El cuerpo calcinado de Komarov en un ataúd abierto.

El 24 de abril de 1967, se vivió una de las historias más trágicas y ocultas de la carrera espacial, para el lanzamiento de la cápsula rusa Soyuz 1. Al ser designado como su único tripulante, el astronauta Vladimir Komarov sabía que no volvería a la Tierra. Mucha más gente también estaba en conocimiento de que era altamente probable de que así fuera, incluido su amigo Yuri Gagarin -el primer cosmonauta en ir al espacio exterior- e incluso gente en la KGB y el gobierno. Era una misión suicida.

Sucede que el presidente ruso Leonid Brezhnev estaba empecinado en celebrar los 50 años de la Revolución Rusa con este proyecto aeroespacial, donde la cápsula sería lanzada para luego conectarse con otra nave en el espacio y así Komarov volver en la nueva nave con sus dos colegas. Pero tanto éste como su amigo Gagarin sabían que el Soyuz 1 no aguantaría el viaje, convirtiéndose en la primera tragedia de los vuelos espaciales.

Gagarin y un grupo de capacitados técnicos inspeccionaron la nave y el informe fue concluyente: 203 problemas estructurales graves que hacían muy peligroso llevarla al espacio. Entonces el astronauta redactó un memo de 10 páginas, sugiriendo que la misión fuera postergada y se lo entregó a su amigo en la KGB Venyamin Russayev, pero nadie se atrevió a hacerlo llegar a manos de Brezhnev y todos los agentes que estuvieron en conocimiento del documento fueron degradados o mandados a Siberia.

Con la información del informe, Komarov estaba seguro de que moriría, pero ¿por qué no decidió marginarse de la misión suicida? Porque el segundo cosmonauta en la lista era el propio Gagarin, y él no iba a permitir la muerte de su amigo.

Como era de esperar, la nave comenzó a fallar apenas llegó al espacio; sus antenas no abrieron correctamente, se quedó sin potencia y se tornó innavegable. Ante ello, el lanzamiento del día siguiente de la nave de trasbordo fue cancelado y con ello, las últimas chances de que Komarov pudiera sobrevivir. Pronto la nave comenzó a caer de vuelta a la tierra y fallaron sus paracaídas, por lo que cruzó la atmósfera en llamas, estrellándose en suelo soviético.

NPR publica la historia completa con un audio de los últimos segundos de comunicación entre la base y el Soyuz 1, con Komarov notificando que el calor comenzaba a hacerse insostenible en la cápsula. Se despidió de su esposa en medio de llantos y le dedicó gritos de rabia a quienes lo mandaron a morir al espacio.

Dura historia. Y todo esto porque el próximo mes se lanza “Starman”, un libro conmemorativo -de Jamie Doran y Piers Bizony- con un completo detalle de la verdad detrás de la fallida misión rusa. Historia terrible y lección de amistad, de la cual recién ahora comienzan a conocerse todas sus realidades.

Fuente:

Fayer Wayer