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7 de septiembre de 2018

¿Por qué el estilo braza (estilo pecho) es el más lento de todos?

Estilo  braza (estilo pecho)

El estilo pecho-o estilo braza-(brazada de pecho) es un estilo de natación. En este estilo, el nadador flota boca abajo, con los brazos apuntando al frente y ejecuta la siguiente secuencia: hace un círculo con los brazos, siempre debajo de la superficie del agua. Se encogen las piernas, con las rodillas adentro y luego se estiran con un impulso al tiempo que los brazos vuelven al frente verticalmente, momento en el cual comienza de nuevo todo el ciclo.

El estilo se nada sobre el pecho y es el estilo natatorio recreativo más popular debido a su estabilidad y a la posibilidad de respirar o coger el aire una sola vez durante todo el proceso. En la mayoría de las clases de natación los principiantes aprenden primero el pecho o el crol (crol frontal o crawl).

¿Por qué es el estilo más lento?

Por causa de su técnica. El principal impedimento de la braza está en las reglas establecidas para las competiciones para las brazadas y las patadas. Los brazos no pueden salir del agua (“recobro aéreo”), y eso hace que, al devolver los brazos hacia adelante, se frene el cuerpo.

Hasta hace pocos años, los nadadores tampoco podían sumergir la cabeza por completo, y ahora solo pueden llegar a igualarse con la altura de los hombros. En cuanto a la patada, está demostrado que los impulsos hacia abajo (como los del estilo mariposa) son más eficaces y veloces, pero en el caso de la braza han de ser paralelos al fondo.


6 de agosto de 2018

¿Por qué los buceadores se tiran de espaldas de la lancha?

Hay varias razones. 

La primera es que, si se lanzaran de frente, la inercia de la botella de oxígeno podría golpearles en el cuello, la cabeza o la espalda. Si se arrojaran de cabeza, como un nadador cualquiera, el primer impacto lo recibiría la cara, y así, el regulador (la boquilla) de respiración y la máscara podrían salirse. Eso obligaría a salir de nuevo a superficie para recolocarse todo el equipo. Aun así, si la zona de inmersión es poco profunda o desconocida, se aconseja tirarse de pie o sentados, para estar más “orientados” si se topan con obstáculos.

La técnica para tirarse de pie es conocida como “paso de gigante”, y como bien describe su propio nombre, lo que se ha de hacer es dar un paso muy grande desde la plataforma hacia el mar para evitar que la botella de oxígeno de la espalda choque contra el barco, a la vez que con la mano nos agarramos las gafas y el regulador.

La técnica tradicional


La técnica del "paso de gigante"


Fuentes: YouTube, QUO y la Vida Cotidiana

13 de agosto de 2016

El extraordinario secreto de Phelps para ser un superatleta

El nadador estrella de los Juegos Olímpicos y récordman con ocho medallas doradas en un mismo certamen posee un cuerpo que lo diferencia de sus competidores.

Nota: este artículo fue publicado originalmente en el 2008 en la web de la BBC.


Michael Phelps, convertido en la gran figura de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 por ser el primer deportista en obtener ocho medallas doradas en una misma cita, tiene algo que lo diferencia de los demás a la hora de ser el mejor nadador de la historia: su cuerpo. 

Periodistas deportivos, espectadores, colegas nadadores y el público en general analizaron cómo hizo este joven de 23 años para alcanzar semejante marca inédita. Concluyeron que el nadador de Baltimore posee un cuerpo privilegiado para el nado. 

Ello implica que sus características físicas aportan un gran rédito a su extraordinario desempeño a la hora de ganar competencias con récord mundiales incluídos. 

El primer análisis se centró en su la extensión de sus brazos: cuando Phelps los extiende alcanza una envergadura de 2,08 metros, cuando debido a su altura y proporción debería tener 1,96 metros. 

El segundo énfasis se pone en su largo torso. Por el largo de sus piernas, Phelps debería medir 1,80 metros, pero al tener un gran y desproporcionado torso, mide 1,93 metros. 

Como explica en una columna escrita para la BBC por el ex nadador olímpico británico Steve Parry, esto le permite superar uno de los principales problemas que sufren los nadadores; al arrastrarse por el agua, las piernas los desaceleran. 

Calorías y grasas. Pese a seguir una dieta de más de 10.000 calorías al día, se estima que Phelps tiene alrededor de 4% de grasa corporal, y eso le permite maximizar su esfuerzo y alcanzar mayor velocidad, por lo que los expertos indican que esto hace que su metabolismo interno sea único. 

Ya se sabe que todos los atletas producen ácido láctico cuando su sistema aeróbico no puede mantenerse al ritmo de producción de energía que es necesario para funcionar correctamente. Pese a su dieta alta en calorías y grasas, Phelps tiene 4% de grasa corporal. 

Un nadador necesita seguir nadando para liberarse de este ácido y así ser capaz de alcanzar su máximo potencial; Phelps es particularmente bueno en esto, como explica a BBC Mundo el doctor José Gerardo Villa, de la Facultad de Medicina Deportiva de la Universidad de León, en España. 

"Phelps es un caso excepcional en su comportamiento metabólico al ácido láctico. Tiene la mitad de cargas de ácido láctico de lo que es normal, y eso le permite recuperar mejor para poder afrontar más pruebas competitivas", dice Villa. 

Eso, en Pekín, le permitió saltar de una prueba a otra -a veces con una diferencia de sólo una hora entre las competiciones- y seguir logrando medallas. 

Y hay otros detalles de su cuerpo que lo hacen especial: Phelps tiene doble articulación en sus tobillos que le permiten hacer un movimiento típico de bailarina de ballet, poniendo sus pies de punta y haciéndolos mover como verdaderas aletas con enorme agilidad. 

Esa enorme flexibilidad corporal es clave, como admite Fernando Canales, un ex nadador olímpico de origen puertorriqueño que es parte del grupo de entrenadores de Phelps en la Universidad de Michigan en Estados Unidos. 

Nuevas investigaciones científicas y especulaciones periodísticas aparecerán, hasta que un nuevo Michael Phelps -o él mismo- rompa nuevamente el récord y alcance más glorias deportivas. 

Tomado de:

La Nación

9 de agosto de 2016

El "cupping" y los extraños moratones circulares de Michael Phelps

Michael Phelps no solo llamó este domingo (07 de agosto de 2016) la atención del público por ganar su 19º medalla de oro olímpica o por participar en su quinta edición de unos Juegos Olímpicos, sino que también lo hizo por unos extraños moratones circulares que lucía en sus hombros y espalda. 





Las marcas del nadador estadounidense son producto de una terapia denominada cupping —masaje con ventosas— y que consiste en aplicar ventosas sobre el cuerpo, a las que se les extrae el aire, y que se manipulan con el fin de eliminar toxinas de la sangre. En teoría, esta técnica mejora el flujo sanguíneo y ayuda a relajar los músculos. 


Phelps, de 31 años, no es el único atleta que ha utilizado esta técnica en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Recientemente, el gimnasta estadounidense Alex Naddour publicó una foto en su cuenta de Instagram donde se veía una marca del cupping, así como el gimnasta Chris Brooks o la exnadadora Natalie Coughlin. "Este es el secreto que he utilizado este año y que me mantiene saludable", dijo Naddour a USA Today. "Es el dinero mejor gastado". 



Para realizar este masaje con ventosas se calientan unas pequeñas esferas de cristal que se colocan en la piel. El efecto vacío provoca que se succione la piel, mejorando así la circulación sanguínea y linfática, y haciendo que se relajen los músculos. Los moratones restantes duran, al menos, dos semanas.

Fuente:

El País (España)

¿Por qué Michael Phelps puede tomar 12.000 calorías al día y tú no?

El campeón olímpico podría comerse 12 hamburguesas diariamente y seguir consiguiendo medallas. Río 2016 acaba de empezar y ya ha colgado su 23ª medalla olímpica al cuello.

Quizá Michael Phelps no haya oído nunca el refrán español que dice que "quien no sirve para comer, no sirve para trabajar”; sin embargo, lo cumple a rajatabla. El nadador estadounidense, que superó a Mark Spitz consiguiendo ocho medallas en Pekín (lleva 23 en total y Río 2016 solo acaba de empezar), se echa al cuerpo 12.000 calorías todos los días, lo que equivale a 12 hamburguesas con sus patatas, postre y refrescos correspondientes. Algo así como comrese dos pollos a la brasa enteros en un día (con sus cremas y gaseosas), para contextualizar a nuestra realidad peruana. Es decir, casi cinco veces más de lo que consume una persona normal, que estaría en torno a las 2.500 calorías. Pero para concretar lo que comes tú –que te pasas el día en la oficina– y el campeón olímpico –que entrena en torno a cinco horas diarias– hemos querido comparar ambos menús, el tuyo y el suyo.



En colaboración con el Dr. Esteban Jódar, jefe del servicio de endocrinología del Hospital Universitario Quirón de Madrid, hemos confeccionado un menú para tu próximo día de oficina. Para hacer la prueba y teniendo en cuenta que todos somos diferentes, hemos elegido a un individuo estándar: hombre de 30 años, 75 kilos, que lleve una vida sedentaria y que consuma en un día unas 2.250 calorías. Nos referimos al prototipo de joven con trabajo, que vive de los tupper y, ¡ATENCIÓN!, hace las cinco comidas diarias recomendadas. Explicado esto, empecemos.

Tu menú (2.250 calorías)

Desayuno: leche con o sin café, una pieza de fruta y pan (50 gramos).
Media mañana: pan (60 gramos) y queso desnatado (30 gramos).
Comida: una ensalada, macarrones (50 gramos) con tomate (100 gramos) y carne picada (100 gramos), pan (40 gramos) y dos piezas de fruta.
Merienda: leche con o sin café y dos piezas de fruta.
Cena: sopa de pasta (50 gramos), merluzaa la plancha (150 gramos), Ensalada (150 gramos), pan (40 gramos) y dos piezas de fruta.
Antes de dormir: un vaso de leche.

El menú de Michael Phelps, cortesía de la BBC (12.000 calorías)

Desayuno: tres sándwiches de huevo frito, queso, tomate, lechuga, cebollas fritas y mayonesa; tres tortitas con chocolate, una tortilla de cinco huevos, una tostada con azúcar y sémola de maíz; y dos tazas de café.
Comida: pasta, dos sándwiches de jamón y queso con mayonesa en pan blanco; y bebidas energéticas.
Cena: otro plato de pasta con salsa carbonara, una pizza y bebidas energéticas.

¿Por qué Phelps puede y tú no?

Evidentemente los dos menús son orientativos. Ni Michael come todos los días lo mismo ni tú tienes por qué seguir al pie de la letra el menú que hemos confeccionado. Sin embargo, la respuesta a la pregunta que planteamos es muy sencilla y razonable. “Uno de los factores que diferencian el metabolismo de una persona y de otra es el esfuerzo físico. Tú en una hora puedes consumir unas 500 calorías jugando al tenis, pero también se puede llegar a las 1.000 calorías gastadas, dependiendo de la intensidad. El hombre que está en la oficina también gasta energía, evidentemente, pero no como Phelps, que entrena de cinco a seis horas diarias. Por lo tanto, uno necesita más que otro", explica el doctor Jódar. "Si Michael consumiera menos de 10.000 calorías, perdería peso, porque no estaría en sus niveles. Todo depende del trabajo que desempeñemos, por ejemplo un minero, por su actividad, necesitaría entre 7.000 y 8.000 calorías”.

Por otra parte, no es lo mismo alcanzar las 12.000 calorías comiendo hamburguesas que haciéndolo de forma saludable: “La comida basura tiene mucha densidad calórica, pero no es de calidad. Por eso la mayoría de los profesionales las ingieren mediante arroz, pasta y filetes, llegándolos a odiar. El deportista se tiene que preguntar cuánto necesito y qué voy a tomar”. En definitiva, si quieres comer lo mismo que Phelps ya puedes ir dedicando seis horas a entrenar todos los días. Si no, lo de comerte 12 hamburguesas al día tendrá que esperar.

Tomado de:

25 de agosto de 2015

Científicos daneses inventan un sistema que permite respirar debajo del agua

 
¿Te imaginas poder respirar debajo del agua sin necesidad de utilizar bombonas o cualquier otro aparato?. Pues según unos científicos de Dinamarca ese sueño ya es una realidad.

Gracias a un material cristalino denominado “Cristal de Aquaman” es posible extraer oxigeno del agua en tiempo real, sin consumo de otros recursos, incluyendo el propio cristal, que es necesario en cantidades mínimas para el proceso.

El artefacto funciona con cobalto, que actúa como un filtro para las partículas de agua, separando el oxígeno del hidrógeno. Además de eso, su capacidad de almacenamiento es gigantesca, en especial bajo altas presiones como en el fondo de la mar.

A pesar del tamaño, también por la alta concentración de oxígeno, una cucharadita de esos cristales sería equivalente al contenido de 3 tanques (botellas presurizadas), o lo suficiente para chupar todo el oxígeno de una habitación.

Además de su utilización para deportes y actividades de recreo, también facilita un uso medicinal que permitirá a asmáticos y personas con problemas de respiración salir de casa sin necesidad de cargar un tanque y una máscara.

Según Christine McKemzie, del equipo de investigadores, “Este mecanismo es bastante conocido por todas las criaturas terrestres que respiran. Los humanos y otras especies utilizan hierro, mientras que los crustáceos, arañas y otros pequeños animales utilizan cobre. Pequeñas cantidades de metales son esenciales para la absorción de oxígeno, por lo que no es tan sorprendente ver ese efecto en nuestro nuevo material”.
Fuente:
Bakio

20 de julio de 2014

¿Sabemos nadar de nacimiento?

Existe el falso y peligroso mito de que los bebés flotan en el agua por instinto. Lo que ocurre es que las crías humanas bloquean la entrada de agua con la boca abierta, un comportamiento innato que se pierde a partir de los seis meses, aproximadamente. También mueven las manos y los pies cuando son sumergidos, pero no sacan espontáneamente la cabeza; si los dejáramos solos, acabarían, por supuesto, ahogándose.
Únicamente algunos simios, como los macacos y los babuinos, son buenos nadadores. Nuestra especie forma parte de los primates de “secano”: la técnica de natación es un comportamiento aprendido. Al adquirir la bipedestación, los homínidos mantienen un equilibrio inestable en el agua para impedir que prevalezca el impulso de sacar la cabeza y adquirir la postura vertical. En cambio, los mamíferos cuadrúpedos prolongan el movimiento de marcha terrestre y flotan más fácilmente en horizontal.

Tomado de:

MUY

2 de julio de 2013

El peligro de nadar desdués de comer: ¿Verdad o Mito?

Todavía recuerdo cuán lento pasaba el tiempo cuando era niña y estaba en la playa, y tenía que esperar una hora después de terminar de comer mis emparedados antes de que me permitieran volver al agua.

La razón, me decían siempre, era que nadar con la barriga llena era peligroso pues a uno le podía dar un calambre o una punzada de dolor que le impidiera nadar, así que se podía ahogar.

¿Será cierto?

No hay evidencia de que hacer ejercicio después de comer dé calambre pero lo que sí sabemos es que el ejercicio vigoroso dirige el flujo de sangre del aparato digestivo hacia la piel y los músculos de los brazos y las piernas. (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1760153/pdf/v048p00435.pdf)

Así que si la comida todavía no ha sido completamente digerida, puede producir nauseas.

Es la misma razón por la que el miedo extremo da ganas de trasbocar. La respuesta de lucha o huida hace que se abandonen procesos menos urgentes como la digestión, desviando el flujo de sangre a los músculos para que uno se pueda defender físicamente o correr más rápido que nunca.

Los estudios sobre los calambres se han hecho con atletas en carreras de larga distancia o que estaban participando en triatlones, actividades que exigen mucho más vigor y resistencia que el tipo de chapoteo en el agua al que se dedican los niños en las vacaciones.

Los nadadores profesionales se aseguran de no competir con el estómago lleno, pero también de que han comido lo suficiente para tener la energía necesaria para desempeñarse óptimamente.

Cuando los nadadores de larga distancia o de aguas abiertas tienen que ir muy lejos, incluso comen durante la carrera. Si les dan calambres, son más bien resultado del esfuerzo excesivo; no parece estar relacionado con los alimentos.

Esas punzadas 

Hanser Garcia, nadador olímpico cubano

Los nadadores élite son más proclives a sentir DAT, aún más si habían comido mucho.


¿Y esas punzadas que dan en los lados del cuerpo? En español se les conoce de varias maneras, como "flatos de corredor", o "dolor de caballo o de yegua" o "dolor de vaso".

Aunque se sienten a veces igual que un calambre, los investigadores diferencian entre los dos.

Tienen un nombre médico: "dolor abdominal transitorio vinculado al ejercicio" (DAT), pero aún no se entiende completamente bien de qué se tratan.

En Australia, el científico de deporte Darren Morton ha dedicado su carrera a investigar el tema.

Descubrió que los nadadores élite son más proclives a sufrirlo que los corredores (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10694128).

La gente que ha ingerido una comida grande una o dos horas antes de la carrera eran más propensos a tenerlos, así hayan esperado la hora requerida antes del ejercicio (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16075775).

La buena noticia es que entre más viejo sea uno, menos le dan.

El estómago hinchado

Sin embargo, hay una teoría que podría explicar los DAT vinculados al ejercicio.
Morton notó que muchos atletas de larga distancia sentían el dolor durante la carrera poco después de pasar por la estación de bebidas para rehidratarse.

Decidió hacer un experimento, en el cual la gente tenía que tomar más fluidos que lo usual justo antes de hacer ejercicio.

Los que más se sintieron hinchados o sentían las punzadas eran los que tomaron jugo de frutas reconstituido.

Morton especula que el jugo hace que el estómago se hinche y eso pone presión en el peritoneo parietal, la capa exterior de la pared abdominal.

Es un área particularmente sensible, lo que puede explicar el dolor.

Si un estómago hinchado puede irritar el área y causar un DAT entonces, en principio, la comida podría hacer lo mismo. (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15118193)

Volvamos al agua 

Si a uno le da un DAT o un calambre, ¿hay alguna evidencia de que se ahogaría?


Niños saltando a la piscina

Algunos mitos sirven para otras cosas, como lograr que los niños hagan caso.


Si un niño está en aguas pandas, se puede parar. Además es posible flotar en la espalda si uno tiene un DAT.

Un niño sólo estaría en peligro si estuviera en aguas profundas, lejos de algo de lo que se pueda agarrar, sin saber nadar lo suficientemente bien para poder flotar: una situación en la cual meterse al agua no es conveniente, habiendo comido hace una hora o no.


Las estadísticas muestran que efectivamente muchos niños se ahogan en todo el mundo cada año. En China es la causa principal de muerte accidental entre los niños (http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs347/en/index.html).

Sin embargo, comer no figura como un factor que contribuye.

En su lista de los principales riesgos, el Centro para el control de la enfermedad de Estados Unidos, por ejemplo, incluye la inhabilidad de nadar, la falta de verjas alrededor de las piscinas, la falta de supervisión. Entre los adultos, otra causa principal es el ingerir alcohol antes de nadar (http://www.cdc.gov/homeandrecreationalsafety/water-safety/waterinjuries-factsheet.html).

A pesar de ello, hay otras buenas razones para no fomentar nadar justo después del almuerzo: para evitar sentirse mal y evitar el sol cuando está en su punto más caliente, por ejemplo.

Así que decirle a los chicos que se pueden ahogar porque acaban de comer puede ser una manera de lograr que le hagan caso.

Pero según la evidencia, no parece estar respaldado por la ciencia.

Fuente:

BBC Ciencia

2 de diciembre de 2012

El tamaño si importa... ¡para nadar!

Uno de los temas recurrentes del cine de ciencia ficción es la miniaturización de seres humanos, desde los clásicos El increíble hombre menguante y Viaje alucinante hasta las más recientes Cariño, he encogido a los niños y Arthur y los minimoys. La gran mayoría de estas películas, por no decir todas, caen en el mismo error: Los protagonistas beben o nadan con normalidad, cuando en realidad tendrían muchas dificultades para hacer esas cosas con su tamaño reducido, porque el comportamiento de los fluidos cambia con la escala.


Que el comportamiento de un fluido depende del tamaño ya lo podemos intuir cuando vemos películas en las que se han filmado escenas de barcos con maquetas a escala reducida: Ni el movimiento de los barcos ni la propia agua parecen reales.


Los físicos caracterizan el movimiento de los fluidos mediante un parámetro llamado número de Reynolds, que describe la importancia relativa de las fuerzas inerciales frente a las fuerzas viscosas en el fluido; cuanto mayor es ese número, mayor es el efecto de las primeras y menor el de las segundas. Las fuerzas inerciales son las que hacen que un nadador siga avanzando aunque deje de mover brazos y piernas, mientras que las fuerzas viscosas son las que oponen resistencia a ese movimiento y acaban por detenerlo.


El número de Reynolds depende de la densidad y viscosidad del fluido, pero también de su velocidad y del tamaño del objeto que se mueve en él (o del grosor de la tubería por la que fluye). Así, el número de Reynolds de un nadador humano es de unos 10 millones, mientras que el de una bacteria es de 0,00001. En el primer caso, las fuerzas dominantes son las de inercia, mientras que en el segundo es todo lo contrario. Un nadador, o una embarcación, siguen moviéndose durante un tiempo aunque dejen de propulsarse, mientras que una bacteria en el mismo caso se detiene inmediatamente. En términos prácticos, el agua opone más resistencia al movimiento cuanto menor es el tamaño y la velocidad del objeto que se mueve en ella.


El estudio de los líquidos a escala microscópica tiene multitud de aplicaciones prácticas, desde la medicina hasta la nanotecnología. Pero resulta más fácil realizar los experimentos con maquetas de nuestro tamaño. Para que esas maquetas se comporten como objetos microscópicos es preciso reducir su número de Reynolds, lo que se logra sustituyendo el agua por un líquido más viscoso; tan viscoso, de hecho, como la miel. Así deberían experimentar el agua los miniaturizados protagonistas de las películas que citábamos; les resultaría enormemente difícil nadar e incluso beber.


Otra consecuencia del aumento de las fuerzas viscosas a pequeña escala es el llamado teorema de la vieira. La vieira, ese exquisito molusco, se desplaza cerrando violentamente sus valvas, con lo que el chorro de agua que expulsa propulsa su cuerpo hacia atrás. El teorema de la vieira afirma que un movimiento de vaivén como ése sólo es eficaz cuando el número de Reynolds es alto. A bajo número de Reynolds, cuando las fuerzas viscosas dominan a las inerciales, la apertura de las valvas generaría el mismo impulso que su cierre, pero en sentido contrario; el desplazamiento neto de la vieira sería nulo. A un nadador humano le ocurriría lo mismo con el movimiento de vaivén de las piernas en el estilo libre; a escala normal genera alrededor de la quinta parte del impulso total, pero a escala reducida, en un líquido tan viscoso como la miel, no produciría ningún impulso. Más dificultades para nuestros protagonistas.


Pero, pensándolo bien, el error es disculpable, ya que si llevamos la física hasta sus últimas consecuencias, los personajes tendrían incluso dificultades para respirar, ya que el aire también es un fluido. Y si los personajes no pueden respirar, nos quedamos sin película.


Tomado de:

El Neutrino

13 de julio de 2010

¿Por qué los negros son mejores velocistas y los blancos destacan en natación?


Martes, 13 de julio de 2010

¿Por qué los negros son mejores velocistas y los blancos destacan en natación?

Científicos creen tener la clave de qué lleva al podio a deportistas de diferente color: el centro de gravedad de su cuerpo

Usain Bolt y Michael Phelps. Pueden ser los dos grandes ejemplos que ilustran esta investigación. El primero, jamaicano, negro, es campeón olímpico de 100 y 200 metros y recordman mundial en estas dos pruebas. El segundo, blanco y estadounidense, batió en Pekín 2008 el récord de medallas de oro en unos Juegos Olímpicos. Su especialidad, la natación. Si uno repasa los últimos récords, los mejores velocistas de elite suelen ser jamaicanos, africanos y canadienses, todos de ascendencia africana, mientras que los nadadores más rápidos son blancos, muchos de origen europeo. Un equipo de científicos, dirigido por Adrian Bejan, un investigador de la Pratt School, la escuela de ingeniería de la Universidad de Duke, cree tener la respuesta que explica la diferencia de «color» a la hora de subirse al podio en diferentes disciplinas. Y es, nada menos, que el centro de gravedad del cuerpo de los atletas negros es más alto que el de los blancos. El estudio aparece publicado en la revista Internacional Journal of Design and Nature and Ecodynamics.


Usain Bolt

Según los investigadores «hay una serie de evidencias que demuestran que existen claras diferencias en los tipos de cuerpos de blancos y negros». Los deportistas de color «suelen tener miembros más largos con menores circunferencias, lo que significa que sus centros de gravedad son más altos en comparación a los blancos de la misma altura», explica Edward Jones, coautor del estudio, especializado en nutrición y antropometría, el estudio de la composición corporal.

Esto les beneficia a la hora de correr, de acuerdo a las leyes de la locomoción. «Los asiáticos y blancos tienen torsos más largos, y sus centros de gravedad son más bajos, lo que facilita nadar más rápido». El centro de gravedad de los asiáticos es aún más ventajoso para nadar, pero como no son tan altos, es más difícil que se impongan.

Ventaja en el agua

El experto se refiere a estudios anteriores sobre el cuerpo humano que encontraron que, como promedio, el centro de gravedad del cuerpo es aproximadamente un 3% más alto en los negros. Con esta diferencia biológica, los investigadores calcularon que los velocistas negros son un 1,5% más rápidos que los blancos, mientras que estos tienen la misma ventaja en el agua. La diferencia puede parecer pequeña, pero no lo es si se tiene en cuenta que los récords mundiales se rompen por fracciones de segundo.

Bejan ha explicado al diario The Daily Telegraph que se trata de un estudio científico, no una cuestión de opinión. A pesar de ello, ha reconocido tener alguna preocupación porque la investigación se malinterprete. En ningún caso se habla de una raza mejor que otra, sino de capacidades físicas distintas a muy alto nivel. De igual forma, Jones concede que los factores sociales y culturales también pueden influir a la hora de tener éxito en un deporte.

Fuente:

ABC (España)

17 de agosto de 2008

La dieta de Michael Phelps

La dieta de Michael Phelps

Michael Phelps, el atleta olímpico más exitoso de todos los tiemposs consiguió batir todos los récords.

Phelps, cuenta con un total de 14 medallas de oro, ocho de ellas ganadas en Beijing.

El tiburoón de Baltimore, de 23 años, quebró en los Juegos Olímpicos de Beijing el récord de su compatriota Mark Spitz, que había ganado siete medallas de oro en Munich 1972, con una victoria en los 100 metros combinados con relevos.

El récord de Spitz se había mantenido por 36 años, pero la espera por alguien que mejore la marca de Phelps podría tomar otro siglo, según algunos especialistas.

Y muchos -profesionales y principiantes- desearían poder imitarlo en sus proezas físicas. Una de las formas sería siguiendo la rigurosa dieta del atleta, y eso es lo que estuvo investigando la BBC.





Así, se descubrió que Phelps come lo siguiente:

  • Para el desayuno: tres sándwiches (emparedados) de huevos fritos, con queso, tomate, lechuga, cebollas fritas y mayonesa; luego, tres panqueques con pedacitos de chocolate; una tortilla de cinco huevos, tres tostadas cubiertas en azúcar y un tazón de una avena de maíz; todo eso, con dos tazas de café.

  • Para el almuerzo: medio kilo de pasta enriquecida; dos sándwiches de jamón y queso en pan blanco con mayonesa; para tomar, bebidas energizantes.

  • Para la cena: otro medio kilo de pasta -quizás con salsa carbonara- más una pizza grande y más bebidas energizantes.

Estas combinaciones quizás no suenen muy saludables.

Al sumarlas, dan un total de 10 000 a 12 0000 calorías por día, lo que podría alimentar a cinco hombres adultos promedio.

Y aún si Phelps, de 23 años de edad, pasa cinco horas cada día quemando calorías, la dieta parece excesiva.

Para que tengan idea, eso hace 12000 calorias diarias,mientras que un adulto normal solamente necesita 2000 calorias diarias

¿Está Phelps siguiendo algún tipo de programa dietético especial dictado por un gurú?

Barbara Lewin, una nutricionista que ha aconsejado a atletas internacionales por más de dos décadas, no cree que sea así.

"A nivel de salud, si siguiese comiendo así a largo plazo, probablemente tendría que visitar a un cardiólogo de manera regular", dijo Lewin a la BBC.

Ella recomienda evitar las yemas de los huevos, reemplazar el pan blanco con pan integral, agregar más frutas y verduras en la dieta, y expandir los alimentos a lo largo del día, ingiriendo alimentos de manera más frecuente.

Contando carbohidratos

Pero pese a que la calidad de las calorías que ingiere Phelps -que mide 1,93 metros- parece poco sana, Lewin sugiere que esa dieta está basada en las razones adecuadas.

"He trabajado con más de 1.000 atletas de alto rendimiento -corredores y nadadores- y uno de los problemas más comunes es que no consumen suficientes carbohidratos", afirma.

"Nueve de cada diez casos de atletas no están rindiendo al máximo, se deben a que no comen carbohidratos suficientes, que es lo que los músculos necesitan para reponerse", explica Lewin.




Esto también sirve para poder soportar el intenso ritmo de competencia en torneos como los Juegos Olímpicos: entre la carrera que le dio su décima medalla de oro y la carrera por la que recibió la undécima presea, Phelps sólo tuvo una hora de descanso.

Por ellos, la abundantes cantidades de carbohidratos que consume -en el pan y en la pasta- se digieren rápidamente y le proporcionan energía de manera instantánea.

Mantener un buen nivel de carbohidratos, afirma Lewin, también permite que los atletas eviten el momento en el que, como el cuerpo ha usado todo su "combustible" de carbohidratos-, se dispare el proceso muy poco eficiente de quemar grasas para obtener energías.

Acumulamiento

La dieta de Phelps, sin embargo, no es recomendable para todos.

Debido a su físico musculoso, el metabolismo del nadador -el proceso por el cual la comida se transforma en energía- excede en gran medida al de un adulto normal, como explica Jeff Kotterman, director de la Asociación Nacional de Nutrición del Deporte de Estados Unidos.

"Es una combinación de desempeño máximo junto al hecho de que tiene un metabolismo enorme: él quema más calorías sentado en un escritorio que lo que mucha gente quema caminando", dijo Kotterman a la BBC.

Además, sugiere que Phelps, con un monto de grasa corporal de 8%, probablemente queme 1.000 calorías por hora de ejercicio durante su entrenamiento de nadador, mientras que el ejercicio equivalente en una persona común -caminar rápidamente- quema entre 170 y 240 calorías.

Por eso, intentar imitar la dieta de Phelps consumiendo más de 12.000 calorías por día para logar su físico no es una buena idea.

Unos 450 gramos de grasa contienen alrededor de 3.500 calorías, por lo que un hombre común agregaría casi un kilo y medio de grasa por día.

Pero con sus proezas en Pekín, Michael Phelps ha demostrado que no es un hombre común.

Fuentes:

BBC en español

The Guardian

¿El secreto? Las calorías y la siesta

Menú alternativo para Phels
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