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27 de noviembre de 2019

En Lima existen 631 puntos críticos para el recojo de basura

Defensoría del Pueblo: 98% de los más de 1,500 botaderos de basura que existen en el Perú deben ser clausurados.


El Informe 181 de la Defensoría del Pueblo, titulado ¿Dónde va nuestra basura?, arroja que entre el 2014 y el 2018, en Lima se generaró el 44% de los residuos sólidos municipales, con lo cual se ubica como el departamento que más residuos sólidos produce en el país. Le siguen las regiones Piura (5.4%), La Libertad (5.4%), Callao (4.7%), Arequipa (4.2%) y Lambayeque (4%), según estadísticas del Ministerio del Ambiente.

Así, en Lima Metropolitana y Callao se han identificado 631 puntos críticos de basura. Los 10 puntos con mayor riesgo se encuentran ubicados en San Juan de Miraflores, Villa El Salvador, Villa María del Triunfo, San Martín de Porres, Comas, Puente Piedra, Carabayllo, El Agustino, Santa Rosa y Lurín.
El Informe de la Defensoría también señala que, según el Ministerio del Ambiente, el 73% de los residuos sólidos que generamos son aprovechables. Sin embargo, el 80% de la basura es detinada a los botaderos y un 14.8% se destina a la quema o incineración, según data de INEI.

Sin embargo, un estudio de la Oefa arroja que existen 1585 botaderos de basura en el país, de los cuales el 98% debe ser clausurado. Solo un 2% puede convertirse en relleno sanitario. Estos 1585 botaderos representan 1973 hectáreas de tierras degradadas.

“Se deben realizar acciones para señalar, cerrar y recuperar sitios donde existan botaderos ilegales y abandonados. Darles tratamiento formal como sitios contaminados”, señala la Defensoría.

Fuente: Gestión (Perú)
 

26 de noviembre de 2019

El Everest es una víctima más de la codicia humana.


La foto que difundió el jueves 23 de mayo de 2019 el alpinista nepalí Nirmal Purja evidencia que las colas en el techo del mundo es un asunto que merece una profunda reflexión que atañe tanto a los aspirantes a coronar el Everest como al Gobierno de Nepal o a las agencias, que viven una época dorada. El Chomolungma (Madre del Universo, en tibetano) registró, hasta ayer, una desaparición y ocho muertes, siete de las cuales se han producido en sólo tres días, coincidiendo con los atascos masivos a la cumbre. 

Varias víctimas hollaron el techo del mundo pero desfallecieron inmediatamente o unos metros más abajo. Sus cuerpos, al límite, dijeron basta. La tragedia no se ha debido en este caso a aludes, resbalones o a caídas en grietas. Con toda la prudencia del mundo y a falta de verificar las primeras informaciones que llegan desde Nepal, estos últimos decesos responderían a patologías derivadas de la altura. Edemas, deshidratación, extenuación. Se sospecha que en algunas de ellas los largos tiempos de espera a más de 8.000 metros habrían influido en el fatal desenlace.

El Everest, la Madre del Universo, es una víctima más de la codicia humana. Cada primavera, en el lado nepalí se levanta un gigantesco campamento base, una suerte de pueblo de altura con más de 1.500 habitantes, entre clientes de las agencias, guías, cocineros, porteadores... Más arriba se van montado el resto de campos para preparar el ataque a cima. La basura se va acumulando y las expediciones que periódicamente se organizan para bajar los desechos no logran neutralizar por completo la suciedad.


La tragedia en el Everest responde a un cóctel muy peligroso compuesto en dosis demasiado elevadas de ego, afán de lucro y también de la temeraria inexperiencia de no pocas personas. El uso a tutiplén de oxígeno artificial y la inestimable ayuda de una legión de complacientes sherpas ha alumbrado la falsa creencia de que, con dinero, todo es posible. Un convencimiento alimentado por algunas compañías de trekking que apenas ponen límites a la insensatez, que priorizan
la cuenta de resultados a corto plazo.

A más de 8.000 metros, los cambios súbitos del tiempo, los aludes, los accidentes pueden dar al traste con todos los planes. Por eso, hay que tener muy bien atado todo lo que se puede prever. Lo primero, la preparación y la experiencia. El sentido común es un supuesto que no siempre se cumple y por eso se puede ver a personas que eligen el Everest como su primer ochomil.

El Gobierno de Nepal anuncia cada dos por tres medidas que nunca llega a aplicar para limitar el número de ascensos y minimizar los riesgos. También se barajó la posibilidad de que antes de ir a por el Everest se acredite haber subido otra cima de 8.000 metros. Pero las promesas no se materializan. Las autoridades nepalíes cobran unos 11.000 dólares por cada permiso que emiten para subir el techo del mundo, a los que cabe sumar otros 9.500 a repartir entre los integrantes de cada expedición por diferentes conceptos. China ha aumentado sus tarifas por el lado tibetano a cifras similares.
 
Y luego están las agencias que ofertan precios muy dispares. De 25.000 a 80.000 euros. Nadie quiere renunciar a su propósito. Unos atan en corto a su gallina de los huevos de oro y otros persiguen al precio que sea su sueño. Los alpinistas de larga trayectoria lamentan que algunas compañías acepten a todo tipo de clientes y no disuadan a los que flaquean de seguir rumbo arriba. La otra lectura es que cada uno es responsable de sus decisiones.

Una buena noticia llegó ayer. La alpinista francesa Élisabeth Revol, que fue rescatada el invierno del 2018 tras llegar a la cima del Nanga Parbat, sufrir severas congelaciones y perder a su compañero de cordada, coronó el jueves el Everest y ayer el Lhotse.

El Everest sigue ofreciendo múltiples posibilidades para los montañeros más comprometidos. Vías alejadas de la muchedumbre, donde no hay ni un alma.

 

28 de junio de 2019

Perú es el 22° país, a nivel mundial, con mayor grado de contaminación

El Perú se ubica en el puesto 22 a nivel mundial, como el país con mayor grado de contaminación ambiental, de acuerdo al reporte del 2018 de World Air Quality.

Y Lima es la otava ciudad más contaminada en América Latina.


Lima no solo se lleva la medalla de bronce –por catalogarse de alguna manera– al ubicarse en el tercer lugar como la ciudad con mayor congestión vehicular; sino que –además– se ubica como la octava ciudad más contaminada de Latinoamérica, de acuerdo al reporte del 2018 de World Air Quality.

Según este mismo reporte, el Perú se ubica en el puesto 22 a nivel mundial, como el país con mayor grado de contaminación ambiental. (Ver cuadro)

Contaminacion Ambiental
(Fuente: World Air Quality)

¿Qué generó este resultado? Según el reporte el exceso de autos, el deficiente sistema de transporte público, la mala organización de las rutas y la sobreoferta de taxis provocan que al menos 15,000 personas padezcan de enfermedades respiratorias y cardiovasculares producto de la contaminación.
A lo que se le suma la basura. Perú –según el Minam- produce 23 mil toneladas de basura al día.  A esto se le añade que existen 1,400 botaderos de basura, donde esta es recolectada, más no reciclada ni debidamente procesada. 

Ante ello la aseguradora Pacífico planteó cuatro tips para cuidar el planeta. ¿Cuáles son? 

1. Optar por transporte alternativo: El caótico caos vehicular que vive nuestra capital se debe al exceso de autos particulares. Si bien existen deficiencias en el transporte público, este es la mejor opción para dejar de emitir CO2 (gases contaminantes). 

Si tenemos la posibilidad de transportarnos a pie o en bicicleta, nuestra emisión de gases será nula. Además, con estos transportes alternos podemos realizar ejercicio, ahorrar dinero de gasolina o taxis además de que aportamos a que el tráfico disminuya. 

2. Antes de reciclar, ¡reducir y reusar! : El peruano promedio produce aproximadamente 1 kilo de basura al día. En su mayoría, estos desperdicios están conformados por utensilios de plástico que demoran entre 150 y 1,000 años en biodegradarse. 

Optar por utensilios de metal y nuestra propia botella pueden reducir en gran medida nuestro impacto negativo al ambiente. Asimismo, evitemos el uso de papel ya que para la elaboración de 1 tonelada se talan 15 árboles.  

3. ¡Separemos nuestros desperdicios! : Generar basura es a veces inevitable, por eso debemos ser conscientes y ayudar a facilitar el proceso de reciclaje. Separar nuestros residuos por categorías papel y cartón, vidrio y plástico; es la mejor opción. 

En este sentido, siendo conscientes de la falta de implementación de la cultura de reciclaje, el Minam lanzó este un aplicativo que nos permite encontrar los lugares más cercanos para dejar nuestros desperdicios. Esta iniciativa forma parte de la campaña ‘En casa yo reciclo’. 

4. El cambio parte de todos : Debemos aportar a las acciones que toman nuestras autoridades. Adoptando un compromiso con el ambiente mediante la reducción de nuestra basura y reciclándola podemos ayudar a que más personas se sumen, ya sea dejando de usar cañitas, llevando una bolsa de tela al momento de hacer las compras o incluso coordinar en nuestra residencia o barrio contenedores de reciclaje. 

Podemos averiguar si nuestra empresa o Municipalidad cuenta con un programa de reciclaje y si podemos contribuir con alguna asociación. 

 

1 de marzo de 2019

Tokyo 2020: medallas olímpicas se fabricarán a partir de chatarra electrónica

El país organizador de los Juegos Olímpicos Tokyo 2020 fabricará las medallas con desechos electrónicos reciclados. Japón recolectó celulares y computadoras en desuso.

“Seamos mejores, juntos, para el planeta y la gente”, es el lema de Tokyo 2020

En Tokyo 2020, las medallas para los Juegos Olímpicos de este año serán fabricadas a partir de un material reciclado, como una medida para el “bienestar del planeta”. A fin de reunir el material necesario, Japón lanzó una campaña para recolectar celulares y computadoras malogrados o en desuso.

El ‘Medal Project’ fue lanzado por Japón en abril de 2017, debido a que Tokio fue elegida como la ciudad para albergar los Juegos Olímpicos 2020. Este programa gubernamental tenía como fin conseguir una cantidad considerable de ‘basura’ electrónica.

Japón logró recolectar teléfonos inteligentes, cámaras digitales, juegos portátiles y computadoras. Hasta noviembre del año pasado, unas 2400 tiendas NTT DOCOMO y 1594 autoridades municipales actuaron como centros de acopio.

Hasta octubre de 2018 se recolectó el 93,7% de oro, 85,4% de la cantidad requerida de plata y el 100% de bronce. Se recolectaron “aproximadamente 47,488 toneladas de dispositivos descartados y más de 5 millones de teléfonos móviles usados”, según la página oficial de Tokyo 2020.

Esto significa que Japón recolectó 2,700 kg de bronce para los Juegos Olímpicos Tokyo 2020. Además, ha recolectado 3,500 kg de los 4,100 kg de plata que se requieren.

El Comité Organizador de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio, Japón, anunció que se espera que se alcance la meta de recolección para reciclar los dispositivos electrónicos hasta el 31 de marzo de 2019, el plazo final.

El uso de materiales electrónicos reciclados para los Juegos Olímpicos de este año está en consonancia con el lema de Tokyo 2020: “Seamos mejores, juntos, para el planeta y la gente”.


Tomado de: La República (Perú)

31 de enero de 2019

Basureros biodegradable en playas del Perú

Se trata del primero de 15 contenedores en forma de pez que serán instalados en diversas playas de la capital. El proyecto es llevado a cabo por el científico peruano Marino Morikawa. 


Durante este verano, varias playas de Lima contarán con basureros biodegradables diseñados en forma de pez construidos totalmente con bambú.

El primero de estos 15 contenedores ecológicos fue colocado en La Punta. La idea partió del científico peruanao Marino Morikawa cansado de ver como las playas se llenan cada verano de toneladas de desperdicios olvidados por los propios bañistas.

Cinco metros de largo. Dos metros de alto y dos y medio de ancho. Un peso aproximado de 45 kilos. Material: el bambú que es comprado a los agricultores de la selva central. 

Forrada con malla raschel utilizada generalmente en los galpones y que produce un 90% de sombra. Los primeros contenedores ecológicos del Perú tendrán la forma de diversas especies marinas del litoral. Morikawa acudió a la experiencia de los amigos de Janko Ecobicis, empresa que innova el uso del bambú pues es un material ideal para construir en espacios naturales protegidos.

Este es el primero de 15 contenedores en forma de pez que serán instalados en las playas de Lima. Próximamente en parques y aeropuertos. El reto es llevarlo a todo el país. 

“Tenemos que hacer algo pero de una forma no de un castigo sino imaginándonos de que esto sea amable no solamente para las personas sino dándole una concientización de que el mundo marino es también muy importante”, dijo Morikawa.



Fuente: Olas Perú

20 de noviembre de 2018

Joven de 24 años inició la limpieza del océano más grande del mundo

Boyan Slat es el joven de 24 años detrás del ambicioso plan de limpiar el basurero entre California y Hawai.


San Francisco.- Los ingenieros se lanzaron al mar el sábado 08 de setiembre de 2018 para desplegar un dispositivo de recolección de basura para acorralar la basura de plástico que flota entre California y Hawai en un intento de limpiar el mayor basurero del mundo en el corazón del Océano Pacífico.

La pluma flotante de 2,000 pies (600 metros) de largo estaba siendo remolcada desde San Francisco hasta el Great Pacific Garbage Patch, una isla de basura del doble del tamaño de Texas.

El sistema fue creado por The Ocean Cleanup, una organización fundada por Boyan Slat, un innovador de origen holandés de 24 años que se apasionó por la limpieza de los océanos cuando fue a bucear a los 16 años en el mar Mediterráneo y vio más plástico bolsas de pescado.

"El plástico es realmente persistente y no desaparece por sí solo y el momento de actuar es ahora", dijo Slat, agregando que los investigadores de su organización descubrieron que el plástico se remonta a los años 60 y 70 flotando en el parche.

La barrera flotante, en forma de U hecha de plástico y con una pantalla de 3 pies de profundidad, pretende actuar como una línea de costa, atrapando algunos de los 1,8 billones de piezas de plástico que los científicos estiman están girando en ese giro pero permitiendo que la vida marina nade con seguridad debajo de ella.


Equipado con luces de energía solar, cámaras, sensores y antenas satelitales, el sistema de limpieza comunicará su posición en todo momento, permitiendo que un buque de apoyo recoja el plástico recogido cada pocos meses y lo transporte a tierra firme donde será reciclado, dijo Lama.

Se espera que los contenedores llenos de redes de pesca, botellas de plástico, cestos de ropa y otros desperdicios plásticos recogidos por el sistema que se despliega el sábado vuelvan a la tierra dentro de un año, dijo.

Slat dijo que él y su equipo prestarán mucha atención a si el sistema funciona de manera eficiente y resiste las duras condiciones oceánicas, incluidas las enormes olas. Dijo que estaba deseando que un barco cargado de plástico volviera a puerto.

"Todavía tenemos que probar la tecnología ... que nos permitirá ampliar una flota de sistemas", dijo.

Ocean Cleanup, que recaudó $35 millones en donaciones para financiar el proyecto, incluido el director ejecutivo de Salesforce.com, Marc Benioff, y el cofundador de PayPal, Peter Thiel, desplegará 60 barreras de flotación libre en el Océano Pacífico para 2020.

Las barreras flotantes están hechas para resistir las duras condiciones climáticas y el desgaste constante. Permanecerán en el agua durante dos décadas y en ese momento recogerán el 90 por ciento de la basura en el parche, agregó.


George Leonard, científico en jefe de Ocean Conservancy, un grupo de defensa del medio ambiente sin fines de lucro, dijo que es escéptico. Slat puede lograr ese objetivo porque incluso si la basura plástica se puede sacar del océano, cada año se derrama mucho más.

Leonard dijo que 9 millones de toneladas (8 millones de toneladas métricas) de desechos de plástico ingresan al océano anualmente y que una solución debe incluir un enfoque múltiple, que incluye impedir que el plástico llegue al océano y más educación para que las personas reduzcan el consumo de contenedores de plástico de un solo uso.

"Si no impide que los plásticos fluyan hacia el océano, será una tarea de Sísifo", dijo Leonard, citando el mito griego de una tarea que nunca se completó. Agregó que el 15 de septiembre, alrededor de 1 millón de voluntarios de todo el mundo recogerán basura de playas y canales como parte de la Limpieza Costera Internacional anual de Ocean Conservancy. El año pasado, los voluntarios recogieron unas 10.000 toneladas de plásticos en todo el mundo durante más de dos horas, dijo.

Leonard también expresó su preocupación de que los animales marinos y la vida silvestre podrían enredarse con la red que colgará debajo de la superficie. Dijo que espera que el grupo de Slat sea transparente con sus datos y comparta información con el público sobre lo que sucede con el primer despliegue.

El sistema actuará como un "bote grande que permanece inmóvil en el agua" y tendrá una pantalla y no una red para que no haya nada con lo que la vida marina se enrede. Como una medida de precaución adicional, se desplegará un bote con biólogos marinos experimentados para asegurarse de que el dispositivo no dañe la vida silvestre, dijo Slat.

"Soy el primero en reconocer que esto nunca ha sucedido antes y que es importante recoger plástico en la tierra y cerrar los grifos del plástico que ingresa al océano, pero también creo que la humanidad puede hacer más de una cosa a la vez para abordar este problema ", dijo Slat.

Tomado de: DEBATE

14 de noviembre de 2018

Iniciativa financiera ecológica de niño arequipeño José Quisocala gana Premio Climático Infantil en Suecia

Obtuvo galardón Children’s Climate Prize 2018.


La iniciativa Eco-Banco o Banco Cooperativo del Estudiante, del niño arequipeño José Adolfo Quisocala Condori, ganó el premio Children’s Climate Prize 2018, conferido por Telge Energy, en reconocimiento a su proyecto, que constituye un ejemplo de emprendimiento ambiental en base a la educación e inclusión financiera para el desarrollo sostenible.

A sus cortos 13 años de edad, José Quisocala se ha convertido en un líder promotor del desarrollo social, económico y ambiental de los estudiantes del Perú, a través de actividades de educación e inclusión financiera para niños y jóvenes, con el propósito de enfrentar la pobreza y formar ciudadanía ambiental.

“Somos una organización estudiantil sin fines de lucro, creada con el propósito de promover desarrollo y bienestar para los estudiantes peruanos a través del modelo cooperativo. Por eso creamos un banco para niños y jóvenes, a quienes también les enseñamos de manera práctica y vivencial cómo funciona el sistema financiero, y hemos creado productos financieros propios para los niños y los jóvenes”, manifestó el galardonado estudiante, quien expresó su inmensa alegría por esta distinción internacional.

“En nuestro Banco, el dinero para todas las operaciones financieras es el residuo sólido, y nuestros clientes principales son los escolares”, anotó el visionario emprendedor, quien puso en marcha su proyecto hace más de cuatro años, cuando estudiaba en Primaria.

Quisocala Condori explicó que en el Eco-Banco, los niños reciben una cuenta de ahorro con tarjeta de débito, utilizan cajeros automáticos, realizan pagos en establecimientos comerciales y utilizan la red financiera creada para hacer sus operaciones financieras.

Destacó que su iniciativa tiene para los jóvenes, principalmente para las mujeres, un programa de formación empresarial juvenil llamado "Construyendo un Sueño", en donde se les enseña a construir su iniciativa empresarial y se les enseña a elaborar su Plan de Negocio. “Los mejores planes de negocio son financiados por nuestro Banco”, subrayó.
Aquí pódemos ver a los finalistas, todos con muy buenas propuestas: 



Aquí podemos ver el video oficial, del peruano ganador: 



“Formamos ciudadanía ambiental, responsable y participativa, haciendo del residuo sólido nuestra moneda para todas las operaciones de nuestra entidad financiera estudiantil”, remarcó.

El distinguido emprendedor infantil arequipeño sostuvo que su iniciativa busca también erradicar el trabajo infantil y reducir el desempleo juvenil.

“Queremos evitar que los niños y los jóvenes se queden algún día sin alimentarse o que abandonen el colegio por falta de dinero de sus padres. Buscamos también reducir el desempleo juvenil y hacer del ahorro la herramienta fundamental de lucha contra la pobreza”, enfatizó.

Este no es el primer reconocimiento que cosecha Quisocala Condori, estudiante de la institución educativa Luis H. Bouroncle de Arequipa. En 2013 quedó finalista del Concurso Internacional de Inclusión Financiera para niños y jóvenes de Estambul (Turquía).  De igual modo, ganó el premio internacional Financial Youth Finance Landscape del 2014, otorgado por Unicef y la CYFI en Nueva York.
En setiembre de 2012, el Ministerio del Ambiente le confirió un reconocimiento en el VII Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental. 

Fuentes:


3 de noviembre de 2018

Sara Purca: "No hay un metro de mar peruano que no esté contaminado con plástico"

Las proyecciones sugieren que para el 2050 habrá 250 millones de toneladas de plástico en el mar.

*El pasado 31 de octubre, la Comisión de Economía del Congreso aprobó el dictamen de la propuesta legislativa que promueve la reducción gradual del consumo de bolsas de plástico. A través de un impuesto, la iniciativa busca desincentivar su producción. Si bien aún falta que sea aprobada por el Pleno, es un gran avance. El daño que le hacen las bolsas al medioambiente es notable. Un claro ejemplo es nuestro litoral, en donde, según la oceanógrafa Sara Purca, "no hay metro cúbico que esté libre de microplásticos". Para conocer el impacto, a continuación, publicamos la entrevista que El Comercio le hizo a la especialista en abril de 2018.

Cada año millones de toneladas de basura ingresan al mar. En el Océano Pacífico crece una isla de basura gigante, considerada de las mayores concentraciones de desperdicios plásticos del mundo, que ya casi ha triplicado el tamaño de Francia. Las consecuencias son alarmantes, la ONU prevé que para el 2050 habrá más plásticos que peces en el mar.

El Perú no está exento de esta problemática. Nuestro estilo de vida dependiente de los productos sintéticos ha ocasionado que el ecosistema marino se vea cada vez más afectado. Para comprender las consecuencias que esto acarrea conversamos con Sara Purca, oceanógrafa peruana que desde hace más de 10 años vigila el mar de nuestro país.

Sara recibió el “Premio Nacional Por las Mujeres en la Ciencia” organizado por L’Oréal, Unesco, Concytec y la Academia Nacional de Ciencias, que busca reconocer la trayectoria de científicas peruanas y su valioso aporte al desarrollo del país.

El premio lo tuvo bien merecido, ya que su labor es de vital importancia para el futuro de todos. Ella actualmente se desempeña en el Imarpe (Instituto del Mar del Perú) investigando la contaminación por microplásticos en los recursos hidrobiológicos. Es decir, cómo afectan los pequeños polímeros que se desmenuzan de la basura plástica a la salud del océano.

Sara Purca es licenciada en Ingeniería Pesquera de la Universidad Nacional Federico Villarreal y cuenta con un doctorado en Oceanografía en la Universidad de Concepción en Chile.
 
¿Qué hace un oceanógrafo?
Se encarga de medir el estado del mar. No necesariamente si está saludable. Trata de conocer su estructura, composición y también cómo varía su temperatura y sus corrientes. Lo que comprende toda la parte física, química y biológica.

¿Y usted a qué se dedica?

Trabajé en el análisis de la serie de tiempo de la temperatura superficial del agua por casi 10 años y, como parte de mi tesis, propuse un indicador para medir El Niño, La Niña y la variabilidad estacional del mar al que llamé “índice de oscilación peruano”. Este índice permitió estudiar los tres fenómenos de una mejor forma.

En 2014, cambié al área de contaminación para dedicarme al tema de basura marina, específicamente a la contaminación por microplásticos. Se trataba de un nuevo proyecto de Imarpe que antes no existía como línea de investigación.

¿Qué son los microplásticos?

Son partículas plásticas menores a cinco milímetros. Podemos hablar incluso hasta de nanómetros, mil o un millón de veces más pequeños que el grosor de un cabello. Según su origen, se pueden clasificar en primarios y secundarios. Los primarios derivan de productos sintéticos como pastas dentales o bronceadores, pero principalmente de cosméticos. Los secundarios son partículas que se fragmentan debido a la erosión o degradación de materiales plásticos como el tecnopor o las famosas bolsas biodegradables.

¿Por qué son peligrosas estas partículas?

En Estados Unidos ya han hecho pruebas que muestran, por ejemplo, cómo personas que toman café todo los días en vasos de tecnopor desarrollan algún tipo de cáncer. Esto debido a que al entrar en contacto con el líquido caliente las partículas del vaso se desprenden y se van acumulando en el organismo.

¿Y qué pasa en el ecosistema marino?

Algo similar. Los microorganismos del mar (zooplancton) ingieren estos polímeros plásticos, pues no saben diferenciar entre partículas de nutrientes y partículas sintéticas. Todo este material queda atrapado en su tracto digestivo y hace que se sientan saciados, pero no los alimenta. Finalmente, mueren por inanición.
A su vez, los peces consumen el zooplancton contaminado y de esta manera el plástico va subiendo por la cadena alimenticia.

Y nosotros comemos esos peces...

Nosotros no comemos las vísceras del pescado (donde se almacenan las partículas), pero hay algunas partículas de polímeros que atraen toxinas y metales, las cuales pueden llegar hasta el músculo del animal. Eso sí nos puede afectar.

¿En los últimos años, cuánto ha avanzado la contaminación de microplástico en nuestro mar?

Ha avanzado al punto de que hoy no podemos encontrar un metro cúbico de mar limpio. Haciendo muestreo hemos encontrado que, por ejemplo, en la playa de Ventanilla tenemos 463 partículas de plástico duro por metro cuadrado de arena. La contaminación es tanta que se ha descubierto microfibras hasta en la Antártida, una zona remota a la que no tiene acceso casi nadie.

Las proyecciones sugieren que para el 2050 habrá 250 millones de toneladas de plástico en el mar, afectando a la pesca y a la industria alimentaria del mundo.

Basura en el mar
 En la playa de Ventanilla hay 463 partículas de plástico duro por metro cuadrado de arena. (Foto referencial: Pixabay)
 
¿Es posible limpiar el mar?

No es posible limpiar los polímeros del mar. Ahora hay que centrarnos en no producir tanto plástico y empezar a reutilizarlo más. Si bien se trata de un material fundamental en nuestro estilo de vida, podemos reducir su uso. A veces usamos tres, cuatro o más bolsas de plástico al día, eso podría cambiar.


Fuente: El Comercio (Perú)

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