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5 de marzo de 2020

¿Existieron dinosaurios en el antiguo Perú?


, en Perú se han encontrado muchas especies de dinosaurios. 


Hace 135 millones de años, Lima, la capital del Perú, se encontraba debajo del mar, y en la zona del actual Morro Solar (Chorrillos) se ha encontrado, a fines del año 2019, una aleta de Plesiosaurio.




Investigadores del museo y de la Universidad Marshal, en Huntington (EE UU), han corroborado, en el año 2011, que los plesiosaurios daban a luz a crías vivas, y que no incubaban huevos en la tierra.
En Bagua (Amazonas), que pertenece a la selva peruana, se han encontrado fósiles de un dinosaurio de largo cuello: el titanosaurio. Pero sin duda el dinosaurio más popular que vivió en Bagua fue bautizado como Carnotaurio, una réplica a escala natural de este dino se encuentra en el Museo de Historia Natural de Lima, Perú.



El Carnotauro (nombre que significa toro carnívoro) fue un dinosaurio que vivió en toda sudamérica hace 70 millones de años. Medía de 8 a 9 metros de longitud y pesaba entre 1350 y 2100 kilo
En Sicuani (Puno) vivieron los carnotauros y velociraptors. En Huallanca (Huánuco) vivieron los pteranodontes, que eran unos reptiles voladores gigantes, no tenían plumas pero si un gran parecido con los murciélagos actuales.



En la siguiente imagen. a la izquierda el pteranodon en pleno vuelo, a la izquierda el temible carnívoro: el velociraptor.

Y cerca de aquí, por la laguna de Conococha (Áncash)se han encontrado más de cien huellas de iguanadontes y terosaurios. Y en las aguas vivían los enormes ictiosaurios. En la imagen siguiente un iguanodote (o iguandon) que era herbívoro; y en la siguiente imagen un ictiosaurio, un carnívoro que podía llegar a medir hasta 26 metros de longitud.



Iguanadon. Su nombre significa dientes de iguana, era un herbívoro que vivía en la zona de Conococha (Áncash)
Y en las aguas de la laguna de Conococha vivían los ictiosaurios (su nombre significa "lagrto-pez"). Estos carnívoros fueron en un inicio terrestres, pero evolucionaron para vivir en el agua. Estos dinosaurios tenían un parecido con los delfines actuales.
Y estos restos de ictiosaurios, animales marinos, se han encontrado en Conococha (que está a más 4000 m.s.n.m) porque hace 120 millones de años en esa zona existía un mar. Sí, la zona de Conococha era un mar con extensas zonas de playa. 


También se han encontrado numerosas huellas de dinosurios en la zona de los Conchucos (Cerca a San Marcos, Áncash). En esa época no existí la Cordilera de los Andes y la zona de los Conchucos está poblada por bosques de coníferas y helechos.


Otro lugar con huellas de dinosaurios se encuentra en Querulpa (Castilla, Arequipa). Allí encontrarán nuestro Parque Jurásico, versión peruana, con algunas reproducciones, a escala real, de los dinosaurios que vivieron en esa zona.


Finalmente ingresa a esta web para conocer más detalles de cómo conocer a los dinosaurios que vivieron en Perú. 


Hasta pronto


Mag. Leonardo Sánchez Coello
leonardo.sanchez.coello@gmail.com

3 de septiembre de 2019

Pioneras de la ciencia (05/08): Mary Anning (1799-1847), madre de la paleontología


Un dicho popular afirma que “la historia la escriben los vencedores”. Durante siglos, esos vencedores solo podían ser hombres y cualquier aportación o logro obtenido por mujeres solía quedar sepultada o desacreditada por una simple cuestión de sexo. Mary Anning, nacida el 21 de mayo de 1799, es un excelente ejemplo de esta triste realidad ya que su nombre pasó años sin aparecer en los libros ni formar parte del imaginario colectivo a pesar de los grandes descubrimientos que llevó a cabo en vida. El olvido impidió que su merecido título de ‘madre de la paleontología’ le fuera reconocido.
Al contrario que otros científicos de su época, hombres o mujeres, Mary Anning no tenía la vida resuelta. Para ella el coleccionismo de fósiles no era un pasatiempo, sino una actividad con la que su padre complementaba sus exiguos ingresos como carpintero, vendiendo las piezas halladas a los turistas. Cuando el padre murió, la familia tuvo que sobrevivir de la caridad. Mary y su hermano Joseph, los únicos supervivientes de diez hermanos, continuaron arriesgando sus vidas en la búsqueda de fósiles en los peligrosos acantilados de Dorset (Inglaterra), que era también su lugar de nacimiento. En una ocasión, Mary estuvo a punto de morir por un deslizamiento de tierra que se llevó a su perro Tray. 

La tragedia llegó a la vida de Mary cuando, durante una noche de tormenta, su padre resbaló y cayó por un acantilado. Aunque no murió en el accidente, sus heridas le debilitaron enormemente y falleció al poco tiempo de tuberculosis. Mary Anning, con tan solo once años, se responsabilizó de la economía familiar y convirtió la recogida de fósiles en su principal ingreso.

Al año siguiente, Mary y Joseph descubrieron un extraño espécimen que parecía el fósil de un cocodrilo. Resultó ser un ictiosaurio, un reptil marino de la época mesozoica del Triásico inferior. El descubrimiento del esqueleto completo de esta criatura atrajo la atención de geólogos consumados y supuso un primer paso para aceptar la idea, contraria al creacionismo, de la extinción de las especies. También fue de las primeras personas en reconocer los coprolitos, excrementos fosilizados de criaturas prehistóricas. Con veintidós años encontró el primer esqueleto de plesiosaurio, cuyo nombre significa “cercano al lagarto”, y en 1828 los primeros restos de pterodáctilo hallados fuera de Alemania. Muchos de sus descubrimientos se pusieron en duda o se declararon como falsos, pero se acabaría comprobando que todos ellos eran auténticos.

Mary Anning nunca tuvo acceso a una formación científica. Solía vender sus piezas a reputados expertos, por lo que ella apenas recibía crédito por sus hallazgos. Poco importó que los científicos viajaran desde América para consultarla; nunca fue admitida en la Geological Society of London, y su único trabajo publicado en vida fue una carta al director del Magazine of Natural History. En su tiempo era difícil para una mujer abrirse camino en el mundo de la ciencia. Pero ser como Anning, pobre además de mujer, fue una condena que limitó su reconocimiento general hasta tiempo después de su muerte.

En 2010, Mary Anning fue declarada una de las diez mujeres científicas más influyentes de la historia por la British Society y, hoy en día, los fósiles que descubrió están expuestos en la Galería Paleontológica del Museo de Historia Natural de Londres y en su homónimo parisino.

Fuentes: Open Mind 

Muy Interesante

Half Arsed History 

11 de diciembre de 2018

Cuando la Tierra se volvió líquida: cómo fue el colosal impacto que acabó con los dinosaurios

Es difícil imaginar cómo miles de millones de toneladas de roca pueden de pronto salpicar como un líquido, pero es exactamente lo que ocurrió cuando un asteroide impactó la Tierra hace 66 millones de años.

Así lo aseguran científicos en Estados Unidos que lograron reconstruir en forma detallada cada paso del evento colosal que acabó con los dinosaurios.

Muestras obtenidas del cráter del impacto permitieron concluir que las rocas sufrieron un proceso de "fluidización".

En otras palabras, el material pulverizado comenzó a comportarse como una sustancia similar al agua.

Cráter de 200 kilómetros

Modelos informáticos permitieron determinar qué sucedería si un objeto de piedra de 12 km de ancho proveniente del espacio impactara la superficie de la Tierra.

Inicialmente se crearía en forma casi instantánea un espacio cóncavo de unos 30 km de profundidad y 100 km de ancho.

La inestabilidad del terreno causaría posteriormente el colapso hacia adentro de los márgenes del cráter. Y ese colapso generaría a su vez una reacción de rebote desde el fondo del cráter hasta alturas superiores al Himalaya.

Esos movimientos gigantescos en determinado momento se estabilizarían, y lo que permanecería sería un cráter de unos 200 km de ancho y 1 km de profundidad.
Ése cráter es precisamente el que se encuentra ahora enterrado bajo sedimentos en el Golfo de México, cerca del puerto de Chicxulub.

Como en la Luna

El modelo se llama "modelo de colapso dinámico de formación de un cráter" y el impacto que describe sólo es posible si las rocas, por un período breve, pierden su solidez y fluyen sin fricción.

El nuevo estudio presenta pruebas de ese proceso de fluidización, que se basan en material por la perforación de rocas en un anillo de colinas en el centro de la depresión de Chicxulub.

"Lo que encontramos al examinar el tubo de material de roca es que ésta se había fragmentado", dijo a la BBC Ulrich Riller, investigador de la Universidad de Hamburgo, en Alemania.

El artículo completo en: BBC Mundo


16 de agosto de 2018

Megalodón, el depredador del cine que vivió en Perú hace miollones de años

Rodolfo Salas - Gismondi, del Museo de Historia Natural de la UNMSM, detalla qué se sabe desde la academia sobre este tiburón prehistórico que hoy es protagonista del último taquillazo de Hollywood. También da cuenta de impresionantes restos hallados en Ocucaje (Ica, Perú).

Esta ilustración recrea al megalodón cazando ballenas en el Mioceno. (A. Gennari, 2015).

Carcharocles megalodon es el nombre científico con el que se conoce a uno de los depredadores más grandes y feroces que ha existido jamás en la historia de la Tierra. Este gigantesco tiburón midió hasta 14 metros de longitud, tuvo dientes más grandes que las palmas de las manos humanas y se alimentó, como quien no quiere la cosa, de unos bocadillos llamados ballenas. Los investigadores creen que se extinguió hace dos millones de años, pero Hollywood ha revivido un ejemplar en una cinta que viene siendo el taquillazo del verano estadounidense (en el Perú se estrena hoy, 16 de agosto de 2018). “Megalodón” es protagonizada por el actor Jason Statham y tiene como punto de tensión en la trama el pánico que cunde en un submarino de observación atacado en lo más profundo del mar por una de estas criaturas en pleno siglo XXI.

Está la película, claro, sus efectos especiales y las licencias que se tomaron para hacer sostenible la ficción. Pero está, también, la alucinante premisa de fondo real: la existencia del animal. Para hablar sobre lo último y los restos encontrados en el Perú, Somos conversó con Rodolfo Salas- Gismondi, jefe del departamento de Paleontología de Vertebrados del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. “Efectivamente fue uno de los más grandes depredadores que ha existido en cualquiera de los mares del mundo en toda la historia. Un tiburón enorme que vivió durante el Mioceno, específicamente en el periodo comprendido entre los 14 millones de años y los dos millones de años aproximadamente”, detalla.

Arriba. El paleontólogo Rodolfo Salas- Gismondi sostiene dos dientes de megalodón hallados en el Perú. Algunos pueden ser más grandes que una mano. Abajo. Un diente de megalodón comparado en tamaño con el de un tiburón blanco, uno de los depredadores marinos más feroces en la actualidad.

Aunque el animal ha tenido presencia en todos los océanos, es en el Perú donde se han hallado importantes restos para la investigación. “Aquí hay una variedad increíble de fósiles en la zona de Ocucaje (Ica) y Sacaco (Arequipa). De hecho, estos desiertos del sur son considerados algunos de los yacimientos paleontológicos en especies marinas más ricos del mundo”. Salas-Gismondi indica, además, que nuestro mar ha sido clasificado como uno de los siete más peligrosos del mundo debido a la presencia de extraordinarias criaturas depredadoras en el pasado. Así, se sabe desde el 2010 que junto al megalodón también habitó en nuestras costas el Livyatán, un enorme cachalote carnívoro, de unos 14 metros de largo.

El experto y también investigador de la Universidad Peruana Cayetano Heredia cuenta a Somos que no existen fósiles completos de la criatura protagonista de esta historia debido a que los tiburones tienen el esqueleto cartilaginoso, el cual no se conserva. Sin embargo, sí se han encontrado dientes por separado. “Cada uno puede medir hasta 14 centímetros. Los bordes se asemejan a las sierras de un cuchillo para cortar carne. Es difícil de calcular cuántos tuvo, pero se pueden hablar de cientos, cincuenta de ellos funcionales al mismo tiempo”.

Dato clave a continuación: la única mandíbula completa de un megalodón en el planeta podría estar en este momento guardada en uno de los almacenes del Museo de Historia Natural en Jesús María. “Está dentro de una roca que aún no ha sido limpiada. La halló Mario Urbina en Ocucaje en el 2017 gracias al apoyo del Instituto de Investigación para el Desarrollo de Francia. Esta es más antigua que los restos del megalodón al que nos referimos, pero la forma de los dientes es igual. Calculamos que data de unos 20 millones de años. Sospechamos, pues, que sería la mandíbula de una forma ancestral del megalodón. Estamos entusiasmados por lo que podríamos estudiar”, narra. Y, ¿por qué el fósil no ha sido examinado aún? Salas -Gismondi explica que la roca es muy dura y el cartílago muy frágil, por lo que necesitan especialistas extranjeros que asistan el trabajo. “Lo ideal sería aliarnos con una institución que nos ayude a preparar este fósil para ver qué tan conservado esta. Evaluarlo podría darnos nueva luces para el conocimiento de este impresionante animal”. Paleontólogos del mundo, ya saben. El Perú necesita socios.
SOBRE LA PELÍCULA:
Título original: The Meg.
Director: Jon Turteltaub​.
País: Estados Unidos.
Duración: 113 minutos.
Elenco: Ruby Rose, Jason Statham, Rainn Wilson, Jessica McNamee , Bingbing Li.
​La trama: Un submarino de aguas profundas - parte de un programa internacional de observación submarina - ha sido atacado por una criatura que se creía extinta, y ahora se encuentra averiado en lo más profundo del océano Pacífico ... con su tripulación atrapada en su interior. Jonas Taylor (Jason Statham), un experto en rescate en alta mar, es reclutado por un visionario oceanógrafo chino (Winston Chao), en contra de los deseos de su hija Suyin (Li Bingbing), para salvar a la tripulación y al océano de esta amenaza: un tiburón prehistórico conocido como el megalodón.


Tomado de:

Somos (El Comercio) 

El megalodón (artículo del 2013)

6 de noviembre de 2017

Científicos descubren una rana gigante 'diabólica' que devoraba dinosaurios

Su mordedura poseería una fuerza de unos 2.200 newtons, equivalente a la de mamíferos depredadores como el tigre o el lobo.


Un equipo internacional encabezado por científicos de la Universidad de Adelaida (Australia) ha descubierto que una 'diabólica' rana gigantesca que habitaba en Madagascar hace 68 millones de años era capaz de comer dinosaurios.

Los investigadores estimaron que esa especie extinta, conocida como 'Beelzebufo', podría cazar y devorar pequeños ejemplares de esos reptiles debido a que su mordedura poseería una fuerza de unos 2.200 newtons, equivalente a la de mamíferos depredadores como el tigre o el lobo.

Gracias a esta característica, ese anfibio "habría sido capaz de masticar los dinosaurios pequeños o jóvenes que vivían en su medio ambiente", según ha explicado Marc Jones, investigador de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Adelaida.

Estos especialistas realizaron su descubrimiento mientras analizaban la fuerza de mordedura de varias especies de ranas cornudas carnívoras 'Ceratophrys', que hoy en día habitan en Sudamérica y aseguran que han obtenido resultados sin precedentes.

"A diferencia de la gran mayoría de ranas, que tienen mandíbulas débiles y normalmente consumen presas pequeñas, las ranas cornudas emboscan a animales tan grandes como ellas" —desde otras ranas hasta serpientes o roedores— y "sus fuertes mandíbulas desempeñan un papel esencial a la hora de agarrar una presa", asegura Jones.

Asimismo, el colectivo investigador calculó que pequeñas ranas cornudas cuya cabeza mide alrededor de 4,5 centímetros de ancho poseen una fuerza de mordedura que ronda los 30 newtons, mientras que los anuros que habitan los subtrópicos de America del Sur y tienen una testa que mide hasta 10 centímetros de anchura alcanzarían hasta 500 newtons, como otros mamíferos carnívoros de tamaño similar.

Fuente:

RT 

27 de septiembre de 2017

El asteroide que acabó con los dinosaurios sumió a la Tierra en la oscuridad durante dos años

Un estudio reconstruye cómo quedó el planeta tras el impacto

La gran acumulación en la atmósfera de hollín procedente de incendios y erupciones bloqueó la luz solar

Las plantas no pudieron hacer la fotosíntesis y las temperaturas cayeron





El impacto del gigantesco asteroide que hace 66 millones de años cayó en la zona que hoy es México -y al que se culpa de la extinción de los dinosaurios- pudo haber sumido a la Tierra en la oscuridad durante casi dos años. Así lo asegura un estudio que ha reconstruido cómo quedó nuestro planeta tras la caída en la Península del Yucatán de esta enorme roca, cuyo tamaño se estima en 10 kilómetros de diámetro.


El estudio, publicado esta semana en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), describe un escenario de noche e invierno perpetuos, resultado de la brutal transformación que este asteroide propició tanto en el clima como en la superficie terrestre. Y es que tras la caída del asteroide se habrían desencadenado grandes incendios forestales, erupciones volcánicas, terremotos y tsunamis.

La acumulación en la atmósfera de enormes cantidades de hollín procedentes de esos fuegos y de las erupciones volcánicas redujo drásticamente la luz solar y causó una caída en picado de las temperaturas, impidiendo la fotosíntesis de las plantas, según sostiene este estudio liderado por el Centro Nacional de EEUU para la Investigación Atmosférica (NCAR por sus siglas en inglés) y al que han contribuido la Universidad de Colorado Boulder y la NASA.

El artículo completo en:

El Mundo Ciencia

8 de julio de 2016

Cómo 'montar' un plesiosaurio a partir de un solo hueso

Montar a Eva fue igual que un puzzle, solo que más difícil y sin instrucciones en la caja.

Acabas de terminar un puzzle de 5.000 piezas y te sientes el rey del mambo. No queremos bajarte de la nube, pero sin duda estos arqueólogos tienen algo más de mérito. Por simple hobby, el grupo de aficionados se encontraba paseando en 2014 por el yacimiento de Must Farm (Inglaterra) cuando encontraron un hueso de lo más peculiar. Tras analizarlo detenidamente, se percataron de que correspondía a un plesiosaurio, un orden de reptiles del Jurásico que se extinguió en el Cretácico y del que sabemos muy poco.

Los arqueólogos supusieron que el hueso no estaba solo, así que clavaron en pico para tratar de desenterrar a la 'bestia'. Fue así como, poco a poco, fueron juntando en su mesa un montón de restos óseos que permitían montar el rompecabezas. Bautizada como Eva, los investigadores no sabrían decir el género por los fósiles hallados, aunque hubo un detalle que despejó sus dudas: estaba embarazada en el momento de su muerte.

Eva fue encontrada en 2014 en una de las capas más antiguas de la Tierra. Al final del Jurásico, los mares comenzaron a secarse y dejaron gruesos depósitos de caliza que formaron algunas de las más ricas acumulaciones de petróleo y gas, pero también almacenaron fósiles muy valiosos que nos podría aportar una gran información sobre los seres que habitaron nuestro planeta hace unos 150 millones de años.



Fuente:

QUO

Ni el polo sur estuvo a salvo del meteorito que extinguió a los dinosaurios

Un nuevo estudio señala que hasta el 70% de las especies de la región desaparecieron.


Hallado en la Antártida el fósil completo de un plesiosaurio

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/181035/0/fosil/plesiosaurio/antartida/#xtor=AD-15&xts=467263
 Encuentran fósiles de plesiosaurios en la Antártida...

Seis años. Eso fue lo que tomó el proceso de clasificación de 6.000 fósiles marinos de la región antártica, con una antigüedad de entre 65 y 69 millones de años. Los responsables del estudio, publicado en Nature Communications, son expertos de la Universidad de Leeds y de la British Antarctic Survey y su objetivo era determinar si el impacto del meteorito en el golfo de México que provocó la extinción de los dinosaurios 65 millones de años atrás, tuvo algún efecto en la fauna local. 

Agrupando los fósiles por edad, el registro muestra un descenso de entre el 65 y el 70% en el número de especies que vivieron en la Antártida hace 66 millones de años. Los resultados han sido una sorpresa para la mayoría de los científicos que pensaban que la distancia desde la zona de impacto y la capacidad de adaptación a un ambiente extremo de la biología de la región, los habría protegido. Pero los registros muestran que el meteorito tuvo un efecto global.

Fuente:

QUO Ciencia

17 de abril de 2016

Qué busca la expedición al cráter de Chicxulub (México)


¿Qué fue exactamente lo que pasó 66 millones de años atrás cuando un asteroide gigante cayó en la Tierra, provocando enormes cambios en el planeta?

¿Cuál fue el alcance del impacto y del desastre ambiental que según se cree llevó a la desaparición de los dinosaurios?

Esas son algunas de las preguntas que busca responder una expedición conjunta británico-estadounidense que busca perforar dentro del cráter de Chicxulub, en las costas de México.

Este cráter es la cicatriz que aún se observa en La Tierra del impacto del fenómeno. Los investigadores están particularmente interesados en una característica del cráter a la que los científicos llaman "anillo pico".

Éste fue creado en el centro del cráter donde la Tierra rebotó después de haber sido impactada por el asteroide.

Hoy en día las partes claves de cráter están ocultas debajo de 600 metros de sedimentos oceánicos, pero si los científicos pueden tener acceso a sus rocas, pueden descubrir la magnitud del impacto y la catástrofe ambiental que generó.



El borde exterior (arco blanco) del cráter está en la península de Yucatán como tal, pero el interior está en el litoral.
  • Hace 66 millones de años, un objeto de un ancho de más de 18 kilómetros creó un hoyo en la corteza de la Tierra de 100 km de ancho por 30 km de profundidad.
  • Este orificio colapsó en sí mismo, dejando un cráter de cerca de 200 km de ancho y varios kilómetros de profundidad.
  • La zona central del cráter rebotó y colapsó otra vez, dejando al interior un "anillo pico".
  • Hoy en día, la mayor parte del cráter de Chicxulub está sepultada en el litoral del Golfo de México, bajo 600 metros de sedimentos.
  • En tierra firme, el cráter está cubierto de depósitos de piedra caliza, pero su borde está trazado por un arco de sumideros.
En los mapeos geofísicos que estudian la superficie debajo del fondo del océano, los anillos parecen una cadena de montañas en forma de arco.

"Queremos saber de dónde vienen las rocas que conforman este anillo", explicó la profesora Joanna Morgan, una de las investigadores de la universidad británica Imperial College London.

"¿Son de la corteza baja, media o alta? Saber esto nos ayudará a entender cómo se forman los cráteres grandes y eso es importante para poder saber cuál fue el impacto energético total, y cuál fue el total volumen de rocas que fue cavada y puesta en la estratosfera de la Tierra para causar el daño ambiental", le dijo a la BBC.

Extinción de especies

El cataclismo que ocurrió al final del período Cretáceo marcó la extinción de varias especies, no sólo los dinosaurios.

Todo el material que subió a la atmósfera habría oscurecido el cielo y enfriado el planeta.
Pero aun cuando perecieron muchos, el evento también abrió nuevas oportunidades para las especies que sobrevivieron.

El artículo completo en:

BBC Ciencia

20 de noviembre de 2015

Las 10 preguntas de ciencia que hacen los niños y los adultos no saben responder

A continuación, te contamos cuáles son las 10 preguntas más comunes que los padres británicos no saben cómo responder (y las respuestas, para que si te las hacen a ti estés preparado). Y te invitamos también a que nos cuentes cuáles te han hecho a ti y cómo has reaccionado.


1. ¿Qué es la fotosíntesis?
Es el proceso por el cual las plantas verdes y algunos organismos usan la luz del sol para transformar el CO2 y el agua en azúcares y oxígeno.

2. ¿Cómo puede ser que el Universo sea infinito?
El universo puede ser infinito, pero nosotros solamente podemos ver una parte finita del mismo por causa de la velocidad -también finita- de la luz.

En otras palabras, únicamente podemos ver aquellas partes cuya luz ha tenido tiempo para alcanzarnos desde el inicio del universo. Es decir, en teoría podemos ver nada más un universo esférico con un radio de aproximadamente 15.000 millones de años luz.
Lo que está más lejos aún no nos ha alcanzado.

3. ¿Por qué el Sol es tan grande y no hay humanos viviendo allí?
No es tan grande: es mucho más pequeño que la mayoría de estrellas que puedes ver en el cielo. ¿Vivir allí? Imposible: ¡nos moriríamos de calor!

4. ¿Por qué brilla el Sol?
El Sol brilla debido a que la enorme presión en su centro hace que los átomos de hidrógeno se transformen en helio. Este proceso se llama fusión nuclear. La fusión ocurre cuando los elementos más livianos son forzados a mantenerse juntos para transformarse en elementos más pesados.
Cuando esto pasa, se crea una cantidad enorme de energía.

5. ¿Cómo llegaron las estrellas al cielo?
Colapsaron bajo su propia gravedad desde las grandes nubes de gas que dejó el Big Bang.

6. ¿Por qué la Luna no se cae?
La verdad es que sí se cae hacia la Tierra, por la fuerza de gravedad. Pero lo hace de forma continua, y su velocidad es tan grande que logra seguir la curvatura de la Tierra y por lo tanto nunca se choca con nosotros.

7. ¿Por qué el cielo es azul?
La luz que llega del Sol ingresa en la atmósfera y se dispersa en todas las direcciones. La luz azul tiene una longitud de onda más corta, por lo que se dispersa más que las luces rojas y amarillas, dándonos la impresión de que ocupa todo el cielo.

8. ¿Quién inventó las computadoras?
Es dificil de decir con exactitud. Podríamos decir fueron Charles Babbage y Ada Lovelace en el siglo XIX, cuya máquina hecha de latón era algo así como una calculadora. O podríamos decir que fueron Alan Turing y John von Neumann que diseñaron las primeras máquinas electrónicas. ¡Fue un trabajo de mucha gente!

9. ¿Los ladrillos son de un material hecho por el hombre?
El ingrediente, la arcilla, es natural, pero el ladrillo esta fabricado por el hombre.

10. ¿Cuántos tipos de dinosaurios hay?
Se estima que hay aproximadamente entre 700 y 900 especies de dinosaurios. Pero todo el tiempo los arqueólogos encuentran nuevos fósiles, así que, ¿quién sabe? Quizás aún queden muchas por descubrir.

Fuente:

BBC Ciencia

7 de agosto de 2014

Los dinosaurios tenían sangre caliente

Los dinosaurios estarían entonces cerca de especies como los atunes y algunos tipos de tiburones y tortugas.

Los dinosaurios, ni reptiles ni mamíferos (Foto: Shutterstock)
AFP. Los dinosaurios no tenían la sangre fría como los reptiles de hoy en día ni la sangre caliente como los mamíferos y los pájaros modernos, concluye una investigación publicada el viernes en la revista Science.

Estos animales tenían una temperatura intermedia, según resulta de los análisis de los anillos de crecimiento anuales de los huesos fosilizados de varios especímenes, así como la evolución de su tamaño desde el nacimiento hasta la edad adulta.

Los investigadores de la Universidad de Nuevo México, dirigidos por el biólogo John Grady, compararon resultados en una base de datos sobre 400 animales muertos y vivos.

De este modo llegaron a la conclusión de que los dinosaurios, desaparecidos hace 65 millones de años, están en una categoría intermedia de temperatura corporal, entre los reptiles, que sólo generan su temperatura por medio de intercambios con su medio y las especies que como mamíferos y pájaros tienen mecanismos internos.

Los dinosaurios estarían entonces cerca de especies como los atunes y algunos tipos de tiburones y tortugas.

Desde los primeros descubrimientos de fósiles de dinosaurio en el siglo XIX, los científicos debaten si se trataba de animales de sangre fría o caliente.

En este estudio, los investigadores consideran que al tener un metabolismo intermedio, los dinosaurios pudieron convertirse en animales grandes e imponerse en el ecosistema, ya que no necesitaban comer tanto como los mamíferos para mantener su temperatura.

Toamdo de:

Publímetro

La mala suerte mató a los dinosaurios



Los dinosaurios se extinguieron porque tuvieron mala suerte: si el asteroide gigante hubiera caído sobre la Tierra unos pocos millones de años antes o más tarde en la historia, los gigantescos reptiles del Mesozoico podrían haber sobrevivido.

Así lo asegura un grupo de paleontólogos que analizaron diversas posibilidades de la extinción de los dinosaurios y llegaron a la conclusión de que la causa de la rápida extinción de este animal fue un asteroide de unos 10 kilómetros de diámetro que impactó en la Tierra.

El asteroide cayó hace unos 66 millones de años en la península de Yucatán, en el territorio del actual México. Dejó un cráter, ahora conocido como Chicxulub, y tiene una profundidad de unos 19 kilómetros y un diámetro de unos 200 kilómetros.

Uno de los participantes del equipo de investigadores, el paleontólogo de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) Steve Brusatte, asegura que "el asteroide probablemente causó la extinción de los dinosaurios y esto sucedió en el peor momento posible, cuando el ecosistema se vio debilitado por la pérdida de la diversidad. Si la colisión hubiera sucedido unos millones de años antes o más tarde, los dinosaurios probablemente no se habrían extinguido". 

 La colisión con el asteroide acabó con el 80% de todas las especies animales que entonces habitaban la Tierra. Pudieron sobrevivir solo los dinosaurios voladores, los cuales evolucionaron a los ancestros directos de los pájaros. En este contexto los expertos sugieren que el impacto del asteroide que causó la muerte de los dinosaurios 'despejó el camino' para otros animales. 

"Si el asteroide no hubiera chocado contra la Tierra, posiblemente los dinosaurios habrían existido hasta hoy. Entonces no habría tal variedad de mamíferos. Sin ese asteroide, los dinosaurios probablemente todavía estarían aquí y nosotros muy probablemente no", opinó Brusatte. El artículo dedicado a esta investigación apareció publicado en la revista 'Biological Reviews'. Texto completo en: http://actualidad.rt.com/ciencias/view/135327-mala-suerte-matar-dinosaurios.

Fuente:

Actualidad RT

26 de julio de 2014

El dinosaurio con cuatro alas

Los primeros pasos de la aviación deben rendir homenaje inexcusable a los hermanos Wright. Fueron pioneros al construir un aeroplano propulsado y controlable por un piloto, con unas grandes alas acompañadas de otro par de "alas" más pequeñas, capaz de planear tras ser impulsado. En su mejor vuelo, recorrió un cuarto de kilómetro en 59 segundos. Con el tiempo, los diseños de los eficaces aviones modernos han primado el desarrollo de un par de grandes alas, como las aves, si bien nuestras aeronaves no aletean.



El Wright Flyer de 1903 en el National Air and Space Museum (Washington). Se aprecia la gran superficie disponible para poder planear / Luis Alcalá


¿Cómo surgió el vuelo en los vertebrados y cuál fue la configuración de los voladores más primitivos? El registro fósil ofrece dinosaurios con plumas que no eran capaces de volar y otros emplumados que podían hacerlo. Hasta no hace mucho, estos últimos sólo se conocían con un par de alas pero en los últimos años se han encontrado varias especies que tenían cuatro, pues estaban caracterizadas por poseer plumas robustas en las extremidades posteriores además de las presentes en las extremidades anteriores (como sucede en las aves voladoras actuales). Hay un grupo de dinosaurios terópodos -carnívoros- cuyos representantes resultan esenciales para establecer el origen y las primeras etapas de la evolución del vuelo en las aves; se trata de los microrraptorinos, que son dromeosáuridos depredadores con adaptaciones aerodinámicas. Y un nuevo microrraptorino se suma ahora a la lista, Changyuraptor yangi, singular por su gran tamaño (pues sobrepasa los 1,3 m de longitud) y por el gran desarrollo de las plumas de su cola, que alcanzan casi un tercio de la longitud del animal.



Changyuraptor yangi, el dinosaurio no aviano con las plumas de la cola más largas conocidas. / Han, Chiappe, Ji, Habib, Turner, Chinsamy, Liu y Han-Nature Communications

El magnífico fósil procede de la inagotable cantera de dinosaurios conocida como Jehol Biota, del Cretácico Temprano de Liaoning en China y se le atribuye una antigüedad de unos 125 millones de años. Fue adquirido gracias a la financiación conseguida por el rector de la Universidad de Bohai, el profesor Yang Yandong, cuya intervención se ha visto recompensada con la dedicatoria del nombre de la nueva especie. El fósil, que corresponde a un dinosaurio volador o planeador "tetra-alado", aparece entre dos lajas de roca sedimentaria y el estudio detallado de la estructura ósea de su fémur izquierdo revela que el animal ya era adulto -pues tenía, al menos, cinco años- cuando murió. 




Reconstrucción del aspecto en vida de Changyuraptor yangi. / Han, Chiappe, Ji, Habib, Turner, Chinsamy, Liu y Han-Nature Communications

Los autores de la investigación interpretan que las plumas especialmente grandes de la cola constituirían una estructura para controlar el cabeceo durante el vuelo  (como lograron por primera vez los hermanos Wright en su aeroplano) y reducir así la velocidad de un animal bastante grande durante el aterrizaje o el ataque a alguna presa, sin descartar que también pudieran tener un papel de exhibicionismo. Por otra parte, el análisis de parentesco indica que estos voladores 4x4 no se sitúan en el punto de partida del camino que originó el típico vuelo de las aves con un par de alas, sino que representan una rama evolutiva colateral.

Fuente:

El Mundo Ciencia

7 de julio de 2014

Seis cosas que quizás no sabía sobre los dinosaurios

Colmillos

Todos hemos crecido con las historias de los dinosaurios, una suerte de lagartos gigantes y temibles que dominaron la Tierra durante millones y millones de años.

El ser humano ha cavado en busca de sus huesos, que han permanecido bajo nuestros pies, fosilizados en las rocas a través de los siglos, intentando averiguar qué hizo que estos tremendos animales desaparecieran de la faz del planeta.

Ahora, cada descubrimiento nos da más detalles sobre estos maravillosos seres que, quizás, no estén extintos del todo.

BBC Mundo le acerca los últimos hallazgos.

1. Auge y caída de los dinosaurios

Dinosaurios

Los dinosaurios caminaron sobre la Tierra unos increíbles 165 millones de años. Primero aparecieron en la última fase del período Triásico, antes de diversificarse para dominar el planeta y convertirse en los animales terrestres más grandes que jamás existieron.

Sin embargo, hace 65 millones de años, el reino de los dinosaurios llegó a un abrupto final. Aconteció algo tan monumental que cambió nuestro planeta para siempre. Todo apunta a que un asteroide gigante chocó contra la Tierra y dejó un cráter de casi 200 kms. de diámetro.

Tal impacto debió expulsar polvo y escombros hacia la atmósfera, lo que oscureció el planeta durante meses y pudo haber generado otros eventos como una lluvia superácida, tormentas de fuego globales y megatsunamis.

Todos los dinosaurios que vivían hace 65 millones de años se extinguieron. Pero hay una importante excepción: un grupo –los dinosaurios terópodos- encontró una forma de sobrevivir.

2. El fósil que lo cambió todo

Dinosaurios

Los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años.

En 1861, un paleontólogo de nombre Christian Erich Hermann von Meyer, escribió sobre el descubrimiento de una pluma única y fosilizada en una cantera de piedra caliza cerca de Solnhofen, en Alemania.

Poco después del hallazgo de von Meyer, se descubrió un fósil casi completo del animal al que pertenecía: el Archaeopteryx. Fue uno de los descubrimientos de fósil más importantes jamás hechos.
En una primera revisión, tenía el mismo aspecto que otros fósiles de los dinosaurios terópodos de aquella época.

Pero el hecho de que se encontraran huellas claras de plumas por todas partes de su cuerpo es lo que hizo al archaeopteryx tan especial. Hasta ese momento no se habían encontrado formas intermedias que conectaran animales vivientes con sus ancestros. Esto dio sustento a la controvertida teoría de la evolución del naturista Charles Darwin y pronto fue declarado como un enlace evolutivo entre los dinosaurios y los pájaros.

Dinosaurio plumas

Fósiles como el de aquí arriba muestra cláramente porqué se trata de un animal, que se sabe que vivió hace 147 millones de años, que parece mitad dinosaurio, mitad ave.

3. Mitad dinosaurio, mitad pájaro

El archaeopteryx fue el primero y todavía uno de los mejores fósiles transicionales hallado; con claros rasgos de un ave moderna y de un dinosaurio terópodo. Eche un vistazo más cercano a algunos de estos rasgos.

GUÍA INTERACTIVA
 
Garras
Cráneo
Cola
Pie
Extremidades
Esqueleto
Plumas
  • Garras

    ×
    El archaeopteryx o arqueópterix tenía tres dedos que formaban unas garras como muchos otros pequeños dinosaurios terópodos carnívoros, entre ellos el velociraptor.
  • Cráneo

    ×
    Como los dinosaurios…
    Tenía dientes serrados en el pico para matar y arrancar carne (que los pájaros modernos perdieron).
    Como las aves…
    Escáneres del cráneo mostraron que tenía un cerebro parecido al de los pájaros que le daba la habilidad de volar, el equilibrio y una visión detallada.
  • Cola

    ×
    Como los dinosaurios…
    Tenía una cola larga y huesuda como la de muchos dinosaurios que es posible que usara para el equilibrio y la estabilidad.
    Como las aves…
    Este espécimen claramente muestra también impresiones de plumas en la cola, lo que le habría ayudado a volar o planear en el aire.
  • Pie

    ×
    El pie del archaeopteryx tiene un dedo al revés para poder posarse, como los de los pájaros modernos. Eso indica que podía agarrarse de ramas e incluso vivir parte del tiempo en árboles.
  • Extremidades

    ×
    Como los dinosaurios…
    El archaeopteryx tenía las piernas, los brazos y las manos largas, características comunes en muchos de los pequeños dinosaurios terópodos carnívoros, como el velociraptor. Las largas piernas le permitían correr rápido para atrapar a sus presas y tomar impulso para volar.
  • Esqueleto

    ×
    Como los dinosaurios…
    El esqueleto tiene muchas características de los dinosaurios, como ser ligero y tener un hueso con forma de medialuna en la muñeca.
    Como las aves…
    Sin embargo, también muestra características rudimentarias de un pájaro moderno, como una espoleta.
  • Plumas

    ×
    Como las aves…

    Huellas claras en la roca muestran las plumas de vuelo que cubrían las alas del archaeopteryx. El estandarte asimétrico (la parte plana de la pluma) está organizado de una manera muy parecida a la de los pájaros modernos, lo que indica que el archaeopteryx posiblemente era capaz de volar, no sólo planear.

4. De dinosaurio a ave moderna
  Durante mucho tiempo, el archaeopteryx estaba solo, era el único animal mitad-dinosaurio, mitad ave, conocido. Sin embargo, en los últimos 20 años, se descubrió gran cantidad de nuevos fósiles.
Algunos parecen más dinosaurios con plumas que animales capaces de volar. Otros parecen más pájaros, pero con rasgos extravagantes. El Microraptor, por ejemplo, tenía cuatro alas.

Estos fósiles convencieron a los expertos de que algunos dinosaurios no se extinguieron. En lugar de ello, un particular grupo de dinosaurios pequeños, ágiles, de dos patas evolucionaron hacia las aves.
Pero, ¿cómo se explica que un grupo de dinosaurios amantes de la tierra se lanzaran al cielo y terminaran teniendo el aspecto de las aves que conocemos hoy día?
Plumas

Dinosaurios a aves

Las similitudes entre los dinosaurios como el Sinornithosaurus (arriba), el ave dinosaurio Archaeopteryx y un pájaro moderno como un buitre (abajo). Derechos de imágenes de John Sibbick / Natural History Museum y Science Photo Library.

No sabemos exactamente por qué aparecieron las plumas, pero parece que evolucionaron de las escamas de la piel tipo reptil del dinosaurio terópodo.

Volar no es la única razón para tener plumas y se han constatado que algunos dinosaurios claramente incapaces de volar las tenían.

Las plumas pueden servir como aislamiento para mantener la temperatura del cuerpo o para mantener los huevos y las crías frescos al proveer sombra.

Y al igual que los pavos reales macho muestran sus colas, las plumas se utilizaban como ornamento y decoración durante exhibiciones: las cuatro plumas traseras largas con forma de lazo del Epidexipteryx es uno de los ejemplos más primitivos conocidos.

Mandíbula sin dientes

Hay una desconcertante gama en el tamaño y forma de los picos de los pájaros modernos, mayormente adaptados a estrategias de alimentación específicas. Este rasgo aviar puede haber evolucionado para ayudar a los dinosaurios herbívoros a masticar su comida, poniendo menos estrés y tensión en el cráneo que una mandíbula con dientes. Los picos sin dientes fueron útiles incluso antes de que los dinosaurios se lanzaran al aire.

Esqueleto

Los dinosaurios también empezaron a ser más pequeños y ligeros, cambiando hacia delante su centro de gravedad. Se acortaron las colas y se alargaron las patas delanteras con cada generación, lo que condujo a la postura encorvada que vemos en algunos pájaros en la actualidad. Sus muñecas también se hicieron más flexibles hasta llegar a las muñecas flexionadas de un ave moderna.

5. Emprendiendo el vuelo

Aves dinosaurios volar

Una vez que las aves primitivas tenían todas las características necesarias para el vuelo automático, o aleteo, ¿cómo se lanzaron a los cielos? Hay una serie de teorías populares, que se reflejan en ejemplos de la vida moderna.

Una de las teorías es la del "vuelo arbóreo", o modelo de vuelo desde los árboles.
Esto sugiere que, en un principio, las extremidades con plumas ayudaban a las aves a deslizarse mejor entre rama y rama, hasta que los cambios evolutivos condujeron a las alas que facilitaron el vuelo.

El modelo desde la superficie hacia arriba implica que los ancestros eran animales que se desplazaban sobre el suelo.

Al estirar sus patas delanteras para ganar estabilidad y equilibrio cuando perseguían una presa probablemente fueron capaces de mantenerse en el aire por cortos espacios de tiempo, con la ayuda de la corriente de aire o, después, de un salto.

Paleontólogos en Siberia

Los paleontólogos buscan información en los fósiles de los dinosaurios.

Otra teoría sugiere que los pájaros primitivos se ayudaban, en su carrera, con pequeñas pendientes, árboles o un montículo para tomar impulso.

Más recientemente, se habla del modelo saltarín, según el cual el vuelo evolucionó de las aves de presa ancestrales.

Esos predadores capturaban a sus presas usando garras o talones y se especializaban en emboscadas que realizaban desde posiciones elevadas, como árboles o peñascos.

La diferencia con la otra teoría es que no habrían aprendido a volar saltando sino lanzándose de un lugar alto y planeando.

6. Legado de los dinosaurios

Pájaros

Se cree que la evolución de los pájaros a partir de sus ancestros, los dinosaurios terópodos, comenzó en la última parte del período Jurásico, que aproximadamente abarcó la etapa de hace entre 200 a 145 millones de años.

Los catastróficos eventos de hace 65 millones de años que aniquilaron a los dinosaurios también causaron un sonado declive de las aves primitivas.

Sólo unos pocos de estos grupos primitivos de pájaros sobrevivieron a la extinción masiva.
No estamos seguros de qué los salvó pero de esos pocos sobrevivientes emergieron las aves que vemos a nuestro alrededor en la actualidad.

Hay cerca de 10.000 especies de pájaros, lo que los convierte en uno de los grupos de animales más exitosos y especializados del planeta. Desde las grandes avestruces –que no vuelan- hasta los diminutos colibrís, todos comparten un ancestro con los dinosaurios terópodos del pasado.
 
Fuente:
 
BBC Ciencia
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