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9 de abril de 2019

La ballena con 4 patas que vivó en el Perú

La recién descubierta ballena vivió hace aproximadamente 43 millones de años. 
 
Con cuatro patas, membranas entre los dedos y pezuñas: así era la ballena que se reconstruyó a partir de un fósil encontrado en Perú.

Los paleontólogos creen que el cuerpo de este mamífero marino, de cuatro metros de longitud, estaba adaptado para nadar y también para caminar sobre la tierra.

Con cuatro extremidades capaces de soportar su peso y una potente cola, se podría comparar a esta ballena semiacuática con una nutria o un castor.

El fósil se excavó en 2011 en unos sedimentos marinos a 1 kilómetro tierra adentro de la costa del Pacífico de Perú, en un yacimiento llamado Playa Media Luna (en Lambayeque, Perú)

El análisis de los huesos lo llevó a cabo un equipo internacional formado por paleontólogos de Perú, Francia, Italia, los Países Bajos y Bélgica liderado por el investigador Olivier Lambert, del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales. 

El artículo completo en: BBC Mundo 

 

12 de febrero de 2019

La quiropráctica es una pseudociencia

Por J. M. Mulet

Cuando el ser humano se puso de pie, comenzó a dolerle la espalda. Un problema que dura milenios. La quiropráctica asegura que puede eliminarlo manipulando la espina dorsal. No es una buena solución.


Cuando el ser humano se puso de pie, comenzó a dolerle la espalda. Un problema que dura milenios. La quiropráctica asegura que puede eliminarlo manipulando la espina dorsal. No es una buena solución

PROBABLEMENTE DOS DÍAS después de que los antepasados de la actual especie humana anduvieran a dos patas, ya les dolía la espalda. La columna vertebral es un complejo de vital importancia, no solo para mantenernos erguidos. Si el cerebro es la CPU (la unidad central de procesamiento) de nuestro sistema nervioso, la columna vertebral es la autopista de la información por donde van los nervios que distribuyen las órdenes y recogen las señales de todo el organismo por debajo de la barbilla. Por eso cualquier problema que tengamos con la espalda, además de molesto por no permitirnos funcionar con normalidad, suele ser doloroso y puede afectar a diferentes partes del cuerpo si se produce el pinzamiento de algún nervio. Y dado que el hombre lleva milenios lidiando con ese dolor, desde que tenemos memoria ha habido gente que ha tratado de darle solución, de forma más o menos válida.

Dentro del curanderismo o de las medicinas tradicionales siempre ha habido una especialidad que se basaba en arreglar huesos. En Galicia existían los compoñedores d’osos; en la cultura mapuche de Chile, los gütamchefes; en Francia, los rebouteux, incluso algunos con nombre propio. En el siglo XVIII, en Londres, una curandera llamada Sarah Mapp, conocida como Sally la Loca, era famosa por su maña para arreglar huesos. Con estos antecedentes populares, es lógico que alguien quisiera legitimar el oficio. En 1895, en Estados Unidos, Daniel David Palmer, personaje con una oscura biografía que incluía varias etapas en la cárcel por hacerse pasar por médico sin serlo, tuvo un momento de inspiración. Según relató él mismo, manipulando la columna curó a un vecino suyo llamado Harvey Lillard, que se había quedado sordo 17 años atrás por un tirón muscular. Luego, siguiendo esa misma técnica, curó un problema cardiaco de otro paciente. Con estas premisas, abrió la primera escuela de quiropráctica en Davenport (Iowa). Según él, toda la energía humana fluía por la columna y la causa de las enfermedades (óseas o no) se debía a problemas en ella. Él podía detectar unas lesiones desconocidas por la ciencia hasta ese momento, llamadas subluxaciones, y arreglar desde un dolor de espalda hasta un cáncer manipulando vértebras.
Protege tu columna vertebral
El método inventado por Palmer fue un éxito, pero no así su final. Con las ganancias se compró el primer automóvil de su pueblo, con el que fue atropellado por su hijo en 1913, en un extraño accidente. El hijo heredó la escuela de quiropráctica y se encargó de hacerla universal. Diseñó unas extrañas máquinas y contrató programas de radio para difundir las bondades de su técnica. Así fue como la quiropráctica llegó a Europa en 1925. El problema es que en casi 100 años de existencia no ha podido contrastar ninguna de sus afirmaciones. De hecho, la historia del primer paciente parece ser un invento de Palmer. ¿Una sordera a consecuencia de un tirón muscular? Raro. ¿Y que se arregle manipulando la columna? Solo hace falta coger un espejo y ver dónde están el cerebro, el oído y la columna para comprobar que los nervios del oído no van por esta última.

Sin embargo, ello no ha sido impedimento para que las ideas de Palmer sigan teniendo predicamento. De hecho, en Estados Unidos se ha desarrollado toda una carrera académica propia, paralela a una carrera oficial. Hay escuelas de quiropráctica que reparten títulos en plan “yo me lo guiso, yo me lo como”, así que de la misma forma que es frecuente que un médico anglosajón ponga las siglas M. D. después de su nombre, o alguien que tiene un doctorado en alguna disciplina ponga Ph. D., un quiropráctico suele poner Bs. D. C., que parece que sea un título oficial aunque no lo es. Si tienes un problema serio, estás perdiendo el tiempo con algo que no es efectivo. En la quiropráctica, las manipulaciones de cuello tan agresivas que en ocasiones se realizan pueden ser peligrosas. Así que para los dolores de espalda, un buen médico o un buen fisioterapeuta. Y el cuello, nada de girarlo violentamente.

Fuente: El País (España)
 

2 de diciembre de 2018

Hallan los restos de un niño neandertal devorado por un ave gigante

Se trata de dos huesos de sus dedos que fueron digeridos por el pájaro prehistórico.


Hasta la fecha, los restos humanos más antiguos encontrados en Polonia tenían 52.000 años. Pero, ahora, un equipo de investigadores de la Jagiellonian University , en Cracovia, han hallado otros muchísimos más viejos en la cueva de Ciemna.

Se trata de las falanges de dos dedos que pertenecieron a un niño de entre cinco y siete años. Pero al examinarlos detenidamente descubrieron algo asombroso. Había señales que indicaban claramente que las piezas habían sido tragadas y pasadas por el sistema digestivo de un ave.

Los investigadores polacos creen que nos encontramos ante la evidencia de una tragedia prehistórica, y explican que todo hace pensar que aquel niño fue atacado por algún tipo de pájaro gigante que le dio muerte y devoró parcialmente su cadáver.

Las pruebas también han revelado que los huesos pertenecieron sin lugar a dudas a un niño neandertal. Aunque no hay datos de cual pudo ser el tipo de ave que devoró sus restos.


9 de enero de 2018

¡Astronauta japonés creció 9 centímetros en el espacio!

El japonés Norishige Kanai ha crecido nueve centímetros durante su estancia en la Estación Espacial Internacional (EEI) debido a la ingravidez, según escribió hoy en Twitter el propio astronauta.


"Hoy tengo una noticia importante. He pasado el examen médico con medición de los parámetros físicos y resulta que mi estatura ha aumentado en 9 centímetros. Así me he alargado en tres semanas", escribió Kanai, que llegó a la EEI el pasado 19 de diciembre a bordo de una nave pilotada rusa Soyuz.

El astronauta japonés, de 41 años, recordó que no crecía de esta forma desde la adolescencia. 

"Esto no pasaba desde los tiempos de la educación secundaria. Ahora estoy preocupado sobre si voy a caber en el asiento de la nave Soyuz", agregó, citado por la agencia rusa TASS.

¿Es normal este cambio?

El cirujano ortopeda ruso Vladímir Joroshev dijo a RIA Nóvosti que el drástico cambio de la estatura "es fácil de explicar".

"El tejido cartilaginoso se modifica en condiciones de ingravidez. Nuestra columna espinal se compone no sólo por vértebras, que son un tejido óseo, sino también por los discos intervertebrales, que son tejido cartilaginoso", explicó el cirujano.

Ese tejido cartilaginoso es muy flexible y susceptible de sufrir cambios, a diferencia de los huesos, que permanecen inalterables en condiciones de ingravidez. 

"Cuando la carga sobre la columna vertebral se reduce en decenas de veces en condiciones de ingravidez, el tejido cartilaginoso de los discos intervertebrales se alarga, lo que lleva al incremento de la longitud del cuerpo", concluyó Joroshev. 

Kanai, ingeniero de a bordo en su primera misión espacial, llegó a la EEI junto al ruso Antón Shkaplerov el estadounidense Scott Tingle.

Los tres astronautas, que permanecerán en el espacio cerca de medio año, se sumaron al ruso Alexandr Misurkin y los estadounidenses Mark Vande Hei y Joseph Acaba, que se encuentran la la EEI desde septiembre pasado.

La EEI, un proyecto de más de 150.000 millones de dólares en el que participan 16 naciones, actualmente está integrada por 14 módulos permanentes y orbita a una velocidad de más de 27.000 kilómetros por hora a una distancia de 400 kilómetros de la Tierra.  

Tomado de:

6 de noviembre de 2014

El consumo de leche contribuye a una muerte prematura y a las fracturas

¿Sabías que somos la única especie animal que bebe leche a lo largo de toda su existencia? Pues sí, todos los mamíferos maman leche de sus madres durante su corta infancia, pero nosotros, los seres humanos, bebemos leche durante toda nuestra vida, y esto es así desde que nos volvimos sedentarios y descubrios la ganadería, pero siempre existiò un debate sobre la pertinencia de beber leche.

Un reciente estudio saliò a desmitificar las bondades de la leche, y casi al mismo tiempo (lo cual deja bien en claro los rápidos reflejos de la gran industria láctea global y de sus tentáculos con la prensa) salió un artículo en la BBC donde se hablaba de los beneficios de la leche (lea el artículo de la BBC aquí)

Los dejo con el rtículo de RT Actualidad que está dando la vuelta al mundo para que lo comparen con e informe de la BBC.





Durante 11 años investigadores suecos monitorearon los hábitos alimenticios de más de 45.000 hombres y durante 20 años de unas 60.000 mujeres y descubrieron que el consumo de tres vasos diarios de leche no protege los huesos contra las fracturas e incluso hace aumentar el riesgo de muerte prematura, revela un nuevo estudio publicado en la revista 'British Medical Journal.


Se señala que los efectos más pronunciados se registraron en las mujeres: el consumo excesivo de leche multiplicaba casi por dos las probabilidades de morir a causa de enfermedades del corazón y hacía aumentar el riesgo de sufrir fracturas de cadera. Los autores del estudio suponen que la galactosa, un azúcar simple que es uno de los componentes básicos de la leche, provoca una respuesta inflamatoria que hace que los huesos sean más frágiles.

Durante la investigación los científicos intentaron tener en cuenta cualquier otro factor que pudiera afectar negativamente la salud de los voluntarios, como el tabaquismo, el índice de masa corporal, la dieta y el ejercicio, el uso de suplementos dietéticos, etc. Sin embargo, algunos expertos creen que en el resultado del estudio podrían haber influido algunos factores que los autores ignoraron.

Por ejemplo, cuando comenzó el estudio la edad de las mujeres participantes era de 39 a 74 años, y la de los hombres de 45 a 79, por lo que no es nada sorprendente que un número significativo de voluntarios muriera en el transcurso de las dos décadas que duró el estudio, escribe el diario 'The Telegraph'.

Además, la profesora Susan Lanham-New, directora del Departamento de Ciencias de la Nutrición en la Universidad de Surrey (Reino Unido), señaló que en Suecia la leche se enriquece con vitamina A, por los que el resultado no puede extrapolarse a otras partes del mundo. 

Fuente:

RT Actualidad

30 de junio de 2014

Los puñetazos marcaron la evolución del rostro masculino


mandíbula rota

El hueso de la mandíbula, que suele romperse en las peleas a puños, estaba naturalmente reforzada en algunos de nuestros ancestros evoluctivos.

Una nueva teoría sugiere que nuestros ancestros masculinos desarrollaron rasgos faciales musculosos y robustos como defensa ante los golpes de puños.

Los huesos que se quiebran más habitualmente por peleas con trompadas –las mandíbulas, la nariz– también se fortalecieron en la evolución de los primeros homínidos.
Y estos son, además, los huesos que muestran más diferencias entre hombres y mujeres.

El estudio, publicado en la revista especializada Biological Reviews, sostiene que estos refuerzos se desarrollaron en medio de las peleas por compañeras femeninas y recursos, sugiriendo que la violencia impulsó cambios evolutivos clave. 

Los registros fósiles muestran que los australopitecos, los predecesores inmediatos del género humano Homo, tenían estructuras faciales impresionantemente robustas.

Por muchos años, esta fuerza extra fue vista como una adaptación a una dieta dura que incluía nueces, semillas y hierbas.

Reconstrucción del rostro de un Paranthropus boisei

Reconstrucción del rostro de un homínido Paranthropus boisei.

Pero hallazgos más recientes, que examinaban los patrones de deterioro y los isótopos de carbono en dientes de australopitecos, han sembrado dudas sobre la hipótesis de la alimentación.

"De hecho, el (australopiteco) boisei, el "hombre cascanueces", probablemente comía frutas", dijo David Carrier, biólogo evolutivo de la Universidad de Utah, EE.UU., y autor principal del nuevo estudio.

Armadura masculina

En lugar de la dieta, Carrier y el médico Michael Morgan proponen que la competencia violenta provocó el desarrollo de estas fortificaciones faciales, lo que los científicos llaman la "hipótesis del refuerzo protector".

Box

En un estudio anterior, Carrier sugirió que las peleas a golpes, como las del boxeo, marcaron la evolución de la mano humana.

En apoyo de su propuesta, Carrier y Morgan ofrecen datos de peleas de humanos modernos. Varios estudios de salas de emergencias de hospitales, incluyendo uno del Hospital Real de Bristol, muestran que los rostros son particularmente vulnerables a las lesiones violentas.

"Las mandíbulas son los huesos que se rompen con más frecuencia – y ahora no es el fin del mundo, porque tenemos cirujanos, tenemos medicina moderna", explicó Carrier.

"Pero hace cuatro millones de años, si te quebrabas la mandíbula, probablemente era una lesión fatal. No podrías masticar alimentos… Morirías de hambre".

Las mandíbulas, mejillas y estructuras de ojos y nariz que más comúnmente sufren en las peleas de puños modernas son también las más protegidas por los cambios evolutivos observados en los australopitecos.
Es más, estos son los huesos que muestran más diferencias entre hombres y mujeres, tanto como entre nuestros antepasados.

Según señala Carrier, así es como uno esperaría que evolucionara una armadura defensiva.

"En humanos y en grandes simios en general… Es más probable que los machos sean los que se metan en peleas y también son los machos los que probablemente se lesionen", le explicó Carrier a la BBC.

Violencia o paz

Un dato interesante es que los descendientes evolutivos de los australopitecos –incluyendo los humanos– han demostrado cada vez menos refuerzos faciales.

Y esto coincide, de acuerdo con Carrier, con una menor necesidad de protección.

"Nuestros brazos y parte superior del cuerpo no son ni de cerca tan fuertes como eran los de los australopitecos", dijo Carrier.

"Hay una correlación temporal".

Huesos de los ancestros humanos

Carrier ve un paralelismo en los rasgos faciales más fuertes (segunda y tercera columna desde arriba) y la capacidad de pelear a puños de los australopitecos.

La idea de la "fortificación" facial se basa en una observación anterior de Carrier y Morgan que sugería que los homínidos primitivos fueron los primeros en desarrollar una mano capaz de formar un puño, y por consiguiente, de lanzar un puñetazo.

Aquel primer trabajo suscitó críticas de otros investigadores, y Carrier supone que esta nueva contribución también será controversial.

Tal como apunta, el debate sobre el rol de la violencia en la evolución humana no es nuevo.

"(Nuestro estudio) apunta a este debate sobre si nuestro pasado fue violento o pacífico", le dijo Carrier a la BBC.

"Esa es una discusión que se mantiene desde hace mucho tiempo".

"El registro histórico es desde hace un corto tiempo atrás, el registro arqueológico se remonta unas decenas de miles de años más… Pero la anatomía tiene indicios de qué selección era importante, qué comportamientos eran importantes y así nos da información sobre el pasado muy lejano".

Fuente:

BBC Ciencia

8 de marzo de 2014

Un rompecabezas de 2.300 años de antigüedad esconde una tabla de multiplicar

Foto: Imagen de las dos caras del Hueso de Ishango

Hace algo más de 50 años, en 1960, el geólogo de origen belga Jean de Heinzelin de Braucourt encontró un extraño objeto mientras se encontraba trabajando en una excavación, cerca del nacimiento de una de las fuentes del río Nilo. El lugar era un pequeño poblado llamado Ishango, dentro de las fronteras de lo que actualmente conocemos como República Democrática del Congo.

Fuente: Javier Peláez | Yahoo.es, 16 de enero de 2014

El hallazgo era un pequeño hueso, concretamente el peroné de un babuino, que presentaba unas curiosas marcas, organizadas en tres columnas y realizadas mediante algún objeto punzante de cuarzo. En un principio se pensó que se trataba alguna clase de objeto decorativo pero cuando se analizó detenidamente el número y la disposición de estas marcas, los arqueólogos llegaron a una sorprendente pero definitiva conclusión: Quienquiera que fuese el autor de aquellas muescas, hace ya 20.000 años, claramente estaba contando.


Foto: Marcas en el hueso de Ishango

En una de las partes talladas se pueden observar sesenta marcas, algo que podría parecer aleatorio si no fuese porque en la parte posterior, aparece otra columna con exactamente el mismo número de muescas, sesenta…

No quiere decir que los humanos que vivieron con anterioridad a este hueso (20.000 años) no supieran contar, sin ir más lejos existen otros objetos de similares características y más antiguos, como los encontrados en Lebombo o Checoslovaquia sobre los que aún todavía un interesante debate. Sin embargo, lo que sí podemos afirmar con rotundidad es que este hueso de Ishango está considerado como el primer “artefacto matemático” confirmado de la Humanidad…

Esta semana, a la fascinante cadena de acontecimientos e hitos arqueológicos que han ido marcando la Historia de las Matemáticas, podemos sumar ahora un interesantísimo descubrimiento realizado por investigadores de la Universidad de Tsinghua en Pekín y que ha salido publicado en la última edición de la Revista Nature.

La historia comienza hace cinco años cuando en 2009 un coleccionista encontró en un mercado callejero de Hong Kong una extensa serie de más de 2.500 tiras de bambú con antigua caligrafía china. Las tiras se encontraban cubiertas de barro y seguramente habían sido extraídas de la excavación ilegal de alguna tumba.

Por suerte aquel comprador se dio cuenta de la importancia de su adquisición y en un generoso gesto, terminó donándolas a un equipo de historiadores que, tras analizarlas mediante la técnica de Carbono 14, concluyeron que tenían más de 2.300 años. En concreto pertenecen a una etapa histórica conocida como “el periodo de Los Reinos Combatientes” y su datación exacta las sitúa en el año 305 a.C.
Sin embargo, esto solo era el principio… ante ellos tenían un enorme rompecabezas con miles de pequeñas tiras de bambú con apenas unos milímetros de ancho y hasta medio metro de largo.


Foto: Las 21 tiras de bambú que componen la tabla de multiplicar

Imaginad que tenéis que intentar reconstruir un documento después de rallarlo con una de esas típicas máquinas destruye-papeles, algo así era el reto al que se enfrentaban los historiadores. Finalmente, y después de varios años componiendo este gigantesco puzle compuesto por los más diversos textos de la época, dispersos entre los miles de tiras de bambú, los investigadores localizaron 21 de ellas que contenían una serie de números, y es aquí donde llegó la sorpresa.

Ordenadas correctamente estas tiras componen una tabla de resultados entre los mismos números en los dos ejes de la tabla, del 0.5 al 19, dispuestos como podéis ver en la representación de la imagen inferior realizada con números occidentales:


Foto: Correspondencia de los números encontrados en la tabla china.

He de aclarar que aunque se conocen otras tablas de multiplicar pertenecientes a las civilizaciones sumerias o babilonias, algunas de ellas más antiguas, aún así ésta que se ha descubierto en China es la más antigua que utiliza nuestro actual sistema decimal (de base 10), ya que las anteriores se basaban en un sistema sexagesimal, (base 60)

Los autores del descubrimiento resaltan, además de la gran dificultad que ha requerido recomponer y ordenar este gigantesco puzle de 2.500 pequeñas piezas, que nos encontramos ante una verdadera calculadora antigua puesto que con ella se podían realizar multitud de operaciones matemáticas, entre los que se encuentran desde el cálculo de superficies y cultivos, distribución de cosechas o el porcentaje de impuesto que correspondía pagar al estado.
Fuente:
Terrae Atiqvuae

29 de noviembre de 2013

Si te rompes un hueso, no bebas alcohol

Consumir bebidas alcohólicas en exceso es nocivo para los huesos humanos, especialmente para la curación tras sufrir una fractura ósea, debido a que el alcohol reduce la presencia de mineral en su estructura. Así se desprende de un estudio realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad Loyola, en Chicago (EE UU), que proporciona una idea de cómo el alcohol retarda la curación en los niveles celular y molecular.

En los experimentos, un grupo de roedores fue expuesto a niveles de alcohol equivalente a tres veces el límite legal para conducir, mientras un grupo de control se expuso a cantidades idénticas de una solución salina. Los análisis mostraron que el callo, el tejido óseo duro que se forma alrededor de los extremos de los huesos fracturados, resultó menos mineralizado en los roedores que habían consumido alcohol, y el hueso que se formó no era tan fuerte.

Durante el proceso de curación, el cuerpo envía células madre inmaduras a un sitio de la fractura y, después de llegar al sitio, las células madre maduran hasta convertirse en células óseas. Dos proteínas, conocidas como SDF -1 y de OPN, están involucradas en el reclutamiento de células madre para el sitio de la lesión, pero en el grupo de ratones expuestos al alcohol, los niveles de OPN fueron significativamente más bajos.

A esto se suma que los ratones expuestos al alcohol mostraron signos de estrés oxidativo, un proceso que afecta a las funciones celulares normales, pues tenían niveles significativamente más altos de malondialdehído, marcador de este tipo de estrés.

Los investigadores plantean ahora dos posibles tratamientos para contrarrestar los efectos negativos del alcohol sobre la cicatrización ósea: inyectar células madre en ratones para mejorar la cicatrización y administrar NAC, un antioxidante que combate el estrés oxidativo. Si estas terapias resultan efectivas para los consumidores de alcohol en exceso, es posible que también puedan acelerar la curación en los no bebedores, apuntan los autores del estudio.

Fuente:

Muy Interesante

20 de septiembre de 2013

Sabe usted... ¿Por qué nos crujen los nudillos?

Los nudillos son articulaciones, ¿qué articulaciones suelen crujir y por qué?
Las articulaciones que crujen son las que se conocen como diartrosis, que son dos huesos unidos entre sí por superficies cartilaginosas envueltas por una cápsula con una sustancia lubricante llamada fluido sinovial que reduce el desgaste por el rozamiento entre los cartílagos y huesos.

Está compuesto por nutrientes y una serie de gases disueltos como oxígeno o dióxido de carbono. 
El sonido que se produce al estirar o entrelazar los dedos se debe al líquido sinovial.

¿Por qué se debe al líquido sinovial y qué es lo que sucede?

1) Para estirar los dedos, es necesario se estira la cápsula con el líquido sinovial y que se reduzca su volumen.

2) Para que se produzca la reducción del volumen, es necesario que la presión de la disolución sea menor y, para esto, salen rápidamente los gases disueltos de la disolución en forma de burbujas.

3) Estas burbujas de gas liberado del líquido sinovial de la cápsula entre los dos huesos unidos estallan y es lo que provoca el sonido característico de crujirse los dedos.

Todavía no se conoce con exactitud como estas burbujas pueden provocar tanto sonido.
¿Por qué tenemos que esperar determinado tiempo para volver a crujirse los dedos?

Porque hay que esperar que las burbujas que se habían liberado de la disolución vuelvan a disolverse en el líquido sinovial y puedan liberarse como burbujas de nuevo.

¿Qué efectos negativos tiene el crujirse los dedos?

Crujirse los dedos se ha convertido en algo habitual y sus efectos son los siguientes:
  - Se había pensado que crujirse los dedos podría estar relacionado con artrosis, pero esta idea se ha desechado. De hecho, en el 2009 Donald L. Unger recibió el premio IG Nóbel de Medicina por haber estado durante 60 años crujiéndose los dedos de una mano y no de la otra. Al estudiar su grado de artritis en ambas manos, se observó que no tenía artritis en ninguna mano.
Es decir, parece demostrado que crujirse los dedos y la artrosis no están relacionados.
  - Lo que sí provoca es daños en las estructuras blandas de las articulaciones como los ligamentos.
  - Disminuye nuestra fuerza prensora, es decir, reduce la fuerza con la que podemos apretar la mano.
¡Intenta no crujirte los dedos!
Tomado de:

4 de octubre de 2012

¿Un diente se disuelve si lo dejamos toda la noche sumergido en Coca-Cola?

Quién más o quién menos, sobre todo si apuntaba a maneras de investigador de bata blanca, ha sumergido un diente de leche en un vaso lleno de Coca-Cola con la intención de comprobar si el mito era cierto, es decir, si el diente se disolvía.



Lo que descubrimos es que no se disuelve. Pero ¿quién hizo correr el rumor? Fue el profesor Clive McCay, de la Universidad de Cornell, en 1950. Lo que afirmó McCay es que los niveles de azúcar y ácido fosfórico de la Coca-Cola provocaban caries, pero a fin de añadirle un toque sensacionalista para llamar más la atención, se le ocurrió decir, también, que si se dejara un diente en Coca-Cola, empezaría a disolverse al cabo de 48 horas.


En 2006, la Academia Norteamericana de Odontología General llevó a cabo un estudio para determinar el efecto de los refrescos sobre el esmalte dental y concluyó que las concentraciones elevadas de ácido cítrico (como en un zumo de naranja) eran mucho más perjudiciales que las de ácido fosfórico (que es lo que se emplea para evitar que el refresco pierda burbujas).

Lo que sí es cierto es que el ácido fosfórico inhibe los ácidos digestivos del estómago, por lo que reduce la absorción de calcio, tal y como explica John Lloyd en El nuevo pequeño gran libro de la ignorancia:
Esto significa que un consumo excesivo de refrescos puede provocar déficit de calcio y debilitar los dientes y los huesos, aunque no su “disolución”. Tomarse una Coca-Cola de vez en cuando no tiene por qué ser perjudicial para nadie.
Fuente:

13 de agosto de 2012

Por qué un blanco (probablemente) nunca ganará los 100 metros planos


 De los 500 mejores tiempos de la historia de los 100 metros lisos, tan sólo 6 corresponden a atletas blancos. Algo parecido pasa en las pruebas de resistencia, totalmente dominadas por los keniatas -han ganado 13 de las últimas 14 maratones de Boston. Comparados con los caucásicos, los atletas africanos tienen huesos más densos -¿por eso son malos en natación?-, menos grasa corporal -¿también esto influye en la natación?-, caderas más estrechas, piernas más largas, muslos más gruesos y “gemelos” más ligeros que los blancos. Pero eso no es todo. En este artículo se trata de dar una explicación fisiológica a tan tamaña desviación estadística en cuanto a rendimiento atlético.


Resistencia: una cuestión de eficiencia energética
 
Las pruebas de resistencia son dominadas por atletas que provienen de una pequeña región de Kenia de apenas 3 millones de habitantes -Kalenjin-, mientras que los mejores esprinters son atletas africanos de la otra parte del continente, de la África occidental.
Bengt Saltin, fisiólogo sueco del Copenhagen Muscle Research Centre de Dinamarca, ha investigado la supremacía keniata en el atletismo de fondo. Los hallazgos llevados a cabo por este equipo científico han descartado la mayoría de las explicaciones populares a este fenómeno: la altitud, la dieta, y el que los niños van corriendo a la escuela. En cuanto al consumo de oxígeno, los keniatas arrojaron valores similares a los escandinavos; en lo correspondiente a la dieta, más bien es al contrario, su dieta no es rica en aminoácidos esenciales, vitaminas o grasas; y finalmente, la hipótesis de la actividad física en la infancia tampoco resultó verdadera, los niños keniatas son tan activos como los daneses.
La clave parece residir en la habilidad de los keniatas para resistir la fatiga, para no dejarse vencer por el lactato. El ácido láctico se genera cuando se ha llegado al límite del consumo de oxígeno; entonces ya no se puede generar energía de forma aeróbica -con consumo de oxígeno-, y se comienza a sacar partido de la fermentación láctica, lo que produce como subproducto el lactato, que se acumula en la sangre, acidifica el medio celular y merma el rendimiento. El grupo de Saltin descubrió que, con el mismo oxígeno de partida, los keniatas eran capaces de correr una distancia un 10% mayor que la que corrían los europeos; es decir, al igual que un coche más aerodinámico, estos realizaban un consumo de “combustible” más efectivo que los europeos.
¿Qué tenían los keniatas que los hacía “más aerodinámicos”? El grupo de Saltin encontró que las diferencias más importantes se daban en la masa muscular de los “gemelos” -múculos gastrocnemios, que se encuentra en la parte posterior de la pierna entre la rodilla y el tobillo. Los atletas africanos tenían como promedio 400 gramos menos de “carne” en cada pierna. Cuanto más lejos del centro de gravedad -que suele estar en torno a la cintura- se encuentre el peso, más energía es necesaria para moverlo. El grupo de Saltin calculó que añadir 50 gramos de peso en los tobillos incrementaba el consumo de oxígeno en un 1%, por lo tanto, según Saltin, los gramos de menos que tienen los gemelos de los keniatas, se traducían en un ahorro de un 8% de consumo por cada kilómetro recorrido. En definitiva, en palabras de Henrik Larsen, otro investigador del Copenhagen Muscle Research Centre de Dinamarca: “los keniatas son corredores más resistentes porque emplean menos energía en mover sus piernas.”
En posteriores estudios también se descubrió que el músculo esquelético de los corredores keniatas posee, en cantidades mayores de las promedio, una enzima que se encarga de bajar la producción de lactato, llevando las reacciones bioquímicas de obtención de energía hacia la oxidación de ácidos grasos. Según el autor, los altos niveles de esta enzima se pueden deber al entrenamiento, pero en su opinión, “tiene grandes posibilidades de ser un mecanismo genético”.
Resultados similares en consumo de oxígeno y niveles de enzima y lactato fueron encontrados en un grupo de corredores negros del Sur de África, cuyos “tiempos” son similares a los de los keniatas.
Además de esto, está el hecho de que los keniatas son fenotípicamente delgados y ligeros (50 o 60 kilogramos de media). Es decir, que no es sólo que sus piernas sean más livianas, sino que todo el “chasis” pesa menos.
Y finalmente está el tema de las fibras musculares, lo que para muchos es el factor clave de la supremacía keniata (y africana en general) en las pruebas de resistencia. Existen dos tipos de fibras musculares: tipo I o roja, de contracción lenta; y tipo II o blanca, de contracción rápida. Los corredores de resistencia tienen hasta un 90% de fibras tipo I, que tienen una densidad vascular elevada y muchas mitocondrias -orgánulos celulares que se encargan de producir energía en presencia de oxígeno.
SI juntamos todos los datos, tenemos que los keniatas tienen poca masa muscular en sus piernas, pesan poco, y encima la escasa masa muscular que tienen es tremendamente eficiente para obtener energía aeróbica -con oxígeno- y así producir muy poco lactato. Además, por si fuera poco, tienen una carga enzimática superior para recurrir antes a los ácidos grasos que a la fermentación láctica. El resultado: que de una misma cantidad de combustible obtienen mucha energía, sin pagar peaje ninguno -producción de ácido láctico-, y encima van en un coche más ligero, con lo que pueden viajar mucho más tiempo por la autopista y así llegar más rápido a su destino.

Velocidad: negros con fibras blancas
 
Y en el otro extremo del atletismo, están los mejores sprinters, que también son negros, aunque en este caso del África occidental. (Y todos sus descendientes de EEUU, Jamaica, Bahamas, Grenada, etc...) Y aquí, paradójicamente, nos encontramos también en el otro extremo fisiológico: los atletas del oeste africano son más altos y pesan hasta 30 kilogramos más que sus parientes del sureste. Pero la diferencia más reseñable está en el tipo de fibra muscular: los sprinters negros tienen un porcentaje más alto de fibras blancas tipo II -las de contracción rápida- que el resto de los mortales, incluidos los keniatas. Estas fibras funcionan de manera totalmente contraria a las rojas tipo I: están especializadas en producir energía de manera rápida y explosiva sin recurrir al oxígeno. Las fibras tipo II obtienen casi toda su energía de la fermentación láctica. El resultado: no son buenos en carreras largas -sacan poca energía del oxígeno y mucha del sistema anaeróbico por lo que acumularían mucho lactato-, pero en distancias cortas -donde casi toda la energía se obtiene en anaerobiosis por que estás en esfuerzo máximo y la corta duración no da tiempo al efecto inhibitorio del lactato- están comodísimos, y de esta manera consiguen marcas tan espectaculares como las que consigue el genial Usain Bolt.

El porqué evolutivamente hemos llegado a tener estas diferencias es un tema muy interesante para reflexionar e investigar, pero eso da para otro post y un par de libros por lo menos. Por supuesto, no todo es genética -aunque es mucho- porque de nada vale tener unas fibras musculares maravillosas si estamos tirados todo el día en el sofá. Las marcas que estamos viendo estos días en los juegos olímpicos, se consiguen con mucho esfuerzo y mucho entrenamiento -incluso Usain Bolt-, pero lamentablemente, aunque parte de las fibras tipo II -las "menos rápidas" IIa- se pueden transformar en las lentas tipo I después de un entrenamiento de resistencia intenso, hasta ahora no hay evidencia de que las fibras tipo I se puedan transformar en las tipo II. Es decir, que los músculos de los blancos y sus fibras rojas tienen minúsculas posibilidades de llegar al nivel -y la velocidad- de los músculos de los sprinters negros y sus rápidas fibras blancas.
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9 de julio de 2012

¿Por qué crujen los nudillos al presionarlos?


Al presionar sobre los nudillos de un puño cerrado o al entralazar los dedos y estirar las palmas de la mano, las articulaciones crujen con un característico y algo desagradable sonido.

¿Pero qué es exactamente lo que suena?

Veamos primero algo acerca de las articulaciones. Las que más fácilmente crujen son las que consisten en dos huesos unidos entre sí por superficies cartilaginosas, envueltas por una cápsula de fluido sinovial.

Se trata de una sustancia lubricante, que también sirve como fuente de nutrientes para las células cartilaginosas, y que contiene gases (oxígeno, nitrógeno y dióxido de carbono) disueltos.

Al crujir los dedos de las manos, se estira la cápsula de unión, pero el fluido no puede dilatarse a menos que la presión en el interior de la cápssula descienda. Entonces los gases disueltos pueden escapar del fluido sinovial, incrementando el volumen y la movilidad de la articulación.

Cuando la articulación recupera su posición, las burbujas de gases estallan produciendo el crujido. Pero no es la única causa, los tendones y ligamentos también juegan su papel.

Los tendones deben extenderse sobre la articulación para permitir el movimiento, así que también suenan cuando el tendón recupera su posición original.

Nota sabionda: Una articulación que haya crujido, no volverá a hacerlo hasta que los gases se hayan disuelto de nuevo en el fluido sinovial: entre 15 y 30 minutos.

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22 de mayo de 2012

¿Hace mal crujirse los nudillos?


Hacerlo con un martillo como en la foto, sí. Pero la pregunta que muchos nos hacemos es si crujirse los nudillos  de la forma tradicional puede desgastarnos las articulaciones o generar artritis a largo plazo.

En nuestro cuerpo tenemos diferentes tipos de articulaciones para realizar diferentes movimientos, pero todas tienen en común una membrana llamada cápsula articular. Se trata de una membrana fibrosa que se encarga de que los huesos no se desplacen demasiado uno de otro, y también contienen una sustancia llamada líquido sinovial que se encarga de lubricar los dos cartílagos que protegen a los huesos, para que no se desgasten o erosionen con los movimientos.



El líquido sinovial posee disueltos algunos gases como dióxido de carbono, nitrógeno, y oxígeno. Sucede que al "crujir los nudillos" lo que en realidad estamos haciendo es separar un hueso del otro, y como se disminuye la presión del líquido sinovial,
los gases disueltos en el líquido se separan y forman burbujas de golpe para ocupar el nuevo espacio creado. Y eso es lo que produce el ruido.

La cantidad de gas que puede disolverse en un líquido depende, entre otras cosas, de la presión a la que se someta el sistema. Otra consecuencia de esto, es que las gaseosas burbujeen cuando se les quita la tapa: antes tenían dióxido de carbono perfectamente diluído porque se encontraba a cierta presión dentro del envase, al abrirlo, se libera esa presión, se forman burbujas y se separa progresivamente.

Para que puedan volver a "sonar",
hay que esperar unos quince minutos para que el gas de la cápsula sinovial se vuelva a disolver en el líquido.

Al margen del fenómeno físico y fisiológico que conlleva sonarse los nudillos, a muchos les preocupa si tener esta costumbre puede acarrear problemas con el tiempo y la edad. Si bien muchas personas, incluídos algunos médicos, afirman que puede desarrollar una artrosis de forma temprana,
lo cierto es que no hay estudios científicos que respalden esta afirmación. En parte porque es difícil demostrar algo negativo, ya que lleva mucho tiempo, y nunca se terminaría, sería mucho más fácil de realizar si la artrosis efectivamente se desarrollara más rápido en personas que tienen esta costumbre.

Uno de los estudios más singulares, fue realizado por el médico Donald L. Unger de la Universidad de California.
Se pasó 60 años crujiéndose los nudillos de la mano izquierda, todos los días, pero no los de la derecha. Finalmente descubrió que la artritis invadía sus articulaciones de forma simétrica en sus dos manos. Publicó el estudio en una revista especializada, confirmando otras investigaciones que se habían hecho años antes en más personas.

Este experimento le valió el Premio Ig Nobel 2009, una especie de premio Nobel satírico que entrega todos los años la Universidad de Harvard a diez experimentos que "primero hacen reir, y luego pensar". En ocasiones algunos periodistas confunden ambos premios, y publican noticias de lo más ridículas.

En definitiva,
crujirse los nudillos no hace mal.

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1 de septiembre de 2011

Las primeras herramientas talladas por un 'Homo erectus'

Varias de las herramientas de piedra de hace 1,7 millones de años.|'Nature'

Varias de las herramientas de piedra de hace 1,7 millones de años.|'Nature'

Un equipo de paleontólogos y geólogos de Francia y Estados Unidos ha descubierto cerca del Lago Turkana, en Kenia, un conjunto de herramientas de piedra que habrían sido realizadas por un ancestro humano, de la especie 'Homo erectus', hace 1,76 millones de años.

Los investigadores, que publican en 'Nature' el hallazgo, apuntan que serían 300.000 años más antiguas que otros utensilios fabricados con la misma técnica (denominada achelense) por esta especie de homínidos, para algunos expertos los primeros que fueron intrínsecamente humanos. Otros paleoantropólogos, no obstante, defienden que fueron los 'Homo habilis'.

Aunque con anterioridad una de las firmantes del trabajo, Helene Roche, de la Universidad de París Naterre, ya había publicado utensilios de unas fechas similares, estas nuevas piezas confirman que aquellos humanos, que se extendieron por Eurasia y África (allí también se les llama 'Homo ergaster') hace dos millones de años, eran capaces de modelar grandes piedras con forma de hacha y filos cortantes, los bifaces, si bien, dado su gran tamaño, no está claro para qué las utilizaban.

Las herramientas se encontraron a pocos kilómetros de donde el equipo de Richard Leakey localizó, en 1984, el esqueleto más completo conocido de un 'Homo erectus', bautizado como el 'Niño de Turkana'. Fue en el yacimiento de Kokiselei. Los geólogos, dirigidos por Christopeher J. Lepre, de la Universidad de Rutgers (EE.UU.), dataron los sedimentos en función de la polaridad magnética de la Tierra que había en aquel momento del pasado y era distinta a la actual.

De este modo determinaron que pertenecían a un momento llamado 'subcron de Olduvai', con una antigüedad de 1,76 millones de años, lo que según Lepre convierte a las piedras talladas en las más primitivas descubiertas de esa especie humana, la misma datación que previamente habían hecho para un cráeno enontrado en Koobi Fora, otro yacimiento cerca del lago Turkana.

Otros especialistas, como el arqueólogo Manuel Santonja, del Centro Nacional de Evolución Humana (CENIEH), recuerdan que ya había dataciones similares para algunos utensilios de piedra, algunos presentados por la propia Roche hace unos años y otros en Sudáfrica: en la formación Rietputs se han encontrado bifaces de hace 1,6 millones de años.

Respecto a su posible uso, el paleontólogo Eric Delson defiende que, dado su tamaño, podrían haberse utilizado para despedazar grandes animales, como los elefantes. Desde luego, no servirían para tratara de cazar algo a distancia, proque fácilmente podría acabar el cazador con el hombro dislocado dado su peso.

Sin huesos con marcas

El arqueólogo español Manuel Domínguez-Rodrigo es más cauto y reconoce que, de momento, no se han encontrado yacimientos en los que haya este tipo de herramientas y huesos de animales con marcas de haber sido cortados por ellas.

Por otro lado, los investigadores destacan el hecho de que hubiera herramientas de dos tecnologías distintas (una más primitiva que otra) mezcladas, lo que podría significar que 'Homo habilis' y 'Homo erectus' vivieron en el mismo tiempo, o que los segundos utilizaba ambas, en función de sus necesidades, como mantiene el equipo de Domínguez-Rodrigo, que excava desde hace años en la Garganta de Olduvai.

"Necesitamos conocer mejor el entorno en el que vivían porque eso nos dará pistas de los procesos evolutivos de la biología humana, que ha sido afectada por cambios en el clima, la vegetación y la fauna de su entorno", concluye Lepre. Es algo que, como otros equipos, incluido el del Instituto de Evolución en África (IDEA) español, están tratando de descubrir.

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El Mundo Ciencia

20 de agosto de 2011

Hallan en Perú restos con 800 años de antigüedad de doce niños sacrificados

Los restos de doce niños y 20 camélidos que fueron sacrificados hace 800 años y que pertenecen a la cultura Chimú fueron desenterrados en una excavación en la costa norte de Perú, informó hoy el arqueólogo Gabriel Prieto.


Los restos fueron encontrados en la población de Huanchaquito, de la región de La Libertad, y gracias al aviso que los vecinos de la zona dieron a las autoridades luego de que se percataran de la presencia de los huesos.

Por el aviso, un equipo de arqueólogos comenzó los trabajos en la zona hasta encontrar los restos de los doce menores y la veintena de camélidos propios de la zona.

Prieto explicó, en declaraciones recogidas por la agencia estatal Andina, que todo indica que tanto los niños como los animales fueron sacrificados como parte de un rito similar a la ceremonia incaica conocida como Capacocha.

Esta ceremonia se realizaba ante la inminente muerte o nacimiento de un emperador inca.

Aunque no se encontraron ofrendas de cerámica o metal, como es habitual en los entierros de la cultura Chimú, los cuerpos presentan sogas lo que, según Prieto, demuestra que no es un entierro habitual.

El arqueólogo también destacó la presencia de arcilla en los estratos donde se encontraron los restos, lo que indica que fueron enterrados en una época con abundante lluvia, algo poco habitual en la zona.

"Probablemente, durante esa época, un fuerte fenómeno de 'El Niño' los sacudía y esta fue parte de su ofrenda para calmar a la naturaleza", agregó Prieto.

El experto tampoco descartó que existan más restos óseos en la misma zona pero lamentó que éstos no se puedan rescatar por "el tema de presupuesto y porque la zona está llena de viviendas y silos".

Tomado de:

Que (España)

3 de agosto de 2011

El dinosaurio que cambia la historia de las aves

Esqueleto fósil del terópodo encontrado en China.| 'Nature'

Esqueleto fósil del terópodo encontrado en China.| 'Nature'

El hallazgo del esqueleto de un fósil de terópodo, de hace 150 millones de años, en China, ha dado un vuelco a lo que hasta ahora se ha sabido sobre las primeras aves que volaron sobre la Tierra, e incluso a la propia definición de lo que es o no un ave.

El fósil ha sido bautizado como 'Xiaotingia zhengi' y es un pariente del género de los 'Arqueoptérix', que desde hace 150 años se consideraba el ave más primitiva. Desde entonces, cuando aún vivía Charles Darwin y se consideró el eslabón perdido que las relacionaba con los reptiles, se han encontrado hasta 10 ejemplares en Alemania, cuyas características acabaron considerándose el paradigma de las primeras aves del planeta.

Pero este papel estelar de los 'Arqueoptérix' ha tocado a su fin con el 'X. zhengi', un terópodo de menos de un kilo de peso que vivió en el Jurásico en la región donde se encuentra la Formación Tiaojishan, una mina de fósiles de la provincia de Liaoning.

Sus descubridores -Xing Xu, Hailu You y Fenglu Han- publican en 'Nature' esta semana que su terópodo no es un ave, pero tiene unas alas tan robustas y emplumadas como las que hasta ahora sólo se atribuían a las aves. Sin embargo es un Deinonicosaurio, un pequeño y feroz dinosaurio, como aseguran que también serían los 'Arqueoptérix', con los que comparten esta característica. Es decir, ninguno de dos los estaría en la filogenia de las aves y pasarían a formar parte del extenso grupo de dinosaurios con plumas.

Para el catedrático de Paleontología José Luis Sanz se trata de una hipótesis "muy interesante", puesto que acaba con la convención científica de lo que se considera un ave y lo que no, si bien apunta que en los últimos años se están descubriendo un gran número de dinosaurios emplumados en China de los que aún no se ha hecho un estudio exhaustivo. "Cada vez tenemos más animales con caracteres más similares y es más difícil establecer definiciones", explica el investigador, director del yacimiento de Las Hoyas (Cuenca).

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El Mundo Ciencia

18 de abril de 2011

Los asombrosos secretos de la ingeniería ósea en animales, o cómo soportar más peso con un esqueleto ligero


Un equipo del Imperial College de Londres y el RVC (Royal Veterinary College) recolectó muestras de fémures de las colecciones de museos y parques zoológicos británicos. Estos huesos pertenecían a 90 especies diferentes, incluyendo al elefante asiático, la musaraña etrusca, el correcaminos, el cocodrilo, el emú, el pavo, el leopardo y la jirafa.


Michael Doube (Imperial College de Londres) y sus colaboradores analizaron cómo el tamaño del animal se correspondía con la formación de cierta retícula estructural dentro del fémur. Y han descubierto que esa retícula tiene una geometría que es diferente dependiendo del tamaño corporal de la especie.

Las características de esa retícula estructural dentro de los huesos de los animales grandes les ayudan a soportar sus notables pesos, sin que los huesos sean más gruesos ni más densos. Usar esta estructura ahorra una valiosa energía en los animales más grandes porque no tienen que desarrollar, mantener y transportar tejido óseo extra.

Este nuevo conocimiento de cómo se estructuran los fémures podría ser usado para diseñar una nueva clase de materiales estructurales resistentes y ligeros, que podrían servir para mejorar la carrocería de automóviles y otros vehículos.

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Solo Ciencia

8 de marzo de 2011

E4studiarán huesos de 100 años para tratar los dolores de espalda

Científicos británicos están estudiando decenas de esqueletos de personas que murieron hace más de 100 años para tratar de encontrar nuevos tratamientos para el dolor crónico de espalda.

Vértebras (Foto: EPSRC)

El estudio analizará columnas vertebrales de personas muertas hace 100 años.

La investigación es un esfuerzo conjunto de médicos, arqueólogos y antropólogos de las universidades de Leeds y Bristol, en Inglaterra.

Aunque el dolor crónico de espalda es un trastorno extremadamente común, hasta ahora no ha sido posible desarrollar un solo tratamiento efectivo para curarlo, más allá de las terapias para controlar el dolor.

Esto se debe a que la columna vertebral contiene una compleja red de nervios, articulaciones, músculos, tendones y ligamentos, todos capaces de producir dolor.

Además, el tamaño y forma de la columna humana varía de persona a persona.

El estudio está siendo llevado a cabo con 40 columnas vertebrales de esqueletos de museos y colecciones anatómicas del Reino Unido.

El objetivo es crear modelos computacionales de distintos trastornos de la espina dorsal y de sus diversos tamaños y formas.

Los científicos esperan usar estos modelos para crear un programa que evalúe el potencial impacto de nuevos materiales de implante y nuevos tratamientos, como la cirugía laparsocópica de columna o el reemplazo de disco artificial, antes de que sean utilizados en el paciente.

Problema común

Se cree que nueve de cada diez adultos experimentan algún tipo de dolor de espalda en algún momento de su vida, y muchos de estos desarrollan dolor crónico.

A diferencia de los tratamientos para cadera o rodilla, en los cuales la ciencia ha avanzado mucho, la investigación ortopédica no se ha centrado en el estudio de probables terapias para los problemas de espalda.

Esto se debe principalmente a que actualmente es muy difícil, o imposible, probar nuevos tratamientos en pacientes con problemas de espalda, debido a que si el tratamiento no es correcto puede tener serias complicaciones en el individuo.

Los científicos esperan poder utilizar el nuevo programa para establecer con precisión cuál es el tipo de tratamiento más adecuado para cada paciente.

"El dolor de espalda es un trastorno extremadamente común pero como todos tenemos una columna vertebral distinta ha sido muy difícil desarrollar nuevos tratamientos", afirmó David Willets, del Consejo de Investigación de Ciencias de Ingeniería y Física (EPSRC), que está financiado el estudio.

"Esta investigación podría mejorar significativamente la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo".

"Y es fascinante que podamos unir huesos viejos y nueva tecnología para lograr un beneficio para estos pacientes", señala el funcionario.

Ensayos más rápidos

Dra. Ruth Wilcox (Foto: EPSRC)

Se espera que el estudio ayude a probar nuevos tratamientos para el dolor de espalda.

El programa será diseñado tomando escáneres de tomogragía computarizada de cada vertebra de cada una de las columnas analizadas, para crear imágenes tridimensionales detalladas de las vertebras.

Los investigadores esperan que este programa -el primero que se diseña para el tratamiento de dolor de espalda- pueda ser utilizado también para acelerar los ensayos clínicos de nuevos tratamientos.

Actualmente estos ensayos tardan unos diez años. Pero tal como explican los científicos, los datos obtenidos con los huesos antiguos podrán suministrar datos similares recogidos de cadáveres donados a la ciencia, que son muy limitados y principalmente provienen de grupos de edad avanzada.

"La idea es que una compañía farmacéutica pueda diseñar un nuevo producto para dolor de espalda y nosotros podamos simular cómo funcionaría en los distintos tipos de columna vertebral", explica la doctora Ruth Wilcox, quien dirige el estudio en la Universidad de Leeds.

"Lo bueno de los modelos computacionales es que podemos utilizarlos una y otra vez, de manera que podremos probar un número grande de distintos fármacos en el mismo modelo".

"Si tuviéramos que hacer esto en un laboratorio, necesitaríamos un gran número de columnas vertebrales donadas cada vez que necesitaramos probar un nuevo tratamiento", expresa la investigadora.

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BBC Salud

10 de febrero de 2011

El hueso del pie que permitía a 'Lucy' caminar erguida


Fósil del cuarto metatarso del pie de 'A. afarensis'. | Science

  • Un fósil revela que los 'Australopithecus afarensis' caminaban erguidos
  • El hueso descubierto tiene una antigüedad de 3,2 millones de años

Era el año 1974 y tras el descubrimiento de un increíblemente bien conservado fósil de una hembra de una especie de homínido desconocida en aquel entonces, el equipo dirigido por el investigador Donald Johanson sabía que debía ponerle un nombre. Esa misma noche, el grupo de científicos se encontraba celebrando el hallazgo en las inmediaciones del yacimiento en Hadar, Etiopía. Escuchaban 'Lucy in the sky with diamonds' de The Beatles cuando no tuvieron dudas de que tenían que bautizar aquel fósil como 'Lucy', el que aún es el fósil más completo de la especie 'Australopithecus afarensis'.

Desde entonces, la comunidad científica no ha podido cerrar el debate sobre si aquel homínido de hace cerca de 3,2 millones de años era bípedo estricto o si aún pasaba buena parte de su vida en las ramas de los árboles. Ahora, el debate ha llegado a su fin. El mismo investigador -Donald Johanson- ha resuelto el dilema en el mismo yacimiento en el que 'Lucy' saltó a la luz pública, en el conocido como localidad 333 de Hadar o la cuna de la primera familia. El hallazgo -publicado hoy en la revista 'Science'- de un hueso fósil del pie de un 'Australopithecus afarensis' certifica que esta especie ya caminaba de forma bípeda, como los humanos modernos, algo que muchos científicos sospechaban, pero nadie había podido demostrar.

"El hueso fue encontrado durate una excavación de rutina en el yacimiento de Hadar, concretamente en un lugar llamado localidad 333, que ha generado ya más de 260 especímenes de 'Australopithecus afarensis' desde los años 70", explica a ELMUNDO.es William Kimbel, coautor del trabajo y profesor de Historia Natural en el Instituto de los Orígenes Humanos de la Universidad del Estado de Arizona (EEUU), institución fundada por Johanson.

Situación en el pie.

Situación en el pie.

La nueva pieza clave del puzzle de la evolución de los homínidos es un pequeño hueso -el cuarto metatarso- del pie izquierdo de un individuo de la especie, pero contiene la curvatura propia de los pies, tanto de los primeros homínidos bípedos conocidos, como del 'Homo sapiens'.

Hasta ahora, un amplio sector de los expertos en evolución humana consideraba que esta especie de hace más de tres millones de años basaba parte de su ecología en el desplazamiento de árbol a árbol. Pero las sospechas no eran infundadas. Algunos aspectos del esqueleto locomotor de 'A. afarensis' recuerdan más a los simios que a los humanos.

Una de las adaptaciones evolutivas clave para la forma bípeda de caminar de los humanos es el desarrollo de arcos permanentes en los pies. Esto permite la absorción de impactos durante la locomoción y aporta la flexibilidad necesaria para caminar o correr a diferentes velocidades. "Sabemos desde hace años que la especie de Lucy era bípeda y poseía una postura vertical", asegura Kimbel.

La pistola humeante

Pero faltaban las pruebas que demostrasen sus sospechas, algo muy difícil debido a la escasez de huesos de los pies de homínidos en el registro fósil. "Este nuevo descubrimiento se añade a la evidencia de un patrón semejante al humano en la estructura y función del pie de 'A. afarensis', lo que implica una más o menos completa adaptación al bipedismo terrestre", explica Kimbel.

Eudald Carbonell, director del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social y codirector del Proyecto Atapuerca, asegura que era obvio que la anatomía de la especie apuntaba hacia una locomoción bípeda, "pero faltaban las pruebas definitivas". Un pequeño hueso fósil, el cuarto metatarso del pie izquierdo de un A. afarensis ha resultado ser la pistola humeante necesaria para resolver el rompecabezas.

«En todo caso, las icnitas de Laetoli ya indicaban que estos individuos vivían en una sabana abierta», dice Carbonell. «La nueva investigación refuerza esta idea».

Confirmación de las sospechas científicas

Además, los autores del descubrimiento creen que el trabajo hará más sólido el árbol evolutivo que une a los humanos modernos con sus parientes primitivos. "El descubrimiento ayuda a cimentar una conexión filogenética entre 'Australopithecus afarensis' y las especies de homínidos modernas. Hasta ahora, la primera evidencia de esta estructura databa de hace 1,8 millones de años en los fósiles de 'Homo erectus' en Eurasia", explica William Kimbel. Sin embargo, su colega Eudald Carbonell opina que el hallazgo no modificará el árbol filogenético actual y que sólo viene a demostrar y reafirmar una idea que ya rondaba en la comunidad investigadora, pero que estaba pendiente de una prueba definitiva.

En cualquier caso, lo que sí se ha alterado en la literatura científica es la edad de aparición del bipedismo en la historia evolutiva de los homínidos, aunque su propio descubridor le resta mérito. "Los fósiles de huesos del pie son muy raros en el registro fósil, así que no es demasiado sorprendente que la aparición de estas estructuras similares a las humanas se haya retrasado con este hallazgo", asegura Kimbel.

La forma de caminar determina la ecología de esta especie. Carol Ward, coautora del trabajo, está convencida de que el bipedismo, combinado con unas fuertes mandíbulas, permitieron a 'Lucy' y a sus parientes abandonar las copas de los árboles y colonizar áreas abiertas con distinto tipo de alimentos.

Fuente:

El Mundo Ciencia

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