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28 de julio de 2015

Stephen Hawking y otros 1.000 expertos alertan sobre el peligro de los 'robots asesinos'

SkyNet está a la vuelta de la esquia y las mentes más lúcidas de nuestra época se encargargan de darnos la advertencia.

Más de 1.000 científicos y expertos en tecnología han firmado una carta en la que alertan sobre el peligro de desarrollar los llamados 'robots asesinos', es decir, armas autónomas programadas con inteligencia artificial. El manifiesto -firmado por el astrofísico británico Stephen Hawking, el emprendedor Elon Musk, presidente de Tesla y SpaceX, y el cofundador de Apple, Steve Wozniak- afirma que "la aplicación militar de la inteligencia artificial a la carrera de armamentos es una mala idea".



No es la primera vez que figuras como Hawking y Musk denuncian los peligros de los 'robots asesinos', pero el tono de esta nueva carta, que se presentará este martes en Buenos Aires, durante una conferencia internacional sobre inteligencia artificial, es especialmente dramático.

Las posibles aplicaciones militares de la inteligencia artificial han desencadenado una gran polémica en los últimos años, y el debate incluso ha llegado hasta Naciones Unidas, que ha dedicado reuniones de expertos a este tema e incluso se ha planteado una prohibición internacional de esta tecnología.

Ahora, los firmantes de la nueva carta han pedido que se prohíba específicamente el uso de la inteligencia artificial para el desarrollo de armas que podrían funcionar "más allá del control humano".

"De la misma manera que la mayoría de los químicos y los biólogos no tienen ningún interés en desarrollar armas químicas o biológicas, la mayor parte de los investigadores en el campo de la inteligencia artificial no tienen interés alguno en la construcción de armas basadas en esta tecnología", afirma este manifiesto.

El profesor del MIT Noam Chomsky, el responsable de inteligencia artificial de Google, Demis Hassabis, y el filósofo Daniel Dennett también han firmado esta carta de protesta. El texto, que ha sido publicado en internet por el Future of Life Institute (FLI) de la Universidad de Oxford, será distribuido entre todos los participantes de la Conferencia sobre Inteligencia Artificial que se celebra esta semana en Buenos Aires.

El pasado mes de diciembre, Stephen Hawking ya manifestó claramente su postura contraria a las aplicaciones militares de la inteligencia artificial, en una entrevista con la BBC: "Los seres humanos, que están limitados por una evolución biológica lenta, no podrían competir con la inteligencia artificial, y serían superados por ella". Por ello, el astrofísico considera que esta tecnología, si no se regula adecuadamente en lo que respecta a sus posibles aplicaciones militares, podría poner en riesgo el futuro de la Humanidad.


Tomado de:

El Mundo (España)

15 de abril de 2013

Cartas de amor anónimas para mejorar la salud mental

A quien encuentre esta carta 

Usted y yo no nos conocemos. Quizá nunca nos sentemos juntos y riamos mientras tomamos una taza de café. Quizá nunca bailemos en los mismos círculos ni bostecemos juntos a medianoche. Nada de eso me importa. Es tan pequeño e insignificante en comparación con las cosas que me gustaría que Ud. supiera: que es encantador/a. Que Usted merece la pena. Que esas manos suyas están hechas para cosas poderosas.
Probablemente crea que estoy loca. Lo más seguro es que esté sentado/a con esta carta en sus manos pensando: 'No puedes saber esto… no me conoces… no conoces nada de mí'. Y sí, tiene razón. Pero conozco todas las cosas que pensé que yo nunca merecía.

Sé lo difícil que fue para mí quererme y valorarme e incluso sentir que mi reflejo en el espejo merecía la pena. Y por lo tanto sé que no soy la única que necesita un estímulo algunos días, ni la única que necesita saber que le importo a alguien en algún lugar.

Usted me importa. De una forma que no puedo explicar, me importa. Y Ud., es una maravilla…. Usted y todo su ser".

Con cariño,

Una chica que intenta encontrar su camino

Escritura

Los actos arbitrarios de generosidad pueden mejorar la salud mental.

"Usted me importa. De una manera que no puedo explicar, me importa. Y usted es una maravilla… Usted y todo su ser".

No es algo que normalmente escribiríamos a un completo desconocido.
Pero después de graduarse en la facultad y trasladarse a la ciudad de Nueva York, Hannah Brencher se sentía ansiosa y deprimida. Se vio sin ganas de estar con otra gente.

Comenzó a escribir cartas de amor a extraños, dejándolas por todos los rincones de la ciudad. La primera carta que dejó en un tren simplemente decía: "Si encuentra esta carta, es para Usted".

Desde entonces ha dejado cartas en bibliotecas y cafés, e incluso las ha escondido en los alrededores del edificio de Naciones Unidas.

"Lo que sentí es que mi tristeza y soledad quedaron en un segundo plano", le dijo a la BBC. "Encontré algo que me permitía dejar de centrarme en mí misma".

Amabilidad inesperada

Hannah y su campaña "Más cartas de amor" son parte de un creciente grupo de organizaciones que pregonan los efectos beneficiosos de los actos de amabilidad arbitrarios, tanto para quienes los realizan como para quienes los reciben.

Puede sonar un poco a sinsentido moderno para algunas personas, pero nuevas investigaciones sugieren que ser amable puede ser bueno para la salud mental.

Un estudio publicado en la revista Emotion constató que realizar actos de generosidad puede ayudar a las personas con ansiedad social a sentirse más positivas.

Lynn Alden y Jennifer Trew, de la Universidad de British Columbia, le pidieron a voluntarios con altos niveles de ansiedad social que llevaran a cabo actos de amabilidad dos días a la semana en un período de cuatro semanas.

"Se trataba de darle un pequeño regalo a alguien, de ir a buscarlo al trabajo, o visitar a alguien enfermo, o darle las gracias a un conductor de bus. En realidad, eran actos relativamente pequeños", explicó Alden.

Quizá lo eran, pero tenían un impacto muy grande.

Lea el artÍculo completo en:

BBC Ciencia

27 de marzo de 2013

Cartas inéditas revelan el lado emocional de Charles Darwin



Carta de Darwin a Hooker


La pena de ver a su hijo destruido tras la muerte de su nuera y la comparación de su teoría de la evolución con "la confesión de un asesinato" son algunas de las joyas que se pueden encontrar en una colección de cartas inéditas escritas de puño y letra por Charles Darwin.

La colección de más de 1.400 cartas pronto estará disponible online, publicadas por el Proyecto de Correspondencia de Darwin de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido. 

Éstas tienen un alto contenido emocional y están dirigidas a su mejor amigo, el botánico Joseph Hooker. De las muchas cartas que Darwin escribió y recibió en su vida, algunas de las más importantes precisamente forman parte de la correspondencia con Hooker durante 40 años.

Aparte del seguimiento del desarrollo de las ideas científicas de Darwin, las misivas dan una visión íntima de una amistad victoriana.

Tinte personal

Lo que más llama la atención de los documentos es el tinte personal que contienen.

En una conmovedora carta, escrita en 1876, Darwin escribió sobre la muerte en el parto de la esposa de su hijo Francis.

"La pobre Amy tuvo convulsiones severas debido a una falla en sus riñones. Después de las convulsiones se dejó caer en un sopor del que nunca se recuperó", escribe.


Carta de Darwin

Carta de Darwin a Hooker. Cortesía de Darwin Estate y Cambridge University Library.

"Es un consuelo inefable el que no haya sufrido ni sabido que se iba para siempre del lado de su amado esposo. Ha sido un golpe más amargo para todos nosotros".

Unos años antes, Hooker le había escrito sobre la muerte de su propia hija, dirigiéndose a él como "Querido viejo Darwin", y diciendo: "Acaban de enterrar a mi niñita querida y vi tu nota".

Darwin recuerda los sentimientos de su amigo a partir de su dolor compartido.

"Te agradezco tu amable y sentida carta. Cuando te escribí desde Glasgow (carta que entiendo llegó demasiado tarde) no había olvidado tu antiguo dolor, pero no quise referirme a él ya que sabía que no sería bueno de mi parte hacerte revivir estos antiguos sentimientos, pero no me pude resistir a escribirte".

La misiva también revela la cercanía de los lazos familiares de Darwin, en particular su preocupación por su hijo.

"Nunca he visto a nadie sufrir tanto como el pobre Frank. Él ha ido al norte de Gales para enterrar el cuerpo en una pequeña iglesia entre las montañas (...) Me alegro de saber que él está decidido a hacer un esfuerzo y mantenerse trabajando ¿Hasta dónde será capaz de mantener esta sabia resolución? No lo sé".

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia


27 de enero de 2013

Historia: Carta de Karl Marx a Abraham Lincoln



Muy señor mío:

Saludamos al pueblo americano con motivo de la reelección de Ud. por una gran mayoría.

Si bien la consigna moderada de su primera elección era la resistencia frente al poderío de los esclavistas, el triunfante grito de guerra de su reelección es: ¡muera el esclavismo!

Desde el comienzo de la titánica batalla en América, los obreros de Europa han sentido instintivamente que los destinos de su clase estaban ligados a la bandera estrellada. ¿Acaso la lucha por los territorios que dio comienzo a esta dura epopeya no debía decidir si el suelo virgen de los infinitos espacios sería ofrecido al trabajo del colono o deshonrado por el paso del capataz de esclavos?

Cuando la oligarquía de 300.000 esclavistas se abrevió por vez primera en los anales del mundo a escribir la palabara «esclavitud» en la bandera de una rebelión armada, cuando en los mismos lugares en que había nacido por primera vez, hace cerca de cien años, la idea de una gran República Democrática, en que había sido proclamada la primera Declaración de los Derechos del Hombre [2] y se había dado el primer impulso a la revolución europea del siglo XVIII, cuando, en esos mismos lugares, la contrarrevolución se vanagloriaba con invariable perseverancia de haber acabado con las «ideas reinantes en los tiempos de la creación [19] de la constitución precedente», declarando que «la esclavitud era una institución caritativa, la única solución, en realidad, del gran problema de las relaciones entre el capital y el trabajo», y proclamaba cínicamente el derecho de propiedad sobre el hombre «piedra angular del nuevo edificio», la clase trabajadora de Europa comprendió de golpe, ya antes de que la intercesión fanática de las clases superiores en favor de los aristócratas confederados le sirviese de siniestra advertencia, que la rebelión de los esclavistas sonaría como rebato para la cruzada general de la propiedad contra el trabajo y que los destinos de los trabajadores, sus esperanzas en el porvenir e incluso sus conquistas pasadas se ponían en tela de juicio en esa grandiosa guerra del otro lado del Atlántico. Por eso la clase obrera soportó por doquier pacientemente las privaciones a que le había condenado la crisis del algodón [3], se opuso con entusiasmo a la intervención en favor del esclavismo que reclamaban enérgicamente los potentados, y en la mayoría de los píses de Europa derramó su parte de sangre por la causa justa.

Mientras los trabajadores, la auténtica fuerza palítica del Norte, permitían a la esclavitud denigrar su propia república, mientras ante el negro, al que compraban y vendían, sin preguntar su asenso, se pavoneaban del alto privilegio que tenía el obrero blanco de poder venderse a sí mismo y de elegirse el amo, no estaban en condiciones de lograr la verdadera libertad del trabajo ni de prestar apoyo a sus hermanos europeos en la lucha por la emancipación; pero ese obstáculo en el camino del progreso ha sido barrido por la marea sangrienta de la guerra civil [4].

Los obreros de Europa tienen la firme convicción de que, del mismo modo que la guerra de la Independencia [5] en América ha dado comienzo a una nueva era de la dominación de la burguesía, la guerra americana contra el esclavismo inaugurará la era de la dominación de la clase obrera. Ellos ven el presagio de esa época venidera en que a Abraham Lincoln, hijo honrado de la clase obrera, le ha tocado la misión de llevar a su país a través de los combates sin precedente por la liberación de una raza esclavizada y la transformación del régimen social.



NOTAS

[1] El "Mensaje" de la Asociación Internacional de Trabajadores a A. Lincoln, Presidente de los EE.UU., con motivo de su segunda elección al cargo de Presidente, fue escrito por Marx de acuerdo con la decisión del Consejo General. En el momento más álgido de la guerra civil de los EE.UU., este "Mensaje" tuvo mucha significación.-
[2] Trátase de la "Declaración de la independencia" adoptada el 4 de julio de 1776, en el Congreso de Filadelfia, por los delegados de 13 colonias inglesas en América del Norte. Se proclama en ella que las colonias norteamericanas se separan de Inglaterra para constituir una república independiente: los Estados Unidos de América. En dicho documento se formulan principios democrático-burgueses, como la libertad del individuo, la igualdad de los ciudadanos ante la ley, la soberanía del pueblo, etc. Sin embargo, la burguesía y los grandes propietarios de tierras norteamericanos vulneraban desde el comienzo los derechos democráticos proclamados en la Declaración, apartaban a las masas populares de la participación en la vida política y conservaron la esclavitud. Los negros, que formaban una parte considerable de la población de la república, quedaron privados de los derechos humanos elementales.
[3] La crisis del algodón fue provocada por el cese de los envíos de algodón desde América por causa del bloqueo de los Estados esclavistas meridionales por la flota del Norte durante la guerra civil. Una gran parte de la industria de tejidos de algodón de Europa estuvo paralizada, lo cual repercutió gravemente en la situación de los obreros. Pese a todas las privaciones, el proletariado europeo apoyaba resueltamente a los Estados del Norte.
[4] La guerra civil de Norteamérica (1861-1865) se libró entre los Estados industriales del Norte y los sublevados Estados esclavistas del Sur. La clase obrera se Inglaterra se opuso a la política de la burguesía nacional, que apoyaba a los plantadores esclavistas, e impidió con su acción la intervención de Inglaterra en esa contienda.
[5] La guerra de la Independencia de las colonias norteamericanas de Inglaterra (1775-1783) contra la dominación inglesa debió su origen a la aspiración de la joven nación burguesa norteamericana a la independencia y a la supresión de los obstáculos que impedían el desarrollo del capitalismo. Como resultado de la victoria de los norteamericanos se formó un Estado burgués independiente: los Estados Unidos de América.


Tomado de:

Marxists.org

15 de enero de 2013

Investigadores del MIT piden al Instituto una disculpa ante la injusticia sobre Swartz

En una carta abierta emitida hace unas horas desde el MIT, y firmada hasta ahora por 83 investigadores, se pide al Instituto una disculpa pública por el silencio ante la acusación federal injusta contra Aaron Swartz

Una carta donde son los actores principales del MIT los que evalúan el comportamiento de la institución ante la figura del joven tristemente fallecido estos días. (Vía ALT1040)

Aaron Swartz

La carta, la cual está siendo firmada por científicos y miembros del Instituto, pretende así dejar constancia de parte de quién se encuentran los trabajadores que la firman, sólo ellos, ya que añade finalmente que la misma no pretende representar al MIT como sociedad.

Una carta que dice así:
Los abajo firmantes pedimos que el MIT presente una disculpa por su silencio ante la acusación federal injusta contra Aaron Swartz para las acciones que causaron poco o ningún daño a personas individuales o al propio MIT. Frente a una multa de 1 millón de dólares y más de 35 años de prisión si era declarado culpable de 13 cargos de delitos graves relacionados co la descarga de artículos de revistas académicas en la red del MIT, Aaron se suicidó el 11 de enero del 2013.
Creemos que el MIT debería haber emitido un comunicado criticando los cargos excesivamente duros contra Aaron a la luz de los hechos siguientes:
  • Aaron usó una red abierta del MIT para tener acceso a los artículos de JSTOR a través de la suscripción legal de la revista del MIT. En el peor de los casos, hizo uso de un script para automatizar la descarga de 4,8 millones de artículos de JSTOR violando los términos de uso, algo por lo que no fue acusado.
  • Aaron nunca distribuyó cualquiera de estos artículos para el público. De hecho, devolvió todas las copias de las descargas y prometió que no las compartiría, una vez que fue arrestado.
  • JSTOR declaró que no tenía ningún interés en la búsqueda de un litigio civil contra Aaron y pidió que el litigio penal desistiera.
Aarón era un activista social, defensor del libre acceso al conocimiento, y amigo de muchos en la comunidad del MIT. Nos entristece enterarnos de su muerte y mostramos nuestro apoyo a su familia y a la crítica social de la inacción del MIT en contra de "un sistema de justicia penal plagado de intimidación y persecución de la divulgación".

16 de diciembre de 2012

Hawking pide el indulto para Alan Turing, condenado por homosexualidad en 1952

Alan Turing. | EM

Alan Turing. | EM
En 1952 el matemático Alan Turing, que descifró códigos nazis durante la II Guerra Mundial, fue condenado y castrado químicamente por ser homosexual. 60 años después Stephen Hawking y otros diez científicos se han dirigido al Gobierno británico para pedir su indulto póstumo.

En una carta publicada este viernes por el diario 'Daily Telegraph', el grupo de científicos insta al primer ministro conservador, David Cameron, a que "perdone formalmente" al matemático, que ayudó a descifrar el código alemán Enigma.

Con 43 años, Turing se suicidó en 1954 envenenándose con cianuro tras su condena por homosexualidad, entonces ilegal en el Reino Unido.

Además de la carta -firmada por científicos como el astrónomo real Martin Rees o Paul Nurse, responsable de la Royal Society-, se ha presentado una moción en la Cámara de los Lores para que Turing sea perdonado antes de que acabe el curso político.

En opinión de los firmantes, Turing fue "uno de los matemáticos más brillantes de la era moderna", que protagonizó el "extraordinario logro" de descifrar los códigos generados por la máquina Enigma, con la que los nazis enviaban sus mensajes secretos durante la contienda mundial.

Michael Grade, que preparó la carta, expresó su deseo de que Cameron use su autoridad para perdonar a Turing, teniendo en cuenta el "brutal" tratamiento que recibió: "Es algo de lo que nosotros, como país, debemos avergonzarnos", señaló en declaraciones a "The Telegraph".

Perdón sin indulto

En 2009, el primer ministro Gordon Brown pidió perdón al matemático que, según sus palabras, fue tratado de forma "horrible", pero no lo perdonó oficialmente.

Otro intento de indulto fue frustrado el pasado febrero por la coalición gubernamental de conservadores y liberaldemócratas. Tom McNally, del ministerio de Justicia, admitió que la decisión era "chocante" pero que el perdón "no se consideró apropiado ya que Turing fue propiamente condenado por lo que en esa época era un delito criminal".

"Tenemos el caso de alguien del que estamos muy orgullosos de llamar genio pero que no somos capaces de perdonar por tener la orientación sexual 'equivocada' en la década de los 60", lamentó Grade.


Fuente:

El Mundo Ciencia

11 de diciembre de 2012

¿Cómo era la ‘blogosfera’ en el siglo XVIII si ni siquiera existía Internet?



Como ya empezamos a intuir en Tecnologías que generaron tanto entusiasmo como el que hoy genera Internet, Internet no es algo tan nuevo y revolucionario como creemos, al menos a nivel conceptual. Hasta el punto de que podríamos afirmar que en los siglos XVII y XVIII empezó a nacer una dinámica blogosfera, la República de las Letras.

En aquella época, por primera vez, si aparecía un libro interesante, enseguida se vendía hasta su último ejemplar. Y entonces no tardaba en reimprimirse y en traducirse a varios idiomas, lo que llevaba aparejado que cientos de personas generaran comentarios en panfletos, correspondencia y libros adicionales, tal y como sucede hoy en día en un blog.

¿Y el correo electrónico? Obviamente no existía la inmediatez actual, pero pensadores como Locke o Newton se enviaron decenas de miles de cartas. Voltaire escribió nada menos que 18.000 cartas. Todo iba más lento, pero había gente que se comunicaba en la distancia de una forma que recuerda poderosamente al correo electrónico, a Twitter o a los comentarios de los blogs.


Todo iba lento, sí, pero, tal y como explica el psicólogo cognitivo Steven Pinker en su libro Los ángeles que llevamos dentro:
aunque todo sucedía con la suficiente rapidez como para que fuera posible lanzar ideas, criticarlas, amalgamarlas, perfeccionarlas y llamar con ellas la atención de las personas en el poder. Un ejemplo demostrativo es “De los delitos y las penas”, de Beccaria, que causó sensación de inmediato y supuso un gran impulso para conseguir la abolición de los castigos en toda Europa.
Si queréis leer más ejemplos de cómo las novelas y los comentarios al margen que suscitaban consiguieron transformar el mundo, ampliando los círculos de empatía de la sociedad, os recomiendo leer la serie de artículos De cómo las novelas han salvado el mundo: abolición de la esclavitud, malos tratos, sufrimiento ajeno y otras tragedias.

Esta blogosfera victoriana consiguió cambios en nada desdeñables si los comparamos con los cambios que provoca la blogosfera contemporánea, lo que puso en evidencia lo importante que es compartir las ideas, evitar el hermetismo, unirse a grandes comunidades.

En ese sentido, las ciudades modernas funcionan como blogosferas analógicas, porque reúnen una masa crítica de mentes diversas, incluso las mentes más disidentes o inconformistas, que pueden refugiarse en pequeños nichos sociales. Tal vez la blogosfera analógica más importante de la época fue Ámsterdam.


Si queréis conocer mis impresiones sobre Ámsterdam, podéis leerlas aquí, pero dejando aparte mis manías, lo cierto es que Ámsterdam, durante la Edad de Oro holandesa del siglo XVII, llegó a ser uno de los puertos más bulliciosos del mundo. Por allí entraban toda clase de bienes, ideas, dinero y personas, tal y como sigue explicando Steven Pinker:
Allí tenían cabida católicos, anabaptistas, protestantes de diversas confesiones y judíos cuyos antepasados habían sido expulsados de Portugal. Albergaba numerosas editoriales con una actividad dinámica y eficiente al imprimir libros polémicos y exportarlos a países donde habían sido prohibidos. Un amsterdamés, Spinoza, sometió la Biblia a un análisis literario y elaboró una teoría que no dejaba margen para un Dios animado. En 1656 fue excomulgado por su comunidad judía, cuyos miembros, con el recuerdo de la Inquisición todavía fresco, tenían miedo de causar problemas entre los cristianos de alrededor. Para Spinoza no fue ninguna tragedia, como habría podido serlo si hubiera vivido en un pueblo aislado, pues simplemente se mudó a otro barrio y de ahí a otra ciudad holandesa tolerante, Leiden. En ambos sitios fue bien recibido en la comunidad de escritores, pensadores y artistas.
Si queréis leer más cómo las ciudades han sido catalizadores de ideas nuevas no os perdáis mi serie de artículos sobre el tema: Ley de Kleiber o que en las ciudades viven más personas innovadoras que en el campo.

Los tiranos políticos y religiosos intuyen el poder subversivo del intercambio de ideas, del flujo de información y de personas, por ello siempre han prohibido la libertad de expresión, de escritura (y de lectura) y de asociación. La blogosfera digital permite todo lo anterior de una forma más rápida y eficaz.
Un campus global incrementa no sólo la complejidad de las ideas sino la calidad de las mismas. (…) La luz del sol es el mejor desinfectante, y exponer una idea mala a la mirada crítica de otras mentes procura al menos una posibilidad de que se marchite y muera.
Así que aquí abajo tenéis vuestro espacio de comentarios, como en una República de las Letras digital, para que nos enriquezcamos mutuamente, como antaño ocurrió en blogosferas analógicas como la de la Atenas clásica, la Venecia del Renacimiento, las revolucionarias Boston y Filadelfia o las ciudades de los Países Bajos como Ámsterdam.


Fuente:

Xakata Ciencia

25 de enero de 2011

Personalidades del Reino Unido se movilizan contra la venta de los bosques públicos

Un grupo de famosos ha pedido, el pasado domingo 23 de enero de 2011, en una carta pública al Gobierno británico del primer ministro David Cameron que no venda los bosques ingleses pues sería "una equivocación y una medida política miope". En la carta afirman que el proyecto de ley que se debate actualmente en el Parlamento británico amenaza con privatizar la totalidad de los bosques que son aún públicos.

El Estado es actualmente propietario de un 18% de la masa forestal de Inglaterra, pero los recortes presupuestarios pueden resultar en la venta de muchos de ellos, informa la BBC.

Entre los famosos que han firmado la carta figuran el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, la veterana actriz Judi Dench, la cantante Annie Lennox, la artista Tracey Emin, la diseñadora de moda Vivienne Westwood y el ex alcalde laborista de Londres Ken Livingstone.

"Somos una nación isleña, pese a lo cual más gente acude a los bosques que a la costa. Nuestros bosques albergan numerosas especies de plantas y de vida silvestre nativa. Consideramos muy discutible que generaciones futuras no tengan la garantía de unos bosques públicos", reza la carta.

La ministra del Medio Ambiente, Caroline Spelman, ha insistido, sin embargo, en que el Gobierno no proyecta la venta de las reservas naturales sino que quiere que las comunidades y las organizaciones benéficas participen más activamente en la protección de los hábitats importantes.

Pero el llamado Woodland Trust, organización dedicada a la defensa de la masa forestal, exige "garantías (por parte del Gobierno) de que se protegerán los bosques antes de que comience la venta".

Fuente:

El Mundo Ciencia

28 de febrero de 2007

Las cartas, un tesoro que se pierde
Internet cambia la forma en que se comunican los científicos y el trabajo de los futuros historiadores de la ciencia

ROBERT P. CREASE 28/02/2007

Hasta hace bastante poco, las cartas eran el modo más habitual -y con frecuencia el único- en que los científicos se comunicaban informalmente entre ellos. Por tanto, no es sorprendente que los historiadores de la ciencia hayan recurrido durante mucho tiempo a las cartas como inestimables fuentes de información.


Un impresionante ejemplo trata sobre la ahora famosa reunión mantenida en septiembre de 1941 entre Werner Heisenberg y Niels Bohr en la Dinamarca ocupada por los nazis, durante la cual los dos físicos, en una charla privada, pretendían complementar la visión del otro respecto a los avances hacia una bomba nuclear. Al principio, el relato más destacado de la misteriosa visita provino de una carta que Heisenberg envió en 1955 al escritor científico alemán Robert Jungk. Pero entre los papeles de Bohr había diversos borradores de cartas que escribió pero nunca envió a Heisenberg después de leer el relato de éste sobre el encuentro. En 2002, cuando la familia Bohr hizo públicos los borradores, las cartas sirvieron de correctivo para la versión de Heisenberg, y demostraron que era engañosa e interesada.

Ahora que el correo electrónico ha sustituido a la escritura de cartas como el principal medio de comunicación informal, hay que lamentarse por los historiadores científicos del futuro, que no podrán utilizar las cartas y los telegramas para determinar hechos y calibrar reacciones a acontecimientos. Además del episodio de Copenhague, otro ejemplo del papel de las cartas es la sorprendente conclusión de Stillman Drake, basada en la atenta lectura de la correspondencia de Galileo, de que el acontecimiento de la Torre Inclinada ocurrió de verdad. Y de todas las reacciones al descubrimiento de la violación de la paridad en 1957, la expresión más simple y directa de conmoción provino de Robert Oppenheimer. Tras recibir un telegrama de Chen Ning Yang con la noticia, Oppenheimer respondió: "Caído sentado".

Las cartas también resultan útiles a los historiadores porque a menudo puede descubrirse con más claridad la personalidad de los científicos en comunicaciones informales que en documentos oficiales. A Catherine Westfall, que ha escrito historias de los laboratorios nacionales Fermilab y Argonne de Estados Unidos, le gusta señalar que las cartas a menudo revelan estilos de liderazgo de formas sorprendentes. "[El ex director de Fermilab] Robert R. Wilson sabía que estaba haciendo historia y era irónicamente consciente de sí mismo", me dijo Westfall en una ocasión. "Leon Lederman [otro director de Fermilab] contaba chistes, [mientras que el ex director de Argonne] Hermann Grunder escribía cartas que en realidad eran listas inacabables de tareas".

Los historiadores también emplean las cartas para reconstruir procesos mentales. Por ejemplo, no podríamos esperar comprender el desarrollo de la mecánica cuántica sin estudiar los enérgicos intercambios de correspondencia entre gente como Bohr, Dirac, Heisenberg, Pauli y otros cuando desarrollaron la teoría en los años veinte. De hecho, el historiador David Cassidy no decidió escribir su biografía de Heisenberg hasta que acompañó a la viuda del físico a su ático y la vio sacar un baúl de cartas personales suyas, y añadió que no podría haber completado la biografía sin ellas. Cassidy dijo también que la forma de comprender la conducta de Heisenberg durante el Tercer Reich es estudiar sus misivas casi semanales a su madre.

Los historiadores del American Institute of Physics (AIP), que trabajan en un proyecto para documentar la historia de la física en la industria, han encontrado indicios sobre cómo Internet y los ordenadores están transformando la comunicación científica.

Por supuesto, el correo electrónico es más barato, fomenta un pensamiento más rápido e introduce una peculiar amalgama de lo personal y lo profesional. Los historiadores del AIP también han detectado un declive en el uso de cuadernos de laboratorio, y han descubierto que los datos a menudo se almacenan directamente en archivos de ordenador. Por último, han señalado la influencia de PowerPoint, que puede anquilosar el debate científico y restarle audacia; también suele reducir el nivel intelectual de la información cuando los científicos envían presentaciones en PowerPoint en lugar de informes formales.

Sin embargo, por lo general, estas nuevas técnicas de comunicación son buenas para los científicos, y fomentan una rápida comunicación y una desaparición de las jerarquías. Pero para los historiadores tienen sus pros y sus contras. No es sólo que el buscar en un disco duro o una base de datos sea menos romántico que estudiar minuciosamente una polvorienta caja de cartas viejas en un archivo. Y tampoco es que el tipo de información que contienen los correos electrónicos difiera del de las cartas. Es mucho más preocupante la cuestión de si el correo electrónico y otros datos electrónicos serán preservados.

Por supuesto, podemos perder una carta, y un ejemplo clásico es la pérdida de gran parte de la correspondencia de Planck por culpa de una bomba aliada en la Segunda Guerra Mundial. Pero los desafíos de la preservación electrónica son mucho más amplios e inmediatos. Como observa el historiador del AIP Spencer Weart: "Tenemos papel del año 2000 a.C, pero no podemos leer el primer correo electrónico que se envió. Tenemos los datos y la cinta magnética, pero el formato se ha perdido". A Weart le gusta citar el comentario del investigador de RAND Jeff Rothenberg: "Sólo es una broma hasta cierto punto el decir que la información digital dura para siempre, o cinco años, lo que llegue antes", que significa que la información sólo perdura si se traslada regularmente a otro formato.

Este problema ha inspirado varios programas para fomentar la conservación de la documentación electrónica. Uno de ellos es Persistent Archives Testbed Project, una colaboración entre diversas instituciones estadounidenses para desarrollar una herramienta que archive datos electrónicos (información en slac.stanford.edu/history/projects.shtml). El otro es el Dibner-Sloan History of Recent Science and Technology Project (authors.library.caltech.edu/5456), que no sólo pretende archivar digitalmente documentos importantes, sino también implicar a los científicos que han participado en situarlos en un contexto histórico.

La tecnología, desde los lápices a los ordenadores, no sólo ha transformado la naturaleza y el contenido de la comunicación, sino también las prácticas que dependen de ella. La comunicación electrónica no sólo está cambiando la ciencia, sino también su historia. Los historiadores del futuro deberán recurrir a datos distintos de los de sus precursores para relatar de otra manera la historia de la ciencia.

No hay vuelta atrás, como ilustra de nuevo el episodio de Bohr y Heisenberg. De haber existido la Red cuando Bohr escribió sus inestimables cartas a Heisenberg, es probable que no se hubiese conservado su correspondencia. Sin embargo, cuando la familia Bohr decidió ofrecer los borradores al público, ¿dónde colocó el material? En Internet.

Robert P. Crease (rcrease@notes.cc.sunysb.edu) es director del Departamento de Filosofía de la State University of New York en Stony Brook e historiador del Brookhaven National Laboratory. El artículo se publicó originalmente en el número de enero de 2007 de la revista Physics World.


Fuente:

Diario El Mundo
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