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5 de enero de 2015

¿Qué es el “Efecto 2038″?


El "Efecto 2038" es un bug que, en cierta medida, se parece al "Efecto 2000" del que tanto se habló en 1999. Este bug, relativo a la codificación del tiempo en los sistemas de 32 bits, nos emplaza a un posible fallo de sistemas en enero del año 2034.

Aunque era algo que se conocía, en el año 1999 mucha gente entró en "modo pánico" cuando los informativos y periódicos no paraban de hablar del Efecto 2000. También conocido como Y2K, bajo este término se escondía un bug que podía afectar a sistemas muy antiguos que codificaban el año en dos dígitos; por tanto, la llegada del año 2000 y su "00" podría interpretarse como el año 1900 y se podría desatar el caos absoluto.

Llegó el 1 de enero del 2000 y, finalmente, no pasó nada grave. Los aviones no cayeron del cielo ni se produjo un apagón masivo en el suministro eléctrico, las empresas invirtieron en solventar el problema y todos los temores se quedaron en una especie de leyenda urbana que muchos recordamos como algo del pasado que, realmente, quedó amplificado por los medios de comunicación y algunas campañas gubernamentales algo exageradas.

Quizás sea demasiado pronto para pensar en ello y, por este motivo, no se conozca mucho pero el "Efecto 2000" no es el único bug relativo a las fechas que existe y, de hecho, dentro de 24 años nos enfrentaremos a algo parecido en lo que se conoce como el Efecto 2038.

El Efecto 2038

Dudo mucho que en el año 2038 nos enfrentemos a un apocalipsis como el que algunos anunciaban con la llegada del año 2000 aunque, en cierta medida, estamos hablando de un problema parecido.

En la norma IEEE 1003, también conocido como POSIX, se definen una serie de estándares que normalizan una serie de interfaces para sistemas operativos y, de esta forma, poder crear aplicaciones multiplataforma. Entre los estándares que define POSIX encontramos la medida de tiempos de los sistemas de 32 bits; es decir, el reloj que usan estos sistemas.

El reloj que tienen muchos computadores no es más que un contador de segundos que se va incrementando con cada segundo que pasa. La gracia de este sistema es que se toma una fecha como referencia y, cuando se quiere saber la hora, se mira el contador de segundos y se hace la traslación a formato de fecha tradicional (día, mes, año, hora, minutos y segundos). Concretemente, la fecha de referencia es el 1 de enero de 1970 y, por tanto, el tiempo se mide como el número de segundos que han pasado desde dicha referencia.

En un sistema de 32 bits, la variable del tiempo se codifica como un entero con signo y, por tanto, se deja un bit para almacenar el signo y los 31 bits restantes para codificar los segundos. Si hacemos el cálculo de 2 elevado a 31 obtenemos como resultado 2.147.483.648 segundos que es un equivalente a unos 68 años.

Efecto 2038

Dicho de otra forma, cuando lleguen las 03:14:07 UTC del 19 de enero de 2038, el contador de segundos llegará al máximo número que puede almacenar en positivo y, si se sigue incrementando, se saldrá del rango de los números positivos y, por desbordamiento, entrará en el intervalo de los números negativos. Tras llegar al número 2.147.483.647, el contador se trasladará, en el intervalo de un segundo, al -2.147.483.648 y la fecha del sistema pasará al 13 de diciembre de 1901.

Este gran salto al pasado, evidentemente, no es algo simple y es un bug que se mira con cierta atención porque, al igual que ocurría en 1999, nadie sabe a ciencia cierta los efectos que podría tener en los sistemas desplegados.

¿Son los 64 bits una solución al problema? Obviamente, migrar hacia sistemas de 64 bits elimina el problema pero existen muchos sistemas antiguos (por ejemplo basados en COBOL) que sí requerirán soluciones (o migraciones).

Si alguien tiene curiosidad con este tema, quizás le interese probar la herramienta de conversión que ofrecen en Epoch Converter.

Tomado de:

HiperTextual

16 de octubre de 2014

¿Un reloj inteligente de Apple? Seiko YA LO HIZO ANTES!!!

Si nos tomamos un poco con humor todo lo relativo al nuevo Apple Watch, lo cierto es que no es una idea novedosa. Otros lo han intentado antes con mayor o menor acierto, y el ejemplo más claro es este fantástico reloj multifuncional que lazó Seiko allá por los 80. Este reloj se transformaba en todo un SmartWatch gracias a su ¿cómodo? teclado, y otros módulos que se podían acoplar a el, como una impresora térmica o un soporte abatible para colocar el dispositivo como si fuese un portátil.

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Sus 26 k de memoria ROM permitían cosas tan curiosas como jugar a un pequeño juego de carreras de caballos integrado o -¡sorpresa!- programar en BASIC directamente activando ese modo desde el propio reloj. Todo un lujo de la técnica para la época. Y aunque estéticamente no sea especialmente bonito, lo cierto es que posee un encanto que a nosotros particularmente nos apasiona. Y es que, cuando en aquellos años lo más que la mayoría de nosotros podía tener es uno de aquellos relojes con calculadora ¿quién no soñaría con algo así?

|Vía TechBeach

Cortesía de:

Think Future

28 de junio de 2014

BBC: 10 grandes errores de cálculo de la ciencia y la ingeniería

Regla métrica

¿Conoces la diferencia entre el sistema métrico decimal y el sistema de unidades anglosajón?

El descubrimiento de la compañía ferroviaria estatal francesa SNCF de que sus trenes nuevos eran demasiado anchos para la mayoría de las estaciones es embarazoso.

Pero no es la primera vez que un pequeño error de cálculo ha tenido serias repercusiones.

Trenes franceses

Francia compró trenes que no caben en la mayoría de sus estaciones.
En este caso se gastaron US$20.500 millones en la compra de 2.000 trenes que no entran en muchas de las estaciones francesas.

Según SNCF, el fiasco de los trenes franceses ha sido culpa del operador nacional de las vías RFF.

El ministro de Transporte, Frederic Cuvillier, culpó a lo que calificó de un sistema ferroviario absurdo en el que el operador de las vías es distinto de la compañía de trenes.

Pero a veces no hay nadie más con quien compartir la responsabilidad.

He aquí otros 9 ejemplos en los que un pequeño error ha resultado ser muy caro, o incluso fatal.

El Orbitador del Clima de Marte

Orbitador de Marte

Se cree que el orbitador se destruyó al contacto con la atmósfera de Marte.

Diseñado para orbitar Marte como el primer satélite meteorológico interplanetario, el Orbitador de Marte se perdió en 1999 porque el equipo de la NASA utilizó el sistema imperial o anglosajón de unidades (que utiliza medidas como las pulgadas, millas o galones) mientras que uno de los contratistas utilizó el sistema métrico decimal (que se basa en medidas como el metro, el kilo o el litro).

La sonda de U$125 millones se acercó demasiado a Marte cuando intentaba maniobrar hacia su órbita, y se cree que se destruyó al entrar en contacto con la atmósfera del planeta.

Una investigación dijo que la causa original de la pérdida fue "el error de conversión de las unidades inglesas a unidades métricas" en una pieza del programa informático que operaba la nave desde la Tierra.

La nave Vasa

Nave Vesa

La nave Vesa fue recuperada del mar en 1961.

En 1628, una multitud presenció con horror en Suecia el hundimiento de Vesa, un nuevo buque de guerra, a menos de dos kilómetros de la costa y en su viaje inaugural. En el suceso murieron 30 tripulantes.

Armado con 64 cañones de bronce, había sido considerada como el barco de guerra más poderoso del mundo.

Los expertos que lo estudiaron desde que fue izado desde el mar en 1961 dicen que la nave es asimétrica: más gruesa a babor que a estribor.

Una razón para esto podría ser que los obreros que la construyeron utilizaron diferentes sistemas de medidas. Los arqueólogos han encontrado cuatro reglas usadas por los constructores: dos estaban calibradas en pies suecos, que tenían 12 pulgadas, mientras que otras dos medían pies de Ámsterdam, con 11 pulgadas.

El planeador de Gimli

Avión de Air Canada

Los aviones modernos de Air Canadá usan el sistema métrico decimal.

En 1983, un vuelo de la compañía Air Canada se quedó sin combustible cuando volaba sobre el pueblo de Gimli, en la provincia de Manitoba. Canadá había cambiado al sistema métrico decimal en 1970, y el avión había sido el primero de Air Canada en usar medidas métricas.

El calibrador de combustible a bordo del avión no estaba funcionando, por lo que la tripulación utilizó un tubo para medir cuánto combustible había cargado al repostar.

Pero las cosas se complicaron cuando convirtieron estas mediciones de volumen en medidas de peso: tenían el número correcto pero mal la unidad al confundir libras de combustible por kilogramos.

Como resultado, el avión llevaba alrededor de la mitad del combustible que creían.

Por suerte, el piloto fue capaz de aterrizar la aeronave en la carretera de Gimli.

El Telescopio Espacial Hubble

Imagen espacial del Hubble

Imagen del Hubble de la nebulosa Cabeza de Mono.

El Hubble es famoso por sus hermosas imágenes del espacio y se considera un gran éxito de la NASA. Sin embargo, despegó tras un comienzo difícil.

Las primeras imágenes que envió eran borrosas porque el espejo principal del telescopio era demasiado plano. No por mucho –sólo 2,2 micrones, o el equivalente de algo unas 50 veces más delgado de un cabello humano– pero lo suficiente como para poner en peligro el proyecto.
 
Una teoría es que una diminuta mancha de pintura en un dispositivo usado para probar el espejo provocó las mediciones distorsionadas.

Afortunadamente, los científicos lograron solucionar el problema en 1993, usando un instrumento llamado Reemplazo Axial Correctivo Óptico de Telescopio Espacial (Costar, por sus siglas en inglés).

Big Ben

Campana del Big Ben

La campana del Big Ben está quebrada desde el siglo XIX.

La campana del Big Ben en el Parlamento de Londres se rompió en una prueba en 1857 y fue fundida para ser moldeada de nuevo. Pero la nueva campana, cuya colocación llevó tres días en 1859, se rompió también rápidamente.

Se encendieron las disputas sobre quién era responsable: se inició incluso un caso de difamación.

Una teoría es que el enorme percutor, que pesaba 6,5 centenas (alrededor de 330 kilos), era demasiado pesado, al menos para la aleación particular de la que estaba hecha la campana (siete partes de estaño y 22 de cobre).

Los fundidores que moldearon las campanas siempre argumentaron que este material era demasiado frágil.

La segunda campana no fue reemplazada (aún está rota), sólo se giró su posición. El percutor, en cambio, fue reemplazado por uno más ligero

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

4 de septiembre de 2013

Galaxy Gear: el reloj inteligente de Samsung

Samsung no podía quedarse al margen del explosivo auge de los relojes inteligentes.

Ya lo decíamos antes del comienzo de IFA 2013: Estamos en medio del auge de los relojes inteligentes. Si bien no es un concepto nuevo, las nuevas tecnologías basadas en la miniaturización de los componentes y las optimizaciones energéticas de estos, han permitido darle viabilidad a los proyectos que alguna vez quedaron como meros borradores.

Samsung con sus tropas de ingenieros de élite, pusieron manos a la obra para poder lanzar al mercado un producto destinado al segmento emergente de la nueva generación de relojes.

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La sorpresa y la expectación se vio potenciada hace algunos días, luego de que Venture Beat lograra fotografiar una publicidad que mostraba el diseño del equipo.

La construcción basada en la elección minuciosa de los componentes, es algo que a primera vista llama la atención. Un gran aliado que permitió la elaboración de este reloj fue el conocimiento que Samsung tiene sobre los paneles con eficiencia energética como AMOLED, permitiendo que el equipo presente una pantalla táctil de 1.8 pulgadas sin que la autonomía de la batería se vea notablemente impactada. A eso hay que sumar el hecho de la integración de componentes como Bluetooth, el cual debió ser optimizado en cuanto al consumo energético.

A diferencia de los relojes inteligentes presentes en el mercado, este es un Reloj Inteligente Autónomo, pues no requiere una conexión a un teléfono móvil para poder funcionar en un 100% ya que posee una serie de aplicaciones integradas que le otorgan cierta independencia.

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Aterrizando — técnicamente — lo dicho anteriormente, el reloj contará con un procesador de 800 MHz una pantalla de 1,63 pulgadas (41,4mm) Super AMOLED (320x240), una cámara principal de 1,9 Megapixeles con sensor BSI y A/F. Es capaz de grabar video en H264 (MP4) a 720p y audio AAC. En cuanto a capacidad de almacenamiento es bastante limitado; 4GB y 512 de RAM.

La batería de 315mAh sin duda es algo que sorprende pese a las pequeñas dimensiones del dispositivo (36.8 x 56.6 x 11.1 mm, 73.8g).

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Integra de fabrica algunas interesantes aplicaciones que han sido adaptadas especialmente para el reloj, así como: eBay, Evernote, LINE, ChatON, Glympse (una app que permite compartir tu ubicación temporalmente), Path, y otras que guardan relación derechamente con el estado y monitoreo físico como RunKeeper y MyFitnessPal. Para dar sentido a la cámara también incluye una App llamada Vivino, que se encarga de mostrar información de maridaje del vino que estás tomando con tan sólo una foto.

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Los usuarios de Samsung con el tiempo han visto que sus gadgets por mucho que compartan características con el resto, son notoriamente diferentes al momento de ser usados debido al firme rumbo que ha tomado el desarrollo de las UI de Samsung. Es notorio el esfuerzo que Samsung ha realizado durante todos estos años para crear un sello distintivo.
 
La experiencia se ve potenciada cada vez que el Galaxy Gear se conecta a otro dispositivo Galaxy, éste de inmediato se transformará en una cajita de notificaciones que será capaz de mostrar mensajes sms entrantes, llamadas, emails, etc. Una característica llamativa es Smart Relay, ésta se basa en la posibilidad de que el teléfono se sincronice con el Gear al momento de leer un email; muy útil en el caso de que el correo electrónico sea extenso y quieras seguir leyendo el mensaje en tu teléfono.

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Por si no fuese poco, el teléfono tendrá un sistema de escucha activa el cual servirá para que S Voice en el Galaxy Gear sea usado en cualquier momento y sin presionar ningún botón.

En cuanto a seguridad el teléfono posee varios elementos importantes a considerar, uno de ellos es Auto Lock, una característica que bloqueará al Gear en caso de que se aleje más de 1,5 metros del smartphone. Además incorpora Find My Device, una tecnología que permitirá encontrar el Gear mediante vibraciones, alertas sonoras, entre otros.

Por ahora, el Galaxy Gear sólo funcionará con el Galaxy Note 3 y el nuevo Galaxy Note de 10.1 pulgadas, pero dentro de poco tiempo -- octubre, para ser exactos -- la surcoreana le otorgará retrocompatibilidad con algunos equipos más antiguos.

Tomado de:

FayerWayer

22 de febrero de 2013

Las funciones que esperamos ver en un reloj inteligente

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El reloj inteligente es otra de las promesas de las ciencia ficción que no se han cumplido. Acceder a toda clase de funciones desde la muñeca es algo que se ha visto en películas, pero nadie ha logrado concretarlo en la vida real. Porque a pesar de existir las tecnologías, lo más importante para que un formato de producto se masifique es que el mercado y los consumidores estén listos para aquello.

Y puede que ahora sea el momento, siendo quizás 2013 el año del smartwatch. La feria tecnológica móvil MWC 2013 podría ser el escenario perfecto para lanzar una que otra oferta, evento a realizarse entre el 25 y 28 de febrero en Barcelona, España. Pero muchos no saben qué esperar y seguramente cada empresa fabricante puede llegar a tener su propia noción sobre lo que debe o no hacer uno de estos relojes, existiendo una muy pobre oferta en la actualidad, lo que abre las puertas a que un grande en la industria dé el primer paso hacia la adopción definitiva de la tecnología en la vida cotidiana.

¿Cuál sería su objetivo?

Durante las últimas semanas, se ha escuchado fuerte el rumor de que Apple estaría trabajando en un reloj inteligente, destinando un equipo de hasta cien personas para aquello en Cupertino. Esto ha levantado toda clase de expectativas sobre el comienzo de una suerte de “moda” por esta clase de dispositivos, siendo quizás el momento adecuado para su masificación definitiva. Y si Apple marca el punto de partida en esta carrera, podríamos examinar cuál es su visión al respecto para predecir cómo serán los smartwatch del futuro.

Un ex-ejecutivo de Apple llamado Jean-Louis Gassée declaró hace poco tiempo que la motivación de la compañía para diseñar el Mac, iPad e incluso el iPhone, es entregar una “computadora muy personal”, siendo “todo lo demás un ingrediente adicional” que dista del objetivo principal, que al parecer es dar una experiencia informática óptima. ¿Qué tiene que ver un reloj inteligente acá? Sería la experiencia computacional más íntima jamás creada, porque el dispositivo se plantearía como el acompañante íntimo y personal del ser humano.

Integración óptima con el smartphone…


Pebble.

Pero aparte de lo que pueda hacer Apple, tenemos las ofertas actuales que están marcando pauta sobre lo que podría hacer o no uno de estos aparatos en el futuro. Quizás la más importante sea el Pebble, proyecto llevado a cabo por un pequeño grupo de jóvenes que ha reunido fondos a través de Kickstarter, lanzando ya su producto al mercado. Su función principal es servir como extensión para un teléfono móvil iPhone u otro con sistema operativo Android, ahorrando el acceso a éste en algunas ocasiones.

Lo más destacado es la posibilidad de ver quién te está llamando desde el reloj, así como también leer mensajes de texto directamente sin hacer ningún movimiento. Para avisar de esto, el Pebble tiene un motor vibrador que alerta sobre notificaciones entrantes, del mismo modo que un teléfono móvil y entregando soporte para Facebook, Twitter, el calendario y hasta la app del clima. Además, ofrece controles a distancia para el reproductor de música en el teléfono. Todo esto sirve para establecer una base de lo que podríamos esperar en un reloj inteligente más adelante.

… Pero también un poco de independencia.


Sony SmartWatch.

Lo mismo que el Pebble logran los Sony LiveView y SmartWatch, ofertas que utilizan Android como sistema operativo y además de sincronizarse con el smartphone, pueden instalar aplicaciones autónomas y entregar servicios sin necesidad de recurrir al teléfono móvil. En este caso, el reloj contaría con conectividad a Internet vía WiFi y algunos ya hablan de 3G o compartir redes con el teléfono. Sea cual sea el caso, la idea acá es poder acceder a aplicaciones como Twitter o Facebook desde la muñeca de manera autónoma.

Acá se define entonces una segunda categoría de smartwatches: los autónomos. Porque con un sistema operativo móvil completo y acceso a Internet, se podrían instalar aplicaciones en el mismo reloj, cortando la dependencia al smartphone en muchas ocasiones, siendo la sincronización con él una más de sus tantas funciones.

Acompañante para los deportes


Nike+ Fuelband.

Otro caso de éxito es el Nike+ Fuelband, dispositivo que intercambia la información recogidacon un teléfono móvil, esta vez enfocándose sólo en datos resultantes de jornadas deportivas, como cantidad de pasos, distancia recorrida, etc. Acá estamos frente a un producto de nicho que de todas formas podría enseñarle mucho al formato de relojes inteligentes, los que podrían heredar esta clase de funciones para tenerlas en sus entrañas. No como protagonista principal del producto, pero sí como una buena y bien recibida adición.

Lo que se puede hacer es incluir un GPS que permita leer el recorrido que estamos haciendo, sea durante el trote o bicicleta, calculando además la velocidad que alcanzamos. Un podómetro también ayudaría a contar los pasos que hacemos, mezclando todo esto con una interfaz de usuario en un smartphone que podría entregarnos datos variados, como la cantidad de calorías quemadas según nuestro peso, entre otras cosas.

Sobre los elementos de hardware


Chip ARM junto a un centavo.

La principal preocupación que viene a raíz de esta clase de dispositivos son los elementos de hardware o físicos que traerá consigo, existiendo muy poco tamaño para empaquetar bastante tecnología.

Por el lado de la pantalla, el Pebble posee un pequeño panel de 1,26 pulgadas hecho de tinta digital (ePaper), que reduce el consumo energético muy por debajo de soluciones como el LCD con retroiluminación LED o incluso el OLED. Algo así podría utilizar un dispositivo del futuro si desea optimizar la autonomía energética, en caso que ofrezca funciones básicas de sincronización con el smartphone. Pero si alguna empresa desea fabricar un reloj autónomo y que sea un dispositivo computacional por sí solo, se debe recurrir a una pantalla LCD con retroiluminación y a color, lo que acortará la vida de la batería y nos obligará a recargarla cada uno o dos días, a diferencia del Pebble que puede funcionar durante una semana o más sin enchufarse a la corriente.

Respecto a la conectividad, lo más evidente es la utilización de Bluetooth 4.0 (Low Energy) para conectar el reloj al teléfono, siendo esta tecnología casi la única solución disponible para sincronizar dos dispositivos son gastar demasiada energía, como lo haría el WiFi u otro protocolo. Aparte de aquello, un reloj de todas formas podría tener acceso a Internet de manera autónoma vía WiFi y/o 3G, dependiendo su objetivo.

Otro requisito casi esencial es la resistencia física del aparato, ya que al ser un accesorio de uso diario colocado cerca de las manos, como mínimo el reloj debiera ser capaz de soportar salpicaduras, polvo y algunos golpes suaves. En este sentido los fabricantes de smartphones ya han avanzado bastante para ofrecer móviles muy resistentes, gracias a la implementación de tecnologías como el vidrio Gorilla Glass 2 que protege el panel frontal, algo que podría heredar un futuro smartwatch.

Finalmente, por el lado más técnico es de esperarse una plataforma interna de chips basados en ARM, solución de bajo consumo energético que hoy en día usan los smartphones y han avanzado bastante durante el último par de años, ofreciendo excelente capacidad de cómputo a un bajo costo energético. Un chip ARM bien implementado podría perfectamente mover un sistema operativo móvil en un espacio reducido. A esto debemos acompañar los siempre presentes sensores, sea un podómetro para deportes, acelerómetro, sensor de luz y como ya se dijo, un motor vibrador para alertar notificaciones.

Lea el artículo completo en:

FayerWayer

14 de enero de 2013

Una roca es un reloj

Investigadores de la Universidad de California en Berkeley (EE UU) han creado un nuevo reloj atómico que puede medir el tiempo con la masa de un átomo, y viceversa. El desarrollo de este dispositivo, cuyo mecanismo se presenta esta semana en la revista Science, puede ayudar a definir mejor el concepto de kilogramo.


“Por así decirlo, una roca es un reloj”, señala Holger Müller, un profesor de la Universidad de California-Berkeley (EEUU) preocupado desde niño por saber lo que realmente es el tiempo. Ahora, junto a otros colegas de su universidad, acaba de fabricar un reloj que asocia el tiempo a la masa de una partícula.


Usar la masa para medir el tiempo y viceversa

Medir el tiempo usando la masa, y viceversa Crédito: Pei-Chen Kuan.


Los investigadores han materializado la hipótesis del físico francés Louis-Victor de Broglie, que ya en 1924 planteó que la materia, además de su característica corpuscular, también puede actuar como una onda.


Construir un reloj de materia parecía imposible, ya que la frecuencia –denominada de Compton– de esas ondas de materia se consideraba casi imposible de observar, o aunque se pudiera, las oscilaciones serían demasiado rápidas para medirlas.


“En un reloj de pared hay un péndulo y un mecanismo que puede contar sus oscilaciones, pero no había manera de hacer un reloj de ondas de materia, ya que su frecuencia de oscilación es 10 000 millones de veces más alta que, incluso, las oscilaciones de la luz visible”, comenta Müller.


Sin embargo, el equipo lo ha conseguido gracias a los dos aparatos con los que ha construido su reloj: un interferómetro –instrumento que usa la interferencia de las ondas para medir las longitudes de onda– y un ‘peine’ de frecuencias. Con ellos han podido jugar con las variables de la frecuencia de Compton (w=mc2/h, donde m es la masa, c la velocidad de la luz y h la constante de Planck) en un átomo de cesio.


Como, según la teoría de la relatividad, el tiempo se ralentiza para los objetos en movimiento, el átomo de cesio que se aleja y vuelve es más ‘joven’ que el que se queda parado. Es decir, la onda de materia del cesio viajero oscila menos veces. Así, midiendo las ínfimas diferencias de frecuencia –del orden de 3×1025– se puede calcular el tiempo.


“Nuestro reloj tiene una precisión de siete partes por cada mil millones”, explica Müller, quien reconoce que esto todavía es cien millones de veces menos de lo que ofrecen los mejores relojes atómicos actuales, que usan iones de aluminio.


Mejores relojes y patrones atómicos


“Pero las mejoras en nuestra técnica pueden impulsar la precisión de los relojes atómicos, incluidos los de cesio que hoy se emplean para definir el segundo”, añade el investigador.


Además de poder medir el tiempo con la masa, el estudio plantea lo contrario: deducir la masa conociendo el tiempo de las oscilaciones. Es otra de las ventajas de utilizar la ecuación de Compton.


De esta forma, el trabajo –que publica Science esta semana– también puede ayudar en el futuro a definir mejor el concepto de kilogramo, que se podría relacionar con una unidad de tiempo como el segundo.

En la actualidad la masa de referencia del kilogramo es un cilindro de platino e iridio que se custodia en una caja fuerte en Francia, con copias exactas repartidas por todo el mundo. La de Reino Unido se hecho popular recientemente porque se ha detectado que ha ‘engordado’ unos microgramos. Para evitar desviaciones como esta, la Conferencia General de Pesos y Medidas trata de sustituir este kilogramo estándar por otro basado en una medida física de mayor precisión.


En este sentido se plantea la propuesta del equipo para hacer un nuevo patrón de masa en función del tiempo, junto a otras alternativas como el uso de la denominada esfera de Avogadro, un cristal muy puro de silicio del que se conoce con precisión su número de átomos.


“Nuestro reloj y las mejores esferas de Avogadro actuales pueden facilitar la nueva definición de kilogramo”, dice Müller, que resume: “Conocer el tictac de nuestro reloj es equivalente a conocer la masa de la partícula, y una vez que sabes la masa de un átomo, puedes relacionarla con las masas de los demás”.


Referencia bibliográfica: S.-Y. Lan; P.-C. Kuan; B. Estey; D. English; J.M. Brown; M.A. Hohensee; H. Müller; H. Müller. “A Clock Directly Linking Time to a Particle’s Mass”. Science, 10 de enero de 2013.
Fecha Original: 10 de enero de 2013 Enlace Original

Tomado de:

Ciencia Kanija

11 de diciembre de 2012

21 de diciembre: 5 objetos imprescindibles para sobrevivir el fin del mundo

Conocer Ciencia no adopta posturas que aceptan el fin del mundo este 21 de diciembre. Es más desde este blog combatimos todo lo que signifique pseudociencia o creencias generalizadas (creencias que, por cierto, la prensa mundial ayuda a generar en sectores de la población).

Este blog toma la tan cacareada "profecía" de los mayas como una "cortina de humo" global, un distractor global. Ya en un post anterior explicamos el por qué el planeta sobrevivirá a este 21 de diciembre.

No obstante, al ser este un tema tan comentado, publicamos la lista, de FayerWayer, de objetos imprescindibles para sobrevivir a un "fin del mundo" (aunque, a nuestro parecer, en esta liosta hace falta un arma para protegernos y para cazar, pero...). Recalcamos que es un post que debería estar en la sección de humor... ¿o no?

Cada quien tiene una concepción diferente de lo que será el fin del mundo. Yo personalmente preferiría que fuera con una invasión zombi, pero hay quienes piensan que ocurrirá por la tercera guerra mundial, por un invierno nuclear, embates del clima extremo, por una invasión extraterrestre, en fin, cada quien es libre de imaginar lo que quiera. En casi cualquiera de estos casos, sin embargo, hay objetos tecnológicos que pueden volverse indispensables para la supervivencia.

Un cargador solar: Lo primero y más difícil es encontrar energía (además de la comida); eventualmente la red eléctrica fallará y no tendrás como recargar tu teléfono – o lo que sea. Un cargador solar te proporcionará la suficiente electricidad para, por lo menos, tener una laptop pequeña funcionando por algunos minutos y cargar tu móvil, esto es, asumiendo que haya a quien llamar.



Una lámpara / radio auto-cargable: Seguro han visto esas pequeñas lámparas con radio am/fm que venden en cualquier tienda y que usualmente nadie toma enserio; pues bueno, este objeto te será esencial para sobrevivir. Imagina que estás en el bosque o la ciudad pero no hay luz, necesitas ver por donde vas y no puedes hacer ruido para evitar que los zombis / aliens / sobrevivientes de la era nuclear se den cuenta de tu presencia. Adicionalmente, el radio te permite escuchar transmisiones de emergencia.



Una laptop de uso auténticamente rudo: Mi recomendación, una Panasonic Toughbook. Piénsalo bien por un momento; vas a tener que caminar mucho, seguro una vez por semana serás perseguido por algo/alguien, caerás sobre tus cosas, te las robarán, las recuperarás, las dejarás caer por lo menos dos veces al mes, etc. Necesitas una laptop que te pueda sobrevivir contigo y que no muera en el intento.



Reloj de pulsera: Necesitas un buen reloj, uno que tenga brújula, que sea resistente a golpes, agua, que puedas sumergir algunos metros, y sobre todo, que no necesite un cambio de batería. Una buena opción son los relojes Pro Trek de Casio. Tienen brújula digital, altímetro, barómetro, termómetro (muy importante), resiste hasta 100 metros bajo el agua, tiene 5 alarmas, luz LED para ver mejor en la oscuridad, un increíble calendario con las fechas exactas hasta el año 2099 y lo mejor, la batería se carga con energía solar.



Una bicicleta eléctrica: Si vamos a estar luchando por nuestras vidas, recorriendo ciudades y pueblos, no lo podemos hacer a pie y, si algo nos ha enseñado the Walking Dead es que las carreteras van a estar saturadas de autos descompuestos o que eventualmente, se quedarán sin gasolina. Mi sugerencia para este escenario sería, por ejemplo, la bicicleta eléctrica Eneloop de Sanyo. Su motor eléctrico hace el viaje mas sencillo, te ayuda a no perder velocidad en las pendientes inclinadas y al frenar se carga un poco la batería de la bicicleta.



No olviden que también es importante cargar con otros objetos como un machete o cuchillo de supervivencia, purificador de agua, una ballesta (así puedes recuperar las flechas usadas y no haces ruido) así como una mochila amplia y resistente, calzado para exteriores tipo Caterpillar y luces de bengala.

¿Qué objetos podrían ustedes en su lista de supervivencia? Cuéntanos en los comentarios.

7 de noviembre de 2012

12 de marzo de 2012

Opus 12, más que un reloj es una genialidad mecánica sin manillas

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Ya hace un año les contamos del asombroso reloj de lujo Opus Eleven de Harry Winston. Pues bien, sin falta ya salió el ejemplar correspondiente al 2012, que lleva por nombre Opus 12 (es uno al año desde el 2000). Más allá de los zafiros, el oro blanco y los precios inabordables para el ciudadano común, yo babeo por la intrincada configuración mecánica de estos modelos.

En el caso del Opus 12 -creado en colaboración con el fabricante Emmanuel Bouchet-, pese a ser un reloj análogo, no hay manillas. Más bien una serie de marcadores giratorios que van entregando la hora. Son 24 marcadores ubicados en parejas (de distinto largo; uno para la hora y otro para los minutos) cada cinco minutos, que se voltean en sus turnos dejando ver una cara azul metálico para indicar la hora.

Sé que suena un tanto complejo, pero en verdad es difícil de explicar con palabras, por ello, ante cualquier duda, al final va el video demostrativo del reloj. Si les queda claro, igual no dejen de verlo, porque su “asombrosidad” es aún más difícil de describir en un par de párrafos.

El resto de las magias que se aprecian con la secuencia de cada hora en punto o con el avanzar de los segundos, son pura “challa”; un aporte meramente visual de la sincronía coreográfica, pero ¡por Dios que se ve impresionante!

Quisiera lucirlo en mi muñeca, pero la casa sólo planea ensamblar 120 ejemplares que se irán por la módica suma de USD $260.000 la unidad





Fuente:

FayerWayer

Descubren el reloj que duerme a las plantas

Plantas.

Un grupo de científicos con sede en Edimburgo, Reino Unido, descubrió los genes que hacen que las plantas duerman de noche y controlan su floración, según publica la revista Molecular Systems Biology (Biología de Sistemas Moleculares).

Los investigadores observaron con la ayuda de computadoras cómo 12 genes del mastuerzo colaboran en el funcionamiento del reloj interno de las plantas.

Descubrieron que una proteína, conocida como TOC1 y que antes se creía que hacía que las plantas se despertasen, reducía la actividad de los genes por la noche.

"Es un gran cambio en nuestro conocimiento", dijo el profesor Andrew Millar, de la Universidad de Edimburgo.

Las plantas, los animales e incluso las bacterias experimentan lo que se conoce como ritmo circadiano, que son pequeños ajustes al cambio de la luz a lo largo del día y adaptaciones a los cambios de estaciones a lo largo del año.

clic Lea también: Cómo hacen las plantas para "sentir"

"Al igual que los humanos, las plantas tienen ritmos biológicos", explicó el profesor Millar. "Tener un reloj biológico es particularmente importante porque les permite prepararse para la luz del día y de noche almacenar suficiente energía para poder crecer".

"Ahora comprendemos cómo funciona esa docena de genes y cómo actúan en momentos determinados del día", añadió.

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Otros genes

Arroz.

Los científicos esperan avanzar en el conocimiento de la floración de cultivos como el arroz.

Millar dijo que los resultados permitirán avanzar en el conocimiento de la floración de otras plantas, en particular de cultivos como el trigo, la cebada y el arroz.

"Ahora comprendemos cómo todo encaja y cómo los mismos genes controlan los ritmos en todo tipo de plantas, desde las algas monocelulares hasta otras más complejas", agregó.

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Otro estudio realizado en Barcelona y sin conexión con el de la capital escocesa ha llegado a unas conclusiones semejantes.

"Ahora podemos extender el conocimiento adquirido sobre los procesos cíclicos a otros cultivos y plantas de interés agronómico", valoró la profesora Paloma Más, del Centro de Investigación Agrigenómica.

Millar dijo que los nuevos datos ayudarán a los científicos a conocer mejor otros genes de las plantas.

"Ahora conocemos unos 12 genes, pero todavía nos gustaría saber más sobre los que controlan la fotosíntesis, el uso de nitrógeno, la apertura de los pétalos y la fragancia".

Fuente:

BBC Ciencia

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21 de febrero de 2012

Reloj biológico, ¿responsable de que haya pocas científicas?

Las mujeres evitan carreras académicas con intensas asignaturas de matemáticas porque el estilo de vida es incompatible con la maternidad, según hallaron en un estudio investigadores de la Universidad de Cornell que será publicado el próximo mes en la American Scientist Magazine.

Las universidades siempre han sido criticadas por las políticas de contratación y evaluación que discriminan a la mujer, pero los hallazgos de este nuevo estudio apuntan hacia el reloj biológico como la principal razón por la que tan pocas mujeres terminan siendo profesoras de materias como matemáticas, ingenierías, física e informática.

“Las universidades han sido en su mayoría inflexibles con cualquier cosa que se saliera del calendario, lo que te esclaviza durante años y sólo entonces se contemplaría la idea de quedarse embarazada”, afirmó Wendy Williams, profesora de desarrollo humano en Cronell y coautora del estudio junto con su marido, Stephen Ceci.

En la investigación se analizaron datos sobre carreras académicas de hombres y mujeres con y sin hijos. los resultados mostraron que antes de la maternidad se tenían carreras quivalentes o más exitosas que el sexo masculino. Pero una vez que los niños entraban en escena, la dinámica cambiaba.

Fuente:

Milenio

19 de enero de 2012

Posponen decisión sobre el segundo que puede cambiar el mundo

Francia vs Inglaterra

El trabajo de Nevil Maskelyne, un astrónomo del siglo XVIII, ayudó a establecer a Greenwich como el guardián del tiempo del mundo.

Francia lanzó una poderosa embestida para tomar la batuta en una conferenica internacional en 1884, pero perdió.

En rechazo a la decisión, marchó de acuerdo al "Tiempo meridiano de París" hasta 1911.

Si se abandona la medición de los días de acuerdo a la posición del Sol respecto a la Tierra, Francia conseguiría por fin lo que tanto anheló.

Reloj atómico.

Los relojes atómicos son mucho más precisos a la hora de medir intervalos de tiempo.

Los expertos en medición del tiempo se reunieron este jueves en Suiza para debatir si seguimos agregando ocasionalmente un segundo al final de cada año como se hizo durante los últimos 40 años (en 24 oportunidades).

Sin embargo, no lograron ponerse de acuerdo en un tema que genera discordia entre los países y, por ende, pospusieron la decisión por tres años más.

El segundo adicional, llamado intercalar, se le añade a los relojes nucleares para que mantengan el mismo paso que la rotación de Tierra. Eso es lo que intentó decidirse en la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

Puede parecer poco importante un simple segundo para semejante discusión. Sin embargo, a lo largo de las décadas, el desajuste entre los relojes basado en la rotación planetaria y los atómicos sería de varios minutos. Y en 500 años sería de una hora, según la periodista de Ciencia de la BBC Rebecca Morelle.

Para entender bien las implicaciones de la medición del tiempo y el porqué de tanto debate es preciso tener claro algunas cuestiones referidas a la ciencia que mide algo tan abstracto y a la vez real como el tiempo.

¿Dónde se determina qué hora es?

Si los segundos intercalares desparecen, con un nuevo sistema, a medida que la rotación de la Tierra se desacelere, los días "reales" serán más largos que los "oficiales"... más o menos un minuto cada 50 años.

Si respondió, como la mayoría de los que les pregunté, en Greenwich, acertó... en parte.

Resulta que los mismos ingleses que, en el siglo XVIII, se pusieron en la tarea de establecer el estándar que le serviría de referencia al mundo durante más de 120 años, en 1955 se inventaron el primer reloj atómico preciso, y empezaron los problemas.

"Desde los años '20 se sabía, y antes se sospechaba, que el movimiento de la Tierra no es tan constante como se pensaba", le dijo a al BBC Rory McEvoy, curador de horología del Observatorio Real británico.

Reloj atómico

Los relojes atómicos son mucho más precisos a la hora de medir intervalos de tiempo.

GMT (Greenwich Mean Time o Tiempo Medio de Greenwich) se basa en el paso del sol sobre el meridiano cero en Greenwich Park, en el sureste de Londres.

Pero al parecer, la Tierra no es un cronómetro fiable debido a un ligero bamboleo al girar sobre su eje, de manera que es mejor confiar en las vibraciones de los átomos, que pueden contar segundos con una precisión increíble.

O por lo menos eso es lo que proponen con vehemencia algunos países de la comunidad internacional. Sin embargo, otros se oponen a la idea con un ardor semejante.

¿Qué?

¿Por qué quieren cambiar el tiempo?, le preguntamos a Vadim Nozdrin, asesor de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UTI), un organismo especializado de la ONU.

"Buena pregunta", respondió, "pero no sencilla... ¿tiene tiempo para que se la responda?".

Y, pues sí. Si pretenden cambiar una de las pocas cosas que uno cree que entiende...

Volvamos al principio. Sí, Greenwich es todavía el lugar en el que se marca una de las tres escalas de tiempo: el Horario Universal, que se emplea en todo el mundo como línea internacional de cambio de fecha. El día empieza en ese meridiano.

Quienes trabajan con el tiempo, como Nozdrin, no lo llaman GMT sino UT1.

Pero hay otra escala de tiempo. El TAI, o Tiempo Atómico Internacional, es un estándar atómico de alta precisión, que no está ligado a un fenómeno astronómico.

"En este caso, el cálculo de un intervalo de tiempo es determinado por un fenómeno físico. Hay unos 400 relojes atómicos localizados en unos 50 países que recolectan, procesan e intercambia información que mandan al Bureau Internacional de Pesos y Medidas (BIPM)", le explica Nozdrin a BBC Mundo.

Ese organismo, con sede en París, es el responsable de mantener el tiempo atómico.

Como la rotación de la Tierra no es exacta pero los cambios en los átomos sí, hay una diferencia entre el UT1 y el TAI.

Así que "en 1972 se trató de unificar las distintas escalas para ser más precisos. Se creo el UCT, Tiempo universal coordinado. Si la diferencia entre UT1 y TAI es de más de un segundo, el Servicio Internacional de Rotación de la Tierra puede regularlo, quitando o poniendo un segundo".

Esos segundos se llaman 'segundos intercalares'.

Y eso es lo que se quiere simplificar: no más UT1, ni TAI, ni UCT, ni segundos intercalares.

Sólo una escala de tiempo, la atómica.

No es tan simple

Tierra

Desvincular el tiempo de la rotación de la Tierra trae problemas a largo plazo.

Pero simplificar no es tan sencillo.

Aún no se sabe con exactitud de qué lado del ring están los casi 200 miembros de la UTI, pero ya se tiene una idea de la posición de algunos pesos pesados.

En una esquina están 13 países, incluidos Estados Unidos, Francia, Italia y Alemania. Desean abandonar el segundo intercalar.

En la otra, el Reino Unido, China y Canadá. Quieren mantenerlo.

Los primeros abogan por abandonar la escala antigua, arguyendo que los relojes atómicos son parte integral de la tecnología moderna. A bordo de cada satélite GPS, transmiten señales a los sistemas de navegación en automóviles, barcos y aviones para juzgar a su ubicación precisa.

Además, alegan que la precisión es esencial para el comercio en el mundo moderno. Las redes informáticas se comunican a través de zonas horarias y, con relojes atómicos como referencia, se pueden evitar errores, garantizar la seguridad y proporcionar una transferencia de datos fiable.

El problema es que esos aparatos no son técnicamente capaces de agregar o quitar segundos, así que no pueden ser ajustados.

Por eso, dicen, todo debe depender de ellos.

¿De los astros a los átomos?

No obstante, los que defienden mantener la medición del día arraigada a la Tierra, aseguran que sus opositores exageran los problemas que representa tener en cuenta el entorno astronómico.

Añaden que al ignorar la rotación del planeta en nombre de los aparatos que hoy en día lo hacen funcionar, el día de la Tierra se desfasaría, sin opción de ajuste, del día atómico. Pero por muy poco.

Aunque se trata de segundos, estos se van acumulando, ese es uno de los puntos que incomodan a quienes se oponen a condenar a Greenwich a las páginas de la historia.

El ministro de Ciencia británico, David Willetts, aeguró: "La posición del Reino Unido es que debemos mantenernos en el sistema actual utilizado en todo el mundo". "Sin el segundo intercalar eventualmente perderemos la relación entre el tiempo y la experiencia diaria que tiene la gente del día y la noche", añadió.

Por su parte Felicitas Arias, directora del departamento de Tiempo del Bureau Internacional de Pesos y Medidas explicó que el sistema actual "está afectando las telecomunicaciones" También mencionó los obstáculos para internet para los servicios financieros".

La polémica parece irreconciliable. Y en teoría, la decisión tiene que ser unánime.

"Es por eso que durante los últimos diez años hemos estado llevando a cabo grupos de estudio", señala Nozdrin. "El resultado es que no hay acuerdo", dice, y ríe derrotado.

Fuente:

BBC Ciencia

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12 de diciembre de 2011

El tiempo puede cambiar en enero

Francia vs Inglaterra

El trabajo de Nevil Maskelyne, un astrónomo del siglo XVIII, ayudó a establecer a Greenwich como el guardián del tiempo del mundo.

Francia lanzó una poderosa embestida para tomar la batuta en una conferenica internacional en 1884, pero perdió.

En rechazo a la decisión, marchó de acuerdo al "Tiempo meridiano de París" hasta 1911.

Si se abandona la medición de los días de acuerdo a la posición del Sol respecto a la Tierra, Francia conseguiría por fin lo que tanto anheló.



Reloj

¿Dónde se determina qué hora es?

Si respondió, como la mayoría de los que les pregunté, en Greenwich, acertó... en parte.

Resulta que los mismos ingleses que, en el siglo XVIII, se pusieron en la tarea de establecer el estándar que le serviría de referencia al mundo durante más de 120 años, en 1955 se inventaron el primer reloj atómico preciso, y empezaron los problemas.

"Desde los años '20 se sabía, y antes se sospechaba, que el movimiento de la Tierra no es tan constante como se pensaba", le dijo a al BBC Rory McEvoy, curador de horología del Observatorio Real británico.

Reloj atómico

Los relojes atómicos son mucho más precisos a la hora de medir intervalos de tiempo.

GMT (Greenwich Mean Time o Tiempo Medio de Greenwich) se basa en el paso del Sol sobre el meridiano cero en Greenwich Park, en el sureste de Londres.

Pero al parecer, la Tierra no es un cronómetro fiable debido a un ligero bamboleo al girar sobre su eje, de manera que es mejor confiar en las vibraciones de los átomos, que pueden contar segundos con una precisión increíble.

O por lo menos eso es lo que proponen con vehemencia algunos países de la comunidad internacional. Sin embargo, otros se oponen a la idea con un ardor semejante.

El enfrentamiento de mentes se dará este próximo enero y la decisión puede literalmente cambiar el tiempo.

¿Qué?

¿Por qué quieren cambiar el tiempo?, le pregunté a Vadim Nozdrin, asesor de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UTI), un organismo especializado de la ONU.

"Buena pregunta", respondió, "pero no sencilla... ¿tiene tiempo para que se la responda?".

Y, pues sí. Si pretenden cambiar una de las pocas cosas que uno cree que entiende...

A dos tiempos

Ajustando un reloj

Si los segundos intercalares desparecen, con un nuevo sistema, a medida que la rotación de la Tierra se desacelere, los días "reales" serán más largos que los "oficiales"... más o menos un minuto cada 50 años

Volvamos al principio. Sí, Greenwich es todavía el lugar en el que se marca una de las tres escalas de tiempo: el Horario Universal, que se emplea en todo el mundo como línea internacional de cambio de fecha. El día empieza en ese meridiano.

Quienes trabajan con el tiempo, como Nozdrin, no lo llaman GMT sino UT1.

Pero hay otra escala de tiempo. El TAI, o Tiempo Atómico Internacional, es un estándar atómico de alta precisión, que no está ligado a un fenómeno astronómico.

"En este caso, el cálculo de un intervalo de tiempo es determinado por un fenómeno físico. Hay unos 400 relojes atómicos localizados en unos 50 países que recolectan, procesan e intercambia información que mandan al Bureau Internacional de Pesos y Medidas (BIPM)", le explica Nozdrin a BBC Mundo.

Ese organismo, con sede en París, es el responsable de mantener el tiempo atómico.

Como la rotación de la Tierra no es exacta pero los cambios en los átomos sí, hay una diferencia entre el UT1 y el TAI.

Así que "en 1972 se trató de unificar las distintas escalas para ser más precisos. Se creo el UCT, Tiempo universal coordinado. Si la diferencia entre UT1 y TAI es de más de un segundo, el Servicio Internacional de Rotación de la Tierra puede regularlo, quitando o poniendo un segundo".

Esos segundos se llaman 'segundos intercalares'.

Y eso es lo que se quiere simplificar: no más UT1, ni TAI, ni UCT, ni segundos intercalares.

Sólo una escala de tiempo, la atómica.

No es tan simple

Pero simplificar no es tan sencillo.

Lo que se viene en enero promete ser un encuentro de titanes.

Aún no se sabe con exactitud de qué lado del ring están los casi 200 miembros de la UTI, pero ya se tiene una idea de la posición de algunos pesos pesados.

En una esquina están 13 países, incluidos Estados Unidos, Francia, Italia y Alemania.

En la otra, el Reino Unido, China y Canadá.

Los primeros abogan por abandonar la escala antigua, arguyendo que los relojes atómicos son parte integral de la tecnología moderna. A bordo de cada satélite GPS, transmiten señales a los sistemas de navegación en automóviles, barcos y aviones para juzgar a su ubicación precisa.

Además, alegan que la precisión es esencial para el comercio en el mundo moderno. Las redes informáticas se comunican a través de zonas horarias y, con relojes atómicos como referencia, se pueden evitar errores, garantizar la seguridad y proporcionar una transferencia de datos fiable.

El problema es que esos aparatos no son técnicamente capaces de agregar o quitar segundos, así que no pueden ser ajustados.

Por eso, dicen, todo debe depender de ellos.

¿De los astros a los átomos?

La Tierra

Desvincular el tiempo de la rotación de la Tierra trae problemas a largo plazo.

No obstante, los que defienden mantener la medición del día arraigada a la Tierra, aseguran que sus opositores exageran los problemas que representa tener en cuenta el entorno astronómico.

Añaden que al ignorar la rotación del planeta en nombre de los aparatos que hoy en día lo hacen funcionar, el día de la Tierra se desfasaría, sin opción de ajuste, del día atómico. Pero por muy poco.

Aunque se trata de segundos, estos se van acumulando, ese es uno de los puntos que incomodan a quienes se oponen a condenar a Greenwich a las páginas de la historia.

El ministro encargado de ciencia del Reino Unido anticipa que "la posición británica es que mantendremos el tiempo real que es el que experimentamos http://www.blogger.com/img/blank.giflos humanos, basado en la rotación de la Tierra y no en un reloj atómico... ¡eventualmente la medianoche ocurrirá al mediodía!".

La polémica parece irreconciliable. Y en teoría, la decisión tiene que ser unánime.

"Es por eso que durante los últimos diez años hemos estado llevando a cabo grupos de estudio", señala Nozdrin.

"El resultado es que no hay acuerdo", dice, y ríe derrotado.

El asunto debería ser definido en la Asamblea de Radiocomunicación que tendrá lugar entre el 16 y 20 de enero de 2012, seguida por la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones, 23 de enero al 17 de febrero 2012, en Ginebra.


Fuente:

BBC Ciencia
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