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12 de diciembre de 2019

Alicia Medina: “El maíz morado nos alimenta y nos cura”

“El pigmento del maíz morado es el más potente antioxidante”, señala la experta cajamarquina que este año fue premiada en Summum.


Alicia es la última de doce hermanos. Su padre falleció a los 90 años, en 2008, y su madre en abril cumplirá un siglo de vida. “Veo en varios de los productores a mi padre”, se emociona la ingeniera que lleva en la sangre su dedicación por el maíz morado.

-¿Su padre influenció para que usted sea agrónoma?
No exactamente, pero sí se sentía orgulloso de tener a su hija ingeniera. Y yo quise ser ingeniera. Cuando terminé el colegio en Trujillo, volví a Cajamarca, donde pregunté por la ingeniería más importante que había y me dijeron que era Civil. Pensé en esa opción, pero me decidí por Agronomía.

-¿Por qué?
Me pareció una carrera competitiva, interesante. Luego pensé en la seguridad alimentaria. Creo que tomé la decisión acertada.

-¿Cómo se da su acercamiento al maíz morado?
Terminando los estudios en la universidad tuve la oportunidad de conocer al doctor Luis Narro León, quien en ese momento era el líder nacional del Programa de Maíz del INIA y me dio la oportunidad de hacer la tesis. Hice una investigación sobre el maíz amiláceo en general, que son todos los maíces suaves, los que se utilizan para el consumo de las personas y que en su composición tienen el 80% de almidón.

-¿Pero por qué se dedicó finalmente al maíz morado?
Antes de especializarme trabajé con los maíces amiláceos en general: choclero, canchero y maíz negro. A partir del año 2011 tuve la oportunidad de conocer Japón y luego trabajar con un equipo de expertos japoneses en Cajamarca. Iniciamos un proyecto donde se le dio más importancia al maíz morado, no por su producción sino por su color (contenido de antocianinas). Vimos la característica del color en la panca (lo que envuelve la mazorca del maíz). En 2013 se hizo una investigación para determinar la cantidad de antocianina que tiene esa variedad. Y la cantidad de antocianina de la panca era superior a la de la tusa (coronta). Eso nos daba opción de poder comercializar ambas partes. Luego concursé a unos fondos del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo. Propuse un estudio de seis variedades de maíz morado en siete pisos altitudinales. Gané el proyecto y pude desarrollar la investigación que me permitió determinar la que tiene más pigmento natural entre las seis variedades (una de Ayacucho, otra de la U. Agraria, el Canteño y tres variedades de Cajamarca), y es la INIA 601, que es una variedad mejorada.

-¿Por qué es importante la antocianina?
Porque es un potente antioxidante, es un producto que previene varios tipos de cáncer, como el de colon. También está indicado para la presión alta y el colesterol malo. Además, el maíz morado o maíz negro es peruano, no hay en otros países.

Lea la entrevista completa en: Perú21

26 de marzo de 2019

Los tres cereales que nos alimentan desde hace milenios

El trigo, el maíz y el arroz siguen siendo la base de la dieta en un mundo que necesita una nueva revolución agrícola para dar de comer a cada vez más gente de forma sostenible.


Aunque es una efeméride imposible de concretar en un día exacto, imaginemos que hoy, cuando usted lee estas líneas, se cumplen 10.000 años desde que un ser humano plantó —por primera vez— unas gramíneas silvestres en algún lugar de Oriente Medio. Para atinar más, unas semillas de la especie Triticum, que son las que 2.500 años después dieron lugar al trigo tierno. Aquello fue un hito fundamental en la historia de la humanidad. Ese primer cultivo fue el origen de la agricultura, el germen de las ciudades, el comienzo del sedentarismo, el primer minuto de lo que hemos sido y de lo que somos desde entonces.
 
Hasta aquel momento, el Homo sapiens era nómada y comía lo que literalmente se encontraba por el camino. Caza y pesca, ya sabemos. Cultivar y domesticar estas gramíneas, a las que en pocos cientos de años se sumaron variedades de arroz y los antecesores del maíz en otras partes del planeta, fue el principio del ser humano actual. Tras el trigo llegaron el farro y la cebada o los guisantes, lentejas y garbanzos. Se domesticaron también los animales, como cerdos y ovejas. Y el ser humano ya nunca miró hacia atrás.Pero volvamos a dar un enorme salto en el tiempo —de 10 milenios, nada menos— y situémonos ahora en un supermercado moderno de un país de ingresos altos, de los llamados “ricos”. Uno de esos lugares donde encontramos alimentos de todos los sabores y colores.

En el centro vemos carnes, verduras, frutas y un sinfín de latas, bolsas, paquetes y botellas. Al entrar, pocos pensamos ya en maíz, trigo o arroz, salvo que vayamos a hacer una paella o a asar unas mazorcas. Y, sin embargo, esos tres cereales siguen siendo los elementos básicos de la dieta del Homo sapiens moderno.

Fijémonos mejor en los estantes del supermercado. Exacto: maíz, trigo y arroz. Están por todas partes, mucho más presentes de lo que parece. Pensemos en panes, pizzas, tartas, pastas, harinas, bollos, etc. Y en su presencia indirecta, ya que los tres cereales —juntos o por separado— también han servido de alimento principal e indispensable para las vacas, cerdos y aves que producen gran parte de la carne, la leche y los huevos del mundo.

Así se entiende que ese trío de cereales sea la verdadera base de nuestra alimentación. Entre los tres aportan aproximadamente el 42,5% del suministro de calorías alimentarias del mundo. Y no solo calorías —la energía que nos permite vivir— porque, aunque el lector no lo sepa, el trigo aporta más proteínas que las carnes de ave, porcino y bovino juntas.
 
 

20 de enero de 2019

Estudiantes de San Marcos crean gelatina para combatir y prevenir la anemia

La iniciativa es liderada por la docente de la facultad de Medicina de San Fernano, Luzmila Troncoso. 


Estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) elaboraron un proyecto que ayudaría a combatir y prevenir la anemia, enfermedad que aqueja a cerca del 40% de peruanos. La iniciativa es liderada por la docente de la facultad de Medicina de San Fernano, Luzmila Troncoso.

El grupo creo una gelatina llamada GelUph. El alimento tiene propiedades para hacerle frente a la anemia ferropénica (deficiencia de hierro), la cual se genera por niveles bajos de hemoglobina.


Los estudiantes señalan que el hierro es más absorbible cuando proviene de alimentos que se encuentran en las carnes, como las vísceras y sangrecitas. “Es con este hierro que estamos fortaleciendo esta gelatina de maíz morado, que tiene una absorción muy fácil a diferencia del hierro que se encuentra en los de origen vegetal”, manifestó Troncoso.

Afirmó TAMBIÉN que dicha gelatina se vendería como alimento en distintos puestos de venta, en su forma deshidratada, e incluso pensó en la idea de sacarla sin azúcar para que cada uno pueda agregarle la cantidad deseada, sea el caso de una persona con diabetes.

Cabe mencionar que esta iniciativa es apoyada constantemente por la 1551 Incubadora de Empresas Innovadoras de la UNMSM.

Fuentes:

El Comercio (Perú)

Agencia Andina

1 de julio de 2016

109 nobeles acusan a Greenpeace de “crimen contra la humanidad” por los transgénicos

Los laureados arremeten contra la organización ecologista por su rechazo a "los organismos modificados genéticamente en general y el arroz dorado en particular” 





Greenpeace acaba de recibir un golpe difícil de encajar. Más de un centenar de premios Nobel, 109 a estas horas, han firmado una durísima carta abierta contra la organización ecologista por su rechazo a los alimentos transgénicos. El texto urge a Greenpeace a “reconocer las conclusiones de las instituciones científicas competentes” y “abandonar su campaña contra los organismos modificados genéticamente en general y el arroz dorado en particular”.


El arroz dorado es una variante creada en 1999 con sus genes modificados para producir un precursor de la vitamina A. La Organización Mundial de la Salud calcula que 250 millones de niños sufren una carencia de vitamina A que aumenta el riesgo de padecer problemas oculares y ceguera. Unos 500.000 niños se quedan ciegos cada año por falta de vitamina A. La mitad de ellos muere en el año siguiente a la pérdida de la visión.

“Greenpeace ha encabezado la oposición al arroz dorado, que tiene el potencial de reducir o eliminar gran parte de las muertes y las enfermedades causadas por la deficiencia de vitamina A, que se ceban con las personas más pobres de África y el sudeste asiático”, lamentan los 109 premios Nobel. “¿Cuántas personas pobres deben morir en el mundo antes de que consideremos esto un crimen contra la humanidad?”, se preguntan.

Entre los firmantes, galardonados principalmente en las categorías de Química y Medicina, se encuentran el biólogo estadounidense James Watson, reconocido por haber descubierto la estructura del ADN, y la bioquímica israelí Ada Yonath, responsable de esclarecer la estructura del ribosoma, la fábrica de proteínas del cuerpo humano. También apoya la carta un premio Nobel de la Paz, José Ramos-Horta, expresidente de Timor Oriental.

Los firmantes recuerdan que la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura calcula que la producción mundial de alimentos y piensos tendrá que haberse duplicado en 2050 para satisfacer las necesidades de la creciente población mundial. “Hacemos un llamamiento a los gobiernos del mundo para que rechacen la campaña de Greenpeace contra el arroz dorado, en particular, y contra los cultivos y alimentos mejorados mediante biotecnología en general”, continúan los científicos. “Hay que detener la oposición basada en emociones y dogmas, en contradicción con los datos”, zanjan.


Los 109 premios Nobel acusan a Greenpeace, y al resto de organizaciones antitransgénicos, de “tergiversar los riesgos, beneficios e impactos” de los organismos modificados genéticamente y de “apoyar la destrucción criminal de cultivos de experimentación”. Los alimentos transgénicos, subrayan, son tan seguros como cualquier otro alimento, “si no más”, según las evidencias científicas. “Nunca ha habido un solo caso confirmado de un efecto negativo en la salud de humanos o animales”, recalcan.

Los autores han publicado su manifiesto en una web, supportprecisionagriculture.org, en la que instan a los ciudadanos a apoyar la “agricultura de precisión”. Algunos de ellos presentarán hoy su carta abierta en Washington (EE UU), a las 9:30, hora local, en un acto que se podrá seguir en directo en su web.

Greenpeace ha reaccionado a las acusaciones con un comunicado con declaraciones de Wilhelmina Pelegrina, activista de Greenpeace en el sureste asiático. "Las empresas están promocionando el arroz dorado para allanar el camino para la aprobación mundial de otros cultivos genéticamente modificados más rentables", sostiene. Pelegrina, frente al manifiesto de los 109 premios Nobel, asegura que el arroz dorado no ha demostrado ser eficaz para solucionar la deficiencia de vitamina A. En otro comunicado, Greenpeace España insiste en que los transgénicos pueden provocar "daños irreversibles en la biodiversidad y los ecosistemas".

Fuente:

El País

22 de marzo de 2014

¿Cómo surgieron las palomitas de maíz?

Los granos de maíz son sanos, ricos en fibras y antioxidantes.

Hace una década se difundió que las palomitas de maíz para microondas eran como el veneno. Esta afirmación que corrió de boca en boca y por la red surgió a raíz del inicio de la lucha contra la presencia de grasas trans en los alimentos de los neoyorquinos. Y es que este alimento preparado tenía una elevadísima cantidad de esta grasas malas para la salud, hoy prohibidas en algunos países y restringidas en otros.

Las grasas trans, también llamadas en el etiquetado grasas vegetales parcialmente hidrogenadas, no proporcionan ningún beneficio e inciden de forma negativa en todos los factores que influyen en la salud cardiovascular: elevan el colesterol malo (LDL) y disminuyen el bueno (HDL). Contribuyen a la inflamación de las paredes de los vasos sanguíneos, lo que favorece la aterosclerosis.

La mayoría de los snacks contienen este tipo de grasas, sobre todo las palomitas de microondas con mantequilla, las patatas de bolsa con sabores, los rebozados y la bollería industrial. Son aceites semisólidos a temperatura ambiente, baratos, que aguantan calentamientos repetidos, son excelentes potenciadores del sabor, evitan que los alimentos se enrancien y aumentan la untosidad.

Regulación de las grasas trans

En los años 90 del siglo XX aparecieron los primeros estudios que apuntaban los efectos desastrosos de las grasas trans sobre la salud cardiovascular. En la actualidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado eliminar o reducir su uso en la alimentación.

Dinamarca es el país pionero en prohibir estas grasas. En 2004 emitió una ley que limitaba al 2% la cantidad de estas grasas en los alimentos.

Estados Unidos estrenó en 2006 un etiquetado que debía indicar la cantidad de estas grasas en el alimento tras la activa campaña de concienciación iniciada en Nueva York, que fue la primera gran ciudad americana en prohibir el consumo de aceites con trans en los restaurantes.

Canadá exige su identificación sin excepción en el etiquetado. En Europa les siguieron Austria, Suiza e Islandia, que también exigen que las etiquetas de estos productos especifiquen el porcentaje de grasas trans.

España está trabajando en desarrollar una normativa al respecto. Aún no es obligatorio reflejar el porcentaje de grasas trans en el etiquetado. Mientras llega, reducir estas grasas de los productos industriales está entre los puntos a cumplir del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Por el momento, el objetivo se ha cumplido en la bollería industrial. Según un reciente estudio de la Universidad de Navarra, que analizó el porcentaje de este tipo de ácidos grasos en productos de bollería en el año 2000 contenía un 6,5% de grasas trans y en 2012 habían disminuido al 0,7%.

El caso de las palomitas de maíz

Otro de los episodios que demonizaron las palomitas de maíz de microondas es la sentencia de un tribunal federal en Colorado en 2012.  Acordó que Wayne Watson, un hombre de 59 años, debía ser indemnizado con una cifra millonaria por el fabricante de palomitas de maíz (Gilster-Mary Lee Corp) y la cadena de supermercados (Kroger Co) por negligencia al no advertir en un etiquetado sobre el peligro de una molécula llamada diacetil.

Se trata un subproducto natural de la fermentación y se le añade a algunos alimentos procesados para darles un sabor artificial de mantequilla. El tribunal aceptó la inhalación de este compuesto como causa de la enfermedad pulmonar que sufría, bronquiolitis obliterante, una afección pulmonar obstructiva que dificulta el flujo del aire a los pulmones y es irreversible.

El detalle que no caló en la ciudadanía para no entrar en pánico es la exposición es que este hombre se comió dos bolsas de palomitas diarias durante más de diez años. Los demás casos de enfermedad producida por el diacetil son trabajadores de fábricas de palomitas que han respirado cantidades industriales del producto.

Las palomitas de maíz en sí mismas son un alimento sano. Son granos completos que aportan fibra y abundantes antioxidantes, como los polifenoles. Sin embargo, las grasas procedentes de la mantequilla o el aceite con el que se fríen, el queso, la sal o el caramelo con las que se aderezan duplican las calorías del producto final. Por eso, la manera más sana de cocinarlas es con aire caliente.

Tienen un sabor y aroma muy especial de manera natural que nada tiene que ver con el artificial de la mantequilla añadido. Lo produce un compuesto químico que se genera en el grano a alta temperatura, la acetilpirrolina, que también tiene el arroz basmati.

El grano explota y se convierte en flor

Los granos de maíz ideales para hacer palomitas de maíz son especialmente ricos en proteínas, pequeños y con la cubierta dura. Este cascarón transmite mejor el calor al interior y aguanta más presión antes de estallar y florecer.

El apreciado calor hace que el corazón de los granos de maíz sufra cambios físicos y químicos. En concreto, la matriz de proteínas y gránulos de almidón del interior se ablandan y la humedad se transforman en vapor. Este vapor hace que aumente la presión. Cuando la temperatura alcanza los 190 grados centígrados, la cubierta revienta porque la presión en el interior del grano es siete veces mayor que la exterior. Luego la mezcla blanda de proteínas y almidón se solidifica con el descenso de temperatura y queda en forma de flor blanca ligera y crujiente.

La alta temperatura se alcanza fácilmente en las bolsas de palomitas preparadas para hacer en el microondas gracias a la fina capa de plástico del envoltorio que acumula el calor. Y se inflan por el gas liberado del interior de los granos.
Los nativos americanos ya dejaban granos de maíz en una vasija sobre las ascuas
Las palomitas de maíz son un invento milenario. Los nativos americanos ya dejaban granos en una vasija sobre las ascuas del fuego hasta que reventaban. Las usaban como abalorios de los collares y como alimento.

La primera máquina de hacer palomitas la creó el estadounidense Charles Cretors en 1885. Usaba aire caliente para elevar la temperatura de los granos de maíz. Hasta entonces se hacían en tostadoras o cazos que cocinaban los granos de manera irregular, muchos se quemaban y otros tantos no explotaban.

Con la máquina de Cretors, los granos se calentaban de manera uniforme. Pocos años después de la invención del primer prototipo, en 1893, presentó la primera máquina portátil para hacer palomita en la Exposición Universal de Chicago.

Gracias a estas máquinas se popularizó el producto y se convirtieron en uno de los pocos caprichos que algunos se daban durante la Gran Depresión. Los carritos se situaban en las puertas de los cines y los consumían tanto los espectadores como los viandantes.

Con el tiempo, la costumbre de comer palomitas mientras se veía una película se afianzó y se extendió a las hogares con la llegada de la televisión allá por los años 50. En 1980, con los microondas ya instaurados en las cocinas, nacieron las palomitas envasadas en bolsa para hacer en este electrodoméstico. Desde entonces forman parte de nuestra tradición culinaria globalizada.

Fuente:

RTVE Ciencia

12 de febrero de 2014

S.O.S. - La Unión Europea a punto de aprobar maíz transgénico

Cultivo de maíz

Los ambientalistas, en alerta: tras la aprobación indirecta de los ministros, este martes, el maíz de Dupont podría recibir rápidamente el visto bueno final de la Comisión Europea.

La Unión Europea aprobó el uso de una controvertida cepa de maíz genéticamente modificado en el continente, pese a que la mayoría de los países miembro habían votado en contra de levantar las restricciones sobre la semilla.

Durante una reunión en Bruselas, este martes, 19 de los 28 ministros de Asuntos Europeos se opusieron a aprobar explícitamente una nueva cepa de maíz, pero -bajo el sistema de voto ponderado que rige en el bloque- esa mayoría no fue suficiente para rechazar su cultivo.
La nueva variedad es la llamada "Pioneer 1507", desarrollada en Estados Unidos.
Actualmente, sólo una semilla genéticamente modificada -también una variedad del maíz- tiene el visto bueno para ser cultivada en suelo europeo.

Bajo las reglas de la Unión, y dado que no hubo suficientes votos a favor de una autorización expresa, la decisión sobre el transgénico 1507, producido por la multinacional Dupont, deberá ser tomada ahora por la Comisión Europea.

Pero se anticipa que podría conseguir fácilmente luz verde, en tanto el organismo del bloque encargado de evaluar la seguridad alimentaria no presentó objeciones en su dictamen previo.

Fuente:

BBC Ciencia

15 de agosto de 2013

El maíz transgénico de Monsanto daña el estómago y el útero de los cerdos

Un estudio reciente de un grupo de científicos australianos reveló que los productos transgénicos afectan de forma severa las entrañas y las funciones reproductivas en los animales que los consumen.

Se trata del primer estudio que establece una conexión directa entre el consumo de transgénicos y daños estomacales de los animales, y sus resultados validan otro experimento a cargo de científicos franceses sobre los efectos en ratas alimentadas con maíz OGM.

Lea el artículo completo en:

Actualidad RT

13 de junio de 2013

Estudio asegura que aumenta la resistencia a cultivos transgénicos

Más plagas están desarrollando resistencia a cultivos que han sido modificados genéticamente para combatirlas, salvo en áreas que también incorporan cultivos no transgénicos, según un estudio en la revita Nature Biotechnology.

Científicos de Estados Unidos y Francia analizaron los resultados de 77 estudios de ocho países en cinco continentes que examinan la resistencia a los cultivos transgénicos.

De las 13 especies de insectos examinados, cinco habían desarrollado resistencia en 2011, comparado con solamente una en 2005.

De las cinco especies resistentes, tres atacan cultivos de algodón y dos de maíz. El estudio se centra en los llamados algodón y maíz Bt, plantas que llevan un gen que les hace exudar una bacteria, Bacillus thuringiensis, que es tóxica a los insectos. 

Los autores del estudio encontraron que los insectos tienen mayores posibilidades de desarrollar resistencia si los cultivos transgénicos están rodeados de otros que no han sido genéticamente modificados.

La explicación se encuentra en la biología evolutiva. Los genes que confieren resistencia son recesivos, y los insectos sólo pueden sobrevivir en plantas Bt si tienen dos copias del gen resistente, uno de cada progenitor.

Plantar cultivos que no han sido genéticamente modificados reduce la probabilidad de que dos insectos resistentes logren aparearse confiriendo los genes necesarios a su descendencia.

"Los modelos computarizados que usamos muestran que estos refugios de cultivos tradicionales serían efectivos para retardar el desarrollo de resistencia", dijo uno de los autores del estudio, Yves Carriere, entomólogo de la Universidad de Arizona en Tucson.

Los autores señalaron que detectaron señales preliminares de resistencia (uno por ciento de resistencia o menos) en cuatro otras plagas de algodón y maíz en China, Estados Unidos y Filipinas.

Tomado de:

BBC Ciencia

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