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10 de abril de 2013

La explosión multicolor de la nebulosa de Orión

Imagen de la nebulosa desde un observatorio de Alemania. | Reinhold Wittich 
Imagen de la nebulosa desde un observatorio de Alemania. | Reinhold Wittich
Son destellos producidos por emisiones de oxígeno e hidrógeno. Pero su composición química se ve eclipsada por la impresionante belleza estética de la explosión de color que crea. Como si de un cuadro expresionista abstracto se tratara, la nebulosa de Orión se presenta caótica y enigmática en la constelación del mismo nombre.

La fotografía, realizada por el astrofotógrafo Reinhold Wittich desde su observatorio en Alemania, presenta la nebulosa con tal lujo de detalles que no parece estar a 1.500 años luz de distancia. Se consigue incluso distinguir Trapezium, un gran cúmulo de estrellas que contiene varios discos protoplanetarios, discos de acrecimiento alrededor de estrellas jóvenes que nos permiten comprender mejor la formación de una estrella, y por lo tanto, de un posible sistema planetario.

La nebulosa de Orion se puede observar a simple vista, si bien no con la profusión de detalles y vívidos colores que se obtiene con un telescopio. La imagen fue tomada con un telescopio Newton de 12 pulgadas para cielo profundo, entre el 10 de febrero y el 5 de Marzo de 2013.
Fuente:

14 de noviembre de 2012

Un cúmulo estelar 'camuflado' frente a la Nebulosa de Orión

El cúmulo de la Nebulosa de Orión. | J-C Cuillandre & G. Anselmi
El cúmulo de la Nebulosa de Orión. | J-C Cuillandre & G. Anselmi

Un equipo de investigadores, entre los que se encuentra Hervé Bouy, del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), ha captado un cúmulo estelar masivo 'camuflado' entre la Tierra y una de las grandes maravillas del cielo nocturno, la Nebulosa de Orión.

Desde 1960 se conocía la existencia de esta población estelar, sin embargo, las observaciones han desvelado que esta población es más masiva de lo que se pensaba y no está distribuida tan uniformemente. La importancia de este descubrimiento es doble: por un lado, el nuevo cúmulo identificado es un hermano ligeramente más viejo que el Cúmulo del Trapecio, que está en el corazón de la Nebulosa de Orión; y segundo, lo que los astrónomos han estado llamando Cúmulo de la Nebulosa de Orión es, en realidad, una complicada mezcla de estos dos cúmulos, a la que se suman otras estrellas de la Vía Láctea ajenas a ambos.

Hervé Bouy, del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), en Madrid, es uno de los autores de este trabajo y explica que "necesitamos completar con detalle lo que creíamos que eran las observaciones más fiables en cuanto a formación de estrellas y de cúmulos". Destaca la necesidad de un profundo trabajo de seguimiento donde "si queremos comprender qué ocurre en esta región, la formación de estrellas en cúmulos, e incluso las primeras etapas de formación de planetas, debemos distinguir estas dos poblaciones que están mezcladas, estrella por estrella".

"Para mí el misterio más intrigante es que el hermano mayor, el cúmulo de Iota Ori, esté tan cerca de su hermano menor, aún formándose dentro de la Nebulosa de Orión", afirma João Alves, de la Universidad de Viena. "Es difícil encajar estas nuevas observaciones en ningún modelo teórico anterior de formación de cúmulos, y eso es emocionante porque sugiere que hemos estado pasando por alto algo fundamental. Los cúmulos son, con diferencia, la forma preferida de formación estelar en el Universo, pero aún estamos lejos de comprender exactamente el porqué."

Todo descubrimiento que afecte a la Nebulosa es significativo dada la importancia de esta formación en el Universo. A pesar de que su catalogación se remonta a hace 400 años, ha sido en los últimos sesenta años cuando se ha evidenciado la verdadera importancia astrofísica de este glamuroso objeto: la nebulosa, al igual que otros tantos objetos de la Vía Láctea y de otras galaxias, es una guardería de estrellas recién nacidas. Y además, es la guardería más cercana a la Tierra.

Los astrónomos ven en esta nebulosa el mejor banco de pruebas para el estudio de la formación estelar, el modelo de referencia. De hecho, muchas de las medidas establecidas que nos dicen cómo se forman las estrellas provienen de esta importante región como, por ejemplo, las distribuciones de masa en el nacimiento de estrellas y enanas marrones, sus edades relativas o su distribución espacial.

Fuente:

El Mundo Ciencia

22 de septiembre de 2012

Los últimos días de Betelgeuse

Betelgeuse, a unos 640 años luz de la Tierra en la constelación de Orión, puede parecer una estrella más en el cielo nocturno, aunque en realidad es una de las estrellas más brillantes de las que podemos disfrutar. Particularmente, esta gigante siempre me llamo la atención, ya desde niño soñaba con los mundos que la rodearían, pero como muestra esta imagen infrarroja del Observatorio Europeo Austral (ESO), Betelgeuse se está cayendo a pedazos … literalmente .

Esta imagen de la nebulosa en torno a la dramática de color rojo brillante estrella supergigante Betelgeuse fue creado a partir de imágenes tomadas con la cámara VISIR de infrarrojos en el Very Large Telescope (VLT). Esta estructura, parecida a  llamas que emanan des la estrella, son formadas porque el gigante se está despojando de su material lanzandolo hacia el espacio. Las emanaciones de gas observadas con anterioridad se reproducen en el disco central. El pequeño círculo rojo en el centro tiene un diámetro de cerca de cuatro veces y media la órbita de la Tierra y representa la ubicación de la superficie visible de Betelgeuse. El disco negro corresponde a una parte muy brillante de la imagen que se ocultó a permitir que la nebulosa débil sea vista. Crédito ESO

Betelgeuse esta emitiendo enormes nubes de plasma hacia el espacio estelar desde hace algún tiempo, como si padeciese de gases estomacales, y esto es un síntoma de la edad de la estrella y de su tamaño. Betelgeuse es una estrella supergigante roja, con apenas una fracción de la edad de nuestro sol, pero es tan masiva (18 veces la masa del Sol) que al igual que las viejas glorias del rock,  vive rápido y muere joven.Con apenas 10 millones de años de edad, la estrella se ha quedado sin hidrógeno en su núcleo, ahora está comenzando a fusionar el helio, creando carbono y oxígeno, lo que provoca que Betelgeuse se “infle” hasta alcanzar proporciones gigantescas, casi inimaginables. Si Betelgeuse fuese nuestro sol, ocuparía todo el sistema solar interior llegando incluso a la órbita de Júpiter, la tierra simplemente no existiría, se habría evaporado en su superficie.


El interior de la estrella es un lío burbujeante y violento, con enormes columnas de plasma caliente que deforman la estrella. Las observaciones ya habían demostrado hace tiempo que esta estrella tenia “bultos”, como si de grandes tumores se tratasen, en lugar de ser un objeto esférico, casi perfecto, parece una patata deformada. También se aprecian algunos indicios de que la estrella empieza a contraerse, lo que podría revelar que está cerca (en escalas de tiempo cósmicas) al borde del colapso, para finalmente explotar como una  supernova, pero no hay que entrar en pánico, pese a que los agoreros les encante lanzar sus oscuros presagios, mi vieja amiga Betelgeuse no plantea ninguna amenaza para la vida en la Tierra.

Este gráfico muestra la ubicación de la estrella supergigante Betelgeuse (Alpha Orionis) en la famosa constelación de Orión (el Cazador). Este mapa muestra la mayor parte de las estrellas visibles a simple vista bajo buenas condiciones y la estrella en sí está marcada con un círculo rojo. Aunque la estrella en sí misma es claramente visible a simple vista, la nebulosa a su alrededor no puede verse con cualquier telescopio. Crédito ESO
En las últimas etapas de la vida de una estrella supergigante roja, enormes cantidades de material se esparcen hacia el espacio. Como muestra esta imagen de ESO, Betelgeuse está creando una vasta nebulosa de frío polvo, nunca antes vista, y se extiende a más 60 millones de kilómetros de su superficie.

En el centro de la imagen, el pequeño disco rojo es Betelgeuse y la nube circundante (dentro del disco negro) pertenece a observaciones anteriores del plasma que eructó al espacio. La nube de colores que rodea el disco negro pertenecen a las observaciones de la European Southern Observatory (ESO) y las nuevas medidas aportadas por el Very Large Array (VLA).

La nebulosa se extiende como nunca se había visto antes, pero como Betelgeuse es tan brillante que eclipsa por completo la luz que emite esta nebulosa. Al utilizar el instrumento VISIR VLA para bloquear la luz que emite directamente Betelgeuse, la nebulosa (compuesta muy probablemente por sílice y polvo de alúmina) brilla en longitudes de onda infrarrojas debido a que es calentada por la estrella. Vale la pena señalar que a pesar de tener una apariencia llameante, en realidad está compuesta de material frio, por lo que sólo puede ser detectada en longitudes de onda infrarrojas. Las longitudes de onda cortas infrarrojas se representan con un brillo azul y las longitudes de onda más largas del infrarrojo se representan con un resplandor rojo.

Esta es una vista maravillosamente íntima de la muerte de una estrella masiva, y con la ayuda de la VLA, tendremos un asiento de primera fila para el velatorio final.

29 de julio de 2010

Embriones planetarios en Orión

Discos protoplanetarios observados por Hubble en Orión. | NASA/ESA/L.RICCI 
Discos protoplanetarios observados por Hubble en Orión. | NASA/ESA/L.RICCI
El astrónomo Rafael Bachiller nos desvela e interpreta las imágenes más espectaculares del Cosmos. Temas de palpitante investigación, aventuras astronómicas y novedades científicas sobre el Universo.

El telescopio espacial Hubble ha realizado un censo de discos protoplanetarios (o proplyds) en la nebulosa de Orión, la región de formación estelar próxima más rica y espectacular. Esta imagen muestra una galería con algunos de los detectados más recientemente. Las pequeñas nubes de gas y polvo que rodean a estrellas jóvenes son embriones de sistemas planetarios, su estudio permite comprender cómo se formó y cómo ha evolucionado nuestro sistema solar. 
 
El irresistible poder de la gravedad

El espacio interestelar está poblado por grandes nubes compuestas esencialmente de hidrógeno gaseoso. Las regiones más inestables de tales nubes pueden hacerse más densas debido a la acción gravitatoria, y algunas de estas regiones pueden llegar a desplomarse sobre sí mismas (por no poder soportar su propio peso) dando lugar a la formación de estrellas.

Modelo de sistema protoplanetario. | NASA
Modelo de sistema protoplanetario. | NASA

La formación de una estrella es un complicado proceso físico mediante el que se genera un disco rotante de gas en torno a la protoestrella. La acreción de materia interestelar que alimenta a la estrella nueva se realiza a través de este disco que, a su vez, es capaz de originar unos espectaculares chorros de materia (flujos bipolares) que pueden propagarse por el espacio a distancias que pueden alcanzar varios años luz.

En el disco que queda rotando en torno a la estrella joven, la materia se aglomera a su vez para formar planetas, satélites, asteroides, cometas y todos los pequeños cuerpos que pueblan un sistema planetario. 

Orión, cuna de estrellas

La nebulosa de Orión es uno de los objetos más bellos y espectaculares del Hemisferio Norte. Situada a una distancia de unos 1500 años luz, ésta es la región más cercana a la Tierra en la que se encuentran estrellas masivas en formación. Algunas de las nubes están iluminadas por las estrellas jóvenes que se encuentran en la región y aparecen como nebulosas de brillantes colores, mientras que otras aparecen como nubes oscuras que recortan sus siluetas contra el fondo luminoso.

Nebulosa de Orión. | NASA/ESA/HST
Nebulosa de Orión. | NASA/ESA/HST

Toda la región ha sido objeto de una exploración muy minuciosa y las observaciones han revelado que las nubes de Orión están formando en torno al millar de nuevas estrellas de diferentes masas y luminosidades y que se encuentran en diferentes etapas de su evolución temprana.

Entre este millar de estrellas jóvenes, las observaciones del telescopio espacial Hubble han contabilizado más de un centenar que están rodeadas por pequeños discos de gas y polvo. Algunos discos están iluminados desde el exterior y aparecen como brillantes nubecillas con su estrella en el interior. La principal fuente de iluminación en la zona es una gran estrella joven de 40 masas solares, 250.000 veces más luminosa que el Sol, denominada Theta 1 Orionis C. Los vientos y la radiación de esta gran estrella hacen que algunos de los discos protoplanetarios desarrollen estructuras cometarias que se extienden en sentido radial desde la estrella.

Un grupo de proplyps. | NASA/ESA/HST
Un grupo de proplyps. | NASA/ESA/HST

Los discos menos iluminados aparecen como pequeñas franjas negras. Los que están orientados de canto hacia nosotros bloquean la luz de la protoestrella interior, y en algunos casos es preciso realizar observaciones en el infrarrojo para llegar a observar tales estrellas.

Los discos son tan pequeños que ni siquiera el telescopio espacial Hubble es capaz de estudiar su estructura interna. Las propiedades del gas que los constituyen puede ser bien estudiado mediante técnicas de radioastronomía. En particular, se espera que el gran interferómetro ALMA de ondas milimétricas actualmente en construcción en el desierto de Atacama (Chile) revele los parámetros físicos y la composición química de estos fascinantes discos protoplanetarios.

También interesante

  • La nebulosa de Orión fue estudiada por varios astrónomos en los siglos XVI y XVII. Las jóvenes estrellas del Trapecio fueron descritas por primera vez por Galileo en 1617, mientras que la nebulosa fue incluida por Charles Messier en su catálogo del año 1774 con el número 42, razón por la que se sigue conociendo como M42.
  • La gran estrella Theta 1 Orionis C deberá acabar sus días, dentro de unos cuantos millones de años, en la forma de una gran supernova. Toda la nebulosa de Orión será afectada y dispersada por el efecto de la explosión.
  • Unas teorías que están basadas en la famosa hipótesis nebular que fue postulada por Laplace en 1796 en su famosa obra Exposition du Système du monde.

Tomado de:

6 de marzo de 2010

Herschel detecta huellas de moléculas orgánicas precursoras de vida


Sábado, 06 de marzo de 2010

Herschel detecta huellas de moléculas orgánicas precursoras de vida

El Observatorio Espacial Herschel

El
Observatorio Espacial Herschel es una misión de la Agencia Espacial Europea. El lanzamiento se realizó el 14 de mayo de 2009 a bordo de un Ariane 5 junto con el observatorio Planck Surveyor, en previsión de que entren en órbita a 1,5 millones de km de la Tierra, en el segundo de los puntos de Lagrange del sistema Tierra-Sol.

La misión era denominada anteriormente Far Infrared and Submilimetre Telescope (FIRST), y será el primer observatorio espacial en cubrir completamente el infrarrojo lejano y longitudes de onda submilimétricas, y su telescopio tendrá el mayor espejo desplegado nunca en el espacio (3,5 m). Este observatorio estará especializado en la observación de objetos distantes, poco conocidos. Para el correcto funcionamiento de los instrumentos se deben mantener refrigerados por debajo de los 2 K (-271 °C)

El observatorio tiene aproximadamente 7 metros de longitud y pesará unas 3,25 t. La mayor parte del peso de la sonda será debido a los depósitos de helio usados para generar las temperaturas necesarias para los detectores de infrarrojos.

La misión fue nombrada en honor de William Herschel, descubridor del espectro infrarrojo.

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Foto: ThalesAlenia Space

El Observatorio Espacial Herschel ha revelado la existencia de huellas de moléculas orgánicas potencialmente precursoras de vida en la nebulosa de Orión, una 'guardería estelar' cercana a nuestra galaxia, la Vía Láctea. Herschel es un proyecto liderado por la Agencia Espacial Europea con una importante participación de la NASA.

Los nuevos datos, obtenidos con el instrumento heterodino del telescopio infrarrojo lejano --uno de los tres instrumentos innovadores de Herschel-- demuestra la mina de oro que representa la información que Herschel proporcionará sobre la forma en qué las moléculas orgánicas están presentes en el espacio, informó el Jet Propulsion Laboratory de la NASA.

Herschel se lanzó al espacio en mayo de 2009 y está emplazado a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, con unas prestaciones únicas para el estudio del espacio profundo.

La nebulosa de Orión es conocida por ser una de las fábricas de productos químicos más prolíficas en el espacio, aunque la totalidad de su composición química y las vías para la formación de las moléculas no se conocen bien.

Escudriñando en el patrón de picos en los nuevos datos, lo que se conoce como un espectro, los astrónomos han identificado unas pocas moléculas comunes que son los precursores de las moléculas que permiten la vida, incluyendo agua, monóxido de carbono, formaldehído, metanol, cianuro de hidrógeno, óxido de azufre y dióxido de azufre.

Fuente:

Europa Press

6 de noviembre de 2009

Las Leónidas más espectaculares del siglo

Viernes, 06 de noviembre de 2009

Las Leónidas más espectaculares del siglo

Las Leónidas es una lluvia de meteoros que se produce cada año entre el 15 y el 21 de noviembre. Tiene su origen en el polvo que ha dejado el cometa Tempel-Tuttle a lo largo de los milenios, que se quema al ingresar a la atmósfera de la Tierra cuando esta cruza su órbita. Cada 33 años, las Leónidas muestran un pico de actividad, y se espera que en 2009 podamos ver caer más de 500 meteoritos por hora. Si bien su pequeño tamaño no supone ningún peligro, bien vale la pena pasarse una noche en vela solo por los trazos rojizos que dejarán en el cielo nocturno.

Lea este artículo tomado de Neo Teo:


Seguramente alguna vez has visto lo que muchos llaman “una estrella fugaz”. A pesar de su nombre, estos bólidos nada tienen que ver con las estrellas: son simplemente pequeños fragmentos de polvo espacial que se queman al hacer un -muy- rápido ingreso a la parte superior de la atmósfera terrestre. En una noche despejada es bastante fácil -si se tiene la paciencia suficiente- lograr ver uno o dos de estos pequeños meteoritos. Sin embargo, hay fechas en la que su número es muy elevado. ¿Por qué sucede esto? Fácil: hay momentos en que la órbita de la Tierra atraviesa el polvo que algún cometa ha ido dejando a lo largo de su órbita. Los cometas van “perdiendo” parte de su material a medida que se desplazan en sus órbitas, sobre todo cuando se encuentran relativamente cerca del Sol. Esto se debe al calor que funde los fragmentos de hielo que se encuentran en su cabeza, generando gases y desprendiendo millones de pequeños pedazos de roca que conforman su “cola”. Todo ese polvo “ensucia” el espacio y, cuando tenemos la suerte que la Tierra pase por ese sitio, se producen verdaderas “lluvias de estrellas”.

Leónidas sobre Ayers Rock, Australia, en 2001

En el caso de las Leónidas, el polvo en cuestión pertenece a un viejo conocido de los astrónomos, el cometa Tempel-Tuttle. Fue el astrónomo norteamericano H.-A. Newton quien demostró, en 1864, que las brillantes lluvias de estrellas que habían sido descritas por historiadores a lo largo de los últimos 1000 años -en 902, 931, 934, 1002, 1101, 1202, 1366, 1533, 1602 y 1698- tenían su origen en el polvo desprendido de este cometa. A pesar de que cada año la Tierra atraviesa su órbita, cada 33 años se produce una lluvia mucho más espectacular, en la que se pueden contar incluso varios miles de meteoros por hora. Esto se debe a que la distribución del polvo a lo largo de la órbita no es uniforme, y cuando atravesamos un sitio en el que es más denso tienen lugar “lluvias” más espectaculares. Por ejemplo, el 13 de noviembre de 1833 la costa oeste de Estados Unidos se mantuvo iluminada durante más de seis horas debido a las Leónidas. El espectáculo comenzó poco antes de la medianoche, y un testigo declaró que “su número era como la mitad de los copos de nieve que se observan durante una nevada”. A lo largo de las seis horas se registraron más 240.000 meteoros.

El polvo que genera las Leónidas proviene del cometa Tempel-Tuttle.

El ciclo de 33 años se debe a que cada esa cantidad de pasadas, la Tierra atraviesa la órbita del cometa en un sitio en que este se encontraba en su perihelio. Desde el primer registro obtenido en el año 902, las fechas anuales han ido avanzando lentamente. Hace 1000 años las Leónidas tenían su máximo el 12 de octubre; en 1202, se habían “corrido” al 19 de octubre; en 1799 se producía en la noche del 11 al 12 de noviembre. Y, en la actualidad, pueden observarse estelas desde el 15 hasta el 21 de noviembre, alcanzando un máximo de intensidad el 18 de noviembre. Los astrónomos del Instituto Tecnológico de California (Caltech) y la NASA ya han anunciado que este año se espera que el espectáculo de las Leónidas sea uno de los más importantes del siglo. En parte, el pronóstico se debe a que el año anterior se produjo un significativo aumento en el número de estrellas fugaces Leónidas, que quebró una sucesión de varios años de lluvias poco espectaculares.

La noche del 17 de noviembre de 2009 esperamos que las Leónidas produzcan más de 500 meteoros por hora”, dice Bill Cooke de la NASA. “Será un despliegue muy intenso”, asegura. La Tierra atravesará los desechos polvorientos que el cometa arrojó hace más de quinientos años, en 1466. El año pasado nadie esperaba que esta órbita tan antigua produjera una tormenta tan fuerte, pero lo hizo. Los modelos informáticos, como el elaborado por Jeremie Vaubaillon de Caltech, prevén para este año un número aun mayor de impactos. “Tengo un programa de ordenador que calcula las órbitas de los desechos que originan las Leonidas”, explica. “Hace un buen trabajo, incluso prevé encuentros con muy antiguas corrientes de desechos como la de 1466”. Según el experto, el 17 de noviembre de 2009, la Tierra pasará a través del flujo de 1466, pero esta vez más cerca del centro. Basándose en el número de meteoros observados en 2008, Vaubaillon estima que como mínimo deberíamos poder ver “unas 500 o más Leónidas por hora durante unas pocas horas pico, centradas en las 21 horas 43 minutos tiempo universal.

Debes mirar hacia la constelación de Leo.

Las horas comprendidas entre la noche y el amanecer del 17/18 de noviembre serán las más interesantes. Además, la Luna Nueva del 16 de Noviembre nos asegura cielos perfectamente oscuros, algo que siempre ayuda en estas observaciones. El color de estos meteoros será rojizo, y con frecuencia dejarán tras sí una estela de color verde que podrá verse durante unos pocos segundos. Si dudas, las Leónidas proporcionan un espectáculo digno de ver, y el de este año promete ser especial. Si vives en una ciudad muy grande e iluminada, ya puedes ir haciendo planes para acampar lejos de ella, y disfrutar -si es con una buena compañia, mejor- de las Leónidas más espectaculares del siglo. ¿Te apuntas?

Fuente:

Neo Teo

Archivos de Conocer Ciencia:

Las Oriónidas

Vea también:

El Cielo en el mes de octubre (UNI)

20 de octubre de 2009

Lluvia de estrellas: Las Oriónidas


Martes, 20 de octubre de 2009

Especial. Astronomía

Lluvia de estrellas: Las Oriónidas


¿Desea ver las Oriónidas?

Si vive en Lima (cal del Perú) le será hasto difícil. Tendrá que desplazarse a las zonas de Chosica o Matucana (al este de Lima), por ejemplo. Las personas que viven la zona sierra, especialmente en zonas rurales (callejó de Huaylas, valle del Mantaro) si tendrán un vista privilegiada.

La lluvia de estellas se puede observar a simple vista, más si cuenta con binoculares o u telescopio tanto mejor. En este link Conocer Ciencia le enseña a construir el telescopio más sencillo del mundo. En este enlace encontrará otros modelos para construir telescopios caseros.

El cielo en el mes de octubre:

Gracias a los amigos de la Universidad de Ingeniería (UNI) podemos conocer como estará el cielo en octubre:

- Júpiter. Se ve desde el anochecer, en el cénit. Está en la constelación de Capricornio.
- Marte. Se ve desde la madrugada hacia el Este. Sale a las 1am. Está en la constelación de Cancer.
- Saturno. Se al amanecer hacia el Este. Sale a las 4am. Está en la constelación de Virgo.
- Venus. Se al amanecer hacia el Este. Sale a las 4:40am. Está en la constelación de Virgo.
- Mercurio. No es visible, está muy cerca a la dirección del Sol.

Oct 21 - Por la madrugada máximo de la lluvia de estrellas oriónidas.

Nov 18 - Por la madrugada, máximo de la lluvia de estrellas Leonidas.

Esta es la noticia:

Desde esta noche (martes 20 de octubre de 2009) y hasta el día 22 la lluvia de estrellas más popular de octubre, las Oriónidas, alcanzará su máxima actividad. Los meteoros se podrán ver al norte de la constelación de Orión. El momento óptimo para verlas será antes del amanecer. Para un observador del hemisferio norte, se calcula que la cantidad de meteoros que se verá durante cada hora (Tasa Horaria Zenital o THZ) será de 20 a 30. Se trata de fugaces más bien débiles y rápidas.

La lluvia de estrellas de las Oriónidas está asociada al camino de partículas que dejó el cometa P/Halley cuando pasó cerca del Sol, hace dos décadas. Estas partículas de polvo, normalmente del orden de décimas de milímetros, se incineran al entrar en la atmósfera terrestre, volviéndose incandescentes. Desde hace unos años la actividad de estas fugaces es más intensa de lo habitual, especialmente en 2006, año en que se observaron grandes bolas de fuego que alcanzaron una velocidad de 240.000 kilómetros por hora. Científicos españoles demostraron entonces que el fenómeno era debido a perturbaciones gravitatorias con Júpiter, el planeta con más masa del sistema solar.

Fuente:

Muy Interesante

Si le interesa la astronomía le dejo algunos enlaces:

La Astronomía en el Perú (UNI)

Grupo Astronomía FC (UNI)

Astronomía y Ciencias Esapciales (UNMSM)

Sociedad Peruana para la enseñanza de la Astronomía


Y también, aunque está bien desactualizada:

Asociación Peruana de Astronomía
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