Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta hong kong. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta hong kong. Mostrar todas las entradas

1 de mayo de 2019

Hallan un 'santo grial' de fármacos capaz de parar virus mortales como el Zika y la gripe del pollo

Los antivirales de espectro amplio, al contrario que las vacunas, pueden usarse contra múltiples patógenos.


Un grupo de científicos de la Universidad de Hong Kong ha desarrollado un químico "altamente potente para interrumpir el ciclo de vida de diversos virus", según escriben los investigadores en su estudio publicado en Nature Communications. El fármaco, denominado como AM580, ha demostrado su eficacia en unas pruebas en ratones que duraron dos años.

El químico se mostró eficaz parando la replicación de varias cepas de la gripe, como la H1N1, la H5N1 (conocida como gripe aviaria o del pollo) y la H7N9, así como de virus que causan el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) y el síndrome respiratorio por coronavirus de Oriente Medio (MERS).

Asimismo, el AM580 también logró detener la replicación del virus Zika, transmitido por mosquitos, y el Enterovirus 71, que causa enfermedades en manos, pies y boca.

"Esto es lo que llamamos un medicamento antiviral de espectro amplio, lo que significa que puede matar varios virus", dijo a AFP el microbiólogo Yuen Kwok-yung, director de la investigación. "Esto es muy importante en el control rápido de una epidemia", explicó.

Los antivirales de amplio espectro son vistos como un 'santo grial', porque pueden usarse contra múltiples patógenos. En contraste, las vacunas generalmente solo protegen contra una cepa, mientras que el virus puede haber mutado en el momento en que son producidas.

El paso siguiente, afirmó Yuen, es probar el medicamento en una variedad más amplia de animales, incluidos cerdos y primates, antes de pasar a los ensayos clínicos en humanos. Este proceso podría llevar hasta ocho años.

Un derivado del AM580 ya está siendo utilizado en Japón para tratar el cáncer, lo que aumenta la esperanza de que muestre una baja toxicidad para los humanos. El equipo de la Universidad de Hong Kong ha solicitado una patente en EE.UU. para desarrollar su investigación.

El estudio forma parte de un creciente número de trabajos de virólogos que buscan encontrar medicamentos que eviten atacar directamente al virus, ya que esto puede conducir a generar resistencia. En lugar de ello, buscan compuestos que interrumpan la forma en que los virus utilizan los ácidos grasos cruciales, conocidos como lípidos, dentro de las células del organismo para replicarse.

Fuente: RT Actualidad


20 de mayo de 2018

El reciclaje, la gran asignatura pendiente de Hong Kong

La ex colonia británica no tiene capacidad para dar salida a las toneladas de desperdicios que acumula tras la prohibición de China de importar ciertos residuos a su territorio.

Parece impensable que en una de las urbes más modernas del mundo, el ciudadano de a pie encuentre multitud de trabas a la hora de hacer algo tan común en sociedades desarrolladas como reciclar. En Hong Kong, una metrópoli con más de siete millones de habitantes, hay muy pocos puntos de reciclaje y, además, son minúsculos. Cuatro recipientes de colores -azul para el papel, naranja para el plástico, amarillo para las latas y plateado para el orgánico-, son el único refugio para la ingente cantidad de envases o latas que cada familia genera en un día. Peor aún lo tienen el vidrio, las pilas y baterías o los aceites, cuyo procesamiento apenas tiene cabida en un lugar en el que los cubos de desperdicios en cada casa son un poema de materiales entremezclados. Por si fuera poco, a esta insostenible situación hay que sumarle en este 2018 un nuevo reto: la prohibición por parte de China de importar a su territorio ciertos materiales para reciclar, principal salida de la ex colonia británica para deshacerse hasta ahora de lo poco que llegaba a estos contenedores multicolor.
Hasta el año pasado, Hong Kong exportaba más del 90 por ciento de sus desechos reciclables a China, además de servir como puente para reexportar al territorio chino continental los residuos que otras naciones enviaban hasta la ciudad de los rascacielos. Sin embargo, esto cambió a finales de 2017 cuando los efectos de la prohibición de Pekín, -que ya no permite importar 24 tipos de residuos sólidos bajo la premisa de proteger su medio ambiente- comenzaron a hacer mella en esta región administrativa especial. Desde entonces, las autoridades de la ciudad se han visto sobrepasadas y en los muelles se han acumulado montañas de periódicos, cartón y otros desechos de oficinas. Otros materiales como el plástico han corrido peor suerte y han acabado en los vertederos de la ciudad, echando por tierra el buen hacer de algunos hongkoneses.

Lea el artículo completo en:

10 de febrero de 2010

Un apartamento 'transformer' en 32 metros cuadrados

Miércoles, 10 de febrero de 2010

Un apartamento 'transformer' en 32 metros cuadrados

Sin duda alguna, y de continuar las tendencias demográficas actuales, estas serán, para Conocer Ciencia, las viviendas del futuro (/a ver si leen esto los de MiVivienda, especialistas en crear mini-casa). En 32 m2 cabe una sala, un comedor, dos dormitorios, estudio, baño con bañera y centro de lavandería ¡Créalo!


Gary Chang en su apartamento de 32 m2. | Fotos: Reuters

Gary Chang en su apartamento de 32 m2. | Fotos: Reuters

  • El hongkonés Gary Chang diseña una mini-vivienda con elementos móviles
  • 'Su uso la convierte más en un gran electrodoméstico que en una casa

  • Mientras en las viviendas de otras ciudades 'hiperpobladas' se recurre a camas nido y sofás plegables para economizar el espacio, el arquitecto Gary Chang ha llevado el concepto de ahorro de espacio al extremo. Después de 30 años viviendo en una casa de 32 m2, a Chang se le ha ocurrido una respuesta para las vidas cada vez más confinadas de los residentes de Hong Kong: un "transformer doméstico" que parece sacado de una película de ciencia ficción.

Cuando era joven vivía en un diminuto apartamento con otras seis personas en Hong Kong, una de las ciudades más densamente pobladas del mundo. Ahora, el arquitecto vive obsesionado con el espacio vital, o mejor dicho, con la falta de dicho espacio.

"La idea [del apartamento] es que todo está en movimiento. Éste es mi espacio de lavandería", dice Chang moviendo una pared llena de CDŽs para desvelar una lavadora y una secadora. En la misma estancia, la televisión de plasma cuelga sobre otra pared que, montada sobre un raíl, se desliza dejando aparecer tras de sí la cocina. Mientras, la amplia bañera de 1,9 metros se convierte en una cama de invitados.

Un super-electrodoméstico

[foto de la noticia]

El espacio disponible se convierte en un cine, una sauna, una cocina, un dormitorio y una zona de relax equipada con una hamaca, dependiendo de las necesidades de cada momento. Además, las paredes del apartamento son de colores pulidos y permiten 24 configuraciones diferentes, acorde con el estado de ánimo de su inquilino.

"La alta intensidad de uso la convierte más en un gran electrodoméstico que en una casa", ha escrito Chang en su libro 'Apartamento de 32 m2: una transformación de 30 años', que narra los orígenes de su innovadora morada, que se ha sometido a varias renovaciones a través de los años.

Chang, que posee su propia empresa de diseño y arquitectura, describe un espacio vacío como un "lujo" e incluso ha llegado a construir una 'Casa Maleta' en Pekín poniendo en entredicho las fronteras entre el espacio público y el privado.

"El único espacio acotado es el aseo, e insisto, es más grande de lo normal", ha declarado el arquitecto, cuyo piso está rodeado de autopistas y rascacielos que muestran el rampante desarrollo urbano de Hong Kong, que ha visto cómo los pisos espaciosos se han convertido en una ilusión para muchos.

168.000 euros

Por 1,8 millones de dólares de Hong Kong (unos 231.700 dólares estadounidenses y aproximadamente 169.809 euros), Chang espera que su apartamento ofrezca una alternativa viable y que mejore la calidad de vida para los ciudadanos de Hong Kong que no pueden permitirse espacios más grandes. Hong kong es, hoy por hoy, una de las ciudades más caras del mundo.

"La idea es diseñar tu casa como realmente quieres en vez de estar sometido al mercado o por la asignación de espacio", ha dicho el diseñador, que dice estar manteniendo conversaciones con promotores inmobiliarios para extender su idea por otras ciudades de Asia y Europa necesitadas de espacio, incluida París.

Fuentes:

El Mundo Ciencia

Reuters LA

7 de enero de 2009

Ciertas células cancerosas se vuelven resistentes a la quimioterapia

El ilusionista húngaro-estadounidense Harry Houdini se hizo famoso como el rey de la fuga. No importaba si lo ataban dentro de cajas fuertes arrojadas al mar, o si le ponían camisas de fuerza colgado boca abajo de rascacielos, cuerdas, baúles cerrados con candados y cadenas de cualquier tipo. El sabía cómo escaparse, tal como también lo hacen las células cancerosas que evaden la embestida de la quimioterapia.

Un equipo de científicos de la Universidad China de Hong Kong, liderados por Ming-Chiu Fung, reveló un mecanismo de escape que utilizan esas células cancerosas para impedir su propia muerte. Es decir, dieron con un mecanismo que les permite fugarse del efecto de la quimioterapia y así podría llegar a ser un punto a tener en cuenta para el desarrollo de futuras drogas. Lo difundieron en la revista British Journal of Cancer.





Un grupo de científicos descubrió el mecanismo por el que las células cancerígenas revierten el proceso que hace que las células normales mueran al final de su vida natural.

Investigadores de la Universidad China de Hong Kong hallaron que las células cancerígenas son capaces de recuperarse y seguir dividiéndose, incluso después de haber sido expuestas a una combinación de fármacos que hace que las células normales se "suiciden".

Ésta habilidad ayudaría a las células cancerígenas a bloquear los efectos de los medicamentos que se utilizan en la quimioterapia.

La muerte celular programada, o apoptosis, juega un papel fundamental para mantener el cuerpo sano al hacer que éste se desprenda de las células dañadas o defectuosas.

Si estas células no se destruyen, pueden seguir dividiéndose, hasta convertirse en un tumor.

Los investigadores trataron células de cáncer cervical, de piel, de hígado y de mama con tres compuestos químicos diferentes que provocan el suicidio de las células normales.

Punto de no retorno

Hasta ahora, se sabía que las células normales a las que se conduce artificialmente hacia su suicidio alcanzan un punto de no retorno tras el cual es inevitable que mueran, incluso aunque se detenga la apoptosis artificial.


Pero los científicos descubrieron que las células cancerígenas son capaces de pasar ese punto de no retorno y recuperar su forma y funciones normales, para seguir dividiéndose, una vez se dejan de suministrar los fármacos.

Tan sólo perdieron su capacidad de recuperase una vez el núcleo que se encuentra en el centro de la célula que contiene material genético clave empezó a desintegrarse, un acontecimiento que se produce al final del proceso de muerte celular.

Según uno de los autores del estudio, el doctor Ming-Chui Fung, estos resultados sugieren que las células cancerígenas utilizan esta habilidad para sobrevivir a los medicamentos que se suministran durante la quimioterapia.

Ming-Chui Fung cree que este descubrimiento podría ayudar a desarrollar nuevos fármacos contra el cáncer.

Según Lesley Walker, de la organización Cáncer Research UK, "este descubrimiento revelador presenta un mapa de nuevos caminos a explorar en la búsqueda de nuevos objetivos terapéuticos".

"Es un avance intrigante que esperamos juegue un papel importante en nuestros esfuerzos para ganar la batalla al cáncer", dijo Walker.

Según señala María Elena Navas, especialista en ciencia de BBC Mundo, la Organización de Naciones Unidas (ONU) calcula que para el año 2020 unos 30 millones de personas padecerán cáncer en todo el mundo, y más de 10 millones morirán cada año a consecuencia de la enfermedad.

Fuentes:

BBC en español

El Clarín - Argentina

2 de diciembre de 2007

Los antecedentes climáticos pronostican guerras y hambrunas.

Un estudio histórico revela que las guerras aumentan con el frío y diezman a la población.

Un revelador estudio sobre el impacto social de los cambios climáticos pasados alerta de los peligros que acechan a nuestra sociedad por el mero hecho de afrontar otra época de cambios en el clima. Analizando el periodo comprendido entre 1400 y 1900, se descubrió que existe un patrón cíclico de periodos históricos turbulentos que coinciden con temperaturas bajas, seguidos de periodos de tranquilidad que coinciden con temperaturas más suaves.

Por otro lado, el estudio también reveló declives de población que seguían a cada aumento de las guerras. La lucha por los alimentos, cuya producción puede verse reducida en el futuro por los efectos del calentamiento global en la agricultura, puede ser en nuestra época el detonante de profundas turbulencias sociales.


Por Olga Castro-Perea.

El cambio climático en Brasil.

Según los antecedentes históricos, el cambio climático que padecemos actualmente es una amenaza para la humanidad porque el calentamiento global y la inestabilidad climática, derivados en esta ocasión de las acciones del hombre, provocarán guerras, hambrunas, y menguarán la población humana, señala una investigación llevada a cabo por científicos del Georgia Institute of Technology, de Estados Unidos, y de la Universidad de Hong Kong.

El estudio ha sido publicado en la revista especializada Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), y revela que en otro periodo de cambio climático en el que las temperaturas se redujeron, en la llamada Pequeña Edad de Hielo, aumentaron las guerras y enfrentamientos, se produjeron hambrunas y la cantidad de población disminuyó.

La Pequeña Edad de Hielo transcurrió desde principios del siglo XIV y hasta mediados del XIX, poniendo fin a una era muy calurosa llamada Óptimo climático medieval. Estas subidas y bajadas de las temperaturas a lo largo de la historia han proporcionado información y datos sobre el clima del pasado que han ayudado a los científicos a predecir con exactitud lo que sucederá en el futuro, y a diseñar estrategias para los futuros y persistentes cambios climáticos de larga duración, informa el Georgia Institute of Technology en un comunicado.

Frenar el impacto social

La presente investigación, llevada a cabo por Peter Brecke, profesor de la Sam Nunn School of International Affaire, de dicho instituto, y el científico de la universidad de Hong Kong, David Zhang, ha tenido como objetivo analizar el impacto social del cambio climático a lo largo de la historia, para comprender y anticipar los posible los efectos del calentamiento global para nuestra época. Según Brecke, actualmente podrían llegar a presentarse los mismos conflictos que en el pasado, dado que seguimos dependiendo de los recursos terrestres para alimentarnos.

Zhang, que anteriormente había investigado a este mismo respecto la China oriental, señala que los resultados de la presente investigación, que cubre un área espacial mucho más amplia, pueden ser considerados como principios generales, es decir, aplicarse a cualquier región de la Tierra.

Según los científicos, existe una conexión entre los cambios en la temperatura y las guerras porque dichos cambios afectan a la disponibilidad del agua, a los cultivos y a la fertilidad de los terrenos, pudiendo producir escasez de alimentos. Si se llega a ese punto, surgen los conflictos: revueltas locales, desestabilización de los gobiernos e invasiones por parte de regiones vecinas. Las masacres y el hambre harían que la población menguara.

Diversas fuentes de datos

Para determinar de qué manera el cambio climático ha afectado a la cantidad de enfrentamientos a lo largo de la historia, los científicos examinaron un periodo de tiempo concreto: entre el año 1400 y el año 1900.

A lo largo de este periodo, las temperaturas medias más bajas se registraron alrededor de 1450, 1650 y 1820, fechas separadas por intervalos ligeramente cálidos. Los investigadores recopilaron datos de las guerras que se produjeron durante esos siglos en múltiples fuentes, incluyendo una base de datos de 4.500 guerras en todo el mundo que el propio Brecke empezó a desarrollar en 1995 con financiación del U.S. Institute of Peace.

Por otro lado, utilizaron registros de cambios climáticos realizados por paleoclimatólogos (científicos que estudian las formas en que los patrones del clima cambiaron en el pasado), consultaron documentos históricos y examinaron determinados indicadores de cambio en las temperaturas, como los anillos de los árboles y de los esqueletos del coral, así como los isótopos de oxígeno presentes en los núcleos de hielo.

Los árboles producen un anillo por año, debido al rápido crecimiento que sufren en primavera y verano y el escaso crecimiento que tienen en otoño e invierno. El grosor de cada anillo da la clave para conocer la temperatura de cualquier época: si el anillo es más ancho quiere decir que ese año fue más cálido.

En cuanto a los corales, algunos de éstos también forman anillos anuales en sus esqueletos, de carbonato de calcio, a medida que crecen, por lo que pueden servir igualmente para calcular las temperaturas que ha habido, y que habrán producido temperaturas más o menos altas en el agua del mar.

Por último, los núcleos de hielo también dan algunas pistas: se han perforado núcleos de hielo en gruesas capas heladas en diversas partes del mundo, alcanzando incluso capas muy profundas con miles de años de antigüedad. Los niveles de concentración del deuterio, un isótopo estable del hidrógeno, en el hielo están relacionados con la temperatura de cada época.

Patrón cíclico

A partir del estudio de todas estas fuentes variadas, se descubrió que existía un patrón cíclico de periodos históricos turbulentos que coincidían con periodos en que las temperaturas habían sido bajas y seguidos de periodos de tranquilidad que coincidían con temperaturas más suaves. De hecho, el número de guerras por año en todo el mundo durante los siglos fríos fue de casi el doble que en el siglo XVIII, más cálido que los demás.

Por otro lado, el estudio también reveló declives de población que seguían a cada aumento de las guerras, según los datos recopilados por Brecke. El incremento de la tasa de población del hemisferio norte del planeta fue elevado entre 1400 y 1600, a pesar de que el periodo frío comenzó a mediados del siglo XV. Sin embargo, durante el siglo XVII, más frío, en Europa y en Asia se vivieron más guerras de gran magnitud y la población disminuyó.

En China, se redujo la población un 43% en sólo treinta años, entre 1620 y 1650. Posteriormente, aumentó dramáticamente a partir de 1650, hasta que llegó otro periodo más frío, desde 1800 en adelante, cuando un nuevo descenso de la población ocasionaría una crisis demográfica en todo el mundo.

Un futuro incierto

Los científicos demostraron asimismo la importancia de los precios de los alimentos en la aparición de conflictos y su relación con las temperaturas: el desequilibrio ecológico ha afectado siempre a la producción agrícola y los cambios climáticos han condicionado dicha producción y, en consecuencia, los precios del grano. Estos precios más altos han fomentado la aparición de guerras y, por último, el declive de la población.

En nuestra época se espera que las temperaturas globales aumenten en el futuro, al mismo tiempo que crece sin parar el número de personas que habitan en el mundo. Según Brecke, podríamos no ser capaces de adaptarnos adecuadamente a los cambios ecológicos venideros.

El incremento de periodos de sequía, en combinación con el aumento de la población, hará cada vez más difícil que el suministro de alimentos pueda cubrir toda la demanda planetaria. Brecke señala que, por tanto, no debe sorprendernos que haya más ejemplos futuros de hambrunas y de luchas entre distintos pueblos y naciones para conseguir comida y agua.

Fuente:

Tendencias 21
google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0