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15 de diciembre de 2018

Cuando los portugueses asombraban al mundo con sus barcos, cañones y ferocidad

El historiador Roger Crowley desvela en ‘El mar sin fin’ la extraordinaria aventura lusa en el océano Índico.


Hubo una época en que los portugueses se convirtieron en el asombro del mundo. El pequeño país en el rincón de Europa se lanzó a finales del siglo XV a una extraordinaria aventura naval que llevó a sus barcos y expedicionarios a traspasar los límites del mundo conocido en Occidente. En una empresa caracterizada por el arrojo, las penalidades, la codicia, el fanatismo religioso y una exacerbada violencia, sin olvidar la curiosidad, los portugueses ganaron la carrera por llegar a la India y se hicieron los amos del océano Índico para controlar el comercio de especies, conquistando a cañonazos los viejos predios del legendario Simbad.

El historiador británico Roger Crowley (Cambridge, 1951), autor los éxitos Imperios del mar, Constantinopla 1453 y Venecia, ciudad de fortuna (todos en Ático de los Libros), publica ahora en la misma editorial El mar sin fin, un ensayo apasionante en el que plasma toda la emoción de ese episodio histórico, desconocido para muchos. Es una historia de treinta años, a partir de 1497 (la vuelta al cabo de Buena Esperanza), llena de momentos asombrosos, de maravillas, de anécdotas sensacionales, de barbaridades –en Goa mataron a tanta gente que los famosos cocodrilos locales no daban abasto- y de grandes personajes (Cabral, Vasco de Gama, el terrible Alfonso de Albuquerque, Duarte Pacheco Pereira, De Almeida). Crowley cuenta cosas como que los portugueses, que creían haber llegado a los dominios del mítico Preste Juan y tomaban el hinduismo por una forma rara de cristianismo, llevaron elefantes y rinocerontes de la India a Lisboa, y enviaron un ejemplar de cada especie a Roma de regalo para el Papa.

¿Por qué es tan desconocida la empresa portuguesa? “También lo era para mí”, responde Crowley, un hombre simpático y tan apasionado como sus libros. “Colón y 1492 han hecho sin duda sombra al imperio de los portugueses”. ¿Se equivocaron dejando pasar la oportunidad de ser ellos los que apoyaran a Colón? “En ese momento lo correcto, según todas las evidencias que tenían, era no hacerle caso. Los cálculos de Colón estaban obviamente mal. Hacía el mundo un 25 % más pequeño de lo que en realidad era. Resultaba lógico que los portugueses que poseían grandes astrónomos, matemáticos y geógrafos –entre ellos judíos huidos de España-, con conocimientos mucho más precisos, poco menos que se rieran de él. Era mejor ir al Este. Evidentemente luego quedó claro que Colón había descubierto algo grande, pero el propio Colón no sabía ciertamente qué. Creía haber llegado a Japón. Nadie sabía que América existía. Todo el mundo quedó muy sorprendido al ver que regresaba y con gente como souvenir que no parecían de la India. No fue hasta Magallanes que quedó claro para los portugueses que se había descubierto un nuevo continente”.

¿Se comportaban de manera diferente los conquistadores portugueses de los españoles? “Los españoles desembarcaban con intención de apoderarse de tierras, eran un imperio colonial terrestre. Los portugueses no eran muchos, su imperio era más marítimo y se basaba en el control de puntos estratégicos, en los que construían fuertes, y en el poder naval y no en la conquista de grandes extensiones de tierra, excepto en el caso del Brasil”. Crowley señala que los portugueses crearon el primer imperio marítimo prefigurando el de los holandeses y el de los británicos. ¿Cómo pudo Portugal hacer eso? “Sí, parece difícil de entender, es extraordinario; pero tenían 60 años de aprendizaje previo en la costa africana, durante ese tiempo desarrollaron conocimientos de navegación, de ingeniería naval, de cartografía y un proyecto nacional. Una diferencia con los españoles es que ese proyecto fue dirigido directamente por los reyes y controlado absolutamente por ellos, mientras que en el caso español hubo muchos aventureros que actuaron por su cuenta, como free lancers”.

Le ael artíoculo completo en: El Páís (España)


5 de septiembre de 2017

¿De qué tamaño es el Perú comparado a otros países?

Una página permite que eliminemos mitos sobre la dimensión de los países. Su clave está en una proyección cartográfica vigente desde hace siglos.





Su nombre es The True Size y se vale de un mapa interactivo para revelar cuánta área cubrirían los países si los ubicamos en otras latitudes. Para realizar estas comparaciones solo es necesario ingresar a la página, seleccionar el país y arrastrar su silueta por los diferentes lugares del mundo. 


Por ejemplo, los 1'285,2016 kilómetros de área del Perú podrían tapar, entre parcial y totalmente, hasta diez países europeos. En Asia, la silueta del país cubre Corea del Norte y Corea del Sur, además de varias zonas de Japón. Sobre China, de 9'572,900 kilómetros cuadrados, el Perú no se ve tan pequeño como se creería. En Oriente Medio, podría cubrir Siria, Líbano, Israel, Jordania e incluso parte de Irak y Arabia Saudí.


La Proyección Mercator. El mapa desarrollado por los estadounidenses James Talmage y Damon Maneice se inspira en la creación de alguien que falleció hace siglos: el geógrafo belga Geert de Kremer.

Conocido en Latinoamérica como Gerardus Mercator, tuvo un papel destacado en la Historia al calcular sobre un plano el tamaño de los continentes dentro de la superficie esférica del planeta Tierra. Por supuesto, su proyección cartográfica no fue exacta, pero sirvió de base para otros estudios. 

El principal descubrimiento de la Proyección Mercator, presentada por su autor en 1569, es que las dimensiones de los países se distorsionan de acuerdo a la distancia que tengan de la línea ecuatorial. Este principio se utiliza hasta hoy en aplicaciones como Google Maps.

El artículo completo en: RPP Noticias

29 de mayo de 2016

Cuando Perú tenía fronteras con Costa Rica y Panamá

pangea
La Tierra es un planeta geológicamente vivo, no necesito explicaros ahora la teoría de la deriva continental. Tampoco creo que sea necesario explicar de nuevo, que hubo un día (entre finales del Paleozoico y comienzos del Mesozoico) en que todos los continentes estaban unidos entre sí, formando un súper continente al que llamamos Pangea.

Bien, los chicos de Open Culture, unos fanáticos de la geografía, han creado un mapa en el que se muestra donde quedarían las actuales naciones si hubiera que trasladarlas a aquella lejana época, hace unos 300 millones de años. 

Así quedarían lo países en Pangea
 

Si os fijáis en el mapa, de haber existido humanos, o ciudades, por aquel entonces, los países de Perú, Costa Ria y Panamá tenían fronteras comunes, eramos como "primos hermanos". Y a los portugueses viajar a Groenlandia les costaría un paso. Por no hablar de un partido de fútbol entre dos potencias del sur: Argentina y Sudáfrica, ¿para qué usar un avión? Estas y otras curiosidades que os invito a descubrir las podeís hallar en este mapa:

Aquí una versión del mapa en resolución más alta.

Me enteré leyendo Neatorama

Fuente:

Mailkenais Blog

14 de diciembre de 2015

14 de diciembre: La historia de la conquista del Polo Sur

Es el Polo Sur un lugar inhóspito y desolador. Extensión inmensa blanca de hielo y nieve. A veces en larga penumbra otras en plenitud duradera de luz.

Aquel silencio sería perturbado por la  curiosidad humana especialmente a comienzos de la segunda década del prodigioso siglo XX. Grandes hombres lanzados a su exploración emulando a antecesores de otros tiempos.

Roald Admunsen estudiando mapas

Roald Admunsen estudiando mapas

Surge así una historia, los hechos protagonizados por un noruego, Admunsen, y un británico, Scott. Sería el primero quién ganaría la partida a su gran rival el 14 de diciembre de 1911. Pero su aventura y logro magno ha sido siempre eclipsada por la tragedia sufrida por Scott.

Eran dos personalidades antagónicas. Admusen, reservado, meticuloso, vivía sus exploraciones con modestia, sin apenas apoyo financiero. Para el todo significaba un escape y vía de superación. Soñó desde  pequeño en ser el primer hombre en pisar el Polo Norte (su identidad noruega le inspiraba). Pero serían Frederick Cook y Robert F. Scott quienes se les adelantarían.

scottshacleton

Ernest Shackleton y el condecorado Robert F.. Scott

Propiamente, Scott, era un prestigioso científico y Hombre del Imperio, que como tan contaba con el inmenso respaldo de la Corona Británica. Tuvo siempre un gran apoyo mediático y financiero que le animaba a realizar sus conquistas y exploraciones en pro de la Gran Familia Científica y del Imperio Británico.

Scott inició primero su apuesta por llegar a extremo sur del planeta. Había logrado gran experiencia acompañando al fantástico marino Ernest Shackleton en su estudio del Antártico. Incluso llegaron a estar a escasos 180 km de la meta, el Gran Polo Sur.

Logró Robert, rápidamente las fuentes para desarrollar la epopeya.  Y en la vorágine surgió la rivalidad, sana entre los dos protagonistas. Scott pensó en Roald Admunsen, gran estudioso de los polos y fantástico marinero (había nacido en pueblo de pescadores). Había una barrera, y es que la Corona quería que toda la expedición fuese netamente formada por grandes conocidos por el Imperio Británico. Así que, literalmente, el científico escandinavo, “recibió” la invitación a irse por su cuenta a la expedición. Y así hizo.

Estuvieron dos años de preparativos. Dese 1909 hasta comienzos de 1911. En todo ese periodo se sucedieron episodios de rivalidad y espectáculo científico. Scott lo promulgaba todo: sus excelentes perros, sus excelentes ponis, el magnífico equipo que la Reina había donado para la gloria de la Ciencia y Gran Bretaña. Por el contrario Roald, hablaba con esquimales, solo adiestró a perros y se pertrecho de gran cantidad de víveres para conseguir el logro. Admunsen, casi obvió la ciencia, de hecho apenas hay fotos de su viaje y no paró para recoger una sola muestra. Todo lo contrario sería el viaje de Robert Scott.

Expedición noruega preparando un igú en campo base

Expedición noruega preparando un igú en campo base de Framheim.

En 2011 ya estaban instalados en la Antardida. Admunsen había elegido como base la costa junto a la Bahía de las Ballenas, lo llamaría Framheim. Scott, por su parte eligió el lado opuesto, no era recomendable para el honor el Imperio cruzarse con otros exploradores. Sus cálculos no eran muy acertados. Había elegido el lado contrario a la Bahía de Ross, frente al estrecho de McMurdo. Resumiendo estaba 100 kilometros a mayor distancia de la meta que sus “rival”. Esto fue determinante.

Ya estaban los dos en la carrera. Tras años de desavenencias. Los británicos acusaban a Admusen de desleal, pues supuestamente se había estado preparando para la reconquista de Polo Norte. Fue en una parada en la isla de Madeira  con su mítico buque, el Fram, cuando ya informaría de su real intención de ir al sur. El explorador noruego era consciente que a sus rivales no les habían gustado sus grandes éxitos en las conquistas de los Pasos del Noroeste y del Noreste… ¿para qué darles en bandeja sus conocimientos y planes de la conquista del Sur?

Fram. El mítico buque expedicionario de Admunsen

Fram. El mítico buque expedicionario de Admunsen

Quizás eso también provocaría el fracaso de Scott. El se había hecho acompañar de grandes científicos, pero pocos acostumbrados a los extremos que les esperaban.

Iniciada la carrera, a pocas jornadas surgieron las primeras complicaciones para la mitificada, pero poco preparada expedición Scott. Llevaban perros y caballos pertrechones, que si eran más resistentes, pero no para el extremo donde se encontraban. Así estos últimos serian sacrificados. Admunsen, con solo perros, pero muchos avanzaba sin demora (y si se moría un perro, servía de alimento, literal). Los británicos registraban y se paraban cada poco, en pro de la Ciencia.
Expedición británica en una de sus paradas

Expedición británica en una de sus paradas

Así, con toda obviedad, Roald Admunsen, logró su sueño a la inversa. No sería el primero del Norte, pero si el primero en el Polo Sur. Plantó la bandera noruega y  dejó dos cartas: una al rey Haakon VII de Noruega y otra…para su gran rival Robert F. Scott, quiñen lo leería el 17 de enero de 1912, casi un mes después de la h.

La bandera Noruega en el Polo Sur

La bandera Noruega en el Polo Sur

El 25 de enero, 94 días después del comienzo, llegó a la Bahía de las Ballenas la libre expedición noruega. Había recorrido 2.824 kilómetros y solo les acompañaban en los trineos 11 de los 54 perros con que comenzaron. Hasta el 7 de marzo cuando llegan a Hobart, Australia, no sabría el mundo del extraordinario evento logrado. Pero….y Scott.

El malogrado caballero británico, no sería localizado hasta el 12 de noviembre de 1912, cuando una expedición de búsqueda dió con una tienda de campaña con tres cuerpos, uno de ellos del Robert F. Scott. A tan solo seiscientos kilómetros del campo base en su regreso. Los cuerpos del resto de la expedición se localizarían en el camino hacia el polo. Según el diario que el propio gran científico llevaba consigo, el debió ser el último en morir, siendo la anotación definitiva el 29 de marzo de aquel 1912.

Las anotaciones que ese diario aportó y las fotografías encontradas glorificaron aquella expedición, y aplicaron sordina a la h noruega.

Scott no gozó de suerte, pero sus decisiones no colaboraron en su expedición. Analizamos a elección de los caballos (no los utilizó de alimento), la falta de provisiones, personal no cualificado para extremos (algunos se darían la vuelta antes de llegar a la meta desautorizando al jefe de la expedición). No abandonó a los heridos y debilitados Oates o Evans, algo loable, sin duda, pero gran inconveniente en el avance a su propia supervivencia. Así una ventisca y una extremadamente baja temperatura les pilló por sorpresa y no lo soportarían.

Admunsen. Fue el héroe y vencedor de aquella epopeya. Y como aventurero consumado siguió en el empeño de logros.

Roald Admunsen inmortalizado en un trineo con sus perros junto a la bandera en el Polo Sur

Roald Admunsen inmortalizado en un trineo con sus perros junto a la bandera en el Polo Sur

Con los años volvería a encontrar un nuevo gran rival, a semejanza de su recordado Scott, Umberto Nobile. A quién conoció logrando la h de sobrevolar el Polo Norte en un dirigible. Roald criticó después el diseño del dirigible (obra del italiano), y eso desencadenó la curiosa rivalidad.
Un 28 de mayo de 1928, un ya veterano Admunsen conoce la noticia de que su “enemigo”, Nobile, había caído al Ártico con su nuevo aparato, el Italia. No dudo en partir y liderar su búsqueda. Meses después se halló un flotador de su hidroavión en el mar de Noruega septentrional, pero Roald jamás fue encontrado. (Nobile y su expedición fueron rescatados el 22 de junio.).

La paradoja del hombre que soñó con ser el “conquistador” de los Polos, el gran dominador del Océano Ártico,… y halló allí su tumba.

Mapa de la Antardida refejando las expediciones historicas de Roald Admunsen y Robert F. Scott.

Mapa de la Antardida refejando las expediciones historicas de Roald Admunsen y Robert F. Scott.

Fuente:

5 de noviembre de 2014

Perú: Áreas concesionadas a la industria minera están en las principales cuencas


CONFLICTOS. Existe una superposición de territorios, lo que ocasiona choques entre la población y las empresas, además de pérdidas millonarias e inseguridad alimentaria. 
 
Javier Contreras

El Marañón, Mantaro, Apurímac, Camaná e Inambari son cinco de las cuencas hidrográficas más importantes del Perú por la cantidad de terrenos agrícolas que riegan con sus aguas. Y sus territorios han sido otorgados en concesión a empresas mineras.

Eso se debe a la poca planificación en el otorgamiento de las concesiones del Estado, afirmó el geógrafo Anthony Bebbington.

En la actualidad, el 70% del territorio nacional se encuentra concesionado, lo que ocasiona un serio problema de superposición de territorios.

"El sistema de planificación  aún no anticipa las relaciones entre agricultores y mineros, entre el cambio climático y los recursos hídricos y el alto costo de los conflictos", declaró.

Competencia por  agua

Lamentó que en los años futuros, los distintos usuarios de la tierra vayan a competir cada vez más por el acceso a los mismos recursos de tierra y agua.

José de Echave, investigador de la ONG CooperAcción, precisó que en 1993 existían 2 millones 300 mil hectáreas concesionadas y en la actualidad el número pasó a 24 millones, lo cual responde a una mayor demanda externa.

Consideró que se olvida de una realidad que nos toca tan directamente como lo es el cambio climático. "En el Perú tenemos siete de los nueve indicadores de vulnerabilidad al cambio climático, pero esto pasa inadvertido en las políticas públicas y sobre todo en el sistema de minería", afirmó.

Seguridad alimentaria

La ocupación de territorios agrícolas tiene impacto también en la seguridad alimentaria. Giovanna Vásquez, representante de OXFAM, señaló que la pequeña agricultura en el Perú no tiene la prioridad necesaria a pesar de que destinan el 76% de sus tierras a la producción de tubérculos y el 72% a hortalizas.

“En el país no ha habido una política agraria adecuadamente implementada para ese sector. El censo del 2012 nos habla de que hay 2.260 mil pequeños productores y el sector ha aumentado aproximadamente en 500 mil. Las regiones de mayor concentración de la pequeña agricultura son Cusco, Puno y Cajamarca, donde la industria extractiva tiene una presencia importante”, declaró.

El estudio dice que la agricultura continúa siendo el mayor empleador de la población rural en el Perú. "El 25% vive hoy en zonas rurales, de ese porcentaje el 25,2% es el sector agrícola que aporta a la PEA y aporta el 7,2% al Producto Bruto Interno (PBI) nacional. La pequeña agricultura es un sector en el que hay una gran cantidad de gente empleada", sostuvo Bebbington.

CLAVES

Desde el 2007 se ha dado un repunte en el otorgamiento de concesiones mineras en potenciales áreas agrícolas.

En regiones de la Costa y Sierra además de Madre de Dios se concentran las concesiones mineras, en tanto en la Selva y en Talara, Piura, están las concesiones de hidrocarburos.
Los costos para las corporaciones mineras por conflictividad social pueden llegar a los US$20 millones semanales.
Fuente:
La República

12 de agosto de 2014

Descubren por qué el río Amazonas corre al revés

El Amazonas una vez fluyó en sentido contrario, de este a oeste. La inversión de la dirección del río más grande de la Tierra no es algo trivial y los geólogos han estado estudiando la causa de ello bastante tiempo.






El Amazonas corre hacia arriba a causa de una erosión terrestre. Lo ha demostrado el doctor Victor Sacek, de la Universidad de São Paulo, en un estudio publicado en el portal científico Science Direct. Con los poderosos Andes en el extremo occidental del continente, sería lógico que los ríos de América del Sur fluyeran hacia el este. Sin embargo, el Amazonas -que descarga cinco veces más agua que cualquier otro río en el planeta-, el Orinoco y el Río de la Plata corren de la misma manera. Cualquier río de América del Norte o de Europa parece minúsculo en comparación con estos monstruos, recuerda 'Business Insider'. 


Sin embargo, hasta hace 10 millones de años, la mayor parte de lo que hoy es la cuenca del Amazonas fue drenada por un río que fluía hacia el oeste y desembocaba en un lago gigante que yacía a los pies de los Andes del Norte. Desde allí el agua fluía dirección norte hasta el mar Caribe. Puesto que el istmo de Panamá no se había formado aún, esta agua posteriormente fluía hacia el oeste del Pacífico. 

Explicar por qué sucedía esto era un esfuerzo demasiado fuerte para los geólogos, por lo que todo eran especulaciones sobre los cambios experimentados en el manto de la Tierra, posiblemente resultantes de la desintegración de África y América del Sur. 

Por su parte, Sacek muestra en su estudio que la elevación de los Andes conocida como la placa Sudamericana, que pasa por encima de la placa de Nazca, puede explicar el proceso en períodos de tiempo correspondientes. Sacek incluye en su modelo el hecho de que, a medida que las montañas se elevaban, interceptaban más nubes lluviosas, hecho que provocaba mayor erosión. 

Al principio, la elevación de los Andes originó el surgimiento de un canal hacia el este, que se convirtió en el 'paleolago' en el que 'se vació' el Amazonas en su trayecto hacia el oeste. Con el tiempo, sin embargo, este hundimiento se desaceleró, mientras la erosión se aceleraba hasta convertir este lago en una serie de humedales conocidos como la Formación Pebas. 

Las vastas marismas de Pebas habrían sido un ecosistema que en nada se asemeja a lo que vemos hoy, pero con el tiempo la acumulación de sedimentos hizo emerger la región hasta el punto de que las precipitaciones fueron empujadas hacia el otro lado. 

Fuente:

Actualidad RT

17 de enero de 2014

Estas islas no existen... ¡pero están en los mapas!



Los mapas solo son reducciones y deformaciones de la realidad. Por ejemplo, la proyección Mercator de un mapamundi obliga a que África sea más pequeña de lo que realmente es, y muchas otras cosas que no son como son ni están donde están sencillamente para que podamos verlas.


Durante cien años, también en África, existía una cordillera montañosa gigantesca… hasta que un explorador francés descubrió que no existía. Podéis leer esta trapisonda historia en Debéis viajar para comprobar que algo existe: la montaña irreal que estuvo 100 años en los mapas.

Incluso en Google Earth encontramos ejemplos de errores manifiestos, como la inexistente población de Eixt, en La Rioja.


Pero en el caso de las islas es más extenso, sí cabe, porque las islas son realidades que acostumbran a estar más aisladas, y si alguien no se toma la molestia de ponerse a navegar hasta llegar a ellas, pueden existir en el mundo de la cartografía aunque en el mundo real no sea así.

Por ejemplo, durante el siglo XIX, el Pacífico estaba sembrado de más de cien islas imaginarias que flotaron en todos los atlas durante años y décadas, hasta que el sistemático capital naval británico sir Frederick Evans se dedicó a visitarlas todas, para empezar a suprimirlas por erróneas. Finalmente, Evans tachó 123 islas en las Cartas de Navegación del Almirantazgo Británico.

A su juicio, la mayoría de estas islas no existían por error o por coordenadas erróneas, sino por las ansias de pasar a la posteridad de algunos marineros, tal y como explica Simon Garfield en su libro En el mapa:
Uno de los mayores culpables era un capitán estadounidense llamado Benjamin Morrell. Entre 1822 y 1831 Morell había navegado por el hemisferio sur en busca de tesoros, focas, riqueza y fama, y, al no tener mucho éxito con los tres primeros, optó por la posteridad. Los relatos publicados de sus viajes fueron lo suficientemente populares y convincentes como para que sus descubrimientos (incluidas las islas de Morrell, cerca de Hawai) y Nueva Groenlandia del Sur (cerca de la Antártida) entraran en las cartas navales y en los atlas, donde permanecieron durante más de un siglo. De hecho, hasta 1910 la isla de Morrell provocó una desviación hacia el oeste de la línea internacional de cambio de fecha y todavía en 1922 aparecía en The Times Atlas.

El artículo completo en:

Xakata Ciencia

27 de diciembre de 2013

¿Cuál es el lugar más frío del planeta?


Paisaje Antártico

El aire claro y seco de la Antártica permite que el calor se irradie mejor hacia el espacio.

¿Se imagina cómo se sienten 93,2 grados bajo cero? Pues esta escalofriante temperatura es la del lugar más frío del planeta.

Si tiene ganas de comprobarlo, puede encontrar este refescante sitio en el corazón de la Antártica.
Según acaba de identificar un estudio científico, su cifra récord de grados Celsius fue registrada el 10 de agosto de 2010.

Y los investigadores responsables creen que este es sólo un número preliminar: es probable, dicen, que cuando refinen la información obtenida por varios sensores térmicos espaciales deban agregar algún otro grado bajo cero.

El récord previo alcanzaba un mínimo de -89,2ºC y también había sido medido en Antártica, en la base rusa Vostok en 1983.

Sastrugi en Antártica

En Antártica se registran temperaturas 50 grados más bajas que en Alaska o en Siberia.

"Estas temperaturas tan bajas son difíciles de imaginar" dijo Ted Scambos, del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de EE.UU. en Boulder, Colorado.

Para dar una idea, Scambos explicó a la BBC que el frío es casi tan extremo bajo cero como lo es el calor del punto de ebullición del agua sobre cero (casi 100ºC).

"Este nuevo mínimo es 50 grados más frío que temperaturas en Alaska o Siberia, y alrededor de 30 grados más frío que las temperaturas más bajas de Groenlandia”.

"El golpe de frío que ahora mismo se siente en algunos lugares de América del Norte parece anodino en comparación", dijo el científico.

Bolsones helados

Scambos participa estos días en San Francisco de la reunión de otoño de la Unión de Geofísicos de Estados Unidos (AGU, por sus siglas en inglés), la más grande convención anual de expertos en ciencias de la Tierra.

Él y sus colegas han estado examinando los datos recogidos en 30 años por satélites orbitales polares.

Los científicos observaron que los momentos más fríos en la Antártica ocurren durante los meses de invierno en lugares elevados, donde el aire extremadamente claro y seco permite que el calor sea irradiado al espacio muy eficientemente.

Muchos de estos puntos súper fríos son como "las perlas" de un collar formado por las crestas montañosas que unen las zonas altas en el interior del continente polar.

No están justo en los bordes de esas cimas, sino un poco más atrás y pendiente abajo.

"El aire helado cerca de la superficie fluye cuesta abajo porque es más denso, y llega hasta estos pozos topográficos poco profundos", detalló Scambos.

"Si uno está parado en uno de esos lugares, es difícil que pueda notar que se trata de un bajío, ya que la pendiente es muy suave y muy superficial. Pero es suficiente para atrapar este aire”.

"Una vez en estos terrenos bajos, el aire puede enfriarse aún más y llegar hasta estos tres o cuatro grados menos que el récord previo de Vostok".

Los bolsones fríos se ubican en una línea que recorre cientos de kilómetros entre la meseta conocida como Domo Argus y la de Domo Fuji. En todos ellos se alcanzan las mismas temperaturas tan bajas de entre -92C y -94C.

Mapa de Antártica

Las mesetas antárticas están conectadas por crestas montañosas casi imperceptibles. 

Los -93,2C fueron registrados en un punto ubicado a 81,8 grados de latitud sur y a 59,3 grados de longitud este.

Calor en Irán, frío en la Luna

Uno de los instrumentos espaciales utilizados para este estudio es el Sensor Térmico Infrarrojo que forma parte del satélite Landsat-8, recién lanzado al espacio.

Este sensor tiene una gran resolución, pero los científicos dicen que como es tan nuevo necesitan más tiempo para calibrar y entender sus datos.

"Yo advertiría a Guiness que no incluya aún este resultado en su libro de récords mundiales porque creo que los números se ajustarán durante el próximo año", dijo Scambos a la BBC.

"Sin embargo, ahora estoy seguro de que sabemos dónde están los lugares más fríos del planeta y por qué están allí".

Como dato comparativo, el punto más caluroso de la Tierra fue registrado – también gracias a un sensor satelital– en el desierto de Lut en el sudeste de Irán, donde se llegó a los 70,7C en 2005.

Y mirando mucho más lejos, en el Sistema Solar, es probable que el sitio más frío esté en un oscuro cráter de algún cuerpo planetario sin atmósfera apreciable. En la Luna se han detectado temperaturas de -238C.

Fuente:

BBC Ciencia
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