Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta urbanismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta urbanismo. Mostrar todas las entradas

7 de marzo de 2023

Agua potable, un derecho negado a medio Loreto

El 43,7% de loretanos no tiene acceso al servicio de agua potable o tratada. Es el mayor déficit en todo el país, según el INEI, y afecta principalmente a la niñez de las zonas rurales de la región, quienes enfrentan cuadros graves de parasitosis y anemia ante la carencia de este recurso. Si bien existen soluciones, urge una decisión política.


Para el 43,7% de la población en esta región del país (386.094 personas), tareas tan cotidianas como asearse o cocinar son un privilegio. Según el informe técnico “Perú: formas de acceso al agua potable y saneamiento básico, 2019” del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), no tienen acceso a este recurso hídrico ni a través de una red pública ni mediante un pilón, lo que representa el mayor déficit del servicio a nivel nacional.

La señora Aguirre, quien madruga junto a su hijo para hacer una larga cola flotante y comprar agua, siente su realidad como una condena perpetua. “Mire cómo los niños se van a bañar al río, tienen que irse lejos porque acá está oliendo feo el agua”, afirma, mientras contempla a los pequeños de su barrio alejándose de las orillas contaminadas del río Itaya.

Un problema de planificación urbana


Pero el acceso al agua potable o tratada no es un problema aislado. Pasa por temas de infraestructura, planificación urbana, fuentes de energía y, sobre todo, voluntad política. Este último factor, de acuerdo al ingeniero Marcos Vargas Schrader, exgerente de Sedaloreto, es clave para revertir las alarmantes cifras en la región. “Es un tema de decisión política y, obviamente, viene acompañado de un aporte financiero”, manifiesta.

Explica que en el caso de la provincia de Maynas se contempló que el crecimiento demográfico se daría hacia la zona sur de Iquitos, capital de Loreto, lo que sucedió hasta que el territorio ya no se dio abasto y empezaron a incrementarse los asentamientos en las riberas del Itaya. “No hay una planificación urbana, la gente se va a vivir en las zonas inundables y los políticos en campaña les ofrecen agua, luz y luego se olvidan”, agrega.

A esto se le suma la falta de un catastro técnico georreferenciado que determine por dónde pasan las conexiones de agua y cuál es su estado actual. Esta herramienta permite recoger información de la infraestructura sanitaria de agua para consumo humano y aguas residuales.

Un reporte de monitoreo a la estrategia de actualización catastral elaborado por el Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento (OTASS) en el 2020, indica que la empresa prestadora de servicios (EPS) Sedaloreto tiene apenas un “avance intermedio” en esta tarea.

Si hablamos de distribución, como en el caso de Belén, donde la mayor parte de viviendas conectadas a una red de agua potable o tratada se concentran en el área urbana, nos queda un panorama aún más crítico. De 58 centros poblados rurales que conforman el distrito solo nueve cuentan con agua vía red pública o pilón, según el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).

Esto se replica en toda la región, ya que de 2.552 centros poblados rurales, solo 280 cuentan con algún tipo de sistema para acceder a agua potable o tratada. 

Lea el informe completo en: La República

 

 

 

31 de enero de 2019

Las grandes urbes del mundo apuestan por la peatonalización

Las ciudades ponen en marcha, con resultados desiguales, proyectos de movilidad alternativa.


La peatonalización de la Gran Vía, la gran apuesta de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha despertado un debate alimentado por la decisión del Ayuntamiento de "testar" este nuevo modelo en fechas tan delicadas como las navideñas. De momento, Ahora Madrid, la fuerza cercana a Podemos que gobierna la capital, ha reducido los carriles en el centro de la calzada. La iniciativa pretende dar más espacio al peatón. Se trata de un paso intermedio hacia el cierre definitivo de la vía más emblemática de Madrid, de aquí a 2019.

El asunto, tal y como lo propone la alcaldesa, trasciende la dimensión local. La misma Carmena enmarcó su política en el fenómeno global "imparable" que lleva a las urbes a restringir el uso de los vehículos particulares en sus zonas centrales. Un axioma que obliga a preguntar: ¿es cierto que en otras grandes urbes se han llevado a cabo proyectos parecidos? Y, ¿cómo han sido acogidos por los ciudadanos? Estos son los casos más importantes de peatonalizaciones en grandes ciudades del mundo y los debates que han despertado.

El corazón peatonal de Nueva York

Dos de los tramos más bulliciosos de Broadway, la gran arteria de Manhattan, se peatonalizaron en 2010 como una prueba piloto que debía durar menos de un año, pero que se ha mantenido hasta ahora. El alcalde de Nueva York de entonces, Michael Bloomberg, quería crear en los famosos puntos de Times Square y Herald Square (unas calles más debajo de la primera) pequeñas plazas peatonales y recreo con mesas y sillas, donde cualquiera pudiera sentarse libremente.

La medida se llevó a cabo sin obras, instalando vallas y pintando la zonas peatonales de un color distinto. Como los automóviles podían seguir circulando por la Sexta y la Séptima avenida, el tráfico no se colapsó en el centro de Manhattan (o más bien, no se colapsó más de que lo que es habitual), pero sí se redujo lógicamente el número de atropello e incidentes. El Ayuntamiento decidió convertir el experimento en algo permanente, en su momento hubo protestas de los taxistas, pero la peatonalización en sí de esa zona ha dejado de ser debate.

Berlín y la nueva Unter den Linden

En Berlín, una de las grandes promesas del tripartito de izquierdas que rige la ciudad desde el jueves 8 de diciembre es restringir al máximo el tráfico en Unter den Linden, una de las avenidas más representativas de la capital alemana. Además de viandantes y ciclistas, a partir de 2019 solo circularán autobuses, taxis y coches diplomáticos. En esa fecha está previsto el fin de las obras que ahora llenan la calle y la apertura en Unter den Linden del Humboldt Forum, el gran proyecto cultural de la ciudad.

El artículo completo en: El País (España)

15 de enero de 2019

¿La luz de las farolas provoca cáncer?

Una cosa es que no podamos establecer una relación causal entre la iluminación nocturna y el mayor riesgo de cáncer, pero sí podemos decir con contundencia que no es beneficiosa.


Así planteado la respuesta es no, pero también es verdad que aquí hay mucho que hablar. Es casi seguro que la pregunta viene por una serie de estudios que se han hecho a partir del año 2008 y que vinculan las áreas urbanas con más luz nocturna con un aumento del riesgo de padecer dos tipos de cáncer: mama y próstata. Lo que hicieron los investigadores fue medir la luz reflejada en el cielo que captan los satélites y una vez que identificaron las ciudades más iluminadas, comprobaron si había algún tipo de asociación con un aumento de la incidencia de estos cánceres, mama y próstata, que son los que, en principio, se vincularían con mayor exposición a luz nocturna. Los autores del estudio encontraron que sí había una asociación entre mayor iluminación y un mayor riesgo. El problema de estos estudios, y que es una pega real, es que no detectan qué luz recibe individualmente cada sujeto, sino la que hay reflejada en el cielo y que no tiene que coincidir necesariamente con aquella a la que cada uno se expone en su casa.

También hay que tener en cuenta que el hecho de vincular la luz nocturna con el cáncer es un tanto controvertido, no se puede decir así. Lo que sí se sabe es que la luz nocturna hace que el organismo produzca menos una hormona llamada melatonina. Y sabemos también que esa falta de melatonina altera el sistema circadiano. Debes saber que el sistema circadiano tiene un reloj biológico que está en nuestro cerebro y está preparado evolutivamente para detectar la alternancia entre la luz y la oscuridad, entre el día y la noche. Sabemos igualmente, gracias a los estudios epidemiológicos, que las alteraciones en nuestro sistema circadiano sí se vinculan a una serie de enfermedades como el síndrome metabólico y otras alteraciones cognitivas y afectivas. Se sabe, por ejemplo, que las personas que trabajan en turnos y que tienen alterado su sistema circadiano son más proclives a este tipo de enfermedades.

En el año 2008, la Organización Mundial de la Salud publicó un informe que decía que la disrupción circadiana, que incluye la luz y otros aspectos, es potencialmente carcinogénica para humanos y la incluía en el grupo 2A. El grupo 2A incluye a los factores que no muestran evidencias experimentales en humanos con la aparición de cáncer sino que la relación es asociativa, no causal. Es decir, las dos cosas parecen ir juntas pero no podemos demostrar que una lleve a la otra. En animales de experimentación en cambio las evidencias sí son suficientes para decirlo pero no en el caso humano.

Lea el artículo completo en: El Páis (España)
 

11 de diciembre de 2018

Elizabeth Blackburn: “Vivir en barrios inseguros y con pocas zonas verdes eleva el riesgo de enfermarse”

La Premio Nobel de Medicina cree que las políticas sociales son cruciales para mejorar la salud de los ciudadanos


La bioquímica australiana pide más recursos para la investigación para conocer mejor la biología del cáncer y poder combatirlo

La premio Nobel de Medicina 2009, Elizabeth Blackburn (1948, Hobart, Australia), recaló recientemente en Madrid por el Día Mundial de la Investigación contra el Cáncer, gracias al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), La Sexta y Fundación Axa. En una conversación con los medios, antes de presentar su conferencia Resolviendo las paradojas entre la biología de los telómeros y el cáncer, la bioquímica australiana, que fue premiada por descubrir la telomerasa, una enzima que replica y alarga los telómeros –estructuras que protegen los cromosomas y cuyo acortamiento está vinculado con el envejecimiento y el riesgo de padecer enfermedades, entre ellas cáncer–, advirtió sobre la influencia del estilo de vida, el estrés crónico y las malas condiciones sociales en el deterioro de los telómeros y, por tanto, de la salud.

De ahí que destacó la importancia de contar con políticas públicas –tener un buen sistema educativo o una buena planificación urbanística– que favorezcan la calidad de vida de los ciudadanos. Y dio un toque de atención: “La financiación nunca es suficiente, debemos seguir invirtiendo en investigación; cuanto más sepamos sobre la biología del cáncer, mejor preparados estaremos para atacarlo”.

Pregunta: Algunos estudios han demostrado que tener telómeros largos reduce, en ciertos casos, el riesgo de padecer enfermedades, cáncer incluido, aunque otras investigaciones apuntan, paradójicamente, que influye en la aparición de tumores.

Respuesta: Los estudios en poblaciones grandes indican que, efectivamente, de media, unos telómeros largos reducen los riesgos de mortalidad, pero en investigaciones recientes de genética se ha observado que, si se mantienen activos los telómeros y la telomerasa está muy presente, hay un mayor peligro de padecer algunos tipos de cáncer, como los melanomas, gliomas o algún tipo de tumor de pulmón. Lo que supone, en efecto, un dilema.

¿En qué porcentaje pueden ayudar los telómeros largos a prevenir el cáncer?

Se necesita más investigación para poder contestar de forma más precisa. Hay que determinar qué tipo de cáncer se ve afectado por los telómeros y quién es más propenso a padecerlo. Por un lado, tenemos el cáncer desde un punto de vista de salud pública y, por el otro, desde los individuos concretos. Hay que combinar las mediciones de los telómeros con otros estudios genómicos, epigenéticos o clínicos para comprender más la biología del cáncer. Y hoy tenemos mayores probabilidades de entenderlo gracias a la tecnología. Pero como nos encontramos aún en el inicio de esta investigación y no puedo dar un porcentaje preciso, pongo un ejemplo de un estudio que se ha hecho en enfermos de cáncer de vejiga en Texas, con 440 pacientes. En el momento del diagnóstico se realizaron dos pruebas: una extracción de sangre para medir los telómeros de las células de los glóbulos blancos, que se clasificaron en un rango de mayor a menor longitud; por otro lado, se hizo un estudio en una escala de 32 puntos, de mayor a menor, para saber el estado de regresión en el que se encontraban estos pacientes. Una vez terminado, se formuló la siguiente pregunta: ¿qué tipo de personas presentó un mayor riesgo de fallecer? Se observó que si tenían telómeros cortos pero no sufrían depresión, no había mucha diferencia. Si tenían depresión, pero tenían los telómeros largos, tampoco. Sin embargo, cuando se daba el caso de telómeros cortos y depresión, había más posibilidades de morir, ya que tenían una media de supervivencia de 30 meses en comparación con la media de 200 meses si solo se daba una de las condiciones.


¿Se ha utilizado la inhibición de la telomerasa en alguna terapia contra el cáncer?

Sabemos que hay tipos de cánceres diferentes y alrededor del 80%-90% de ellos está en etapa avanzada. Estas ratios registran, además, una gran actividad de telomerasa, lo que sugiere que podríamos tratar el cáncer si se inhibiese esta enzima. Sin embargo, ensayos clínicos en fases tempranas en marcha evidencian que esto es difícil, porque las células madre de nuestro cuerpo, que son las que envían después la información al resto, necesitan telomerasa natural para funcionar. Por tanto, si la inhibiésemos en las células con cáncer, a lo mejor también la estaríamos inhibiendo en las células normales. Es un enfoque que debemos tener en cuenta ahora que hay mayores conocimientos de la biología, ya que no se ha explorado lo suficiente, y que no deberíamos descartar en el tratamiento contra el cáncer al igual que en el de otros medicamentos.

¿Qué relación hay entre los telómeros, el estrés crónico y el cáncer, un tema de abordaje en su conferencia?

Todavía hay un gran desconocimiento en este campo, necesitamos investigar más, aunque su conocimiento es mayor respecto a las enfermedades cardiovasculares. Lo que puedo decir es que existe dependencia, es decir, cuanto más nivel de estrés, más cortos serán nuestros telómeros y tendremos más riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares. Lo recomendable es introducir cambios en nuestro estilo de vida: en la dieta, la gestión del estrés, hacer ejercicio, pero también en las condiciones sociales, porque se ha determinado estadísticamente que afecta a la longitud de los telómeros. Estudios en niños que han estado expuestos a una gran violencia de pequeños, demuestran unos telómeros más cortos de mayores. La exposición a eventos traumáticos, el bajo nivel educativo o vivir en un barrio inseguro, con pocos espacios verdes y accesibilidad, está relacionado con el acortamiento de los telómeros y aumenta las posibilidades de sufrir enfermedades. Las políticas sociales y de urbanismo pueden intervenir, su implicación es clave, se pueden cuantificar sus efectos.

¿Cuál es el riesgo-beneficio de intervenir artificialmente los telómeros vía fármacos o suplementos?

Estamos aún en una etapa muy temprana de la investigación como para poder recomendar el empleo de fármacos para alargar los telómeros, porque no sabemos el riesgo que conlleva y dado que el cáncer tarda muchos años en desarrollarse. Es verdad que en algunas enfermedades raras extremas, donde se ha visto que los telómeros son muy cortos, sí es posible justificar el empleo de fármacos para su tratamiento. Pero solo en estos extremos. 

Entonces, ¿qué recomienda para mantener los telómeros largos?

Los cambios en nuestro estilo de vida marcan la diferencia, como he dicho: realizar ejercicio, tener una dieta mediterránea sana, consumir menos azúcar y refrescos azucarados –un mal hábito en EE UU– y dejar de fumar. Además, tener unos buenos patrones de sueño, relaciones sociales y controlar el estrés, modificar nuestra reacción ante estas situaciones, porque la ansiedad crónica está asociada a unos telómeros más cortos y, por tanto, el riesgo de padecer cáncer es mayor.


28 de enero de 2015

Paris y su proyecto para convertirse en 2050 en la ciudad del futuro


2050 se está volviendo el año donde importantes ciudades están apuntando a un cambio radical dentro de su planeación urbana, precisamente ayer conocíamos el caso de Nueva York y la transformación de la calle 42 en un gran ecosistema conectado con todo lo necesario siendo los mismos habitantes los encargados de su mantenimiento y supervisión.
Pues ahora conocemos el proyecto de "Paris Smart City 2050" el que no busca transformar sólo una calle, sino toda la ciudad, siendo el primer proyecto sostenible con estas características, que además ya ha sido aprobado por el gobierno de la ciudad.


El artículo completo en:

22 de mayo de 2014

Las ciudades nos enferman

  • En los últimos 20 años, la extensión de áreas urbanas ha crecido hasta un 20% en Europa

  • Muchos investigadores analiza cómo el entorno moldea indicadores de salud o enfermedad

  • Iniciativas como el préstamo público de bicicletas tiene un efecto positivo en la salud


Contaminación vista en el 'skyline' de Madrid

 ¿Cuándo fue la última vez que paseó por un parque? ¿A qué distancia de su casa está? ¿Cuánto tiempo tarda en desplazarse al trabajo? ¿Lo hace en bicicleta, andando, en coche...? Todos estos pequeños gestos cotidianos influyen en nuestra salud de manera más palpable de lo que podamos imaginar y a la ciencia le preocupan de manera creciente. 

"Cada vez está más claro que el campo de acción de la Medicina ha desbordado los límites del hospital y del centro de salud", explica a EL MUNDO Manuel Franco, investigador de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) y del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC). Como él, son muchos los investigadores que han puesto su foco de estudio en nuestros barrios, ciudades, en cómo el entorno físico en el que vivimos moldea indicadores como la tensión arterial, la función pulmonar o el riesgo de enfermedades como el cáncer o la diabetes.

"La salud debe ser parte de las consideraciones cuando se planifica urbanísticamente una ciudad", coincide desde Ginebra María Neira, responsable del departamento de Salud Ambiental de la Organización Mundial de la Salud. "Y es necesario implicar a arquitectos, alcaldes, urbanistas... para definir lo que se puede ganar o perder en términos de salud".

Este desbordamiento de fronteras se nota también en la incorporación a estos estudios de salud de expertos de disciplinas hasta ahora muy alejadas, como el urbanismo, la sociología, la economía... "Es verdad que cuando vas a pedir financiación para un tema de estos chirría un poco", admite Franco, que ha recibido un millón y medio de euros del European Research Council para estudiar cómo influye la geografía de 90 barrios de Madrid en la salud de sus habitantes. Y entendiendo por geografía desde la disponibilidad de espacios verdes al número de puntos de venta de tabaco, restaurantes de comida rápida o carriles bici.
Precisamente, en febrero la revista Health and Place publicaba un trabajo estadounidense en el que se mostraba que los niños que viven cerca de establecimientos de comida rápida tienen mayor riesgo de obesidad.

Como explica Mark Nieuwenhuijsen, del Centro de Salud Ambiental de Barcelona (CREAL), hay numerosos estudios ya publicados en los que se demuestran los beneficios de la cercanía de espacios verdes en parámetros tan dispares como la ansiedad, la calidad de sueño, la salud cardiovascular, la longevidad, mortalidad o tasa de partos prematuros. "Pero no sabemos exactamente los mecanismos por los que esto se produce, no sabemos si es porque estas personas tienen menos estrés, realizan más actividad física, tienen una mayor red de contactos sociales o respiran menos contaminantes", admite.

Para tratar de dar una respuesta a esta cuestión Nieuwenhuijsen y su equipo están llevando a cabo el estudio Phenotype con 5.000 personas residentes en cinco ciudades europeas diferentes (entre ellas, Barcelona). "Hemos visto ya que la cercanía a espacios verdes reduce el riesgo de bajo peso al nacer y mejoras en el estado cognitivo o las tasas de obesidad de los niños", explica este investigador.

Ambos coinciden en que estos trabajos de ecología urbana tienen un protagonismo creciente en la comunidad científica, donde cada vez más equipos tratan de indagar en la cuestión. "No obstante, el 75% de la población mundial vive ya en áreas urbanas", subraya Nieuwenhuijsen. Y aunque podría simplificarse pensando que la población de áreas rurales tiene mejor estado de salud, el investigador holandés afincado en Barcelona reconoce que no se puede comparar, porque existen muchos otros indicadores, "como una mayor lejanía a los servicios de salud. Además, la población rural no está expuesta a los espacios verdes durante todo el tiempo". Según datos de la OMS, en los últimos 20 años la extensión de áreas urbanas ha crecido hasta un 20% en los países europeos, mientras que la población lo ha hecho sólo un 6%.

"En el centro de Madrid, la Plaza de Olavide está siempre llena de gente; en cambio, si colocas esa misma plaza en un barrio nuevo, de las afueras, probablemente esté vacía la mayor parte del tiempo", explica Franco. "No sabemos si es porque la gente en ese barrio no se conoce, o porque no hay tradición... Urbanísticamente es la misma plaza, con los mismos columpios para los niños, los bancos para sentarse, pero allí no funciona", explica este especialista. "Sabemos que si estás en la calle, la gente no está en el sofá, así que eso tiene beneficios por sí solo, aunque no esté haciendo ejercicio".

De hecho, sus primeras entrevistas cualitativas demuestran que no sólo son importantes los espacios verdes, sino también las zonas urbanas para pasear. "Lo que hemos visto en las entrevistas es que para las personas mayores es importante también poder ver tiendas, jaleo social. Es lo que llamamos el land mix use, que la ciudad sea el espacio en el que vivimos, paseamos, compramos... Eso es lo que diferencia Chamberí [un barrio céntrico de Madrid] del Ensanche de Vallecas [un PAU a las afueras], que allí la gente coge el coche para ir a un bar a tomar una cerveza. Tenemos que convertir las ciudades en lugares donde la gente pueda pasear despacio, cuando más despacio van las ciudades, más agradables son para las personas".

Como añade Neira por su parte, las enfermedades crónicas son una pata importante del binomio urbanismo-salud ("no podemos decirle a la gente que haga actividad física si la ciudad se mueve en el límite de lo peligroso"); el otro es la contaminación. "La contaminación es ya responsable de siete millones de muertes al año en el mundo, y si no planificamos las ciudades para reducir el uso del coche evidentemente estamos perdiendo oportunidades".

Tanto Franco como Nieuwenhuijsen coinciden en que convertir las ciudades en espacios saludables, pensados para las personas y no para los coches, es un reto desde el punto de vista político y urbanístico. Copenhague es un buen ejemplo de ello. "No pensemos que en Dinamarca la gente ha ido siempre en bicicleta, el urbanista Jan Gehl tiene buena culpa de ello", recuerda Franco, aludiendo a la reorganización del tráfico promovida por este urbanista que logró convertir la capital danesa en una de las ciudades con mayor número de bicicletas del mundo, donde el 30-40% de los desplazamientos se producen sobre dos ruedas (frente al porcentaje de ciudades españolas como Madrid o Barcelona, con apenas el 2%).
"No se puede comparar directamente la salud entre Copenhague y Barcelona sólo por la diferencia en el número de bicicletas, porque existen otros parámetros que influyen. Pero sí se han comparado diferentes cohortes danesas en las que se demuestra que el uso de la bicicleta mejora la salud cardiovascular", afirma el especialistal del CREAL. Incluso teniendo en cuenta el posible riesgo de accidentes derivado de las bicicletas, la actividad física de quienes van a trabajar en este medio de transporte repercute positivamente en parámetros como las tasas de cáncer, diabetes o presión arterial. 

Así se ha demostrado también recientemente en Londres, donde un trabajo de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical demostró en la revista British Medical Journal que el sistema público de préstamo de bicicletas tiene un efecto general positivo en la salud (incluso descontando el riesgo de accidentes), "probablemente por la reducción de ciertas patologías que se benefician de la actividad física", concluía el análisis de James Woodcock.

"Desafortunadamente, las ciudades se diseñan pensando en cómo evitar atascos, y cómo llegar rápido de casa al trabajo en coche", lamenta el investigador, "no se piensa en los ciclistas ni peatones, y eso que tendría beneficios directos para las ciudades, como menores tasas de contaminación o de ruido".

"Las ciudades no están diseñadas para hacer ejercicio en el día a día, y los lugares de trabajo cada vez están más alejados", explica Nieuwenhuijsen, todo lo cual contribuye a las tasas de sedentarismo que tanto preocupan a la OMS (con tasas en torno al 60% en los países desarrollados) responsables de 3,2 millones de muertes anuales en el mundo.

A los beneficios físicos habría que sumar también los efectos psicológicos. De nuevo en Reino Unido, un estudio de la Oficina Nacional de Estadísticas observó que los ciudadanos que usan el transporte público a diario para ir a trabajar tienen más riesgo de ansiedad. Por cada minuto adicional de desplazamiento empeoraban las sensaciones en una escala que valora la calidad de vida; mientras que en EEUU se ha asociado cada hora en el coche a un aumento del 6% del riesgo de obesidad.

"Si comparamos Europa con el resto del mundo, salimos bien en la foto, porque las ciudades europeas han experimentado un cambio radical en las últimas décadas", señala Neira; "pero si nos comparamos con nosotros mismos y con dónde podíamos estar, aún necesitamos mejorar", concluye la responsable de la OMS.

Fuente:

3 de octubre de 2013

El 'desafío' de reinventar las ciudades de Europa

El alcalde de Londres, Boris Johnson, con Michael Bloomberg. | C. Fresneda

El alcalde de Londres, Boris Johnson, con Michael Bloomberg.

A punto de ceder el testigo en Nueva York, Michael Bloomberg se ha dejado caer por Londres para lanzar -junto al enérgico Boris Johnson- su particular "Desafío a los Alcaldes" de Europa. En su vertiente de filántropo, Bloomberg ha puesto sobre el tapete cinco millones de euros para "la solución urbana más audaz" en una competición abierta a todas las ciudades europeas de 100.000 habitantes, "y en la que serán muy bien acogidas las propuestas españolas", en palabras del todavía edil neoyorquino.

"Mientras los países hablan, las ciudades actúan", sostiene Bloomberg. "Las ciudades están redefiniendo el futuro y marcando el camino. Con esta competición, similar a la que ya lanzamos en Estados Unidos, pretendemos acelerar ese proceso y extenderlo por todos los rincones".

Boris Johnson recordó cómo las ideas surgidas en las ciudades, desde el ascensor a la bicicleta pública, tienen un efecto "contagioso y transformador que trascienden las fronteras". "Nueva York nos ha copiado la bici pública, y nosotros se la copiamos a París, y así es como funciona la sana competición entre las ciudades".

Johnson esbozó unas cuantas ideas para la posible propuesta de Londres al concurso. Una de ellas, el posible cierre a los "motores de combustión en el centro de la ciudad", reservándolo únicamente para el transporte eléctrico a partir del 2020. Johnson anticipó también su idea de plan a gran escala de ahorro y eficiencia energética en las casas de Londres ("tenemos que acabar con la fiebre de las mansiones colosales"). El alcalde londinense se mostró convencido de que la solución ganadora "será el campo del transporte y el medio ambiente".

Soluciones prácticas

La alcaldesa de Varsovia y presidenta de Eurocities, Hanna Gronkiewicz-Waltz, rompió una lanza por el proceso de transformación de las viejas ciudades europeas, y el edil de Florencia, Matteo Renzi, destacó también la función de los centros urbanos como "motores de innovación en la recuperación económica".

Con sus 12 años de experiencia, volcado ahora en la labor de Bloomberg Philanthropies, el alcalde de Nueva York incitó a la iniciativa privada a subirse al carro de "la transformación de las ciudades con soluciones prácticas". "Los alcaldes no estamos para hacer ideología sino para recoger la basura", dijo Bloomberg. "Todas las ciudades son en el fondo lo mismo, y todos los ciudadanos quieren vivir y trabajar en lugares donde se sientan seguros, donde sea fácil moverse, donde esté garantizada una buena educación para sus hijos y donde se pueda llevar una vida saludable".

"Más de la población mundial vive ya en ciudades", concluyó Bloomberg. "Por eso necesitamos ciudades que funcionen, con soluciones visionarias que puedan ser fácilmente replicadas".

Además del gran premio, los cuatro proyectos finalistas serán galardonados también con un millón de euros cada uno. Las ciudades podrán anunciar su participación hasta el 11 de noviembre y enviar las solicitudes antes del 31 de enero 2014. En primavera se anunciarán las 20 finalistas y el premio se otorgará en otoño del próximo año.

Tomado de:

El Mundo Ciencia

4 de agosto de 2013

Ideas alucinantes para vivir en el futuro

Hay un problema. No sólo las ciudades producen el 40% de las emisiones totales de carbono sino que también fueron hechas asumiendo que el clima era una constante.

Nuestros edificios están diseñados para la sequedad, por lo tanto se deterioran en presencia del agua.

La arquitectura moderna ademas está diseñada para ser habitada sólo por personas, no otras formas de vida: por su naturaleza, no promueve biodiversidad.

Por ello, necesitamos pensar en la arquitectura de una manera diferente. Necesitamos buscar nuevos modelos para construir edificios, así como mejores procesos industriales.

Diseñadores y arquitectos ya están considerando diseños urbanos más ecológicos, especialmente en términos de los recursos que se utilizan, con nuevos materiales más fluidos que puedan responder a los cambios en la demanda.

Por ejemplo, Paris Habitat, el más grande propietario de vivienda social en la capital francesa, está usando el calor del cuerpo humano recogido en el metro para calentar sus edificios. Bioprocesos están dándole energía a edificios como el BIQ en Hamburgo, Alemania, con su fachada bioreactiva (con microalgas cultivadas en los elementos de vidrio se produce energía y controla la luz y sombra).

Enfoques para retos

Diseno de VINCENT CALLEBAUT ARCHITECTURES - WWW.VINCENT.CALLEBAUT.ORG

Firmas como la francesa Vincent Callebaut Architectures diseñan sin ponerle límites a su imaginación. (www.vincent.callebaut.org)

Hay ciudades imaginadas que desafían la permanencia de los materiales de construcción y su inercia. Por otro lado, probablemente nuestra experiencia de las urbes cambiará gracias a la realidad aumentada, esa nueva manera de ver a través de los teléfonos inteligentes o artilugios como las gafas Google.

Pero necesitamos una gama aún más amplia de enfoques para que nuestras ciudades tengan la habilidad de responder a retos potenciales, algunos permanentes, como la subida del nivel del mar y los patrones impredecibles del clima.

Fundé el Grupo Avatar (Advanced Virtual and Technological Architectural Research - Investigación Arquitectónica Virtual y Tecnológica Avanzada) en 2004 para explorar cómo las nuevas tecnologías podían influir en la arquitectura. Esas prometedoras posibilidades pueden llevar a encontrar nuevos materiales de construcción, especialmente utilizando las biotecnologías que están emergiendo, y podrían estimular la diversidad en el tipo de arquitectura que producimos.
 
Exploramos ámbitos tan variados como la biología sintética, teoría digital surrealista, cine y animación, diseño interactivo y realidad mixta y aumentada para potenciar el diseño arquitectónico, urbano y paisajista.

Cultivar ladrillos y cocinar vidrio

En su libro "Después de la ciudad", el diseñador Lars Lerup observa que los efectos tradicionales de la ciudad quizás son ya obsoletos.

Sino-Singapore Tianjin Eco-city Development and Investment

Éste es uno de los edificios 100% verdes de la planeada ecociudad Tianjin, un proyecto de China y Singapur que se completaría en 15 años.

Propone que la arquitectura y el papel de los arquitectos tiene que repensarse: las interacciones entre esos elementos dinámicos deben dar paso a una nueva manera de pensar sobre el diseño, en la que el propósito de un espacio particular pueda ser decidido por la persona que lo está usando.

Efectivamente, a diario, la arquitectura vuelve a ser imaginada en todo el mundo. Está, por ejemplo, el puente Paik Nam June de Seúl, Corea del Sur, un audaz diseño que es mucho más que un puente: incluye un parque, un centro comercial, espacios de encuentro y un museo. Paneles solares en la parte superior de la estructura generará energía.

Conceptos como ese nos permiten ver a los puentes de una manera distinta, no sólo como un método para cruzar barreras naturales, sino como una nueva clase de estructura en la cual vivir y trabajar.

En vez de construir edificios con materiales inertes transportados de otras partes del mundo, hay gente explorando tecnologías que podrían transformar un grupo de sustancias en otras en el lugar de la obra.

Markus Kayser está transformando arena en vidrio usando una impresora solar 3D que enfoca los rayos del Sol para crear obsidiana o vidrio volcánico (que se puede usar en construcción).

Otros procesos transformativos incluyen los ladrillos de arenisca cultivados por la profesora de arquitectura estadounidense Ginger Krieg Dosier a partir de bacterias, arena, cloruro de calcio y urea.

Lea el artículo completo en:

BBC Tenología

25 de junio de 2013

La ciudad de Mahendraparvata, en Camboya, muestra sus secretos

Un grupo de arqueólogos descubre una asombrosa red de canales en la capital del imperio Jemer.

La metrópoli fue el corazón del dominio del sudeste asiático durante seis siglos.




El conjunto de Mahendraparvata está al norte de Angkor, Camboya. / Z. Aldama
La historia tiene un atractivo incomparable: en pleno siglo XXI, un grupo de arqueólogos descubre en la jungla de Camboya una ciudad de hace 1.200 años gracias a una sofisticada técnica —LIDAR— que utiliza un láser acoplado a un helicóptero para penetrar el denso follaje y revelar los grandes secretos que esconde una de las grandes civilizaciones de Asia. Por si fuera poco, para acceder al lugar los científicos tienen que recorrer barrizales infestados de alimañas y campos en los que las minas antipersona del Jemer Rojo están siempre al acecho. Pero no importa, porque el descubrimiento de una ciudad perdida, que ha pasado desapercibida a los saqueadores, bien merece correr el riesgo.

La ‘exclusiva mundial’ del hallazgo la publicó el pasado sábado el Sydney Morning Herald, y sería el argumento perfecto para la quinta entrega de las andanzas cinematográficas de Indiana Jones si no fuese porque tiene una pequeña pega: es una verdad a medias. No en vano, muchos de los edificios cuyo descubrimiento se había atribuido al grupo de científicos liderado por Jean-Baptiste Chevance, director de la Fundación de Arqueología y Desarrollo de Londres, eran bien conocidos desde hace años. Se trata del conjunto de Mahendraparvata, situado en la montaña de Kulen —libre de artefactos explosivos—, al norte del mayor complejo de templos hinduistas del mundo, Angkor.

“Para ser honestos, no es totalmente nuevo”, reconoció ayer Chevance, que ha estado trabajando en el proyecto desde 2008 y que culpó de la exageración que se ha hecho del proyecto al sensacionalismo del rotativo australiano. “Lo que sí es novedoso es la utilización de la técnica LIDAR para ir más allá en el estudio. Así hemos conseguido desvelar una red de carreteras, canales y diques que conectan los monumentos que ya se conocían”. Lo que sobre el terreno parecían surcos y agujeros sin relevancia alguna es, en realidad, un complejo sistema de comunicaciones en el que el agua, en cuya compleja distribución se han encontrado hasta presas, juega un papel primordial.

Y es esa revelación la que confirma que Mahendraparvata era una ciudad y no un simple conjunto de edificios. “Con este instrumento, de repente, hemos visto inmediatamente la imagen de una ciudad cuya existencia nadie había conseguido certificar”, comentó al diario australiano The Age otro de los científicos, Damian Evans, director del Centro Arqueológico de la Universidad de Sydney en Camboya. “Estamos hablando de una ciudad que tiene más de mil años y que es completamente subterránea. Lo que ves cuando estás allí es una montaña agujereada, y si no sabes lo que hay podrían parecerte agujeros naturales”, añadió el cartógrafo del grupo, Stephane De Greef.

Lea el artículo completo en:

El País (España)

30 de mayo de 2013

Estas son las baldosas inteligentes ¡que generan electricidad!

Recuerdan el video de los ochentas de Billie Jean, donde Michael Jackson circula pór una vereda y a medida que camina va iluminado el piso...



Pues bien esata utopía ahora esto YA es realidad:


Instalación de las baldosas inteligentes en Londres 2012. | Pavegen 
Instalación de las baldosas inteligentes en Londres 2012. | Pavegen
Un día cualquiera en la estación londinense de Victoria. Más de 15.000 personas en una hora. Caminando a todo tren y pisando con fuerza sobre las baldosas. ¡Tiene que haber una forma de capturar esa energía y convertirla en electricidad!


Laurence Kemball-Cook. | C. F.

Laurence Kemball-Cook. | C. F.

Toda gran idea tiene su momento eureka, y el de Laurence Kemball-Cook ocurrió cuando estaba aún estudiando diseño industrial en la Universidad de Loughborough. Su paso por una compañía eléctrica le sirvió para familiarizarse con las limitaciones de la energía solar y eólica en la iluminación urbana, y para comprender mejor los secretos de la eficiencia. Pero la lámpara se le encendió un día de la manera más prosaica, mientras contemplaba el trasiego incesante de la estación.

Y así, con 50 libras y un ordenador portátil, comenzó en 2009 la odisea de Pavegen, a la búsqueda de la baldosa inteligente, que se hunde apenas cinco milímetros, suficiente para generar ocho vatios de energía con cada pisada gracias al uso de materiales piezoeléctricos.

Iluminar las calles a nuestro paso

A sus 26 años, con jornadas extenuantes de 22 horas y 25 descargas eléctricas hasta llegar al prototipo, Kemball-Cook se ha convertido en un referente mundial en la captura de la energía cinética. "Nuestra meta es producir electricidad allá donde se necesita", asegura el fundador de Pavegen en la sede londinense de la compañía, junto a la estación de King's Cross. "En unos años seremos capaces de iluminar las calles a nuestro paso, o lograr que un estadio de fútbol sea autosuficiente, o comprobar la salida de nuestro tren en un tablero electrónico alimentado por nuestras propias pisadas".

De momento, unas 176 baldosas de Pavegen alfombraron recientemente el maratón de París, con el objetivo de llegar a los siete kilovatios/hora. En los accesos al Parque Olímpico de Londres se capturaron el pasado verano más de 12 millones de pisadas que produjeron 72 millones de julios (suficientes para cargar 10.000 teléfonos móviles durante una hora). Durante la Hora de la Tierra de este año, más de 40 baldosas inteligentes iluminaron el mayor escenario flotante en la Marina Bay de Singapur. El sistema ha estado también provisionalmente instalado en la estación de West Ham en Londres. En varias escuelas británicas y en las primeras oficinas se ha probado ya el potencial de la tecnología limpia en zonas de tránsito. "Nuestro auténtico reto ahora es reducir el precio de la baldosa para posibilitar su implantación a gran escala y poder llevarla a las ciudades de todo el mundo", recalca Kemball-Cook, que aún recuerda su paso por Madrid en el Keep Walking Project de Johnnie Walker, en una instalación provisional en el edificio de Telefónica.

Los eventos forman parte de la fase divulgativa de Pavegen, que sin embargo calienta motores para el gran salto cualitativo. La inversión de más de 230 millones de euros a través de Renaissance Capital Partners y London Business Angels ha dado alas a la start up británica, que ha tendido las redes a EEUU y planea su expansión por Europa.

Las icónicas baldosas de Pavegen, con una luminaria central que se enciende con el 5% de la energía generada por la pisada, han dejado paso a una versión menos llamativa y más resistente, capaz de adaptarse a todo tipo de suelo. Aunque el interior de la baldosa sigue siendo "secreto industrial", Kemball-Cook asegura que la base son los neumáticos de camiones y el hormigón polímero, y que más del 60% de los materiales son reciclados. "Somos una tecnología limpia en todos los sentidos", sostiene el joven emprendedor. "Y nuestra visión encaja con el concepto de la ciudad inteligente y baja en carbono del futuro: la electricidad se generará donde se necesite y se valorará más que nunca la eficiencia".

"Lo que estamos viendo no es más que la punta del iceberg", asegura Kemball-Cook, entusiasmado por el interés creciente de los inversores y de la instituciones. "El futuro de las ciudades está en los coches eléctricos, y el rodamiento de los neumáticos se convertirá con el tiempo en un generador de energía". De momento, nos quedamos con las pisadas, unas 4.000 por cabeza y por día.
Tomado de:

14 de mayo de 2013

¿Qué es lo que establece el concepto de ciudad futurista?

¿Qué es lo que establece el concepto de ciudad futurista? ¿El amplio uso de tecnología en todos sus aspectos? ¿Una mayor conciencia a nivel ecológico? ¿Desafiar las reglas de arquitectura establecidas? ¿Todo a la vez? ¿Nada de eso? En algunos casos es la propia visión la que establece el concepto, y si observamos de cerca al proyecto EuropaCity, llamarla ciudad futurista se hace más o menos inevitable. El diseño ganador, creado por el Bjarke Ingels Group, apuesta a un híbrido urbano entre ciudad subterránea y paisajes abiertos, con la aplicación de tecnologías sustentables y un rápido acceso a los sistemas de transporte.
Entre París y el pueblo de Roissy-en-France existe el llamado Triángulo de Gonesse, ubicado al sudoeste del Aeropuerto Internacional Charles de Gaulle. Allí se llevará a cabo el proyecto urbano EuropaCity, y el diseño ganador, creado por el Bjarke Ingels Group y un amplio equipo, es nada menos que una ciudad subterránea contenida, pero a la vez completamente adaptada a su entorno. Una de las ideas es que EuropaCity sea capaz de aprovechar los recursos que tiene a su alrededor, comenzando con su cercanía a París y al propio aeropuerto, con el objetivo de brindar una experiencia urbana moderna y dinámica, algo que bien podría ser extendido a otras regiones europeas.
No se ve nada mal... - EuropaCity  

No se ve nada mal...

Amplios espacios verdes en su superficie, diferentes niveles asignados a actividad comercial y cultural, y múltiples vías de acceso a los medios de transporte caracterizan a EuropaCity. A partir de sus bocetos también es posible apreciar la aplicación de tecnologías sustentables, como la instalación de paneles solares, la utilización de biocombustibles y el aprovechamiento de energía geotérmica. Sin embargo, el concepto va más allá: El calor desperdiciado por la zona comercial será redirigido a las zonas destinadas a spas, mientras que el agua será reutilizada por los sistemas de irrigación. Se supone que el nivel de eficiencia de EuropaCity será lo suficientemente alto como para proveer a los vecindarios cercanos calefacción y refrigeración de ser necesario.
Se ha dicho que EuropaCity tiene el potencial de ser el centro comercial y cultural más sustentable no sólo de toda Europa, sino también del mundo entero. Lamentablemente, no hay detalles sobre el tiempo que tomará construir esta ciudad, o el costo asociado, y aunque ese siempre es un tema delicado para los halcones que controlan el presupuesto, no estaría nada mal ver algo como esto completado. Muchos planes futuristas se basan en ciudades con sobrepoblación y entornos semi-apocalípticos, y aunque el concepto de “futuro brillante” se quedó sin combustible en los ‘70, tal vez necesitamos más ideas como EuropaCity.

Sitio oficial:  Haz clic aquí
Post tomado de:

7 de noviembre de 2011

Lilypad: la ciudad flotante del futuro


Lejos de naves espaciales o monopatines voladores, los proyectos de ciencia ficción que los ingenieros están desarrollando en la actualidad tienen más que ver con la supervivencia en nuestro planeta. Un planeta amenazado por el cambio climático y el consiguiente aumento del nivel del mar.

Proyectos como la ecópolis flotante llamada Lilypad, que está en manos del arquitecto belga Vincent Callebaut.

Lilypad tendrá un aspecto agradable y en sintonía con la naturaleza, una forma de loto gigante, y podrá albergar a cientos de miles de ciudadanos que se hayan visto obligados a abandonar zonas inundadas por la crecida del mar, como las islas Kiribati y las Maldivas, que serán las primeras en sucumbir.

A juicio de Callebaut, las inversiones en frenar el mar, como los diques de los Países Bajos, son estériles, temporales parches para un fenómeno que tarde o temprano será imparable. Lilypad pretende ser una solución a largo plazo.

Aunque todavía no se ha estimado su coste y los detalles técnicos brillan por su ausencia (parece que a Callebaut sólo le importa el aspecto estético del proyecto), se sabe que el prototipo contará con tres cadenas montañosas y un área de paredes de vidrio bajo el agua en forma de tazón para ser empleado para instalaciones comerciales y recreativas. Además, usando diversas formas de energías renovables, recogiendo el agua de lluvia en un lago central y gracias a su piel de dióxido de titanio, que podría absorber el dióxido de carbono de la atmósfera, Lilypad será autosustentable.

Los que se oponen a esta clase de proyecto arguyen que finalmente estas construcciones serán reductos flotantes para una elite social de un mundo cada vez más contaminado. Como si se mudaran a una estación espacial, fuera de los confines del mundo.

Personalmente, dudo de la eficacia de esta clase de medidas. Porque, tarde o temprano, las estaciones espaciales, así como las islas, artificiales o no, siempre acaban siendo claustrofóbicas y profundamente aburridas.

Sitio Oficial | Vicent Callebaut

Tomado de:

Xakata Ciencia

4 de octubre de 2011

Urban OS y las ciudades inteligentes que cuidan de sus habitantes


Una ciudad de noche

Ciudades inteligentes con dispositivos que se comuniquen con otras partes del planeta podrían formar parte del futuro cercano.

Las ciudades podrían pronto cuidar a sus ciudadanos por medio de un sistema operativo diseñado para las metrópolis.

Urban OS funciona como el sistema operativo de una computadora personal, pero a gran escala: mantiene los edificios, el tráfico y los servicios públicos funcionando correctamente.

El software recibe la información de sensores que han sido conectados en toda la ciudad para mantener "un ojo" en lo que está pasando alrededor.

De presentarse un incendio, Urban OS puede controlar los semáforos para que los bomberos puedan llegar al lugar afectado.

Los sensores que alimentarán al sistema operativo monitorearán todo, desde acontecimientos generales hasta incidentes locales.

Por ejemplo, estos sensores pueden medir la temperatura de una habitación en particular.

Sistema nervioso

Una cama de hospital

El nuevo sistema operativo podría ayudar a monitorear pacientes en los hospitales.

El sistema operativo evita por completo que las personas controlen la comunicación entre los sensores y los dispositivos, como semáforos, los equipos de aire acondicionado o las tuberías de agua, infraestructura que influye en la calidad de vida de los habitantes.

De acuerdo con Steve Lewis, director de la compañía Living PlanIT, que está detrás de Urban OS, canalizar toda la información que proviene de los sensores y de los servicios en un sistema de control trae muchos beneficios.

"Si hiciéramos una analogía con la anatomía, la ciudad es una red parecida al sistema nervioso. Se trata de un conjunto de sensores que recolectan y transmiten información y generan acciones", indicó Lewis.

"Nosotros distribuimos el sistema nervioso en las diferentes partes del cuerpo: los edificios, las calles y otras instalaciones".

Contar con una plataforma que controle todo el paisaje urbano representa un significativo ahorro de recursos y un desafío organizacional.

"La infraestructura computacional local le permite a los edificios y a las plataformas automatizadas manejar la energía, el agua, el transporte, los desperdicios".

Aplicaciones urbanas

La tecnología subyacente en Urban OS ha sido desarrollada por McLaren Electronic Systems, la misma compañía que crea sensores para los automóviles de Fórmula Uno.

El Urban OS fue dado a conocer en la conferencia Machina-2-Machine que se llevó a cabo en Rotterdam.

Bomberos apagan un incendio

Urban OS podría ser clave para evitar muertes por incendios.

Para apoyar la gran cantidad de diferentes dispositivos que puede haber en una sola ciudad, la empresa ha desarrollado un conjunto de aplicaciones que permitirán que Urban OS funcione. Se trata de PlaceApps, la versión urbana de las aplicaciones para teléfonos celulares inteligentes.

Programadores independientes también serán capaces de elaborar sus propias aplicaciones para suministrar servicios en la ciudad.

Lewis indicó que las aplicaciones de los teléfonos celulares eventualmente se enlazarán con el Urban OS para controlar -a distancia- sistemas en los hogares, por ejemplo, la electricidad o los aparatos que permiten monitorear a los adultos de la tercera edad.

Podría ser útil ante un incendio en un edificio, indicó el experto.

Los sensores percibirán el incendio y el edificio usará su sistema "inteligente" para orientar a las personas hacia las escaleras de emergencia, quizás encendiendo luces por el camino que conduce a la salida o haciendo sonar las alarmas con mayor intensidad en la ruta que conduce a la salida.

"Eso tiene que ver con el edificio en sí mismo. Los dispositivos instalados 'hablarán' entre sí para determinar cuál es la mejor solución ante un dilema, ofrecerán instrucciones y se organizarán ellos mismos", señaló Lewis.

"Acciones mágicas"

Living PlanIT está trabajando con Cisco y Deutsche Telekom en diferentes partes del sistema operativo.

Markus Breitbach de Deutsche Telekom dijo que su empresa está ayudando a unir todas las partes que componen el Urban OS.

"Se trata de alrededor 50 mil millones de dispositivos conectados, lo que en términos prácticos significa que grandes cantidades de información deben ser recolectadas. Pero nadie en realidad está manejándolas y contextualizándolas. Urban OS puede hacerlo", señaló Breitbach.

"Si hay una alarma de incendio en el quinto piso, el ascensor irá al siguiente piso y la luz de la alarma de incendios se encenderá. Pero adicionalmente, los semáforos funcionarán de tal manera que le faciliten la llegada, al lugar, al cuerpo de bomberos", explicó el experto.

"Y eso es lo que Urban OS está ofreciendo, un tipo de solución para analizar información cuantiosa, contextualizarla y ejecutar acciones mágicas".

Urbe SO todavía no se ha implementado formalmente en ninguna ciudad y se encuentra en etapa de experimentación.

Living PlanIt está desarrollando un modelo de este nuevo paradigma urbano cerca de la ciudad de Paredes, en Portugal. "PlanIt Valley se convertirá en un ejemplo para mostrar en el mundo de cómo estas tecnologías se pueden usar a escala urbana", señala la empresa en su página web.

Debido a su trabajo para el desarrollo de ciudades inteligentes, Living PlanIT fue seleccionada como una de las pioneras tecnológicas del Foro Económico Mundial de 2012.

Fuente:

BBC Teconología

Contenido relacionado

13 de julio de 2011

El estrés de vivir en la ciudad

[Adaptado de un artículo original de Daniel P. Kennedy & Ralph Adolphs publicado en Nature ]

El paisaje de la sociedad humana está cambiando drásticamente. En 1950, sólo el 30% de la población mundial vivía en zonas urbanas, mientras que hoy, más del 50% de nosotros lo hacemos y para el año 2050 se espera que esta cifra haya subido a casi el 70%1. Y, así como el aislamiento social es bien sabido provoca que efectos perjudiciales2, también extremo opuesto los tiene: el hacinamiento puede provocar estrés y enfermedades en las especies que van desde los insectos o roedores3, hasta los primates, incluyendo humanos4. En particular, en los seres humanos, las enfermedades mentales están significativamente relacionadas con el medio ambiente urbano: vivir en una ciudad aumenta el riesgo de depresión y ansiedad, y la tasa de la esquizofrenia es mucho mayor en las personas nacidas y criadas en ciudades5. Lederbogen et al.6 han publicado un estudio de resonancia magnética funcional para investigar por primera vez las estructuras específicas del cerebro humano que se ven afectados por la vida urbana.

Los participantes en el estudio vivían o habían vivido en lugares que van desde zonas rurales hasta grandes ciudades (Fig. 1). Los autores midieron la actividad cerebral regional, mientras los participantes realizaban una prueba sometidos a estrés social -la resolución de problemas aritméticos difíciles bajo presión de tiempo y con la retroalimentación negativa del experimentador. Esta tarea no sólo aumentó la frecuencia cardiaca de los participantes, su presión arterial y los niveles salivales de cortisol, la hormona del estrés, sino que también dio lugar a una importante actividad en las estructuras cerebrales que están involucradas en las emociones y el estrés.


Figura 1. Las condiciones de vida fueron clasificadas como zonas rurales (a), ciudades con más de 10.000 habitantes (b) y ciudades con más de 100.000 habitantes (c). Los resultados obtenidos sugieren que la vida en la ciudad afecta a la respuesta del cerebro al estrés.

De las regiones del cerebro que se activaron, dos fueron de particular interés: la activación de la amígdala, que se correlacionó con el tamaño de la ciudad en la que una persona actualmente reside; y la activación de la corteza cingulada anterior perigenual (PACC), que se correlacionó con el tiempo que los participantes habían vivido en una gran ciudad durante su infancia. La educación urbana también afectaba a la fuerza de la correlación funcional entre la amígdala y la PACC: los que habían pasado más tiempo durante su crecimiento en grandes ciudades mostraban una reducción de la conectividad funcional entre estas dos regiones.

Estas dos regiones y sus interacciones son importantes porque ya habían sido encontrados en otros estudios: un patrón similar de reducción del acoplamiento amígdala-PACC ha sido previamente asociado con el riesgo genético a sufrir trastornos psiquiátricos7, y la activación de la amígdala ha sido recientemente vinculada tanto al tamaño de las redes sociales8 como a la percepción de violación del espacio personal9. En conjunto, estos hallazgos y los del presente trabajo sugieren que el circuito corteza cingulada-amígdala es donde podrían converger la predisposición genética y ambiental a las enfermedades mentales.

En este estudio también se encontraron grandes variaciones en las preferencias individuales para vivir en la ciudad, y en la capacidad de las personas para hacer frente a este tipo de vida: algunos son felices en Nueva York, mientras que otros lo cambiarían inmediatamente por vivir en una isla desierta. Los psicólogos han encontrado que un factor que explica bastante esta variabilidad es el grado de control percibido que la gente tiene sobre su vida diaria10. La amenaza social, la falta de control y la subordinación, son todos posibles candidatos para provocar los efectos estresantes de la vida en la ciudad, y probablemente expliquen gran parte de las diferencias individuales observadas.

Pero a pesar de que los aspectos negativos de la vida en la ciudad se han destacado mucho, la vida en la ciudad no es siempre mala. En muchos países, por ejemplo, los estudios sobre la compleja relación entre la urbanidad y el suicidio muestran tasas más altas de suicidio en las zonas rurales que en ciudades11. Aunque hay varias posibles explicaciones para este caso, lo más probable es que esté relacionado con que en las ciudades existe un entorno social más rico, más estimulante y más interactivo, una red más amplia de apoyo social y un acceso más fácil a la atención médica.

Hacen falta nuevos estudios que complementen el trabajo de Lederbogen y su equipo y que podrían dirigirse a investigar los efectos positivos de la vida de la ciudad con más detalle y comenzar a hacer recomendaciones para la planificación urbana –espacios verdes, zonas peatonales, regulación del tráfico,…- y la arquitectura –pisos más amplios, mejor situados… Dada la creciente población mundial (estimada en 7000 millones para el próximo otoño), el hecho de que viviremos principalmente en las ciudades parece ineludible, por lo que es de vital importancia el comprender los efectos que estas condiciones de vida tienen en la salud mental humana y como se pueden mejorar.

Fuente:

La Bitácora del Beagle

google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0