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1 de diciembre de 2017

La tecnología que permite sonreír a la Mona Lisa

Un algoritmo desarrollado por investigadores de la Universidad de Tel Aviv da vida a imágenes estáticas.


“Queríamos solucionar un problema gráfico fundamental en los ordenadores: animar gestos faciales de forma realista a partir de una foto”, explica a EL PAÍS Hadar Averbuch, la responsable del equipo de investigación de la universidad de Tel Aviv que ha logrado este hito. Su equipo de desarrollo ha creado un algoritmo con el que se logra un “milagro” hasta la fecha impensable: se puede dar vida a una fotografía de un rostro. Precisamente esta función, pero de forma inversa, la han puesto de moda los principales fabricantes de móviles con sus live fotos: de una secuencia se graban los segundos anteriores y posteriores para crear una pequeña animación que lo cambia todo.

El principio del algoritmo desarrollado por Averbuch es sencillo, pero la aplicación, extremadamente compleja: se trata de lograr una mueca o gesto a partir de una foto estática; dicho de otra manera, se crea un movimiento ficticio, que no existe. Y este grupo de investigadores lo ha logrado. Todo parte del uso de una secuencia de vídeo con movimiento real de otra persona: “Imitamos las expresiones de esta otra persona adaptando las variaciones geométricas e incorporando detalles habituales de los rostros como los pliegues y las arrugas”, explica la investigadora.

La principal ventaja de esta tecnología es que puede aplicarse, además, sobre cualquier fotografía, aunque sea antigua, y lograr que ese rostro cobre vida de forma súbita con un realismo sorprendente. Pero… ¿cuál es la utilidad real de este algoritmo? “Es difícil de saber, pero confío en que la tecnología llegue al gran público en un plazo breve de tiempo”, detalla Hadar. Esta tecnología puede, además, resultar muy atractiva para usarla en las redes sociales. Los avatares de Facebook y redes similares pronto podrían convertirse en GIF animados con rostros haciendo muecas a partir de una foto estática (la red social de Mark Zuckerberg, de hecho, ya permite grabar un pequeño vídeo para convertirlo en avatar).

Y, de hecho, la mención a las redes sociales no ha sido gratuita: la BBC destaca que el proyecto se ha desarrollado en colaboración con “una red social líder”; con lo que pronto podríamos ver nuestros perfiles transformados gracias a este algoritmo. ¿Ha resultado complicado dar con él? La investigadora destaca que hay “muchísimo trabajo de investigación detrás”, ya que el ser humano es “muy sensible” a los cambios que se perciben en un rostro. “Queríamos asegurarnos de que parece real”, explica, y todo apunta a que lo han logrado…

Fuente:

El País (España)

19 de abril de 2013

Doce frases geniales de Leonardo da Vinci

"Hay tres clases de personas: aquellas que ven, aquellas que ven lo que se les muestra y aquellas que no ven".

"Si es posible, debe hacerse reír hasta a los muertos".

"La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte".

"El pintor que en nada duda, pocos progresos hará en el arte".

"Aquellos que se enamoran solo de la práctica, sin cuidar de la exactitud o de la ciencia, son como el piloto que se embarca sin tomín ni aguja, y nunca sabrá dónde va a parar".

"Lo mismo que el hierro se oxida por falta de uso y el agua estancada se vuelve putrefacta, también la inactividad destruye el intelecto".

"Aquel que más posee, más miedo tiene de perderlo".

"Amo a aquellos capaces de sonreír en mitad de los problemas".

"La pintura es poesía muda; la poesía, pintura ciega".

"El placer más noble es el júbilo de comprender".

"Los hombres geniales empiezan grandes obras, los hombres trabajadores las terminan".

"La simplicidad es la máxima sofisticación".

Fuente:

Muy Interesante

16 de marzo de 2013

Mecánica de Fluídos: Introducción

Hoy iniciamos el cuarto “bloque de conocimiento”, tras los dedicados a la electricidad, la termodinámica y la mecánica clásica. Como aquéllos, se trata de un bloque introductorio en el que no supondré conocimientos previos por parte del lector e intentaré mantener las matemáticas en el mínimo necesario: nuestro objetivo ahora no es alcanzar fórmulas tanto como establecer conceptos cualitativos. Esto no significa, por otro lado, que todo sea un camino de rosas: son necesarias cierta disciplina e inteligencia para asimilar cada bloque, y hace falta esfuerzo para sacar todo el partido posible a cada artículo.

Como siempre, cada capítulo del bloque incluirá cajas de texto con contenido adicional: advertencias, ampliaciones, desafíos y experimentos. Quienes hayáis leído alguno de los otros bloques notaréis una diferencia: en vez de cajas de colores, vamos a utilizar los iconos de los libros, pues creo que son más elegantes. En cualquier caso, mi recomendación es siempre leer el artículo una primera vez saltándote las cajas y centrándote en lo fundamental. Deja pasar un tiempo –por ejemplo, un día o dos– y vuelve a leerlo, pero esta vez con las cajas de texto incluidas. De este modo no debería resultar un exceso de información y seguramente lo entenderás mejor.

Dicho esto, empecemos nuestro camino para conocer la mecánica de fluidos. En este artículo pretendo explicar en qué consiste esta parte de la Física, cuál ha sido el camino que hemos seguido para desentrañar sus secretos a lo largo de la historia y cuáles son las características fundamentales de su objeto de estudio, los fluidos. ¡Vamos con ello!


¿Qué es la mecánica de fluidos?

Hombre, no hace falta una larga explicación sobre esto, pero quiero detenerme en ello porque hay un par de aspectos interesantes. La mecánica de fluidos, como indica su nombre, estudia los fluidos. Sin embargo, no trata de describir todo lo relacionado con ellos: se centra en aspectos mecánicos del comportamiento de los fluidos, como su movimiento, la presión que ejercen, cómo alteran el movimiento de objetos introducidos en ellos, etc. Otras facetas del comportamiento de los fluidos, como sus cambios de temperatura y cosas así, son estudiados por la termodinámica. De hecho, si has leído aquel bloque, verás que aquí repito algunos conceptos definidos allí, aunque en un contexto diferente y haciendo énfasis en cosas distintas; disculpa la repetición, pero al ser ambos bloques introductorios, he preferido mantener ambos independientes a costa de repetir alguna cosa que otra.

La mecánica de fluidos es, por tanto, una aplicación de la mecánica, que estudia el movimiento de partículas puntuales y establece principios generales sobre su comportamiento, a un tipo especial de cuerpos: los fluidos. En cierto sentido, esto hace de esta disciplina algo derivado y no fundamental. Con esto me refiero a que sería posible describir el comportamiento de los fluidos utilizando los principios de la mecánica clásica; en otras palabras, si nos sumergimos de verdad en la mecánica de fluidos y preguntamos “¿por qué?” una y otra vez ante cada afirmación que realiza, al final llegamos a los principios básicos de la mecánica.
Sin embargo, el hecho de que la mecánica de fluidos sea teóricamente derivable a partir de la mecánica clásica no quiere decir que, en la realidad, la hayamos derivado de ella. Esta parte de la Física fue desarrollada en paralelo a la mecánica newtoniana, y contiene muchos principios físicos obtenidos de manera empírica, en varios casos siglos antes de que su explicación teórica a partir de las leyes de la dinámica fuera posible, porque esas leyes no eran aún conocidas.

Incluso ahora que nuestra mecánica está bien madura, sigue teniendo sentido utilizar una mecánica específica para los fluidos. Al fin y al cabo, estudiar el movimiento de una partícula utilizando los principios de la mecánica es bastante simple; hacerlo con dos partículas es más complicado, y hacerlo con cien algo más difícil. Pero piensa lo siguiente: un litro de agua contiene unas 3,35·1025 moléculas, treinta y tres cuatrillones de moléculas en cada litro. ¿Tiene sentido determinar el movimiento de cada molécula con sus propias ecuaciones para describir el comportamiento de un litro de agua? Desde luego que no, sobre todo porque es posible hacerlo con principios que se aplican al conjunto de todas las moléculas — de ahí la existencia, incluso hoy, de la mecánica de fluidos.

Agua
 
Ondas formadas por gotas sobre el agua (Brocken Inaglory / CC Attribution-Sharealke 3.0 License).

En ella, en vez de tratar los fluidos como conjuntos de moléculas, se tratan como un continuo. Para comprender el concepto lo mejor, en mi opinión, es alcanzarlo llevando un proceso al límite. Imagina 1 kg de arena de playa, formada por un grano de arena de 1 kg de masa. Ahora imagina que lo partimos en dos, de modo que la arena está formada por dos granos de 0,5 kg cada uno. Si seguimos haciendo esto hasta tener granos de 1 gramo, la arena estará formada por mil granos de 1 g cada uno.

Ahora imagina que los volvemos a partir un millón de veces, y luego un millón de veces más. Tendríamos un número gigantesco de granos tan pequeños que serían invisibles, individualmente, al ojo humano. Bien, ahora imagina que repetimos el proceso hasta el infinito: la “granularidad” de la arena se haría infinitamente fina, como si triturásemos la masa con una trituradora infinitamente poderosa. El resultado es un continuo, en el que no tiene sentido hablar de las partes, sino del conjunto formado por ellas. Evidentemente la materia no es continua y los fluidos, por tanto, tampoco lo son, pero recuerda el número de moléculas de agua en un litro del líquido; la mecánica de fluidos parte de esta premisa para simplificar enormemente las cosas sin perder apenas rigor y precisión en el resultado.


¿Qué es un fluido?

Como sucede tantas otras veces, es muy fácil tener una idea intuitiva bastante razonable sobre qué es un fluido, pero dar una definición rigurosa no lo es tanto porque se trata de una “etiqueta” más o menos arbitraria que damos a ciertos medios. Dicho mal y pronto,

Un fluido es un medio capaz de fluir, es decir, de cambiar de forma y adaptarse al recipiente que lo contiene.
Esta propiedad la cumplen, en su definición ideal, los líquidos, los gases y los plasmas. Es lo que tienen en común, por mucho que se diferencien en otras cosas, y esta propiedad determina gran parte de su comportamiento en contraposición al de los sólidos. De las diferencias entre los distintos tipos de fluidos hablaremos en la próxima entrega pero, por ahora, centrémonos en lo que los une.



¡Ojo! Fluido ≠ líquido

Sí, ya sé que acabo de definir fluido, pero esta confusión está tan extendida que no puedo dejar de dedicarle su propia advertencia. Los líquidos son fluidos, pero no son los fluidos, sino simplemente un subconjunto de ellos. Tan fluidos como los líquidos son los plasmas, y tanto como ellos los gases.

Existen diferencias entre esos estados de agregación (no se comporta igual el agua que el plasma que forma el núcleo del Sol), pero todos tienen en común una propiedad fundamental, que es la que determina el hecho de que sean fluidos. De modo que un líquido siempre es un fluido, pero hay fluidos que no son líquidos. Sí, ya dejo de ser pedantón.

Así, un ladrillo es un sólido y no es capaz de fluir: tendrá siempre forma de ladrillo esté dentro de un barril, sobre tu mano o en el suelo. Sin embargo, el agua de una botella es un fluido, ya que tiene forma de botella mientras está en ella, pero si la viertes sobre tu mano se adapta a su forma; puesto que tu mano tiene huecos entre los dedos, de hecho, la gravedad terrestre hará que el fluido se escape entre ellos y caiga al suelo. Y, una vez en el suelo, se adaptará a su forma y creará un charco más o menos amplio dependiendo de la profundidad que pueda tener por la forma del terreno.

El aire dentro de un globo tiene la misma propiedad: puedes apretar la superficie del globo con un dedo creando una hendidura, y el gas del interior cambiará de forma para adaptarse a la nueva superficie del globo. Si metes el globo dentro de una caja cuadrada y lo fuerzas a tomar la forma de la caja, el aire tomará forma cuadrada como la caja, etc.



¿Y el puré de patatas?

Como he dicho muchas veces anteriormente en El Tamiz, los nombres que damos a las cosas, nuestras definiciones y nuestras ecuaciones están en nuestra cabeza y son herramientas que nos ayudan a predecir el comportamiento de las cosas, pero no forman parte de las propias cosas.

Siempre se nos enseña que hay sólidos, líquidos y gases, y que los primeros no son fluidos pero los segundos sí. Sin embargo, esos nombres idealizan comportamientos. Ningún líquido es realmente un fluido de acuerdo con la definición, y ningún sólido deja de serlo realmente. Se trata de una cuestión de grado. Por ejemplo, ¿qué es el puré de patatas? ¿Un sólido? Si así fuera daría igual la forma del recipiente en el que lo introduces, porque siempre tendría una forma propia, algo que no sucede. ¿Un fluido? No, porque sería imposible tomar puré de patatas con un tenedor, ya que fluiría entre los dientes y caería de nuevo al recipiente.

Ah, puedes pensar, depende de la consistencia del puré de patatas. Si tiene mucha leche o agua, entonces se irá aproximando a un fluido hasta que sea imposible cogerlo con un tenedor, y si tiene muy poca leche o agua, llegará un momento en el que tenga casi una forma propia, independiente del recipiente. Pero si piensas así habrás llegado, creo, a la conclusión que intento hacerte ver: es una cuestión de grado. No hay sólidos y fluidos, sino medios que se parecen más a unos o a otros. Cuando un medio se aproxima muchísimo a un comportamiento, las conclusiones teóricas derivadas de la definición serán casi idénticas a lo que sucede en la realidad y viceversa.

Esto significa, claro, que las sustancias que están “a medio camino”, como muchos plásticos, la plastilina, el puré de patatas, etc., no se definen bien mediante las definiciones de fluido o sólido. A lo largo del tiempo hemos ideado magnitudes y ecuaciones que tienen en cuenta estas desviaciones de los comportamientos ideales, como la viscosidad, y de ellas hablaremos tarde o temprano. Mi objetivo en esta ampliación es simplemente recordarte que no te dejes llevar por las etiquetas que damos a las cosas y pensar así que en la Naturaleza existe tal cosa como un “sólido”.


Hidráulica, hidrodinámica y mecánica de fluidos

La necesidad de comprender el comportamiento de los fluidos ha sido siempre imperiosa para nosotros: al fin y al cabo, nuestra vida depende de dos fluidos, el aire y el agua. Asegurar el suministro de ambos es un requisito indispensable para nuestra supervivencia, y esto significa que mucho antes de que Newton estableciera principio alguno ni supiéramos lo que es una fuerza con el menor rigor ya teníamos cierta idea sobre las características fundamentales de los fluidos y cómo manipularlos.

Esto significa que, en sus comienzos –mucho antes de recibir su nombre actual– la mecánica de fluidos era algo completamente empírico, y no tanto el campo de estudio de los científicos como de los ingenieros civiles: sin un conocimiento, aunque sea rudimentario, de la flotabilidad de los cuerpos, las variaciones de presión del agua y hasta dónde es posible elevarla y cosas parecidas, es muy difícil establecer una civilización tecnológica. Esta versión eminentemente práctica, no demasiado preocupada por principios fundamentales y sí por las aplicaciones técnicas del conocimiento, fue denominada hidráulica por su preocupación central, el agua.

Por poner un ejemplo, los romanos utilizaron sus conocimientos de hidráulica para construir canalizaciones que alimentaban de agua potable lugares alejadísimos de sus fuentes, y disponían de sistemas de tuberías y alcantarillado bastante sofisticados. Durante muchos siglos continuamos avanzando muy lentamente en nuestra comprensión del comportamiento de los fluidos de este modo empírico. El famoso principio de Arquímedes –que destriparemos a conciencia en este bloque– es un buen ejemplo de esto. Se trata de un fenómeno que puede explicarse a partir de leyes más fundamentales, pero durante siglos fue un principio natural sin necesidad de más explicación.

La ausencia de una verdadera teoría unificada sobre el comportamiento de los fluidos y, sobre todo, de las matemáticas y ecuaciones que describieran ese comportamiento, hizo que nuestro conocimiento fuera cualitativo. Por ejemplo, desde el principio fue algo evidente que la forma de la quilla de un barco influye sobre el flujo de agua sobre el casco cuando la nave se mueve por el agua, y es posible ir probando hasta obtener formas razonablemente hidrodinámicas sin utilizar ecuaciones. Por otro lado, es muy difícil alcanzar una perfección enorme en este aspecto sin un aparato teórico más avanzado, de modo que llegó un momento en el que, en casi todo lo relacionado con los fluidos, nos quedamos estancados.

Uno de los primeros en atacar el problema de una manera más científica fue Leonardo da Vinci. El divino italiano realizó multitud de experimentos bastante metódicos sobre el flujo de agua y aire alrededor de objetos, y documentó sus descubrimientos con diagramas maravillosos, como hacía casi siempre. Leonardo llegó a introducir pequeños objetos en el agua para observar su movimiento según fluía el líquido, observó los remolinos que aparecen cuando el agua fluye rápidamente sobre un cuerpo, es decir, la aparición de la turbulencia, y llegó a realizar diseños que minimizaban esa turbulencia.

Flujo de agua por Leonardo
 
Dibujo de flujo turbulento por Leonardo da Vinci.


Sin embargo, en la época de Leonardo la Física no se había casado aún con las Matemáticas –algo que empezaría a suceder con Galileo Galilei–, con lo que una auténtica teoría de fluidos no podía surgir. El propio Galileo, que yo sepa, no dedicó demasiado esfuerzo a esa tarea, pero dos de sus discípulos, Benedetto Castelli y Evangelista Torricelli, fueron de los primeros en establecer las bases de lo que se llamaría hidrodinámica, la contrapartida teórica de la hidráulica. Fíjate en que el nombre seguía estando derivado del fluido más estudiado de todos, el agua.

El problema era la complejidad del comportamiento de los fluidos: son muy difíciles de describir teóricamente, en parte por las sutiles diferencias entre fluidos y sólidos, en parte por la interacción de unas partes del fluido con otras y con las paredes que lo contienen. Por tanto, durante mucho tiempo la hidrodinámica sólo fue útil en casos muy particulares y para situaciones concretas; fuera de ellas era un desastre como predicción del comportamiento real. Una vez más, nuestras limitaciones matemáticas eran las culpables, ya que haría falta el desarrollo del cálculo infinitesimal para describir acertadamente el movimiento de los fluidos.

En el caso de fluidos en equilibrio, dado que no había movimiento del fluido, la cosa era bastante más sencilla. Su descripción, la hidrostática –un caso partícular de la hidrodinámica–, sí era posible matemáticamente con una precisión muy razonable. Torricelli estableció algunas de sus bases, pero el auténtico padre de la hidrostática y, por tanto, uno de los pioneros de la hidrodinámica, fue el francés Blaise Pascal, del que hablaremos con seguridad en este bloque.

Isaac Newton realizó algunos avances en hidrodinámica, como el estudio del flujo del agua a través de orificios y la descripción de la viscosidad, pero su principal aporte a esta ciencia fue el desarrollo del cálculo infinitesimal –probablemente de manera independiente y casi simultánea a Gottfried Leibniz–. Con esa “madurez” de las matemáticas fue posible atacar el problema de verdad, con una herramienta realmente preparada para el problema.

Otros científicos tras Newton, como Daniel Bernoulli y Jean le Rond d’Alembert, realizaron grandes avances en hidrodinámica. A estas alturas, a mediados del siglo XVIII, los científicos ya no estudiaban casos concretos del comportamiento de los fluidos, sino que trataban de establecer principios generales; por ejemplo, una de las mejores obras de d’Alembert se llama Traité des fluides. Las matemáticas nos proporcionaron, una vez más, las herramientas para dar un salto en nuestro conocimiento de los fluidos cuando el genial Leonhard Euler desarrolló las ecuaciones en derivadas parciales y las empleó para describir, por primera vez, el comportamiento general de un fluido de manera teórica.

El problema era que las ecuaciones de Euler y otras basadas en su trabajo eran desastrosas en la mayor parte de los casos, y sólo funcionaban bien de verdad en algunas situaciones. Por lo tanto, incluso en el siglo XVIII gran parte de la hidrodinámica era considerada una curiosidad teórica. Los ingenieros seguían obteniendo mejores resultados simplemente utilizando métodos puramente empíricos que recurriendo a las ecuaciones de Euler y similares.

Todo cambió en el siglo XIX. Primero, un par de físicos –un inglés, Sir George Stokes, y un francés, Claude-Louis Navier– establecieron en 1822 una ecuación que describía razonablemente bien el comportamiento de los fluidos. Posteriormente, el alemán Gustav Kirchhoff (cuyo nombre puede sonarte por la radiación de cuerpo negro). Kirchhoff refinó las ecuaciones para determinar un coeficiente relacionado con el movimiento turbulento de un fluido a través de un agujero –una de las circunstancias en las que anteriormente los resultados teóricos y los experimentales divergían enormemente–. El coeficiente no es importante ahora mismo, pero sí lo es el hecho de que Kirchhoff predijo un valor de 0,61 utilizando las ecuaciones diferenciales. El resultado experimental resultó ser 0,60. Todo cambiaría desde entonces: ya no estábamos frente a una curiosidad, sino a algo utilísimo en la práctica.

A partir de entonces se diluyó la diferencia entre hidráulica e hidrodinámica y nació una verdadera mecánica de fluidos. El nombre es, desde luego, infinitamente mejor que cualquiera de los otros dos, porque no sugiere nada acerca del agua. Hoy en día hablamos de ella cuando nos referimos al estudio de fluidos en general, pero seguimos usando los términos antiguos de hidrostática e hidrodinámica para el estudio de los líquidos –no cualquier fluido– en equilibrio o no. También utilizamos aerodinámica, por ejemplo, para referirnos al flujo de gases; como en el caso del agua, el aire forma parte del nombre por ser el gas al que más aplicamos esta teoría.

El caso es que desde la segunda mitad del XIX los ingenieros empezaron a utilizar más y más las ecuaciones diferenciales, perfeccionadas por muchos otros científicos. Ya en el siglo XX nos encontramos con un nuevo obstáculo: las matemáticas funcionaban, pero en muchos casos el comportamiento de los fluidos resultó ser caótico, es decir, endiabladamente difícil de calcular con exactitud más allá de cierto tiempo. Las matemáticas estaban preparadas, pero nuestra capacidad de cálculo no.

En este caso quien vino a nuestro rescate fue la informática. Hoy en día, para las aplicaciones prácticas que involucran conjuntos de ecuaciones no lineales son nuestros programas informáticos quienes resuelven las ecuaciones y predicen el comportamiento de los fluidos. Pero, por más complejas que se hayan hecho las matemáticas involucradas, la base teórica sigue siendo la misma: la aplicación de la mecánica newtoniana a medios continuos capaces de fluir.

Si todo esto de ecuaciones diferenciales te ha dejado un poco apabullado, no te preocupes: como Pascal, nosotros empezaremos a estudiar los fluidos en equilibrio –es decir, la estática de fluidos– para luego ir adentrándonos en asuntos más tortuosos. Lo bueno de la mecánica de fluidos es que unas bases sólidas no demasiado extensas permiten ya entender muchas cosas del mundo que nos rodea sin necesidad de meterse en camisas de once varas.

En la siguiente entrega hablaremos sobre las diferencias entre los tres tipos de fluidos y, ya que tiene que ver con el asunto, definiremos una de las propiedades más importantes de cualquier fluido: la densidad.


Ideas clave

Para empezar el bloque con ganas, espero que te hayan quedado clarísimas las siguientes ideas, ya que son solamente tres:

  • La mecánica de fluidos estudia los fluidos en cuanto a su comportamiento mecánico (movimientos, fuerzas, presiones, etc.).
  • Un fluido es un medio capaz de fluir, es decir, cambiar su forma libremente.
  • Existen tres tipos de fluidos: líquidos, gases y plasmas.

Tomado de:

El Tamiz

22 de agosto de 2012

Manías y extravagancias en nombre de la Ciencia

A lo largo de la historia se han cometido muchos errores en nombre de la Ciencia, unas veces por la escasez de medios disponibles y, otras, por simples cabezonerías o manías de los científicos. Estos son algunos de esos errores o manías…



Theodor Ludwig Wilhelm Bischoff (1807 – 1882) fue un biólogo y anatomista alemán. Profesor universitario de Anatomí­a y de Fisiologí­a. Uno de sus estudios “más importantes” trataba sobre el cerebro humano. Determinó que el peso medio del cerebro de los hombres era de 1.350 gr. y el de las mujeres 1.250 g. Como era seguidor de la teorí­a “el tamaño sí­ que importa“, su conclusión final:
la capacidad intelectual de los hombres era mayor que la de las mujeres.
En 1868 es nombrado miembro extranjero de la Royal Society (es la sociedad cientí­fica más antigua del Reino Unido y una de las más prestigiosas de Europa). Cuando murió donó su cuerpo a la Ciencia – craso error – y se averiguó que su cerebro pesaba 1.245 gr.

Henry Cavendish fí­sico y quí­mico británico (1731-1810) es especialmente conocido por sus investigaciones en la quí­mica del agua y del aire y por realizar importantes investigaciones sobre la corriente eléctrica. De gran fortuna, sin esposa ni hijos, excéntrico, tí­mido e introvertido, no tuvo trato cercano con casi nadie. Las sirvientas de su casa tení­an orden expresa de no cruzarse con él bajo amenaza de despido, de manera que se comunicaba con ellas mediante notas. Pero hasta tal extremo llegaba su maní­a de no tratar con nadie que, no contando con los aparatos y utensilios necesarios para medir la potencia eléctrica, por no encargárselo a otros, decidió medir esa potencia eléctrica consigo mismo, calculando su fuerza por el dolor, más o menos fuerte, que le producí­an las descargas.

Isaac Newton reconocido como uno de los científicos más grandes de todos los tiempos tiene una anécdota que parece confirmar la máxima “todos los genios son despistados”. Mientras trabajaba en sus investigaciones no le gustaba ser molestado pero tenía una gata que continuamente maullaba para entrar y salir de la casa. Así que, hizo un agujero en la parte inferior de la puerta – gatera – para que el felino no le molestase. Como la gata tenía la costumbre de pasear por el barrio y flirtear con los vecinos, felinos lógicamente, pasó lo que tenía que pasar… nacieron varios gatitos.
Newton hizo en la puerta otros agujeros más pequeños para los gatitos.
El investigador holandés Martinus Willem Beijerinckh (1851-1931) afirmaba que “un hombre de ciencia debe permanecer soltero“. Así­, llegó a despedir de su laboratorio a un colaborador… ¡que se habí­a casado!

Gaspar Balaus medico y poeta del siglo XVII tení­a una maní­a que, a la postre, le acabarí­a costando la vida: estaba convencido que estaba hecho de mantequilla. Esta creencia le llevó a evitar cualquier fuente de calor (una chimenea, una lámpara, etc) para no derretirse. Un dí­a muy caluroso, con un sol inmisericorde, temió fundirse y se arrojó de cabeza a un pozo, donde murió ahogado.

El gran Leonardo da Vinci, pintor, científico, ingeniero, inventor, anatomista, escultor, arquitecto, urbanista, botánico, músico, poeta, filósofo… (el Windows del Renacimiento) fue pionero en muchas de las disciplinas a las que se dedicó. Una de las disciplinas en las que Leonardo trabajó fue la Anatomía humana. Sus estudios anatómicos recogidos en el “Manuscrito Anatómico” (1510-1511) se centran en los intentos de comprender el funcionamiento del cuerpo humano. Además, se sirvió de sus artes pictóricas para elaborar dibujos detallados del cuerpo humano. Como ya he dicho antes, debido a las limitaciones propias de la época cometió algún “pequeño” error:
El pene estaba conectado con los pulmones que eran los que les insuflaban el “aliento” necesario para la erección.
Charles-Édouard Brown-Séquard (1817 – 1894) fue un fisiólogo y neurólogo mauriciano conocido por ser el primero en describir el llamado síndrome de Brown-Sequard aunque también es el autor del elixir de la vida (que yo me he permitido denominar “testiculina“). El 1 de junio de 1889, con 72 años, ante la Société de Biologie en París, informó que había aumentado su fuerza física, su agilidad mental y el apetito por la auto-inyección de un extracto derivado de los testículos de perros y conejillos de Indias. Además, alivió su estreñimiento y alargó el arco de su orina (auténtica muestra de vigor). La poción que se inyectaba estaba compuesta por una pequeña cantidad de agua en la que se diluía una mezcla de la sangre de venas testiculares, el esperma y, por último, el jugo extraído de un testículo, aplastado inmediatamente después de que haya sido extirpadode un perro. Las conclusiones de su estudio son irrefutables:
  • La longitud promedio del chorro de orina durante los diez días anteriores a la primera inyección era inferior a la de los veinte días siguientes.
  • Después de los primeros días de mis experimentos he tenido una gran mejoría en lo que respecta a la expulsión de materia fecal.
Recopilación de varios post publicados.

Fuente:

3 de mayo de 2012

Los estudios de anatomía de Leonardo, casi tan buenos como el 3D

Clásico dibujo del cuerpo humano de Leonardo da Vinci

Sólo la tecnología 3D y de imagen y movimiento ha podido superar a Leonardo

A lo largo de su vida, Leonardo da Vinci hizo miles de anotaciones y dibujos sobre el cuerpo humano, algunos de los cuales se exhiben a partir de esta semana en las galerías del palacio de Buckingham, en Londres. ¿Pero qué tanto se acercó el genio del Renacimiento a la realidad?

Da Vinci quería entender cómo estaba compuesto el cuerpo, y cómo funcionaba. Entre 1507 y 1511, el artista trabajó en la universidad de Pavía con el profesor de anatomía Marcantonio della Torre, lo que le garantizó acceso a numerosas autopsias. 

Pero al momento de su muerte en 1519, el gran tratado que planeaba escribir sobre la materia estaba incompleto y sus documentos quedaron sin publicar. El hecho de que sus anotaciones estuvieran hechas en su característica escritura "de espejo" sugieren que no estaba listo para darlas a conocer a la comunidad científica.

Anatomistas clínicos consideran que el trabajo de Leonardo estaba muy adelantado a su tiempo y que en algunos aspectos podría ayudarnos a entender el cuerpo incluso en la actualidad.

¿Cómo se comparan estos dibujos, hechos hace más de 500 años, a lo que la tecnología de imágenes digitales puede decirnos hoy?

El cráneo

Cráneo de da Vinci y cráneo real

Foros cortesía de la Royal Collection y el radiologista Richard Wellings, UHCW

Por ejemplo, en un cuaderno de 1489 hay una serie de dibujos meticulosos del cráneo humano.

Da Vinci corta el frente del rostro para mostrar lo que hay debajo. Es difícil cortar estos huesos sin dañarlos. 

En otros documentos figura un dibujo de los cuchillos que utilizó.

Según Peter Abrahams, profesor de Anatomía Clínica de la universidad de Warwick, en el Reino Unido, la imagen del artista es tan exacta como la que pudieran producir artistas científicos hoy en día.

Señala Abrahams que los pequeños huecos que figuran en la imagen de Leonardo "son absolutamente correctos desde el punto de vista anatómico".

"Leonardo fue un observador y un científico experimental meticuloso. Dibujó lo que vio y tenía la habilidad de dibujar lo que veía en forma perfecta", dice.

El torso

Torso de Leonardo y torso real

Fotos cortesía de la Royal Collection y el radiologista Richard Wellings, UHCW.

De acuerdo con el profesor Abrahams, la parte superior de este dibujo del torso constituye una observación muy exacta.

El hígado, por ejemplo, aparece en el lugar correcto, justo abajo del seno de la mujer. Su tamaño sugiere que es posible que la "modelo" sufriera de alguna enfermedad hepática.

Sin embargo, más abajo en la gráfica hay algunos problemas. Abrahams dice que el dibujo del útero es incorrecto. La imagen le recuerda a lo que puede apreciarse en animales como las vacas.

Es posible que, dada la dificultad para obtener cadáveres femeninos, da Vinci usara el conocimiento que había obtenido de la disección de animales para ayudarse a comprender el cuerpo humano.

La columna

La columna de Leonardo y la columna real

Fotos cortesía de la Royal Collection y el radiologista Richard Wellings, UHCW.

Se cree que el dibujo de la columna vertebral que se muestra aquí es la primera descripción exacta de esta parte del organismo en la historia de la humanidad.

Según Peter Abrahams, da Vinci capturó perfectamente la delicada curva e inclinación de la espina dorsal y la forma en que las vértebras encajan las unas en las otras.

Este dibujo en sí mismo le hubiera asegurado al artista italiano un lugar en la historia. Pero se trata sólo de uno en una serie de dibujos con los que amplió las fronteras de la ciencia. Leonardo diseccionó y escribió sus observaciones sobre cada hueso en el cuerpo humano, excepto los del cráneo.

Para el profesor Abrahams, las habilidades de da Vinci como arquitecto e ingeniero lo ayudaron a deducir cómo funciona realmente el cuerpo.

"Esta visión mecánica sólo se ha vuelto popular en el campo de la cirugía en los últimos 50 o 60 años", dice.

El embrión

El embrión de Leonardo

Fotos cortesía de la Royal Collection y el radiologista Richard Wellings, UHCW.

A pesar de que deseaba dibujar el cuerpo a la perfección, Leonardo estaba casado con ciertas ideas que había heredado del Medioevo. Por ejemplo, pensaba que el sistema reproductivo humano se parecía al de las plantas.

"Todas las semillas tienen un cordón umbilical que se rompe cuando la semilla alcanza la madurez", escribe Leonardo.

En la foto se ve un embrión dibujado por él. El útero aparece abriéndose como los pétalos de una flor.

Cuando murió, sus detallados dibujos quedaron en manos de su asistente Francesco Melzi. Pero observaciones revolucionarias, como el flujo de la sangre hacia el corazón, se perdieron para siempre.

Anatomistas como el profesor Abrahams creen que el trabajo de Leonardo estaba adelantado a su tiempo al menos 300 años. Dicen que sólo recientemente, gracias a la tecnología 3D y a las imágenes en movimiento, ha sido posible dar un paso más allá de lo que lograron el ojo y la mano de Leonardo.

Fuente:

BBC Ciencia


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22 de marzo de 2012

¡Ya se puede volar como los pájaros: con alas impulsadas por los brazos!



“Recuerdo que una vez, siendo niño, se posó un halcón cerca de mí, abriéndome la boca, me acariciaba una y otra vez con sus plumas como profecía de que yo iba a hablar de alas durante toda mi vida”. Leonardo da Vinci

Una de las pocas cosas personales que se encuentran en los cuadernos de notas de Leonardo es esta historia en la que cuenta cómo siendo niño entendió que su vida giraría en torno a la utopía de poder volar como un pájaro, construyéndose sus propias alas.

Jarno Smeets, un ingeniero mecánico de los Países Bajos fascinado por las nuevas tecnologías, la robótica, la aerodinámica en general también ha perseguido ese sueño. Y parece que lo ha hecho realidad, al convertirse en el primer hombre en la historia que ha realizado con un éxito un vuelo con unas alas de construcción propia inspiradas en el movimiento y la estructura de la verdaderas alas de las aves.

Smeets despegó desde el suelo en un parque en La Haya el pasado domingo 18 de marzo para realizar un vuelo de unos 100 metros de aleteo, que duró aproximadamente un minuto, después de lo cual aterrizó a salvo como sólo aterrizan los pájaros, desplegando imponente y victorioso sus alas.

Hasta ahora la gente había asumido que era imposible volar con alas de pájaro con la fuerza muscular humana, pero Smeets diseñó su propio sistema para resolver este problema con dos controladores de movimiento de la Wii, los acelerómetros de un teléfono inteligente HTC Wildfire S y unos pequeños motores TURNIGY para kits de robótica.

Este mecanismo combinado le ha permitido crear un sistema que amplifica la potencia de sus músculos para mover unas alas de 17 metros cuadrados, mientras a la vez puede mover los brazos libremente sin ningún riesgo de rompérselos. Y aunque no son pocos los que tildan el vídeo de fake, lo cierto es que Jarno lleva más de 3 años involucrado en cuerpo y alma en este proyecto para hacer realidad el sueño más antiguo del hombre.

La envergadura de las alas es de 7 metros, los mínimo suficiente para elevar con éxito los 90 kg. de peso de Jarno, y el sistema es un concepto háptico inalámbrico construido a partir de una cometa y los mástiles de carbono de una vela de windsurf; de hecho, las alas son como dos velas de windsurf en posición horizontal que van asidas al mecanismo de aleteo que lleva con un arnés en su espalda.

El mando de la Wii se comunica con el smartphone mediante Bluetooth para hacer una doble medición de ritmos, para que el ala artificial reproduzca el adecuado movimiento de rotación, velocidad e impulso de las alas de un pájaro real, que a su vez Jarno reproduce moviendo sus brazos a escala más pequeña.

Y para valorar más la proeza de Jarno, es importante tener en cuenta la gran diferencia entre los hombres y los pájaros a la hora de volar, pues el cuerpo humano tiene una gran handicap en el apartado de locomoción para el despegue, por lo que este primer vuelo iniciático de Jarno no es sino el punto de partida de un proceso de aprendizaje y práctica, el mismo por el que tienen que pasar las crías de las aves antes de poder volar libremente cuando abandonan el nido.

Ya hace más de 500 años que Leonardo da Vinci pensaba que para hacer volar a un hombre tenía que construir un artefacto que imitara el vuelo de un ave e inyectara la fuerza que faltaba para que el aparato mantuviera el equilibrio. Planteó que el vuelo del ave era como una ecuación matemática y que los humanos, con nuestra inteligencia, podríamos resolver el problema de volar de la misma manera algún día.

Quizá ese día ya ha llegado.

Fuente y más información: Human Bird Wings, el blog donde Jarno Smeets cuenta todos los detalles sobre su proyecto de volar como un pájaro. También ha sacado una nota de prensa al respecto para anunciar su hazaña.

ACTUALIZACIÓN: Ante las sospechas de fake y de que pudiera ser una campaña viral de Nintendo para publicitar el lanzamiento de “Kid Icarus Uprising” para 3DS hemos llamado a la compañía y…Nintendo niega que el vídeo del holandés con alas sea un viral para promocionar un nuevo videojuego.

Y recuerda que ya puedes seguir Futuretech también en Twitter, en @blog_futuretech

En otro orden de cosas voladoras:

- El drone policial del Sheriff de Texas se estrella contra un vehículo blindado de los SWAT

- ¡Atrápame si puedes!: las asombrosas imágenes de un tipo cogiendo su avión al vuelo

- Detienen al nieto de Clark Gable por incordiar al helicóptero de la policía con un rayo láser

- Detienen a un chino por crear una unidad de imitación del Ejército de EEUU

Tomado de:

La Información


13 de julio de 2011

Da Vinci, también geólogo

Leonardo Da Vinci demostró ser uno de los hombres más inteligentes de su tiempo con sus grandes investigaciones, además de uno de los pintores más célebres de todos los tiempos. Fue capaz de imaginar el helicóptero en el Renacimiento, demostró técnicas muy avanzadas para su época y además demostró conocimientos de geología propios del siglo XX.

En muchos de sus cuadros, como “La Virgen, el Niño Jesús y Santa Ana” aparecen reflejados estratos sedimentarios, organizados en capas horizontales. Hoy en día se sabe que las capas que forman el suelo se acumulan progresivamente y que se puede asociar una capa determinada a una época concreta. Pero Leonardo parece que fue uno de los primeros en considerarlo.

lavirgenelnio

Pero esta investigación no apareció reflejada solo en sus cuadros. Además, recogió un gran número de observaciones y explicaciones sobre estos fenómenos en el Códice Leicester. En este texto aparecía información sobre paleontología y paleoecología, la disciplina responsable de reconstruir los ecosistemas y las relaciones entre especies en el pasado remoto.

En el Renacimiento la teoría de la evolución ni siquiera había sido imaginada. Pero por sus escritos, Leonardo no compartía ninguna de las dos principales corrientes de pensamiento que regían entonces.

La primera relacionaba todo lo perteneciente a los fósiles con el diluvio universal. Da Vinci observó que las conchas de los bivalvos (organismos como las almejas o los mejillones) no están cementadas en vida, sino unidas por un cartílago que se degrada al morir dicho animal. Por tanto, si las conchas aparecían juntas en un fósil, es porque el animal fue enterrado en vida. En cambio, si aparecían separadas era resultado de un transporte después de muertos. Si el diluvio hubiese sido responsable jamás aparecerían juntas.

La segunda filosofía se basaba en el pensamiento neoplatónico. Según ésta, los fósiles no eran restos de animales, sino que pertenecían al reino mineral. Se formaban, de forma "mágica", creciendo en el interior de la tierra conforme a una idea universal que determina la forma de la fauna y flora. Leonardo observó que los fósiles marinos aparecían en zonas con estratos claramente relacionados con un ambiente anterior oceánico. Además, los fósiles suelen agruparse, del mismo modo en que aparecen juntas las conchas de distintos animales movidos por las mareas.

Además, cabe sumarle sus estudios de esclerocronología, la investigación de las periodicidades de crecimiento. Los anillos de los árboles y las líneas de crecimiento de las conchas de los animales nos pueden dar su edad, una práctica muy común en la paleobiología actual, pero totalmente novedosa en el Renacimiento. Y el que los fósiles tuviesen edad, relacionada con las estaciones sobre la tierra, dejaba claro que no crecían bajo ella.

Sin duda, las investigaciones de Leonardo nunca dejan de sorprender. Incluso como geólogo, razonaba como un científico de principios del siglo XX.





Fuente:

Ya me lo sé

30 de mayo de 2011

¿Dónde están enterrados los restos de la "Mona Lisa"?


En el convento de Santa Úrsula de Florencia (Italia) un equipo de arqueólogos está realizando trabajos de búsqueda y exhumación de lo que podrían ser los restos de la “Mona Lisa”, musa de Leonardo Da Vinci.

De momento, han hallado un cráneo enterrado a un metro bajo el piso original del convento, junto con otros fragmentos de costillas y vértebras humanas, que sospechan que perteneció a Lisa Gherardini del Giocondo. Los investigadores compararán el ADN de los huesos encontrados con el material genético de los restos de los dos hijos de la mujer, que fueron enterrados cerca, para autenticar el hallazgo. Si se confirma, utilizaran programas informáticos para 'reconstruir' el rostro de la mujer y comprobar si los rasgos coinciden con la modelo de la obra de Leonardo da Vinci.

Tomado de:

Muy Interesante

13 de diciembre de 2010

¿La Mona Lisa guarda en sus pupilas la clave de su identidad?


De acuerdo al investigador italiano Silviano Vinceti, el genio renacentista Leonardo da Vinci pintó una serie de letras diminutas en la Gioconda.

La Mona Lisa de Leonardo da Vinci guarda en su pupila izquierda la clave de la identidad de la modelo en la que el pintor se inspiró, según sostiene un investigador italiano, Silvano Vinceti, cuyas teorías recoge el periódico ‘The Guardian’.

De acuerdo con Vinceti, que es presidente de la comisión nacional de patrimonio cultural en su país, el genio renacentista, amante de los códigos, pintó una serie de letras diminutas en las dos pupilas de la Gioconda.

“Invisibles al ojo humano y pintadas en negro sobre verde-marrón, están las letras LV en su pupila derecha, obviamente las iniciales de Leonardo, pero lo más interesante está en su pupila izquierda”, afirmó el investigador, en declaraciones recogidas por el diario.

Vinceti mantiene que en ese ojo se disciernen las letras “B” o “S” o posiblemente las iniciales “CE”, lo que considera claves de vital importancia para averiguar la identidad de la modelo.
Esta ha sido identificada a menudo como Lisa Gherardini, la esposa de un mercader florentino, pero el investigador italiano no está de acuerdo, ya que mantiene que la Mona Lisa fue pintada en Milán.

“Detrás del cuadro aparecen los números “149”, con un cuarto número medio borrado, lo que sugiere que (Da Vinci) lo pintó cuando estaba en Milán en la década de 1490, usando como modelo una mujer de la corte de Ludovico Sforza, el duque de Milán”, declara al “Guardian”.
Símbolos y códigos
“A Leonardo le gustaba utilizar símbolos y códigos para transmitir mensajes, y quería que supiéramos la identidad de la modelo a través de sus ojos, los cuales consideraba el espejo del alma y un medio de comunicación”, prosigue el italiano, quien al parecer prevé detallar sus conclusiones el próximo mes.

El misterio de la Mona Lisa ya ha sido objeto de teorías también en la ficción, como en el caso de la novela “El código da Vinci”, en la que el autor, Dan Brown, sugiere que el nombre es un anagrama para Amon l’Isa, en alusión a antiguas deidades egipcias.

Fuente:

24 de septiembre de 2010

Se hace realidad uno de los sueños de Leonardo: el ornitóptero

En 1895, William Thompson, primer barón de Kelvin y presidente de la Real Sociedad Británica de Ciencias afirmaba con total rotundidad:

Es imposible que máquinas más pesadas que el aire puedan volar

Apenas 8 años después, un 17 de diciembre de 1903, los hermanos Orville y Wilburn Wright, fabricantes de bicicletas, echaban por tierra aquella predicción y se convertían en los pioneros de la aviación.

Pues bien, a algo parecido estamos asistiendo hoy en día con otra de las quimeras voladoras de la historia: El ornitóptero.

Evidentemente la primera referencia aérea en la que el ser humano se basó para conseguir el eterno sueño de volar fueron las aves. Muchos estudiaron la forma de volar de los pájaros y los primeros intentos de alzar el vuelo se basaron en artilugios que imitaban el vuelo de las aves. Roger Bacon, Leonardo da Vinci… fueron los primeros que intentaron conseguir surcar el cielo batiendo las alas, un objetivo que nunca llegaron a conseguir.

Siempre se había creído que el ornitóptero, la máquina que vuela batiendo unas alas, era imposible. Un deseo antiguo al que las leyes de la física no acompañaban y que en la mayoría de las ocasiones había dado resultados desastrosos.

Los artilugios que toman como fuente de energía la fuerza de un tripulante humano son inoperantes, pues la relación entre el peso de las aves y la potencia que sus músculos pueden desarrollar es mucho más favorable en su caso que en el del hombre. (Cita)

Bien, a veces parece que los retos imposibles existen tan sólo para que aparezcan valientes que los rompan.

Un estudiante del Instituto de Estudios Aeroespaciales de la Universidad de Canadá, llamado Todd Reichert acaba de realizar el primer vuelo de un ornitóptero al que ha llamado “Snowbird”, un ingenio que pesa tan sólo 42 kilos pero que despliega una envergadura de alas similar a las de un boing 737.

Snowbird | Imagen Physorg

Un coche le remolcó hasta el despegue, después del cual, los pedaleos del joven consiguieron mantener en vuelo el dispositivo una distancia de 145 metros durante 19,3 segundos, con una velocidad media de 16 millas por hora. Reichert ya ha presentado una reclamación para que su hazaña sea recogida en el record Guinness, y la FAI (Federación Aérea Internacional) espera que se confirme en octubre.

Aquí tienes el histórico momento recogido en video.



HPO The Snowbird from U of T Engineering on Vimeo.



Fuente:

Amazing (en español)

1 de noviembre de 2009

Descifrado el misterio de la sonrisa de la Mona Lisa


Domingo, 1 de noviembre de 200

Descifrado el misterio de la sonrisa de la Mona Lisa

¿Qué es la Mona Lisa?

El cuadro La Gioconda, conocido también como La Mona Lisa, La Monna Lisa, L´ Joconde (en francés) o Madonna Elisa, es una obra pictórica de Leonardo da Vinci. Desde el siglo XVI es propiedad del Estado Francés, y se exhibe en el Museo del Louvre de París.

Su nombre oficial es Gioconda (que, traducido del italiano al castellano es alegre), en honor a la tesis más aceptada acerca de la identidad de la modelo, apoyada en el hecho de que era esposa de Francesco Bartolomeo del Giocondo y que su nombre era Lisa Gherardini.

Es el cuadro más famoso del mundo y es visitado por millones de personas al año en el Louvre.

Da Vinci, el genio

Hace poco se presento en Lima (Perú) una muestra itinerante "Da Vinci, el genio"; esta muestra tenía una sala especial denominada "Secretos de la Mona Lisa", este es el video oficial:



La noticia llega vía Muy Interesante:


Un grupo de científicos españoles ha llegado a la conclusión de que el secreto del cambio de humor del retrato de Mona Lisa, que puede mostrarse sonriente o seria según cómo la miremos, reside en el funcionamiento del ojo humano.

Según Luís Martínez Otero, investigador del Instituto de Neurociencias de Alicante, el ojo humano envía señales mezcladas al cerebro. La sonrisa del retrato de Mona Lisa, pintado por Leonardo da Vinci, se muestra de una u otra manera en función de cómo las células situadas en la retina capten la imagen y del canal del cerebro humano por el que sean transmitidas. Estos canales codifican información sobre el tamaño del objeto, su brillo, luminosidad y localización en el campo de visión. “Algunas veces un canal se impone a los demás y vemos la sonrisa, en ocasiones ganan otros y no la vemos”, explica Martínez Otero, que presentó su trabajo en el encuentro anual de la Sociedad Americana de Neurociencia celebrado en Chicago.

Entre sus experimentos con múltiples parámetros, el investigador español mostró a varios sujetos una pantalla blanca o negra durante treinta segundos antes de proyectar sobre ella a Mona Lisa. Y comprobó que era más frecuente percibir su rostro sonriente después de la pantalla oscura.

La cuestión que se plantea es: ¿quería Leonardo da Vinci confundir de esta manera a nuestro cerebro? ¿Es un efecto intencionado? Martínez Otero sospecha que sí. “Leonardo escribió en uno de sus cuadernos de notas que estaba intentando pintar expresiones dinámicas, porque era eso lo que veía en la calle”, afirma en la revista New Scientist.

Fuente:

Muy Interesante

1 de septiembre de 2007

Personajes: Leonardo da Vinci creo los tacos altos.

Según firma británica de calzado, Da Vinci fue el creador de los tacos altos.



El arquitecto, escultor, pintor, inventor e ingeniero renacentista Leonardo Da Vinci (1452-1519) habría sido el creador de los tacos altos, según informó hoy la firma británica Shoe Express.
Esa compañía celebró esta semana los 500 años desde que Da Vinci creó en 1507 la idea de los tacos altos, como forma elegante para elevar la altura de las personas.

Como parte de las celebraciones, la zapatería londinense contrató a la modelo Jessica Proudfoot, para que caminara durante diez minutos por la céntrica Oxford Street, en Londres, subida a unos zapatos con 30 centímetros de taco, con diseños del siglo XVI.

Shoe Express celebró también los 15 años desde que abrió su primer local en Gran Bretaña.
El autor de La Gioconda (Mona Lisa), cuyo verdadero nombre era Leonardo di Ser Piero da Vinci, murió en el castillo de Clos-Lucé, en Francia, 2 de mayo de 1519.
(Ambito Financiero)

Fuentes:

Territorio Digital


La "seducción· de los tacones altos...


Calzados buenos para la salud.

Exposición de da Vinci por Aniversario de la Unión Europea.
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