Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta asesinato. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta asesinato. Mostrar todas las entradas

11 de septiembre de 2014

Perú: Asesinan a Edwin Chota, el guardían de los bosques

El 1 de setiembre, cuatro líderes indígenas asháninkas de la comunidad nativa Alto Tamaya–Saweto fueron asesinados por madereros ilegales en Ucayali, según informó La Fundación Nacional del Indio de Brasil (Funai).Esta información recién fue confirmada una semana después por la viceministra de Interculturalidad del Ministerio de Cultura, Patricia Balbuena.

Uno de ellos era Edwin Chota Valera (53), renombrado jefe de la comunidad de Alto Tamaya-Saweto, ubicada a unos 95 kilómetros en dirección noroeste del Complejo de Conservación del Purús. Su asesinato ha conmocionado las redacciones de The Wall Street Journal, The GuardianBBC y varios medios internacionales.

"Oponente de la tala ilegal fue asesinado junto con otros tres líderes comunitarios"

“Oponente de la tala ilegal fue asesinado junto con otros tres líderes comunitarios”

theg

“Los madereros ilegales culpables del asesinato de protector de bosques peruanos”


bbc

“Cuatro activistas peruanos contra la tala asesinados”

Este caso es particularmente escandaloso porque Chota anunció su propia muerte hace un año 

El artículo completo en:

El Útero de Marita

12 de marzo de 2014

Dsarrollan un modelo matemático sobre los asesinatos en serie


shining2

He de reconocer que me gustan las series de televisión cuyo argumento gira en torno a investigaciones, por ejemplo Mentes Criminales (Criminal Minds), sin embargo, nunca me enganchó la serie Numb3rs porque no me convencía el argumento relativo a que los crímenes puedan resolverse aplicando modelos
matemáticos. En la Universidad de California - Los Ángeles, parece que han optado por abrir una línea de investigación que busca definir un modelo matemático que permita a los investigadores obtener un modelo del funcionamiento del cerebro de un asesino en serie.

¿Un modelo matemático que describa el funcionamiento del cerebro de un asesino en serie? ¿Es una investigación seria? La verdad es que me sorprendió muchísimo encontrarme con este trabajo pero es la base de una investigación científica bastante seria. Mikhail Simkin y Roychowdhury Vwani, los autores del trabajo, han realizado un análisis matemático del comportamiento de un asesino en serie que vivió en Rusia, Andrei Chikatilo (conocido como el carnicero de Rostov). Este asesino fue detenido en Rusia el 20 de noviembre de 1990 y, tras 9 días de detención, confesó haber asesinado a 36 niños, niñas y mujeres durante 12 años además de haber asesinado a otras 20 personas más, así que fue condenado a muerte tras probarse en un juicio el asesinato de 52 de las víctimas.

La investigación juega con los patrones de comportamiento de este psicópata e intentan asimilarlo con una ley de energía que sirva para modelar la activación neuronal del cerebro del sujeto. Esta teoría se basa en el comportamiento fundamental de las neuronas, es decir, una neurona no se vuelve a disparar hasta que haya recargado su energía. Gracias a este funcionamiento y que las neuronas están conectadas entre sí, cuando las condiciones son propicias (neuronas recargadas), se producen reacciones en cadena que se transmiten entre las distintas neuronas cargadas que están conectadas dentro de la misma cadena.
No podemos esperar que el asesino cometa un asesinato justo cuando la excitación neuronal alcanza cierto umbral. Necesita tiempo para planificar y preparar su crimen
Serial killer

Es decir, que según estos investigadores, un asesino en serie comete un asesinato cuando transcurre cierto tiempo desde que se haya superado el umbral de excitación neuronal y, si tenemos en cuenta que el asesinato tiene un efecto sedante para el asesino, la actividad neuronal volverá a caer por debajo del umbral.

Basándose en este comportamiento, los autores han confeccionado un modelo que simula el patrón de carga y descarga de las neuronas de un cerebro para ver con qué frecuencia se supera el valor umbral durante un tiempo suficiente como para que se incite a cometer un asesinato. Realizando una simulación que abarcó 12 años, los mismos que Chikatilo estuvo activo, con un salto de 2 milisegundos (el tiempo de disparo de una neurona normal), los investigadores encontraron una distribución muy similar a la de los asesinatos cometidos por este psicópata de origen ruso que han utilizado como terrorífico modelo con el que comparar los datos.
El modelo podría mejorarse si se introdujesen parámetros de corrección como una tasa de éxito del asesinato, es decir, una probabilidad que defina si el asesinato se cometió en el primer intento tal y como se había planeado
De hecho, según este modelo, la probabilidad de que se cometa un asesinato es mucho más alta justo después de haber cometido un asesinato (y más baja si transcurre mucho tiempo). Curiosamente, estos modelos matemáticos relacionados con las leyes de energía sirven también para explicar el funcionamiento del cerebro ante un ataque epiléptico o para estudiar las réplicas de un terremoto.

Tomado de:

ALT1040

16 de diciembre de 2012

Masacre de Connecticut: Neurobiología de un asesino

Sobre el autor de la masacre de Connecticut


Imagen del asesino en el año 2005.
Imagen del asesino en el año 2005.

Con tan imprevisible periodicidad, como predecible constancia, el horror regresa en forma de matanza escolar. Esta vez ha sido en Connecticut. Pero ¿qué más da dónde haya sido? Es la enésima vez que recibo una llamada urgente de un diario: ¡Por favor que escribas algo inmediatamente, ha habido una matanza en una escuela! Y siempre es lo mismo, los mismos horrores, las mismas preguntas: ¿Por qué suceden estas cosas?, ¿estaba loco? Obviamente siempre nos faltan datos para saberlo, pero también es verdad que hay denominadores comunes que nos permiten analizar el caso sin cometer demasiados errores.

Por un lado, están los datos estadísticos que coinciden insistentemente: los enfermos mentales no cometen más actos violentos que los no enfermos. Pero por otra está la etiqueta social de "persona-extraña-impulsiva-violenta-peligrosa" que comete una atrocidad inesperada. Sin duda hemos de admitir que es extraño que un joven de 20 años que hace estas cosas no padezca ningún desequilibrio mental. Algo debe pasar en su mente. De hecho, algunas voces apuntan a que el asesino de Connecticut pudiese tener algún trastorno.

Esta conducta es tan claramente anómala que no puede ser que todo esté bien en su cerebro. Pero, ¿a qué puede deberse? Los psiquiatras decimos que son conductas en cortocircuito, que acontecen de forma aparentemente inexplicable. Ahora bien, para que se produzcan se necesita una incubación, unos precedentes, y casi siempre las investigaciones posteriores demuestran que presentaban rasgos anómalos de personalidad, alteraciones de conducta, comportamientos extravagantes, impulsivos o agresivos, los cuales fueron minusvalorados o desatendidos por las familias, profesores o sanitarios que les conocieron. Esa negligencia es común a muchas enfermedades mentales.

Es una especie de 'no-querer-ver' quizá por miedo a 'no-saber-qué-hacer'. De hecho, la mayoría de los homicidas y suicidas avisan, han dejado señales sutiles, advertencias que han sido desoídas. Hasta que un día sucede algo que quiebra el equilibrio inestable, y lo siguiente es el paso al acto, la impulsividad incontrolable, la violencia furibunda.

Los detonantes pueden ser pequeñas frustraciones, otras veces simples avatares de la vida, incluso noticias 'calientes' que les llevan a rumiar en sus mentes el modo de actuar.

Alteraciones cerebrales

Otro rasgo común a suicidas y homicidas violentos es que padecen alteraciones de ciertos circuitos y neurotransmisores cerebrales que conllevan la aparición de depresión, angustia e impulsividad.

La mejor conocida es la serotonina, una sustancia que actúa como neuromodulador de afectos e impulsos. Cuando desciende patológicamente favorece el paso al acto impulsivo, tanto en forma de autoagresividad como de heteroagresividad. Es como si eso les impidiera mantener el autocontrol y les llevase a actuar sin los frenos normales que todos tenemos, que nos permiten conducirnos con mesura, raciocinio y equilibrio.

Obviamente, una simple alteración neuroquímica no puede explicar la complejidad de la conducta humana, pero sabemos que ese es el denominador común en los cerebros de personas agresivas y suicidas. No sé si este joven de Connecticut padecía alguna enfermedad, pero es muy probable que si se analiza su cerebro se encuentren alguna alteración neuroquímica.

También sabemos que si a esas personas les damos fármacos que aumentan la serotonina disminuye el riesgo de impulsividad violenta o suicida. Con esto no quiero decir que haya habido una negligencia clínica en este caso, no conozco lo suficiente, pero sí que hay muchos casos de violencia o suicidio en los que si se hubiera intervenido a tiempo tal vez se podrían haber evitado. Al menos, en todos estos casos se debería abrir un expediente pericial neuropsiquiátrico en profundidad, que nos permitiese prevenir el siguiente. De lo contrario, y desgraciadamente, no tardaré mucho tiempo en recibir otra llamada urgente para que opine de otro caso similar. Y que conste que me encantaría equivocarme.

Fuente:

El Mundo Ciencia 

Y en Conocer Ciencia agregamos: son las sociedades las que están enfermas, y una sociedad en decadencia, obviamente, enferma a gran parte de las personas que la constituyen. Es cierto que pueden existir factores genéticos que pueden desencadenar escenas de descontrol, pero la sociedad actual, con padre permisivos, actitud materialista y de consumo, inexistencia de metas a largo plazo para las vidas, individualismo a ultranza y medios de comunicación que introducen basura; esa es la sociedad que genera a estos pequeños monstruos.

30 de julio de 2012

James Holmes ¿un cerebro enfermo o un hombre malvado?

Cada vez hay más detalles sobre la salud mental del supuesto autor de la matanza en Colorado, James Holmes, que esta semana debe ser acusado formalmente del tiroteo en un cine que causó la muerte de 12 personas.

James Holmes

Se informó que el supuesto autor de la matanza de Colorado estaba siendo tratado por un psiquiatra en su universidad.

Se informó que el sospechoso estaba siendo tratado por un psiquiatra en la universidad donde estudiaba. 
 
También se dijo que el individuo de 24 años había enviado a la universidad un cuaderno con apuntes donde describiía la matanza.
Los hechos han abierto una vez más el debate de si este tipo de actos son producto de un cerebro enfermo, o se trata de un hombre malvado que debe ser responsable por sus acciones y, por consiguiente, castigado por ellas.

Neurociencia y cerebro

Hace cientos de años se considerada que la locura y las conductas insanas eran resultado de una posesión del demonio y por lo tanto la única cura posible era el exorcismo.

Pero en las últimas décadas, gracias a los avances en la neurociencia y a que ahora es posible "observar" con escáneres el funcionamiento cerebral, los científicos han sido capaces de demostrar lo que ocurre en el cerebro de los seres violentos, sociópatas y psicópatas.

Ahora se sabe, por ejemplo, que los psicópatas presentan anormalidades en las regiones cerebrales asociadas al procesamiento de las emociones y las intenciones.

En un estudio reciente, publicado en Archives of General Psychiatry, el doctor Nigel Blackwood, del Instituto de Psiquiatría del King's College de Londres, sometió a escáneres cerebrales a unos 70 adultos varones acusados de crímenes violentos.

Algunos habían sido diagnosticados con trastorno de la personalidad antisocial, también llamado sociopatía, y otros tenían ese trastorno y además mostraban además psicopatía.

Encontró que los que tenían psicopatía mostraban volúmenes "significativamente más reducidos" de materia gris en la corteza prefrontal que los sociópatas y los adultos sanos.

"El daño en estas áreas está vinculado con una dificultad para empatizar con otras personas, una pobre respuesta al miedo y la angustia y una falta de emociones de autoconciencia, como culpabilidad o vergüenza" explica el científico.

"Poder identificar y diagnosticar a este subgrupo de individuos violentos con escáneres cerebrales tiene implicaciones importantes para el tratamiento" agrega.

Pero cuando se ven las acciones de estos individuos, como podría ser el caso de James Holmes, no todos están convencidos del argumento de "mi cerebro me hizo hacerlo".

Para algunos expertos, estos individuos están fingiendo una psicopatía para ser liberados de sus obligaciones y mitigar su responsabilidad criminal.


Lea el artículo completo en::

El Mundo Ciencia


Contenido relacionado
google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0