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19 de febrero de 2020

HFC-23, el gas 12.000 veces más potente que el CO2 que viene de China

Una red de vigilancia global detecta máximos históricos de emisiones de este compuesto de efecto invernadero.


Desde India y especialmente desde China se están emitiendo grandes cantidades de un gas de efecto invernadero (GEI) miles de veces más potente que el CO2. Aunque las autoridades de ambos países se habían comprometido a reducir estas emisiones al mínimo, una red de estaciones repartidas por todo el planeta viene detectando año tras año máximos históricos de fluoroformo, también conocido como trifluoruro de carbono, Freón 23, Arcton 1 o HFC-23.

El HFC-23 se usa (o usaba) en la fabricación de semiconductores, como refrigerante o agente extintor de incendios. Pero la mayoría procede, como subproducto, de la producción de otro gas, el HCFC-22, hasta no hace mucho el principal ingrediente de los aires acondicionados e instalaciones de refrigeración. Como otros hidroclorofluorocarburos, el HCFC-22 es un destructor neto de la capa de ozono, así que fue regulado por el Protocolo de Montreal y sus sucesivas enmiendas. En Europa apenas se produce y en otros países avanzados se hace bajo estrictas condiciones que eviten la emisión de su peligroso derivado. Pero las naciones en vías de desarrollo aún tienen margen para su producción, que debería de cesar por completo en 2040. En la actualidad, China e India elaboran más del 75% del HCFC-22 y, por tanto, de HFC-23.

Ambas naciones se habían comprometido con la ONU a reducir la liberación del segundo gas hasta mínimos históricos, pero la realidad es que, desde 2015, la emisión y concentración de fluoroformo no deja de aumentar. Un estudio recién publicado en Nature Communications muestra que las emisiones de HFC-23 marcaron su máximo a finales de 2018, con 15.900 toneladas, y apenas el 10% procederían de EEUU y Rusia, los otros dos países que aún fabrican HCFC-22 en cantidades relativamente significativas.

"China es el mayor productor de HCFC-22 del mundo, por lo que no es sorprendente que, en ausencia de una política firme y mecanismos de aplicación robustos, veamos emisiones masivas de este potente destructor del clima como ya anticipamos y advertimos", denuncia Avipsa Mahapatra, responsable de la campaña para el clima de la organización Environmental Investigation Agency. Ya en 2013 (PDF), activistas de la EIA comprobaron cómo muchas empresas chinas seguían emitiendo HFC-23. Mahapatra concluye: "Con la firma de la enmienda Kigali [al Protocolo de Montreal] en 2016, los países acordaron que, para el 1 de enero de 2020, todas las empresas que manufacturan HCFC-22 capturarían e incinerarían el HFC-23 para evitar su liberación a la atmósfera. Pero las discrepancias reveladas por este estudio suponen que con esto probablemente no sea suficiente".

Lea el artículo completo en: El País (España)



7 de diciembre de 2009

Copenhague: Guía Ràpida


Lunes, 07 de diciembre de 2009

Copenhague:

Guía rápida


Las desavenencias entre países ricos y pobres marcarán los debates en Copenhague, con la UE, EE. UUy China entre los actores principales. He aquí algunas claves del debate.

¿El acuerdo que se obtenga en Copenhague sería vinculante?

No se prevé aprobar un tratado internacional, que sería el instrumento jurídico que haría vinculantes y obligatorios los compromisos (por tratarse de derecho internacional). Se espera alcanzar un pacto político, que a lo largo del año próximo pueda convertirse en tratado. EE. UU., China e India se han resistido a asumir compromisos vinculantes. Pero la UE cree, pese a todo, que si se da un acuerdo total en Copenhague y es adoptado en el marco de la Convención de Cambio Climático "eso ya vincula a las partes", dice Teresa Ribera, secretaria de Estado de Cambio Climático.

¿Cómo se materializan luego los acuerdos en el plan nacional?

Un tratado internacional requiere la ratificación posterior de los gobiernos, responsables de llevar a cabo las políticas sobre reducción de gases invernadero. Los planes contra el cambio climático de los gobiernos incluyen estrategias para impulsar el ahorro y la eficiencia de la energía (en vehículos, industrias, hogares) o el fomento de las energías renovables alternativas a los combustibles fósiles. La combustión de carbón, el petróleo (y sus derivados) y gas, por este orden, son las fuentes que generan más gases invernadero.

¿Son sancionables los incumplimientos del acuerdo?

El protocolo de Kioto sólo exige reducir los gases invernadero a 37 países ricos (un 5,2% de media para el periodo de cumplimiento 2008-2012 con respecto a 1990). Si un país (o la UE) no cumple lo asumido, al acabar ese primer periodo de cumplimiento tendrá la obligación de cubrir ese déficit o exceso de emisiones y un 30% adicional en el periodo de cumplimiento; y se le suprime la posibilidad de comprar derechos de emisión.

¿Qué gases están regulados?

Kioto limita las emisiones de seis gases de efecto invernadero: el dióxido de carbono (CO ), óxido 2 nitroso (N O), metano (CH ) 2 4 y otros tres gases de menor incidencia hexafluoruro de azufre (SF ), los hidrofluorocarbonos 6 (HFC) y los perfluorocarbonos (PFC).

¿Qué nuevas metas plantean los países ricos para el 2020?

La UE ha asumido recortes del 20% en el 2020 respecto a 1990, y el presidente Obama llevará una oferta para recortarlas un 17% pero respecto al año 2005 (con lo que, en la práctica la reducción sería de sólo un 3% sobre la referencia de 1990).

¿Por qué China ha prometido un tipo de meta diferente a la de los demás?

China alega que no puede fijar objetivos de reducción en términos absolutos porque las emisiones per cápita son más bajas que las de los países industrializados. Y dice que tendrá que incrementarlas para impulsar su economía y alcanzar los mismos estándares de bienestar que las naciones ricas. Por eso, habla de reducir - para el 2020 con respecto al 2005-entre un 40% y un 45% la intensidad energética, es decir, las emisiones de CO por 2 unidad de producto interior bruto. El 70% de sus gases procede de la producción de electricidad en plantas térmicas de carbón.

¿Es realmente ambicioso el plan de China?

No. China ha elegido el año 2005 como punto de referencia para medir su intensidad energética; pero ya ha reducido la intensidad energética en los últimos cuatro años. Recortar estos gases entre un 40% y un 45% es mantener este recorte en el mismo nivel que hasta ahora. PricewaterCoopers prevé que esa meta hará que las emisiones de China aumentarán de 4,8 a 6,9 toneladas per cápita para el 2020.

¿Las promesas de China, EE. UU o India mejoran las expectativas de de la cumbre?

Sí, por cuanto hasta poco antes de la conferencia no había estas ofertas sobre la mesa. China yEE. UU. suman el 42% del total de emisiones mundiales.

¿Cuáles son los puntos más espinosos para el acuerdo?

No está claro que EE. UU. o China se avengan a firmar un texto de acuerdo que comporte compromisos vinculantes con vista al futuro tratado. Podrían invocar el carácter voluntario de su plan si les resulta muy costoso llevarlo a cabo. La otra gran cuestión que se dirimirá es cuánto dinero van a poner las naciones industrializadas para ayudar a las naciones pobres a adaptarse al cambio climático y hasta qué punto están dispuestas a facilitar la transferencia tecnológico para ayudarles a conseguir la transición hacia una economía baja en carbono. Además, la UE pide más esfuerzos a EE. UU. mientras los países emergentes rechazan el objetivo de reducción del 50% para el 2050, que sí han asumido ya la UE y el G-8.

Fuente:

La Vanguardia (España)
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