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12 de marzo de 2020

Por qué hay que prohibir que nos manipulen el cerebro antes de que sea posible

El científico Rafael Yuste, impulsor de la mayor iniciativa para conocer el cerebro, reclama a los Gobiernos la creación de nuevas leyes frente a los riesgos de la neurotecnología.


“Tenemos una responsabilidad histórica. Estamos en un momento en que podemos decidir qué tipo de humanidad queremos”. Son palabras mayúsculas, tanto como el reto que se plantea Rafael Yuste. A este neurocientífico español, catedrático de la Universidad de Columbia (EE UU), le susurran en la conciencia los fantasmas de otros grandes científicos de la historia que abrieron la caja de Pandora. Él, que ha impulsado la iniciativa Brain, la mayor apuesta por descubrir los secretos del cerebro, no elude su responsabilidad: “Lo llevo como un deber”. Yuste sabe bien lo que su campo, la neurotecnología, ya es capaz de ver y hacer en nuestras mentes. Y teme que se nos vaya de las manos si no se regula. Por eso reclama a los Gobiernos de todo el mundo que creen y protejan unos derechos de nuevo cuño: los neuroderechos. Chile quiere ser el primer país que los recoja en su carta magna y ya se está negociando para que este espíritu se incluya en la estrategia del Gobierno español para la inteligencia artificial.

El año pasado, Yuste consiguió manipular el comportamiento de unos ratones. Y lo hizo interviniendo en los pequeños cerebros de estos roedores, amaestrados para sorber zumo cuando ven unas rayas verticales en una pantalla. Yuste y su equipo habían apuntado las neuronas concretas que se disparaban en ese momento y las estimularon directamente cuando en la pantalla no se veían las barras. Pero los ratones sorbieron zumo como si las hubieran visto. “Aquí en Columbia un colega mío ha desarrollado una prótesis visual inalámbrica para invidentes con un millón de electrodos, que permite conectar a una persona a la red. Pero también se puede usar para crear soldados con supercapacidades”, advierte Yuste. Ese aparato, financiado por Darpa (la agencia de investigación del Ejército de EE UU), podría estimular hasta 100.000 neuronas, aportando destrezas sobrehumanas.

Cuando Yuste comenzó hace dos años a trabajar en la iniciativa de los neuroderechos era casi un planteamiento abstracto, de ciencia ficción. "Pero ha aumentado la urgencia de la situación, hay problemas bastante serios que se nos vienen de frente; las compañías tecnológicas se están metiendo en esto de cabeza porque piensan, de manera acertada, que el nuevo iPhone va a ser una interfaz cerebro-computadora no invasiva", advierte Yuste. El hombre que impulsó un proyecto en EE UU de 6.000 millones de dólares para investigar el cerebro enumera con preocupación los movimientos de los últimos meses. Facebook ha invertido mil millones de dólares en una compañía que comunica el cerebro con los ordenadores. Y Microsoft otros mil millones en la iniciativa de inteligencia artificial de Elon Musk, que invierte 100 millones en Neuralink, una compañía que implantará finísimos hilos en el cerebro de sus usuarios para aumentar sus competencias. Y a Yuste le consta que Google está haciendo esfuerzos parecidos que no son públicos. Ha llegado la era del neurocapitalismo.

“Estas grandes tecnológicas se están poniendo nerviosas para no quedarse atrás con el nuevo iPhone cerebral. Tenemos que acudir directamente a la sociedad y a quienes hacen las leyes para evitar abusos", afirma. La tecnología impulsada por Musk pretende ayudar a pacientes con parálisis o extremidades amputadas a controlar su expresión y movimiento o a ver y oír solo con el cerebro. Pero no oculta que el objetivo final es el de conectarnos directamente con las máquinas para mejorarnos con inteligencia artificial. La iniciativa de Facebook es similar: una empresa con el historial de respeto por la privacidad como la de Zuckerberg, accediendo a los pensamientos de sus usuarios.



4 de marzo de 2020

La creatividad: el campo de batalla definitivo entre la inteligencia artificial y la humana


¿Cómo innova una máquina? 

Desde una perspectiva teórica, la creatividad y la innovación son procesos de búsqueda y combinación. Empezamos con un trozo de conocimiento y lo conectamos con otro trozo para crear algo nuevo y útil.

En principio, esto también es algo que puede ser hecho por máquinas. De hecho, son excelentes almacenando, procesando y haciendo conexiones entre datos.

Las maquinas producen innovaciones usando métodos generativos. Pero ¿cómo ocurre eso exactamente?

Hay diferentes estrategias, pero lo que es tecnología de punta se llama "red generativa antagónica"

Por ejemplo, piensa en una máquina que debe crear un retrato nuevo de una persona. Las redes generativas antagónicas abordan esa tarea creativa con la combinación de dos tareas secundarias.

La primera parte es el generador, que produce nuevas imágenes a partir de una distribución aleatoria de píxeles. La segunda parte es el discriminador, que le dice al generador qué tanto se aproximó a producir un retrato que parezca auténtico.

¿Cómo hace el discriminador para saber cómo se ven los humanos? Pues bien, se le alimenta con muchos ejemplos de retratos de personas reales antes de empezar la tarea.

En base a la información del discriminador, el generador mejora su algoritmo y sugiere un nuevo retrato.

Este proceso se repite una y otra vez hasta que el discriminador decide que el retrato se aproxima a los ejemplos que tiene en su memoria. Este proceso da como resultado un retrato que se parece muchísimo a un humano real.

La "chispa humana" 

Pero, aunque las máquinas puedan innovar en base adatos, eso no quiere decir que vayan a hacer sombra a la creatividad humana en breve.

La innovación es un proceso de resolución de problemas. Esto es, para que una innovación exista, hay que combinar los problemas con las soluciones.

Los humanos pueden ir en cualquiera de las direcciones: pueden empezar con un problema y resolverlo, o pueden partir de una solución y tratar de buscar nuevos problemas en torno a esta.

Un ejemplo de este último tipo de innovación es el Post-it (el papelito rectangular para escribir notas con adhesivo en una de las esquinas).

Un ingeniero desarrolló un pegamento que no era muy fuerte y lo dejó en su escritorio. Y un colega se dio cuenta de que esa era precisamente la solución que evitaría que se cayeran las notas que añadía a su partitura durante sus ensayos corales.

Al utilizar datos y código para formular problemas explícitos, la inteligencia artificial también puede ofrecer soluciones.

Sin embargo, identificar un problema es más difícil para las máquinas, ya que estos no suelen estar incluidos en los datos a partir de los cuales innovan las máquinas.

Es más, la innovación suele estar basada en las necesidades que ni siquiera sabíamos que teníamos.

Pensemos en el walkman. Aun cuando ningún consumidor manifestó el deseo de escuchar música mientras caminaba, esta innovación fue un gran éxito.

Así como es difícil formular ese tipo de necesidades latentes, también es improbable que entren a formar parte de los archivos de datos que las máquinas necesitan para inventar.

Los humanos y las máquinas se nutren de distintas materias primas para innovar.

Mientras las personas se basan en toda una vida de experiencias para generar ideas, las máquinas se limitan a hacerlo usando los datos con las que las alimentamos.

Estas últimas puede, pues, generar innumerables innovaciones, versiones nuevas en base a datos que van recibiendo.

Pero es poco probable que los inventos revolucionarios vengan de las máquinas, pues estos suelen crearse generalmente al relacionar campos distintos y desconectados. Un ejemplo de ello es el snowboard, que combina el mundo del surf con el esquí.

Lea el artículo completo en: BBC Mundo



14 de febrero de 2020

Dopamina, el neurotransmisor que nos puede convertir en adictos al juego

Tomar riesgos es parte de la naturaleza humana. 

Ya sea jugando con una máquina tragamonedas o montando una patineta: todos los días hacemos algo que nos ofrece tanto un potencial de riesgo como recompensa.

Lo que nos motiva a asumir estos riesgos es la liberación de dopamina.


Esta sustancia química activa las mismas vías de recompensa placentera en nuestro cerebro que si disfrutáramos de nuestra comida favorita o tuviéramos relaciones sexuales.

Asumir riesgos puede ayudar a avanzar en la raza humana cuando fomenta el espíritu emprendedor, la innovación y una mayor creatividad.
 
Pero cuando el deseo de correr mayores riesgos acaba por causar daño, pueden surgir problemas.

Esto incluye la adicción al juego, que se estima que afecta hasta al 1% de la población, según el Real Colegio de Psiquiatras de Reino Unido.

Los últimos intentos por hacerle frente incluyen planes para prohibir las apuestas en internet con tarjetas de crédito y hacer que el tratamiento esté disponible más fácilmente.

¿Quiénes tienen problemas con el juego?

El juego extremo es reconocido como un trastorno por la Organización Mundial de la Salud.

La mayoría de personas pueden disfrutar haciendo una apuesta de vez en cuando, incluso si pierden algo de dinero.

Pero para algunos jugadores esto se convierte en un problema cuando las apuestas alteran o comprometen sus vidas y las de sus familias.

¿Por qué algunas personas tienen este problema?
 
El juego, junto con el uso de sustancias como las drogas y el alcohol e incluso otras actividades como ir de compras, puede convertirse en una adicción cuando su uso se vuelve compulsivo y se escapa de nuestro control.

Estas adicciones provienen de dos vías de recompensa separadas en el cerebro que afectan nuestro comportamiento: la de "gustar" y la de "necesitar o buscar algo". 

La primera describe el placer espontáneo de comer una galleta de chocolate. La segunda es nuestro deseo de comer una cuando vemos un paquete de galletas de chocolate en el supermercado.

Necesitar o buscar algo nos motiva, nos hace desear cosas y hacerlas repetidamente.

En pocas palabras, la adicción puede verse simplemente como un nuevo cableado de estos sistemas de recompensa en el cerebro.

Cuando las personas se vuelven adictas al juego o a las drogas, estos sistemas de "gustar" y "necesitar o buscar algo" ya no están entrelazados.

El de "necesitar" permanece constante, pero la sensación de que nos gusta lo que conseguimos se va reduciendo.

Así, la persona adicta necesita involucrarse más en la actividad o en la toma de sustancias para obtener el mismo placer que sentía antes. 

Lea el artículo completo en: BBC Mundo


El circuito del miedo en los seres humanos


El primer sitio donde se localiza el miedo reside en el cerebro, en una estructura -con forma de almendra- denominada amígdala. Encargada de controlar y procesar emociones, la amígdala da la señal de alarma ante nuestros miedos más primitivos y, lo que es más importante, los pone en relación con el resto del cerebro. Gracias a esta estructura compleja nuestra especie ha sobrevivido, puesto que la amígdala ha hecho saltar las alarmas orgánicas de nuestros antepasados cuando se presentaban estímulos amenazadores para su integridad física. De esta manera, ante un indicio de peligro, la amígdala se pone en marcha, emitiendo una señal al resto del cuerpo. Incluso, hay ocasiones, en las que la amígdala se pone activa antes de que seamos conscientes del peligro. Es cuando empieza la sudoración.

Con esto, bien puede decirse que el miedo es una respuesta defensiva tan antigua como el mundo y que nos sirve para ser conscientes del peligro cercano. De hecho, ya hemos visto que en las sociedades primitivas el miedo servía para proteger la vida. De manera parecida, en épocas no muy lejanas, el terror desplegado por los gobiernos totalitarios en Europa sirvió a los regímenes para salvaguardarse a sí mismos.


16 de diciembre de 2019

Capitalismo, pseudociencias y ‘mansplaining’

Fragmento de 'Ciencia sin ficción', un libro formado por cinco peculiares narraciones recién publicado por Debate.

[Este texto es un fragmento de uno de los capítulos de Ciencia sin ficción. Publicado por Debate, el libro consta de cinco relatos que usan la ciencia como hilo conductor para desarrollar tanto la literatura de no ficción como una ficción alejada de la idea intuitiva y actual de la ciencia-ficción.]

Uno de los rasgos que identifica a buena parte de las pseudociencias es que suelen tener un componente de autoridad bastante marcado, por lo general ejercido originalmente por una figura masculina que lidera esa disciplina o ese modo de pensar. Es lo que sucede, por poner algunos ejemplos, con la homeopatía y su inventor, Samuel Hahnemann; con la antroposofía y Rudolf Steiner; con la cienciología y Ron Hubbard, o con los antivacunas y el exmédico que logró su mayor éxito manipulando estudios, Andrew Wakefield. En particular, como ha señalado el filósofo sueco y director del departamento de Filosofía e Historia de la Tecnología en el Real Instituto de Tecnología de Estocolmo Sven Ove Hansson, el campo del negacionismo científico suele ser extraordinariamente masculino. "Las mujeres son infrecuentes tanto en la negación de la evolución como en la negación de la ciencia del clima. Esto es mucho más notable en el primer caso. En comparación, hay una presencia fuerte de mujeres en las ciencias biológicas legítimas, pero están virtualmente ausentes de las actividades de negación evolutiva y creacionismo —asegura Hansson en su ensayo Science denial as a form of pseudoscience. Y añade —: Este dominio masculino es difícil de explicar, pero [...] la audacia de afirmar que uno entiende un tema mejor que todos los expertos puede ajustarse más a los estereotipos masculinos que a los femeninos". Lo que hoy conocemos como mansplaining —esa necesidad paternalista de los varones de explicarles las cosas a las mujeres, aunque estas sepan más que ellos—, pero en versión pseudocientífica.

También era hombre y líder pseudocientífico Harold Camping, el octogenario pastor estadounidense que convenció a toda su congregación de que el 21 de mayo de 2011 sería el día del Juicio Final. Como seguramente habrá notado el lector, se equivocó. Este anuncio fracasado proporcionó una oportunidad magnífica para estudiar los mecanismos que se desatan en nuestro interior cuando caemos por la pendiente del autoengaño pseudocientífico. Y, sobre todo, para explicar lo complicado que es escapar de las decisiones erróneas por culpa de las disonancias cognitivas. En el documental Right Between Your Ears, la psicóloga social Carol Tavris explica a la perfección lo que sucedió con Camping y sus seguidores, pero también lo que nos pasa a todos nosotros en la mayoría de nuestras decisiones, mucho más cuanto más importantes. Cuando una persona da un paso en una dirección, explica Tavris, trata de justificar esa elección, lo que pone en marcha una serie de autojustificaciones que llevan a nuevas acciones, que a su vez llevan a nuevas autojustificaciones. Y esa es la razón por la que, cuanto más tiempo y esfuerzo invierte alguien en tomar una posición en público, más difícil le resultará decir: "Ay, madre, que estaba equivocado". "La disonancia cognitiva es un estado de tensión que se produce cuando una persona posee dos cogniciones (ideas, actitudes, creencias, opiniones) que son psicológicamente inconsistentes, como 'fumar es algo tonto porque podría matarme' y 'fumo dos paquetes diarios"— explica Tavris en su libro Mistakes Were Made (But Not by Me). Y añade —: La disonancia produce un malestar mental que abarca desde dolores menores hasta angustias profundas; la gente no descansa hasta que encuentra una forma de reducirla". Como bien explica, todos nos consideramos más listos que la media, más justos, más acertados... Y ante la prueba de que nos hemos equivocado tenemos dos opciones: revisar nuestra visión de nosotros mismos o rechazar lo que nos deja en evidencia. La disonancia es tan incómoda como el hambre o la sed y nos obliga a actuar para mitigarla, aunque sea de la forma más absurda.

Este concepto fue desarrollado por Leon Festinger en la década de 1950 tras seguir a un grupo apocalíptico parecido al de Camping. En aquella circunstancia, el evento del fin del mundo acabaría con los elegidos, ellos, salvándose en naves espaciales extraterrestres que acudirían a rescatarlos antes del cataclismo definitivo. Festinger hizo su propia predicción: aquellos fieles que dudaron en el último momento del credo, que se quedaron en casa a esperar el final, terminarían alejándose progresivamente de la secta. En cambio, pensaba él, aquellos que vendieron sus posesiones para seguir la profecía hasta el final saldrían más reforzados en su fe a pesar del fiasco de descubrir que no había apocalipsis. Cuando llegó la noche marcada y no aparecía ninguna nave espacial, la ansiedad empezó a hacer presa de los fieles. ¿Realmente estaban tan engañados? ¿Habían arruinado sus vidas para nada? La angustia los consumía y, dándole vueltas a lo sucedido, llegaron a una revelación: en realidad, su fe había salvado a la humanidad. Dios se había sentido conmovido por la devoción de ese increíble grupo de fieles y había pospuesto el Juicio Final. Salieron de allí aún más convencidos de sus creencias. La disonancia se había resuelto huyendo hacia delante. Y Festinger estaba en lo cierto. Como explica Tavris, es como si cada paso que damos en una dirección lo hiciéramos descendiendo por una de las paredes de una pirámide, lo que hace más probable que el siguiente paso sea en ese mismo sentido y mucho más improbable que optemos por el cambio de orientación, que implicaría escalar en contra de nuestra propia decisión anterior.

El artículo completo en: El País (España)
 

29 de noviembre de 2019

Stanislas Dehaene: cómo aprende el cerebro y cuál es el método más eficaz

“Todos los niños vienen curiosos. Habría que preguntarse si la escuela no mata esa curiosidad”, planteó Dehaene.


Stanislas Dehaene da clases en el Collège de France y ganó el Brain Prize, considerado como el “Nobel de neurociencia”. Es catalogado como uno de los máximos exponentes en la materia, pero cuando se le pregunta qué es la inteligencia prefiere citar a un colega. “Demis Hassabis, CEO de DeepMind, dice que la inteligencia es la capacidad de transformar informaciones brutas en conocimientos utilizables. Eso, al final y al cabo, es el aprendizaje -agrega él-. implementar herramientas mentales para aplicar a situaciones extremadamente diferentes unas de las otras".

-¿Cuánto hay de innato y cuánto de adquirido?
-La máquina que es nuestro cerebro se basa en muchas cuestiones innatas. Es uno de los grandes descubrimientos de los últimos veinte años. En mi laboratorio también vimos que el cerebro de los niños muy pequeños ya está extremadamente organizado. Desde el nacimiento observamos circuitos cerebrales muy próximos a los que van a tener de adultos. Los bebés ya aplican funciones de muy alto nivel como el sentido de las probabilidades, de los números, del espacio. Nuestro cerebro proyecta sobre el mundo exterior para poder aprender.

-¿Todos los bebés nacen con un punto de partida similar?
-Sí, efectivamente. Los competencias matemáticas o proto-matemáticas ya existen desde los primeros días de nacidos y son idénticas tanto para varones como para mujeres.

-¿Cómo puede ser posible que tengan competencias matemáticas sin ni siquiera haber visto un número?
-Sigue siendo un misterio. Pero el cerebro se autoorganiza, como si fuera un mapeo. Está lo que se llama el GPS cerebral, que es un espacio que está entre el hipocampo y la corteza temporal. En las investigaciones con ratones se ve cómo ellos mapean el espacio. Este circuito ya está presente en el primer día que el ratón empieza a moverse.

-En su libro afirma que el cerebro del niño es superior a cualquier inteligencia artificial.
-Sí, por lo menos por ahora.

-¿Cree que en el algún momento la IA lo va a superar?
-Como hipótesis de base no puedo decir que eso no vaya a suceder. Por el momento les faltan algunos de los pilares de aprendizaje que aplicamos los humanos. Las máquinas hoy usan muchos menos datos para aprender. El cerebro humano descubre regularidades explícitas. Todo aquello que conocemos lo podemos reformular y transmitir. Esto es la base de la educación: somos la única especie que puede autoeducarse.


8 de octubre de 2019

Ray Kurzweil: 2045 podrás hacer un backup de tu cerebro y guardarlo en la nube


¿Podremos, algún día, hacer un backup de nuestro cerebro?

Sí, si podremos, y eso sucederá cuando las máquinas sean más más inteligentes que los humanos.

Y esto sucederá en el año 2045, según Ray Kurzweil.

¿Y quién es Ray Kurzweil?

Ray Kurzweil, conocido como el Nostradamus del siglo XXI, y considerado cono la autoridad número 1 en inteligencia artificial escribío dos libros: "La Era de las máquinas inteligentes" (1990) y "La Era de las Máquinas Espirituals" (1999), en estos libros aparecían muchas profecías que se han ido cumpliendo.

Veamos algunas de estas "profecías":

a) Vaticinó que en 1998 una computadora vencería a un campeón mundial de ajedrez. Y en 1996 una supercomputadora de IBM, la Deeep Blue, derrotó a Gary Kasparov. Deeep Blue podía calcular más de dos millones de posiciones por segundo.

b) Anticipó que en el año 2000 los seres humanos podrían caminar con prótesis tecnológicas, esto, hoy en día, ya es una realidad.

c) También predijo que en el 2010 las computadoras estarían respondiendo preguntas de manera inalámbrica. Algo que, como todos sabemos, se ha cumplido.

d) Asimismo, Ray Kurzweil predice que en la década del 2020 se curarán casi todas las enfermedades humanas gracias a los nano robots. Cientos, o quizá miles, de robots microscópicos ingresarána  tu organismo para librarte de las enfermedades. Un ejército de nanorobots limpiará tus arterias de colesterol. ¿Tienes dólor en la espalda? ¡No hay problema! Un ejército de nanorobots se encargará de los nervios de esa zona para que el dolor desaparezca. Gracias a los nanorobots se mejorará nuestro sistema inmunológico y podremos derrotar todas las enfermedades, incluso el cáncer. Y viviremos muchos, muchos más años. Los científicos más radicales afirman inclusive que la muerte es una enfermedad, y que podremos derrotar a la muerte, lo que significaría que podríamos llegar a ser inmortales, ¿crees tú que en futuro próximo llegaremos a ser inmortales?

e) También en la década del 2020 los vehículos sin conductor se habrán vuelto más seguros que los autos con chofer. Y es más, se prohibirá manejar en las autopistas para darle más fluidez al tráfico y mejorar la seguridad. Según Kurzweil, a más tardar en el año 2029 estaremos rodeados de taxis voladores como en la película "El Quinto Elemento" o "Blade Runner"

f) En el 2029 una computadora será capaza de superar el test de Turing. Esto significa que las computadoras tendrán inteligencia a nivel humano. Sí: las computadoras y las máquinas llegarán a ser tan inteligentes como nosotros.


g) En 2040 se creará la niebla útil, un material inteligente con el cual se podrá producir cualquier objeto. Se podrá imprimir casi cualquier cosa.

En la actualidad ya se pueden imprimir prótesis para manos y piernas, y también se pueden iprimir casas y hasta puentes. Imagínate, si deseas un cenicero o un reloj de pared, lo podrás imprimir cpon el color y diseño que tu quieras. También se podrán imprimir las partes de un misil, un tanque de guerra y un avión de combate, sí, se podrán imprimir topdas las partes y luego se podrán armar, como si fuera un juego de Lego. ¿Llegará un momento en la que se podrá imprimir alimentos? ¿Tú qué crees? Dejame tus idas en los comentarios.

h) En el año 2045 podremos conectar nuestro cerebro a la nube y ampliaremos nuestra inteligencia a una capacidad 10 000 veces mayor que las nuestros smartphones. Y eso no es todo, podremos hacer un backup, o copia de seguridad de todos nuestros pensamientos. ¡Alucinante!

Todos, sí, TODOS tus pensamientos de toda tu vida se podrán almacenar, ya no tendrás necesidad de recordar porque todas tus vivencias e ideas estarán guardados en la nube.  Podrás observar tu parto, tus primeros pasos y todas las clases que llevaste en todas las escuelas a las que asististe. 

Y podrás aprender muchas cosas en poco tiempo. Como en la película Matrix, cuando Neo dice: "Ya sé Kung Fu".

i) Y también en el 2045 la inteligencia artificial superará a la inteligencia humana. Estas computadoras se podrán implantar en nuestros cerebros con lo que nuestra inteligencia se podrá expandir a límites inimaginables.

Además, en el año 2045 las computadoras serán tan inteligentes que podrán diseñar y construir otras máquinas.

j) De los cuerpos robóticos a los cuerpos virtuales. Si nuestra mente puede ser subida a alguna computadora y la realidad virtual es totalmente envolvente, entonces no cabe duda que nuestros cuerpos van a ser virtuales, también.

“Los cuerpos virtuales serán tan detallados y convincentes como cuerpos reales", dice Kurzweil. “Nosotros necesitamos un cuerpo, nuestra inteligencia está dirigida hacia un cuerpo, pero no tiene por qué ser un cuerpo frágil, biológico que esté sujeto a todo tipo de fallos”. Con tu mente en la nube se podría reemplazar tu cuerpo de carne y hueso por un cuerpo de metal: un cyborg o un robot.

Inclusive ya no necesitariamos un cuerpo, porque seremos capaces de cambiar nuestro cuerpo virtual, tal y como lo hacemos actualmente con los videojuegos. En otras palabras, si tu mente está en una computadora ya no tendrías necesidad de un cuerpo, podrías elegir vivir con un cuerpo virtual: tú mente y tú cuerpo vivirían en una computadora. ¡Y esto si es verdaderamente alucinante!

Las computadoras podrían llegra a dominarnos

Y si las computadoras son más inteligentes que nosotros los humanos, ¿podrán dominarnos algún día? Es una pregunta que parece de ciencia ficción, pero es un temor real para Stephen Hawking, Elon Musk y Bill Gates.

¿Si un software llegará a ser más inteligente que nosotros podría empezar a dominarnos?

Al parecer las nuevas tecnologías no dominarán al hombre, serán aquellas personas que produzcan las nuevas tecnologías las que dominarán a la Humanidad.


La Universidad de la Singularidad

Ray Kurzwel ccreó en el 2008 la Universidad de la Singularidad, con el apoyo de Google y la NASA, esta universidad tiene como meta, nada más y nada menos, que emplear la tecnología para buscar soluciones a los principales problemas de la Humanidad.

Y, hasta la eha, ya han brindado 4 soluciones:

a) Vivienda: se podrán construir viviendas ultralivianas tanto en la Tierra como en la Luna y en Marte con impresoras 3D.

b) Hambre: se podrá combatir el hambre creando un polvo nutricional que se agregará a los alimentos, este polvo se elaborará con las cáscaras y pepas de frutas.

c) Epidemias: han ceado mapas virtuales con los cuales es ya posible predecir la aparición y la evolución de enfermedades en todo el planeta.

d) Vestido: se podrán crear prendas de cuero sin obtener el cuero de animales, para ello se cultivará colágeno para producir cuero natural.

Sin duda alguna, el estudio del cerebro, y la manera de potenciar sus posibilidades, acapararán gran parte de la agenda científica durante este siglo XXI.

Para finalizar...

Y si todo esto parece de ciencia ficción, pues espera a escuchar lo que podría venir después, sí, Ray Kurzweil se atreve a seguir profetizando. Y esto es lo que nos dice:

Luego del 2045 ya no habría temor de que las máquinas inteligentes nos lleguen a dominar, porque nostros mismos ya seremos máquinas. El siguiente paso será colonizar con nanorobots todos los planetas, satélites y asteroides; los colonizaremos y los conectaremos a internet.

Para el 2099 la inteligencia humana, en formato virtual, habría llegado a todos los cofines del Universo. Y se podrán construir máquinas del tamaño de un planeta, como la Estrella de la Muerte, de Star Wars. Para soñar, y para meditar.

Fuentes:

La Información

La ciencia me encanta 

Sophimania

BBC Mundo

Vix

Ferrovial
 

20 de agosto de 2019

Cómo cambia la memoria con la edad

Artículo tomado de la web de la BBC


Para empezar, un dato que puede tomar por sorpresa a muchos y deprimir a otros tantos: "Lo creas o no, la memoria alcanza su punto máximo a los 20", nos dice Andrew Budson, profesor de neurología de la Universidad de Boston.

Eso explicaría por qué es más fácil aprender un idioma o estudiar una carrera cuando somos más jóvenes. A partir de ahí nuestra capacidad va disminuyendo en una línea "bastante recta", según el neurólogo.

Así que nuestra memoria a los 30 y a los 40 ya no es tan buena como a los 20.

Qué es normal a que edad

Según el experto, con la edad se producen tres cambios en la memoria que se consideran normales y forman parte del proceso natural de envejecimiento.
 
El primero es que la gente empieza a necesitar que a veces le repitan algo varias veces para poder almacenarlo en la memoria.

El segundo es que, cuando intentamos recuperar un recuerdo, a medida que envejecemos, tardamos un poco más en conseguirlo: nos lleva más tiempo "encontrar" esa información.

Y el tercero es que a veces necesitamos una pista para poder recuperarla.

Budson dice que estos tres cambios en la calidad de nuestra memoria pueden empezar a notarse desde tan pronto como a los 40 o los 50 años. 

"Y ciertamente para cuando alcanzamos los 60, 70 y 80 casi todos los adultos saludables tendrán alguno de estos problemas".

Cuándo buscar ayuda: dos alarmas

¿Pero cómo saber cuándo hay que pedir ayuda? En realidad no es tan fácil para una persona identificar qué cambios en su memoria son "normales" para su edad y cuáles no.

Lo que el neurólogo recomienda, si tienes dudas, es preguntarle honestamente a tus amigos o familiares qué piensan, para saber si ellos han notado algún cambio.

En general hay dos señalas de alarma, dice Budson, que pueden preocuparnos.

"Una es cuando la gente tiende a repetirse, a hacer las mismas preguntas constantemente o a contar las mismas historias una y otra vez sin darse cuenta de que están repitiendo esa información.

"La otra es cuando alguien pierde la capacidad de hacer algo que antes sí podía hacer, como manejar las cuentas bancarias".

Pero existen maneras de mejorar nuestra memoria: ENLACE

16 de agosto de 2019

Neuroeducación 08: La música y las emociones: alegría, tristeza y miedo

Tu oído y tu cerebro y tus sentimientos, están más conectados de lo que puedes imaginar. La música llega a nuestro cerebro y allí se producen sentimientos de alegría, de tristeza o incluso de miedo. ¿Cómo ocurre todo esto? Te lo contamos aquí...

Los seres humanos vivimos rodeados de música. La música nos hace disfrutar de momentos de placer, nos estimula a recordar hechos del pasado, nos hace compartir emociones cuando cantamos en grupos o al asistir a conciertos o estadios. Pero todo esto que nos resulta tan natural, se produce a través de complejos mecanismos en tus neuronas. 

¿Qué le hace la música a nuestro cerebro?



El origen de la música

Al igual que el lenguaje verbal la música tiene un extenso pasado. Las primeras flautas construidas por el hombre tienen una antigüedad de 43,000 años. Aquí en Perú, en la civilización Caral ya hacían música con flautas de huesos de pelícano, hace 5,000 años.

¿Cómo nació la música? Muchas teorías indican que la música nació para que podamos movernos juntos. ¿Y por qué las personas querrían moverse en grupo? Porque cuando la gente se mueve al mismo tiempo se siente más unida y actúa de forma más empática, generosa y desinteresada.

Bodas, fiestas, entierros, no existe un rito social o un momento importante en la vida sin música.


Escuchamos música desde que nacemos o, incluso, en el período de gestación. Los sonidos musicales suaves relajan a los bebés. Por ejemplo, los niños prematuros que no pueden dormir logran hacerlo si escuchan los latidos del corazón de su madre o imitaciones de dicho sonidos. En los cachorros de perros surte el mismo efecto.

¿Cómo llega la música al cerebro?

Robert Zatorre, fundador del laboratorio Brain, Music and Sound nos explica que una vez que los sonidos llegan oído viajan por todas las redes que existen dentro de nuestro cerebro, y finakmente la música también se almacena en la memoria. Y muchas canciones se almacenarán en tu mente para siempre, sí, para siempre, ¿por qué sucede esto? 

Algunos estudios apuntan a que memorizamos canciones por que las escuchamos en todo momento: en casa, en la combi, en el taxi, en la escuela, en el gimnasio o en el bar, y la escuchamos tantas veces que se quedan en la memoria, decimos entonces que aprendemos por exposición repetida del estímulo. De esta manera aprendemos, por ejemplo, el Himno Nacional. 

Pero también puede existir un aprendizaje emocional. Memorizamos canciones porque las vinculamos a emociones. La conexión es tan fuerte que una canción nos puede poner tristes o alegres.


La música puede manipular emociones

Una investigación japonesa del RIKEN Science Institute ha revelado que los temas que utilizan notas musicales menores producen nos producen desánimo, y las que suenan con notas musicales mayores nos producen alegría.

Pongamos por ejemplo dos canciones de la película animada Coco:


La canción "Recuérdame", ganadora de un Oscar, contiene muchas notas menores, empieza con un DO pero luego pasa rápidamente a notas menores como fa menor, la menor y sol menor. Las notas menores le dan un tono triste y melancólico. Nos pueden hacer llorar o sumirnos en una depresión.

Mientras la canción "Poco Loco" inicia con notas mayores como DO y RE, para luego pasar a las notas MI y LA. Al poseer notas mayores estamos ante una canción festiva y alegre. Nos ponemos de buen humor y nos volvemos optimistas.

Esto significa que la música nos ofrece una nueva forma de comunicación. Nos podemos comunicar con las palabras para trasmitir una idea. Y nos podemos comunicar por medio de la música para transmitir una emoción. Con las palabras podemos logar un diálogo más semántico, con la música podemos lograr un diálogo más emocional.



Alegría, tristeza... ¡y tambíen miedo!

La música también puede producir miedo: sonidos bitonales, sonidos disonantes, es decir, sonidos desagradables causan tensión en nuestra mente, y si la tensión crece se produce el miedo.... Esto sucede así porque la música que da miedo no es una música que sigue patrones y eso nos despierta inquietud. Los seres humanos siempre buscamos patrones y rtegularidad en nuestras acciones diarias, si se rompen los patrones nuestra amigdala cerebral nota el cambio y empezamos a sentir ansiedad y miedo.

(Cambio brusco ante cámaras)

Por ejemplo, aquí se rompió el patrón porque en medio del video apareció algo inesperado. El estímulo viaja rápidamente a la amigdala cerebral la cual se pone en alerta y se produce el miedo. El miedo es muy importante por que nos advierte de un peligro y nos pone en alerta, ya sea para luchar o para huir, en pocas pañabras: el miedo nos ayuda a sobrevivir.

Por eso todas las películas de terror, espanto y miedo tienen esas canciones tan especiales.

La música puede reforzar la cognición general y la memoria musical, por ejemplo, es la última en desaparecer en casos de demencia.

Consejos para que la música pueda potenciar tu mente

1. Que la música inunde tu vida: despiertate con música para iniciar el día con buen humor, escribe y dibuja con música para tener mayor inspiración: y almuerza y cena con música para tener una mejor digestión.

2. Escucha todas las canciones que puedas y de todos los géneros, no sólo se incrementará tu memoria auditiva también crecerá tu cultura musical. Ah, y si quieres disfrutar una canción a plenitud escúchala cerrando los ojos.

3. La música, al igual que las matemáticas, son abstractas, no puedes tocar los números o las notas musicales; por lo tanto ambas son herramientas imprescindibles para desarrollar tu mente.

4. La música suave se emplea en los supermercados ´porque induce a la gente a comprar más. La música con volumen alto es de uso común en los bares porque impulsa a beber más. Y, sí, es ciero que una música suave, como una balada, puede crear un ambiente romántico. Y una música fuerte, como el rock pesado, nos puede volver agresivos. La música manipula nuestro comportameinto y nuestras emociones. 

5. La música puede calmar a personas con depresión o ansiedad. La próxima vez que veas a una persona triste en vez de hablarle ponle o cántale una canción alegre, verás como su estado de ánimo mejorará casi de inmediato.

6. Debido al gran potencial de la música para el cerebro se han creado musicoterapias para reducir el estrés, mejoar el ánimo de personas enfermas y para dormir mejor.

Fuente: BBC  

El País (Ciencia)

Healthy Children

El Mostrador

13 de agosto de 2019

Neuroeducación 04: ¿De qué se alimenta el cerebro?

Para tener un cerebro sano y fuerte necesitas... ¡azúcar!

Sí, todas tus neuronas se alimentan de un tipo de azúcar llamado glucosa.


¿Qué es la glucosa?

La glucosa es un tipo de azúcar formada por moléculas grandes que se transforman en moléculas pequeñas, en este proceso liberan una gran cantidad de energía, energia que necesita tu cerebro. La glucosa es el combustible de tu cerebro.

¿Qué cantidad de glucosa necesita el cerebro?

Tu cerebro representa el 2% del peso de todo tu cuerpo, es decir si pesas 75 kilos tu cerebro pesará 1.5. kilos. Pero, tu cerebro consume el 20% de toda la glucosa que produce tu cuerpo, es el órgano que más consume azúcar de todo tu cuerpo. Y tu cerebro consume mucha, mucha energía porque cumplir con sus tres funciones es muy desgastante.

Consume unos 20 watios al día (con una dieta de 2400 calorías).


¿Y cuáles son las tres funciones que realiza nuestro cerebro?

De acuerdo a una investigación reciente de la IB, las funciones del cerebro son tres: sensorial (qué sentimos), etológica (qué hacemos al respecto) y límbica (que significa todo ello para nosotros). Estos tres aspectos son los encargados de adquirir nueva información.

Volvamos a la glucosa y el cerebro...

Tu cerebro necesita azúcar, mucha azúcar. Pero no el azúcar libre, que es el azúcar que se añade a los alimentos procesados: gaseosas, golosinas. Es más, la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda reducir el conmumo de azúcar libre. Pero, lo repetimos, tu cerebro necesita azúcar, pero un tipo de azúcar especial: la glucosa.

Y no hace falta comer alimentos dulces para obtener glucosa. Nuestro cuerpo puede producir gluocosa de todos los alimentos que comemos. Sí, todos los alimentos que ingerimos acaban siendo reconvertidos en glucosa, es decir, en energía para el organismo.

Entonces, a estas alturas, ya parece que está por demás decirlo, pero lo vamos a decir: alimentate bien para que tengas un cerebro sano y fuerte.

Y además, comer tus alimentos favoritos libera la dopamina química en el sistema de recompensa del cerebro, por eso sientes placer cuando los comes.



Los carbohidratos

Los alimentos que más fácilmente se convierten en glucosa son los carbohidratos. Aquí encontramos a los cereales, tubérculos, legumbres, productos lácteos, frutas y verduras. Si llevamos una dieta saludable y nuestro organismo funciona bien, no hay de qué preocuparse: el aporte de glucosa está asegurado, aunque no comamos pasteles y golosinas nunca más.

Mucha glucosa y poca glucosa

Pero, como es sabido, el organismo puede fallar por múltiples razones, también en lo que respecta a la obtención de glucosa. Cuando el aporte no es el necesario, es decir, cuando la cantidad de glucosa en sangre es excesiva o insuficiente, se produce, respectivamente, hiperglucemia e hipoglucemia.

La insulina

La insulina es la hormona que se encarga de regular la cantidad de glucosa en la sangre. Si la hormona cumple su trabajo todo marchará bien. Pero si la insulina no cumple su trabajo se produce exceso o deficiencia de glucosa en la sangre, y las consecuencias de ello sonh todas negativas. El exceso de glucosa produce diabetes que afecta a la vista, el corazón, los riñones y al sistema nervioso (y por lo tanto al cerebro). Los niveles bajos de glucosa pueden conducir a la muerte.

Cuando el cerebro pide comida nos está pidiendo ¡Auxilio!

Por ello, cuando los níveles de glucosa están bajos, las neuronas activan una señal de alarma, y tenemos hambre. Y debemos corregir la falta de glucosa ingiriendo alimentos. Si la glucosa no aumenta, se pueden dar convulsiones, desmayos o incluso un coma, que podría terminar con una muerte neuronal.  

Tips

1. Tu cerebro consume un tipo de azúcar llamado glucosa. Evita consumir productos a los que se les ha añadido azúcar como gaseosas, galletas o caramelos, este tipo de azúcar le hace daño a tu organismo. Fijate en los octogonos de los productos y rechaza los que sean altos en azúcar.

2. Los alimentos que más fácilmente se convierten en glucosa son los carbohidratos, consume estos alimentos con frecuencia para tener un cerebro sano y saludable. Los carbohidratos más saludables son la quinua, la avena y el arroz integral.

3. Pero no debes dejar de lado las grasas. Consume aceite de oliva, paltas (aguacates) y pescado.

4. Si te sientes deprimido o sin ánimos come tus alimentos favoritos, se liberará dopamina, la hormona del placer, y te sentirás mucho mejor anímicamente,

5. Comer acompañado nos hace sentir más relajados, además mejora la digestión y la abosrción de nutrientes. Y si además cocinas y comes acompañado los beneficios serán mayores. Come y conversa, crea vínculos. Socializar afianza los efectos positivos de una dieta buena y saludable para tu cerebro.

Fuentes: BBC,

El País (Buena Vida)

La Vanguardia

24 de julio de 2019

Neuroeducación 03: Memoriza en movimiento


¿Sabías que si intentas memorizar algo es mejor si lo haces caminado o moviéndote?

Si tratas de memorizar palabras e intentar aprender algo mientras te mueves, es más probable que la información se te quede. Esta es una técnica respaldada por muchas investigaciones. Y es un secreto d elos actores que deben memorizar mucho texto en sus cabezas.

Entonces ya olvidate del ¡parate derecho y recita esa poesía!, deberíamos decir: ¡ponte en movimiento y recita esa poesía!

Muévete para memorizar mejor 

El movimiento ayuda a mejorar y agilizar el aprendizaje de las materias que, en un principio, pueden parecer difíciles de comprender.

La conexión entre cerebro y movimiento existe. Por ejemplo, los niños pueden aprender matemáticas con mayor facilidad si se conecta esta asignatura con ejercicios de Educación Física.

Entonces una manera eficaz de aprender las tablas de multiplicar sería: 2 x 1 = 2 (puños estilo Wonder Woman), 2 x 2 = 4 (dos símbolos de paz), 2 x 3 = 6 (tres pares de dos juntos), 2 x 4 = 8 (manos como patas de una araña). 

Igualmente, los niños serán capaces de mantener la concentración durante más tiempo y absorberán todos los conocimientos de forma más liviana si se opta por pequeños descansos en movimiento después de un periodo considerable de actividad sedentaria. Es lo que se conoce como descansos activos

Es decir si una realiza un trabajo intenso como cortar leña o cargar costales debe hacer una pausa para descansar. Y si uno está demsasiado tiempo sentado o inactivo debe hacer una pausa para entrar en movimiento. 

Existe una innegable relación entre actividad física y la mejora del rendimiento escolar y/o cognitivo.

Una clave: llenar nuestra vida de experiencias

Las experiencias modifican nuestro cerebro continuamente creando, fortaleciendo o debilitando las sinapsis que conectan las neuronas. A este proceso se le conoce como aprendizaje neuronal (o aprendizaje hebbiano). Y cada nuevo circuito neuronal creado/modificado en el todo cerebral equivaldría (mentalmente) a un aprendizaje significativo.

Asimismo, una emoción (positiva) es fundamental para pensar eficazmente, tomar decisiones inteligentes y permitirnos pensar con claridad.
 
Lo reiteramos, la práctica regular de ejercicio (fundamentalmente de tipo aeróbico) mejora la memoria y procesos mentales asociados, por lo que utilizar el juego y el movimiento, es la fórmula ideal de mejorar las capacidades mentales e incidir sobre la motivación y la predisposición al aprendizaje. En este sentido, aunar aprendizajes con movimiento es la vía para lograr aprendizajes. Por ello, padres y educadores, deben de diseñar actividades donde exista juego y movimiento para desarrollar la capacidad cognitiva general. 

El "sistema espejo" de nuestro cerebro

Asimismo, tenemos zonas del cerebro que funcionan como un sistema espejo. Gracias al sistema espejo aprendemos movimientos viendo los movimientos de los demás. Cuando observamos un deporte, nuestro cerebro realiza una simulación interna de las acciones, como si estuviera enviando las mismas órdenes de movimiento al cuerpo. Es por eso que nos emocionamos tanto con el fútbol. 

Y, por supuesto, los movimientos aprendidos también se almacenan en la memoria; por eso recordamos como nadar o como andar en bicicleta.

Además, los deportes, sobretodo los deportes grupales requieren de una toma rápida de decisiones y demandan un alto grado de atención visual y flexibilidad. Por lo tanto, el beneficio del deporte es integral: tanto para la mente como para el cuerpo.

“Tenemos un cerebro por una y única razón: producir movimientos complejos y adaptables.  El movimiento es la única manera  en la que nosotros podemos afectar el mundo que hay alrededor nuestro”.
 
Nuestro cerebro permanentemente hace millones de “cálculos” para lograr que a veces cientos de músculos se posicionen en la configuración adecuada para lograr un determinado objetivo y fin.

La mayor parte de este “cálculo motriz” está basado en la capacidad que tiene nuestro cerebro de “predecir” y “anticipar” la acción.  Si este nivel de procesamiento no existiera, seríamos sumamente torpes para movernos, y es más, sería imposible que pudiéramos sobrevivir.

Este  computo “neural” es increíble y no superado a la fecha por ninguna máquina existente.

Y cómo aprendemos los movimientos, es simple: haciéndolos. Y repitiéndolos una y otra vez.

Pero este modelo “cognitivo” de aprendizaje del movimiento a través del circuito continuo de repetición y mejora lleva a un modelo matemático de comportamiento que en Neuroingeniería se denomina el modelo de Bayes.

Thomas Bayes fue un antiguo clérigo inglés que desarrollo un algoritmo matemático que calcula la probabilidad de un evento a partir del estado previo del sistema y del nuevo dato que incorporamos en él.  Nuestro cerebro, desde el punto de vista neuro-motriz al parecer trabaja de manera “bayesiana”.

Consejos para mejorar la memoria, ¡moviéndote!

La próxima vez que tengas una exposición o un discurso que aprenderte, ¿por qué no pruebas a pasear mientras lo lees o incluso bailar para ayudar a tu cerebro a memorizarlo?

Crea una coreografía para la tabla del tres, del cuatro o del cinco. Crea una coreografía para el Teorema de Pitágoras.

Recuerda una poesía breve. Recítala de pie, estático, sin hacer ningún movimiento. Ahora recítala caminado (lento o rápido, tú eliges). Ahora recítala moviéndo, de forma exagerada, manos y pies. 

Si llevas clases de matémnaticas, y debes memorizar fórmulas y conceptos, intenta realizar ejercicios físicos 4 horas despúes de tus clases. Tu capacidad de memorizar puede incrementarse hasta en un 100%.

Si eres diestro, prueba a realizar diversas actividades con tu mano izquierda como escribir, tomar los cubiertos o peinarte.

Luego de estudiar tres o cuatro horas seguidas deja tus libros y apuntes, ¡y sal a la calle a realizar un paseo! Aunque sea da la vuelta a la manzana, despeja tu mente y deja de pensar en el estudio, en síntesis: desconéctate por unos minutos, ¡pero desconéctate poniéndote en movimiento!


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