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10 de diciembre de 2020

El sufrimiento encoge el cerebro de los niños para siempre

Pequeños rescatados de los orfanatos de la Rumanía del dictador Ceausescu muestran alteraciones cerebrales décadas después.

Los mayores de 40 años quizá recuerden las terribles imágenes grabadas en 1990 en diversos orfanatos de Rumanía. Mostraban a niños de corta edad hacinados, desnutridos, sin higiene y totalmente desamparados. Hacía un año que la dictadura de Nicolae Ceausescu había caído con su fusilamiento. Una oleada de compasión internacional rescató a muchos de aquellos pequeños, siendo adoptados por familias occidentales. Pero, a pesar de su cariño y cuidados, aún llevan la marca de aquel sufrimiento: el volumen total de su cerebro es menor que el de otros chicos. Además, según el seguimiento a decenas de ellos, presentan un menor cociente intelectual, peor expediente académico, mayor tasa de paro y más problemas emocionales ya adultos.

La mayoría de los 100.000 niños que llegaron a estar en instituciones estatales de la Rumanía de Ceausescu no eran huérfanos. Habían sido abandonados por sus padres tras una alocada política natalista del dictador que se dio de bruces con la crisis económica de los ochenta. Con las primeras adopciones, la mayoría por parte de familias anglosajonas, los científicos vieron la oportunidad de estudiar el impacto del sufrimiento, de un ambiente adverso, en los primeros años de vida. Por estudios en ratoncitos, se sabía que en esos primeros meses del desarrollo del cerebro y, por tanto, de la personalidad, las condiciones ambientales tienen una gran influencia. Por razones éticas obvias era imposible replicar estos experimentos en pequeños humanos. De ahí, la relevancia como experimento natural de los huérfanos rumanos.

"Más de 20 años después de que acabaran aquellas condiciones, aún podemos observar diferencias en la estructura cerebral", dice la investigadora del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King's College de Londres Nuria Mackes. Junto a un grupo de científicos, entre ellos algunos que llevan siguiendo a los niños desde los 90, Mackes estudió el cerebro de 67 de los huérfanos. Habían pasado entre 3 y 31 meses de privaciones en una institución estatal rumana antes de ser adoptados por una familia inglesa. Para poder comparar, también analizaron a una veintena de adoptados pero salidos de orfanatos británicos.

Los resultados de su estudio, publicados recientemente en PNAS, muestran una reducción media del volumen total del cerebro del 8,57% aún hoy, cuando la mayoría han superado los 20 años de edad o están cerca de hacerlo.  Además, la investigación señala que el grado de reducción depende de la cantidad de sufrimiento. Por cada mes de más pasado en aquellos orfanatos, los chicos ya adultos tienen entre dos y tres centímetros cúbicos menos de masa cerebral. "Más allá del menor volumen cerebral total, también vemos cambios en el volumen y grosor de diversas áreas del cerebro", añade Mackes.Y eso que, nada más llegar a sus nuevas familias, sus condiciones materiales, emocionales y psicológicas fueron normales.

El artículo completo en: El País (España)

Más información en BBC Mundo

12 de marzo de 2020

Ciencia: 7 estrategias para aumentar tu fuerza de voluntad



Perder peso, comer sano, hacer ejercicio, ahorrar dinero... esos son algunos de los propósitos que nos hacemos en Año Nuevo. Y cuando estamos en febrero, podemos ver que muchas de esas promesas han quedado en el olvido.

Una investigación de la Asociación Estadounidense de Psicología afirma que el 93% de las personas hacen propósitos con la llegada de un nuevo año, pero el 45% de ellas no las cumple ni siquiera durante el primer mes. Solo el 19% las mantiene durante dos años.

La falta de fuerza de voluntad, es decir, la falta de autocontrol es la razón más común para no cumplir con nuestras metas.

¿Cómo se puede aumentar la fuerza de voluntad y cumplir los propósitos?

Estas siete estrategias se basan en la ciencia del comportamiento y en mi trabajo clínico con cientos de personas que intentan alcanzar sus objetivos a largo plazo.

1. Aclara, y cumple, tus valores

Pregúntate por qué este objetivo es importante para ti. ¿Quieres perder peso porque valoras ponerte en forma para practicar tu deporte favorito o es por las expectativas y presiones de la sociedad?, ¿quieres estar saludable para mejorar tu calidad de vida o es por simple vanidad o ego?

A las personas que se guían por sus valores auténticos les va mejor a la hora de lograr sus objetivos. Tampoco se quedan sin fuerza de voluntad porque la perciben como un recurso ilimitado. Personas con valores elevados son capaces de dar todo su tiempo e inclusive su vida por cumplir sus metas.


Tarea: define los 2 o 3 valores que guiarán tu vida

2. Define tu vida y tus objetivos en términos positivos

Enfócate en lo que quieres lograr, no en lo que no quieres. En lugar de planearte no beber alcohol en días laborables, comprométete a beber tu agua con gas favorita en las cenas de domingo a jueves.


Tratar de eliminar pensamientos requiere mucha energía y además siempre encuentran la manera de volver a tu mente.

También ayuda reflexionar sobre los aspectos de ti y de tu vida con los que ya estás contento. 

Quizás temas que esto te genere autocomplacencia e inacción, pero los estudios muestran que la gratitud y otras emociones positivas conducen a un mejor autocontrol a largo plazo.

Tarea: Realiza una lista, en dos columnas, en una columna escribe todos los aspectos positivos de tu vida, en otra columna escribe los aspectos negativos. define tus objetivos tratando de relacionarlos con los aspectos positivos de tu vida.

3. Cambio tu entorno para hacerlo más fácil

Las personas con gran fuerza de voluntad son excepcionalmente buenas para organizar su entorno con el fin de evitar tentaciones. Por lo tanto, cancela todas las tarjetas de crédito si tu objetivo es ahorrar dinero. Y no mantengas un tazón de chocolates en tu escritorio de trabajo si tienes la intención de comer sano.

Si tus compañeros de trabajo regularmente traen dulces, pídeles que te ayuden con tu propósito (¡podrían inspirarse para unirse!) y trae galletas solo para ocasiones especiales.

Los amigos y familiares pueden aumentar dramáticamente tus posibilidades de lograr tus metas.

Unirse a un grupo cuyos miembros practican comportamientos que te gustaría adoptar es otra gran manera de reforzar tu fuerza de voluntad, porque tener modelos a seguir mejora el autocontrol.

Tarea: Evita las tentaciones para obtener cambios. Juntate con personas que tenga objetivos iguales o similares a los tuyos.

4. Prepara un Plan B

Incluso el mejor propósito no llega a cumplirse ante una agenda apretada y el cansancio.

Formula una serie de planes sobre qué hacer cuando se presenten obstáculos. Se ha demostrado que estos planes alternativos mejoran el autocontrol y el logro de objetivos.

Cada vez que despiertes en medio de la noche con ganas de comer dulces o papas fritas, puedes planear leer algo que te produzca placer o navegar en una comunidad en línea de comedores saludables para inspirarte, o comer una manzana lenta y atentamente, saboreando cada bocado.

Cuando estés cansado y estés a punto de saltarte la clase del gimnasio a la que te inscribiste, llama a alguien que te sirva de apoyo. Anticipa tantas situaciones como sea posible y haz planes específicos, imaginándote vívidamente las situaciones y lo que harás en el momento.

Tarea: Crea tu grupo de apoyo para que te aliente cuando tengas la tentación de dejar de lato tus propósitos. Planifica actividades alternativas a realizar cuando sientas que te desvías de tus propósitos. 

5. Usa un enfoque gradual
 
Cuando te embarques en un nuevo objetivo, comienza con metas pequeñas y crece a partir de ahí.

Usa una cucharada menos de azúcar en el café. Más adelante, es posible que puedas renunciar a cualquier tipo de endulzante. Si resistirse a ese panecillo inicialmente resulta ser demasiado difícil, intenta esperar 10 minutos, es posible que después de ese tiempo el antojo desaparezca.

Es posible que te sorprendas al darte cuenta de que cuando logras un cambio en algún aspecto de tu vida, como abstenerte de comer dulces, ese cambio tiende a reflejarse también en otros aspectos.

Por ejemplo, puedes descubrir que logras andar en bicicleta distancias más largas o moderar tu consumo de cafeína más fácilmente.

Tarea: Cumple tus metas y propósitos de manera gradual, en vez de una gran meta de largo plazo puedes tener varias pequñas metas de corto plazo.

6. Imagina recompensas y luego disfrútalas

Imagina la sensación de las endorfinas que circulan por tu cuerpo después de una carrera o el sol en tu piel al acercarte a la cima de una montaña.

Presta atención a todos tus sentidos: olfato, vista, oído, tacto y gusto. Visualizar las recompensas mejora tus posibilidades de participar en la actividad que te llevarán a obtenerlas.

Si al principio es difícil imaginar o experimentar estas recompensas, elige pequeños obsequios que puedas darte mientras los efectos positivos de los nuevos comportamientos comienzan a notarse.

Por ejemplo, imagina tomarte medio día libre cada mes después de pagar la deuda de tu tarjeta de crédito: visualiza exactamente lo que harías y cómo se sentiría. Y luego hazlo.

Tarea: Date pequeñas recompensas cuando cumplas cada una de tus metas: ¡te lo mereces!

7. Sé amable contigo mismo, incluso durante los reveses

La mayoría de la gente cree que la forma de aumentar la fuerza de voluntad es tratarse duro porque ser amable con uno mismo es indulgente y denota falta de autodisciplina.

Pero la realidad es que ocurre todo lo contrario: las personas que se culpan severamente incluso por pequeñas fallas de fuerza de voluntad tienden a empeorar en el logro de sus objetivos a largo plazo.

Mejor intenta la autocompasión. Déjate llevar y recuerda que ser humano significa ser imperfecto. Cuando caigas ante la tentación de un pastelillo, no te desesperes y no tires la toalla. Trátate con cuidado y comprensión y luego vuelve a comprometerte con tu objetivo al día siguiente.

Recuerda, no es probable que logres tus propósitos siendo autocrítico y duro contigo mismo. En cambio, aumenta tu fuerza de voluntad a través de una serie de pequeños pasos estratégicos que te ayudarán a tener éxito.

Tarea: No seas duro contigo mismo, un estancamiento o retroceso parcial en el cumplimiento de tus objetivos es normal, asúmelo y sigue adelante.

Con información de AQUÍ y de AQUÍ

*Jelena Kecmanovic es profesora de psicología en la Universidad de Georgetown.


14 de febrero de 2020

Dopamina, el neurotransmisor que nos puede convertir en adictos al juego

Tomar riesgos es parte de la naturaleza humana. 

Ya sea jugando con una máquina tragamonedas o montando una patineta: todos los días hacemos algo que nos ofrece tanto un potencial de riesgo como recompensa.

Lo que nos motiva a asumir estos riesgos es la liberación de dopamina.


Esta sustancia química activa las mismas vías de recompensa placentera en nuestro cerebro que si disfrutáramos de nuestra comida favorita o tuviéramos relaciones sexuales.

Asumir riesgos puede ayudar a avanzar en la raza humana cuando fomenta el espíritu emprendedor, la innovación y una mayor creatividad.
 
Pero cuando el deseo de correr mayores riesgos acaba por causar daño, pueden surgir problemas.

Esto incluye la adicción al juego, que se estima que afecta hasta al 1% de la población, según el Real Colegio de Psiquiatras de Reino Unido.

Los últimos intentos por hacerle frente incluyen planes para prohibir las apuestas en internet con tarjetas de crédito y hacer que el tratamiento esté disponible más fácilmente.

¿Quiénes tienen problemas con el juego?

El juego extremo es reconocido como un trastorno por la Organización Mundial de la Salud.

La mayoría de personas pueden disfrutar haciendo una apuesta de vez en cuando, incluso si pierden algo de dinero.

Pero para algunos jugadores esto se convierte en un problema cuando las apuestas alteran o comprometen sus vidas y las de sus familias.

¿Por qué algunas personas tienen este problema?
 
El juego, junto con el uso de sustancias como las drogas y el alcohol e incluso otras actividades como ir de compras, puede convertirse en una adicción cuando su uso se vuelve compulsivo y se escapa de nuestro control.

Estas adicciones provienen de dos vías de recompensa separadas en el cerebro que afectan nuestro comportamiento: la de "gustar" y la de "necesitar o buscar algo". 

La primera describe el placer espontáneo de comer una galleta de chocolate. La segunda es nuestro deseo de comer una cuando vemos un paquete de galletas de chocolate en el supermercado.

Necesitar o buscar algo nos motiva, nos hace desear cosas y hacerlas repetidamente.

En pocas palabras, la adicción puede verse simplemente como un nuevo cableado de estos sistemas de recompensa en el cerebro.

Cuando las personas se vuelven adictas al juego o a las drogas, estos sistemas de "gustar" y "necesitar o buscar algo" ya no están entrelazados.

El de "necesitar" permanece constante, pero la sensación de que nos gusta lo que conseguimos se va reduciendo.

Así, la persona adicta necesita involucrarse más en la actividad o en la toma de sustancias para obtener el mismo placer que sentía antes. 

Lea el artículo completo en: BBC Mundo


El circuito del miedo en los seres humanos


El primer sitio donde se localiza el miedo reside en el cerebro, en una estructura -con forma de almendra- denominada amígdala. Encargada de controlar y procesar emociones, la amígdala da la señal de alarma ante nuestros miedos más primitivos y, lo que es más importante, los pone en relación con el resto del cerebro. Gracias a esta estructura compleja nuestra especie ha sobrevivido, puesto que la amígdala ha hecho saltar las alarmas orgánicas de nuestros antepasados cuando se presentaban estímulos amenazadores para su integridad física. De esta manera, ante un indicio de peligro, la amígdala se pone en marcha, emitiendo una señal al resto del cuerpo. Incluso, hay ocasiones, en las que la amígdala se pone activa antes de que seamos conscientes del peligro. Es cuando empieza la sudoración.

Con esto, bien puede decirse que el miedo es una respuesta defensiva tan antigua como el mundo y que nos sirve para ser conscientes del peligro cercano. De hecho, ya hemos visto que en las sociedades primitivas el miedo servía para proteger la vida. De manera parecida, en épocas no muy lejanas, el terror desplegado por los gobiernos totalitarios en Europa sirvió a los regímenes para salvaguardarse a sí mismos.


19 de diciembre de 2019

Enrique Rojas: ¿Las claves para tener un amor sólido para toda la vida?


¿Por qué a día de hoy se rompen 6 de cada 10 matrimonios? ¿Cuáles son las claves para tener un amor sólido para toda la vida? ¿A qué se debe la inmadurez afectiva de la sociedad actual? ¿Qué papel desempeñan el sufrimiento y el fracaso en el proceso de maduración de una persona? De todo ello nos habla el psiquiatra español Enrique Rojas en Entrevista, de RT. 

Rojas, que durante la entrevista cita con frecuencia y acierto a varios autores clásicos, admite abiertamente que no cree en el amor eterno. Si cree, en cambio, "en el amor que se trabaja día a día a través de las cosas pequeñas". En este sentido, ofrece tres sugerencias para una pareja afectada por una crisis: aprender a perdonar, evitar discusiones innecesarias, y no reprochar el pasado.

7 de diciembre de 2019

10 cosas que cambian tu cerebro (06/10): el dolor crónico

Por muy bien que afronte un enfermo con dolor crónico el sufrimiento físico permanente, a la larga su cerebro se resiente. 


Las alteraciones más importantes se producen en las conexiones neuronales de una zona de la corteza frontal vinculada a la gestión de las emociones. «Si sientes dolor veinticuatro horas al día, siete días a la semana, hay áreas de tu cerebro que se mantienen constantemente activas», explica Dante Chialvo, fisiólogo de la Universidad Northwestern (EE UU) coautor de una investigación que publicaba The Journal of Neuroscience

Y cuando las neuronas están a tiempo completo en ‘modo on’ se trastornan o incluso mueren porque no pueden resistir la falta descanso. El resultado es que el cerebro cambia y se daña para siempre, y aparecen trastornos del sueño y dificultades serias a la hora de tomar decisiones.

24 de noviembre de 2019

Neuroeducación: ¿los intestino y el estómago son nuestro "segundo cerebro"?

¿Es verdad que tenemos un segundo cerebro en el estómago?





En el estómago y los intestinos tenemos 100 millones de neuronas, tantas neuronas como las del cerebro de un gato, y muchas más neuronas que las que posee nuestra columna vertebral, por ese motivo le han puesto un apodo a los intestinos, le llaman el “segundo cerebro”. Pero es solo eso un apodo.


Todo empezó cuando Michael Gershon, investigador de la Universidad de Columbia, en los Estados Unidos, publicó el libro The Second Brain (El Segundo Cerebro) en 1999. Este libro se convirtió en un éxito de ventas pero que ha sido catalogado como pseudociencia, es decir, no tenemos un segundo cerebro.

Y entonces... ¿por qué llaman al intestino el "segundo cerebro"?

Lo que sucede es que los intestinos y el estómago utilizan sus neuronas para poner en contacto, en comunicación al sistema digestivo con el cerebro. Y la vía para que se establezca dicha comunicación es un nervio: el nervio vago.

De esta manera el cerebro se entera de todo lo que estamos comiendo, al cerebro le gusta mantenerse bien informado. 

¡Alo! ¡Hola cerebro, soy yo el estómago! Te llamó para comunicarte que en estos momentos acaba de llegar un delicioso pan con pollo, sí, y como siempre llegó a compañado de su amiga: la chicha morada, y cómo siempre ella toda fresh!

Sí, así se comunican, a todos gracias a tu línea NERVIO VAGO, por que siempre tendrás llamadas ilimitadas gracias a NERVIO VAGO.

Mucho ojo, el llamado "segundo cerebro" no piensa, no elabora pensamientos; pero influye en nuestras emociones. Las emociones están mucho más relacionadas con el sistema digestivo de lo que puedes imaginar.

Frases célebres

Examinemos algunas expresiones del saber popular que resultaron ser ciertas a la luz de la neurociencia:

- Cuando decimos nos cagamos de miedo pues es cierto, ante situaciones de miedo podemos quedar paralizados, sin poder siquiera gritar... y se relajan los esfínteres, entonces tenemos la sensación de que nos podemos defecar... de miedo.

- La frase se me hace un nudo en el estómago se debe a que cuando estamos tensos el estómago responde deteniéndose y creando una sensación de que estamos llenos, de que estamos saciados, y se siente el famoso nudo en el estómago.

- Y lo mismo sucede cuando nos enamoramos y estamos ante el ser amado, de ahí surge la frase siento mariposas en el estómago, que es una sensación de nerviosismo que se ve reflejada... en el estómago.

- O cuando decimos se me quitó el apetito. Esto sucede porque perdemos el hambre ante situaciones que nos angustian como pasar un examen o una entrevista de trabajo. También perdemos el deseo de comer si estamos enojados.

Como puedes ver: emociones y sistema digestivo están bastante conectados.

El estrés y tus intestinos

Frente a situaciones de estrés llega menos sangre a tus intestinos. Entonces, los movimientos del intestino grueso se vuelven más lentos y aparecen los gases y el estreñimiento. Entonces la mejor receta contra el estreñimiento siempre serán las ciruelas y beber abundante agua, pero también debemos agregar la relajación, sí, relajarse a través de la meditación o el mindfulness.  

¿No sabes lo qué es el mindfulness? Suscríbite a mi canal, porque te lo explicaré en un próximo video. 

Bien. Para aliviar el estrés se recomienda 15 o 20 minutos al día de meditación. Después de hacerlo a diario, durante cuatro semanas, se convertirá en un hábito, y sentirás un gran alivio mental... y alivio a tus problemas estomacales. No te volverás a estreñir.

Así que desestresarse es muy, muy importante. 

Pero, atención, si tus problemas de estreñimiento continúan deberás visitar a un médico. 

La agresividad

En un estudio reciente, publicado en Science, se ha comprobado que cuando tenemos hambre nos ponemos más agresivos de lo normal. Y aquí entra en escena otra hormona: la serotonina.

Cuando no comemos nuestros niveles de serotonina disminuyen y nos ponemos de mal humor. y si la serotonina sigue disminuyendo es peor, nos ponemos de mkuy, muy mal humos, nos ponemos insoportables. Por lo tanto ante una decisión importante como pedir un aumento de sueldo, iniciar un proceso de negociación como cerrar una venta  o hacer las paces con tu novia procura que todos estén con el estómago lleno, primero vayan a lamorzar o a cenar; así todos estarán de buen humor y se incrementarán tus posibilidades de éxito. Haz que la serotonina se ponga de tu lado.

Los microbios que viven dentro de tí

Estamos rodeados de microbios. Hay microbios en la tierra, en el mar y hasta el aire.

¿Y hay microbios dentro de nuestro cuerpo? Claro que sí. Hay microbios en TODAS las partes de nuestro cuerpo.

Solo en nuestro intestino viven 100 billones de microbios a los que se les conoce como microbioma o flora intestinal.

Es más, tenemos más microbios en nuestro intestino que células en el cuerpo. Si juntas a todos los microbios que hay dentro de ti pesarían 3 kilos, ¡el doble de lo que pesa tu cerebro! Además tu mcrobioma es único, ¡es como si fuera tu huella digital! No hay otra persona con un mocrobioma idéntico al tuyo. 

O sea que le puedes a tus amigos: soy único,mis 100 millones de microbios son diferentes a los tuyos.

Estos microbios son clave para la digestión porque gracias a ellos nuestro cuerpo puede absorber ciertos nutrientes de los alimentos.

¿Quiéres tener una mascota, un gato o un perro, y tus padres no te dejan? Pues bien, tal vez te sirva de consuelo saber que los microbios son como nuestras pequeñas mascotas internas, y las tenemos que cuidar y alimentar. 

Tenemos 1000 clases diferentes de microbios. Y no comen lo mismo, cada clase de microbio tiene su comida favorita. Y por eso el microbioma intestinal mejora con una dieta variada.

Un microbioma rico y variado genera una mayor salud intestinal, y ello genera un mayor bienestar general. 

Y por el contario, las personas que siempre comen lo mismo tienen un microbioma más pobre. 

En conclusión: Cuanto más diversificada la dieta, más diverso el microbioma.

¿Y qué tiene que ver el microbioma con la neurociencia?

El año 2019, en un estudio con más mil personas en la Universidad Leuven de Bélgica, se ha demostrado por primera vez que el microbioma intestinal está relacionado con la salud mental. Hay dos bacterias en nuestros intestinos que causan la depresión. Ahora la medicina apuntará hacia esas dos bacterias con la finalidad de mejorar nuestros estados de ánimo.

Y esto recién comienza, aun sabemos muy poco sobre el microbioma, tal vez en estos microbios encontremos la cura para muchas enfermedades.

En conclusión

1. Solo tenemos un cerebro y está en tu cabeza. Lo del segundo cerebro es un apodo que se le da al estómago e intestinos, pero es solo eso un apodo. Si alguién te pone de apodo Pikachu no significa que ya te convertiste en un Pokémon.

2. El estómago se comunica con tu cerebro a través del nervio vago. Esta comunicación es de ida y vuelta

3. El sistema digestivo y las emociones están muy conectados. Situaciones de tensión, nerviosismo o estrés afectan a tu estomago e intestinos. 

4. Cuando tienes hambre te pones de mal humor, te vuelves agresivo. Y al contario, tener el estómago lleno te pone alegre y optimista. Debido a los niveles de serotonina.

5. Asimismo, tu salud mental influirá en tu salud intestinal. Aprende a relajarte a través de la meditación. Tu salud, en general, mejorará.


6. En tu instestino viven 100 millones de microbios, a ese conjunto se le conoce como microbioma (o flora intestinal). Estos microbios están relacionados con tu salud mental.

7. Y para mejorar tu salud intestinal:
  • Seguir una dieta diversa para diversificar el microbioma intestinal
  • Bajar el nivel de estrés, haciendo meditación, relajación, mindfulness o yoga
  • Si ya tienes síntomas de algún problema intestinal es mejor evitar el alcohol, la cafeína y las comidas picantes porque pueden exacerbarlos.
  • Trata de dormir mejor: un estudio demostró que si cambias o interrumpes el reloj biológico alterando tus patrones de sueño, también interrumpes el de los microbios de tu intestino, y lo que quieres más bien es mimarlos.

Con información de:

Cultura Científica

Regenera

Muy Interesante

Clarín (Argentina)

BBC en español

El Comercio (Perú)

La Vanguardia

20 de agosto de 2019

Soka, el modelo educativo japonés basado en el budismo y la felicidad

¿Eres feliz cuando vas a clase? Esta es la pregunta que solemos hacer al comienzo de nuestra asignatura Educación para la Felicidad.


Hace cuatro años detectamos un hueco importante en la formación inicial de los futuros profesores de Magisterio en Educación Infantil y Educación Primaria. No habíamos incluido un espacio de reflexión interdisciplinar acerca del sentido de la educación.

Para eso, creamos una asignatura que llamamos Educación para la Felicidad, y uno de nuestros pilares es lo que podemos denominar la Educación Soka.

¿De dónde viene la pedagogía Soka?

So-Ka significa en japonés "creación de valor". El término fue utilizado por Tsunesaburo Makiguchi en su obra La pedagogía del sistema de creación de valor, publicada en 1930. Lo que se planteaba en dicha obra era generar un sistema de enseñanza que enfatizara como meta vital crear valor, siendo la felicidad el propósito principal de la educación.

Esta debía facilitar que los estudiantes tuvieran vidas felices contribuyendo a sus comunidades, manteniendo una relación armoniosa con otros en su entorno.
 
Makiguchi encontró en la filosofía budista de Nichiren Daishonin (1222-1282) una buena base para desarrollar su sistema educativo. Nichiren planteó un budismo ligado a los problemas cotidianos, no a una vida monacal separada de la sociedad. Afirmaba que cada persona tiene el potencial de afrontar los desafíos que se presentan de manera cotidiana de forma creativa, generando valor e influyendo positivamente en su comunidad.

Lea el artículo completo en: BBC Mundo
 
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