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3 de diciembre de 2018

¿Por qué están desapareciendo las tortugas?

El 60% de las 356 especies de tortuga cuyo linaje se remonta a más de 200 millones de años están amenazadas o se han extinguido.


Cuando uno piensa en los indicadores del Antropoceno —las cosas que los arqueólogos del futuro lejano identificarán como marcadores de como los procesos básicos de la Tierra adquirieron un matiz característicamente humano— lo que suele venir a la cabeza son las innovaciones. Cuestiones que, para bien o para mal, se han añadido a la biogeoquímica del planeta: cemento, plástico, residuos radioactivos, ciudades, minas, niveles de gases invernadero extremadamente elevados y cosas por el estilo.

Pero el Antropoceno también puede quedar marcado por lo que ha desaparecido. Por ejemplo, las tortugas.

“Las tortugas luchan por subsistir en el mundo moderno y en general ese hecho no se reconoce o incluso se pasa por alto”, escribe un grupo de biólogos dirigidos por Jeffrey Lovich, del Servicio Geológico de EE UU, en la revista BioScience.

De las 356 especies de tortuga cuyo linaje se remonta a más de 200 millones de años, escriben Lovich y sus compañeros, “aproximadamente el 61% de ellas están amenazadas o se han extinguido en tiempos modernos”. Son “supuestamente el más amenazado de los grandes grupos de vertebrados”, y su futuro es aún más precario que “los muy asediados y promocionados anfibios”.

Los investigadores lamentan que ni los conservacionistas ni la opinión pública en general reconozcan la difícil situación de las tortugas, pero su artículo —titulado ¿A dónde han ido todas las tortugas y por qué importa?— no es simplemente un llamamiento para evitar que desaparezca un legado biológico insustituible. El equipo de Lovich más bien enmarca el declive de las tortugas dentro de las funciones ecológicas perdidas.

“Los descensos y las extinciones de poblaciones de tortugas a escala global significan que sus funciones ecológicas se ven ahora enormemente reducidas en comparación con los tiempos en que las tortugas eran más abundantes”, sostienen los autores. “Las consecuencias de la disminución de sus funciones no se valoran debidamente ni se entienden suficientemente”.

El artículo completo en: El País (España)

 

7 de agosto de 2014

Los dinosaurios tenían sangre caliente

Los dinosaurios estarían entonces cerca de especies como los atunes y algunos tipos de tiburones y tortugas.

Los dinosaurios, ni reptiles ni mamíferos (Foto: Shutterstock)
AFP. Los dinosaurios no tenían la sangre fría como los reptiles de hoy en día ni la sangre caliente como los mamíferos y los pájaros modernos, concluye una investigación publicada el viernes en la revista Science.

Estos animales tenían una temperatura intermedia, según resulta de los análisis de los anillos de crecimiento anuales de los huesos fosilizados de varios especímenes, así como la evolución de su tamaño desde el nacimiento hasta la edad adulta.

Los investigadores de la Universidad de Nuevo México, dirigidos por el biólogo John Grady, compararon resultados en una base de datos sobre 400 animales muertos y vivos.

De este modo llegaron a la conclusión de que los dinosaurios, desaparecidos hace 65 millones de años, están en una categoría intermedia de temperatura corporal, entre los reptiles, que sólo generan su temperatura por medio de intercambios con su medio y las especies que como mamíferos y pájaros tienen mecanismos internos.

Los dinosaurios estarían entonces cerca de especies como los atunes y algunos tipos de tiburones y tortugas.

Desde los primeros descubrimientos de fósiles de dinosaurio en el siglo XIX, los científicos debaten si se trataba de animales de sangre fría o caliente.

En este estudio, los investigadores consideran que al tener un metabolismo intermedio, los dinosaurios pudieron convertirse en animales grandes e imponerse en el ecosistema, ya que no necesitaban comer tanto como los mamíferos para mantener su temperatura.

Toamdo de:

Publímetro

4 de marzo de 2013

Tortuga laúd del Pacífico podría extinguirse en 20 años

Tortuga laúd rodeada de niños antes de ser liberada al mar

La tortuga laúd puede alcanzar dos metros de longitud.

Científicos en Estados Unidos constataron un declive del 78% en el número de nidos de tortuga laúd (Dermochelys coriacea) del Pacífico y aseguran que podría extinguirse en los próximos 20 años.

La tortuga laúd, la mayor tortuga marina, puede alcanzar cerca de dos metros de longitud y pesar más de seiscientos kilos. Ha poblado el planeta durante 100 millones de años.

La especie se distribuye por casi todos los océanos del mundo. Su rango de dispersión es muy amplio por su capacidad de regular su temperatura corporal y tolerar aguas muy frías. Realiza grandes migraciones transoceánicas y la tortuga laúd del Pacífico es conocida por su ardua travesía de 10.000 kms desde la costa oeste de Estados Unidos hasta sus sitios de reproducción en Indonesia.

Thane Wibbles, de la Universidad de Alabama en Birmingham, uno de los autores del estudio, advirtió que la caída en el número de nidos puede llegar a un punto en que la especie no pueda recuperarse.

"La tortuga laúd es uno de los animales más enigmáticos del mundo natural, y estamos siendo testigos de su camino a la extinción", lamentó Wibbles.
Fuente:
BBC Ciencia 

5 de febrero de 2013

Sorpréndase: La vida sexual de las tortugas carey


Tortuga

Las tortugas carey, una especie de tortugas marinas en peligro de extinción, prefieren la monogamia.

Así lo afirma un estudio enfocado en el comportamiento sexual de estos animales, llevado a cabo en las islas Seychelles y publicado en la revista Molecular Ecology.
Poco se conocía anteriormente acerca de la manera en que se reproducen estas tortugas, que viven bajo el agua en las lejanías del mar.

Pero los científicos se sorprendieron al descubrir que estos animales mantienen un vínculo sexual exclusivo durante el período de reproducción y crianza.

El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de East Anglia, en Reino Unido, reveló que las tortugas hembra almacenan el esperma de un solo macho y lo usan para fertilizar varias nidadas de huevos.

"El almacenamiento de esperma" se puede observar en ciertas especies de animales, incluyendo reptiles, aves y tortugas marinas.

Las hembras tienen la capacidad de almacenar esperma viable de varios machos durante largos períodos de tiempo, por lo que técnicamente sus nidadas de huevos pueden provenir de más de un padre.

Monógamos por elección

Tortuga

Según el estudio, ningún macho fertilizó a más de una hembra durante la temporada de reproducción.

Para analizar el tema en profundidad, los investigadores llevaron a cabo pruebas de ADN en crías de tortugas carey, con el fin de identificar la cantidad de machos involucrados en el proceso de fertilización durante el período de reproducción.

Las pruebas revelaron que la mayoría de los nidos de huevos fueron engendrados por un solo macho, y que ningún macho fertilizó a más de una hembra durante los 75 días que duró la temporada en cuestión.

"Nos sorprendió que se comporten de esa manera porque la monogamia genética es poco común en los animales, suele verse en casos excepcionales", explicó el doctor David Richardson, miembro del equipo de investigación.

Según los estudios, la tendencia mantener a una única pareja no se debe a una falta de oportunidades.
"Es improbable que haya pocos machos dando vueltas en alta mar", dijo el doctor Richardson.

"Creemos que se están apareando en las lejanías del océano, en donde también se alimentan, a lo largo del Índico occidental", añadió.

Variabilidad genética

Tortugas

Las muestras de ADN ayudaron a comprender comportamientos que no son perceptibles a simple vista.

El número de machos tortugas carey que contribuye a la formación de la siguiente generación es importante para la supervivencia de la especie, ya que se traduce en una mayor variabilidad genética.

"La variabilidad genética ayuda a que las tortugas sean más resistentes ante nuevas amenazas o adversidades que se presenten", señaló Richardson.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés) catalogó a las tortugas carey como especie en peligro de extinción, tras años de ser cazadas de forma masiva.
Sus caparazones están muy cotizados dentro del comercio ilegal. Se utilizan principalmente para fines decorativos.

Presentes en aguas tropicales alrededor del mundo, las tortugas hembra se reúnen en sitios de anidación –generalmente en las costas, como por ejemplo en la isla Cousine- cada varios años para poner alrededor de cinco nidadas de huevos a lo largo de la temporada.

Generalmente los cruces ocurren en el mar, por lo que las muestras de ADN ayudaron a comprender comportamientos que no son perceptibles a simple vista.

Richardson le dijo a la BBC que este estudio, junto con informes independientes que evidencian un aumento en el número de tortugas carey, indican que "en términos de conservación, la situación parece ser menos grave de lo que se pensaba".

Aún así, el equipo espera que la investigación ayude a los conservacionistas a entender mejor el comportamiento de estos animales, para así poder tomar medidas que contribuyan a su preservación.

Fuente:

BBC Ciencia

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30 de octubre de 2012

Espectacular: Hallazgo de 1 800 tortugas jurásicas

Sitio en el noreste de China, en la provincia de Xinjiang, donde fueron hallados los fósiles

La región árida donde fueron hallados los fósiles tenía vegetación frondosa, lagos y ríos hace 160 millones de años. Fotos: Museo de Historia Natural de Berlín

Uno de los hallazgos más espectaculares de fósiles de tortugas del período Jurásico tuvo lugar en el noroeste de China.

Fósiles de tortugas hallados en Xinjiang, en el noroeste de China

Cerca de 1.800 tortugas se habían juntado en espera de lluvias, que llegaron demasiado tarde.
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"Huesos apilados, unos encima de otros. No podíamos creer lo que estábamos viendo", dijo el paleontólogo Oliver Wings.

En total, cerca de 1.800 fósiles de tortugas fueron encontrados en el sitio, en la provincia de Xinjiang, en el noroeste de China.

Wings, investigador del Museo de Historia Natural de Berlín, Museum für Naturkunde, había estado trabajando en el lugar durante varios años junto al experto en tortugas fósiles, Walter Joyce, de la Universidad de Tubinga, y colegas chinos.

Los científicos creen que las tortugas se habían reunido hace unos 160 millones de años en espera de lluvias durante un período de sequías severas, pero las precipitaciones llegaron demasiado tarde.

Congregadas

Aunque hoy es una de las zonas más secas del mundo, hace 160 millones de años Xinjiang era una región con vegetación frondosa, lagos y ríos.

Oliver Wings cortando rocas

Oliver Wings venía buscando fósiles en el lugar desde 2007 junto a otros investigadores.

Los científicos han demostrado, sin embargo, que incluso entonces, las condiciones no siempre fueron ideales y hubo épocas de sequía.

Fue durante uno de esos períodos que una gran cantidad de tortugas se habría congregado en uno de los pocos pozos de agua existentes, en espera del regreso de las lluvias.

Hoy en día, por ejemplo, las tortugas en Australia tienen un comportamiento similar.

Para las tortugas de Xinjiang, desafortunadamente, las precipitaciones llegaron demasiado tarde. Los científicos creen que muchas de ellas ya estaban muertas cuando las lluvias regresaron con gran intensidad.

Un río de lodo habría arrastrado las tortugas desde su refugio junto a grandes cantidades de sedimento, depositándolas en un único lugar, según los paleontólogos.

Comparaciones

"Este sitio ha permitido probablemente más que duplicar el número de fósiles de tortugas del Jurásico", dijo Joyce.

"Algunas de las caparazones estaban apiladas unas sobre otras en la roca".

Wings, Joyce y sus colegas han completado numerosas expediciones a la misma región árida desde 2007. 

Los investigadores han hallado fósiles de tiburones, cocodrilos y varios esqueletos de dinosaurios, entre otros restos.

El numero elevado de fósiles permitirá a los científicos realizar un análisis estadístico de tortugas asiáticas durante el período Jurásico.

Su muerte simultánea y preservación permitirá hacer comparaciones en materia de crecimiento y diferencias morfológicas entre especies.

Los resultados del hallazgo acaban de ser publicados en la revista Naturwissenschaften

Fuente:

BBC Ciencia

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12 de octubre de 2012

Encuentran una tortuga que orina por la boca

Especial: Animales

tortuga-orina-boca
GaleríaFotogalería: Animales muy extraños
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La tortuga china de caparazón blando Pelodiscus sinensis excreta urea por la boca en lugar de hacerlo a través del riñón, según han demostrado científicos de la Universidad Nacional de Singapur. La investigación se planteó tras observar que, cuando está en tierra, cada cierto tiempo este galápago sumerge su cabeza en el agua durante un largo período de tiempo, que puede extenderse hasta 100 minutos. El estudio demuestra que lo hace para excreta urea por la boca. Es más, midiendo los niveles de urea en saliva, los investigadores comprobaron que eran 250 más altos que en sangre. Los detalles se publican en la revista The Journal of Experimental Biology.

Los animales producen un tipo especial de transportadores de proteínas en sus bocas para excretar la orina.

Según Yuen K. Ip, este comportamiento se debe a su adaptación a un entorno de aguas salobres. Los animales que excretan urea a través del riñón necesitan beber mucho, lo cual plantea un problema cuando el único agua disponible es salada, especialmente para los reptiles, que no pueden excretar las sales. La excreción de urea por la cavidad bucofaríngea (boca y garganta) es una opción que no depende del contenido de sal en el agua.
Y además…

Fuente:

27 de junio de 2012

La soledad del mejor amigo de la tortuga "Solitario Jorge"

Don Fausto Llerena junto al Solitario Jorge Foto: gentileza Dirección del Parque Nacional Galápagos

Don Fausto Llerena fue el principal cuidador del Solitario Jorge durante tres décadas. Fotos: gentileza Dirección del Parque Nacional Galápagos

Con la muerte del Solitario Jorge, el mundo perdió al último sobreviviente de una subespecie y Ecuador al gran símbolo de las islas Galápagos. Pero don Fausto Llerena perdió a su mejor amigo.

Solitario Jorge Foto: gentileza Dirección del Parque Nacional Galápagos

El Solitario Jorge había sido hallado en el 72 en la Isla Pinta.

Durante tres décadas, Llerena fue el cuidador principal de la tortuga gigante de más de 100 años, último sobreviviente de la subespecie Chelonoidis Abingdoni. Y su devoción al solitario Jorge y a la conservación fue reconocida incluso en el nombre del centro donde habitaba el quelonio, el Centro de Crianza de Tortugas Gigantes Fausto Llerena, en la isla Santa Cruz.

El pasado domingo, cuando el guardaparque de 72 años fue a visitar a su amigo, como solía hacer incluso en sus días libres, notó que no fue a recibirlo como siempre y lo halló muerto en un sitio en su corral.

"Yo estuve cuidándolo desde el año 1983, siempre venía a dar el encuentro", dijo Llerena a BBC Mundo.

El solitario Jorge tenía una "personalidad compleja", y sólo "aceptaba hasta tres personas en su corral a un mismo tiempo, si no, se retiraba. Si estaba yo solo era cuando se quedaba más tiempo".

"Yo sentía mucho afecto por él, incluso lo iba a visitar los fines de semana. Venía a mi encuentro, se paraba enfrente y estiraba el cuello y abría la boca. Y ahí se quedaba parado con la boca abierta un buen momento, con la mirada fija, sin parpadear, como si quisiera decirme algo".

"Yo lo acariciaba en la cabeza, le daba unas palmaditas y él estiraba más el cuello, y cuando yo salía del corral él se iba al lugar donde descansaba".

Para Llerena, cuando subía la cabeza y estiraba el cuello, el solitario Jorge "quería comunicar un saludo, darme la bienvenida, como si me preguntara, ¿cómo estás?".

"¿Qué te pasa?"

El cuidado de la tortuga incluía la limpieza del corral y la laguna donde se bañaba, así como proveer su dieta de vegetales como porotillo y otoy.

Solitario Jorge Foto: gentileza Dirección del Parque Nacional Galápagos

"Comunicaba mucho con la mirada". El Solitario Jorge tenía más de 100 años y murió sin dejar descendencia.

Llerena cuidó al solitario Jorge las dos veces en que la tortuga gigante sufrió quebrantos de salud. "Una vez estaba más lento, no se movía, y yo le decía, ¿qué te pasa? Y él sólo alzaba la cabeza y miraba". En una primera ocasión un episodio de indigestión fue curado con papaya. "Le dimos primero un cuarto de papaya, luego una mitad y finalmente una entera hasta cuando estaba bien y se suspendió la papaya".

"Otra vez se le cayo una uña. No se movía, fui a verlo y tenía inflamado el brazo. Los veterinarios le pusieron unas inyecciones y ya se compuso".

La fascinación de Llerena con las tortugas comenzó a los 12 años, cuando el guardaparque, que había nacido en la provincia de Tungurahua, en el centro del país, llegó por primera vez con su familia a Galápagos.

"Mi ambicion era tener una tortuga en mi casa, en aquellos tiempos no había todavía un parque nacional. Yo traje una tortuga y la tuve en mi casa 20 años, hasta que se escapó del corral".

Llerena conoció al solitario Jorge desde que fue rescatado en 1972 en la isla Pinta, durante una misión para remover cabras, una especie introducida por el hombre que devastó el hábitat de las tortugas.

Se cree que en el pasado existieron cerca de 300.000 tortugas gigantes en las Galápagos, pero fueron diezmadas por piratas que las cazaban por su carne y que introdujeron especies depredadoras.

Desde que fue hallado en la Pinta, Jorge integraba el programa de crianza en cautiverio del Parque Nacional Galápagos, pero no logró dejar descendencia.

"Yo siempre tuve en mi pensamiento que alguna vez se iba a morir pero no se sabía cuando, siempre estaba pensando en eso. Tenía la esperanza de que dejaría un descendiente de él pero no fue así", dijo Llerena a BBC Mundo.

Los científicos batallaron para evitar la extinción de la subespecie a la que pertenecía la tortuga gigantes y se intentó cruzarlo con hembras de características genéticas similares, como las de la especie del volcán Wolf en la isla Isabela.

Pero la tortuga se tomó su tiempo. Sólo después de 15 años de contacto con las hembras Jorge se apareó con una de ellas, pero los huevos no fueron fértiles.

El legado de Jorge

El solitario Jorge murió sin dejar descendencia, pero no sin dejar un gran legado para la lucha por la conservación de especies.

"Hay que ser fuerte y continuar con el mismo ánimo nuestro trabajo porque aquí hay muchas tortugas, tenemos 70 adultas y más de mil pequeños, entonces no tenemos que decaernos. Tenemos que coger más fuerza porque tenemos más especies que recuperar. No están perdidas todavía pero si nos descuidamos puede suceder algo grave con esas especies, todavía están en peligro".

Llerena cree que la muerte del solitario Jorge es una perdida no sólo para Ecuador sino para todo el mundo y tiene un mensaje especialmente para la juventud. "Tenemos que tener más conciencia sobre las especies naturales, especialmente aquí en Galápagos".

El guardaparque no oculta su sensación de soledad. "Yo le tenia mucho cariño, la primera visita al centro siempre era a él, y ahora ya no hay quien reciba".

"Siento como que se ha ido el mejor amigo, hay un vacío y me da mucha pena, especialmente cuando veo las fotos. En mi corazón es como que no estoy convencido que se ha muerto".

"Pero hay que resignarse y seguir adelante y tener al solitario Jorge siempre en el corazón y en el pensamiento toda una vida".

Don Fausto Llerena junto al Solitario Jorge Foto: gentileza Dirección del Parque Nacional Galápagos

"Hay que resignarse y seguir adelante y tener al Solitario Jorge siempre en el corazón y en el pensamiento toda una vida".

Fuente:


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26 de junio de 2012

La anécdota de Bertrand Russell y las tortugas

Este post va in memoriam de"Solitario  George", la última tortuga de su especie que acaba de fallecer recientemente...

La historia de la ciencia, y la de los científicos, está repleta de anécdotas, a cual más curiosa. La de Bertrand Russell y las tortugas es una de ellas.

Bertrand Russell en 1916
La cuenta muy bien Vicente Muñoz (que ya colaboró por aquí con Planito y la forma del Universo) en su libro Formas que se deforman, sobre topología, que, por otra parte, está resultando muy interesante:
Cuenta una historia que en cierta ocasión el filósofo y matemático Bertrand Russell (Reino Unido, 1872-1970) estaba dando una conferencia sobre astronomía en al que describió cómo la Tierra giraba alrededor del Sol, que a su vez gira en torno a las estrellas de nuestra galaxia. Al final de la charla, una anciana se levantó al fondo de la sala y dijo: “Todo lo que nos ha contado usted son disparates. En realidad, el mundo es una placa plana que se sostiene sobre el caparazón de una tortuga gigante”. A Russell estos comentario no lo amilanaban. Sonrío con suficiencia y dijo: “¿Y sobre qué se sostiene la tortuga?”. “Se cree usted muy agudo, joven”, replicó la anciana. “Pero hay infinitas tortugas”.
Me hubiese encantado ver la cara del señor Russell después de este último comentario de la anciana, de la que, hasta donde yo sé, no se tiene información.


Fuente:

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