarillo-anaranjadas (zanahorias, batatas y calabaza) y verde oscuro (brócoli, judías verdes, guisantes verdes, espinacas, nabos verdes, berzas y lechugas de hoja), con un contenido elevado de alfa-caroteno, está más estrechamente asociado con una reducción del riesgo que el consumo de todos los demás tipos de verduras”, subrayan.


Fuente:


28 de abril de 2010

Elija mejor a sus frutas y verduras


Miércoles, 28 de abril de 2010

Elija mejor a sus frutas y verduras

¿Fresas o frambuesas? ¿Naranjas o papaya? ¿Col o espinacas? Parecería que la elección no importa y que basta con comer regularmente frutas y verduras, cualesquiera que sean. Pero no es así.

Fuentes ricas de micronutrientes

  • Batata (camote): rico en betacarotenos
  • Arándanos: ricos en antocianinas
  • Papaya: rica en betacriptoxantina
  • Col rizada: rica en luteína/zeaxantina
  • Frambuesas: ricas en ácido elágico
  • Berro: rico en isotiocianatos
Papaya

La papaya contiene 15 veces más betacryptoxantina que las naranjas.

Según un nuevo estudio hay peores y mejores frutas y verduras y si las elegimos cuidadosamente podemos lograr una gran diferencia en nuestra salud.

Por ejemplo, dicen los científicos del Instituto de la Salud Nutrilite, en Estados Unidos, si hacemos cambios simples en nuestra dieta como comer batata (boniato o camote) en lugar de zanahorias y consumir papaya en lugar de naranjas podemos disminuir el riesgo de varias enfermedades crónicas, incluidas las cardiovasculares, cáncer y diabetes.

La investigación, presentada durante la Conferencia de Biología Experimental que se celebra en California, Estados Unidos, esos y otros productos son una fuente muy rica de fitonutrientes, los compuestos químicos que se cree pueden proteger al corazón y las arterias y evitar ciertos tipos de cáncer.

Los fitonutrientes, o fitoquímicos, son compuestos que se encuentran de forma natural en los alimentos de origen vegetal.

Aunque se les conoce desde hace cientos de años, en las últimas décadas se han reconocido sus efectos positivos en la salud.

Nivel concentrado

Aunque todos los productos vegetales son fuente de fitoquímicos, hay ciertos alimentos que tienen un nivel mucho más alto de estos nutrientes.

Además de la batata y la papaya, dicen los científicos, otros productos que contienen cantidades concentradas de fitonutrientes son las frambuesas, el berro y la col rizada.

Los investigadores analizaron los datos de estudios llevados a cabo en Estados Unidos sobre los hábitos alimenticios de la gente y las fuentes más comunes de fitonutrientes que se consumían.

Encontraron que la mayoría de los participantes obtenían fitonutrientes de un número relativamente pequeño de alimentos específicos que no necesariamente eran las fuentes más concentradas.

Frutas y verduras

Los alimentos más populares no siempre son los más nutritivos.

Los principales contribuyentes de fitonutrientes en la dieta de los participantes eran las naranjas, el jugo de naranja, las zanahorias, uvas, ajo, tomates, fresas, mostaza, té y varios productos de soya.

"La gente puede mejorar su consumo de fitonutrientes eligiendo fuentes más concentradas de estos compuestos así como una variedad más amplia" dice el doctor Keith Randolph, quien dirigió el estudio.

"Por ejemplo, las uvas son los principales contribuyentes de antocianinas (un tipo de fitonutriente) en la dieta de la mayoría de los estadounidenses".

"Pero los arándanos en realidad contienen cantidades más altas de estos compuestos. Y los estudios sugieren que las antiocianinas mejoran la salud del corazón", agrega el investigador.

Los científicos agregan que si se reemplaza a las zanahorias por la batata se puede duplicar el consumo de betacarotenos y si comemos papaya podemos obtener 15 veces más beta cryptoxantina que si ingerimos naranjas.

De la misma forma, la col rizada contiene tres veces más luteína-zeaxantina que la espinaca; las frambuesas tienen tres veces más ácido elágico que las fresas; y una taza de berro contiene tantos isotiocianatos como cuatro cucharadas de mostaza.

"Estos resultados no sólo subrayan la importancia de la cantidad sino también el impacto que la calidad y la variedad de las frutas y verduras que consumimos pueden tener en nuestra salud" dice el doctor Randolph.

Fuente:

BBC Ciencia

19 de noviembre de 2009

12 preguntas sobre las legumbres y hortalizas


Jueves, 19 de noviembre de 2009

12 preguntas sobre las legumbres y hortalizas


Despejamos algunos mitos relacionados con el consumo de legumbres y hortalizas, y facilitamos algunos trucos para cocinar y saborear estos ricos alimentos. Pero antes sabe usted...

¿Qué son las legumbres?

Se denomina legumbre (del latín legumen) a un tipo de fruto seco, también llamado comúnmente vaina o capi. Así mismo reciben tal nombre las semillas comestibles que crecen y maduran dentro de este fruto y a las plantas que las producen. También se les llama leguminosas.

Son legumbres: las arvejas (guisantes o chícharos), los frejoles (porotos o alubias), os garbanzos, las lentejas, las habas, el maní (cacahuate), la soja y la alfalfa.

¿Qué son las hortalizas?

Las hortalizas son un conjunto de plantas cultivadas generalmente en huertas, que se consumen como alimento, ya sea de forma cruda o preparada culinariamente.

El término hortaliza incluye a las verduras y a las legumbres verdes como las habas y las arvejas. Las hortalizas excluyen a las frutas y a los cereales.

Mi¡ucho ojo: Sin embargo esta distinción es bastante arbitraria y no se basa en ningún fundamento botánico, por ejemplo, los tomates y pimientos se consideran hortalizas, no frutas, a pesar de que la parte comestible es un fruto.


–¿La fibra de las legumbres puede causar daños al organismo? El aporte excesivo de fibra tiene efectos colaterales, como molestias gástricas, distensiones o flatulencias, que suelen mitigarse cuando el organismo se adapta a esta dieta. También crea un déficit de micronutrientes y resulta dañino para personas con síndrome de intestino irritable, trastorno que padece hasta un 22% de la población española a causa del aumento del tránsito intestinal de gases.

–¿Engordan las legumbres? Por si mismas no. Lo que sí engorda son los “tropezones” que suelen acompañar a los guisos: chorizo, panceta, morcilla, oreja…

–¿Las leguminosas dan alergia? El altramuz tiene proteínas con una capacidad alérgica muy alta, incluso en pequeñas dosis. De hecho, ha causado graves alergias en varios países europeos porque esta leguminosa se emplea mucho en la industria alimentaria –bollos, sopas, pastas– por su gran contenido proteínico –hasta un 40%–, y de grasa –18%–. También pueden causar alergia el garbanzo y la lenteja, principalmente en niños, y sobre todo la soja.

–¿Por qué los médicos insisten en que las mujeres consuman más legumbres? En la menopausia, la mujer pierde sus estrógenos y entonces aparecen enfermedades como la osteo-porosis –descalcificación de huesos–, ateromas –placas de grasa en las paredes arteriales– y ciertos tumores, aparte de los trastornos del ánimo. No ocurre así en Asia, donde la ingesta de 60 gramos al día de proteína de soja, rica en estrógenos vegetales (isoflavonas), aumenta la fase folicular, alarga el tiempo de la regla, elimina los sofocos, la sequedad vaginal y los daños cardiovasculares, calcifica los huesos y previene el cáncer de mama. También actúan así las flavonas y flavonales de las hortalizas.

- ¿Por qué no hay que almacenar juntas hortalizas y tubérculos?
Las hortalizas de hoja verde conservan su alto grado de respiración tras ser recolectadas y secretan etileno, gas que da mal sabor a las hortalizas de raíz y a los tubérculos, que son de respiración baja y, por tanto, se conservan durante varias semanas.

–¿Las legumbres secas pueden consumirse crudas? No. Deben comerse siempre cocinadas, para eliminar así sus tóxicos naturales y para que podamos digerir el almidón, un hidrato de carbono.

–¿Hay algún truco para impedir la flatulencia que causan las legumbres?
En la cocción, al romper el hervor unos minutos, quitando la cazuela del fuego o echando agua fría, se reducen los oligosacáridos generadores de gas y causantes de la flatulencia y la aerofagia. Éstas también se evitan cociendo las legumbres con comino, ajedrea, laurel, tomillo, perejil, clavo de olor, anís o hinojo.

–¿En qué casos no se debe comer legumbres?
Su consumo debe moderarse si se sufren ataques de gota, ya que este tipo de alimento tiene un moderado contenido de purinas, que se transforman en ácido úrico.

–¿Qué es el favismo?
Es una anemia producida por la ingestión de habas o inhalación del polen en personas con déficit hereditario de una enzima que interviene en el metabolismo de los glúcidos. Provoca palidez, cansancio, náuseas y fiebre.

–¿Es verdad que las legumbres se digieren mal?
No. Un individuo sano las digiere con naturalidad. La creencia viene dada por los gases y la dilatación producida por la fermentación de los azúcares no digeribles.

–¿Hay hortalizas tóxicas?
Cuando están crudas, la yuca, la berenjena y la patata son tóxicas. Esta última puede contener solanina, un alcaloide tóxico, sobre todo si no está madura.

–¿Cómo se combate el olor fétido que desprende la coliflor al cocerla? Para atenuarlo solamente hay que añadir al agua de cocción una patata o manzana enteras.

Fuente:


Muy Interesante

17 de marzo de 2007

Antioxidantes: peor que inútiles
Los suplementos vitamínicos no sólo no previenen las enfermedades, sino que elevan la mortalidad

GONZALO CASINO - Barcelona - 13/03/2007

La promesa de salud y longevidad creada en las últimas décadas por los suplementos antioxidantes se ha desvanecido. Si se guiaran por las pruebas científicas y no por los cantos de sirena de la publicidad, los muchos millones de personas que toman estos complementos dietéticos en Europa y EE UU (10-20% de la población) para prevenir el cáncer y otras enfermedades crónicas deberían dejar de hacerlo. Ya se sospechaba que tomar vitamina A, vitamina E, betacaroteno y otros antioxidantes, juntos o por separado, no tenía ningún efecto positivo apreciable sobre la salud, pero al menos se presumía que no era perjudicial. Ahora se ha comprobado, mediante el tipo de estudio que ofrece más garantías científicas, que las píldoras antioxidantes no sólo son un gasto inútil, sino que además pueden acortar la vida.

El gran negocio de los suplementos vitamínicos ha impulsado la realización de infinidad de estudios sobre sus posibles efectos beneficiosos en el envejecimiento, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, el Alzheimer y otras muchas dolencias crónicas. Se han hecho investigaciones buenas, regulares y malas, y sus conclusiones han sido lo bastante discordantes como para no saber a ciencia cierta si los suplementos antioxidantes eran beneficiosos o nocivos para la salud. Obviamente, la publicidad se quedaba reiteradamente con los resultados más positivos.

"Las pruebas para demostrar la presencia o la ausencia de beneficios por el uso de multivitaminas y suplementos minerales para prevenir el cáncer y las enfermedades crónicas son insuficientes", dictaminaba en 2006 una revisión de los Institutos Nacionales de la Salud de EE UU.

La herramienta científica que ahora ha demostrado que los suplementos antioxidantes no son inocuos se denomina "revisión sistemática con metaanálisis", esto es, un análisis estadístico global de los ensayos clínicos que han estudiado los efectos sobre la salud de los principales antioxidantes: betacaroteno, vitaminas A, E y C, y selenio. Y su veredicto, apoyado en 68 ensayos clínicos con 232.606 participantes, cuestiona la eficacia preventiva y la seguridad de estos suplementos.

"Nuestros resultados van más allá de las revisiones y guías anteriores, sugiriendo que los suplementos antioxidantes podrían no ser beneficiosos", explica a EL PAÍS el autor principal del trabajo, Goran Bjelakovic, de la Facultad de Medicina de Nis, en Serbia.

Los resultados de este estudio, publicado el 27 de febrero en el Journal of the American Medical Association (JAMA), muestran que el betacaroteno y las vitaminas A y E se asocian con incrementos de la mortalidad del 7%, 16% y 4%, respectivamente, mientras que la vitamina C y el selenio no parecen elevar el riesgo de muerte (el selenio podría disminuirlo, aunque no es seguro y hacen falta nuevos estudios para esclarecerlo, sostienen los autores del trabajo).

Muchos ciudadanos ya están hartos de estudios y mensajes de salud contradictorios. ¿Por qué habrían de fiarse de este estudio más que de los anteriores? ¿Cómo saber que lo que hoy es blanco mañana no será negro? "Los datos actuales son mucho más fiables que los que teníamos hasta ahora porque provienen de una revisión sistemática de estudios aleatorizados y porque son consistentes con revisiones previas", asegura el médico de familia Pablo Alonso Coello, investigador vinculado al Centro Cochrane Iberoamericano y ajeno al estudio del JAMA. "En principio, la confianza en estos resultados es alta y es poco probable que estudios posteriores modifiquen el efecto observado".

Así las cosas, ¿cuál es la recomendación más razonable? ¿Debe desaconsejarse el consumo de suplementos antioxidantes? "Está claro que no parece adecuado recomendar estos suplementos para la prevención de enfermedades", responde Javier Aranceta, presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC). "Lo que hay que hacer es tomar una dieta rica en frutas y verduras, porque sólo los alimentos naturales contienen la justa proporción de estos nutrientes y además está comprobado su efecto beneficioso".

Alonso Coello opina que hay que desaconsejar el consumo de estos suplementos porque "no tienen un efecto beneficioso y en cambio hay datos muy sugerentes de que pueden ser perjudiciales". Y añade: "En la población occidental, sin carencias vitamínicas y minerales, el consejo debe incidir sobre los estilos de vida: tomar una dieta equilibrada, evitar el sobrepeso, hacer ejercicio y no fumar".

Con todo, Aranceta recuerda que en España el consumo de suplementos antioxidantes no está tan extendido como en otros países. "Aquí se toman sobre todo complejos vitamínicos para el estrés o el cansancio. Aunque tampoco está comprobado su efecto beneficioso, al menos son fórmulas más completas", matiza. El 8-10% de los españoles son consumidores habituales o cíclicos de suplementos vitamínicos, frente al 30% de los anglosajones.

La elevación del 5% del riesgo de muerte por el consumo de antioxidantes que ha puesto de relieve el estudio del equipo de Goran Bjelakovic, podría ser incluso "conservadora", pues tal vez haya muchos estudios no publicados -y, por tanto, no incluidos en el metaanálisis- que probablemente sean neutrales o negativos.

Ajenos a este riesgo y a la falta de pruebas, muchas personas toman antioxidantes para mejorar su salud y prevenir el cáncer. Como recuerda Bjelakovic, "estamos expuestos a una intensa mercadotecnia con un mensaje contradictorio". Pero la situación, a juicio de Alonso Coello, se debe no sólo a la presión publicitaria, sino que es también "responsabilidad de los médicos mal informados y de las autoridades sanitarias, por no alertar de este incierto beneficio y de esta publicidad engañosa".

Mercadotecnia frente a pruebas científicas

Los antioxidantes son un grupo de vitaminas, minerales, enzimas, pigmentos vegetales y otras sustancias. El interés que despiertan se debe a que anulan el efecto perjudicial de los radicales libres, producidos por la respiración, las radiaciones ionizantes, el tabaco y, en general, en las reacciones oxidativas del cuerpo (por eso se llaman antioxidantes). Digamos que la vida nos oxida por dentro produciendo radicales libres que dañan los genes y las células, favoreciendo el envejecimiento y algunas enfermedades, como las cardiovasculares o el cáncer.

Los principales antioxidantes son las vitaminas C y E, el betacaroteno (precursor de la vitamina A), los flavonoides y minerales como el selenio o el zinc. Aunque el cuerpo produce sus propios antioxidantes y el ejercicio favorece esta producción, la mayoría provienen de los vegetales que se toman en la dieta. Las propiedades saludables de las frutas y las verduras se deben en buena medida a su elevado contenido en antioxidantes.

¿Por qué no dar entonces suplementos antioxidantes para mejorar la salud? Muchos estudios han avalado esta lógica antioxidante y el supuesto efecto protector frente al cáncer, las enfermedades cardiovasculares, el Alzheimer, la degeneración macular asociada a la edad y otras muchas enfermedades. Los mensajes de la publicidad se basan en los resultados positivos de algunos estudios. El problema es que no todos los estudios tienen la misma fiabilidad y ofrecen las mismas garantías.

Muchos de los resultados positivos provienen de estudios observacionales, es decir, aquellos en los que los investigadores observan qué pasa con un grupo de personas que toma suplementos antioxidantes y con otro grupo que no los toma. Pero en estos estudios, a diferencia de los ensayos clínicos aleatorizados (ECA), los investigadores no controlan desde el principio a los participantes y desconocen si ambos grupos tienen igual pronóstico. En los ECA los integrantes del grupo que toma antioxidantes y los del que no los toma se asignan al azar y, por tanto, tienen igual pronóstico. Los estudios observacionales decían que los suplementos tenían efectos preventivos y ahora la revisión sistemática de los ECA ha demostrado que no era así. Es algo parecido a lo que ocurrió con la terapia hormonal sustitutoria. Y ya sabemos cómo acabó la historia.


Fuentes:

El País

Clarin.com

Minoria Sorda

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