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9 de mayo de 2019

Una bolsa de hace mil años desvela las drogas que consumían los indígenas americanos

El análisis químico de objetos encontrados en un yacimiento boliviano encuentra cocaína, benzoilecgonina, el alucinógeno bufotenina y los dos principales ingredientes de la ayahuasca


Hace alrededor de mil años, en lo que hoy es la provincia de Sur Lípez, en una región que raya los 4.000 metros de altitud en el suroeste de Bolivia, se enterró a un miembro de una cultura que tenía un gran conocimiento sobre botánica y sobre los usos psicotrópicos de algunas plantas especiales. La tumba fue profanada tiempo después y al excavarse no se encontró el cadáver al que se rindieron honores. Sin embargo, en aquel abrigo bautizado como cueva del Chileno, que había sido ocupado durante los últimos 4.000 años y tiene unas condiciones excelentes para la conservación del material orgánico, quedó preservada una bolsa de cuero llena de objetos que se pueden relacionar con el consumo de estupefacientes: dos tabletas talladas en madera para inhalar sustancias, un tubo para aspirar, dos espátulas de hueso de llama, una cinta textil para la cabeza, trozos de plantas secas y una bolsita fabricada con tres hocicos de zorro.

El análisis químico de estos artefactos, que hoy se publica en la revista PNAS, sugiere que ya entonces existía el conocimiento necesario para elaborar la ayahuasca, una bebida psicotrópica tradicional de los pueblos amazónicos de Sudamérica. Entre las sustancias detectadas en el yacimiento se encuentran sus dos principales ingredientes, la harmina, que se suele obtener de la enredadera Banesteriopsis caapi, y el arbusto Psychotria viridis, que contiene el alucinógeno DMT. En la bolsa también se encontraron restos de cocaína y benzoilecgonina, lo que sugiere que habría habido hojas de coca, y trazas de bufotenina, otro alucinógeno que se puede elaborar a partir de las semillas del árbol Anadenanthera colubrina, que se inhalarían después de machacarlas en las tabletas.


28 de agosto de 2013

¿Existe la adicción al sexo?


¿Se puede ser adicto al sexo como al alcohol y a la cocaína?

En los últimos años, famosos como el actor Michael Douglas o el golfista Tiger Woods han atribuido sus infidelidades matrimoniales a una supuesta adicción sexual y han asegurado haber participado en terapias diseñadas para superar esa condición. Pero, ¿realmente se puede ser adicto al sexo como al alcohol o la cocaína?

Para responder a esta pregunta investigadores de la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA, por sus siglas en ingles) llevaron a cabo un estudio con el que buscaban determinar si el cerebro de las personas que padecen de hipersexualidad actúa de la misma manera que el de los adictos a las drogas.
No se trata de un asunto superfluo, si se tiene en cuenta que la pérdida del control sobre los impulsos sexuales puede conllevar a la larga importantes problemas personales y económicos.

Además, entre la comunidad científica no existe consenso sobre si la hipersexualidad se puede atribuir a una adicción o si se trata más bien de un problema de comportamiento y de falta de autocontrol.

Para añadir más leña al fuego, en la última edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 5), considerado la Biblia de la psiquiatría, las adicciones al sexo no han sido incluidas.

Ahora, analizando las respuestas cerebrales de personas que tienen problemas para controlarse ante el visionado de imágenes sexuales, los investigadores de la UCLA han concluido que el comportamiento de esos individuos tiene más que ver con una líbido elevada que con una adicción.

Respuesta cerebral

Trabajadora sexual

La pérdida del control sobre los impulsos sexuales puede conllevar problemas personales y económicos.

"Queríamos averiguar si el cerebro de las personas que presentan problemas de hipersexualidad responde igual que el de los adictos a las drogas", le explicó a BBC Mundo Nicole Prause, una de las autoras del estudio.

"Es increíble lo que se ha extendido el uso del término 'adicción sexual', sobre todo en EE.UU., sin que tenga una base científica".

"En nuestro estudio esperábamos encontrar una relación entre la hipersexualidad y la respuesta del cerebro a las imágenes de sexo, pero no la hallamos".

En la investigación diseñada por Prause y su equipo participaron 52 voluntarios (39 hombres y 13 mujeres) con edades comprendidas entre 18 y 39 años, que dijeron tener problemas para controlarse ante la visión de imágenes sexuales.

En primer lugar, los participantes rellenaron varios cuestionarios sobre diversos temas relacionados con la sexualidad. Los resultados de los voluntarios eran muy similares a los de aquellos que buscan ayuda médica por una supuesta adicción al sexo.

Después midieron la respuesta cerebral de los participantes mientras se les mostraban una serie de fotografías elegidas para evocar tanto sensaciones agradables como desagradables, y que incluían imágenes de cuerpos desmembrados, personas cocinando o esquiando y, por supuesto, escenas de sexo explícito.

Respuesta P300 

Sex shop

Entre la comunidad científica no existe consenso sobre si la hipersexualidad se puede atribuir a una adicción.
Los investigadores estaban interesados en lo que se conoce como la respuesta P300, que es la respuesta del cerebro unos 300 milisegundos después de que aparezca una imagen.

Esta medida, que ha sido utilizada en muchos estudios internacionales sobre la adicción y la impulsividad, debe ser mayor cuando una persona ve algo nuevo o de especial interés para ella, como cuando un adicto a la cocaína ve imágenes de la droga.

Los investigadores esperaban que, tras el visionado de imágenes sexuales, los participantes que padecían de hipersexualidad tendrían unas respuestas P300 más elevadas, pero no fue así.

El estudio constató que la respuesta del cerebro de dichas personas ante esas imágenes no estaba relacionada con la gravedad de su hipersexualidad, sino con su nivel de deseo sexual.

Los investigadores de la UCLA creen que si los resultados que han obtenido pueden ser replicados, supondrá un gran desafío para las teorías existentes sobre la adicción al sexo.

"Claramente hay gente que tiene problemas para controlar ciertos tipos de comportamientos sexuales y consumen pornografía más de lo habitual", señala Nicole Prause.

"Pero podría deberse a que son personas compulsivas. Acumulan ansiedad hasta que practican sexo, por lo que no es tanto una búsqueda del placer como una liberación de la tensión acumulada", concluye la experta.

Fuente:

BBC Ciencia

27 de junio de 2012

Existe un vìnculo entre los alimentos y la cocaìna



comer-estresLas mismas neuronas que controlan el apetito también están relacionadas con la búsqueda de novedades y la atracción por las drogas, según indica un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience.

Hasta ahora, los científicos han estudiado los circuitos de recompensa del cerebro pensando que, en pacientes con obesidad y diabetes, la comida tiene los mismos efectos que el abuso de drogas como la cocaína. Sin embargo, el último estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Yale, parece indicar lo contrario.

Los investigadores realizaron diversos test sobre ratones transgénicos en los que se había alterado o bien bloqueado completamente la expresión de las neuronas AgRP, que regulan el apetito, durante el desarrollo de los animales. "Utilizando técnicas genéticas, hemos encontrado que el aumento del apetito podría estar asociado con un descenso en el interés por las cosas nuevas y por sustancias como la cocaína", explica Marcelo O. Dietrich, uno de los autores. "Y, por el contrario, un menor interés por la comida es indicativo de mayor inclinación hacia la cocaína".

Los autores sostienen que el hipotálamo, que controla funciones vitales como la temperatura, el hambre, la fatiga o el sueño, también es clave para el desarrollo de otras funciones cerebrales superiores. "Estas neuronas promotoras del hambre también son muy importantes para otras funciones. Su deterioro puede alterar la motivación y otros procesos cognitivos", explica Tamas L. Horvath, otro de los investigadores responsables. "Se piensa que la obesidad está relacionada con los circuitos cerebrales de recompensa", añade, "pero en nuestro estudio hemos comprobado que, aunque el mecanismo de recompensa sea alto, los sujetos pueden estar muy delgados. Al mismo tiempo, esto indica que hay grupos de personas que no están interesadas en la comida y son más susceptibles de volverse adictos a las drogas".

Y además…

2 de diciembre de 2010

En Perú ya se masticaba coca hace 8.000 años

Las sociedades peruanas ya masticaban hojas de coca hace 8.000 años, según una nueva investigación.

Evidencia arqueológica descubierta en ruinas en el noroeste de Perú muestra hojas de coca mascadas y rocas ricas en calcio.

Esas rocas, afirman los científicos en la revista Antiquity, pudieron haber sido quemadas para crear cal, que masticada con coca liberaba más cantidad de sus compuestos químicos activos.

Según los investigadores, el hallazgo adelanta unos 3.000 años la fecha conocida sobre el primer uso de la coca.

Las hojas de coca contienen una variedad de compuestos químicos conocidos como alcaloides. Actualmente, el más notable entre estos es la cocaína, extraída y purificada por medio de un complejo proceso químico.

Antigua costumbre

Pero desde hace tiempo se sabe que masticar hojas de coca con propósitos medicinales es una práctica tan antigua como la civilización inca.

Otros alcaloides en las hojas de esta planta tienen efectos estimulantes moderados, pueden reducir el hambre, ayudar a la digestión y mitigar los efectos de la alta altitud y los ambientes con niveles bajos de oxigeno.

En el pasado se había encontrado evidencia de hojas de coca masticadas de unos 3.000 años de antigüedad, pero la adición de sustancias ricas en calcio -que ayudan a sustraer más niveles de alcaloides- parecía ser una práctica mucho más reciente.

Ahora el doctor Tom Dillehay, de la Universidad de Vanderbilt (Estados Unidos), y sus colegas encontraron evidencia tanto de hojas masticadas de coca como de rocas ricas en calcio que fueron quemadas y raspadas para obtener ceniza para mascar.

La evidencia fue hallada en ruinas de pisos de casas donde habitaban pueblos de cazadores en el noroeste de Perú donde las condiciones habían sido favorables para preservar lo que normalmente hubieran sido restos orgánicos y efímeros de una pasada civilización.

Las muestras datan de unos 8.000 años, pero tal como le explicó el doctor Dillehay a la BBC la sorpresa más grande fue la distribución de los hallazgos.

"No lo encontramos en el contexto de muchos hogares, como si fuera algo que mucha gente usara en exceso, sino más bien parecía estar restringido a determinados hogares de individuos y producido en una especie de contexto público, no individualizado", explica el científico.

"La evidencia que tenemos sugiere que la práctica era diferente a lo que ocurre hoy en día en las sociedades de Occidente, donde el que tiene los recursos económicos puede tener acceso a las plantas medicinales".

Más que cocaína

Actualmente se llevan a cabo esfuerzos internacionales para reducir la producción de coca en los Andes debido a su asociación con la cocaína.

Pero el doctor Dillehay cree que esta planta ofrece mucho más que eso: "Algunos argumentan que masticar coca es una tradición histórica relativamente reciente, es decir, de hace varios siglos o unos miles de años".

"Pero es una tradición de los Andes con profundas raíces económicas, sociales e incluso religiosas".

Peter Houghton, del King's College de Londres, le comentó a la BBC que el hallazgo es importante porque cambia la fecha del inicio de la práctica de masticar coca.

Pero agrega que el hecho de que ese consumo parecía estar restringido a unos pocos no es sorprendente.

"La evidencia muestra que el amplio uso hoy en día entre los pobladores de esa región andina de Perú y Bolivia es una práctica comparativamente reciente y que antes, esa práctica estaba restringida a la clase privilegiada", afirma el experto.

Fuente:

Terra

7 de noviembre de 2010

El amor, ¿cuestión de cerebro o corazón?

Especial: Cerebro Humano

Un reciente meta-análisis revela que enamorarse no sólo puede provocar una sensación de euforia parecida a la vinculada al consumo de cocaína, sino que también afecta a las áreas intelectuales del cerebro


Un reciente meta-análisis realizado por la investigadora Stephanie Ortigue, de la Universidad de Syracuse, en Nueva York, revela que enamorarse no sólo puede provocar una sensación de euforia parecida a la vinculada al consumo de cocaína, sino que también afecta a las áreas intelectuales del cerebro. Además ha calculado que el fenómeno popularmente conocido como 'flechazo' tarda aproximadamente un quinto de segundo en surtir efecto.

Los resultados del trabajo de Ortigue, publicados bajo el título “La Neuroimagen del Amor” en la revista Journal of Sexual Medicine, revelan que, cuando una persona se enamora, hasta 12 áreas del cerebro trabajan conjuntamente para liberar las sustancias químicas que inducen euforia, como la dopamina, la oxitocina, la vasopresina o la adrenalina. Y que “diferentes tipos de amor implican a distintas áreas cerebrales”. Por ejemplo, el amor apasionado pone en acción a las zonas relacionadas con la recompensa y algunas funciones cognitivas superiores, como las que participan en la creación de metáforas y en la representación de la imagen corporal.

Entonces, ¿el amor es corazón o cerebro? “Yo diría que el cerebro, pero el corazón también está implicado", responde Origue, que cita como ejemplo que cuando se generan cascadas de neurotransmisores en ciertas zonas del cerebro el corazón se acelera y aparecen las “mariposas” en el estómago. Según la investigadora entender cómo y por qué nos enamoramos ayudará también a reparar un “corazón roto” por el desamor.

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NotiFe

13 de mayo de 2010

Científicos de la UNNE descubren el modo de diferenciar un adicto a la cocaína, de un mascador de coca

a

Jueves, 13 de mayo de 2010

Científicos de la UNNE descubren el modo de diferenciar un adicto a la cocaína, de un mascador de coca

Un trabajo científico desarrollado en el Instituto de Ciencias Criminalísticas y Criminología de la UNNE dilucidó niveles de derivados de cocaína, en pelos de adictos a la misma y en pelos de coqueadores (mascadores de coca). Los resultados de la investigación son de suma importancia para las ciencias criminalísticas, ya que a través de los mismos, se da la posibilidad de diferenciar si una persona es adicta o coqueadora; a lo que hay que agregar, que los estudios se realizaron en la matriz pelo, matriz de suma importancia legal ya que permite conservar indicios periciales por muy largo tiempo.

En el proceso del coqueo, las hojas de coca son resquebrajadas y humedecidas en la cavidad oral en las encías y entre los carrillos, permitiendo que los alcaloides -en contacto con la mucosa bucal- sean absorbidos pasando directamente al torrente sanguíneo. Una pequeña parte de los alcaloides pasa al tracto digestivo donde son degradados antes de que lleguen a la circulación sanguínea por acción del acido clorhídrico y las enzimas digestivas.

Si bien el estudio de los metabolitos de cocaína -especialmente Benzoilecgonina y Metilester de Ecgonina- han sido estudiados por distintos investigadores del mundo, fundamentalmente en matrices tradicionales (sangre y orina); en referencia a estos compuestos en muestras de pelos de coqueadores del altiplano sudamericano, las investigaciones científicas disponibles no son muy abundantes. “De allí que el objetivo de este trabajo fue profundizar en el conocimiento analítico en calidad y cantidad de la presencia de los metabolitos mencionados en pelos de coqueadores”, explicó a la Revista Ciencia y Técnica de la UNNE la licenciada en Criminalística Gisela Forlin.
Detalles.

“En general se entiende por alcaloides, a determinadas sustancias que presentan reacción alcalina. Este nombre está muy difundido entre aquellas drogas de abuso que son de carácter alcalino; un ejemplo concreto es la cocaína, que es la sustancia sobre la cual nuestro grupo está trabajando”, explicó la profesional.

“El organismo, al recibir la cocaína, produce sobre su molécula, cambios, modificaciones químicas, este proceso de biotransformación molecular se denomina metabolismo, y los productos que se originan reciben el nombre de metabolitos”, continuó diciendo.

En síntesis, Forlin expresó que “cuando ingresa la cocaína al organismo, a partir de ella se forman metabolitos, benzoilecgonina, metilester de ecgonina, coca etileno, higrinas y muchos más”.

Si se desea identificar cocaína en el organismo, después de un cierto tiempo de consumida, es muy posible que ya no la encontremos como tal, pero sí hallaremos sus metabolitos que nos estarán indicando la presencia de la droga madre, la cocaína; remarcó.

Asimismo, cabe destacar que los metabolitos tienen una vida media limitada en las matrices tradicionales (sangre y orina), lo que limita su uso en la actividad forense, vale decir que estas matrices no son un material utilizable a largo plazo, en el sentido de que una vez que las sustancias finalizan con sus procesos metabólicos desaparecen totalmente. “Pero en este momento contamos con otra matriz de gran utilidad, el pelo; siendo esta la matriz en la que se encuentra trabajando nuestro grupo”, destacó la investigadora.

Ventajas. Para entender por qué el pelo es la matriz elegida para analizar la presencia de alcaloides en el cuerpo humano, para Forlin es necesario que se entiendan algunas cuestiones. “La cocaína y sus metabolitos pueden ingresar al bulbo piloso (lugar donde se origina el pelo) y por mecanismos aún no muy claros unirse a las proteínas del mismo y avanzar junto con ellas en el crecimiento de este permaneciendo en él en forma indefinida, hecho de gran importancia en la actividad forense, porque nos permitirá mediante estudios, aplicando diversas metodologías analíticas, poder dilucidad si una persona involucrada, en un hecho delictivo se encontraba bajo los efectos de la droga en estudio, explicó.

Asimismo destacó que si bien el enfoque del trabajo realizado es de aplicación forense, “no debemos dejar de mencionar que también es aplicable en otros ámbitos, por ejemplo, las ciencias médicas; donde permite evaluar la presencia de consumos crónicos o agudos de droga, como así también el seguimiento de los tratamientos aplicados a personas adictas”.

Por otra parte, la investigadora recordó que en el altiplano sudamericano es una costumbre arraigada el hábito de mascar hojas de coca, actividad asociada a situaciones culturales, religiosas, de clima, etcétera. “que por sí misma no constituyen un acto delictivo, mencionamos esto porque el objetivo de nuestro trabajo es lograr parámetros analíticos, como ser, niveles de concentración de cocaína y/o sus metabolitos, que nos permitan diferenciar un adicto a la cocaína (consumo de drogas de abuso) de un coqueador (persona que consume hojas de coca); lo que sin duda será de gran utilidad en el ambiente criminalístico y forense”, concluyó.

Fuente:

Diario Norte

Web de la UNNE

5 de enero de 2010

Una bactería frenaría la adicción a la cocaína


Martes, 05 de enero de 2009

Una bactería frenaría la adicción a la cocaína

Soy bastante escéptico ante este tipo de noticias que proponen curas milagrosas para las adicciones. Esto implicaría que un adicto a la cocaína, el tabaco o el acohol no debe poner nada de su parte en el tratamiento que lo libere de su dependencia, simplemente debe tomarse un par de pastillitas... ¡y a esperar los resultados milagrosamente!

Hay que recalcar que las adicciones parten de un estado de insatisfacción con el medio ambiente o entorno que rodea la paciente (componenete psíquico), las sustancias químicas psicoactivas son una especie de válvula de escape ante esa realidad que nos apesta y que ya no queremos soportar más. Las medicinas ayudan, pero el problema básico apunta a la psique del paciente y las condicones concretas que rodean al paciente y que son la causa de su malestar psíquico. En las sociedades actuales, signadas por la Pax Económica del neoluberalismo, donde las condiciones que nos rodean son de hambre, basura y contaminación ambiental, inseguridad ciudadana, desempleo y subempleo, individualismo, calentamiento global, corrupción en el gobierno, etc, es bien fácil caer en las adicciones para escapar moméntaneámente.

Pero para que vean que nos soy un aguafiestas ahí les dejo la noticia..

Una bacteria frenaría la adicción a la cocaína
Rayas de cocaína. - PÚBLICO

La tan buscada solución a la adicción a la cocaína podría estar en una bacteria, según un estudio publicado en la última edición de la revista Journal of Pharmacology and Experimental Therapeutics. Al contrario que la de otras drogas, la adicción a la cocaína no se puede contrarrestar con ninguna terapia farmacológica, lo que hace que su tratamiento se haya convertido en un problema de salud pública.

Una enzima bacteriana, la cocaína esterasa (CocE) ha logrado reducir la necesidad de cocaína en ratas adictas. Los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan (EEUU) llevaban tiempo estudiando esta enzima, pero habían observado que su efecto antidroga duraba muy poco tiempo. Por esta razón, desarrollaron una nueva versión de la enzima, con una doble mutación y administraron la sustancia (DM CocE) a un grupo de ratas de laboratorio.

Los animales, que estaban entrenados para administrarse cocaína apretando una palanca cada vez que necesitaban drogarse, lograron espaciar significativamente los intervalos entre tomas. Además, los autores observaron que la DM CocE producía una reducción del 50% de las convulsiones provocadas por el consumo de cocaína y de la letalidad asociada a la droga.

Por último, se probó la enzima con otra sustancia adictiva sin éxito, por lo que se deduce que DM CocE es específica para la cocaína. Así, los investigadores concluyen que la administración de esta enzima es una vía que investigar como posible aproximación farmacológica contra la adicción a la cocaína.

Fuente:

Publico.es

4 de abril de 2007

No hay presupuesto para dar atención médica a 'burriers'
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Hospital Carrión del Callao recibió en un día a quince y operó a seis de ellos. Esta situación dificulta adecuado cuidado de otros pacientes comunes.

Por Alberto Villar Campos

Las cifras resultan tan reveladoras como alarmantes: de los 200 'burriers' detenidos en lo que va del año por intentar sacar clorhidrato de cocaína a través del aeropuerto internacional Jorge Chávez, casi cien lo han hecho transportando la droga en sus estómagos. ¿Cómo? Tragando cápsulas de látex en las que se introduce el estupefaciente. De esta forma, la ilícita carga no es fácil de ser detectada por las autoridades.

Esta riesgosa forma de transporte es lo que ha asombrado a los agentes de la Dirección Antidrogas de la Policía Nacional (Dirandro) y también a los médicos del hospital Daniel A. Carrión del Callao, pues allí llegan diariamente todos los sospechosos de transportar droga en sus estómagos que son capturados en el aeropuerto Jorge Chávez.

Una vez en el hospital, el sujeto es sometido a una serie de evaluaciones y radiografías para confirmar si se trata de un 'burrier'. De ser así, este será internado durante cuatro días para ser sometido a un riguroso control médico y, si el caso lo requiere, a una cirugía para salvarle la vida. Todo ello ocurre, por cierto, bajo la mirada de un agente de la policía.

LOS GASTOS
Hay que considerar, sin embargo, que el gasto promedio que realiza el hospital por cada paciente detenido es de S/.150, aproximadamente (solo para cubrir radiografía, medicamentos, internamiento y otros insumos), veremos que se deben hacer fuertes gastos para curar y salvar a cada 'burrier' que es internado en el hospital. La cosa se agrava si el paciente requiere una cirugía, pues el gasto se multiplica por diez. Una intervención quirúrgica para sacar la droga del estómago cuesta unos S/.1.500.

"Hemos llegado a recibir hasta quince personas en un solo día. Seis fueron operadas y a tres se les complicó la cirugía debido a la obstrucción de las cápsulas", comenta Víctor Sánchez Acevedo, director del nosocomio chalaco.

Para el hospital Carrión, que atiende un promedio de 300 emergencias por día, la atención de 'burriers' se convierte en una labor que dificulta la atención de otros pacientes.

"Nosotros debemos hacernos cargo del sospechoso, asignarle una cama a él y a su custodio policial y darle los medicamentos necesarios hasta que la última de las cápsulas haya salido de su cuerpo", explica el galeno.

VACÍOS LEGALES
Sánchez explica que su principal preocupación es el vacío que existe actualmente sobre el tema, pues se obliga a que los gastos por internamiento de los 'burriers' sean asumidos en su totalidad por el hospital. "Al hacer esto, restamos la posibilidad de que el paciente común y corriente, que además paga por el servicio, no disponga de camas para su tratamiento", indica.

FALTA AYUDA DE EE.UU.
"Entendemos que la Dirandro no dispone de los medios necesarios para hacerse cargo de estas situaciones, que no son de su competencia. Por esta razón, nos hemos contactado con la Oficina de Asuntos Antinarcóticos (NAS) de la Embajada de Estados Unidos, a quienes hemos propuesto un proyecto para habilitar un ala del noveno piso que podría implementarse con camas y mobiliario especial para mantenerlos", añadió.

Al parecer, dicho proyecto no habría despertado el interés necesario en las autoridades estadounidenses debido a que, según confirma la policía, los principales puertos de destino en la actualidad en el tráfico de droga se encuentran en Europa, como es el caso de España y Holanda, ya no Estados Unidos.

ATRÁPAME SI PUEDES
Se calcula que, de cada diez personas que intentan sacar droga de nuestro país, solo una es capturada por la policía. Los números indican, además, que cada vez hay más peruanos transportando el ilegal cargamento en todo tipo de modalidades. En el pasado, el grueso de 'burriers' provenía de Bolivia y Ecuador.

Actualmente la mayoría de 'burriers' es gente de escasos recursos que las mafias organizadas captan en populares centros comerciales de los conos de la capital. Anteriormente, el interés se dirigía a los enfermos terminales.

Los datos señalan, a su vez, que el principal puerto de trasbordo de la droga en lo que va del año ha sido Brasil. El segundo lugar es ocupado por Argentina y el tercero, por Chile. Desde allí, los 'burriers' habrán de partir hacia España y Holanda, actualmente los mercados de mayor demanda de estupefacientes.

Expresiones nerviosas, una súbita y extraña palidez en sus rostros y el inconfundible apuro por pasar los controles de seguridad son las principales causas por las que este tipo de delincuentes son identificados por efectivos de la Dirandro.
Pasajeros con más de mil kilos de droga
Solo en lo que va del año se ha decomisado 1.090 kilos de clorhidrato de cocaína en diversas operaciones realizadas por la Dirandro en el aeropuerto internacional Jorge Chávez, una cifra alarmante, pues en todo el 2006 se incautó apenas 800 kilos.

La modalidad más frecuente de transporte ha sido a través de productos naturales (440,68 kilos). Otras formas son las maletas acondicionadas (231,66 kilos), productos deshidratados (unos 94 kilos, cantidad similar al transporte en cápsulas estomacales), paquetes acondicionados al cuerpo, muebles y papel impregnado, entre otros.

Del total de detenidos en el aeropuerto Jorge Chávez, 132 son peruanos. Le siguen 17 españoles y siete bolivianos. También hay de Holanda, Brasil, Bulgaria, Inglaterra, Polonia, Malasia, Hungría, Chile, Portugal, Suiza, Corea, Argentina y Colombia.

Fuente:

El Comercio -Ciencia & Tecnología

24 de marzo de 2007

El alcohol y el tabaco figuran entre las 10 drogas más dañinas
  • Según un estudio elaborado por la Universidad de Bristol.
  • La heroína y la cocaína serían las drogras más nocivas.
  • El tabaco, sin embargo, causa el 40% de las enfermedades hospitalarias.
EMILIO DE BENITO - Madrid - 24/03/2007



No hay droga buena, pero algunas son peores que otras. Con esta premisa, un grupo de investigadores británico ha realizado un estudio para reevaluar el daño de una veintena de sustancias adictivas, desde la heroína hasta la cata (una planta con un compuesto anfetamínico). El resultado es una escala del daño que hacen medido según nueve parámetros. Lo sorprendente es que las dos sustancias legales más extendidas, el alcohol y el tabaco, ocupan la parte alta de la lista. El alcohol es la quinta droga más peligrosa; el tabaco, la novena.

El trabajo ha consistido en una sencilla evaluación por parte de una treintena de miembros del Colegio de Psiquiatras de Reino Unido. Esta sencillez es parte del valor de los resultados, pero también de su debilidad -en cada parámetro hay matices, como el daño a largo plazo, que no se han evaluado correctamente o no se incluirán en el estudio hasta ediciones posteriores-, según admiten los autores del estudio, que ha dirigido David Nutt, de la Universidad de Bristol, y ha publicado la revista The Lancet.

El trabajo ha consistido en una corta encuesta con nueve preguntas [ver gráfico]. En ella, los expertos tenían que evaluar aspectos de tres áreas: daño físico, dependencia y repercusión social, y dentro de éstas en tres aspectos. Entre el daño físico se ha considerado el riesgo de sufrir un episodio agudo (sobredosis son paro cardiaco, por ejemplo), crónico (demencias) o la necesidad de inyectarse, que se considera un riesgo en sí mismo porque la sustancia actúa más rápidamente y es más fácil calcular mal la dosis.

En el psíquico se ha evaluado la actuación como fuente de placer y las dependencias. En el social el riesgo de intoxicación aguda, otros y el coste sanitario de la adicción. Cada experto podía conceder de 0 a 3 puntos a cada categoría. Luego, los autores del trabajo sólo han tenido que sacar la media, y ordenar los resultados.

Heroína y cocaína
El primer puesto de esta clasificación lo ocupa la heroína, con un 2,8 sobre 3. A esta droga la siguen la cocaína (2,3), los barbitúricos -la primera sustancia legal de la lista-, la metadona consumida sin control médico y el alcohol (1,9). La clasificación la cierra la cata (Catha edulis), una planta que contiene un alcaloide cuyo uso como estupefaciente merece un 0,8 sobre 3. El cannabis, la sustancia ilegal más consumida, obtiene 1,3 puntos; el tabaco llega a 1,6.

Una portavoz del Plan español sobre las Drogas señaló, sin haberlo estudiado a fondo, que para que una sustancia no sea peligrosa debería haber obtenido 0 puntos. Por eso todas estas drogas son consideradas como dañinas, y el que una ocupe un puesto más alto o más bajo en la clasificación no debe ser interpretado como que puede consumirse sin riesgo.

Los autores del estudio no entran en este tipo de consideraciones. Su objetivo era plantear un cambio en la clasificación de estas sustancias. En Reino Unido, los estupefacientes se inscriben en cuatro categorías: legales, y A, B y C según su peligrosidad. Esta regulación acarrea distintas sanciones por tráfico o posesión. Lo que los investigadores querían poner de manifiesto es que esto no tiene, en muchos casos, una base científica, y proponen que, mediante un sistema más completo del que han usado, se establezca otro tipo de clasificación.

El resultado lógico, según han adelantado en entrevistas concedidas a medios británicos, sería un cambio en el punto de vista oficial sobre estas sustancias que podría llevar a despenalizarlas todas. "Hay personas que consumen algunas drogas ilegales de una manera controlada, mientras que otras tienen muchos problemas por su consumo de sustancias legales como el alcohol o el tabaco", han dicho.

De todas formas, las autoridades británicas no parecen dispuestas a introducir cambios drásticos en la clasificación legal de las sustancias.

Fuente:

El País - Sociedad

25 de febrero de 2007

Fumar altera el cerebro "como las drogas"
Sábado, 24 de febrero de 2007 - 13:11 GMT

Según un estudio, fumar cigarrillos causa el mismo daño al cerebro que el uso de drogas ilícitas, como la cocaína.

Un grupo de investigadores de Estados unidos comparó el tejido cerebral post mortem de fumadores, ex fumadores y no fumadores.

Sus hallazgos, publicados en el Journal of Neuroscience, indican que fumar produce cambios en el cerebro que terminan por ser evidentes años después de que alguien ha dejado de hacerlo.

Un experto británico dijo que los cambios pueden explicar por qué a los fumadores se Se descubrió que los fumadores tenían niveles más altos de estas enzimas en el núcleo accumbens, una parte del cerebro que procesa la información relacionada con las motivaciones y las recompensas, sobre la cual casi todas las drogas ilícitas tienen capacidad de acción.

Sin embargo, los niveles de ambas enzimas también eran alto en el área del cerebro medio que responde a la dopamina, que actúa como una "recompensa química" en fumadores y ex fumadores.

Los mismos cambios habían sido observados en los cerebros de ratas a las que se les había dado inyecciones repetidas de cocaína y morfina.

En un artículo del Journal of Neuroscience, el doctor Bruce Hope, líder del equipo de investigación, dice que "el presente estudio confirma que las neuroadaptaciones inducidas por drogas que se observaron en animales también se observan en los humanos".

Los investigadores indican que las diferencias encontradas en los cerebros de los fumadores y los no fumadores "pueden contribuir a alteraciones de largo plazo en la recompensa proporcionada por la nicotina y por la adicción en los humanos".

Los investigadores dicen que esto indica que los cambios continúan mucho después de que se ha dejado de fumar y que pueden contribuir a una recaída.

El doctor John Stapleton, del Centro Nacional de Adicciones en el King's College de Londres, dice: "Sería sorprendente si el tomar grandes dosis de una droga como la nicotina muchas veces al día durante muchos años no resultara en cambios duraderos en el cerebro".

"Los nuevos resultados nos acercan a entender estos cambios", dijo Stapleton.

"La cuestión principal sigue siendo si estos cambios son responsables en parte por la naturaleza intratable del fumar y de la recaída muchos años después de haberlo dejado".

Los investigadores del Instituto Nacional para el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés), observaron muestras de tejido cerebral humano del núcleo accumbens y de la parte ventral del cerebro medio -las partes del cerebro que desempeñan un papel en el control de comportamientos adictivos.

Se tomaron ocho muestras de personas que fumaron hasta su muerte, ocho de personas que fumaron hasta 25 años antes del fallecimiento, y ocho de no fumadores.

Todos murieron por causas que no tenían que ver con el cigarrillo.

Recaída

Los científicos observaron los niveles de dos enzimas, la proteína kinasa A y la adenilato-ciclasa. Las dos convierten las señales químicas como la dopamina, que existe fuera de las células, en algo que puede entenderse dentro de ellas.

Sería sorprendente si el tomar grandes dosis de una droga como la nicotina muchas veces al día durante muchos años no resultara en cambios duraderos en el cerebro
John Stapleton, del Centro Nacional de Adicciones

Se descubrió que los fumadores tenían niveles más altos de estas enzimas en el núcleo accumbens, una parte del cerebro que procesa la información relacionada con las motivaciones y las recompensas, sobre la cual casi todas las drogas ilícitas tienen capacidad de acción.

Sin embargo, los niveles de ambas enzimas también eran alto en el área del cerebro medio que responde a la dopamina, que actúa como una "recompensa química" en fumadores y ex fumadores.

Los mismos cambios habían sido observados en los cerebros de ratas a las que se les había dado inyecciones repetidas de cocaína y morfina.

En un artículo del Journal of Neuroscience, el doctor Bruce Hope, líder del equipo de investigación, dice que "el presente estudio confirma que las neuroadaptaciones inducidas por drogas que se observaron en animales también se observan en los humanos".

Los investigadores indican que las diferencias encontradas en los cerebros de los fumadores y los no fumadores "pueden contribuir a alteraciones de largo plazo en la recompensa proporcionada por la nicotina y por la adicción en los humanos".

Los investigadores dicen que esto indica que los cambios continúan mucho después de que se ha dejado de fumar y que pueden contribuir a una recaída.

El doctor John Stapleton, del Centro Nacional de Adicciones en el King's College de Londres, dice: "Sería sorprendente si el tomar grandes dosis de una droga como la nicotina muchas veces al día durante muchos años no resultara en cambios duraderos en el cerebro".

"Los nuevos resultados nos acercan a entender estos cambios", dijo Stapleton.

"La cuestión principal sigue siendo si estos cambios son responsables en parte por la naturaleza intratable del fumar y de la recaída muchos años después de haberlo dejado".

Fuentes:

BBC en español

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