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18 de diciembre de 2018

Francis Crick, el detective de la vida

¿Qué tienen en común Francis Crick, codescubridor de la estructura del ADN y premio Nobel en 1962, y el antiguo cantante y periodista Rael, líder de una secta ufológica que defiende el amor libre entre sus miembros? El vínculo parece improbable, pero existe, y se llama panspermia dirigida: la hipótesis según la cual la vida en la Tierra es producto de los designios de una avanzada civilización alienígena.


Claro que ahí acaban los parecidos. El líder de los raelianos se basa en su presunto encuentro personal con seres de otro mundo. Crick, por su parte, se preguntaba cómo era posible que la naturaleza hubiera inventado al mismo tiempo dos elementos mutuamente interdependientes para la vida: el material genético –ácidos nucleicos, como ADN o ARN– y el mecanismo necesario para perpetuarlo –las proteínas llamadas enzimas–. La síntesis de ácidos nucleicos depende de las proteínas, pero la síntesis de proteínas depende de los ácidos nucleicos. Con este problema del huevo y la gallina, Crick y su colaborador Leslie Orgel razonaban que la vida debería haber surgido en un lugar donde existiera un “mineral o compuesto” capaz de reemplazar la función de las enzimas, y que desde allí habría sido diseminada a otros planetas como la Tierra por “la actividad deliberada de una sociedad extraterrestre”.

Lo cierto es que la panspermia dirigida no desmerece en absoluto el pensamiento de Crick. Más bien al contrario, revela con qué potencia funcionaban los engranajes de una mente teórica, incisiva e inquieta, ávida de respuestas racionales, aunque no fueran convencionales. Para comprender cómo llegó Crick a la panspermia debemos remontarnos unos años atrás. Hijo de un fabricante de zapatos de Weston Favell (Northampton, Reino Unido), Francis Harry Compton Crick (8 de junio de 1916 – 28 de julio de 2004) llegó al final de su infancia con sus principales señas de identidad ya definidas: su inclinación por la ciencia y su convencido ateísmo. En cuanto a la primera, escogió la física.
Curiosamente, la biología molecular habría perdido uno de sus padres fundadores de no haber sido por la guerra. Crick comenzó su investigación en el University College de Londres trabajando en lo que él mismo describió como  “el problema más aburrido imaginable”: medir la viscosidad del agua a alta presión y temperatura. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial fue reclutado por el ejército para el diseño de minas. Tras el fin del conflicto, descubrió que su aparato había sido destruido por una bomba (en su autobiografía él hablaba de una “mina de tierra”), lo que le permitió abandonar aquella tediosa investigación.

Crick debía entonces elegir un nuevo campo de investigación, y fue entonces cuando descubrió lo que llamó el test del chismorreo: “lo que realmente te interesa es aquello sobre lo que chismorreas”. En su caso, “la frontera entre lo vivo y lo no vivo, y el funcionamiento del cerebro”. En resumen, la biología. O como físico, la biofísica. Comenzó a trabajar en la estructura de las proteínas en el Laboratorio Cavendish de Cambridge, hasta que conoció a un estadounidense llamado James Watson, 12 años más joven que él pero ya con un doctorado que él aún no había conseguido.

Los dos investigadores descubrieron que ambos compartían una hipótesis. Por entonces se creía que la sede de la herencia eran las proteínas. Crick y Watson pensaban que los genes residían en aquella sustancia ignota de los cromosomas, el ácido desoxirribonucleico (ADN). Y aquel convencimiento, con la participación de Maurice Wilkins y Rosalind Franklin, alumbraría el 28 de febrero de 1953 uno de los mayores hallazgos de la ciencia del siglo XX, la doble hélice del ADN. El trabajo se publicó en Nature el 25 de abril de aquel año. Crick no obtendría su título de doctor hasta el año siguiente.

Lea el artículo completo en: Open Mind

3 de octubre de 2018

¿Se hereda la longevidad?

Las mellizas Phyllis Jones e Irene Crump

El estilo de vida influye, pero existe un factor genético hereditario que ayuda a vivir más años.

Las mellizas Phyllis Jones e Irene Crump, que el 20 de noviembre de 2016 cumplieron cien años en la ciudad británica de Stourport-on-Severn, atribuyen el secreto de su larga vida al trabajo duro y a la dieta. Así se lo explicaron a los medios al mismo tiempo que les informaban de los familiares que habían fallecido superados los noventa años. Sin embargo, también hay un factor genético. Estas hermanas son un ejemplo de que la longevidad se hereda, según confirman todos los estudios.

El último, financiado en el Reino Unido por el Consejo de Investigación Médica (MRC, por sus siglas en inglés), apunta que el riesgo de morir por una enfermedad cardiaca es un 20 % menor por cada década de más que viven los padres cumplidos los setenta años. La investigación, publicada en el Journal of The American College of Cardiology, ha llegado a esta conclusión tras analizar los datos de unas 190.000 personas.

Este tipo de estudios reviste especial importancia porque permite identificar, en función de su perfil genético, a los pacientes con mayor riesgo de morir y poner así en marcha medidas preventivas. Por ejemplo, puede conocerse si una persona es propensa a tener resistencia a la insulina y evitar que llegue a desarrollar diabetes. Una de las características de los centenarios es que envejecen con salud, conservan las facultades y pueden valerse por sí mismos hasta muy poco antes de la muerte. Biólogos y médicos investigan estos casos con un objetivo: diseñar medicamentos que eviten el desgaste del cuerpo, igual que existen para controlar el colesterol.

Tomado de: Muy Interesante

11 de junio de 2015

El ADN borra su "disco duro" en cada generación

Los genes están regulados por la epigenética, que indica cómo deben leerse. Ahora han descubierto cómo se borran algunas de estas instrucciones para originar nuevas células en el embrión.


No hay dos personas que saquen las mismas conclusiones al leer un mismo libro. Aunque las palabras sean objetivamente las mismas, cada una interpreta esas frases de acuerdo con sus recuerdos y su forma de pensar. Pues con los genes pasa algo parecido. Y es que, aunque casi todas las células de una persona compartan las mismas instrucciones genéticas, hay una enorme variedad de tipos celulares (desde las células musculares a las células del hígado) que se diferencian precisamente en el modo de leer las secuencias de los genes.
En realidad, en vez de recuerdos y opiniones, las células leen una cosa u otra en función de la epigenética, un conjunto de etiquetas del ADN y de mecanismos de regulación que encienden y apagan genes. Así por ejemplo, las células del riñón no leen la información necesaria para las células de los huesos. Esto es especialmente importante y complejo durante el desarrollo embrionario, un proceso en el que se pasa de una célula (el zigoto), que está «poco regulada», a un organismo compuesto por muchos tipos celulares y por ello mucho más jerarquizado y regulado. Este martes, un grupo de investigadores de laUniversidad de Cambridge ha dado un paso más en la comprensión de este proceso, al haber descrito con exactitud cómo en un momento dado algunas células del embrión se resetean y pierden sus marcas epigenéticas. El estudio, publicado en la revista «Cell», describe cómo se reprograman las células germinales primordiales del embrión, que son aquellas que en adulto permitirán generar espermatozoides y óvulos, y además sugiere que algunas zonas del ADN no se resetean para evitar que algunas secuencias dañen al organismo y produzcan enfermedades.
«La información epigenética es importante para regular los genes, pero cualquier metilación incorrecta (este es uno de los mecanismos de control) puede ser perjudicial si pasa a la descendencia. Por eso, la información debe ser reseteada en cada generación antes de que se desarrolle el zigoto. Es como borrar el disco duro antes de añadir nuevos datos», ha explicado Azim Surani, uno de los participantes en el estudio.
En este sentido, los investigadores creen que las células germinales primordiales (las que luego originan los gametos en los adultos) son reprogramadas entre las semanas dos y nueve del desarrollo embrionario. Según han descrito, durante ese proceso una red de genes actúa para resetear los patrones de metilación del ADN. Esto es importante, porque permite entender cómo funciona un proceso crucial en la regulación de los genes y por lo tanto en el funcionamiento de las células.

El ADN olvida

Esto se sabía desde hace tiempo, pero ahora se ha propuesto un mecanismo que podría permitir entender el panorama global. Así,cuando se produce la fecundación, la célula resulsante sufre unreseteo de su epigenoma y adquiere la capacidad de convertirse en cualquier otra célula. A medida que se desarrolla, «el desarrollo es por definición epigenética», tal como se afirma en este artículo de revisiónsobre el tema, las células van diferenciándose y adquiriendo su propio código epigenético. Pero a partir de un momento dado, algunas de ellas se vuelven a resetear para en el futuro permitir que el nuevo individuo produzca espermatozoides y óvulos. Y todo ello tratando de silenciar algunos genes que podrían ser perjudiciales.

Esposas para evitar peligros

Pero ahora, los investigadores han encontrado que el cinco por ciento del ADN de las células primordiales no se reseteaba y que permanecían con sus esposas epigenéticas, como si fuera importante que pasaran de una generación a otra sin sufrir cambios: «Nuestro estudio nos ha dado una fuente de regiones candidatas donde la información epigenética no solo se pasa a la siguiente generación, sino también a las siguientes», ha explicado Walfred Tang, el director de la investigación. Curiosamente, al analizarlas, encontraron que estas secuencias de ADN estaban asociadas a importantes genes neuronales y a fenómenos como la esquizofrenia, los desórdenes metabólicos y la obesidad.
Los investigadores sospechan que si una pequeña parte de los genes de las células germinales primordiales no sufren su reseteo epigenético es por algún motivo. Opinan que quizás ocurra porque estén silenciando a secuencias de ADN que al liberarse de sus esposas podrían tener efectos negativos sobre el organismo.

ADN basura

De hecho, después de secuenciar el genoma y analizar sus metilaciones en embriones humanos, los investigadores encontraron que una buena parte de estas regiones que no se resetean se corresponden con el ADN más misterioso: se le suele llamar ADN basura o estructural, y proviene del ataque de virus que en el pasado infectaron al ser humano y que consiguieron introducir sus genes en nuestro genoma.
Este mal llamado ADN basura comprende la mitad de todo el genoma humano y tiene un importante papel en la epigenética y en el patrón de regulación de los genes. Puede actuar como un motor de la evolución y tener efectos beneficiosos (algunos de los genes que activan el desarrollo de la placenta provienen de invasores microbianos), pero también negativos, ya que este ADN basura puede interferir en el funcionamiento de los genes. Por ello mismo, resulta crucial seguir investigándolo.
Fuente:

10 de junio de 2015

El ADN transmite la memoria de una generación a otra


Una nueva investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad Emory, en Atlanta, ha demostrado que es posible que alguna información pueda ser heredada biológicamente a través de cambios químicos que ocurren en el ADN. Durante las pruebas se descubrió que que los ratones pueden transmitir información aprendida acerca de experiencias traumáticas o estresantes -en este caso, miedo al olor de la flor de cerezo- a las generaciones siguientes.
Según The Telegraph, el Dr. Brian Dias, del departamento de psiquiatría de la Universidad de Emory, dijo:
Desde una perspectiva traslacional, nuestros resultados nos permiten apreciar cómo las experiencias de uno de los padres, antes de siquiera concebir descendencia, influyen notablemente tanto en la estructura como en la función del sistema nervioso de las generaciones posteriores.
Un fenómeno de este tipo puede contribuir a la etiología y al potencial de la transmisión intergeneracional del riesgo de trastornos neuropsiquiátricos, como las fobias, la ansiedad y el trastorno de estrés post-traumático.
Esto sugiere que las experiencias se transmiten de alguna manera desde el cerebro hacia del genoma, lo que les permite ser transmitidas a las generaciones posteriores. Los investigadores esperan ahora llevar a cabo más trabajo para comprender cómo llega la información a ser almacenada en el ADN en el primer lugar.
Los investigadores también quieren explorar si efectos similares se pueden ver en los genes de los seres humanos.
El profesor Marcus Pembrey, genetista pediátrico en el University College de Londres, dijo que el trabajo proporciona “evidencias convincentes” de la transmisión biológica de la memoria. Y agregó: “Se ocupa del temor constitucional que es muy relevante para las fobias, la ansiedad y la trastornos de estrés post-traumático, además de la controvertida cuestión de la transmisión de la “memoria” de la experiencia ancestral de generación en generación.”
Ya es hora de que investigadores de salud pública se tomaran en serio las respuestas transgeneracionales en humanos.
Sospecho que no vamos a entender el aumento en los trastornos neuropsiquiátricos o la obesidad, la diabetes y los trastornos metabólicos en general sin tener un enfoque multigeneracional
dice el profesor Wolf Reik, jefe de epigenética en el Instituto Babraham en Cambridge, Sin embargo, advirtió Reik, es necesario seguir trabajando antes de que estos resultados puedan aplicarse a los seres humanos.
“Este tipo de resultados son alentadores ya que sugieren que existe la herencia transgeneracional y está mediada por la epigenética, pero se necesitan estudios mecanicistas más cuidadosos de los modelos animales antes de extrapolar estos hallazgos a los seres humanos. “
Fuentes:

4 de mayo de 2014

Conocer Ciencia TV: Mendel y Morgan (el origen de la genética)

El origen de la Genética

Es una historia fascinante.

En el año 1900, tres científicos convergieron en una encrucijada de la investigación.

Cada uno de ellos, sin previo conocimiento de la labor de los otros dos, había hallado las reglas que gobiernan la herencia de caracteres físicos por los seres vivos.





Los tres hombres eran Hugo de Vries, holandés; Erich Tschermak, austrohúngaro y Carl Correns, alemán. Los tres se aprestaron a anunciar al mundo su descubrimiento, mas no sin hojear antes diversas publicaciones científicas y comprobar si había trabajos anteriores en ese campo.


Su asombro fue mayúsculo cuando encontraron un increíble artículo de un tal Gregor Johann Mendel, en un ejemplar de una oscura publicación de hacía treinta y cinco años.


Mendel había observado en 1865 todos los fenómenos que los tres científicos se disponían a exponer en 1900.

Los tres tomaron la misma decisión, y con una honradez que es una de las glorias de la historia científica abandonaron toda pretensión de originalidad y llamaron la atención sobre el descubrimiento de Mendel.

El equipo de Conocer Ciencia produjo un programa relacionado con la vida del monje agustino Gregorio Mendel. Ahí lo tienen:



También les dejamos la presentación para que pueda descargarla:


Conocer Ciencia: ciencia sencilla, ciencia divertida, ciencia fascinante...

Hasta pronto

Leonardo Sánchez Coello 
leonardo.sanchez.coello@gmail.com 

24 de mayo de 2013

Individualidad de gemelos idénticos

Los gemelos son esenciales para comprender la influencia de la herencia y el ambiente en el desarrollo. Un estudio con ratones ha mostrado cómo con la experiencia se modifica el cerebro. Los animales, genéticamente idénticos, nacen iguales pero pronto se van diferenciando. Es la emergencia de la individualidad.
Francis Galton acuñó el término nature and nurture para explicar los efectos de la herencia y el ambiente. Desde entonces el debate continúa de forma fructífera.

Para cada rasgo de un ser vivo, ¿en qué medida influye el ambiente y en qué medida influyen los genes? En los extremos las cosas están claras: por muy buena alimentación que tengamos, nadie puede medir cuatro metros. Así mismo, si alguien no oye nunca hablar, no aprenderá el lenguaje. Necesitamos una dotación genética y un ambiente en el que desarrollarnos.

Galton fue también pionero en los estudios con gemelos. Si podemos controlar una de las variables, podremos estudiar la influencia de las otras. Dos gemelos tienen idéntica dotación genética. Podemos, por tanto, atribuir las diferencias entre ellos a los factores ambientales.

Los gemelos humanos son una fantástica fuente de información. Pero también los gemelos de otros animales. En concreto, lo son las cepas de ratones. Si disponemos de una cepa de ratones idénticos, podemos descartar los efectos de la genética. Las cepas de ratones genéticamente idénticos se han convertido en un instrumento imprescindible en la investigación. ¿Cómo se consiguen?

Diseño de la jaula

La forma de lograr una cepa de ratones genéticamente idénticos es cruzarlos hermano con hermana durante generaciones. Con más de 20 generaciones de apareamiento de hermanos se consigue una cepa en la que prácticamente todos los genes son iguales. Cuando los cruces alcanzan las 150 generaciones, se consideran 100% homocigóticos. Los ratones se aparean en auténticas fábricas. Existen más de 450 cepas de ratón y 230 de rata.

La primera parte del desarrollo de un ser vivo es independiente de la actividad. Es decir, los genes se expresan de forma automática. Alcanzada una cierta madurez, en el caso de los mamíferos aún sin haber nacido, el desarrollo sigue mediado por los genes pero también por la actividad. Es decir, desde muy pronto, el ambiente empieza a influir.

En el presente estudio, los científicos pusieron a un grupo de ratones genéticamente idénticos en una jaula con todo tipo de atractivos. Los ratones se movían libremente y podían jugar con múltiples juguetes. Los ratones tenían una etiqueta de radiofrecuencia RFID de modo que todos sus movimientos fueron grabados.
Incluso en gemelos idénticos criados juntos, hay siempre diferencias observables que reflejan la influencia de las respuestas individuales. Estas diferencias se manifiestan en el desarrollo neuronal del cerebro.

40 ratones idénticos criados juntos manifestaron conductas que iban divergiendo con el tiempo. Unos exploraban más y otros menos. Existe un área del cerebro llamada hipocampo donde se forman nuevas neuronas de adulto, la llamada neurogénesis. Los resultados mostraron que los ratones más activos tenían una mayor neurogénesis.
A pesar de un entorno común y genes idénticos, los ratones mostraron patrones de comportamiento altamente individualizados, reaccionando a su entorno de manera diferente.
Estas discrepancias se asociaron con diferencias en la generación de nuevas neuronas en el hipocampo, una región del cerebro que apoya el aprendizaje y la memoria.
Los resultados sugieren que la experiencia influye en el envejecimiento de la mente humana, que un ambiente enriquecido fomenta el desarrollo de la individualidad
Estos resultados son compatibles con los del famoso estudio de los taxistas de Londres: obligados a conocer todas las calles de su ciudad, los taxistas tienen un hipocampo más grande de lo habitual.
Quizá algún día acabemos de resolver la ecuación herencia-ambiente. El uso de gemelos es una herramienta esencial.

Fuente:

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4 de octubre de 2011

Los padres delgados tienen más hijos delgados


Niños comiendo pan

Los estudios hasta ahora se han enfocado en la genética de la obesidad.

El peso corporal de los padres tiene una gran influencia en el peso corporal de los hijos, revela un estudio en el Reino Unido.

Los investigadores de la Universidad de Londres encontraron que los niños cuyos padres son delgados tienen tres veces más probabilidades de ser delgados que aquéllos cuyos padres son obesos.

El estudio llevó a cabo durante cinco años un registro de la altura y peso corporal de los padres y de hasta dos de sus hijos de 7.000 familias británicas.

El análisis del índice de masa corporal (IMC) mostró que cuando el peso de ambos padres estaba dentro de la mitad más baja del rango ideal de IMC, había un 16,2% de posibilidades de que sus hijos fueran delgados.

Cuando el IMC de los padres estaba en la mitad superior del IMC ideal, esa cifra disminuía a 7,8%.

Los niños del primer grupo, dice el estudio, tenían un IMC de 18,5 o menos (lo que se considera como delgado).

Un peso corporal sano es el de un IMC de entre 18,5 y 24,9.

Un IMC de 15 a 29,9 es considerado sobrepeso y más de 30 es obesidad.

Posible herencia

En la investigación -publicada en Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine (Archivos de Pediatría y Medicina Adolescente)- mostró que cuando ambos padres tenían sobrepeso la probabilidad de hijos delgados era de sólo 5,3% y de sólo 2,5% cuando los padres eran obesos.

Estudios previos han demostrado que la obesidad suele ocurrir en familias, en parte debido a la transmisión de padre a hijo de varios genes que incrementan el riesgo de gordura.

Aunque la nueva investigación no estudió la genética de las familias, los resultados sugieren que la delgadez también podría ser heredada de la misma forma como se hereda la obesidad.

"Es probable que los padres más delgados tengan más alelos de la delgadez, lo cual incrementa la probabilidad de que los hereden a sus hijos"

Prof. Jane Wardle

Tal como señala la profesora Jane Wardle, experta en epidemiología y salud pública de la Universidad de Londres, "los padres a menudo se muestran preocupados si su hijo es delgado, pero esto podría deberse a que el niño tiene los 'genes de la delgadez'" explica la profesora Jane Wardle, quien dirigió el estudio.

"Todos los genes tienen dos versiones, los llamados alelos", agrega.

"Podríamos pensar que los genes relacionados con el peso corporal tienen un alelo de la delgadez y un alelo de la gordura".

"Es probable que los padres más delgados tengan más alelos de la delgadez, lo cual incrementa la probabilidad de que los hereden a sus hijos".

"Y un niño que hereda más alelos de la delgadez de sus padres será naturalmente más delgado" agrega la experta.

El estudio encontró que de los 7.078 niños y adolescentes que participaron en la investigación, sólo 402 (5,7%) fueron clasificados como delgados y con posibilidad de tener un IMC menor a 18,5 en la adultez.

Se han publicado varias investigaciones sobre hallazgos de genes vinculados a la obesidad y sobrepeso, pero hasta ahora pocos estudios se han enfocado en el impacto genético de la delgadez.

La más reciente de estas investigaciones, publicada en septiembre pasado en PLoS One, descubrió varios genes asociados a la forma como el organismo almacena la grasa.

Esto, dicen los científicos de la Universidad de Edimburgo, podría explicar porqué algunas personas son más gordas que otras incluso cuando se alimentan con la misma dieta.

Fuente:

BBC Ciencia

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10 de agosto de 2011

“La mitad de los europeos desciende de Tutankamón” ¿dónde está la noticia?


En una ocasión apareció esta noticia en Internet:



Entonces utilicé matemáticas básicas para argumentar que la noticia no era tal. Pues bien, recientemente ha salido en los medios una noticia que me ha traído aquella a la mente:



En el estudio sobre Gengis Khan, el de los “ímpetus sexuales”, se rastreaba el cromosoma Y, que se transmite solo de padre a hijo varón. En el caso actual, el del faraón egipcio, se hace seguimiento del haplogrupo (un haplogrupo es una serie de alelos en una zona concreta de un cromosoma) R1b1a2, situado también en el cromosoma Y. En ambos casos las conclusiones se refieren, por tanto, a la población masculina.

Hay que tener en cuenta que Tutankamón no tuvo hijos varones. Los investigadores de la empresa de análisis genéticos iGENEA señalan que además de sus genes, estudiaron los de su padre y su abuelo. Prescindiremos de este “nimio” detalle y usaremos las mismas matemáticas de primaria para comprobar que la noticia peca de sensacionalista. (¿Publicidad de iGENEA?)

Asumamos, de una forma muy conservadora, que un siglo abarca tres generaciones humanas, y que, como promedio, cada varón tiene dos hijos varones que alcanzan la edad reproductora; cada uno de éstos tiene otros dos a su vez, y así sucesivamente. Tutankamón nació hacia el año 1345 a.C., por lo que desde entonces han transcurrido 100 generaciones. Si en cada generación se duplica el número de varones descendientes del famoso faraón, debemos esperar que 299 hombres vivos sean descendientes suyos. Resulta que 299 = 6,3 • 1029, más de seiscientos mil cuatrillones, la población total actual multiplicada por un uno seguido de veinte ceros. Concluyendo, que la mitad de los europeos (incluso que más del 70% de los españoles) seamos “parientes” de Tutankamón no tiene nada de extraordinario.

Esto es lo que añadía tras el similar análisis que hice sobre la noticia relativa a Gengis Khan en Ciencia para Nicolás:

“La noticia me trae a la mente a esos tipos que presumen de ser descendientes directos de algún personaje famoso de la antigüedad. Si razonamos ahora en sentido inverso y nos fijamos en los antecesores masculinos cada uno de nosotros tiene un padre, dos abuelos, cuatro bisabuelos, ocho tatarabuelos… Retrocediendo unas pocas generaciones resulta que tenemos, en una época determinada, más antepasados que gente vivía entonces. La conclusión es triple, a saber: primero, que no es ningún mérito tener un antepasado de postín, ya que eso es de lo más vulgar; segundo, que muchos de nuestros antepasados lo son más de una vez, es decir uno de ellos puede aparecer en varias ramas de nuestro árbol genealógico; y tercero, que todos los humanos compartimos antepasados, lo que automáticamente nos convierte en parientes, por poco que esto le guste a racistas de todo pelo”.

Fuente:

Amazings


3 de mayo de 2011

Los gemelos idénticos son genéticamente diferentes

Con este título se abría el artículo del pasado 05 de abril de Pete Shanks, colaborador del Centro de Genética y Sociedad americano, y llevado a cabo por el equipo de la Universidad de Western Ontario, dirigido por Shiva Singh y O’Reilly Richard. Su contenido tiene relación con lo publicado en Crónicas de la Ciencia apenas un día antes en relación a la individualidad de los gemelos idénticos.

En él describe los revolucionarios, sorprendentes e innovadores resultados de una reciente investigación que rompe el mito de que los gemelos idénticos (monocigóticos) realmente tengan genomas idénticos. Según afirma Shanks, los estudios de gemelos tienen un lugar sólido en la metodología científica por una sencilla razón: El ADN de los gemelos idénticos se asume que es idéntico, lo que elimina una variable importante de cualquier experimento. Por lo tanto, las diferencias en su comportamiento y salud, deberán proceder del medio ambiente.

Ésta es la idea que ha servido como herramienta de investigación estándar durante un siglo. “Este supuesto ha estado con nosotros desde el principio de los tiempos”, dijo Singh. “Así que este hallazgo podría ser un proceso revolucionario.” Los investigadores llevaron a cabo un estudio que miró de cerca a algunos gemelos con esquizofrenia. Estudiaron dos familias, cada una de ellas con uno de los gemelos diagnosticados con esta enfermedad. Tras el estudio, Singh explicó: “De repente me di cuenta de que estos chicos tenían diferencias. Que no son genéticamente idénticos. Más importante aún, ninguno de nosotros tiene exactamente el mismo ADN que sus progenitores”.

Las células se están dividiendo constantemente a medida que nos desarrollamos y diferenciamos. Las células pueden perder o modificar alguna pequeña secuencia de ADN, asegura esta investigación. El genoma no es estático, es dinámico. Y los cambios duraderos en todo el genoma no deberían ser ignorados en la mayoría de los análisis genéticos.

Serán necesarias muchas más investigaciones en esta línea a fin de conocer el grado y las implicaciones de las diferencias en la era de la medicina genómica personalizada.

Quería aportar el comentario siguiente: además de los cambios que describe este articulo a lo largo de la vida de los gemelos idénticos, son individuos diferentes ya que se desarrolla cada uno desde un cigoto independiente. Hereda cada uno la misma secuencia de ADN de los cromosomas del único espermatozoide paterno y del único óvulo materno que se fecundaron mutuamente. Hoy sabemos que en las largas horas que dura la fecundación la estructura del ADN y las marcas que se introducen en él cambian intensamente. Los dos cigotos resultantes de esta peculiar fecundación tienen en su mismo arranque a vivir una impronta propia, que puede diferir de la de su hermano.

Fuente:

Ls Información

5 de mayo de 2010

La endogamia y los hijos de Darwin


Miércoles, 05 de mayo de 2010

La endogamia y los hijos de Darwin


¿Qué es la endogamia?

Se denomina endogamia al matrimonio, unión o reproducción entre individuos de ascendencia común, es decir, de una misma familia o linaje. Asimismo, se entiende como endogamia el rechazo a la incorporación de miembros ajenos a un grupo social en particular.

En biología la endogamia se refiere al cruzamiento entre individuos de una misma raza dentro de una población aislada tanto geográfica como genéticamente. (Más información en Wikipedia)



Imagen del naturalista inglés. | ELMUNDO.es

Imagen del naturalista inglés. | ELMUNDO.es

  • El naturalista estudió la reproducción entre familiares en plantas
  • Estaba casado con su prima, con antecedentes de consanguinidad en su familia

Un trabajo publicado en la edición de mayo de la revista BioScience ha revelado que las preocupaciones que, según los estudiosos, atormentaban a Charles Darwin acerca de los riesgos de la endogamia en su familia podrían estar más que justificadas.

Según las conclusiones de los especialistas, el hecho de que el naturalista inglés se casara con su prima hermana, Emma Wedgwood, y que la madre de esta, Susannah Wedgwood fuera, a su vez, hija de su primo tercero, fue el responsable de que en la descendencia del matrimonio Darwin se desencadenaran una serie de defectos y deterioros genéticos que hicieran que su descendencia muriera prematuramente.

La consanguinidad de los hijos de Darwin era del 6%, lo que significa que ese porcentaje de su genoma estaba en homocigosis (la secuencia de un cromosoma es exactamente igual a la secuencia del cromosoma homólogo), lo que produce efectos perjudiciales, tal y como está acreditado en estudios en diversas especies.

Sospechas fundadas

Según el nuevo trabajo, Charles Darwin empezó a temer por el futuro de sus hijos cuando comprobó las consecuencias de este comoportamiento endogámico en experimentos que llevó a cabo con especies vegetales.

A la vista de la elevada tasa de mortalidad entre los hijos del científico, parece que sus hallazgos no iban muy desencaminados. Tres de los 10 hijos del naturalista murieron antes de llegar a la edad adulta. Un cuarto, fallecido a causa de la fiebre escarlata (escarlatina) aparece en las fotografías de la época con numerosas deformidades corporales.

Otros tres nunca tuvieron descendencia a pesar de haber contraído matrimonio. Varios estudios posteriores han asociado claramente la infertilidad con la consanguinidad, por lo cual, a los responsables de este nuevo trabajo tampoco les extraña esta circunstancia.

Siniestro balance

Finalmente, los tres restantes llevaron una vida normal y una salud relativamente buena, al menos en apariencia. Fueron nombrados caballeros de la Reina Victoria, de manera que no parece que sufrieran ningún problema grave, al menos no para los criterios del momento.

Los autores de la investigación siguieron el rastro de otros 25 familiares y un total de 176 niños relacionados con el matrimonio Darwin y concluyen que el perjuicio genético causado por la consanguinidad de la pareja "pudo complicar la salud de la descendencia y elevar la mortalidad infantil de la misma", afirman.

En realidad, no es la primera vez que se habla de las consecuencias perjudiciales que puede acarrear el hecho de emparejarse con algún familiar directo, pero este nuevo trabajo aporta luz a un hecho que indiscutiblemente marcó la vida del naturalista inglés, muy concienciado con el tema por su relación con la ciencia.

Fuente:

El Mundo Ciencia

22 de mayo de 2007

La extinción de los grandes simios supondrá la pérdida de nuestra herencia.

DÍA DE LA BIODIVERSIDAD.

La gorila Koko y su gatita. (Foto:Proyecto koko)

La extinción de los grandes simios supondrá la pérdida de nuestra herencia.

El hombre debe tomar conciencia de la necesidad de conservar la selva tropical donde habitan los grandes simios amenazados de extinción. La caza furtiva es su principal amenaza.
El hombre debe tomar conciencia de la necesidad de conservar la selva tropical donde habitan los grandes simios amenazados de extinción, porque si desaparecen se perderá nuestra herencia y quedará arrasada la memoria genética de la vida, según han alertado destacados primatólogos internacionales.

Figuras de reconocido prestigio como Jane Goodall, que lleva cerca de 40 años dedicada a la protección de los chimpancés en África, Ricard Wrangham, Peter D. Walsh o Alex Rübel han lanzado este mensaje durante la jornada "Pasado, presente y futuro de los grandes simios. ¿Es la extinción inevitable?", que se celebró en el centro CosmoCaixa de Barcelona.

El director de la jornada y del Instituto Catalán de Paleontología, Salvador Moyà, explicó que esta reunión tiene como propósito llamar la atención sobre el peligro de extinción que se cierne sobre los grandes primates, convencido de que sólo la concienciación puede poner freno a un proceso que podría ser irrevocable.
"La situación es dramática. Estamos arrasando con la memoria genética de la vida. El día que desaparezcan los grandes simios se habrá perdido algo totalmente irrecuperable porque son la única fuente que tenemos para conocer cómo eran nuestros antepasados, desde el punto de vista genético, molecular o del comportamiento. Si desaparecen, perderemos nuestra propia herencia", aseguró.
Datos como que en un siglo la población de chimpancés del planeta ha pasado de un millón a algo más de 100.000 dan fe del problema, así como que las expectativas de supervivencia de los orangutanes no superan los 15 años si no se toman medidas drásticas.

Además de la caza furtiva, el principal causante de su situación de vulnerabilidad es la reducción de la selva tropical en la zona ecuatorial africana, Borneo y Sumatra.

Este experto ha destacado la paradoja que supone que el principal enemigo de los grandes primates sea justamente ahora la forma de vida que parte de ellos y que hace seis millones de años dio origen al hombre en el continente africano.

Moyà ha alertado de la incapacidad de estos simios para adaptarse a los cambios en su hábitat debido a su gran especialización, adoptada hace catorce millones de años para poder sobrevivir en la selva tropical que imperaba entonces en gran parte del planeta. "Iniciaron entonces un camino sin retorno", ha subrayado.

La reducción de las zonas de selva tropical empezó ya hace 12 millones de años, cuando se inició un cambio climático que continúa hoy en día y que se ha acelerado en los últimos 2.000 años como consecuencia de la acción del hombre.

La bióloga y profesora del ICREA especializada en grandes primates Meike Köhler ha destacado también en su conferencia la dificultad de los grandes simios para reproducirse, dado que algunos tienen crías cada cuatro o cinco años y la mayor parte de ellas no sobrevive al destete.

Pese a ser longevos (en cautividad pueden llegar a los 55 años y hay un chimpancé que ha llegado a los 74), cuando se produce un accidente que reduce una población tienen muchas dificultades para recuperarse y suelen extinguirse.

Los expertos insisten en que sólo la conservación del hábitat natural, creando grandes parques de bosques tropicales, puede frenar su extinción, para lo que se requieren recursos económicos y ayudas a los países del tercer mundo para ofrecer alternativas a aquellos que hoy viven de los grandes simios.

La reclusión de estos animales en zoológicos es otra vía que se estudia y se ha empezado a implementar para garantizar su conservación, aunque Moyà ha advertido que cuando un orangután o un gorila vive en cautividad se corre el peligro de domesticarlo y acaba convirtiéndose en un animal diferente.

El profesor en el Instituto de Filosofía del CSIC, Jesús Mosterín, uno de los promotores de la propuesta que se ha presentado en el Congreso para otorgar a los grandes simios los mismos derechos que los hombres, se planteó además preguntas como qué sentido tiene "exterminar o torturar a nuestros primos".

Fuentes:


Red Aragón

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